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LA CRÓNICA
Pornografía y
modernidad
MERCEDES ABAD
Si la pornografía al uso le parece a uno un gráfica y multimedia que el otro día iniciaba
discurso nefasto que tiende a perpetuar este- su esperadísima conferencia proclamando
reotipos nefastos, caben varias posibilida- que “el sex is the most interesante cosa en
des: engrosar las filas de los abolicionistas este mundo” ha hecho vídeos, fotografías,
cabreados que piden desde hace décadas su pintura, actuaciones en vivo e instalaciones
prohibición (y que, curiosamente, proceden y ha publicado varios libros, entre ellos Post
tanto de la derecha como de la izquierda Porn Modernist (Cleis Press). En todos ellos
políticas, del feminismo como de sectores ofrece una visión radicalmente crítica de los
próximos a la Iglesia), encogerse de hom- clichés y los estereotipos de género y sexo de
bros y no consumirla, o bien —he aquí la la pornografía dominante, así como de los
tercera vía— lanzarse alegremente a hacer tópicos que esgrimen los partidarios de la
una nueva pornografía que cambie las for- censura y la prohibición, con lo que acaba
mas de representación de la sexualidad. ciscándose más o menos en todos. Pero la
Annie Sprinkle, a quien tuvimos la opor- gracia y la singularidad de su discurso estri-
tunidad de ver el pasado sábado por la no- ban en que, pese a ser ferozmente crítica y
che en el Museo de Arte Contemporáneo de mostrar lo absurdo de los códigos de la por-
Barcelona (Macba), donde impartió la con- nografía dominante, rezuma un humor tra-
ferencia-performance titulada Mis treinta vieso y una ironía asombrosos e infinitamen-
años de puta mediática, que clausuraba el te más eficaces que el tono acusador de
seminario Marató Posporno, es una figura quien se pone a tronar desde lo alto de un
mítica de esa tercera vía. El aspecto y el púlpito. “¿Quieren saber la diferencia entre
discurso de esta mujer, que se precia de ha- erotismo y pornografía? En el erotismo,
ber sido prostituta y estrella del porno en la usas una pluma; en la pornografía, usas to-
década de 1970, no podrían resultar más do el pollo”, fue una de las afirmaciones
sorprendentes. Desinhibida, rolliza, dueña con las que arrancó carcajadas en el
de un busto exuberante que no vaciló en público.
enseñar al público bamboleándolo al ritmo Así, a lo largo de la conferencia proyectó
de El Danubio azul y con un tocado de plu- una serie de desternillantes estadísticas en
mas negras de vedette en el pelo, Sprinkle las que se hacía el recuento de todo el semen
proyecta una imagen muy norteamericana y ingerido por Sprinkle a lo largo de su vida
tan kitsch como las pin- sexual y de todos los
ups de los cincuenta. miembros masculinos
De hecho, en cuanto sometidos por ella a fe-
la vi se me ocurrió que Sprinkle dictó en el Macba llatio; sumados los cen-
iba vestida como se ha- tímetros, Sprinkle con-
bría engalanado la no- una conferencia sobre el cluía que por su boca
via de Porky Pig para había pasado algo Annie Sprinkle el pasado sábado en el Macba. / CARMEN SECANELLA
asistir a la ceremonia movimiento ‘posporno’, equivalente en altura
de graduación de su hi- al Empire State Buil- gablemente burlón los códigos del género. da/Les&Annie: Historia de amor de la prime-
jo. Si a esa imagen tras- acerada y desopilante crítica ding. También se vie- En uno de ellos, vemos a Sprinkle autosumi- ra mujer transexual que se convirtió en hom-
hy y kitsch le añadi- ron los vídeos en los nistrándose un orgasmo múltiple en una pe- bre. En ella, Sprinkle hace el amor con la
mos una vocecita de sobre la pornografía misma que Sprinkle aparece li porno, en blanco y negro, de los años transexual, a quien vemos ajustarse un canu-
muñeca y el tono inge- pintando, con sus por- setenta, que la artista ha manipulado incor- tillo en el pene para mantener la erección.
nuo con el que suelta tentosas glándulas ma- porándole su propia imagen actual, que se Lo visto permite afirmar que Sprinkle
barbaridades, tendremos un retrato bastan- marias embadurnadas, lo que ella llama sus pasea por la pantalla en tamaño reducido ha logrado por lo menos un par de cosas
te aproximado de la mujer que, en 1990, Tit prints. “Quería ser pintora, pero no era comentando la jugada. O el vídeo Cómo que parecían imposibles. Por un lado, de-
durante una performance titulada The pu- buena. Entonces pensé que podía pintar hacer una película porno, donde cuenta la muestra que, contra lo que dicen los tópicos,
blic cervix announcement se abría de piernas con las tetas y me lancé al Tit Art. He traído historia de una sirena vieja (interpretada la pornografía no es incompatible con el
como si estuviera en la camilla del ginecólo- bastantes de esas piezas que, por ser uste- por ella misma) que inicia en el sexo a una humor. Por otro le insufla modernidad y
go, invitaba a la gente a explorar su vagina des, se las venderé a sólo 30 euros. Queda- joven sirena, tan femenina como bigotuda, frescura al que probablemente era el género
con un espéculo y acuñaba el término de rían preciosas en la habitación de los ni- y donde va llevando uno por uno hasta el más inamovible de todos. Pero lo mejor de
pospornografía para definir un trabajo que, ños”. absurdo todos los ingredientes habituales todo es que su trabajo da la razón a quienes
emparentado con Dadá y Fluxus, forma Pero el plato fuerte de la sesión fueron del género con resultados tan kitsch como siempre han denostado la censura. Al fin y
parte de la cultura queer y de su reivindica- los vídeos metapornográficos (que su auto- desopilantes. O la pieza endiabladamente al cabo, parece decirnos la obra entera de
ción de una cultura sexual diferente. ra califica de hardcore experimental) en los freaky hecha en colaboración con Linda Sprinkle, ¿qué mejor crítica que poner en
Desde entonces, esta artista posporno- que Sprinkle deconstruye con ánimo impa- Montano, su mentora, y titulada Lin- ridículo el objeto criticado?
EL ROTO
las interpretaciones desde la for- nos sea conceptualmente admisi-
ma con la crítica a la ideología, es ble estar fuera del proyecto de la
decir, que expliquen el arte, la ar- modernidad; también debemos si-
quitectura y la ciudad desde lo tuarnos en una posición de crítica
social y político, pero que al mis- posmarxista que acepte, tal como
mo tiempo sepan analizar a fon- escribió Jacques Derrida en Espec-
do las obras, rechazando explica- tros de Marx (1995), habitar en la
ciones simplistas y esquemáticas crisis del marxismo, en sus desdo-
que pretendan reducir la compleji- blamientos, su deconstrucción y
dad de los mundos creativos a las su transformación, en sus necesa-
condiciones económicas e ideoló- rias idas y venidas. En un mundo
gicas. Es en este sentido que habla- que ha perdido su centro absolu-
mos de una crítica posmarxista, to y sus grandes relatos, sigue sien-
en lo que tenga de reinterpreta- do imprescindible una labor cultu-
ción de las partes aún válidas de ral que sea a la vez crítica y auto-
la pluralidad de lenguajes en la crítica, que siga aquel argumento
filosofía de Marx, y de supera- que estaba en la raíz del marxis-
ción de la tradición doctrinaria y mo y que continúa en el posmar-
maniqueísta que el tardomarxis- xismo: desvelar intereses, recla-
mo fomentó en la década de mar justicia, promover solidari-
1970. dad. Como ha escrito Derrida,
De la misma manera que nos “no hay porvenir en el que no
identificamos en una condición tenga un lugar la reinterpretación
posmoderna, que nos reconoce- del pensamiento de Marx”. Y sa-
mos en la crisis del proyecto mo- bemos que la herencia nunca es
derno de la Ilustración, al identifi- algo dado, es siempre una tarea.
car modernidad del capitalismo
con apología del desarrollismo, Josep Maria Montaner es doctor arqui-
desigualdades sociales y destruc- tecto, catedrático de Composición Ar-
ción de la naturaleza, aunque no quitectónica de la ETSAB-UPC.