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EL MANGO

El mango procede originariamente del noroeste de la India y del norte de Birmania. Se cultivó por
primera vez hace aproximadamente cinco mil años. Afortunadamente, el cultivo de los mangos se
ha extendido a todas las áreas tropicales y subtropicales del mundo, siendo México el principal país
exportador del mundo. Gracias a su sabor peculiar y exquisito, es considerado el rey de las frutas
tropicales. El árbol puede alcanzar hasta treinta metros de altura, el tronco de corteza gris es recto,
cilíndrico y de 75-100 cm. de diametro. Los frutos son ovales, alargados y en forma de riñón o
corazón. La piel de la fruta madura adopta una gama de colores que va del verde, amarillo o naranja
hasta el rojo intenso. La pulpa es de color amarillo anaranjado, dulce, jugosa y muy sabrosa.
Presenta un sabor y una textura muy diferentes al resto de frutas de mesa considerándose la fruta
tropical por excelencia.

BENEFICIOS
El mango es una fruta dulce y refrescante de fácil consumo y digestión. Sus propiedades nutritivas
varían en función del tipo y grado de madurez; sin embargo, todos destacan por su elevado contenido
en agua y su gran riqueza de nutrientes. Aporta vitamina B, destacando el ácido fólico. Los mangos
aún verdes, que se consumen fundamentalmente en ensaladas, son ricos en vitamina C y contienen
una cantidad moderada de provitamina A. Esta composición varía en los mangos maduros, que son
ricos en provitamina A y contienen una cantidad moderada de vitamina C.

El consumo de vitamina A es útil para prevenir enfermedades infecciosas, cutáneas, mucosas,


óseas, capilares, oculares y aquellas del sistema inmunológico. Su alto contenido en vitamina
C contribuye en la absorción del hierro y la generación de glóbulos rojos; también ayuda en la
formación del colágeno, los dientes y los huesos. Estas vitaminas hacen de esta fruta un buen
antioxidante, compuesta de propiedades nutritivas para todas las personas de cualquier edad. Por
otra parte, contribuye a reducir el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares, degenerativas
y cancerígenas.

Su alto contenido en hierro resulta útil para tratamientos de anemia y demás afecciones de la sangre.
Un bajo contenido en grasas, sodio y calorías permite su consumo en las dietas para adelgazar y
en casos de hipertensión.

Su alto contenido en fibra aporta propiedades laxantes, previene el estreñimiento, reduce la tasas
de colesterol en la sangre y ejerce un buen control de glucemia.
CAMOTE

El camote (Ipomoea batata) es una hortaliza de tierra de tipo raíz como la betarraga,
zanahoria, rabanito, nabo, arracacha, yuca, yacón entre otros. No es un tubérculo como la
papa y es conocido en otros lugares como batata, papa dulce o boniato.

Existen cerca de 5 mil variedades de camote según el color de la pulpa, puede ser blanca,
amarilla, naranja o morada.

En general los nutrientes de las variedades del camote son similares, es un alimento que
aporta energía (116 calorías en cien gramos de camote amarillo) gracias a su
almidón (alrededor de 25%). Tiene poca proteína (1,3%) y casi no tiene grasa, lo que si
contiene es un importante aporte de agua, cerca del 95% del camote es agua.

Además de ser energético, el camote es especialmente importante por la cantidad de


vitamina A en forma de carotenos que contiene. Vitamina muy importante para ofrecer
resistencia frente las infecciones ya que participa en nuestro sistema inmunológico así
como, su necesaria función en los ojos permitiendo la visión. También permite el
crecimiento y renovación de las células de la piel.

Luego de ser sometido al calor ya sea sancochado, horneado o frito, queda


aproximadamente el 70% del caroteno y a pesar de ello es suficiente para cubrir, según la
intensidad del color naranja del camote, entre 56 y 241% de las necesidades de vitamina A
del día. El camote en las zonas de extrema pobreza contribuye con la recuperación de los
desnutridos.

El color morado es rico en antocianinos, sustancia orgánica de gran capacidad antioxidante


que según estudios de la Universidad Estatal de Kansas, mencionado también por el Centro
de Investigación de la Papa, previenen el cáncer de colon y el
envejecimiento. Facilita además la evacuación intestinal ya que es rico en fibra hasta 2
gramos por cada 100 gramos de pulpa. Si consumimos la cáscara, el aporte de fibra es
significativamente mayor.

El camote también aporta minerales como calcio y potasio este último se va perdiendo
cuando el camote es guisado sin cáscara. Los métodos de cocción del camote por calor sin
agua, sea horneado, pachamanca o frito permiten un pardeamiento enzimático que
oscurece la pulpa, favorece su digestibilidad y la ablandan.

El sancochado y el vapor hacen que algunas vitaminas disminuyan como la vitamina C y


complejo B (aunque no es un alimento muy rico en estas vitaminas). La fritura, enriquece
mucho más las calorías del camote incrementándose al menos en un 50 a 70% adicional.

La dieta saludable incluye el consumo de camote 1 ó 2 veces por semana, una ración de ½
a 1 unidad de camote cocido por vez es suficiente para beneficiarnos de su valor nutricional.

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