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Fallas PDF
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La clasificación general de fallas más conocida está formada por las fallas
monofásicas y las fallas trifásicas. Sin embargo, para efectos de conexión a tierra
existen esencialmente dos tipos:
La falla de fase a fase puede provocarse por una conexión entre dos fases distintas
de un sistema. Este tipo de falla es la más severa ya que ocasiona un flujo de
corriente mayor al provocado por la falla de fase a tierra (ver figura 2).
La falla de fase a tierra (figura 1) ocurre cuando una fase se conecta a tierra. Puede
ser cualquier conexión accidental de un conductor de fase y cualquier superficie
aterrizada, tal como una cubierta metálica aterrizada. Una falla a tierra ocasionará un
flujo de corriente del orden del 75 % de la corriente de falla de fase a fase. Cuando
se produce una falla a tierra, el conductor de puesta a tierra del equipo tiene una
función muy importante, proporciona una trayectoria de baja impedancia para que la
corriente de falla ocasione la operación de los dispositivos de protección, limitando
con esto el tiempo de permanencia de la falla.
Las fallas francas, sin embargo, son completamente teóricas. Es más probable que
una falla tenga una impedancia que reduzca la cantidad de corriente de falla, o que la
falla sea una “falla por arqueo” o “falla intermitente”, debido al deterioro del
aislamiento de un conductor, del devanado de un motor, o de una terminal a una
superficie aterrizada. Al respecto, el esquema de conexión a tierra de los sistemas
eléctricos puede tener un efecto en la magnitud de los voltajes de línea a tierra, los
cuales deben permanecer constantes bajo condiciones transitorias y de estado
estable. Los sistemas eléctricos que permiten sobrevoltajes severos pueden
ocasionar una reducción en la vida útil del aislamiento, la cual a su vez puede
provocar fallas frecuentes. En las máquinas eléctricas rotatorias, donde el espacio de
aislamiento es limitado, este conflicto entre la elevación de voltaje y la vida útil se
agudiza.
Para dar un panorama de las ventajas y desventajas que presentan tanto los
sistemas aterrizados como los no aterrizados, es necesario realizar un análisis de
tales sistemas en cuanto a la confiabilidad que ofrecen al sistema eléctrico.
Sistemas aterrizados
Sistemas no aterrizados
Durante la ocurrencia de una falla a tierra de un conductor, los otros dos conductores
de fase a través de todo el sistema metálico, están sujetos a 73 % de sobrevoltaje.
Por lo tanto, es extremadamente importante localizar el circuito que contiene la falla y
repararlo o desactivarlo antes de que la elevación de tensión produzca daños en
otras máquinas o en otros circuitos. Las figuras 5 y 6 ilustran las situaciones de la
elevación de tensión en un sistema. Generalmente el aislamiento entre cada línea y
tierra es adecuado para soportar el voltaje de línea a línea. Sin embargo, si este
voltaje se aplica por periodos largos, puede producirse una falla en el aislamiento el
cual puede de hecho ya haberse deteriorado por el tiempo o por condiciones severas
de servicio.
En un sistema con neutro no aterrizado, puede ocurrir una segunda falla sobre otra
fase antes de que una primera falla existente sea liberada (Ver figura 7). La segunda
falla puede estar en el mismo circuito de la primera falla o en otro, de cualquier
forma, la falla resultante de línea a línea (a través de la conexión común a tierra)
deberá activar los dispositivos relevadores o interruptores de uno o ambos circuitos.
De otra forma, una sencilla falla a tierra de relativa poca importancia puede
finalmente ocasionar un daño considerable debido a la corriente de falla de línea a
línea relativamente alta y la interrupción de uno o ambos circuitos.
tierra de baja corriente (de una fase a una envolvente metálica). Los fusibles y/o
interruptores termomagnéticos se pueden seleccionar de acuerdo a las capacidades
interruptivas requeridas por las corrientes de corto circuito, y los factores como el
retardo de tiempo y el límite de corriente pueden adaptarse a las necesidades del
sistema en particular. Sin embargo, éstos esfuerzos están encaminados a proteger
los costosos sistemas eléctricos (y los valiosos procesos industriales u operaciones
comerciales) contra el tipo de falla eléctrica que casi nunca sucede – la falla o corto
circuito trifásico entre las terminales de un dispositivo de protección. Al mismo
tiempo, y a pesar de las extremas provisiones contra sobrecorrientes, los sistemas
aterrizados están totalmente desprotegidos contra los efectos destructivos de las
fallas de fase a tierra tan comunes.
1) Estos deben tener un tiempo de retardo y un ajuste mayor al de plena carga que
permita las corrientes normales de fuga
2) Son incapaces de distinguir entre las corrientes normales y las corrientes de falla
de baja magnitud las cuales pueden ser menores que las corrientes a plena carga
Sensor
• todos los conductores incluyendo el neutro (si está disponible), figura 8-A
• la conexión de retorno por tierra que conecta al neutro del sistema con tierra,
figura 8 -B
• cada uno de los conductores por separado (incluyendo el neutro), figura 8 -C
Relevador
El relevador de falla a tierra detecta la salida del transformador que se utiliza como
sensor cuando ocurre una falla a tierra, y ya sea instantáneamente o después de un
cierto retardo, cierra un circuito que a su vez abre el interruptor del circuito.
c) Detección residual
Cada conductor individual tiene su propio TC y se inserta un relevador de falla
a tierra en la conexión común de éstos
El primero tiene la función de mantener los voltajes del sistema dentro de valores
fijos con respecto a tierra, generalmente a través de la conexión de uno de los
conductores del sistema a tierra (comúnmente el neutro); y el segundo tiene la
función de referir a tierra todos los elementos metálicos no energizados de los
equipos eléctricos, con el objeto de asegurar que estén a un mismo potencial,
especialmente si éstos se encuentran dentro de una misma área.
En resumen, los objetivos por los cuales los sistemas deben conectarse a tierra
según el NEC (Sección 250-2 a), son los siguientes:
a) Descargas atmosféricas
b) Fenómenos transitorios
c) Contactos accidentales con líneas de mayor tensión
intencional entre los conductores del sistema eléctrico y tierra (física). Los esquemas
comunes de conexión a tierra que se encuentran en los sistemas de distribución son:
(1) No aterrizado
(2) Aterrizado a través de resistencia
(3) Aterrizado a través de reactancia
(4) Sólidamente aterrizado
Existen tres situaciones bajo las cuales los sistemas de corriente alterna que
funcionan a menos de 50 V deben ser aterrizados.
(3) La tercera situación requiere que los sistemas que operan a menos de 50 V
sean aterrizados cuando los conductores del mismo sistema estén instalados
como conductores aéreos en los exteriores de los edificios. Esta situación se
puede observar en la figura 9 (Sección 250-20 (a) (3)).
Dentro de éste grupo existen tres situaciones bajo las cuales los sistemas entre 50 y
1000 V deben ser aterrizados.
(1) La primer situación establece que un sistema debe ser aterrizado, si el voltaje
a tierra de los conductores no aterri zados no sobrepasa 150 V rms, para esta
situación existen tres sistemas de distribución que la satisfacen (i, ii y iii), y
que son los de uso más común, la figura 10 muestra estos sistemas (Sección
250-20 (b) (1)).
(2) La segunda situación establece que los sistemas trifásicos a cuatro hilos (3F-
4H), donde el neutro se utilice como conductor para un circuito, deben ser
aterrizados. Esta situación incluye a los sistemas en 480/277 V, que no están
circunscritos por la primer situación por no ser el voltaje de línea a tierra
menor a 150 V. Este sistema se utiliza extensamente en la iluminación de
escuelas, oficinas en grandes edificios y en áreas industriales. Los sistemas
en 440/254 V también están incluidos. La figura 10 muestra este sistema
(Sección 250-20 (b) (2)).
Dentro de éste grupo se establecen tres puntos especiales para la conexión a tierra
de estos sistemas:
(3) Cuando los sistemas desde 1000 V y mayores sean instalados con el
conductor neutro aterrizado, estos deben ajustarse a los requerimientos que
establece el NEC (Artículo 250).
Los requisitos que establece el NEC para estos sistemas, delimitan las opciones de
alimentación a los siguientes sistemas:
La conexión a tierra para equipo tiene que ver con la puesta a tierra e interconexión
de las partes y estructuras metálicas a través de las cuales viajan los conductores
energizados y en general todas aquellas partes metálicas no energizadas que
puedan entrar en contacto con los conductores del sistema y que estén expuestos al
personal.
Los propósitos principales de la conexión a tierra para equipo son las siguientes:
(1) Mantener una diferencia de potencial baja entre las partes metálicas,
para evitar el riesgo de electrocución del personal presente en el área
La razón principal para la conexión a tierra para equipo es evitar que cualquier objeto
metálico llegue a estar energizado, ya que esto representa riesgos de electrocución a
las personas. De manera más específica, si un conductor no aterrizado del sistema
entra en contacto con cualquier parte metálica, dicha parte metálica se elevará al
potencial con respecto a tierra del conductor no aterrizado. La figura 12 muestra esta
elevación de potencial entre un chasis metálico y tierra, cualquier persona que tenga
contacto con la canalización estará expuesta al mismo riesgo que si tocara el mismo
conductor energizado.
A menos que todas las partes metálicas conductoras en una instalación hayan sido
conectadas a tierra intencionalmente en una manera apropiada, la ocurrencia de una
falla de aislamiento en los conductores puede provocar la aparición de un voltaje de
magnitud suficiente que represente un riesgo de electrocución a cualquier persona
que las toque.
Debe notarse que la corriente realmente no fluye a “tierra”, si no fluye hacia la fuente
de alimentación a través del contacto accidental y hacia el punto común de conexión
a tierra del sistema y del equipo, de tal manera que se completa el circuito de regreso
a la fuente. Esta corriente se define como “corriente de falla”, puesto que solo fluye si
existe una falla en el circuito. Es muy importante asegurar que la trayectoria de
puesta a tierra para equipo tenga una baja impedancia a lo largo del circuito, esto
permitirá que los dispositivos de protección abran el circuito.
De acuerdo con la sección 250-110 del NEC todas las partes metálicas asociadas
con los sistemas eléctricos deben ser aterrizadas. La única excepción a esta regla es
que los equipos cumplan con uno o más de los siguientes requisitos:
Para los equipos que si deben ser aterrizados el NEC establece una clasificación de
los equipos, tal clasificación es la siguiente:
c) Equipo no eléctrico
De acuerdo con la sección 250-110 del NEC, los equipos fijos deben ser aterrizados
si cumplen con cualquiera de las condiciones siguientes:
Para que la trayectoria a tierra cumpla específicamente con el punto 2, es decir, para
lograr una baja impedancia, el conductor de puesta a tierra dedicado (esto es, un
conductor diferente a la canalización metálica) debe estar contenido dentro de la
misma canalización, cable o cordón, o tenderse con los conductores del circuito de
acuerdo a la sección 250-134 del NEC.
vez facilita la remoción de las fallas. Cuando un conductor de puesta tierra para
equipo se coloca en la misma canalización (cable o cordón) que el conductor que
esté proporcionando la corriente de falla a tierra, la impedancia del circuito que
conduce la corriente de falla tiene una reactancia inductiva mínima y una resistencia
en CA mínima, debido a la cancelación mutua de los campos magnéticos alrededor
de los conductores y a un mínimo de efecto piel. Bajo tales condiciones, el voltaje a
tierra es mínimo y la corriente de falla es la máxima posible debido a la baja
impedancia, por lo cual el dispositivo de sobrecorriente del circuito operará
efectivamente y en un menor tiempo.
Referencias
NEC (NFPA 70) NATIONAL ELECTRICAL CODE 2005 EDITION