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LA JUSTICIA EN “LA REPÚBLICA DE PLATÓN”

La República es una obra muy extensa, perteneciente al periodo de madurez de Platón. En ella, se
nos muestra a Sócrates discutiendo con varias personas, en el contexto de un festival, sobre temas
muy diversos como la justicia, la moral y, por supuesto, la política. Esta obra tiene por hilo
conductor el problema de la justicia, una justicia que es a un tiempo un concepto moral, político y
ontológico.

Dejando de lado la conversación inicial de Sócrates con Céfalo y Polemarco, sobre qué pueda ser
exactamente la actitud justa, interviene a continuación Trasímaco, que es el personaje utilizado
por Platón para introducir el tema del gobierno y el poder en la discusión sobre la justicia. Para el
sofista, la justicia se identifica con el poder del más fuerte, esto es, quien se encuentre al mando,
ya sea un tirano o un grupo de personas legitimado por la democracia. En cualquier caso, la clave
para comprender la aproximación de Trasímaco es que él entiende que lo importante de la justicia
no es el equilibrio (en el sentido en que hoy entendemos lo justo, por ejemplo, como lo equitativo,
ya sea en forma de asegurar los derechos y deberes de todos por igual o de dar el justo castigo
dependiendo de la falta), sino más bien el derecho que la fuerza da a convertir nuestra palabra en
justicia.

Además Scórates y Trisímaco discuten sobre quién vive mejor si el justo o el injusto; para
Trasímaco, vivir bien es poder hacer lo que uno desee cuando quiera; para Sócrates, por el
contrario, vivir bien es vivir de acuerdo con la moral y la virtud. De estas diferentes concepciones
de buena vida se extraen beneficios diferentes para el hombre: materiales y temporales para una
vida de gozo basada en el poder y la ejecución de la voluntad sin límites, inmateriales e
intemporales (de acuerdo a la definición de alma de Platón) para una vida basada en la rectitud y
la búsqueda de la virtud. Dada la imposibilidad de alcanzar un acuerdo partiendo de puntos de
vista tan dispares, Trasímaco se retira, y toman su lugar Glaucón y Adimanto (con quienes va a
tener lugar la mayor parte del diálogo posterior), quienes desean que Sócrates les explique por
qué la justicia es un bien en sí (o, en otras palabras, que les haga entender por qué Trasímaco se
equivoca). Es a raíz de esta petición que Sócrates propone imaginar la construcción de una ciudad
para tratar de acotar la justicia no desde un punto de vista individual, sino desde el punto de vista
de la comunidad
El tema que propone el título de esta redacción hace referencia al modelo de Estado justo y la
propuesta politica del filósofo gobernante de Platon. De acuerdo con el tema, podriamos
plantearnos varias preguntas: ¿Que es un Estado justo y bien gobernado? ¿Cual es el fin que debe
perseguir la politica? ¿Cómo seleccionar a los gobernantes para lograr el Bien del Estado? ¿Es
posible formar a los gobernantes para el buen gobierno del Estado? A estas y otras preguntas
planteadas por Platon responderemos a lo largo de la redaccion.

El fin de la propuesta platónica del filósofo gobernante será alcanzar el estado ideal, el cual según
platón, es una comunidad natural de individuos que cooperan y se coordinan con el fin de vivir
beneficiándose de la contribución de todos. Por eso el buen gobierno debe anteponer el bien
común al bien del individuo. El bien común más importante es, según platón, la justicia, entendida
como armonía, unión y cohesión social. Este aspecto de la teoría del filósofo gobernante está muy
relacionado con la concepción dualista del ser humano de platón. Esto es así porque, según Platón,
la parte esencial del ser humano es el alma, la cual esta dividida en tres partes que se relacionan
con cada una de las tres clases sociales que platón afirma que componen la sociedad. La parte
apetitiva del alma se relaciona con la clase de los productores, en cuya alma predomina esta parte
frente a las demás; su función es producir todo aquello que la sociedad necesita. La parte irascible
se relaciona con los guardianes, en cuya alma predomina esta parte, teniendo como función la
defensa de la ciudad (será considerado un honor). Por último, la parte racional se relaciona con el
gobernante filósofo, en cuya alma predomina esta parte, lo que les hace especialmente
capacitados para aprender la ciencia de la Justicia y el Bien mediante la filosofía, siendo su función
el gobierno de la ciudad, inspirándose en el orden y la armonía del
LA FILOSOFÍA Y SU RELACIÓN CON EL DERECHO

El problema de la esencia y la valoración del derecho es muy antiguo filosofía ha cumplido un


papel preponderante desde tiempos remos en la reflexión e indagación del fenómeno jurídico. Su
misión ha sido la de enjuiciar y poner en cuestión la naturaleza, legitimidad y los conceptos que
aparecen en el mundo jurídico y que a menudo el operador del derecho lo da por supuesto.
En el presente ensayo nos proponemos reflexionar en primer lugar sobre la limitación de la ciencia
del derecho; las dimensiones de la filosofía del derecho y la relación entre filosofía y derech; luego
intentamos especular sobre lo que le aportaría la filosofía al campo jurídico; y por último
concluimos enfatizando que la filosofía es de suma necesidad para el abogado puesto que le
facilitará comprender mejor el derecho a fin de desarrollarlo y operarlo con honestidad.
El derecho como objeto de reflexión filosófica tiene su origen en los inicios del quehacer
filosófico. El experto en filología clásica, Werner Jaeger dio cuenta de ello en un vigoroso opúsculo:
“fueron los griegos, creadores de la filosofía, los que por vez primera se enfrentaron con los
fenómenos jurídicos y las instituciones legales con espíritu filosófico”. Sin duda, fueron los
filósofos griegos quienes emprendieron intensas indagaciones respecto de la naturaleza del
derecho y la justicia mucho antes de que se estableciese una filosofía jurídica en el sentido
moderno de la expresión.

Más tarde, la filosofía cumplió un papel fundamental en la consolidación de los Estados


republicanos y sobre todo en establecer las bases a partir del cual se elaboraron luego las
Constituciones, en virtud del cual hoy se piensa y opera el derecho, me refiero a la Declaración de
los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Todo ello fue gracias al arduo e infatigable trabajo de
filósofos tales como Voltaire, Diderot, Rousseau, entre otros.

La misión de la filosofía respecto al derecho es de permanente enjuiciamiento, de puesta en


cuestión de su naturaleza y legitimidad; a fin de indagar, de provocar aquello que mejor conviene
para la convivencia social.

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