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2 Las Precipitaciones PDF
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HIDROLOGIA I
2006
ÍNDICE DE TEMAS
ÍNDICE DE CUADROS
5.a.1. DEFINICION
Se engloba dentro del término precipitación a todas las aguas meteóricas que caen sobre la superficie
de la tierra, tanto bajo la forma líquida como sólida (nieve, granizo). Estos diversos tipos de
precipitaciones son normalmente medidos sin efectuar su discriminación por medio de su equivalente en
agua.
La precipitación es el origen de todas las corrientes superficiales y profundas, por lo cual su
cuantificación y el conocimiento de su distribución, en el tiempo y en el espacio, se constituyen en
problemas básicos para la hidrología.
El hidrólogo necesita considerar la precipitación en relación con los límites geográficos naturales del
terreno donde incide, o sea, las cuencas de los cauces hídricos superficiales. En ellas tratará de dar
solución cuantitativa a la ecuación del balance hidrológico:
/110/ A = P − E ± ∆S
donde:
A es la aportación al cauce
P la precipitación media
E la evapotranspiración media
∆S la variación del almacenamiento en la cuenca
La difusión por sí misma lleva únicamente a la formación de neblina o elementos de la nube que por lo
general son menores de 10 µm en diámetro, alcanzando algunos de ellos hasta 50 µm. Puesto que la
condensación tiende a agrandar las gotas de agua o los cristales de hielo aproximadamente a los
mismos valores, las diferencias en tamaño resultan principalmente de las que poseen los núcleos sobre
los cuales se forman. Mientras loe elementos de una nube tienden a asentarse, el peso de un elemento
promedio es tan pequeño que se requiere únicamente de un leve movimiento de aire hacia arriba para
mantenerlo en suspensión.
La mayoría de las gotas de agua en estado no precipitable tienen diámetros menores de 10 µm, y una
corriente ascendente menor de 0,5 cm/s, es suficiente para evitar que aquéllas caigan. Debido a que los
cristales de hielo de peso equivalente tienen un tamaño mucho más grande, se pueden sostener con
velocidades aún más bajas.
Precipitación Ciclónica
Es la que resulta del levantamiento del aire que converge en un área de baja presión o centro ciclónico,
pudiéndose presentar como precipitación frontal y no frontal.
La precipitación no frontal puede ocurrir en cualquier depresión barométrica, resultando el ascenso
debido a la convergencia de masas de aire que tienden a rellenar la zona de baja presión.
La precipitación frontal resulta del levantamiento de aire cálido a un lado de una superficie frontal
sobre aire más denso y frío; puede en consecuencia estar asociada a un frente frío o cálido.
La precipitación de frente caliente se forma cuando el aire avanza hacia arriba sobre una masa de
aire más frío. La magnitud del ascenso es relativamente baja puesto que la pendiente promedio de la
superficie frontal es por lo general de 1:100 a 1:300. La precipitación puede extenderse de 300 a 500
km por delante del frente, y por lo general la lluvia resultante varía entre ligera a moderada y continúa
hasta que termina el paso del frente.
La precipitación de frente frío es de naturaleza corta y se forma cuando el aire cálido es obligado a
subir por una masa de aire frío que está avanzando. Los frentes fríos se mueven más rápidamente que
los calientes, y sus superficies frontales tienen pendientes que varían entre 1: 50 y 1:150, es decir con
mayor pendiente que los anteriores. En consecuencia, el aire cálido se eleva mucho más rápidamente
en este tipo de frentes, y las intensidades de la precipitación son por lo general mucho mayores,
frecuentemente de tipo tormentoso.
Precipitación Convectiva
Este tipo de precipitación tiene su origen en la inestabilidad de una masa de aire más caliente que las
circundantes. Estas diferencias de temperatura pueden ser el resultado de calentamientos diferenciales
en superficie o en la parte superior de la capa de aire.
Así, la masa de aire más liviana por su mayor temperatura, asciende y supera el nivel de equilibrio
debido a la velocidad vertical adquirida, formándose la característica nubosidad de tipo cumuliforme,
origen de las precipitaciones en forma de chubascos o tormentas, generalmente de tipo puntual.
Precipitación Orográfica
Se denomina así a la precipitación que tiene origen en el ascenso de la masa de aire forzado por una
barrera montañosa. Se presentan en forma de lluvia o nieve, siendo muy irregulares en importancia y
localización. A veces, en casos de masas inestables, el efecto orográfico no supone más que el
mecanismo de disparo de la inestabilidad convectiva.
La precipitación es mayor a barlovento, diminuyendo rápidamente a sotavento. En las cadenas
montañosas importantes, el máximo de precipitación se produce antes de la divisoria. En cambio, con
menores altitudes, el máximo se produce pasada ésta, debido a que el aire continúa el ascenso.
Lluvia
Precipitación atmosférica de gotas de agua en estado liquido. La mayor parte de ellas tiene,
generalmente, un diámetro igual o mayor que medio milímetro, y caen, en el aire en calma, con una
velocidad superior a los dos metros por segundo.
Según sus intensidades pueden distinguirse:
9 Ligera para tasas de caída de hasta 2,5 mm/h
9 Moderada desde 2,5 hasta 7,5 mm/h
9 Fuerte por encima de 7,5 mm/h
Llovizna
Precipitación análoga a la lluvia, pero de gotas de diámetro inferior al medio milímetro, uniformemente
dispersas, muy numerosas y que aparentemente flotan en el aire. Su procedencia son estratos bajos,
algunas veces tanto que constituyen niebla.
Si la cantidad de agua recogida por hora es mayor de un milímetro de altura (es decir, un litro por metro
cuadrado), se considere lluvia.
Chaparrón o Aguacero
Son precipitaciones de agua líquida o sólida, de extraordinaria intensidad, que comienzan y acaban
bruscamente, con duración relativamente corta; o bien, varían violenta y rápidamente de intensidad y
coinciden con la alternancia brusca de cielo encapotado y amenazador, con claros de cielo azul, o de
nubes muy oscuras con otras muy claras.
Nieve
Precipitación atmosférica formada por agrupaciones cristalinas de hielo en estrellas hexagonales,
ramificadas y con frecuencia mezcladas con cristales simples; algunas veces los conglomerados forman
los copos de nieve, que pueden llegar a tener varios centímetros de diámetro, y que se producen
cuando, por ser la temperatura del aire superior a -10°C, se sueldan los cristales con una película de
agua líquida que los envuelve.
La densidad de la nieve fresca varía grandemente; por lo general se requieren de 125 a 500 mm de
nieve pera formar 25 mm de agua líquida.
A menudo se supone pare la nieve una densidad promedio de 0,1 g/m³.
Agua Nieve
Precipitación de nieve en fusión, mientras cae, sola o con lluvia.
Neviza
Nieve en forma granular y compacte que se produce por cambio de temperatura, formando el estado de
transición al hielo glaciar.
Rocío
Gotas de agua debidas a la condensación directa del vapor contenido en el aire adyacente a superficies
enfriadas por radiación nocturna.
Escarche
Cristales diminutos de hielo, en forma de escamas o agujas que se forman por condensación del vapor
de agua existente en el aire, que pasa directamente al estado sólido sobre las superficies muy enfriadas
durante la noche. Su origen puede ser también el congelamiento de agua superenfriada que
previamente se ha depositado sobre la superficie en forma de lluvia o llovizna. Su densidad puede llegar
a ser de 0,8 a 0,9 g/m³.
Granizo
Precipitación de granos de hielo traslúcidos, que se produce por nubes convectivas, generalmente de
tipo cumulonimbos. Si bien por lo general los granos son de forma esférica, pueden serlo también
cónicos o irregulares. Están constituidos por un núcleo de granizo blando, envuelto por una fina capa de
hielo que les da aspecto cristalino.
Su densidad es del orden de 0,8 g/m³ y su diámetro varía entre 5 y 50 mm e incluso superiores.
5.a.4. UNIDADES
La precipitación se mide por la altura que el agua caída alcanzaría sobre una superficie plana y
horizontal, en la que no existieran pérdidas por infiltración y evaporación; tal altura se expresa en
milímetros y las mediciones se llevan a una aproximación de los décimos de mm.
Para los estudios de irrigación y desagües es necesario tener presente que una lluvia de:
10 m3
/111/ 1 mm =
ha
Como para el caso de la lluvia, la cantidad de nieve o de granizo se expresa por la altura de la capa de
agua que formará sobre el suelo una vez fundida.
En las estadísticas meteorológicas es frecuente agrupar, sin distinguir, el agua recogida en forma de
lluvia, nieve y granizo (salvo en estaciones nivométricas). En tal caso se le da el nombre genérico de
precipitación.
5.a.5.ii. Pluviómetros
El pluviómetro es un instrumento concebido para medir la altura de agua precipitada, en la hipótesis de
distribución homogénea horizontal y sin efecto de evaporación.
El SHN tiene oficializados dos tipos de pluviómetros, de los cuales el que se halla en uso en la
actualidad es el denominado Tipo B, el cual está compuesto de tres secciones principales, a saber
(Figura 29):
9 La sección superior (a), que es la receptora, tiene una boca circular de 200 cm² (16 cm de
diámetro), formada por un aro de bronce reforzado, con su arista superior afilada y achaflanada
a 45 con la cara inclinada hacia afuera. En su interior tiene un embudo con orificio para la salida
del agua, estando el borde superior de dicho embudo soldado a las paredes del pluviómetro, a
10 cm por debajo de la boca, a fin que las gotas que caigan sobre el mismo no puedan volver al
exterior por rebote.
9 La sección inferior b) destinada a retención, cuenta con una capacidad de 7.663,5 cm³, lo cual
permite almacenar el agua de una lluvia de 390 mm.
La sección (a) se acopla a la (b), formando un conjunto cilíndrico de 45,5 cm de altura.
9 En el interior de la sección (b) se halla colocado el recipiente (c), denominado colector, que sirve
para trasvasar a la probeta el agua recogida a fin de efectuar su medición. Este colector tiene
12,5 centímetros de diámetro y 24 cm de altura, lo que equivale a una capacidad para
recolección directa de hasta 147,2 mm de lluvia. Al rebalsar, el sobrante de agua queda retenido
en el depósito (b).
El pluviómetro se coloca sobre un soporte de planchuela por donde se lo fija a un poste, con un
dispositivo para asegurarlo mediante un candado.
9 El equipamiento de un pluviómetro se completa con dos probetas de medición, de las siguientes
características:
Una probeta de capacidad equivalente a 10 mm de precipitación, cuyo diámetro interior es de 40
mm y que se halla graduada en mm y décimos de mm. Teniendo en cuenta que el diámetro de la
boca del pluviómetro es de 16 cm, su relación con la superficie de la sección transversal de la
probeta, llamada coeficiente de ampliación, es igual a 16.
Una probeta con capacidad de 50 mm de lluvia, graduada en milímetros enteros y medio
milímetros, cuyo diámetro es de 8 cm, con lo que su coeficiente de ampliación es 4.
Ambas probetas tienen fondo semiesférico con el objeto de obtener una mayor ampliación de escala de
lectura para pequeñas cantidades de lluvia.
Figura 29. Pluviómetro Tipo B
c) El pluviómetro debe colocarse alejado de cualquier obstáculo (árboles, paredes, tapiales, etc.)
para que los mismos no obstaculicen la entrada de lluvia. De existir aquéllos en las
proximidades, el instrumento de medición debe estar siempre a una distancia horizontal por lo
menos cuádruple respecto a la altura de los obstáculos vecinos.
d) En caso de que no haya jardín o lugar abierto sin obstáculos para colocar el pluviómetro en las
condiciones descriptas y sea necesario colocarlo sobre un edificio, casilla, etc., debe estar
siempre afirmado a un poste, de manera que la boca del pluviómetro sobrepase en un metro la
parte más alta del techo en que se lo coloca (o sus parapetos, cumbreras, etc.).
e) Se debe cuidar siempre que en el interior del pluviómetro o en el embudo no haya hojas secas u
otros objetos que puedan alterar la medición exacta de la lluvia.
Figura 30. Instalación de Pluviómetro
5.a.5.iii. Pluviógrafos
Para obtener registros continuos de las precipitaciones y poder dibujar las curvas de masa de las
mismas (ver 5.b.2.i) y determinar las intensidades de lluvia producidas en intervalos de tiempo
predeterminados, se recurre al empleo del pluviógrafo, que consiste básicamente en un pluviómetro que
incluye un dispositivo de registro cronológico de las alturas de agua precipitadas, o de envío de la
información correspondiente a pequeños intervalos de tiempo a un centro computarizado de
almacenamiento de datos.
Pluviógrafo de Balanza
Consiste en un instrumento que permite recoger y registrar una cantidad representativa de lluvia, nieve
fundida o granizo. Para ello el agua se colecta en un recipiente similar al pluviómetro cuyo peso accione
un mecanismo acoplado al dispositivo registrador.
Pluviógrafo de Flotador
Figura 31. Pluviógrafo de Flotador
En este pluviógrafo la lluvia, captada por una boca de sección normalizada igual e la del pluviómetro
(A), cae dentro de un recipiente que contiene un flotador (G). A medida que el nivel del agua en el
depósito sube, lo hace también el flotador, el que se halla vinculado al sistema registrador (T).
La capacidad del recipiente es igual al volumen de agua correspondiente a 10 mm de lluvia, de modo
que al llenarse se accione un sifón que desagota el recipiente a un depósito (S) y el flotante retorna a su
posición inicial, para luego volver a subir si la lluvia continúa.
Cuando los registros se trazan en fajas sobre un tambor giratorio, presentan le característica que cada
vez que se produce un vaciado, la curva del pluviograma baja desde el borde superior al inferior de la
faja, lo que debe tenerse presente al calcular los totales de precipitación y dibujar la curva de masa.
que la cubeta vuelque la cantidad de agua que contiene (equivalente a 0,1; 0,2 ó 0,5 mm de lluvia según
los modelos), moviendo a la segunda cubeta al lugar de recolección del agua. En ese momento se
acciona un circuito eléctrico que marca o produce el registro correspondiente.
En otros modelos (Figura 32), al producirse la descarga, una rueda dentada gira el espacio de un diente
y provoca un movimiento que registra un trazo vertical sobre la faja, igual a la sensibilidad. Mientras el
otro cangilón se llena, la pluma inscribe un trazo horizontal de longitud proporcional al tiempo que tarda
en llenarse. En la faja se registra así un diagrama escalonado en ascenso hasta que se alcanza la altura
máxima de aquélla, y de continuar la precipitación, el diagrama se invierte (descendiendo) hasta el
borde inferior, y así sucesivamente.
Figura 32. Pluviógrafo a Cubeta Basculante
Con un total de 25 estaciones en un área de 600 km², cumple las normas de la OMM de una estación
cada 25 km². El sector cubierto limita con la precordillera al oeste, el Río Mendoza al sur, el área
urbanizada al este y la divisoria de las Cuencas San Isidro y Colector Las Heras al norte.
El modo de transmisión de las estaciones remotas es de autotransmisión por evento, es decir que la
estación envía una señal cada vez que se acumula 1 mm de lluvia, además de una de supervivencia
cada 12 horas, cuando no llueve.
De esta forma la información llega a la central, donde se la recibe y procesa en forma computarizada,
en el instante en que se produce el fenómeno, lo que permite contar con los registros en tiempo real.
Por el contrario, y puesto que el movimiento hacia abajo del aire produce una disminución de la
humedad relativa, el lado de sotavento de las barreras experimenta por lo general una precipitación
relativamente baja.
Se han desarrollado por parte de diversos investigadores expresiones que relacionan la precipitación
con la altitud, con la proximidad al mar y con otros factores, con conclusiones diferentes y sin que tales
expresiones sean de aplicación generalizada.
5.b.2.CURVAS CARACTERISTICAS
20
18
16
14
12
10
8
6
4
2
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
T iempo [ min ]
20
18
16
14
Asumida
12
para
10 Pluviómetro
8
6
4
2
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
T iempo [ min ]
Cuando, como suele ser frecuente, se cuenta con un cierto número de registros pluviométricos, que
corresponden sólo a la cantidad total de lluvia precipitada en un período determinado, una técnica
aceptable para “reconstruir” la curva de masa de tales estaciones, es la de adoptar la misma distribución
registrada en un pluviógrafo ubicado en la zona, supuesta homogénea en lo relativo a las características
de las precipitaciones. Para ello se afectan todas las ordenadas de la curva de masa disponible, por la
relación existente entre las precipitaciones totales registradas en ambas estaciones en el período
considerado.
5.b.2.ii. Yetogramas
Se denomina yetograma (o hietograma o pluviograma) a la gráfica que representa en un sistema tiempo
(horas o minutos) en abscisas e intensidades de precipitación (mm/h) en ordenadas, la cantidad de
precipitación producida durante una tormenta dada.
Figura 35. Yetograma
50
45
40
35
Intensidad [ mm/h ]
30
25
20
15
10
0
0 1∆t2∆t3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19
Tiempo [ min ]
Si bien la configuración real de un yetograma tiende a una forma acampanada, a los fines de su
utilización práctica, se considera la precipitación constante (tomando el valor medio correspondiente)
para intervalos de tiempo preestablecidos, de duración menor a la total del aguacero, por lo que los
yetogramas adquieren una configuración escalonada. Los valores para su construcción se obtienen a
partir de los registros pluviográficos.
140
120
Intensidad [ mm/h ]
100
80
60
40
20
0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85 90 95
Tiempo [ min ]
A medida que se reduce el intervalo de tiempo, la intensidad máxima expresada en unidad constante
(por ejemplo mm/h) va creciendo. Esto es evidente para una misma tormenta y aplicable a una serie de
ellas registradas por un pluviógrafo en una misma estación. La forma de una curva ID se muestra en la
Figura 36.
340
320
TR=5
300
TR=10
280
260 TR=25
240
TR=100
220
Intensidad [ mm/h ]
200
180
160
140
120
100
80
60
40
20
0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65
T iempo [ min ]
Los pasos a seguir para la construcción de las curvas de IDF para una estación dada son los siguientes:
a) Se seleccionan todas las precipitaciones intensas producidas durante los años del período de
que se disponen registros.
b) Se debe conocer, para cada una de ellas, las horas de iniciación, la de finalización, y su curva de
masa.
c) Un análisis de las intensidades y duración de las tormentas registradas, permitirá determinar la
“duración tipo o “característica” de las precipitaciones intensas de la región. (Para las tormentas
registradas en el área del Gran Mendoza, la duración característica, que luego se adopta como
duración de las tormentas de proyecto para eventos de magnitud, es del orden de una hora).
Figura 38. Curva I-F-D
270
240
210
180
Intensidad [ mm/h ]
150
120
90
15 min
60
30 min
45 min
30
60 min
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120 130 140 150 160 170 180 190 200
Tiem po Recurrencia [ Años ]
d) A partir de la curva de masa de cada una de las tormentas registradas según el paso a), se
determina la precipitación máxima (en mm), producida en intervalos crecientes de tiempo, cuyas
magnitudes se determinan en función de la duración característica.
Por ejemplo, para la duración referida en el punto b), pueden adoptarse como períodos de
duración creciente, 5, 10, 20, 30, 60, 90, etc. Para homogeneizar los cálculos se lleva luego cada
uno de estos valores a mm/h. Se obtienen así, para cada evento, las intensidades
correspondientes a períodos de duración creciente.
e) Se agrupan luego las intensidades expresadas en mm/h resultantes de la consideración de
todas las tormentas, por separado para cada uno de los períodos definidos de duración
creciente, obteniéndose así, en un cuadro comparativo, para cada duración, la serie de valores
registrados de intensidades de precipitación.
Independizando estos valores del año de ocurrencia de la tormenta, se obtienen para cada
duración, series parciales de lluvias máximas, en mm/h, que se ordenan luego en forma
decreciente.
f) Sobre cada una de las series así conformadas, se aplica una ley probabilística de distribución de
valores extremo, que permite determinar los valores correspondientes a períodos de recurrencia
preestablecidos (200, 100, 50 años).
g) En función de los tiempos correspondientes a los períodos de duración creciente (t), de los
tiempos de recurrencia adoptados (Tr) y las intensidades horarias obtenidas por cálculo según el
paso e), se pueden trazar las representaciones de IDF.
Las curvas IDF pueden regionalizarse para su aplicación a una zona abarcada por una cuenca o
conjunto de cuencas, en la que, si aquélla es pluviométricamente homogénea, se presentarán curvas
IDF de similares características en las distintas estaciones que ubiquen en la misma. En tal caso podrá
construirse una gráfica promedio representativa de la región.
Media Aritmética
Consiste en tomar como lluvia media de la zona (por lo general una cuenca determinada), la media
aritmética de las medidas obtenidas en los pluviómetros situados en ella.
Si bien la aproximación es escasa, el procedimiento puede ser de aplicación en zonas que reúnan
características suficientes de homogeneidad climática y física, cuando la distribución de las estaciones
sea tal que el valor medio difiera poco respecto al valor ponderado, cuando exista un elevado número
de estaciones, cuando la distribución areal de las precipitaciones sea relativamente uniforme o cuando
los datos básicos disponibles no justifiquen un procedimiento de ponderación.
Siendo P1,P2 ,K,Pn la lluvia recogida en los “n” pluviómetros de la zona en el mismo intervalo de tiempo
(una tormenta determinada, una estación lluviosa, un año calendario o hidrológico), la lluvia media para
la zona es:
n
∑ Pi
i =1
/113/ PA =
n
n n
∑ Pi * A i ∑ Pi * A i n
Ai
/114/ PT = i =1
n
= i =1
= ∑ Pi *
A A
∑ Ai i =1
i =1
Los resultados son buenos en zonas llanas, con pluviometría de distribución bastante homogénea.
Para el trazado de las isoyetas no suele ser suficiente por lo general una simple interpelación lineal sino
que deberán tenerse en cuenta las características de ubicación de cada pluviómetro (situación,
vegetación circundante, altitud, topografía, etc.), y según ellas se procederá a efectuar una interpelación
racional.
Sean P1,P2 ,K,Pn los valores asignados a cada isoyeta y A 1, A 2 ,K, A n −1 las áreas entre las isoyetas
P1 − P2 ,P2 − P3 ,K,Pn −1 − Pn .
La lluvia en la cuenca o área considerada será:
n n
1
∑ 2 * (Pi −1 + Pi ) * A i −1 ∑ (Pi −1 + Pi ) * A i −1
i=2 i=2
/115/ PT = n
=
2*A
∑ A i −1
i=2
Existirá duda en la lluvia que corresponde al área situada entre las isoyetas extremas y el límite de la
zona. Puede adoptarse como valor el de P de esas isoyetas extremas y añadir en el numerador de la
/115/ el sumando correspondiente, o bien tomar como valor de esas áreas la media aritmética de los
valores obtenidos en los pluviómetros que contienen.
El método de las curvas isoyetas es el que da resultados más aceptables, pero el carácter subjetivo del
dibujo de las mismas hace necesario que se posea para ello un buen conocimiento de las
características climáticas y físicas de la zona.
100
15 min
90
30 min
60 min
80
70
Precipitación [ mm ]
60
50
40
30
20
10
0
0 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000
Área [ km2 ]
Las áreas de las sucesivas elipses y las longitudes de sus ejes mayores y menores deben determinarse
en función de las características particulares que en el área de futura aplicación del patrón de isoyetas,
se hayan registrado para las tormentas de mayor extensión.
El gradiente de las precipitaciones (en mm) que corresponde a la sucesión de isoyetas, puede
establecerse, ya sea como un porcentaje de la precipitación máxima, o manteniendo el mismo intervalo
que el registrado para situaciones reales.
Finalmente, la altura de precipitación que corresponde a cada isoyeta (o sea a las sucesivas elipses), se
determina en cada caso particular de acuerdo al tiempo de recurrencia para el cual se desea construir la
tormenta, función a su vez del objeto del diseño hidrológico o hidráulico bajo estudio.
Otra forma indirecta de efectuar el trazado del Patrón de Isoyetas Standard es adoptando una sucesión
creciente de superficies, determinando para cada una de ellas la precipitación que le corresponde
mediante el empleo de la curva Área/Duración/Profundidad (que arroja un valor de precipitación menor
a medida que aumenta la extensión considerada). Para cada superficie, pueden determinarse las
características geométricas de las elipses asociadas, teniendo en cuenta que:
/116/ S = π*a*b
siendo a y b las longitudes de los semiejes mayor y menor, respectivamente.
Para efectuar su trazado se requiere conocer como condición complementaria, la relación entre a y b, la
que puede establecerse mediante la valoración comparativa de la configuración de isoyetas construidas
con los registros pluviométricos reales de tormentas producidas sobre el área. Como valor de
referencia, el Patrón de Isoyetas Standard elaborado para la región ubicada al este del meridiano 105°
de los EE.UU. establece como relación a = 2,5 b.
Cabe tener presente que el empleo del Patrón de Isoyetas se torna inaplicable cuando los núcleos son
relativamente pequeños en comparación con el área de la cuenca que se analiza, pues la precipitación
promedio sobre la misma disminuirá rápidamente, invalidando completamente su utilización.
En tales circunstancias deberá optarse por:
a) Subdividir el área total en subcuencas de superficies comparables con la extensión del grupo de
elipses centrales de la plantilla, y efectuar luego el traslado de los escurrimientos generados, a lo
largo de los cauces principales.
b) Considerar como Patrón de Isoyetas Standard dos (o más) familias de elipses, cuyas distancias
mínimas entre centros e intensidades relativas, deberán surgir del análisis de tormentas reales
registradas por la red pluviométrica de la región.