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VERSIÓN 1
En el s. XXI se impone un nuevo impulso hacia los pueblos tratados injustamente por la
historia. Los nuevos objetivos de reducción de la probreza nos obligan a profundizar todavía
más en el desarrollo. Para conseguir un mayor impacto socio-económico y una mayor
eficiencia, los miembros del CAD (Comité de Ayuda al Desarrollo) han decidido conceder la
AOD (Ayuda Oficial al Desarrollo) a los países que cumplan una serie de condiciones:
- Suprimir los aranceles a los productos extranjeros para conseguir que el libre
mercado genere una dinámica de desarrollo.
- Permitir que las ETN puedan establecerse en el país receptor para que inviertan en el
país y generen puestos de trabajo.
VERSIÓN 2
En el s. XXI se impone una nueva vuelta de tuerca sobre las gentes hambrientas, sucias y
atrasadas del tercer mundo. Los nuevos intereses de nuestra política exterior y de las ETN
(empresas transnacionales) nos obligan a profundizar todavía más en el ejercicio del poder y
del control social. Para conseguir un mayor impacto socio-económico e hipotecar todavía más
su futuro, los miembros del CAD (Comité de Ayuda a la Dependencia) han decidido
conceder la AOD (Ayuda Oficial a la Dependencia) a los países que accedan al siguiente
chantaje:
- Suprimir los aranceles a los productos extranjeros para conseguir que nuestras
empresas destrocen la producción local y el mercado interno.
- Permitir que las ETN puedan establecerse en el país receptor y tener trabajadores/as
en condiciones de esclavitud sin ningún derecho laboral.
De esta forma se conseguirá que la ayuda incida más eficazmente en el control del poder y la
dependencia de las sociedades del sur.
La ayuda será concedida en forma de créditos a proyectos, que el país deberá devolver aún en
caso de fracaso económico del proyecto y a medida que el país se hunde en la miseria. Con
el tiempo y el pago de los intereses el país se empobrecerá todavía más hipotecando su
futuro.
El contenido de los proyectos será decidido por una comisión de expert@s que tendrá en cuenta
los intereses económicos y la posibilidad de ganancias para nuestras empresas.
El dinero del préstamo, procedente de fondos públicos, será convenientemente desviado para
que nuestras empresas se enriquezcan a costa del erario público. Para garantizar en lo
posible el éxito del negocio, parte de la inversión irá a parar a empresas del país donante, ya que
éstas tienen necesidad de ganar más dinero y de expandirse en el extranjero. Gracias a la
incidencia del trabajo interesado de estas empresas se conseguirá un mayor desarrollo del
país donante.
De esta forma se conseguirá un mundo más injusto, con países que realizan pasos agigantados
hacia la dependencia, y cada vez más cerca de los OM (Objetivos de la Miseria).
Xosé Conde
St. Cugat, 31.5.7