JAQUE MATE Por Sergio Sarmiento

13 de marzo se anunció
que la Encyclopaedia Bn-
.tannica, la obra de con-
I sulta más reconocida del
mundo durante siglos, ya no se
imprimiría más. El anuncio lo hizo
Dale Hoiberg, director editorial de
la empresa editora.
La Britannica no desaparecerá
del mundo. Desde hace años está
disponible por Internet. Cincuenta
y cinco mil suscriptores han estado
dispuestos a pagar 70 dólares al año
para tener la obra disponible en
formato electrónico. Esto genera un
ingreso bruto de 3.85 millones de
dólares al año para la empresa, que
vende también una amplia gama
de productos educativos a escuelas
y familias en todo el mundo. No
está mal para un producto que
tiene que competir con Wikipedia,
una obra disponible en línea de
forma gratuita, pero tampoco es un
negocio que rivalice con el que tuvo
en el pasado Encyclopaedia Britannica,
Inc., la empresa editora que tiene su
sede en Chicago.
Apenas en 1990 se imprimieron
120,000 Britannicas que, con un
precio al público de 1,350 dóla-
res, generaron ventas brutas por
162 miUones de dólares. Es ver- ma en el negocio de las enciclope-
dad que la empresa no tiene ya dias es enorme.
que pagar los onerosos costos de El 19 de marzo, en contras-
papel, impresión y distribución te, Tim Cook, el nuevo director
de una voluminosa obra de 3 2 tomos, general y presidente de Apple, Inc.,
pero aun así el cambio de paradig- anunció la solución de un problema

; Contenido / MAYO 2012 ]


que agobiaba desde hace tiempo
a la empresa. Apple contaba en
sus arcas con 100,000 millones de
dólares en efectivo. Las acciones
de la empresa, que en agosto de
2003 se cotizaban por debajo de los
La Britannica
no desaparecerá
del mundo. Desde hace
años está disponible
por Internet. Cincuenta
y cinco mil suscriptores han
estado dispuestos a pagar
70 dólares al año para
tener la obra disponible
en formato electrónico.
10 dólares, rebasaron en esa fecha
los 600 dólares. La firma se ha
convertido en la de mayor valor
en el mundo por su cotización de
mercado, por arriba de la petrolera
Exxon., la cadena de supermercados
Wal-Mart o cualquiera otra.
Los 100,000 millones de dólares
con los que contaba Apple eran más
que el Producto Interno Bruto de
2 terceras partes de los países del
mundo. El cunero le permitiría a
Apple comprar virtualmente toda su
competencia. Al final, Cook decidió
que lo lógico seria empezar a pagar
dividendos, práctica que Steve Jobs,
el fundador de la empresa, había
descontinuado desde 1995 y empe-
zar una campaña de recompra de
acciones. Todo esto significa que el
valor de la empresa más valiosa del
mundo continuará aumentando.
[ MAYO 2012 / Contonido ]
 JAQUE MATE
El que la obra de consulta más
respetada del mundo, la cual se
había impreso de manera ininte-
rrumpida desde 1768, hace 244
años, deje de producirse físicamen-
te para quedar disponible sólo en
línea, y que la empresa más valiosa
del mundo, tan valiosa que no sabe
qué hacer con el dinero que ha
ganado, sea una firma de compu-
tación, de productos electrónicos y
de servicios por Internet, nos revela
que algo está cambiando de mane-
ra muy importante en el mundo.
La aldea global de la que habló
Marshall McLuhan ya está con
nosotros. El instrumento que nos ha
unido, sin embargo, no es la televi-
sión, o no es solo la televisión, como
lo imaginó el pensador canadiense,
sino un Internet que se ha conver-
tido en un instrumento de comuni-
cación cada vez más poderoso que
concentra a todos los demás.
El petróleo, las cadenas comer-
ciales y muchos otros negocios
siguen siendo importantes. Pero
cada vez la información y la comu-
nicación adquieren una mayor rele-
vancia. No debe sorprendernos que
las empresas de telefonía celtilar
y las que están relacionadas con
Internet, como Microsofl, Google y
por supuesto Apple, se cuenten entre
las más valiosas del mundo.
En este nuevo mundo la conver-
gencia es inevitable. Los medios de
comunicación ya no pueden per-
manecer en su pequeño nicho de
mercado. La idea de que el gobier-
[ Cositenido / MAYO 2012 ]
no podía otorgar concesiones para
operar en un determinado merca-
do, radio, televisión o telefonía, no
se sostiene más. Nadie puede ya
separar estas actividades. Mientras
que en México las autoridades han
impedido a Telmex ofrecer servicios
de televisión, en otros países de Lati-
noamérica, como Colombia y Brasil,
la empresa ya lo hace. Recientemen-
te anunció el lanzamiento de Ora.
tv, un servicio de televisión gratuita,
principalmente en inglés, en que el
entrevistador Larry King tendrá un
papel importante, que estará dispo-
nible en computadoras, celulares,
laptops, tabletas y otros dispositivos.
La tecnología, de hecho, está
logrando camlaios radicales en el
mundo. Los viejos esquemas de
información y de negocios, como
el que durante 244 años tuvo la
empresa editora de la Encyclopae-
dia Britannica, simplemente ya no
funcionan. Las empresas que han
sabido ser innovadoras y no han su-
frido restricciones por parte de
sus gobiernos, como Apple, Inc., se
encuentran hoy entre las más valio-
sas del mundo.
La revolución digital ha logrado
transformaciones enormes, pero no
hay indicaciones de que vaya a
terminar pronto. La Ley de Moore,
establecida por Carver Meade en
referencia a una afirmación de
Gordon E. Moore, según la cual
el poder de procesamiento de los
circuitos integrados con los que se
hacen las computadoras se duplica
cada 2 años, se ha mantenido a lo
largo de las décadas. Esto quiere
decir que lo que hoy nos asombra
será ampliamente superado en los
próximos años.
Lo que podemos esperar es cada
vez más capacidad de procesamien-
to. La información se está haciendo
no solamente más amplia sino más
inmediata y, lo que es más impor-
tante, cada vez más ubicua. Esto
ha hecho que cambien los propios
instrumentos que utilizamos en
esta revolución digital. Las grandes
computadoras que eran la base
de esta revolución han sido reem-
plazadas por portátiles y laptops y
ahora por tabletas y ultrabooks. Los
celulares, que antes eran simples
dispositivos para hacer llamadas
telefónicas, son hoy computadoras
cada vez más poderosas, con capa-
cidad y funciones mucho más avan-
zadas de las que tenían las grandes
computadoras de escritorio hace
apenas unos años. Los celulares,
de hecho, se están convirtiendo
en televisores, receptores de racfio
y centros de entretenimiento sin
dejar por ello de ser computadoras.
Lo peor que puede hacer un
país como México en estos momen-
tos es tratar de poner obstáculos a
esta revolución. Prohibir que una
empresa de un ramo de las tele-
comunicaciones preste servicios en
otro es no entender cómo funciona
la tecnología. Si las autoridades
insisten en hacerlo lo único que
lograrán es dejar al país rezagado
en una revolución digital que ya
nadie puede detener.
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