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Debilidad

Causas
Dado que una alteración funcional en la misma zona de la vía de señalización
provoca síntomas similares independientemente de la causa, muchos de los
trastornos que ocasionan debilidad muscular se agrupan generalmente en
función de la zona de la vía nerviosa sobre la que actúan (ver Algunas causas y
características de la debilidad muscular). Es decir, las causas se agrupan en
aquellas que afectan al cerebro, a la médula espinal, a los nervios periféricos, a
los músculos o a las conexiones entre los nervios y los músculos. Sin embargo,
algunos trastornos afectan a más de una zona.

Causas frecuentes
Las causas varían en función de si la debilidad es generalizada o solo afecta a
músculos específicos.

Las causas más frecuentes de la debilidad generalizada son las siguientes:

 Disminución de la aptitud física general (lo que se denomina


desacondicionamiento), que puede ser el resultado de una enfermedad
y/o una disminución de las reservas físicas (fragilidad), como la masa
muscular, la densidad ósea, y la reserva cardíaca y respiratoria, sobre
todo en las personas de edad avanzada
 Pérdida de tejido muscular (hipotrofia o atrofia), debido a largos
periodos de inactividad o reposo en cama, como ocurre en una UCI
 Lesión nerviosa debida a una enfermedad o a un traumatismo grave,
como quemaduras profundas o extensas
 Ciertos trastornos musculares, como los ocasionados por bajos niveles de
potasio (hipopotasemia), el consumo de alcohol en exceso, o el uso de
corticoesteroides
 Fármacos utilizados para paralizar los músculos, por ejemplo, para que el
paciente no se mueva durante la cirugía o mientras está conectado a un
respirador

Las causas más frecuentes de la debilidad en los músculos específicos son


las siguientes:

 Accidente cerebrovascular (la causa más común de debilidad que afecta


un lado del cuerpo)
 Atrapamiento de un nervio, como ocurre en el síndrome del túnel
carpiano
 Protrusión o hernia discal
 Compresión sobre la médula espinal, como ocurre cuando un tumor
maligno se extiende a la médula espinal
 Esclerosis múltiple
Causas menos frecuentes
Muchas otras enfermedades a veces causan debilidad (ver Algunas causas y
características de la debilidad muscular). Por ejemplo, las alteraciones de los
electrólitos (como un bajo nivel de magnesio o de calcio) pueden causar
debilidad que a veces es intermitente, así como calambres musculares y
espasmos.

En las personas con un trastorno convulsivo se puede debilitar un lado del


cuerpo después de una convulsión (llamada parálisis de Todd). La debilidad
suele disminuir al cabo de varias horas.

Una concentración baja de azúcar en sangre (hipoglucemia) también puede


causar debilidad, que se resuelve cuando se trata la hipoglucemia.

Fatiga
En muchos casos se manifiesta debilidad cuando el problema es en realidad
la fatiga. Las causas comunes de fatiga incluyen una enfermedad grave, cáncer,
infección crónica (como la infección por VIH, hepatitis o mononucleosis),
insuficiencia cardíaca, anemia, síndrome de fatiga crónica, fibromialgia y
trastornos del estado de ánimo (como la depresión).

Valoración
En primer lugar, el médico trata de determinar si el paciente está débil o
simplemente cansado. Si el paciente está debilitado, el médico determina si la
debilidad es lo suficientemente grave o está empeorando con la suficiente
rapidez como para poner en riesgo su vida.

Signos de alarma
En los pacientes con debilidad, los siguientes síntomas son motivo de
preocupación:

 Debilidad que se convierte en intensa al cabo de pocos días o menos


 Dificultad respiratoria
 Dificultad para levantar la cabeza mientras el paciente está acostado
 Dificultad para masticar, hablar o tragar
 Pérdida de la capacidad de caminar

Cuándo acudir al médico


Las personas que tienen algún signo de alarma deben acudir a un servicio de
urgencias de inmediato. Es fundamental la atención médica inmediata porque
cuando la debilidad se acompaña de algún signo de alarma puede empeorar
rápidamente y causar discapacidad permanente o incluso la muerte.

Si la persona presenta síntomas que sugieren un accidente


cerebrovascular (ver Algunas causas y características de la debilidad muscular),
se debe buscar atención médica de inmediato porque el tratamiento en una fase
temprana puede ayudar a limitar la pérdida de la funcionalidad y de la
sensibilidad.
Aquellos que no tienen signos de alarma deben llamar a su médico. El médico
puede decidir la rapidez con que necesitan ser vistos en función de sus síntomas
y otros trastornos que tengan. Para la mayoría de estas personas, un retraso de
unos días no es dañino.

Si la debilidad empeora gradualmente (en meses a años), la persona afectada


debe discutir el problema con su médico en su próxima visita de rutina.

Actuación del médico


En primer lugar, el médico pregunta acerca de los síntomas del paciente y
su historial médico. A continuación, realiza una exploración física. Los
antecedentes clínicos y la exploración física a menudo sugieren la causa y las
pruebas que pueden ser necesarias (ver Algunas causas y características de la
debilidad muscular).

El médico solicita al paciente que describa con detalle lo que está percibiendo
como debilidad. El médico pregunta:

 Cuándo comenzó la debilidad


 Si comenzó de forma repentina o de manera gradual
 Si es constante o está empeorando
 A qué músculos afecta
 Si afecta, y en qué grado, a la capacidad para realizar ciertas actividades,
como respirar, cepillarse los dientes o peinarse, hablar, tragar, levantarse
de una silla, subir escaleras y caminar
 Si tiene otros síntomas que podrían indicar una disfunción del sistema
nervioso, como problemas del habla o de la visión, pérdida de la
sensibilidad o de la memoria, o convulsiones
 Si alguna actividad o condición (como el calor o el uso repetitivo de un
músculo) empeora la debilidad

Lo que parece ser una debilidad súbita es a veces debilidad progresiva, aunque
la persona afectada no se percata hasta que ya no puede hacer algo, como
caminar o anudarse los zapatos.

Basándose en la descripción de la debilidad, el médico a menudo puede


identificar las causas más probables, como son:

 Un trastorno muscular: debilidad que comienza en las caderas y en los


muslos o en los hombros (es decir, el sujeto tiene dificultad para ponerse
de pie o levantar sus brazos por encima de la cabeza) sin deterioro de la
sensibilidad
 Un trastorno del nervio periférico: la debilidad comienza en los pies y en
las manos (es decir, el paciente tiene dificultad para levantar una taza,
escribir o para subir un bordillo) y, además, existe pérdida de
sensibilidad

El médico también pregunta sobre otros síntomas, lo que puede sugerir una o
varias posibles causas. Por ejemplo, si una persona con dolor lumbar y
antecedentes de cáncer refiere debilidad en una pierna, la causa puede ser que el
tumor se ha extendido y ejerce presión sobre la médula espinal.

También pregunta al paciente por la existencia de síntomas que sugieren fatiga


o cualquier otro problema, en lugar de verdadera debilidad muscular. La fatiga
suele causar síntomas más generales que la verdadera debilidad muscular y la
fatiga no sigue un patrón determinado. Es decir, está presente todo el tiempo y
afecta a todo el cuerpo. La persona afectada por debilidad muscular verdadera a
menudo refiere que tiene dificultad para realizar tareas específicas, y la
debilidad sigue un determinado patrón (por ejemplo, empeora después de
caminar).

El médico también pide información sobre trastornos recientes o actuales que


habitualmente causan fatiga, como cualquier enfermedad grave reciente o un
trastorno del estado de ánimo (como la depresión).

También pregunta sobre el uso pasado y actual de fármacos, incluyendo el


alcohol y las drogas ilegales. Es útil saber si algún familiar del paciente ha
sufrido síntomas similares para determinar si la causa es hereditaria.

Durante la exploración el médico se centra en el sistema nervioso (evaluación


neurológica) y en el examen muscular.

El médico observa cómo camina la persona. El modo de caminar puede indicar


cuál es el trastorno que provoca los síntomas o su ubicación. Por ejemplo, si la
persona arrastra una pierna al caminar o no balancea tanto un brazo como el
otro cuando camina, o ambos signos a la vez, sus síntomas pueden estar
causados por un accidente cerebrovascular. El médico también busca otros
signos que indican que el sistema nervioso no está funcionando bien, como una
pérdida de coordinación o de sensibilidad.

Se estudian los nervios craneales (que conectan el encéfalo con los ojos, los
oídos, la cara y otras partes del cuerpo) comprobando, por ejemplo, los
movimientos oculares, la capacidad de hablar con claridad y la capacidad de
rotar la cabeza (ver Pares craneales).

Se comprueba el volumen muscular y la presencia de movimientos anormales


no intencionados (como espasmos involuntarios y temblores). El médico
observa si los músculos se mueven con suavidad y si presentan algún tipo de
resistencia involuntaria al movimiento (esto se detecta al tratar de mover un
músculo tras pedir al paciente que se relaje).

Se valoran los reflejos. Los reflejos son respuestas automáticas a un estímulo.


Por ejemplo, se comprueba el reflejo rotuliano golpeando suavemente el tendón
situado por debajo de la rótula con un martillo de goma. En condiciones
normales, la rodilla se extiende de forma involuntaria. Esta evaluación ayuda al
médico a identificar qué parte del sistema nervioso esté probablemente
afectada:

 El cerebro o la médula espinal: si los reflejos son muy fáciles de obtener y


son fuertes
 Los nervios: si los reflejos son difíciles de obtener y son lentos o están
ausentes

La fuerza muscular se comprueba pidiendo al paciente que empuje o tire


para vencer una resistencia, que realice maniobras que requieran fuerza, como
caminar sobre los talones o de puntillas, o levantarse de una silla.

Se realiza una exploración física general para buscar otros síntomas que puedan
sugerir una posible causa, como dificultad para respirar.

En general, si los antecedentes clínicos y la exploración física no detectan


alteraciones concretas que sugieran que la causa se localiza en el cerebro, la
médula espinal, los nervios, o que se trate de un trastorno muscular, es probable
que la causa sea la fatiga

Pruebas complementarias
Si la persona presenta debilidad generalizada intensa o que progresa
rápidamente o cualquier dificultad respiratoria, el médico realiza en primer
lugar unas pruebas para valorar la fuerza de los músculos respiratorios (pruebas
de funcionalidad pulmonar). Los resultados de estas pruebas le ayudan a
estimar el riesgo de que se produzca una alteración funcional grave y súbita de
los pulmones (insuficiencia respiratoria aguda).

Se realizan otras pruebas en función de dónde considere el médico que se


localiza el problema:

 Trastorno del cerebro: resonancia magnética nuclear (RMN) o, si no es


posible, tomografía computarizada (TC)
 Trastorno de la médula espinal: RMN o, si no es posible, una tomografía
computarizada con contraste para ver la médula (mielo-TC) y, a veces,
una punción lumbar
 Trastorno de los nervios periféricos (incluyendo polineuropatías) o un
trastorno de la unión neuromuscular: electromiografía y, generalmente,
estudios de conducción nerviosa
 Trastorno muscular (miopatía): electromiografía, generalmente estudios
de conducción nerviosa y, posiblemente, RMN, determinación de
enzimas musculares, biopsia muscular y/o pruebas genéticas.

En ocasiones, la RMN no está disponible o no se puede hacer, por ejemplo, en


aquellas personas que tienen un marcapasos, tienen implantado otro dispositivo
metálico o restos metálicos (como metralla) en su cuerpo. En estos casos, se
sustituye por otra prueba complementaria.

Para la mielo-TC, se realiza una tomografía computarizada después de


introducir una aguja en la columna lumbar para inyectar un medio de contraste
radiopaco en el líquido que rodea la médula espinal.

En la electromiografía, se inserta una pequeña aguja en un músculo para


registrar su actividad eléctrica, tanto en reposo como cuando este se contrae.
Los estudios de conducción nerviosa utilizan electrodos cutáneos o
pequeñas agujas para estimular un nervio. A continuación se mide la rapidez
con la que el nervio transmite las señales nerviosas.

Si el paciente no tiene síntomas, además de la debilidad y no se detectan


anomalías durante la exploración, los resultados de las pruebas son
generalmente normales. Sin embargo, a veces se realizan algunos análisis de
sangre, como:

 Un hemograma completo
 Medición de los niveles de electrólitos (como potasio, calcio y magnesio),
de azúcar (glucosa), y de la hormona estimulante del tiroides
 Velocidad de sedimentación globular (VSG), que puede detectar
inflamación

A veces se realizan análisis de sangre para evaluar la función renal y hepática y


detectar el virus de la hepatitis.

Tratamiento
Si se identifica la causa, se trata si es posible. Si la debilidad comenzó
repentinamente y causa dificultad para respirar, puede ser necesario
un respirador.

La fisioterapia y la terapia ocupacional pueden ayudar a la persona afectada a


adaptarse a la debilidad permanente y compensar la pérdida de la función. La
fisioterapia puede ayudar a mantenerse y, a veces, a recuperar fuerzas.

Aspectos esenciales para las personas mayores


Conforme se envejece, la cantidad de tejido muscular y la fuerza de los músculos
tienden a disminuir. Estos cambios ocurren en parte porque las personas de
edad avanzada pueden ser menos activas, pero también porque disminuye la
producción de hormonas que estimulan el desarrollo muscular. Por lo tanto,
para las personas de edad avanzada, el reposo en cama durante una enfermedad
puede tener un efecto devastador. En comparación con las personas más
jóvenes, las personas de edad avanzada parten de un menor tejido muscular y
fuerza al comienzo de la enfermedad y pierden tejido muscular más
rápidamente durante la enfermedad.

Los fármacos son otra causa común de debilidad en las personas de edad
avanzada, porque toman más medicamentos y son más susceptibles a los efectos
secundarios de estos.

Al evaluar a personas de edad avanzada con debilidad, el médico también se


centra en los trastornos que no causan debilidad pero interfieren con el
equilibrio, la coordinación, la visión o la movilidad, o que ocasionan que la
movilidad sea dolorosa (como la artrosis). Las personas de edad avanzada
pueden describir de forma errónea los efectos de estos trastornos como
debilidad.
Con independencia de cuál sea la causa de la debilidad, la fisioterapia por lo
general puede ayudar a las personas mayores a mejorar su funcionalidad.

CONCEPTOS CLAVE
 Muchos pacientes de forma equivocada refieren que se sienten débiles
cuando en realidad quieren decir que están cansados o que sus
movimientos están limitados debido a dolor y/o rigidez.
 La verdadera debilidad muscular se produce solo cuando alguna parte de
la vía necesaria para que se produzca el movimiento muscular voluntario
(desde el cerebro hasta los músculos) no funciona de forma adecuada.
 Si la debilidad se agrava en pocos días o incluso en menos, o si se tiene
algún signo de alarmaasociado a la debilidad, se debe consultar con un
médico de forma inmediata.
 A menudo, el médico puede determinar si el problema es una verdadera
debilidad muscular y puede identificar la causa basándose en el patrón de
síntomas y los resultados de la exploración física.
 La fisioterapia suele ser útil para conservar la fuerza,
independientemente de cuál sea la causa de la debilidad.

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