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PLAN DE INTERVENCIÓN

Estrategias para tratar las Rabietas Infantiles

"Mantener la calma no significa que le permitamos todo cuanto quiera ni le compremos


todo lo que desee, todo lo contrario, se trata de descubrir qué necesita para manejar
de un modo u otro la rabieta que está sufriendo nuestro hijo." (Tárres S,2014).

"Intentemos descubrir qué es lo que quiere nuestro hijo, pero evitemos que se
salga con la suya si sólo intenta llamar la atención." (Tárres S,2014).

CUANDO EL NIÑO TENGA UNA RABIETA

Cuando su hijo tenga una rabieta, es importante que usted permanezca calmado.
Ayuda el hecho de recordar que las rabietas son normales. No son su culpa. Usted no
es un mal padre, ni su hijo o hija es un niño malo. El hecho de gritar o golpear a su hijo
solo empeorará la situación. Una respuesta y atmósfera calmadas y pacíficas, sin
"ceder" o romper con las reglas que usted estableció, reducirán el estrés y harán que
ambos se sientan mejor.

Usted también puede ensayar una distracción suave, cambiando a actividades que el
niño disfrute o poniendo una cara graciosa. Si su hijo tiene una rabieta fuera de casa,
trate de llevarlo a un lugar silencioso, como el automóvil o un baño. Mantenga a su hijo
a salvo hasta que la rabieta haya terminado.

Las rabietas son comportamientos para llamar la atención. Una estrategia para
minimizar la duración e intensidad de la rabieta es ignorar el comportamiento. En tanto
el niño esté seguro y no esté siendo destructivo, el hecho de alejarse caminando hasta
otra habitación en la casa puede acortar el episodio, debido a que ahora el drama no
tiene ningún público. Algunas veces, el niño lo seguirá y continuará con la rabieta. No
hable ni reaccione hasta que el comportamiento cese. Luego, serenamente hable del
asunto y ofrezca alternativas sin ceder ante la exigencia del niño.

Tárres S. (2014) recomienda a los padres que Ante una situación de pataleas y
berrinches nos puede ayudar tener en cuenta lo siguiente:

Anticiparnos Según Alba Caraballo F. (2007) Los padres podemos detectar esas señales
que indican que se va a desencadenar un berrinche y podemos evitarlas,
por ejemplo, no pasar delante de la juguetería o del parque si no
podemos ir o dejar la compra para un momento en el que no estemos con
los niños.

Ser más flexibles Según Alba Caraballo F. (2007) En ocasiones los padres recurrimos
demasiado al ‘no’ y ponemos demasiadas normas y límites que frustran a
los niños y les hacen tener un berrinche. Antes de negarle tantas cosas, es
importante pensar si nos excedemos de autoritarios.
No discutir con el Según Alba Caraballo F. (2007) En esos momentos de gran berrinche en
los que no escucha y sólo grita, es preferible mantenernos impasibles y
niño
firmes, no mostrar ante el niño que nos desesperamos o nos ponemos
nerviosos. No prestar demasiada atención a lo que ocurre y esperar a que
se calme, incluso aunque esté en la calle y sea objeto de miradas
reprobatorias.
Ser coherente y Vásquez M. (2012) nos indica que no hay que permitir que las
consistente. opiniones de los demás afecten tu manera de responder ante los
berrinches del niño. Donde el poder de las palabras: razonar con un
niño en medio de una rabieta es una misión imposible; es muy
probable que no escuche nada de lo que le digan. Sin embargo, una
vez que termine el berrinche, se debe hablar con el pequeño sobre
lo ocurrido y enseñarle que las cosas se pueden solucionar por
caminos diferentes al pataleo. Si la próxima vez el niño opta por el
diálogo en vez de por la rabieta, es fundamental felicitarle por ello.

Mantén la calma Según Alba Caraballo F. (2007) Mantén la calma: aunque el niño grite, no
eleves tú el tono de voz ni te pongas nervioso. La paciencia es nuestro
gran aliado en esos casos. Si la situación lo permite y el niño puede
escuchar, podemos cogerle de los hombros, intentar que nos miren a los
ojos y explicarles de forma tranquila, por ejemplo, por qué hemos de ir a
casa y no podemos seguir jugando en el parque

Chacón R. (2017), refiere que La disciplina con amor incluye


mantener la calma a la hora de hablarle, de lo contrario, todos,
incluidos niños y padres, entrarán en una lucha de poder. Los más
pequeños recurren a todo tipo de rabieta para llamar la atención de
quienes lo rodean. En la medida de lo posible, intenta ignorar la
conducta del niño, asegurándote de que no pueda hacerse daño
físico.
Evitar que se haga Según Alba Caraballo F. (2007) Si el niño se muestra agresivo, intenta
dañarse o dañar a otro sí debemos tomarle en brazos y mantener la
daño calma. No le zarandearemos ni gritaremos, sólo le tendremos en brazos
hasta que se vaya calmando.
Ofrecer Según Alba Caraballo F. (2007) En caso de que el enfado vaya en aumento
es conveniente ofrecerle otra actividad que le guste, antes de que estalle
alternativas el gran berrinche. Por ejemplo, si no puede seguir jugando en el parque,
podrá jugar en casa porque vas a sacar sus pinturas favoritas y podrá
hacer un dibujo estupendo.
Dialogar con el Según Alba Caraballo F. (2007) Cuando la rabieta haya pasado es entonces
cuando podemos hablar con él y explicar por qué tomaste esa decisión,
niño qué hizo mal y por qué no debe comportarse así.
No des Según Alba Caraballo F. (2007) Si hablamos delante de otros o del mismo
niño constantemente sobre el berrinche que organizó o la pataleta que
importancia a la montó en algún sitio le estaremos dando pie a que sepa cuánto nos afecta
rabieta frente al esa conducta. Sabrá que tememos ese momento y que puede volver a
niño hacerlo. Es conveniente evitar frases del tipo: a ver si hoy no montas un
numerito o no sabes la que lió ayer el niño en el supermercado.
CUANDO BUSCAR AYUDA

Si las rabietas están empeorando y usted no cree que pueda manejarlas, busque el
consejo de su proveedor de atención médica. Igualmente, consiga ayuda si descubre
que usted mismo se está tornando furioso y gritando o le preocupa que pueda
reaccionar frente al comportamiento de su hijo con castigo físico.

La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda llamar al pediatra o al médico


de la familia si:

 Las rabietas empeoran después de los 4 años


 Su hijo se lesiona o lesiona a otros o destruye pertenencias durante las
rabietas
 Su hijo contiene la respiración durante las rabietas, en especial si se
desmaya
 Su hijo también tiene pesadillas, involución en el control de esfínteres,
dolores de cabeza, dolores estomacales, ansiedad, se niega a comer o ir a
la cama o se aferra a usted

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