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QUÉ COSAS HACE LA GENTE QUE LO PETA MÁS QUE TÚ.

31 agosto, 2016
Por Juanjo Ramírez Mascaró.

Si eres guionista y estás empezando, es lógico que pienses que eres el mejor.
¡El puto amo! Llevas toda la vida escuchándolo. Cuando escribiste ese poema
lleno de ripios en el cole, tus padres se lo enseñaron al resto de la familia y
entre todos proclamaron que eras especial, que estabas destinado a llegar
lejos.

Luego hiciste aquel corto amateur que ganó el primer premio en el festival de
tu pueblo. “Vas a ser el nuevo Amenábar“, profetizaron tus colegas, pero a
esas alturas tú ya dabas por sentado que Amenábar era basura comparado
contigo.

Saliste del instituto dispuesto a merendarte el mundo, atravesaste esa fase


que en su día bauticé como “la edad del pavo del artistilla” y, cuando por fin te
dieron el diploma de turno y llegó el momento asomarte al mundo real para
probar tu valía, enviaste tus guiones a una decena de productoras, dando por
hecho que alguna de ellas se rendiría a tus pies.
Por alguna extraña razón, no sucedió.

Escudriñabas las webs de Anagrama, Vertele, Fotogramas… y siempre era


algún otro quien conseguía ese éxito que, si el mundo fuera justo, te
correspondería a ti.

En muchas ocasiones los artistillas de nuestra calaña se quedan prisioneros en


ese bucle hasta el fin de sus días, pero si tienes suerte (y espero que la
tengas) la vida te demostrará que…
… igual no eres tan bueno COMO TE HAN HECHO CREER. Esos titubeos pueriles
que aplaudían tus familiares podían petarlo en el jardín de infancia, pero ahora
estás jugando en la puta arena de los gladiadores.
En los casi 10 años que llevo flirteando con el mundo de la tele he hecho no sé
cuántas pruebas de guión para distintos programas y series. El 80% de esas
pruebas no dieron ningún fruto. Las primeras veces pensaba que el mundo era
injusto, que la gente que tomaba las decisiones era demasiado obstusa y no
apreciaba mi “talento”.

Luego, con el paso de los años, fui coincidiendo en distintos trabajos con otros
guionistas que, ya sea por divina providencia, ya sea porque nuestro gremio es
una casa de putas, resultaron ser precisamente esas personas que habían sido
elegidas en todos aquellos curros en los que mis pruebas de guión fueron
rechazadas. Gracias a eso descubrí por qué en el pasado habían llamado a
esos guionistas en lugar de a mí:
Porque son mejores que yo.
Así de simple. La mayor parte de las veces que curro con un guionista y acabo
pensando “qué bueno es este cabrón” (o cabrona) me entero al poco tiempo
de que ésa fue una de las personas que, años atrás, en cierto programa o
cierta serie, eligieron en vez de a mí.
Creo que no soy del todo mal guionista ni hago del todo mal mi trabajo, pero
seamos realistas: El mundo es demasiado grande y hay MUCHA gente en él
que es muy, muy buena. Ganarás en salud y felicidad si asumes eso: El mundo
no conspira contra ti. Es sólo que hay decenas de individuos que lo hacen
mejor que tú.

Una de las virtudes que suelen tener esos guionistas que lo petan más que
nosotros es:
Dejarse de chorradas e ir al grano. Yo no sé hacerlo. Si supiese hacerlo habría
empezado este post diciendo que mi intención era precisamente ésa: la de
enumerar cuáles son las virtudes de la gente que lo peta más que nosotros.
Está bien, ya sabemos que una de ellas es “ir al grano”. Éstas son las demás:

– Son MUY trabajadores.


Es un hecho: La mayoría de la gente que se queja porque su talento no está
siendo valorado como merece rara vez hace gran cosa para merecer valoración
alguna.
Los guionistas que lo petan más que tú normalmente se lo curran más que tú.
Revisan sus guiones una y mil veces, corrigiendo erratas, agujeros, puntos
débiles. Les llamas para que se tomen una caña contigo y, muy a su pesar,
rechazan el planazo porque tienen que preparar una reunión o responder un
mail.
Los guionistas que lo petan más que tú también reciben críticas negativas
cuando exponen sus guiones en sus círculos de confianza. La diferencia está
que en que tú reaccionas a esas críticas diciéndole a tu colega: “Muchas
gracias. Tus comentarios me parecen súper útiles“… y acto seguido los tiras a
las basura y no cambias ni una coma de tu guión, mientras que la gente que lo
peta más que tú, cuando recibe críticas de ese tipo, intenta aprovecharlas para
escibrir una versión mejor.
La gente que lo peta más que tú revisa sus textos para evitar gazapos como el
del párrafo anterior, en el que he tecleado “escibrir” en lugar de “escribir”.

– Disparan con MUCHA puntería.


Los guionistas que lo petan más que tú tienen un sexto sentido que les ayuda
a saber qué batallas deben librar y en cuáles no merece la pena perder el
tiempo.
Es posible que tú, con tu romanticismo de mierda, decidas apostar por la
gacela coja, porque te gustaría vivir en un mundo en el que las gacelas cojas
también puedan triunfar. Pero la gente que lo peta más que tú es consciente
de que el mundo funciona como funciona, y no como a ellos les gustaría que
funcionase. Los guionistas que lo petan más que tú no son adictos al fracaso.
Algunos triunfadores tienen un ego del tamaño de Júpiter, e incluso cabe la
posibilidad de que dicho ego les haya ayudado a llegar a donde están, pero la
mayoría de los guionistas de éxito que conozco son más bien humildes:
Veneran a más gente de la que desprecian, padecen una inseguridad casi
patológica, van por la vida como si todavía les quedase todo por aprender…
… pero valoran su trabajo.
La gente que lo peta más que tú no se vende demasiado barata o, como
mínimo, no regala su tiempo a timadores, ni a gacelas cojas.
Conozco gente que ha escrito decenas de guiones pero no ha vendido ninguno.
Sus obras van a parar a un cajón cerrado bajo llave o acaban siendo usadas
para limpiarle el culo al rocín de Don Quijote. Sólo les falta colocarse en la calle
Montera con una minifalda y un portátil dispuestos a mamársela en Courier 12
a cualquiera que les pida arremeter contra el molino de viento más cercano.
¡Qué cojones! Yo soy uno de ésos…
Da igual lo bien o mal que escribas: Cien mil euros apostados al caballo
perdedor son cien mil euros tirados a la basura.
¡Valora tu trabajo!
¡No lleves a tu criaturita a jugar al parque de los yonkis!
Pero antes de todo eso, recuerda el apartado anterior: No basta con apuntar
bien. Primero debes tener buena munición. ¡Cúrratelo! Déjate la sangre y el
sudor en lo que haces. Y también la ilusión, si no es mucho pedir.

– Caen MEJOR que tú.


Si llevas tiempo en esto te habrás dado cuenta de que la mitad de los trabajos
en el mundo del guión se consiguen por enchufe…
¡¡MENTIRA!!
Se consiguen por recomendación personal, que no es lo mismo.
Tiene su lógica: Hablamos de un curro que cosiste en encerrarte con otra
media docena de personas en una sala a compartir ideas… durante seis, ocho,
doce horas. Hablamos de un curro en el que la decisión final del coordinador ha
de ir a misa (porque no existen baremos objetivos para definir qué es correcto
y qué no lo es) En esas circunstancias no sólo se valora el supuesto talento del
candidato. Se valorará en igual o mayor medida que sea capaz de generar
buen ambiente, que trabaje bien en equipo, que no se deje dominar por la
soberbia o por el ego. No hay nada que tranquilice más a un jefe que saber
que no está contratando a un puto loco, o a un arrogante conflictivo de mierda,
o a un sociópata de los cojones.
Es por ello que esa gente que lo peta más que tú… esa gente que fue elegida
en tu lugar porque su prueba de guión fue mejor que la tuya… suele ser a su
vez la misma gente que entra antes que tú a ciertos lugares… “por
recomendación personal”.
Llegados a este punto, ¿qué podemos hacer para petarlo como lo peta la gente
que lo peta más que nosotros? El primer paso está en admitir que aún no
somos ese tipo de gente. El segundo paso está en preguntarnos: ¿Realmente
estamos dispuesto a serlo?

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