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Antes de salir del edificio de paso que desemboca en la ruta 35, habla un momento con el

guardia. Así descubrirás que necesita que le hagan un favor. Tiene que entregar una carta
bastante importante a una chica en la ruta 31. Si te ofreces a cumplir su encargo, te
entregará un Spearow al nivel 20 con la carta. ¡Pero no es para que te lo quedes! Lo que
tienes que hacer es buscar a el chico y hablar con el teniendo a Spearow en el equipo. No
tienes porque hacerlo ahora mismo, aunque puedes ser una buena oportunidad para
empezar a ver como rueda esa flamante bici que acabas de conseguir. En cualquier caso,
cuando estés listo sal del edificio de paso y llegarás a la ruta 35.

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Lo único que tienes que hacer es avanzar siguiendo el camino de arena delimitado por las
vallas de madera. A lo largo de este encontrarás varios entrenadores que te retarán si los
miras a los ojos, es decir, si pasas delante de ellos cuando estén mirando. Sin embargo, si lo
prefieres también los puedes esquivar. Como siempre, algunos te darán su número de
teléfono, como el comefuego del final. Y precisamente cuando hayas llegado al final te
encontrarás la única bifurcación de la ruta hacia el este, por hierba.
Adentrate en ella y recorre toda su extensión hacia abajo. Así verás al final una Poké Ball
que contiene la MT66 vendetta. Si vuelves hacia arriba, o cuando entraste, habrás visto un
arbusto que puedes cortar. Sirve para atajar y llegar a la ruta 36directamente. Pero si lo
tomas te perderás lo que hay más allá del edificio de paso, que aunque son dos lugares
opcionales, merece la pena sin duda visitar. Tú decides. Si sigues el atajo, salta a la sección
de la ruta 36. Si no, regresa al edificio de paso.

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Parque Nacional
Pokémon salvajes
Cuando entres en el edificio de paso verás que no es como todos los demás. Es mucho más
grande. Siguiendo recto da entrada al Parque Nacional, que es donde vamos a parar ahora.
Sin embargo, si vas a la izquierda verás otra salida. Esta lleva a una nueva zona de Johto
con respecto a los juegos originales: el Pokéathlon. Consiste en una instalación donde se
celebran diferentes minijuegos donde los Pokémon son los participantes. Los puntos que
ganes en las pruebas los puedes cambiar después por premios. Si quieres tómate tu tiempo
para explorarlo y probar algunos. La primera vez que llegues te recibirá el director, que te
contará explicará cosas sobre el funcionamiento del Pokéathlon. Por lo demás, en los
alrededores del estadio hay una mujer que te entregará la batidora de bonguris para
fabricar zumo de bonguri. Cuando hayas terminado, pasa al Parque Nacional.

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Sin duda un lugar tranquilo donde sentarse en un banquito a ver pasar el tiempo. Pero no
has venido aquí solo para eso, sino para descubrir su gran extensión de hierba alta, donde
viven multitud de Pokémon salvajes. Si sigues al norte verás la gran plaza del parque, que
vista desde el cielo dibuja una enorme Poké Ball. Dentro de la hierba verás entrenadores, de
los cuales casi todos te darán su número para retarte a una revancha en el futuro. Siempre es
bueno tener contactos, así que no desaproveches esta oportunidad. La chica que está junto a
su Persian no es una entrenadora, y te dará una Garra rápida si hablas con ella. Además, al
noreste, si te fijas bien, verás que junto al niño que está jugando con su consola hay un
hueco en la valla por el que puedes entrar. Así podrás recorrer la zona que bordeaba la
valla. Dentro encontrarás un antiparalizador, y por el oeste la MT 28 excavar. Que, a
propósito, permite escapar de las cuevas si la usas fuera de combate.

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Por lo demás, si creías que lo habías visto todo aquí aún te falta lo mejor. La verdadera
razón por la que compensa visitar el parque. Y es que varios días a la semana, martes,
jueves y sábado, se celebra el famoso concurso de captura de bichos. ¿En qué consiste?
Muy sencillo: el entrenador que atrape el mejor Pokémon gana. Hay un tiempo límite claro,
20 minutos, y solo podrás usar hasta 20 Poké Balls que se te entregarán al participar. Los
Pokémon que se pueden atrapar durante el concurso son diferentes a los que aparecen
habitualmente. Y algunos son bastante raros. Si quedas entre los dos mejores recibirás un
premio especial, si no, una baya de Hoenn o Sinnoh, que tampoco está mal. Ahora sí, la
visita al parque toca a su fin. Continua por el este.
Ruta 36
Pokémon salvajes
Si antes tomaste el atajo, o pasaste por el Parque Nacional, habrás llegado aquí. La ruta 36.
Que sin embargo no es la primera vez que visitas, aunque esta vez desde un lado diferente.
Avanza por el este y enseguida recordarás que ruta era esta y cuando estuviste aquí por
última vez, ya que chocarás de nuevo con el dichoso árbol que bloquea el camino. La
última vez lo viste del otro lado, al este. Y ahora lo ves desde el oeste. Pero de una forma u
otra, sigue siendo imposible continuar al norte, que a donde necesitar ir. A quien se le
ocurriría plantar un árbol justo aquí. No obstante, no es un árbol normal desde luego. Como
ya comprobarías la última vez, si lo tocas se mueve. Que cosa tan rara... ¡Prueba a bañarlo!
Si se mueve puede que sea un Pokémon, y si lo que está haciendo es dormir, y vaya lugar
ha elegido, al mojarlo despertará. ¿Recuerdas aquella regadera que conseguiste en Trigal?
¡He aquí su utilidad vital! Al tocar al Pokémon con la regadera en tu poder, lo mojarás, se
despertará y te atacará. Entonces descubrirás que no era nada más ni nada menos que...
¡un Sudowoodo! No te enfades con él por los problemas que ha causado, es el único que
hay en este punto del juego. Por ello, lo más recomendable es hacerse con él. Pero si no lo
quieres en tu equipo o lo derrotas, si quieres capturarlo posteriormente aparecerá otro al
vencer a la Liga Pokémon (Johto). Tras terminar el combate, aparecerá una chica que te
dará dos bayas y el Plantabayas.

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Ahora que el camino está despejado, sigue por fin por el norte. Si vas por el este podrás
volver a ciudad Malva o las Ruinas Alfa. Tras pasar los caminos que forman los árboles, y
recoger el objeto que hay por el oeste, habrás terminado en la ruta 36 y saldrás a la 37.
Ruta 37
Pokémon salvajes
La ruta 37 es muy corta y es la antesala de ciudad Iris. Un conjunto de árboles la divide en
dos, por el oeste y el este. Siguiendo la primera sección, al oeste, encontrarás cuatro
entrenadores, que te retarán a combates dobles. Así que en realidad son solo dos combates.
Tras pasar una pequeña extensión de hierba alta verás la entrada a la ciudad.
Por el este hay un tramo de hierba alta y otro entrenador, aunque esta vez individual. En la
hierba alta también puedes capturar un nuevo Pokémon, Stantler. Al final de esta sección
encontrarás un bordillo que te impide avanzar. Pero el interés de pasar por aquí son los tres
árboles bonguri que hay. También hay un objeto en el suelo.
Pásate un domingo y te encontrarás con un niño llamada Domingo, el cual te dará el
objeto Imán. Este objeto aumenta los ataques tipo eléctrico del Pokémon que lo lleve
puesto. Cuando hayas terminado de explorar la ruta, entra a ciudad Iris.

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