Está en la página 1de 3

¿Qué es un hábito de estudio?

Un hábito de estudio es una forma de proceder en el estudio de un material que se


ha adquirido mediante la repetición y que se manifiesta de manera continuada en
el tiempo.
Ejemplos de buenos hábitos de estudio:

Hábitos de estudio propios del aula:


– Tomar apuntes de calidad.
– Mantener el material de estudio en buen estado.
– Hacer preguntas en clase cuando no se comprende.

Hábitos de estudio en casa


Eliminar elementos distractores:
– Móviles y aparatos electrónicos apagados
– Mesa o escritorio despejado y sólo con el material que vamos a necesitar

Hábitos de estudio estratégicos


– Realizar una programación de nuestro tiempo de estudio. Puedes ver un
ejemplo aquí.
– Establecer objetivos en nuestra sesión de estudio.
– Utilizar una estrategia de estudio global.
– Utilizar técnicas de estudio para aprender los distintos materiales. (Puedes
hacerte un curso gratis aquí).
– Poner limitaciones de tiempo en nuestras sesiones de estudio.
– Hacer descansos programados.
1. ¿Qué hábitos de estudio tengo?
Si no se qué hábitos tengo difícilmente puedo iniciar un cambio. Deberé analizar mi forma de
proceder cuando me enfrento a un material que tengo que estudiar. Puede ser que no nos
hayamos dado cuenta todavía de que nuestros hábitos de estudio no son los suficientemente
buenos o incluso de que no tenemos ningún hábito de estudio. El punto de partida es tomar
conciencia de que realmente necesitamos generar un cambio.
Algunas preguntas que nos podemos plantear y contestar:
 ¿Dónde estudio? ¿Estudio siempre en el mismo lugar?
 ¿Cuándo estudio? ¿Estudio siempre a la misma hora?
 ¿Qué es lo primero que hago con ese material que tengo que estudiar? Y cuál es el segundo
paso? ¿Y después de ese segundo paso qué es lo que hago?
 ¿Cómo estudio ese material? ¿Utilizo alguna técnica de estudio?
 ¿Por qué estudio así?
 ¿Quién me ha enseñado a estudiar así?

2. ¿Realmente quiero cambiarlos y tengo la motivación


necesaria para ello?
Es importante saber las razones que nos llevan a iniciar ese cambio y qué nos motiva para
mantenerlo. Pueden ser los beneficios que obtengamos de este cambio o tal vez
las consecuencias negativas de mantenernos sin generar cambio alguno.
Algunas preguntas interesantes:
 ¿Por qué quiero cambiar mis hábitos de estudio?
 ¿Qué beneficios voy a obtener de ese cambio?
 ¿Cómo cambiar o desarrollar buenos hábitos de estudio va a ayudarme a conseguir mis
objetivos?
 ¿Qué consecuencias negativas voy a tener si no cambio mis hábitos de estudio?

3. ¿Cómo se crea o cambia un hábito?


¿Cómo cambio mis hábitos de estudio? ¿Qué tengo que hacer? ¿Qué pasos he de dar?
Si no se cómo cambiarlos de nada me sirven los pasos anteriores. He de aprender cómo
cambiar o crear esos nuevos hábitos que me ayuden a conseguir mis objetivos académicos.
En este paso aprenderemos cómo cambiar o crear un hábito de estudio. Antes de iniciar este
proceso deberemos haber contestado a las preguntas anteriores de manera sincera y ya
tendremos claro los beneficios que vamos a obtener de esta nueva forma de proceder y las
consecuencias de no hacerlo.
Algunas claves útiles para el establecimiento del hábito
de estudio:
 Repite las acciones cada día con las que quieres formar el hábito. La repetición ha de ser
continua en el tiempo, como mínimo de 14 a 21 días.
 Da pequeños pasos. No intentes estableces muchos hábitos o iniciar muchos cambios a la
vez, ve poco a poco, en pasos que puedas dar cómodamente y que puedas controlar.
 Visualiza tu éxito y beneficios del cambio. Ten presente en cada momento los beneficios
que vas a conseguir de la utilización del nuevo método y visualizarlo en tu mente.
 Visualiza las consecuencias negativas de no generar el cambio. Puede ayudar a
motivarnos visualizar los efectos perjudiciales de no establecer un buen hábito de estudio.
 Ten presente que vas a cometer errores. El más común es olvidar repetir la acción a
la que te quieres habituar. Para evitar estos olvidos podemos crearnos recordatorios,
como notas adhesivas o alarmas en el móvil que nos recuerden repetir la acción.
 Mantén una actitud optimista hacia el establecimiento del hábito. Has de hablarte
bien a ti mismo cuando cometas un error o no te salgan las cosas como tú esperas.
 Tómate el proceso como una analogía del crecimiento de una planta.
Imagínate que te han regalado la semilla de una planta que tiene unos frutos
riquísimos. El único inconveniente se da en la primera etapa de siembra y cuidados
iniciales. La planta ha de ser cuidada todos los días, ya que si no es así, es posible
que muera. Una vez superada la primera fase de cuidados, la planta se vale por sí
misma y comienza a dar sus riquísimos frutos sin apenas cuidados por nuestra parte.
“Sembrar” un hábito es algo muy parecido al cuidado de esta planta. Al principio
deberemos prestar atención consciente en formar ese hábito, pero una vez que lo
integremos en nuestra vida ya no nos supondrá ningún esfuerzo.

También podría gustarte