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FERNANDEZ ARIAS c/ POGGIO

El Congreso sancionó las leyes 13.246, 13.897 y 14.451, que ordenaban al Poder
Ejecutivo a organizar en el Ministerio de Agricultura las Cámaras Regionales Paritarias
de Conciliación y Arbitraje obligatorio, y una Cámara Central.

Estas cámaras estaban integradas por representantes de los propietarios de terrenos


rurales y de los arrendatarios y aparceros.

Creados los organismos, se organizaron de la siguiente manera, las Cámaras Regionales


tenían competencia exclusiva en la decisión de todas las cuestiones suscitadas entre
arrendadores y arrendatarios o aparceros, con motivo de los respectivos contratos de
arrendamiento o aparcerías rurales, las decisiones de esta Cámara debían apelarse
ante la Cámara Central cuyas decisiones eran susceptibles del recurso extraordinario
ante la Corte Suprema.

El caso se origina por un conflicto entre Fernández Arias y Poggio en el cual la Cámara
Regional de Trenque Lauquen, condenó a Poggio a entregar el predio en cuestión;
contra dicho pronunciamiento, el condenado dedujo recurso extraordinario, que al ser
denegado motivó una queja ante la Corte Suprema, donde impugnó la
constitucionalidad de las leyes 13.246, 13.897 y 14.451, ya que por éstas se crearon
órganos administrativos dotados de facultades jurisdiccionales lo que contraria
al Artículo 95 de la Constitución Nacional, que impide al Poder Ejecutivo el ejercicio de
funciones judiciales, resulta violatorio el Art. 67 inc. 11 de la Constitución toda vez que
se faculta a las Cámaras Paritarias para resolver sobre materias propias de autoridades
judiciales de las provincias, e incumple el Artículo 18 de la Constitución Nacional, en
cuanto se reconoce a toda persona el derecho de defensa en juicio ante el Poder
Judicial. Las leyes cuestionadas extraen de la esfera judicial ciertos conflictos para que
sean resueltos exclusivamente por tribunales administrativos.

Se revoca la sentencia apelada y la corte declara la inconstitucionalidad de las normas


impugnadas. Dejando sentando que, resulta compatible con la Constitución Nacional la
creación de órganos administrativos con facultades jurisdiccionales, teniendo en
cuenta que se han ampliado las funciones de la administración, como medida
necesaria para la ágil tutela de los intereses públicos. Si bien nuestra Constitución
recepta la doctrina de separación de poderes, por lo que la función de juzgar le
correspondería sólo al Poder Judicial, este precepto debe interpretarse dinámicamente
según las cambiantes necesidades sociales.

Las decisiones de los órganos en discusión deben quedar sujetas a revisión judicial, de
lo contrario se violaría el Art. 18 de la Constitución Nacional, que reconoce a todos los
habitantes del país el derecho a acudir a un órgano judicial. Hay que diferenciar la
adecuación del principio de división de poderes en la vida contemporánea, y la
violación de su esencia, lo que sucedería si se privara totalmente al Poder Judicial de
sus atribuciones.

La instancia judicial obligatoria no se satisface con la posibilidad de interponer recurso


extraordinario ante la Corte Suprema, ya que no es un proceso de amplio
conocimiento, por lo tanto no es suficiente para garantizar el derecho a una instancia
jurisdiccional profunda y completa.

Disidencia de fundamentos. Dres. Boffi, Boggero, Aberasturi.


Coinciden con el fallo de la mayoría pero disienten con los argumentos, son más
restrictivos en cuanto a la procedencia de conceder funciones jurisdiccionales a
órganos administrativos.
El Art. 95 de la Constitución Nacional prohíbe al Poder Ejecutivo el ejercicio de
funciones judiciales, contrariando este precepto constitucional las leyes en examen
confieren facultades jurisdiccionales a órganos creados en el ámbito de la
Administración.

Si bien las necesidades sociales pueden requerir que organismos administrativos


ejerzan excepcionalmente funciones judiciales, el Art. 18 de la Constitución Nacional
exige que siempre exista una instancia judicial.

Los integrantes de las Cámaras Paritarias son designados y removidos por el Poder
Ejecutivo, no gozan por lo tanto de la independencia necesaria para desempeñar la
función judicial, como así tampoco poseen título habilitante para ejercer una función
jurídica.

Por disposición del Art. 67 inc. 11 de la Constitución Nacional las provincias se reservan
la aplicación del derecho común, contrariamente las normas impugnadas establecen
un sistema por el cual el derecho será aplicado por las cámaras creadas, las que tienen
jurisdicción nacional, no provincial.

Es aceptado el ejercicio de funciones jurisdiccionales por órganos administrativos.

El Poder Judicial debe conservar la atribución de revisar las decisiones que dicten los
tribunales administrativos.

El recurso extraordinario federal no satisface el requisito de revisión judicial.

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