La Psicología Ambiental se basa en el estudio de la relación del
individuo con el medio ambiente dentro del cual evoluciona. El medio ambiente no es un espacio neutro y excepto de valores, él es culturalmente marcado. El medio ambiente vehicula significaciones que son parte integrante del funcionamiento cognitivo y comportamental del individuo. La relación a un espacio dado es, más allá del presente; tributaria de su pasado y del futuro: el contexto ambiental, objeto de percepciones, de actitudes y de comportamientos desplegados en su seno, toma toda su significación en referencia a la dimensión temporal.
La hace referencia no solamente al espacio, sino a la historia del lugar,
la cual está ligada a la historia de los individuos. La Psicología Ambiental se interesa tanto al contexto como a la manera en la cual el lugar de vida es apropiado por aquellos que lo habitan. El medio ambiente no es únicamente un espacio neutro, tiene una verdadera función ya que él es parte integrante del comportamiento humano. El marco de vida en el cual los individuos viven y se desarrollan, procura de la identidad al individuo y lo sitúa tanto en el ámbito social, como económico y cultural. El medio ambiente nos informa sobre los individuos, sobre sus valores e intereses. Esta noción comprende tanto el medio ambiente natural (ecosistemas, recursos naturales, fenómenos naturales), como el medio ambiente construido o acondicionado (hábitat). En Psicología Ambiental, las nociones de espacio y de lugar son muy importantes, incluso centrales, porque ellas permiten reconocer el nivel de control de los individuos sobre el medio. Existen cuatro niveles de interacción del individuo con su medio, teniendo fuertes implicaciones en la investigación medio ambiental. CAPÍTULO II
INFLUENCIA DE LOS FACTORES FÍSICOS MEDIO AMBIENTALES
EN LA CONDUCTA
El ruido y las vibraciones; el ruido es considerado
contaminación ambiental cuando genera efectos sobre el ecosistema y el bienestar de los organismos vivos. Por sus características, la vibración y el ruido tiende a generar perturbaciones en el sistema neurovegetativo (funciones circulatorias, respiratorias, endocrinas…) Se conoce que el ruido es causa de cefaleas, irritabilidad, cambios de humor y altera el rendimiento de concentración. Evidentemente no todo ruido tiene efectos perjudiciales para el organismo pero curiosamente algunos que pueden resultar agradables, pueden ser nocivos y otros que pueden ser molestos no resultan perjudiciales (Moch, 1986) Fisiológicamente perjudicial es la exposición continuada a un ruido grave que supera los 90 dBA pero el ruido intermitente resulta más molesto que el continuado (Baron y Byrne, 1998) por lo que puede desencadenar algunos de los efectos anteriormente descritos. Sí cabe destacar que la actitud e implicación de la persona (si percibe el ruido como molesto o agradable) es sumamente determinante.
La temperatura y las condiciones atmosféricas; la temperatura
es algo que influirá sobre nosotros de manera personal y cultural pero se considera que una temperatura es agradable cuando para nosotros es habitual mientras realizamos una actividad determinada. Los estudios indican que las temperaturas elevadas alteran el bienestar, las relaciones sociales y el rendimiento. También se dan cambios fisiológicos que pueden producir irritabilidad, cansancio, confusión…(DeNeve, 1995, Cohn, 1993) La lluvia, el sol, el frío…incidirán directamente también sobre nuestra conducta, así como temperaturas bajas repercutirán en nuestro estado de ánimo y relaciones sociales.
La contaminación; tanto física como química afecta a las
personas. Especialmente a personas mayores y niños. A parte de los efectos fisiológicos que pueden desencadenar, los efectos psicológicos no son pocos. Se destaca; la depresión, el insomnio, dificultad de juicio, tristeza…Desde otros estudios se han descrito alteraciones en las relaciones sociales, incremento de la agresividad y alteración en el rendimiento de algunas tareas (Evans, Jacobs y Frager, 1982) Por otra parte y según el libro Psicología Social de J Morales y col (1999) la contaminación lumínica (ciclo día-noche, luz-oscuridad) poco conocida y divulgada es una de las que más afecta ya que regula la vida social y laboral de las personas.
Las radiaciones e ionización del aire; las radiaciones de alta
frecuencia alteran nuestra naturaleza de diferentes formas. Por una parte y lo que comúnmente se conoce como radioactividad, (los rayos gamma, los rayos X, la energía nuclear) nos provoca no solo efectos nocivos (cancerígenos) sino que también altera nuestro estado de ánimo. Sin embargo, estas radiaciones de alta frecuencia se encuentran positivamente también en nuestra naturaleza, para regular procesos biológicos. Un ejemplo serían las tormentas (carga de iones negativos) que tienen un efecto positivo sobre la salud, el bienestar y la relación entre las personas. De la misma manera, la falta de iones negativos en el aire, puede generar malestar, abatimiento y diferentes síntomas que afecten al organismo físico y psicológico. Algo importante a destacar, es que la ionización del aire no se produce solo por radiaciones de alta frecuencia, sino que también por baja frecuencia (microondas) Los electrodomésticos por ejemplo (aspiradores, TV, radio…) son emisores de radiaciones y según los expertos, éstos aparatos tienen diferentes efectos psicológicos sobre nosotros.
Como curiosidad, finalizaré con un término que acuñó en su día
la OMS “síndrome del edificio enfermo” para referirse “al conjunto de molestias que sufre un colectivo de personas que tiene su origen en las condiciones físicas y ambientales de un edificio” Numerosos y extensos efectos perjudiciales para quien lo padece…
En resumen; estamos sometidos a la contaminación del entorno, a las
características de nuestro hábitat y vivimos envueltos de elementos ambientales que influyen en nuestra conducta CAPÍTULO III
CONDUCTA FRENTE AL MEDIO AMBIENTE PARA CONVIVIR MEJOR
A partir del momento en que un ser humano nace, se encuentra inserto
en un medio ambiente social y en un medio ambiente natural. Desde ese momento y aun durante toda su vida, estará en constante relación con dicho medio.
De este modo el ambiente lo influirá, lo estimulará. Cada objeto que
toque, la forma en que lo alimenten y cuiden, los seres que entren en contacto con él, le mostrará al niño las características del mundo en que nació. Ese medio puede ser hostil o amigable, rudimentario o tecnificado, indiferente o protector.
Pero en esta relación, no se manifiesta el sujeto como elemento pasivo;
no recibe las influencias sin reacción alguna. Por el contrario, el sujeto reacciona, elige cosas, rechaza otras, e incluso modifica el medio de acuerdo con sus necesidades. Es decir, se manifiesta como sujeto actuante:
Esta relación entre el sujeto y el ambiente es, entonces, bidireccional: el,
medio influye sobre el hombre y éste selecciona, rechaza y aun modifica o transforma el medio. Se presenta, por lo tanto, bajo la forma de interacción.
Así, durante el transcurso de su vida, el hombre es modificado por el
medio, el que a su vez, lo modifica. Esta interacción presenta dos momentos:
1. Las características que poseemos, nuestra manera de comportarnos,
nuestros gustos y preferencias, dependen del ambiente en que nacimos: de haber ocurrido esto en otro tiempo o lugar, nuestra manera de pensar o de sentir serían muy distintas. Estas variaciones se dan aun dentro de las diversas zonas de nuestro país; por ejemplo: el niño de la Patagonia, que debe recorrer varias leguas a pie para llegar a la escuela, recoge influencias muy distintas a las del niño de la ciudad, que viaja en subterráneo, trenes, utiliza escaleras mecánicas, etc.
2. Por otro lado, el hombre se manifiesta como activo transformador del
medio, adaptándolo a sus necesidades. Al mirar un paisaje ve la mano del hombre como transformador de la naturaleza. Crea un mundo social y cultural que, además, modifica a lo largo de la evolución histórica.
En esa interacción o intercambio, las acciones del hombre se manifiesta
como una búsqueda de equilibrio entre sus necesidades y las posibilidades que le brinda el medio. El equilibrio que logra es dinámico; una vez logrado, se rompe, restableciéndose luego a través de nuevas acciones. CAPÍTULO IV
ALTERNATIVAS Y/O RECOMENDACIONES PARA PRESERVAR
NUESTRO ECOSISTEMA EN EL MEDIO AMBIENTE DONDE UNO VIVE
Cuando vayas de compras, intenta adquirir solo lo que realmente
necesites. Así ahorras dinero, destruyes menos recursos naturales y reduces la contaminación.
Elige los productos que estén hechos o producidos respetando el mundo
natural. (Que no han sido experimentados con animales, y/o que no provengan de granjas industriales, y/o que no están producidos con la esclavitud de niños/as, etc.). Así reduces sufrimiento innecesario, tanto de animales cómo de personas que fueron explotadas en la fabricación del producto que estás comprando. Compra productos empaquetados en envases retornadles, o al menos reciclables y con la mínima cantidad de material artificial de embalaje. Así reduces el consumo de recursos no renovables, tanto como la producción de más basura en nuestro propio medio ambiente.
Evita comprar productos que contengan aditivos dañinos o que hayan
sido contaminados con productos químicos durante su fabricación. Infórmate bien, esto puede salvaguardar tu vida y el planeta. Reduce el consumo de energía: utiliza menos electricidad y menos combustibles, instala electrodomésticos y bombillas de bajo consumo, y utilízalos sólo cuando sea necesario. Así ahorras dinero, contaminas menos y ayudas a conservar los recursos naturales.
Utiliza sólo el agua que realmente necesites: instala aparatos que la
ahorren cuando y donde sea posible no la contamines y así podrás reutilizarla para regar plantas, etc. Así conservarás el más precioso recurso del planeta y reducirás la contaminación de la Fuente de la Vida.
Compra y planifica el consumo y el uso de tus medios de transporte, de
forma que reduzcan al mínimo el consumo de combustibles fósiles: elije modelos que consuman menos gasolina, que produzcan la mínima contaminación. Así ahorrarás dinero, reducirás el tráfico, la contaminación del aire e impulsarás el desarrollo de las energías alternativas.
Recicla, separa selectivamente tus desechos y deposita los materiales
reciclables en los contenedores correctos. Así animarás a las autoridades locales a continuar mejorando los programas de reciclaje y tendrás la gran satisfacción de estar ayudando a la conservación del medio ambiente.
Asume tu propia responsabilidad y posibilidades de ayudar a conservar
nuestro medio ambiente, actuando de una forma ecológica. Así las acciones de cada individuo se multiplican por el número de personas que las realizan, lo cual ha tenido, tiene y tendrá enorme efecto en Nuestro Futuro. CAPÍTULO V
CONCLUSIONES
En conclusión el psicólogo ambiental permite evaluar los impactos
ambientales de esas estrategias y tras un diagnóstico recomendar nuevas direcciones en el comportamiento de las personas y/o de las instituciones, a través de las cuales conseguir un ajuste menos perturbador para el medio y más creativo y respetuoso de los elementos que lo componen, en aras de lograr una mejor y menos dañina interrelación con el medio natural y/o cultural en el que actúa. El encuadre de la Psicología Ambiental, por su mismo origen y por estar ésta fundamentada en la relación ecosistémica del hombre con su medio, se mueve dentro del concepto de desarrollo sustentable, y por lo tanto instrumenta modalidades de acción dirigidas a satisfacer las necesidades de las generaciones presentes, pero sin hipotecar los recursos con que cuenta, pues pertenecen al patrimonio natural y cultural de la comunidad, y deben ser preservados para las generaciones futuras.
Es necesario añadir que esta previsible demanda y posibilidad debe ir
precedida de un esfuerzo por adecuar la formación académica y por la consolidación y puesta en marcha de programas de investigación (básica o aplicada) sobre estos aspectos. Los problemas ambientales ofrecen la posibilidad de influir sobre el curso de la sociedad en uno de los aspectos más incisivos; al mismo tiempo, ofrecen la posibilidad de incrementar el conocimiento sobre el comportamiento humano. BIBLIOGRAFIA
Psicología Ambiental, Autor: Juan Aragones, Castellano. 2009
La Biodiversidad En Los Ecosistemas.1ra Edición .Buenos Aires