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ALGUIEN TIENE CUIDADO DE TI.

“Entonces Elcana su marido le dijo: "Ana, ¿por qué lloras y no comes? ¿Por qué está triste
tu corazón? ¿No soy yo para ti mejor que diez hijos?" Pero Ana se levantó después de
haber comido y bebido estando en Silo, y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en la
silla junto al poste de la puerta del templo del SEÑOR, ella, muy angustiada, oraba al
SEÑOR y lloraba amargamente. Entonces hizo voto y dijo: "Oh SEÑOR de los ejércitos, si Te
dignas mirar la aflicción de Tu sierva, Te acuerdas de mí y no Te olvidas de Tu sierva, sino
que das un hijo a Tu sierva, yo lo dedicaré al SEÑOR por todos los días de su vida y nunca
pasará navaja sobre su cabeza." Mientras ella continuaba en oración delante del SEÑOR,
Elí le estaba observando la boca. Pero Ana hablaba en su corazón, sólo sus labios se
movían y su voz no se oía. Elí, pues, pensó que estaba ebria. Entonces Elí le dijo: "¿Hasta
cuándo estarás embriagada? Echa de ti tu vino." Pero Ana respondió: "No, señor mío, soy
una mujer angustiada en espíritu. No he bebido vino ni licor, sino que he derramado mi
alma delante del SEÑOR. "No tenga a su sierva por mujer indigna. Hasta ahora he estado
orando a causa de mi gran congoja y aflicción. Ve en paz," le respondió Elí; y que el Dios
de Israel te conceda la petición que Le has hecho. Halle su sierva gracia ante sus ojos, le
dijo ella. Entonces la mujer se puso en camino, comió y ya no estaba triste su semblante. A
la mañana siguiente se levantaron bien temprano, adoraron delante del SEÑOR y
regresaron de nuevo a su casa en Ramá. Y Elcana se llegó a Ana su mujer, y el SEÑOR se
acordó de ella. Y a su debido tiempo, después de haber concebido, Ana dio a luz un hijo, y
le puso por nombre Samuel (Oído por Dios), diciendo: "Porque se lo he pedido al SEÑOR."
1º de Samuel 1:8-20.

Posiblemente estés en un momento en que consideres que algo se le ha pasado por alto a
Dios.

 Alguna respuesta de salud.


 Provisión de empleo.
 Necesidad de conversión de algún familiar.

Y aunque haya transcurrido algún tiempo, recuerda que Dios tiene tus tiempos, tus días en
tus manos, y que en medio de todo el te ha sostenido y están próximo a encontrarte con
esa respuesta de Dios que espera.

Recuerda:
Ella (Ana), llegó triste, pero en la palabra de Dios ella encontró expectativa y esperanza...
Luego
Dios hizo un milagro.

 Necesitamos una nueva generación que se levante en tiempos difíciles.


Si Dios pudo hacer un milagro en Ana, y tú sabes que Dios eres el mismo de ayer, hoy y
siempre, Dios sigue escuchando y planeando un milagro para ti.
En medio de momentos difíciles nuestro deseo de ganar debe ser más grande.
Dios multiplica lo que tenemos y lo hace bendecir a muchos. Dios tiene un destino para
cada una de nuestras vidas.

 Dios habla a los hombres y les dice que no tengan miedo, que el Espíritu del Señor
estará con ellos siempre.

 Estaba hablando en el contexto de cuidar el templo. Debemos poner en primer lugar a


Dios y el velará por nuestras necesidades.
 Que las circunstancias no dicten nuestra vida, que vivamos tranquilos que El cuida de
nosotros.
 Dios cambiará las cosas cuando pongamos la mirada en El.
Es necesario tener responsabilidad por nuestra familia, nuestra iglesia, Dios obrará.
Dios no ha olvidado sus promesas, El debe traer sobre ti paz y confianza en que todo
estará bien, dará esperanza en medio de las dificultades.
Debemos estar en línea con el Señor. Pecados sexuales, tentar a Dios, la murmuración,
pecado que estorba la obra del Señor en nosotros.

 Al ser honesto con Dios, el nos usará.

Dios está con nosotros son más grandes que nosotros mismos está con nosotros
 No olvides mis promesas.
 Mi espíritu se mantendrá con ustedes.

No importa el gigante que enfrentemos, vamos a vencer.

MEDTA EN ESTO
Piensa, en que momento estas hoy con respecto a esperar en el Señor.
APLICACIÓN PRÁCTICA
Comparte un testimonio de la fidelidad de Dios en tu vida, de cómo era tu condición y
como Dios te sacó adelante.
RENOVANDO EL ENTENDIMIENTO.
“No nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos.
Gálatas 6:9.

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