Ingeniería hidráulica en México, vol. XXII, núm. 4, pp.

61-73, octubre-diciembre de 2007

Estudio petrográfico y modelo conceptual preliminar de

la zona geotérmica de Ixtlán de los Hervores, Michoacán,
México
Julio C. Viggiano-Guerra
Luis C.A. Gutiérrez-Negrín

Comisión Federal de Electricidad

El estudio petrográfico de muestras de canal de la perforación del pozo somero Ixtlán 2, con una
profundidad máxima de 159 metros y ubicado en la zona geotérmica de Ixtlán de Los Hervores,
Michoacán, México, aunado a los resultados de estudios previos de exploración superficial, han
permitido la configuración de un modelo conceptual preliminar del probable yacimiento geotérmico.
Se trata de un sistema de zona de fractura ancha, bajo relieve y nivel freático somero, con fluidos
hidrotermales de tipo clorurado-sódico, pH neutro, sobresaturados de sílice en la descarga, y con
temperaturas entre 125 y 225 °C, de acuerdo con la geotermometría y la asociación de minerales
hidrotermales identificada en el pozo. Esta asociación de laumontita + cuarzo + calcita + clorita/
esmectita + pirita es típica de la facies zeolítica, debajo de la cual podría hallarse la facies de
epidota-wairakita, con temperaturas más altas. Las condiciones favorables de la zona permiten
recomendar la continuación de la exploración en la misma.

Palabras clave: exploración geotérmica, petrografía, mineralogía hidrotermal, modelo

hidrológico conceptual, Ixtlán.

Introducción A solicitud del gobierno del estado de Michoacán, la

El poblado de Ixtlán de los Hervores se localiza al noroeste
del estado de Michoacán, México, aproximadamente en
las coordenadas geográficas 20º 10’ de latitud norte y
102º 24’ de longitud oeste, a una altura de 1 530 metros
sobre el nivel del mar, y a una distancia de 175 kilómetros
de Morelia, capital del estado (ilustración 1).
Entre octubre de 2004 y enero de 2005 se perforó
el pozo Ixtlán 2 en la zona geotérmica de Ixtlán de los
Hervores. El pozo fue perforado por un patronato de
desarrollo turístico de la zona, a fin de mantener el atractivo
del llamado “Géiser de Ixtlán”, el cual era un antiguo
pozo perforado por la Comisión Federal de Electricidad
(CFE), con objetivos de exploración geotérmica. El pozo
fluyó desde 1958, pero a últimas fechas había dejado
de hacerlo. Este pozo antiguo será denominado en este
trabajo como Ixtlán 1, para diferenciarlo de la nueva
perforación.
Comisión Federal de Electricidad, a través de su Gerencia
de Proyectos Geotermoeléctricos (GPG), proporcionó
apoyo técnico y asesoría para la perforación del nuevo
pozo Ixtlán 2, incluyendo su localización. Aunque no se
recuperaron muestras de núcleo, la CFE decidió estudiar
las muestras de canal procedentes de la perforación,
debido a que el área sigue siendo considerada como
una zona de interés geotérmico (Departamento de
Exploración, 1990).
En este trabajo se describen los resultados de los
análisis petrográficos realizados a 53 muestras de
canal, colectadas cada tres metros de profundidad, y
la interpretación geotérmica minuciosa de los mismos,
con el objetivo de delinear un primer modelo geotérmico
conceptual de la zona y recomendar, en su caso, la
continuación de su exploración. Como antecedente se
presenta la información geológica, geohidrológica y
geoquímica disponible sobre la zona de estudio.

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Ilustración 1. Localización de la zona geotérmica de Ixtlán de
los Hervores, Michoacán, y de los campos geotérmicos en
explotación en México.
Antecedentes
Características geológicas y geofísicas de la zona
La zona geotérmica de Ixtlán se ubica en la porción
occidental de la Faja Volcánica Mexicana, entre las
subprovincias volcánicas del graben de Chapala y
del vulcanismo cuaternario del estado de Michoacán.
El graben de Chapala forma una depresión de
aproximadamente 20 km de ancho y 110 km de longitud.
Una falla de gran magnitud en el Plioceno Temprano
dio lugar a una fosa tectónica, cuya extensión original
era probablemente el doble de la actual. El graben
está relleno por depósitos lacustres y aluviales, con un
espesor máximo de 800 m, pero en sus márgenes el
espesor decrece y los sedimentos lacustres se alternan
con rocas basálticas y andesíticas originadas hace
62 ingeniería hidráulica en méxico/octubre-diciembre de 2007
unos tres millones de años, hacia finales del Plioceno
(Departamento de Exploración, 1990).
La zona ha sido afectada por diferentes eventos
tectónicos desde el Mioceno hasta el Pleistoceno Medio-
Tardío (Departamento de Exploración, 1990). A gran
escala, la principal estructura es el graben de Chapala,
compuesto por una serie de fallas normales de dirección
NW-SE a E-W, algunas de las cuales parecen actuar
como conductoras de los fluidos hidrotermales, debido
a que se encuentran asociadas con las manifestaciones
termales superficiales de Ixtlán de los Hervores (Rosas y
Olguín, 1981).
Entre las fallas de mayor longitud superficial está
la de Ixtlán-Encinal (ilustración 2), que de hecho forma
parte del flanco norte del graben de Chapala. Se
extiende desde el extremo NW de la zona, siguiendo el
cauce del río Duero. Entre los poblados de Ixtlán y El
Salitre (población adyacente a Ixtlán), esta falla se puede
seguir por la presencia de las manifestaciones termales
superficiales. Tiene una longitud total de unos 30 km, con
una alineación general NW-SE y una inclinación de 80° al
SW. Rosas et al. (1989) consideran que esta falla podría
estar compuesta por dos, que se unirían justamente
donde son intersectadas por la Falla Nogales, la cual
tiene un rumbo NE-SW y unos 6 km de longitud. En esta
intersección se localizan las manifestaciones termales y
los pozos Ixtlán 1 e Ixtlán 2 (ilustración 2).
La falla Pajacuarán (ilustración 2) forma parte del flanco
sur del graben de Chapala. Representa la estructura
tectónica de mayor relevancia morfológica, con un salto
aproximado de 400 m, una longitud estimada de 20 km,
una orientación E-W y una inclinación de 70° al norte
(Rosas y Olguín, 1981).
En el área se ha desarrollado un vulcanismo intenso,
que abarca desde fines del Terciario (Mioceno Superior)
hasta el Cuaternario (Pleistoceno Superior) (ilustración
2). La base de la secuencia son andesitas y basaltos
finimiocénicos de tipo subalcalino a calcoalcalino, que
afloran en la porción sur del área, entre las poblaciones de
Villa Chavinda y Ario de Rayón. Las rocas lacustres están
constituidas por limolitas y dolomías del Plioceno Medio,
que afloran en las porciones norte y centro occidental.
Los afloramientos más extendidos son basaltos y
andesitas alcalinas del Plioceno Tardío, que constituyen
edificios como los volcanes Nogales y Encinal, así como
eventuales conos cineríticos. Entre los afloramientos
cuaternarios, los más extensos son de andesitas y
basaltos del Pleistoceno Temprano, coronados por
abundantes conos cineríticos del Pleistoceno Tardío
(Rosas et al., 1989).
La CFE realizó sondeos eléctricos verticales (SEV),
y levantamientos gravimétricos y magnetométricos en
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Ilustración 2. Mapa geológico simplificado de Ixtlán de los Hervores (modificado de Rosas y Olguín, 1981).

la zona. Los SEV se levantaron con el típico arreglo
Schlumberger© y separaciones semielectródicas de
hasta 4 000 m. La anomalía principal resultó ser un
mínimo resistivo, con valores de 5 a 10 ohm-m, ubicado
entre las poblaciones de Ixtlán y El Salitre, en la zona
de las manifestaciones termales. Superficialmente,
la anomalía es de forma alargada en dirección casi
E-W, con una longitud máxima de 3 km. Los estudios
gravimétricos y magnetométricos confirmaron la traza
superficial de la falla Ixtlán-Encinal (Departamento de
Exploración, 1990).
Características geohidrológicas y geoquímicas
El municipio de Ixtlán de los Hervores forma parte de
la Región Hidrológica 12, que incluye la porción sureste
del lago de Chapala y la parte occidental de la cuenca
de Zamora, con un área aproximada de 3 800 km2. La
precipitación media anual es de 831.7 mm, temperatura
media de 18 °C y evaporación media de 2 039.6 mm
(Vargas, 1985).
La descarga superficial está constituida principal-
mente por el río Lerma, con un gasto promedio anual de
43.5 m3/s, y por el río Duero, tributario de aquél, con un
gasto medio anual de 10.6 m3/s, ambos hacia el lago de
Chapala (Vargas, 1985).
El acuífero somero está constituido por los sedimentos
lacustres con escasas intercalaciones de basaltos y
andesitas, cuyo espesor es de 400 a 650 metros, y un
nivel estático en profundidades mínimas de tres metros.
El acuífero fluye presumiblemente de la periferia hacia
el centro del valle, con las montañas de la porción sur
(volcanes el Muerto y Cerro Grande) y oriente (volcanes
Nogales y Encinal) del valle como áreas de recarga. El
flujo proviene del sur, pero en el valle de Ixtlán se dirige
hacia el W-NW, en dirección hacia el lago de Chapala
(Departamento de Exploración, 1990).
Las manifestaciones termales superficiales se
concentran prácticamente entre los poblados de Ixtlán
de los Hervores y El Salitre, en una extensión superficial
de unos 2 km y coincidiendo con la traza de la falla Ixtlán-
Encinal. Incluyen manantiales y pozos de agua caliente,

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cuyas temperaturas superficiales fluctúan entre 48 y 94 y la de uno de los manantiales de El Salitre (muestra 18)
°C, así como una noria de agua fría (a 24 °C) (Quijano y presentan la menor dilución, del orden de cuatro partes
Chacón, 1982; Tello, 1986a). de agua somera por una de fluido profundo (Quijano y
La composición química de las aguas de las Chacón, 1982).
manifestaciones termales de la zona se presenta en el Se colectaron gases en dos manantiales termales
cuadro 1, incluyendo la del agua del pozo Ixtlán 1. Las (número 18 de El Salitre y número 26 de Ixtlán, ver
aguas de un pozo de agua potable en El Salitre (muestra cuadro 1), que presentan la siguiente composición,
25) y las de la noria de agua fría (muestra 31) en Ixtlán de acuerdo con Tello (1986b) (datos en porcentaje en
son de tipo bicarbonatado sódico, lo que, aunado a sus volumen):
temperaturas superficiales relativamente bajas, sugiere
que se trata de aguas subterráneas someras. Sin Muestra CO2 H2S NH3 H2 O2 N2 CH4
embargo, las aguas de las demás manifestaciones son
18- El Salitre 86.0 4.36 0.17 0.0057 1.91 7.43 0.013
de tipo clorurado- sódico y presentan concentraciones
26- Ixtlán 97.3 1.31 0.10 - 0.07 1.14 0.019
de boro entre 5 y 44 partes por millón (ppm), lo cual
sugiere la existencia de un yacimiento geotérmico
profundo (Quijano y Chacón, 1982; Tello, 1986b). En Las concentraciones de los gases son las esperadas
ambientes geotérmicos, ordinariamente los iones de en un ambiente geotérmico, ya que el CO2 es el más
cloruro y sodio predominan en fluidos que se encuentran abundante, hay cantidades apreciables de H2S y, al
por debajo del nivel freático en la zona de descarga menos en una de las muestras, cantidades detectables
vertical del yacimiento, mientras que el ión bicarbonato de hidrógeno (Quijano y Chacón, 1982). Por lo tanto,
predomina en la zona periférica, donde suele formarse Tello (1986b) concluye que la composición química de
por degasificación durante la precipitación de calcita esos gases “es la de un sistema geotérmico de alta
(Bird et al., 1983). temperatura”.
El contenido de cloruros del agua de la mayoría Los gases inertes, por su parte, presentan la
de las manifestaciones termales varía entre 136 y 555 composición siguiente, en ppm: helio: 262, neón: 2.2,
mg/l (cuadro 1). Esto se debe a la dilución del probable argón: 4 410, kriptón: 0.93 y xenón: 0.14 (Polak et al.,
fluido geotérmico por aguas subterráneas del acuífero 1982). Cabe destacar que el helio es de origen profundo,
somero. Las aguas del manantial de Ixtlán marcado puesto que la relación He/Ar es de 0.059, que resulta
con el número 29 son las más representativas del fluido muy superior a la relación atmosférica actual, de 0.00056
profundo, mientras que las del pozo Ixtlán 1 (muestra 30) (Tello, 1986b).

Cuadro 1. Composición química de aguas de manantiales y pozos termales en Ixtlán de los Hervores.

Muestra Temperatura Conductividad pH Concentración en mg/l (ppm)

(°C) (µS/cm)
Ca Mg Na K SiO2 HCO3 Cl B

18-El Salitre (M) 87 2 480 6.9 10.7 2.1 420 18.8 211 114 417 14.0
19-El Salitre (M) 60 2 560 6.5 12.2 0.5 394 23.2 265 104 442 5.0
20-El Salitre (M) 86 2 580 7.6 11.2 0.1 382 17.4 199 85 429 13.0
21-El Salitre (M) 60 2 700 6.8 18.3 0.4 412 29.0 239 139 455 14.0
22-El Salitre (M) 75 2 620 6.4 18.0 0.2 401 26.0 250 96 442 15.0
23-El Salitre (M) 60 2 720 8.3 12.6 0.1 397 25.0 235 86 438 14.0
24-El Salitre (M) 77 2 600 7.6 12.8 0.1 375 20.0 183 106 408 13.0
25-El Salitre (P) 48 530 7.5 9.8 5.9 76 3.0 107 205 29 0.9
26-Ixtlán (M) 80 6 560 7.1 30.0 1.0 952 76.8 338 152 961 44.1
27-Ixtlán (M) 90 2 400 8.1 11.0 0.0 375 15.1 256 86 408 12.5
28-Ixtlán (M) 94 2 280 6.7 10.0 2.2 322 22.6 308 48 391 9.4
29-Ixtlán (M) 93 3 120 8.0 9.4 0.6 457 39.4 371 86 553 7.1
30-Pozo Ixtlán 1 65 2 340 8.0 10.3 0.0 390 25.7 266 86 417 10.9
31-Ixtlán (N) 24 1 100 8.0 20.7 2.2 321 7.6 212 380 51 3.0
32-Ixtlán (P) 50 1 560 7.5 20.0 7.2 251 21.2 156 270 221 5.4

(M): manantial, (N): noria, (P): pozo de agua. Datos reproducidos de Quijano y Chacón (1982), y de Tello (1986a).

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Los geotermómetros son ecuaciones empíricas
que permiten estimar una temperatura de equilibrio
de fondo a partir de las concentraciones de ciertos
elementos detectadas en superficie. La aplicación de
geotermómetros de fase líquida a las muestras de agua
colectadas en las manifestaciones termales de Ixtlán
de los Hervores arroja temperaturas de fondo desde un
mínimo de 150 hasta un máximo de 226 °C (cuadro 2).
Por su parte, el geotermómetro de gases de D’Amore
y Panichi (1980), aplicado a los gases de los dos
manantiales termales indicados, calcula temperaturas
de fondo de 215 °C para la muestra 18, y de 207 °C para
Ixtlán (Tello, 1986b).
La CFE también realizó estudios isotópicos sobre
algunas de las muestras de agua de los manantiales
termales y pozos de agua de la zona de Ixtlán,
encontrándose los valores que se indican en el mismo
cuadro 2. En el ámbito geotérmico, la relación entre los
isótopos deuterio (2H) y oxígeno-18 (18O) es sensible a
los cambios en la temperatura, a la interacción agua-
roca, y a la mezcla y separación del vapor. En general,
los manantiales termales de Ixtlán presentan un marcado
enriquecimiento de oxígeno-18, característico de aguas
de origen geotérmico, y se sitúan en la línea ideal de
mezcla entre aguas geotérmicas y aguas meteóricas
(Tello, 1986b).
Alteración superficial y explosiones hidrotermales
En la zona hay depósitos minerales asociados con
las manifestaciones que están constituidos de sínter
silícico diatomítico, de color gris medio, y de geiserita.
La geiserita es un sínter que se ha formado alrededor de
los géiseres, con un arreglo parecido al empedrado. En
Ixtlán, su espesor es de menos de 1.5 m y su color varía
de gris a blanquecino. Estos depósitos se encuentran
sobreyaciendo a sedimentos lacustres, que también han
sido afectados por procesos hidrotermales, formando
una arcilla limosa opalina y porosa de color gris claro
(Rosas y Olguín, 1981).
Asociadas con partes de la falla Ixtlán-Encinal hay
pequeñas depresiones (quizá antiguos volcanes de
lodo) en las que se observan fluidos hirvientes con
desprendimiento de gases a temperaturas máximas
de 90 °C. Las manifestaciones ya no continúan al SE,
porque al parecer la falla Nogales actúa como barrera
limitante (Rosas y Olguín, 1981).
En la zona han ocurrido algunas explosiones
hidrotermales, de las cuales, la última reportada
ocurrió el 19 de mayo de 2000 a las 23 horas, en uno
de los predios del poblado de El Salitre. Una exhalación
vertical brusca de agua y lodo, que se elevó hasta una
altura de 10 m, dejó un pequeño cráter de 3 por 2.5
m de diámetro, 0.80 m de profundidad, y un depósito
de lodo de aproximadamente 80 m3. En el fondo del
cráter quedó al descubierto el nivel freático constituido
de agua con lodo a una temperatura de 90 °C. El cráter
originado por la explosión quedó alineado con cuatro
pequeños cráteres de menores dimensiones, que
afectaron otros predios aledaños, en una dirección
NW-SE. El evento duró unos 45 minutos (Casarrubias,
2000).
Una explosión hidrotermal puede ser el preludio de
la aparición de un géiser auténtico. Estas explosiones

Cuadro 2. Temperaturas geotermométricas y composición isotópica de aguas termales de Ixtlán de los Hervores.

Geotermómetros (temperatura en °C) Composición isotópica en ‰

Muestra
K/Na Na/K NaKCa SiO2 AD SiO2 CD δD δD

18-El Salitre (M) 175 156 160 173 183 - 65.2 - 6.7
19-El Salitre (M) 193 175 172 183 200 - -
20-El Salitre (M) 176 158 159 169 179 - -
21-El Salitre (M) 206 188 178 177 192 - -
22-El Salitre (M) 200 182 173 180 195 - 60.0 - 4.7
23-El Salitre (M) 198 180 175 176 191 - -
24-El Salitre (M) 186 168 165 163 174 - 63.4 - 6.0
26-Ixtlán (M) 215 199 197 200 218 - -
27-Ixtlán (M) 169 150 153 184 197 - -
28-Ixtlán (M) 205 188 179 196 211 - -
29-Ixtlán (M) 220 204 198 208 226 - 49.1 - 0.7
30-Pozo Ixtlán 1 201 184 179 184 200 - 61.9 - 6.4

(M): manantial, AD: adiábtico, CD: conductivo. Datos obtenidos de Tello (1986a).

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Cuadro 3. Minerales de alteración, tipo de fluido, temperatura y pH en el pozo Ixtlán 2.

Mineral de alteración Tipo de fluido Temperatura pH

Sínter Clorurado sódico y mezcla < 100 °C Neutro a alcalino

Clorita/esmectita con fluidos sulfatados ácidos < 200 °C Neutro a ácido
Fluido hirviente o en Neutro a alcalino
Calcita Rango no definido
enfriamiento rico en CO2
Cuarzo > 200 °C Neutro
Clorurado sódico
Laumontita < 220 °C

ocurren cuando el fluido hidrotermal del subsuelo Resultados y discusión

asciende hacia la superficie, pero es detenido por una
barrera impermeable. Si la presión del fluido supera
la presión de confinamiento de la roca impermeable o
sello, se produce una explosión, y si el suministro de
fluido desde el acuífero hidrotermal es constante y con
suficiente presión, se forma un géiser, de tipo intermitente
o no. En la explosión del año 2000 en Ixtlán, la presión
sólo permitió la formación de un manantial termal en el
cráter.
Pozo Ixtlán 1 (el “Géiser de Ixtlán”)
Litología del pozo Ixtlán 2
El pozo Ixtlán 2 se localizó a cien metros de distancia del
pozo Ixtlán 1, siguiendo la traza de la falla Ixtlán-Encinal.
El objetivo de la perforación era lograr un flujo continuo
de agua a presión que reemplazara al anterior “Géiser
de Ixtlán”.
Foto 1. Apertura del pozo Ixtlán 2 (cortesía de Jaime Cabrera).

El pozo se perforó en 1957 a 1.5 km del poblado de

Ixtlán de los Hervores, habiéndose decidido el sitio de
perforación con base en un estudio de fracturamiento
a cargo del Comité de Estudios de la Industria Eléctrica
Mexicana. Tenía el objetivo de verificar la influencia
estructural de la falla Ixtlán-Encinal en el cruce con
la falla Nogales, sobre las manifestaciones termales
(Casarrubias y Otero, 1997), y se había programado a una
profundidad superior a los cien metros. Sin embargo, al
llegar a los 49.5 metros de profundidad, el pozo empezó
a fluir por sí mismo, haciendo muy difícil controlar el
flujo para continuar la perforación, por lo cual se decidió
terminarlo a esa profundidad. A partir de entonces, el
pozo empezó a ser conocido como el “Géiser de Ixtlán”,
y se convirtió en un atractivo turístico local.
La columna litológica atravesada por el pozo Ixtlán
1 consiste de una alternancia de arcillas, basaltos,
lutitas, arenas finas y caolín (Casarrubias y Otero, 1997),
que pueden considerarse como parte del paquete
de sedimentos lacustres del Plioceno Medio. El agua
producida por el pozo es de tipo clorurado sódico con
pH de 8, y concentraciones de sílice del orden de las
266 ppm y de boro de 11 ppm, con temperatura de unos
65 °C. La composición química del agua se incluye en
el cuadro 1, y las temperaturas de fondo, calculadas
mediante geotermometría, se presentan en el cuadro 2
(Tello, 1986b).

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El pozo manifestó flujo hidrotermal desde su
terminación, instalándosele dos líneas de descarga de
50.8 mm (2”) de diámetro en las salidas del carrete,
con una presión y temperatura de cabezal de 28 psi (2
bars) y de 127 °C, respectivamente. Después, el pozo se
dejó fluir verticalmente a través de una tubería de 254.0
mm (10”), levantando una columna de agua y vapor de
unos 20 m de altura (foto 1). Al final se cerró la válvula
maestra, dejando al pozo fluir por las dos líneas del
carrete (Gallegos y Cabrera, 2005).
De acuerdo con el estudio petrográfico, los
primeros nueve metros de profundidad del pozo Ixtlán
2 corresponden a depósitos aluviales recientes, debajo
de los cuales se definieron dos paquetes litológicos bien
diferenciados, que se correlacionan con las unidades
aflorantes de sedimentos lacustres del Plioceno Medio,
y con los basaltos y andesitas del Mioceno Tardío
(ilustración 3).
Sedimentos lacustres del Plioceno Medio
Entre los 9 y 78 m de profundidad, el pozo atravesó un
paquete de sedimentos compuestos de argilitas, con un
elevado grado de compactación, y cantidades variables
de limos, arenas y algunas gravas.
Dentro de la arcilla primaria depositada in situ en
la cuenca lacustre predomina la montmorillonita. Las
arenas están constituidas por fragmentos de rocas
volcánicas, como basaltos y andesitas, con escasos
fragmentos de rocas riolíticas. Se observó además
material bituminoso y tallos de vegetales preservados
(ver fotomicrografía 1).

Ilustración 3. Litología y mineralogía secundaria encontrada en el pozo Ixtlán 2.

Profundidad Unidad
Descripción litológica
(m) y litología litológica
0
9 Aluvión del
Depósitos aluviales.
Cuaternario

Sedimentos lacustres constituidos por argilitas, argilitas limolíticas, argilitas

Sedimentos
limolítico-arenosas e incluso conglomeráticas. La arcilla lacustre predominante
50 lacustres
de la argilita es montmorillonita. Los fragmentos de limo, arena y grava son
del Plioceno
de rocas volcánicas como andesitas, basaltos, riolitas vítreas y tobas.
78 Medio
Eventual presencia de materia orgánica o bituminosa.

100
Andesitas basálticas y basaltos de varias categorías texturales; hialopilíticas Basaltos y
vesiculares, amigdaloides, intersertales e intergranulares y aun ofíticas en andesitas
los basaltos. Alta intensidad de alteración hidrotermal, pero también alteración del Mioceno
deutérica o postmagmática. Tardío
150
159

Minerales de alteración hidrotermal (cifras en porcentaje)

0
9 C
l
o
r
Z i
50 C
P e C t
a a Alteración
i o u
78 l Montmorillonita total
r l a /
c
i i r E
i
t t z m
100 t 27%
a a o e
a
s c
15% t
i
150 t
159 a
0 50 0 20 0 30 0 30 0 50 0 50 100

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Fotomicrografía 1. Pozo Ixtlán 2 (21 m de profundidad). Argilita
lacustre con fragmentos de arena de rocas volcánicas.
Se advirtieron diminutas grietas en rocas arcillosas
originadas por la pérdida de agua de los sedimentos
expuestos al sol. La presencia de estas grietas en
todo el intervalo lacustre, sin mayor correlación con
la profundidad, indica que pueden ser sedimentos
marginales originados con tirantes de agua muy
pequeños y fluctuantes.
Andesitas basálticas y basaltos del Mioceno Tardío
Entre los 78 metros y la profundidad total del pozo
(159 m), se atravesó un paquete compuesto por
intercalaciones de andesitas basálticas y basaltos. Las
andesitas son generalmente más vítreas que los basaltos
y muestran texturas porfídicas con matrices hialopilíticas
e intersertales, con abundantes vesículas que se
encuentran a veces rellenas de minerales secundarios
como zeolitas. La mineralogía modal de estas rocas se
puede expresar así: plagioclasa (andesina) > augita >
vidrio > magnetita.
Los basaltos son de textura intergranular graduando
a ofítica; su mineralogía modal consiste de plagioclasa
(andesina-labradorita) > augita > magnetita (ver
fotomicrografía 2). Estos basaltos parecen las partes
menos evolucionadas y las andesitas básicas las más
diferenciadas del magma original que produjo ambos
tipos de roca.
Mineralogía hidrotermal en el pozo Ixtlán 2
Los minerales de origen hidrotermal encontrados e
identificados en el pozo Ixtlán-2 son calcita, pirita, zeolita,
68 ingeniería hidráulica en méxico/octubre-diciembre de 2007
Fotomicrografía 2. Pozo Ixtlán 2 (110 m de profundidad).
Basalto de augita con textura porfídica y matriz intergranular.
Se observan grandes cristales de plagioclasa (al centro)
rodeados de prismas alargados de plagioclasa dispuestos en
poligonales triangulares con insertos de augita.
cuarzo, clorita/esmectita y escasa montmorillonita
(ilustración 3). Aparecen a partir de los 21 m de
profundidad, en la unidad lacustre, rellenando las grietas
de deshidratación u otro tipo de oquedades, como los
planos de laminación. En la unidad volcánica, además
de rellenar cavidades, los minerales hidrotermales se
presentan reemplazando minerales primarios, lo cual
implica una prolongada interacción agua-roca.
Los minerales hidrotermales ocurren a partir de
los 21 metros de profundidad, con excepción de la
montmorillonita, que se observó únicamente alrededor de
los 105 y 153 m de profundidad (ilustración 3).
La calcita es un carbonato de calcio (CaCO3) común
en ámbitos hidrotermales. En el caso del pozo Ixtlán
2, es más abundante en la unidad volcánica (22% en
promedio) que en la unidad sedimentaria (promedio de
12%, ilustración 3). Se presenta en forma de cristales
idiomórficos a hipidiomórficos y asociada con cuarzo,
zeolitas y pirita. Predomina rellenando cavidades y, con
menor frecuencia, reemplazando minerales primarios.
La pirita (FeS2) es igualmente común en sistemas
hidrotermales y es indicativa de actividad magmática.
Su presencia implica disponibilidad de H2S, que
proviene directamente del magma (Arnórsson, 2000).
Suele encontrársele oxidada, sobre todo en sistemas
geotérmicos activos en ebullición, sin que esto
signifique necesariamente que sea un mineral formado
en etapas previas del sistema geotérmico o que haya
sido oxidado por influencia de agua fría recientemente
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infiltrada. Presenta un hábito cúbico y se le observa
diseminada entre los 9 y 115 metros de profundidad, en
concentraciones promedio de un 9% y con máximos de
15%. Su concentración disminuye rápidamente después
de alcanzar su máximo, hasta desaparecer a partir de los
115 metros debido probablemente a un menor aporte de
fluidos magmáticos (ilustración 3). La pirita representa
una fase tardía en las paragénesis observadas (ver
fotomicrografías 3 y 4).
Fotomicrografía 3. Pozo Ixtlán 2 (51 m de profundidad).
Minerales de clorita/esmectita, cuarzo (cristales gris claro
idiomórficos bipiramidales hexagonales) y pirita (opaca
cuadrada), rellenando oquedades.
Fotomicrografía 4. Pozo Ixtlán 2 (72 m de profundidad). Cuarzo
gris claro (en el borde), zeolitas (laumontita) de color gris
claro y oscuro en cristales idiomórficos alargados y pirita
(opaca, idiomórfica, cuadrada y subhexagonal), rellenando una
oquedad en la argilita lacustre.
ingeniería hidráulica en méxico/octubre-diciembre de 2007
Fotomicrografía 5. Pozo Ixtlán 2 (102 m de profundidad).
Cristales idiomórficos y subidiomórficos de laumontita,
mostrando una y dos direcciones de exfoliación y,
probablemente, textura cataclástica.
Las zeolitas (laumontita: CaAl2SiO10.4H2O) son
tectosilicatos cálcicos del grupo lamelar que contienen
agua en sus moléculas. En las rocas del pozo Ixtlán
2, las zeolitas se presentan en cristales idiomórficos
tabulares, con una o dos direcciones preferenciales
de exfoliación, que en ocasiones parecen deformados
por efectos de fricción tectónica (ver fotomicrografías
4 y 5). Están asociadas con el cuarzo, la clorita/
esmectita y la pirita, y se depositan en espacios vacíos
sin reemplazar a minerales primarios. Ocurren en
porcentajes promedio del 7% entre los 9 y 105 metros
de profundidad, y del 15% entre los 105 y 159 metros
de profundidad (ilustración 3).
El cuarzo es un mineral muy frecuente en ambientes
geotérmicos. En el pozo Ixtlán 2 se le encuentra en forma
microcristalina en hábitos desde xenomórficos hasta
idiomórficos. La frecuente ebullición que ha ocurrido en
el área se refleja en la variedad idiomórfica ‘diente de
perro’, que es una reminiscencia del hábito bipiramidal
hexagonal. El cuarzo está asociado con las zeolitas y con
la clorita/esmectita, y se depositó predominantemente
rellenando cavidades (ver fotomicrografías 3 y 4). Los
porcentajes de abundancia del cuarzo a lo largo del pozo
son bastante irregulares, desde mínimos de 2% hasta
un máximo de 27%, a los 95 metros de profundidad
(ilustración 3).
La clorita y la esmectita son filosilicatos o silicatos
hojosos hidratados. En las muestras del pozo Ixtlán 2
estudiadas al microscopio resultó imposible diferenciar
una de otra, por lo cual se reportan en conjunto. La clorita/
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esmectita se presenta en agregados cristalinos muy
finos, eventualmente como un manchón verdoso (ver
fotomicrografía 3), y está asociada muy estrechamente
con el cuarzo. En la unidad sedimentaria, los porcentajes
son bajos (un promedio de 7%), pero en la unidad
volcánica, el porcentaje de abundancia es del 28%, con
mínimos de 5% y máximos del 46% (ilustración 3).
El cálculo del porcentaje de alteración total de las
rocas permite diferenciar tres intervalos generales
(ilustración 3): sin alteración de los 0 a los 21 metros
de profundidad; con un máximo de 50% de alteración
entre los 21 y los 78 m, y con un porcentaje de hasta
95% entre los 78 m y el fondo del pozo. En este último
intervalo destaca la inflexión que ocurre hacia los 115 m
de profundidad, donde el porcentaje de alteración total
se reduce a un 30%, y que coincide con la reducción de
la calcita y de la clorita/esmectita, la desaparición de la
pirita y el incremento de las zeolitas (ilustración 3). Esto
fue probablemente ocasionado por una interrupción
o una disminución temporal en el aporte de fluidos
geotérmicos profundos, causada, a su vez, por procesos
de autosellamiento.
La asociación mineralógica dominante en las rocas
del pozo Ixtlán 2 es cuarzo + zeolitas (laumontita) +
calcita + pirita + clorita/esmectita. Esta asociación
se ha formado a partir de fluidos clorurados sódicos
a temperaturas inferiores a 225 °C, de acuerdo con el
termoindicador laumontita (Bird et al., 1983; Browne,
1990; Reyes, 1990). Esta temperatura es congruente
con las temperaturas de fondo calculadas por la
geotermometría de fase líquida (ver cuadro 2) y de fase
gaseosa (218 °C).
Los fluidos hidrotermales, con pH neutro y en
condiciones de ebullición reaccionaron con los basaltos
y andesitas calcoalcalinos del subsuelo, dando lugar al
sistema CaO-Al2O3-SiO2-K2O-H2O+/-CO2+/-H2S. Los
óxidos de calcio, aluminio, sílice y potasio son aportados
por las rocas huésped, mientras que el bióxido de
carbono y el ácido sulfhídrico por los propios fluidos.
La zeolita laumontita se formó de acuerdo con la
reacción siguiente:
CaAl2Si2O8 (plagioclasa cálcica) + 2SiO2 (sílice) + 4H2O
(agua) = CaAl2SiO10.4H2O (laumontita).
La formación de calcita depositada por ebullición en
una columna de fluido ascendente (up-flow) de acuerdo
con su textura y estilo de depósito, se puede ilustrar
mediante la siguiente reacción:
CaAl2Si2O8 (plagioclasa cálcica) + CO2 = CaCO3
(calcita) + arcillas (clorita/esmectita).
70 ingeniería hidráulica en méxico/octubre-diciembre de 2007
La pirita es una fase mineral que se ha formado a
expensas del hierro de los óxidos primarios, con el
H2S procedente del magma en enfriamiento. El cuadro
1 ofrece un resumen de la mineralogía hidrotermal
encontrada en el pozo Ixtlán 2 y de su interpretación.
Modelo hidrogeológico conceptual preliminar
La zona geotérmica de Ixtlán de Los Hervores presenta
características de un sistema de zona de fractura
amplia (wide-fracture zone system) (Hochstein, 1993),
que contrasta con aquellos denominados de zona de
fractura angosta (narrow-fracture zone system), como el
de la zona geotérmica de Araró, Michoacán (Viggiano y
Gutiérrez, 2003). La diferencia fundamental entre ambos
es la anchura de la zona de fractura: en el primero, la
anchura es mayor de 100 m y en el segundo es menor.
En el caso del sistema de Ixtlán, la zona de fractura tiene
un ancho de unos 500 m de acuerdo con la principal
anomalía resistiva encontrada por la CFE (Departamento
de Exploración, 1990).
Además de una zona de fractura con anchura mayor
de cien metros, los sistemas geotérmicos de zona de
fractura amplia presentan las siguientes características y
propiedades (Hochstein, 1993):
• La permeabilidad vertical usualmente es menor que
en las zonas de fractura angosta debido a que el
depósito superficial o muy somero de minerales de
alteración forma barreras locales contra la infiltración
de agua fría superficial.
• Los manantiales de agua hirviente sólo ocurren en la
zona de fractura, desapareciendo fuera de ella.
• Los fluidos geotérmicos llegan a través de fallas
profundas diferentes a la principal o bien a través
de otros segmentos diferentes de la misma falla
principal. Es decir, la falla principal asociada con
el sistema no suele ser el conducto alimentador
profundo.
• La cámara magmática que constituye la fuente de
calor usualmente está ubicada directamente debajo
de la zona de descarga o up-flow.
• Presentan temperaturas entre 125 y 225 °C, con
un potencial geotérmico al menos medio orden
de magnitud mayor que los sistemas de zona de
fractura angosta.
El sistema geotérmico de Ixtlán de los Hervores
muestra varias de esas características, puesto que
presenta depósitos superficiales de sínter que han
silicificado parcialmente a los sedimentos lacustres.
Los manantiales termales también están estrechamente
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asociados con la zona de fractura, en una franja de
unos 1.5 km de largo, paralela a la traza de la falla Ixtlán-
Encinal, entre los poblados de Ixtlán y El Salitre; afuera
de esta zona no se encuentran más manifestaciones
termales, ni aun en la cercanía de la traza de la falla.
Asimismo, el rango de temperaturas determinado
de acuerdo con la mineralogía hidrotermal y la
geotermometría de fase líquida (cuadro 2) y gaseosa
queda comprendido entre los 125 y 225 °C.
Asumiendo que el sistema geotérmico de Ixtlán es un
sistema de zona de fractura amplia, se elaboró el modelo
hidrogeológico conceptual preliminar, cuyo esquema
se presenta en la ilustración 4. Se postula la probable
existencia de un sistema geotérmico en el subsuelo,
alineado a profundidad con la zona de manantiales
termales.
El sistema está alojado en el paquete de rocas
volcánicas y consiste de fluidos de tipo clorurado sódico
de pH neutro, con temperaturas entre 125 y 225 °C,
que reaccionan con las rocas basálticas y andesíticas
subalcalinas y calcoalcalinas como parte de un sistema
termodinámico de líquido dominante (de acuerdo con el
concepto de Simmons y Christenson, 1994). Los fluidos
geotérmicos ascienden hacia la superficie a través de
los planos abiertos de falla y de fractura. Al encontrar el
acuífero somero contenido en el paquete sedimentario,
son diluidos antes de alcanzar la superficie y manifestarse
como manantiales de agua caliente con depósitos de
sínter.
Ilustración 4. Modelo esquemático del probable sistema
geotérmico en Ixtlán de los Hervores.
Manifestaciones termales Infiltración
Pozo Ixtlán 2
Sedimentos lacustres
(acuífero somero)
ZF
Rocas
volcánicas N
0 Conclusiones
(km)
Descarga
vertical Lm
(up-flow)
Recarga
Yacimiento Ep
profunda
(mezcla de
fluidos y agua) (agua meteórica)
Fluidos
magmáticos
Magma
10 (?)
Lm: isograda de la laumontita (~ 125 ˚C) ZF: zona de fractura
Ep: isograda de la epidota (≥ 225 ˚C) Esquema sin escala
El sínter se presenta inicialmente en forma de sílice
amorfa e hidratada, pero con el tiempo se cristaliza
y deshidrata. Los depósitos de sínter contribuyen
al endurecimiento de los sedimentos lacustres,
convirtiéndolos en una capa sello, que cuando es
atravesada por una barrena (como en el caso del pozo
Ixtlán 2) da lugar al escape súbito de fluidos. En otras
ocasiones, la presión de los fluidos puede rebasar la
presión de confinamiento y provocar una explosión
hidrotermal como las documentadas en el área.
La asociación mineralógica encontrada en las rocas
del pozo Ixtlán 2 es típica de la facies zeolítica, cuyo
mineral índice es la laumontita (Winkler, 1978). Cabe
suponer que si el pozo se hubiese profundizado más
se habrían encontrado minerales típicos de la facies de
epidota-wairakita que ocurren a temperaturas iguales
o mayores de 225 °C, como se ha esquematizado en
la ilustración 4. Es poco probable, sin embargo, la
formación de asociaciones mineralógicas de facies de
mayor temperatura a profundidades mayores, como la
facies de anfíbol, puesto que las máximas temperaturas
de equilibrio no parecen rebasar los 226 °C (cuadro 2).
Un yacimiento geotérmico con temperaturas del orden
de 220 °C puede utilizarse para generar energía eléctrica
con unidades turbogeneradoras a condensación o a
contrapresión. Las unidades de este tipo que operan
actualmente en los campos geotérmicos mexicanos de
tipo volcánico, como los de Los Azufres, Michoacán, y
Los Humeros, Puebla, funcionan con vapor geotérmico,
cuyas temperaturas y presiones de entrada son de 170
a 180 °C, y de 7.5 a 8 bars, respectivamente. Los fluidos
del yacimiento también pueden aprovecharse en muchos
usos directos, como en el desarrollo de balnearios
y spas, la deshidratación de frutos y legumbres, el
secado de madera, la producción de flores y legumbres
en invernaderos, y la cría de ciertos tipos de peces a
temperatura controlada, entre otros.
Falla
Ixtlán- En el subsuelo de la zona geotérmica de Ixtlán de los
Encinal Hervores es probable la existencia de un yacimiento de
tipo de zona de fractura ancha, que corresponde a un
segmento de la falla Ixtlán-Encinal, de unos 500 m de
anchura por 2 000 m de longitud. Esta zona se localiza
entre los poblados de Ixtlán y El Salitre, donde se
encuentran las manifestaciones termales y las zonas de
alteración superficial, coincidiendo con la más importante
anomalía resistiva. La anchura de esta zona de fractura
constituye la descarga vertical o up-flow del sistema.
Desde el punto de vista topográfico, se trata de un
yacimiento de bajo relieve, cuyo nivel freático es muy

ingeniería hidráulica en méxico/octubre-diciembre de 2007 71

 Viggiano-Guerra, J.C. y Gutiérrez-Negrín, L.C.A., Estudio petrográfico y modelo conceptual preliminar de la zona geotérmica de Ixtlán de...
somero (tres metros de profundidad), constituido por
fluidos neutros clorurados-sódicos y sobresaturados
en sílice en su descarga. Estos fluidos van formando
depósitos superficiales de sínter, el cual ha contribuido a
silicificar y endurecer los sedimentos lacustres, formando
la capa sello del sistema geotérmico.
En el pozo Ixtlán 2, entre los 21 y los 159 metros de
profundidad, se encontró una asociación de minerales
hidrotermales formada por laumontita + cuarzo + calcita
+ clorita/esmectita + pirita. Estos minerales se han
formado por la interacción de fluidos hidrotermales en
ebullición y rocas basálticas y andesíticas subalcalinas
y calcoalcalinas, a temperaturas entre 125 y 225 °C, y
diluidos por agua meteórica. Los minerales son típicos
de la facies zeolítica del metamorfismo regional.
El probable yacimiento geotérmico tiene temperaturas
moderadas (máxima de 225 °C) y está restringido a la
zona de fractura ancha. A mayor profundidad de la que
alcanzó el pozo, pero dentro de la zona de descarga,
es factible encontrar asociaciones típicas de la facies de
epidota-wairakita. Un yacimiento de este tipo se puede
aprovechar para generar energía eléctrica con plantas
geotermoeléctricas convencionales y/o para usos
directos.
Se considera recomendable reanudar los estudios de
exploración en la zona, con miras a localizar y perforar
un pozo exploratorio profundo. Estos trabajos deberían
enfocarse a detallar las características tectónicas,
estructurales y microestructurales de la zona, a fin de
ubicar el pozo con las mejores probabilidades de éxito.
Recibido: 27/10/2006
Aprobado: 15/01/2007
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Abstract

VIGGIANO-GUERRA, J.C. & GUTIÉRREZ-NEGRÍN, L.C.A. Petrographic study and preliminary conceptual
model of the Ixtlán de los Hervores geothermal zone, Michoacán, Mexico. Hydraulic engineering in Mexico (in
Spanish). Vol. XXII, no. 4, October-December, 2007, pp. 61-73.

Petrographic studies of cuttings from the shallow well Ixtlan 2, drilled in the Ixtlán de los Hervores geothermal
zone, State of Michoacan, Mexico, at a maximum depth of 159 meters, together with results of previous
exploration studies, allow to delineate a preliminary conceptual model of the probable geothermal system. It is
formed by a wide-fracture zone system, with low topographic relief and shallow water level. Its hydrothermal fluids
are of sodium-chloride type, neutral pH, silica oversaturated in the discharge and with temperatures between
125 and 225 °C, based on the geothermometry and the hydrothermal mineral assemblage encountered in the
well. The assemblage of laumontite + quartz + calcite + chlorite/smectite + pyrite is typical for the zeolitic
facies, beneath of which it is possible to encounter the epidote-wairakite facies, with higher temperatures. The
favorable conditions of the zone allow to recommend continuation of exploration in the same.

Keywords: geothermal exploration, petrography, hydrothermal mineralogy, conceptual hydrogeological

model, Ixtlán.

Dirección institucional de los autores:

Ing. Julio C. Viggiano-Guerra

Ing. Luis C.A. Gutiérrez-Negrín

Comisión Federal de Electricidad,

Gerencia de Proyectos Geotermoeléctricos,
Alejandro Volta 655,
58290 Morelia, Michoacán, México,
teléfono: + (52) (443) 322 7072,
julio.viggiano@cfe.gob.mx,
luis.gutierrez03@cfe.gob.mx,
l.g.negrin@gmail.com

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