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Lupercalia – la verdad de san Valentín

Esta fiesta del Día de los Enamorados, llena de corazones y bombones tiene su origen en lo
que los antiguos romanos denominaban “Lupercalia”. Esta fiesta era celebrada el 15 de Febrero
en honor al Fauno Luperco. Su nombre viene debido a que el corazón de esta fiesta se centraba
en Lupercal, una gruta que se encuentra en el monte Palatino (lugar donde vivía Luperca, la
loba que alimentó a los hijos gemelos de Marte. De ahí deriva el nombre, nada que ver eso que
aparece por ahí, de que así los romanos buscaban “protegerse de los lobos…”) apunta
directamente a lo sexual, a la fertilidad y viene con sangre y azotes incluidos.
No “simboliza” nada, es crudo y al grano. Durante los años del emperador Augusto, las
Lupercales tuvieron un mayor énfasis, puesto que este gobernante dictó leyes que prohibían y
castigaban el celibato. La fiesta estaba a cargo de los Lupercos, un colegio sacerdotal, que era
elegido anualmente. El Ritual de Lupercales tenía más o menos esta conformación:
1 – Se sacrificaban cabras, un perros o machos cabríos en la entrada del Lupercal. En ese
momento dichos animales eran sagrados, ni siquiera el oficiante del rito podía tocarlos para no
“mancharlos”. Luego, era el momento de las ofrendas y los cánticos en honor al Fauno.
Finalmente, el sacerdote oficiante ungía con sangre la frente de dos jóvenes castos. En
ocasiones “limpiaban” el cuchillo ensangrentado en la frente de estos jóvenes, en otras
limpiaban el cuchillo con lana de oveja empapada en Leche. Esto de la leche tiene un profundo
significado y una importancia inmensa, puesto que el rito se oficiaba en la caverna donde la
Loba Luperca amamantó a los gemelos fundadores. Era signo de fertilización y crecimiento,
Con el mismo líquido que los fundadores del imperio fueron criados, se limpiaban los cuchillos
del sacrificio!
2 – Los Lupercos le quitaban la piel a los animales sacrificados, y la cortaban en tiritas largas.
Se las entregaban a los festejantes y ellos con eso se hacían látigos y taparrabos y se lanzaban
a correr cerro abajo, por el Palatino, dando de latigazos a todos los que se cruzaran en su
camino. Las mujeres se ofrecían para ser azotadas, debido a la creencia de que de este modo
su fertilidad se incrementaba y podían dar a luz sin inconvenientes. Incluso había poemas y
escritos que hablan de que la influencia de los “Azotes de Lupercalia” en la fertilidad femenina
eran más poderosos que los conjuros y pociones de las hechiceras
3 – Luego de este cruento desfile de dolorosos latigazos y salpicaduras de sangre, se celebraba
un banquete con la carne de los animales sacrificados, pero sólo entre los Lupercos, y así
finalizaba la fiesta pública del sacrificio. A pesar de que en el año 100 ac la fiesta ya era
considerada “licenciosa”, fue en el 345 dc que la fiesta comenzó a ser fuertemente cuestionada,
debido al dictamen del emperador Teodosio, que declara “ilegal” al paganismo, y condena a
muerte la adoración de “ídolos”, los sacrificios e incluso el mero hecho de visitar el templo de
alguna deidad pagana antigua. El colegio de Lupercos desaparece, y la fiesta de Lupercalia
comienza a distorsionarse. La desaparición definitiva vino con el Papa Gelasio (492 – 496),
quien decretó la prohibición absoluta de ESTA festividad.
Como los Lupercos habían desaparecido, los “Paganus” continuaban celebrando la fiesta, pero
ya los cantos en honor al dios Pan y al Fauno habían sido reemplazados por canciones
consideradas “licenciosas y festivas”. Fue este señor, el papa Gelasio I, quien instituyó la fiesta
de “San Valentín”, obviamente no como la conocemos ahora, sino que se basó en leyendas que
se narraban en torno a este “santo del amor”, para consagrar su día al amor puro y la devoción
del matrimonio cristiano.

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