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3 Contra Cultura
3 Contra Cultura
CONTRACULTURA
Y UNDERGROUND1*
1. LA CONTRACULTURA
Frente a la ética clásica, sobre todo frente a la moral kantiana, esto es, la moral
del deber de la época moderna, surge una serie de pensadores que Victoria
Camps coloca dentro de las anti-éticas. Las antiéticas serían filosofías muy
1*
Sacado de: Memorias II Congreso de Filosofía. Caldas-Antioquia. (Julio 30), 1997. p. 257-290
2
DE VILLENA, Luis Antonio. “Contracultura”. En: F. Savater. L.A. Villena, Heterodoxias y
contracultura. 2ª ed. Barcelona: Montesinos, 1989. p. 90.
3
RACIONERO, Luis. Filosofía del underground. 5ª. Ed. Barcelona: Anagrama, 1987. p. 10
4
CAMPS, Victoria. Más allá del bien y del mal. En: La imaginación ética. Barcelona: Seix Barral,
1983.
2
Estas antiéticas plantean que hay un mal general y que hoy que buscar la
salvación por una determinada vía con el propósito de llegar a una meta. En el
caso de Spinoza, el mal sería una desorientación o desubicación del hombre y la
causa estaría en la ignorancia. Spinoza propone, por así decirlo en términos
simplistas, una reforma del entendimiento para llegar a la meta de un hombre
sabio.
Del mismo modo, Marx encontraría que el problema está en la sociedad (es decir,
el hombre en Spinoza, la humanidad en Nietzsche y la sociedad en Marx).
Estamos ante una sociedad de clases, o sea, una sociedad injusta, viciada y
corrupta. La causa de ese mal sería la explotación económica, de acuerdo con la
tesis de Marx de que es lo económico lo determinante en última instancia.
Para acabar con ese mal y destruir dicha causa, la solución que propone el
marxismo es una revolución de orden social y político. Y la meta, una sociedad sin
clases, lo que se ha llamado el comunismo.
1.2 LA JUVENTUD
Antes de los años 60 no existía la juventud, existían los jóvenes, pero estos
jóvenes no lo eran en el sentido estricto de la palabra, según el análisis que hace
José Luís Aranguren5. Antes de los años 60, sólo existían jóvenes preadultos o
jóvenes adultos. Los jóvenes pre-adultos son aquellos que intentan copiar el
5
ARANGUREN, José Luís. Bajo el signo de la juventud. Barcelona: Salvat, 1985
4
modelo de los adultos. Se plantea una relación entre el joven y el adulto, igual o
similar a la que se establecería entre el aprendiz y el maestro en un arte particular.
En este caso, el aprendiz trata de seguirle el paso al maestro y tal vez con la
esperanza de reemplazarlo algún día, pero ya su mentalidad está orientada por la
imagen, pro el modelo del maestro.
Los jóvenes adultos aparecen, según José Luís Aranguren, en los años 50. la
causa es la Segunda Guerra Mundial. En la Primera Guerra se nota un esfuerzo
por parte de los adultos de canalizar los sentimientos y aspiraciones públicas de
los jóvenes. Y entonces se conforman movimientos políticos para los jóvenes,
movimientos programados por adultos para captar a los jóvenes. Con la Segunda
Guerra Mundial, los jóvenes comienzan a sospechar y a retirarse de los ideales
políticos de los adultos. Entonces recurren a lo que Aranguren llamó “el retiro a la
vida privada”: los jóvenes se preocupan por realizarse profesionalmente y llevar
una vida familiar más o menos satisfactoria. Pero, aunque se apartan de lo
público, sin embargo exhiben un comportamiento más o menos adulto en el
sentido en que transan o aceptan las normas o patrones de vida del sistema.
Entonces eso es lo que justifica que los jóvenes de los 50 no sean llamados
“jóvenes jóvenes”.
El rock es un fenómeno de los 60, el cual inicialmente se llama pop porque llega a
impactar en las listas. Uno podía seguir el movimiento del rock a través de pop
ten. Los Beatles sustituían a Elvis Presley en las listas y la mayoría de los grupos
británicos de los años 60 alcanza altas posiciones en las listas, pero para nosotros
5
este pop es rock. El rock rompe con el rock and roll y con una serie de
manifestaciones musicales que le preceden.
Si hacemos una breve historia del rock, podríamos decir que tiene un origen
próximo y un origen remoto. El origen remoto es el grito de los negros cuando
fueron secuestrados, sacados de su cultura, de su tierra y fueron trasladados a
América como esclavos. Valgámonos de una analogía: si a un niño lo secuestran y
se lo permiten, grita, pero no grita todo el tiempo; cuando ya esté en un sitio de
reclusión, ese grito se transformará en un lamento, en un susurro, en un gesto
silencioso, pero todo eso en el fondo será un grito de recluso, de protesta, un grito
de tristeza. Lo mismo ocurrió con ese grito inicial de los negros desalojados de su
cultura, de su tierra y traídos a América como esclavos. Ese grito se transformó
después en canciones de trabajo, en espirituales, es gospels, es decir, en
canciones religiosas y luego se transformó en una especie de música, que se
llamó blues, obviamente en una música triste, nostálgica. Ese blues, que aparece
en las plantaciones donde estaban los esclavos, tiene un cierto encanto, un aire
seductor y por eso será llevado después a las ciudades con una mayor
instrumentación. Ya ese blues llevado a la ciudad lo llaman rhytm ‘n’ blues, que es
como un blues urbano.
Ese blues urbano habla de los problemas de los negros, habla de la sexualidad,
del trabajo, es decir, de la situación misma del negro; ese blues comienza a ser
distribuido a través de las “race records”, música de negros. Pero la sociedad
capitalista olfatea siempre donde hay un buen negocio y entonces las marcas
nacionales comienzan a producir ese rhytm ‘n’ blues, pero ya cantado por blancos,
y a esto se llama rock and roll. Aparecen Elvis Presley, Buddy Holly, Carl Perkins,
en fin, una serie de cantantes blancos que tocan rock and roll.
Pero ese rock and roll es ya un blues degenerado, es tomado por la sociedad de
consumo y la industria del entretenimiento como música de baile. Más tarde
aparece el twist, en 1958, y luego una serie de ritmos bailables, como el jerk, el
6
Entendemos por rock una manifestación cultural hecha por los jóvenes y para
jóvenes. Con la cultura del rock, los jóvenes adquieren una identidad, un sentido
de “pueblo”, como dice Finkielkraut, y se sienten por primera vez protagonistas de
la historia, intentando relevar en el cargo de “la revolución” a los marxistas.
Hasta ahora estábamos acostumbrados a creer que la filosofía fuera algo teórico y
profundamente intelectual y racional. El proceso de descubrimiento, de divulgación
y de aceptación de una filosofía ha sido el siguiente: un hombre, un pensador,
elabora una concepción del mundo, o de la sociedad; si la teoría es bastante
persuasiva, se convierte en un relato que gana una serie de adeptos y se forma
entonces una escuela, un movimiento o un “ismo”; y entonces los filósofos se
integran a esos movimientos, a esas escuelas y eso genera transformaciones.
Pero los jóvenes de los 60 nos enseñan una nueva práctica de la filosofía: no son
primero las teorías, las concepciones intelectuales del mundo, sino las
experiencias; luego se puede hacer una reflexión sobre esas experiencias y esa
reflexión podría llamarse filosofía. Ésta, antes de ser un discurso o una teoría, es
una forma de vida, es una relación con la experiencia. Foucault es un ejemplo de
esa clase de filosofía. En su última época, Foucault llega a tener conciencia de
que la filosofía lo que tiene que hacer son problematizaciones; ya no analítica ni
teoría, sino simplemente problematizaciones y éstas provienen de ciertas
experiencias, como la sexualidad, el crimen, la cárcel. Esto explica que no haya un
pensador de los 60 (en plural). Veníamos hablando de Nietzsche, Spinoza y Marx
y de pronto le agregamos al esquema un plural: los jóvenes de los 60.
7
Los jóvenes de los 60 invierten la causalidad. Mientras que para Marx el mal es la
sociedad y la causa la explotación económica, para los jóvenes de los 60 la causa
es la sociedad y el mal la forma de vida de los adultos que se han integrado a una
sociedad capitalista que de producción y consumo y, como tal, sólo hace dos
exigencias a los individuos: producir y consumir. Producir ordenada,
disciplinadamente y consumir desmesuradamente. Si la producción genera
frustración, el hombre debe buscar gratificación a través del consumo. La
producción y el consumo son las mayores exigencias que la sociedad le hace a un
hombre.
Los jóvenes también piensan que hay una alienación en el consumo, puesto que
hay como una especie de trampa en el capitalismo. Se le plantea una especie de
libertad al individuo a través del consumo, pero como no le queda otra posibilidad
8
más que consumir, es una forma de libertad, pero al mismo tiempo una forma de
sometimiento.
Noten ustedes que la revolución es un concepto moderno; tiene que ver con lo
grande; se aplica a una gran cantidad de hombres, una gran cantidad de recursos,
un programa de orden universal. Es decir, tiene que ver con lo abstracto, mientras
la vida humana es algo concreto. Toda revolución exige el sacrificio de todos los
aspectos concretos del hombre, de la vida humana, por ideas abstractas, oscuras
y a veces manipuladas y difíciles de controlar. Los jóvenes de los 60 ven en la
revolución una forma de alienación; así también el trabajo, el estudio, la técnica,
es decir, valores inclusive aceptados dentro de la sociedad nuestra, pueden llegar
a ser forma de alienación.
Otra “causa del mal” son las instituciones modernas. Saben ustedes que uno
siempre tiene que estar en una institución y que todas las instituciones tienen la
misma estructura. Dice Deleuze: “Primero la familia, después la escuela (“ya no
estás en tu casa”), después el cuartel (“ya no estás en la escuela”), a continuación
la fábrica, cada cierto tiempo el hospital y a veces la cárcel, el centro de encierro
por excelencia”6. A pesar de que siempre se establece un salto de una institución
a otra, de alguna manera la institución anterior te prepara para la nueva, es decir,
si uno ha pasado por la universidad, uno está preparado para ir a la cárcel, porque
ambas son instituciones de encierro; hay un elemento común, un isomorfismo de
6
DELEUZE, Gilles. Conversaciones. Valencia: Pretextos, 1995. p. 277
9
Los jóvenes de los años 60 cuestionan directamente las instituciones. Por ejemplo,
a la familia la llaman una fábrica de neurosis. De la universidad dicen que es
cuestionable por dos aspectos aparentemente contradictorios: porque no tiene
nada que ver con lo que está pasando y porque tiene demasiado que ver con lo
que está pasando. En términos kantianos, esto es una antinomia. Las dos
proposiciones son válidas aunque aparentemente contradictorias. ¿Por qué la
universidad no tiene nada que ver con lo que está pasando? Por su excesivo
academicismo: los discursos de los profesores, los discursos universitarios son
“caspa” (en términos de los jóvenes de ahora”). Por eso no tiene que ver con lo
que está pasando; no afecta, no transforma, no mejora a nadie. Pero sí tiene que
ver con lo que está pasando porque la universidad se ha convertido en algo asó
como un tecnológico dedicado a producir la mano de obra cualificada necesaria
para la supervivencia del sistema. En este sentido sí tiene mucho que ver con lo
que está pasando.
También le hacen una crítica a instituciones como el ejército. Elvis Presley perdió
su prestigio entre los jóvenes cuando aceptó ir al ejército. Era un rebelde y se
convierte en un ciudadano modelo en Norte América. Pasa a ser colocado al lado
de los grandes como Sinatra o John Wayne. Él mismo termina de una manera
muy triste: gordo y cantando en las Vegas para los ejecutivos, para los yupis.
significa la supeditación del individuo a los intereses más altos del Estado. Para
los jóvenes de los 60, esta es una forma de imbecilidad7.
También se hace una crítica al trabajo. Noten ustedes que el trabajo nunca fue un
valor para los jóvenes. El trabajo es una institución y ésta representa un valor
propio de la sociedad capitalista y de los adultos. Antes, cuando yo empecé a
trabajar, era suficiente conseguir un trabajo; ahora la gente tiene que tener dos,
tres o cuatro trabajos. Un trabajo es una ocupación y al mismo tiempo genera una
preocupación y por eso es que estamos en un mundo completamente estresado.
El estrés tiene que ver con la velocidad, que es usada como una forma de poder y
de control. Paul Virilio dice que si el tiempo es oro, entonces la velocidad es poder.
La gente de una manera ingenua trabaja y trabaja, estudia y estudia pero eso es
una forma de control. Deleuze hace una diferencia: una cosa es estar cansado y
otra estar agotado. Cuando uno está cansado, aún le queda fuerza para hacer
algo; pero cuando está agotado, significa que ya no tiene tiempo ni espacio, ni
fuerza para hacer algo más. Si alguien trabaja todo el tiempo, está completamente
controlado. Insisto en que el trabajo es un valor de la sociedad capitalista, de una
sociedad de producción y consumo. Para los jóvenes, en cambio, es el ocio lo que
tiene valor. Tomemos dos canciones de épocas distintas. En los años 60, los
Rolling Stones hacen una versión de una canción, un blues que se llama I just
wanna make love to you (sólo quiero hacerte el amor). Dice: “Hoy no quiero
trabajar, hoy no quiero ir a la mina, sólo quiero hacerte el amor”. Hace poco, los
Auténticos Decadentes cantaron ésta: “Hoy no quiero trabajar, hoy no quiero ir a
estudiar, no me quiero casar, sólo quiero tocar la guitarra todo el día”. Eso quiere
decir que los jóvenes piensan en hacer el amor o tocar la guitarra todo el día y
esas son actividades ociosas o inútiles.
Tercera “causa del mal”: la visión moderna, la visión científica del mundo.
Podríamos decir que nuestra cultura está marcada con el signo de la ciencia y los
7
Cfr. HEGEL, George Wilhelm F. Lecciones sobre la filosofía de la historia universal. Barcelona:
Altaza, 1994. Tomo II. P. 509
11
1.4.2 Rebelión. Hemos analizado el mal y sus causas. Pasemos ahora a la vía de
la salvación, a la búsqueda de una salida. En el caso del marxismo, la salvación
se busca por la vía de la revolución política y social; sólo ésta puede solucionar el
problema de la división de la sociedad de clases. Los jóvenes de los 60 pretenden
relevar en el cargo de la revolución al proletariado, pero cambiando la idea misma
de revolución. Los que plantean más bien es una rebelión. Y aquí conviene hacer
una distinción.
8
MUMFORD, Lewis. El mito de la máquina. Buenos Aires: Emecé, 1969. p. 294
12
Según los jóvenes de los 60, todo acto es político y se da siempre en el instante,
en el momento. Los Doors decían: “Queremos la salvación pero la queremos
ahora”. El joven de los 60 no cree en promesas de reconciliación con el mundo, la
naturaleza o la sociedad; la única promesa en la que se puede creer es aquella
que tiene un cumplimiento inmediato. Uno no creería en una amante que le diga:
9
ARAGUIREN, J. L., Op. Cit., p. 41
13
“Te amaré mañana”; el único amor que tiene sentido es el actual. Alguna vez le
preguntaban a Joaquín Sabina por qué sus canciones tienen que ver con amores
pasados. Y él hacía esta diferencia: “Uno le canta a los amores pasados porque
con los amores presentes uno hace el amor”: a los pasados no les puede hacer el
amor, entonces se les canta.
1.5 LA CONTRACULTURA
La salud para los griegos, como dice Foucault, hacía parte de la dietética; era
parte de la preocupación de cada sujeto por su cuidado, que implicaba además la
14
economía y la erótica. Con la cultura moderna, la salud viene a ser algo producido
por la institución sanitaria, por el hospital, a través del médico y consumida por el
paciente.
Lo mismo pasa con la comunicación que se produce entre los hombres, a través
de la amistad, del afecto, de la interlocución. En la academia y en todas partes hay
esa comunicación. Pero la modernidad hace que la comunicación la produzcan los
medios a través de los periodistas y deba ser consumida por el público. La función
de los medios es formar, manipular (dirían los jóvenes de los 60) la opinión
pública.
Con la educación pasa lo mismo. Hay un dicho que dice: “uno aprende todos los
días”. Pero en la modernidad uno debe aprender en la escuela. La educación, que
se convierte en enseñanza, es producida por la institución escolar a través de los
maestros y consumida por los estudiantes. En la modernidad, como vemos en
estos casos, aparece como decisiva la diferencia entre productores y
consumidores, dirigentes y dirigidos, en fin, entre quienes ejercen un poder y
quienes se someten a él.
que los dos ganen; pero si uno empieza a notar que uno está perdiendo, de
alguna manera debe llegar a un momento en que uno le diga a su amor: “Amor, ha
sido tu última jugada”. Pero nosotros a veces no sabemos suspender el juego y
seguimos jugando indefinidamente a pesar de que estamos perdiendo cada vez
más. El amor deber ser una “pasión alegre” (Spinoza), pero a veces nos
conformamos y hasta nos complacemos con un amor convertido en una pasión
triste. Entonces el amor debe ser horizontal y las reglas para el uno deben ser
reglas para el otro. Los medievales introducen valores verticales que implican un
superior y un inferior; por ejemplo, de abajo hacia arriba: la sumisión, la humildad,
la obediencia, la mansedumbre. De arriba hacia abajo: la caridad, la piedad, la
misericordia, la compasión. Son valores que encubren y reproducen relaciones de
poder.
La contracultura está más cerca de los griegos que de esta figura medieval. Sus
valores son horizontales y en contraste con la mentalidad tecno-científica.
Habíamos dicho que la neutralidad, objetividad y distancia que caracteriza a la
conciencia objetiva produce un enfriamiento de las relaciones humanas que
llamamos elegantemente “cortesía”. Muchos matrimonios se acaban por exceso
de cortesía: lo que debería ser amor y pasión se transforma en mera cortesía.
Frente a esto los jóvenes de los 60 proponen valores de contacto, de
comunicación, de afecto, de espontaneidad y de simplicidad. Por eso adquieren
mayor importancia el contacto físico, los gestos, los comportamientos y el lenguaje
verbal que implica un soporte racional. La comunicación no pasa siempre por lo
verbal y lo racional. Para entender esto partamos de la distinción que hacen los
hermenéuticos. En la conversación entre amigos se supone que hay perfecta
compresión: lo que uno comprende no necesita interpretarlo. ¿Cuándo aparece la
necesidad del proceso hermenéutico? Cuando el texto tiene una cierta opacidad.
Ejemplo: dos amigos están escuchando música y entonces uno le dice al otro:
“¿No te parece que esa música es muy tenaz?”. El otro responde: “Sí, hermano,
tenacísima”. Es un ejemplo de comprensión y de comunicación, de sincronización
afectiva y corporal. Pero supongamos que el otro le dice: “Oíste, ¿y vos que
16
Importa más lo que los jóvenes de los 60 llamaban “feeling” (sentimiento) que las
palabras. Acudamos a Luís Carlos Restrepo para ejemplificar mejor. Él utiliza la
mano como figura y dice que con ella se pueden hacer dos cosas: acariciar o
agarrar. La caricia remite a la ternura y el agarre remite a la violencia. Luís Carlos
Restrepo establece que el contacto con la mano es inequívoco: si a uno lo tocan,
sabe inmediatamente para qué lo están tocando. En cambio, con las palabras uno
no sabe su le están diciendo la verdad o si lo están engañando, si lo están
manipulando, si lo están embaucando; es decir, las palabras son sospechosas,
son cuestionables, mientras que el contacto físico no. Por eso los valores de la
contracultura son de contacto y ese contacto es el modelo de la comunicación.
A través de estos medios naturales o artificiales su buscaba como una fusión del
concepto mental con el estado físico del cuerpo. Es decir, se buscaba una
transformación con miras a la consecución de un estado que podríamos llamar la
energía, la vitalidad, la alegría, la felicidad, etc. En términos de Foucault,
18
podríamos decir que los jóvenes de los 60, como los antiguos, también proponían
“prácticas de sí” como algo fundamental en la vida10.
10
FOUCAULT, Michel. Tecnologías del yo. Barcelona: Paidós, 1990. p. 48
19
1.5.4 Neo-primitivismo
Boulding plantea la teoría de la Space Ship Earth (la nave espacial tierra). La tierra
es algo así como una nave espacial, al fin y al cabo tiene su trayectoria en el
espacio. Los humanos sólo contamos con los recursos que hay en esa nave y sin
20
11
LADRIÉRE, Jean. El reto de la racionalidad. Salamanca: Siguiente, 1977. p. 169
21
12
LIPOVETSKY, Gilles. “Narciso o la estrategia del vacío”. En: La era del vacío. 2ª. Ed. Barcelona:
Anagrama, 1987.
23
Así pues, se introduce el ocio como valor: Beatniks, hippies y punks son jóvenes
ociosos. Pero así como tenemos que trabajar, también tenemos que consumir. Sin
embargo, lo que debemos consumir depende de cada quien, es una decisión
personal. Los hippies proponen que consumamos aire puro y agua fresca. Uno
podría ir a cine, pero también podría ir a un bosque, y el bosque es gratuito.
Mientras el cine cuesta, tiene precio, el bosque no lo tiene, y además está uno en
un medio natural. Ahora, ciertamente hay que comprar cosas, hay que ir al
almacén de vez en cuando, pero entonces uno puede elegir dónde y cuándo
comprar. En las promociones, por ejemplo, se compra lo mismo pero más barato.
También se pueden comprar ciertas cosas y no otras; por ejemplo, los jóvenes
consumían música; una actitud del joven es coleccionar música, pero entonces no
colecciona otras cosas, es decir, si hay que consumir, que sea algo que cause
placer, satisfacción, no todo lo que se vende. Ya sabemos que la publicidad
produce necesidades. Entonces se trata de no hacer caso de esas imposiciones
de los medios publicitarios, sino atender a nuestros sentidos, a nuestra intuición, a
nuestro instinto en último término, porque el cuerpo siempre tiene la razón. Esto es
lo que plantean los estoicos: el cuerpo tiene una especie de conciencia de sí
mismo; hay un pensamiento inconsciente del cuerpo, pero es el medio social el
que desnaturaliza ese conocimiento de sí mismo y uno termina por no saber lo
que quiere realmente.
Para muchos todo esto fue flor de un día. El hippismo murió y el rock tomó otras
direcciones menos contestatarias; pero lo que se desconoce es que este
movimiento contracultural no era del todo nuevo no claudicó definitivamente.
Muchos asumen que la llamada “Nueva Era” (New Age) no es otra cosa que el
Ave Fénix que se levanta de las cenizas de la contracultura. Desde esta
interpretación, la contracultura no murió, sino que dio lugar a un fenómeno más
amplio, más universal. No vamos a discutir aquí este punto. Lo que sí vamos a
mostrar es que en vez de ser un fenómeno (históricamente) aislado, la
25
2. UNDERGROUND
El underground tiene poetas como Walt Whitman y filósofos como Thoreau, Lao
Tse o Spinoza. Es un pensamiento sin sujeto que circula por todas las épocas y
países y se reconoce quizá por un espíritu muy cercano a la tierra, a la vida y a
Dios. De una manera muy breve, vamos a caracterizar el pensamiento
underground a través de tres aspectos: la idea de una solidaridad mundial, la
resistencia a sistemas de poder y a todo tipo de organizaciones autoritarias y la
importancia que se le concede a al vida sobre el pensamiento.
13
RACIONERO, L., Op. Cit., p. 10
26
14
Ibíd. p. 11
15
KUNDERA, Milán. La inmortalidad. Barcelona: RBA Editores, p. 120
27
Pero no es sólo el sistema social lo que resulta sospechoso. También lo son los
deseos y los ímpetus revolucionarios. El terrorismo revolucionario resulta tan
condenable como la represión oficial. A nombre de la defensa o de la reforma de
la sociedad y de la patria se desencadenan espantosas carnicerías. Participar,
comprometerse políticamente, significa cohonestar con el mal. Por esta razón en
el underground se opta por el retiro a la vida privada, lo cual implica una actitud
marcadamente individualista. Con la valorización que se le concede a la vida
privada vienen la afirmación del individuo en su singularidad y la intensidad de las
16
LYOTARD, Jean Francois. ¿Por qué filosofar? Barcelona: Altaza, 1994. p. 32
17
Citado por L. Racionero. Op. Cit., p. 11
29
relaciones de cada uno consigo mismo. Miradas así las cosas, la sociedad y sus
problemas de violencia, de lucha por el poder, se convierten en una abstracción.
Esto no quiere decir que haya una renuncia política. Sólo que la relación con la
autoridad y el poder no se plantea en términos de confrontación sino en términos
de resistencia. Resistencia, por ejemplo, al trabajo desde el ocio, al poder desde el
erotismo; al lenguaje y a las palabras desde el silencio.
18
FROMM, Eric. El arte de amar. Buenos Aires: Paidós, 1996. p. 81
30
19
Ibíd., p. 80
31
siempre estará presente para todos aquellos que tengamos los ojos abiertos y
oídos atentos.
“I just want to make love to you” – (Tan sólo quiero hacerte el amor)
…hacerte el amor…
…hacerte el amor…ohhh…
…hacerte el amor…