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LOS CÍRCULOS BÍBLICOS

Nacemos como Iglesia al ser convocados por la Palabra de Dios y bautizados por el Espíritu Santo. La
Biblia contiene el plan de Dios, y refleja también la historia que vivieron aquellos que la escribieron
bajo la inspiración del Espíritu, por lo tanto ilumina la historia presente, nuestra propia vida hoy.

¿Qué son los Círculos Bíblicos?


Son un espacio de encuentro, participación y comunión en el que un grupo de vecinos se reúne a
reflexionar sobre un texto del Evangelio para ir descubriendo, a la luz de la Palabra y del Espíritu
Santo, que inspira el propio corazón y el corazón de los demás, la voluntad de Dios y la presencia de
Cristo en la persona y la comunidad.

Los objetivos de los círculos bíblicos son:


• Descubrir la Biblia como “el libro”: el libro del creyente y del pueblo en el que Dios habla y
quiere fortalecer a sus hijos en la Fe y la Esperanza.
• Aprender a leer la Biblia y las situaciones de la vida desde los ojos y el corazón de Jesús
• Centrar la propia espiritualidad en la Biblia, como manantial “que salta hasta la vida eterna”
• Estrechar los lazos entre los miembros del grupo sabiendo que el “dar a conocer lo que se
aprende del Padre” Jn 15, 15 es la mejor expresión y forja de amistad.
• Ayudarse mutuamente en los aspectos espirituales, sicológicos, de salud, materiales y
familiares.
• Sentirse parte activa de la gran familia de los Círculos Bíblicos
• Caminar hacia la integración y participación comprometida en la Parroquia y la diócesis.
• Abrirse a las necesidades de los vecinos, de la colonia y a cualquier necesidad en el
compromiso por un mundo mejor.

1. Fundamentos teológicos y eclesiológicos de los CB

a. Al ser bautizados fuimos incorporados a Jesucristo Sacerdote, Profeta y Rey. La pertenencia al


CB permite una expresión singular del ser cristiano. Siendo parte del pueblo sacerdotal, el
miembro del CB expresa su ser sacerdote cuando ora en el CB, su vida es ofrenda para Dios y
los demás. Siendo profeta por el bautismo, el miembro del CB anuncia a sus hermanos lo
escuchado en la Palabra de Dios y denuncia con valentía, al poner en práctica lo leído y
escuchado, lo que impide la llegada del Reino de Dios. El miembro del CB es rey al estilo de
Jesús. Aprende a convertir en obras de misericordia lo aprendido del Maestro. Porque aunque
está claro que sólo la fe nos salva, también es cierto que una fe sin obras está muerta. El CB
anima a realizar como grupo una obra buena al mes.

b. Los CB son una institución básicamente laical. Aunque la presencia del sacerdote es
importante como acompañamiento, como discernimiento de ortodoxia y como expresión de
comunión con la parroquia y la diócesis, sin embargo los CB nacen, se realizan, se organizan y
crecen por los carismas que Dios ha derramado a su pueblo.

c. Los CB son una obra de la Iglesia. Todo cristiano tiene el derecho y la obligación de leer la
Palabra de Dios, y si es en comunidad, en grupo, vive esta Palabra como iglesia. Aprovecha las
iluminaciones que el Espíritu Santo regala a los hermanos y hermanas y al mismo tiempo las
ofrece a quienes lo escuchan. Los otros ayudan a discernir. Los CB están extendidos en una
inmensa mayoría de diócesis del mundo desde hace muchos años y están contemplados y
animados por un gran número de documentos eclesiales de carácter universal. Pueden avanzar
hacia la formación de una verdadera Comunidad Cristiana.

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d. El CB es una expresión amplia del ser cristiano. En todo CB, además de leer y compartir la
Biblia, se alaba al Señor (con los cantos), se pide perdón por las ofensas (acto penitencial), se
pide al Espíritu Santo la luz (con la canción “Ven Espíritu Divino”) se pide a Dios por los
demás (con las peticiones) y se encomienda uno a María (con la oración final). Y se da un
servicio (la buena obra personal y del grupo).

e. El CB es parte de la parroquia. El párroco conoce su existencia, lo visita y acompaña. El


párroco nombra a los coordinadores y a la Coordinación General de los CB atendiendo siempre
el parecer del grupo y de las personas nombradas. Motiva a los feligreses para que formen parte
de los CB. En la medida en que el párroco ame con su presencia y muestre el apoyo a los CB
podrá pedirles después mayor presencia y colaboración de los mismos a favor de la Parroquia.
En el Ritual de Bendición del CB se manifiesta este compromiso.

f. El CB se siente parte de la Diócesis. Se anima a sus miembros a participar en las actividades


de la Diócesis idóneas a su ser. Se sienten y son parte de la organización diocesana de los CB
cuando existe. En el mes de septiembre, mes de la Biblia, se hacen presentes en catedral para
iniciar el curso con la bendición del obispo.

2. La sesión del CB

a. La Palabra de Dios estará siempre colocada en un lugar visible, presidiendo la reunión.


También una imagen de Maria. Hay CB en los que la Coordinadora preside siempre la reunión.
En otros se preside por turnos. La lectura se lee tres veces, al menos. El coordinador puede
preguntar si se precisa de más veces. Siempre leen personas distintas. Puede ser de pie o bien
sentadas. Se pueden dejar unos minutos de silenciosa reflexión. Una vez inicia una persona
sigue el resto en orden riguroso sin permitir interrupciones ni comentarios. Si el CB es de pocos
miembros, una vez finalizada la rueda, se comparte de forma espontánea o bien se responden a
una o a las dos preguntas que se sugieren para compartir escritas en el Cuaderno de las Cápsulas
Bíblicas. El tiempo máximo de duración de un CB es de una hora.

b. Se precisa para ser miembro del CB tener al menos 14 años. Se recomienda no aceptar niños
en lo posible, pues en el CB se dan muchos desahogos y comentarios que no están al alcance de
los niños. La presencia de los niños inhibe la expresión. Se recomienda un grupo entre siete y
veinte. Se insiste mucho en la confidencialidad de lo que se dice y pasa en el CB. Puede haber
guardería de niños. También puede haber CB propios de jóvenes y niños.

c. El CB tiene su proceso. Se acepta en el CB a toda persona que esté interesada en leer la Biblia
en comunidad. No se precisa otro requisito. Pueden estar presentes en el CB personas a quienes
les faltan sacramentos o personas señaladas por conductas irregulares. Nunca en el CB se le
exige ni presiona para que cumplan requisitos de la Iglesia. Personas alejadas de la iglesia si
notan presión o señalamientos, dejan el CB. La experiencia de los CB nos muestra que sus
miembros poco a poco por la misma dinámica de los CB van haciendo un camino de
acercamiento a la Iglesia y a sus instituciones, sacramentos, exigencias y servicios.

d. Todos los CB manejan el mismo Manual. En él se indican las instrucciones para dirigir el CB y
las citas bíblicas. Cada año se renuevan las citas del día. Sólo se lee y comenta el Evangelio. A
lo más, se reza el salmo que viene indicado. La hoja de cantos de entrada y salida va
acompañada de un CD para que los aprendan mejor. Igualmente se tiene el cuaderno de
cápsulas bíblicas que leen al finalizar la ronda de participaciones.

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e. A todo CB le nace de corazón realizar una obra buena al mes. Dicha obra puede ser realizada
por todos los miembros o simplemente por uno o varios de ellos, pero en nombre de todo el
grupo. Se trata de que todo el grupo elija la obra buena y se haga en nombre de todos. Las obras
buenas no siempre precisan de recursos económicos (una despensa, una medicina, la compra de
un boleto, llamar por teléfono etc…). Se puede regalar simplemente tiempo (visitar un enfermo
o persona incapacitada, lavar una ropa, asistir a una junta para mejorar la colonia o escuela,
ofrecer los servicios de limpiar la iglesia etc…)

f. La mayoría de CB se reúne en las casas. A veces en la misma casa, a veces van rotando.
También es posible que se reúnan en las capillas o iglesias, sea en los salones sea en los recintos
o salas anexas.

g. Los anfitriones tienen a veces la costumbre de ofrecer bebidas y comidas a los asistentes. Debe
mirarse con cuidado esta costumbre no sea que personas de escasos recursos al no poder ofrecer
lo mismo, se salgan del CB. Es preferible la costumbre de ofrecer sólo algo de poco valor (agua,
soda, café…galletas) para que todos lo puedan ofrecer

h. Es saludable la costumbre de celebrar con convivios de “traje” los santos y cumpleaños de los
miembros, así como los aniversarios (de nacimiento del CB o del “bautizo”) No acostumbra a
dar buenos resultados el pedir dinero a los miembros del CB. Siempre es mejor pedir
voluntariamente algo de comer.

3. El coordinador del CB

a. El rol del Coordinador está expresado en el MANUAL DEL COORDINADOR DEL CB.

b. Es importante que cada CB tenga su coordinador elegido por los mismos miembros con el
consentimiento de la Coordinación General. El Coordinador está al pendiente de que todos los
miembros hablen, que no haya una persona que acapare en exceso la palabra. Indicará siempre
que sea necesario que el comentario es personal. Se habla siempre en primera persona y de
lo que uno vive. El CB no es para sermonear ni hablar de otras personas. Siempre se habla de
uno mismo.

c. El Coordinador estará atento a las ausencias de los miembros y se preocupará por ellos.
Igualmente estará atento a las fiestas de aniversario del CB y de los santos y cumpleaños de los
miembros.

d. El Coordinador verá que todos tengan Biblia, hoja de cantos. Hay un CD grabado para
aprenderlos. Igualmente que se lea al finalizar la rueda el cuaderno de la cápsula bíblica y se
realice cada mes la obra buena.

e. El Coordinador puede delegar a cualquier miembro del CB para que dirija la sesión. A fin y
efecto de que no se note cualquier posible ausencia suya. Ojalá todos los miembros estén
capacitados para dirigir una sesión.

4. Organización de los CB

a. La creación de la Coordinación General de CB integrada por un sacerdote, los coordinadores


de cada CB y personas de apoyo es muy útil. La Coordinadora General tiene la reunión
mensual para ampliar la formación y compartir la marcha de los CB. Para ampliar la formación
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la Obra cuenta con varias obras: “Cuaderno de Generalidades de la Biblia” ,“Cuaderno de la
Historia de la Salvación” “Cuaderno del Reino de Dios “ etc.. De todas maneras el sacerdote
puede buscar otros materiales apropiados. Toda junta de coordinadores, después del rezo, se
inicia con un rato de formación.

b. Es importante acompañar a los miembros de los CB en su formación. Para esto está el


Cuaderno de Cápsulas Bíblicas. En todo CB después que todos han participado en el
comentario a la lectura se lee la Cápsula. Y hay tiempo suficiente se pueden responder a una o a
las dos preguntas propuestas en el Cuaderno. Los miembros no la pueden leer antes para no
dejarse condicionar. Al momento se tienen cápsulas bíblicas con los comentarios de la misa del
domingo de los tres ciclos A, B y C.

c. Es bueno que los miembros de los CB asistan a talleres y cursos de Biblia que las parroquias
y la diócesis acostumbran a ofrecer. También es bueno que se busquen personas que ofrezcan
talleres y retiros espirituales para los miembros de los CB.

d. Se puede celebrar el Día de los CB. Con la realización de un Círculo Bíblico de todos los
Círculos. La invitación se hace para todos, incluso personas que no pertenecen a los CB. Es de
provecho realizar una procesión dentro de los límites parroquiales. Con gusto elaboran sus
estandartes y mantas. Y el convivio queda abierto a todos.

e. A veces en vacaciones de julio y agosto dejan de reunirse los grupos, puede ser saludable. El
mes de septiembre es el mes de la Biblia. Es hermoso citar a todos los miembros de los CB a la
catedral o a una parroquia para verse y sentir que se inicia un nuevo curso. Pueden acudir con
estandartes o mantas de cada CB.

f. Es ya costumbre bien recibida y de muchos beneficios el paso de una imagen de la Virgen


Peregrina de los CB (puede ser la Virgen de Guadalupe, de la Merced, de Fátima etc…) por
todos los Círculos Bíblicos. Hay un ritual para la entrega de la Virgen de un CB a otro. Es
una linda oportunidad para que un CB visite a otro y para que la imagen se entregue a otras
familias que no son de CB y puedan integrarse. El paso de la imagen de la Virgen Peregrina es
manantial de bendiciones.

g. Cuando el CB lleva unos meses de existencia, es decir, se considera consolidado, se pide al


sacerdote o persona delegada por él, no es necesario que sea sacerdote, la bendición del nuevo
CB (o “Bautismo”). Aquí el grupo elige un nombre. Se tiene el Manual de bendición de un
CB. A este encuentro están invitados todos los demás Círculos y es un momento muy hermoso
y emotivo.

h. Se anima a los CB para que al cabo de unos años de funcionamiento tomen otros cursos que les
pueden ser de utilidad. Concretamente los Talleres de Oración.

5. Los CB y la parroquia

a. Es importante la visita del sacerdote. Los CB la precisan y agradecen. De entrada el sacerdote


se sienta como una más en la rueda, espera su turno para hablar y habla el mismo tiempo que
los demás y de forma sencilla y personal. No es momento de dar clases ni explicaciones. Los
aprendizajes bíblicos el sacerdote los da en clases, talleres y cursos. Con todo, una vez
finalizada la rueda, puede el sacerdote ofrecerse para resolver dudas o preguntas que hayan
surgido. Y sobre todo debe animar y preguntar por la buena obra del mes (que es lo que más les
cuesta al grupo). Con la presencia del sacerdote, recomendable al menos cada tres meses, se
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evita que se alejen de la iglesia y que los CB se conviertan en sectas o tertulias. Si el sacerdote
no puede, es bueno delegar en algún laico esta presencia.

b. A fin de crecer en espiritualidad y sentido de pertenencia, se puede citar a todos los miembros
de los CB a una misa mensual dentro del horario normal de la Parroquia, con la demás gente.
Por un lado los miembros comparten su fe con los demás feligreses de la parroquia, por otro
lado algunos feligreses toman contacto con los CB y se integran a la familia de los CB

c. Siempre que alguien inicia un CB, al cabo de tres meses, si el grupo se ha consolidado debe
avisar al Coordinador de los CB y asegurarse de que el Coordinador ha avisado al párroco a
cuya parroquia pertenece la casa en donde se reúnen o de donde proceden la mayoría de sus
miembros.

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