Está en la página 1de 15

Cuento de una noche de engaño.

Una pesada atmósfera llenaba el auto.

Mientras que la temperatura seguía en un rango agradable, gracias al aire


acondicionado, la ausencia de cualquier conversación casual hacía la situación
bastante desagradable.

El único signo de vida dentro del carro lo proporcionaban las sombras


rítmicamente parpadeantes emitidas por los postes de teléfono en el borde de la
carretera.

Evitando que mi tía lo notara, di un pequeño suspiro.

Nunca fue muy bueno con viajar en vehículos en movimiento. Bueno... Tal vez “no
muy bueno” era un eufemismo. Un gran eufemismo.

Si el movimiento fuera más suave, como el de un columpio o algo así, estaría bien,
pero los autos y los autobuses eran la ruina de mi existencia.

Era seguramente en parte porque rara vez había tenido la oportunidad de viajar en
uno de ellos, pero quizás realmente había algo mal con mi oído interno.

Hablando de eso, hubo una vez donde Mamá impulsivamente me llevó a subirme
en algo llamado «montaña rusa». Esa fue una horrible experiencia.

Alta velocidad, giros y vueltas... Para ser honesto, el proceso completo carecía de
sentido, pero realmente lo dio todo. En el transcurso del paseo, sentí que algo
terrible surgía de mi interior, y me armé de valor con la idea de que preferiría
morir antes que someterme a ese tipo de vergüenza.

Afortunadamente, el peor-de-los-casos no ocurrió, pero nunca quiero volver a viajar


en una de esas cosas por el resto de mi vida.

Como sea... Han pasado casi catorce minutos desde que dejamos la casa.

El auto aceleró hacia la instalación especial que sería mi nuevo hogar de ahora en
adelante.

En cuanto a la razón por la cual terminé así, podía pensar en algunas, pero la causa
principal probablemente aún era lo que sucedió hace unos días.

Desde la primera vez que usé mis poderes, mi tía claramente me estaba evitando.
Por supuesto, nuca le dije sobre mis poderes, ni a nadie en la familia.
Aun así, mi tía pareció malentender todo de una forma problemática. Desde el día
siguiente, la casa antes extravagante estaba llena de autoproclamados psíquicos y
exorcistas.
Aunque todo lo que dijeron sonaba a cosas místicas sin sentido, mi tía parecía
creer en ellos, y con todo su corazón puso su fe en la veracidad de sus palabras.

Y como era de esperarse, me convertí en “la raíz de todo el problema”, y las


consecuencias ya son de imaginarse.

Pero, de nuevo, había planeado irme de todas formas si es que causaba problemas
a esa familia. Después de todo, no tenía ningún apego emocional hacia ellos.

Todo lo que sentía en verdad era algo de culpa.

El problema que les causé no se borrará tan fácilmente, en especial con mis
propios y únicos esfuerzos. Aunque sentía que debía encontrar alguna forma de
compensarlos, nada se me venía a la cabeza.

Cuando suspiré una vez más, el ruido del motor cesó, junto con el movimiento del
automóvil.

Quise ver alrededor, pero mi tía de inmediato me dijo: «deprisa, bájate. Estamos
aquí». Por lo tanto, empujé la puerta para abrirla y salí del auto.

Fuera de él, nos encontramos con una gran mansión crema. Probablemente la
“instalación” de la que mi tía habló.

De acuerdo a sus palabras, parecía ser un lugar que acogía a niños huérfanos como
yo.

Ella empezó a explicarme, con una forzada e innatural sonrisa, de cómo sería más
feliz si vivía con niños cercanos a mi edad.

Pero, como lo veía yo..., en verdad no había nada más problemático que interactuar
con niños de mi edad.

No habiendo tenido amigos de verdad desde que nací, la mansión frente a mis ojos
no se veía diferente de un zoológico.

Cerré la puerta del auto, y mi tía la bloqueó con un clic antes de mirar su reloj.

—Iré a hablar con el administrador. Espera aquí un momento, ¿sí?

—¿Ah? Oh, bien.

Rápidamente desapareció dentro del edificio, dejándome solo aquí parado.

Habiéndome acostumbrado al calor del auto, fui repentinamente asaltado por el


frío viento del exterior. Aunque no había querido pensar de esta forma, empezaba
a sentirme un poco abandonado.
Atrapado en emociones tan confusas, el siguiente golpe de viento rápidamente bajó
la temperatura de mi cuerpo aún más.

—Q-qué frío... ¿Cuánto voy a esperar aquí, la verdad?

No siendo en particular físicamente resistente, finalmente comencé a temblar ante


las frías condiciones.

Estaría bien si Tía estuviera de vuelta en los siguientes cinco minutos, pero si tenía
que esperar diez o veinte más, sería un problema diferente.

Hablando de eso... Si mi tía iba a ir sola, ¿por qué tenía que salir del auto? La lógica
era un poco extraña.

Incluso si quisiera regresar al auto, mi tía había bloqueado la puerta, de modo que
esa no era una opción.

Pero si seguía parado aquí sin hacer nada, me iba a congelar hasta morir.

Di un par de pasos en el lugar, pero el calor se rehusaba a permanecer en mi


cuerpo y continuaba disipándose lentamente con los minutos que pasaban.

—No, no, esto no es bueno, hace mucho frío... ¡En serio voy a morir si esto sigue
así! —murmuré inútilmente mientras tomada otra larga mirada buscando
alrededor.

Pero, por supuesto, no sería tan suertudo de encontrar un calentador salido de la


nada.

Si hubiera sabido que esto pasaría, me habría puesto algo más cálido. Aunque no
tenía nada tan bueno como una chaqueta o lo que sea, al menos un par de guantes...

Perdido en mis pensamientos, una bufanda de repente apareció frente a mis ojos,
siendo empujada hacia mí.

Ah... A este punto desesperado, cualquier cosa era una salvación. Justo cuando
estaba por aceptar la bufanda con una expresión de alegría, me percaté de la
peculiaridad de la situación.

En un parpadeo..., en verdad, en menos de un instante, una persona de repente


apareció frente a mí.

—¡Uwaaaaaaaaaaa! —dejé escapar un grito agudo, involuntariamente dando unos


pasos hacia atrás.

Habiendo retrocedido ligeramente, ahora podía ver que quien sostenía la bufanda
era una chica, cercana a mi edad. Usaba unas orejeras púrpuras y una chaqueta
muy cálida. La imagen era casi perfecta, excepto por el desastre de su cabello corto,
azotado por el viento.
Casi parecía un chico a primera vista, pero a juzgar por su falda, tenía que ser una
chica.

La chica de cabello corto se estremeció levemente en sorpresa al ver que


retrocedía, y de inmediato me miró con ojos furiosos.

—Solo trataba de ser amable...

—Eh... —dejé escapar por respuesta.

La niña me dio una mirada descontenta antes de decir enojada: —Sería


desagradable si murieras cerca de mí, así que quería darte esto.

—Ah, um, m-muchas gracias. Aja, ja, entonces lo usaré...

Extendí la mano hacia la bufanda, pero la chica simplemente dio un gruñido


desdeñoso, como diciendo «debiste aceptarla desde el principio».

Debió ser una ilusión, ¿verdad? En serio parecía haber aparecido de la nada.

Aunque estaba algo preocupado, realmente era mejor aceptar el gesto de bondad
en silencio ante esta situación.

Eché con cuidado un vistazo, viendo una marca inesperada en la bufanda.


Recuerdo que Madre tenía un reloj con la misma marca. Era, al parecer,
ridículamente costoso, así que Madre siempre lo ponía seguro dentro de un cajón,
rara vez sacándolo.

—Eh... No puedo tomar prestado algo como esto... —dije con una triste sonrisa, y la
expresión de la niña se volvió descaradamente descontenta.

—Solo estaba...

—¡No, no, en serio lo agradezco! Es solo que... esto es realmente caro, ¿no es así?
No deberías prestárselo a la gente tan fácilmente.

Al escuchar esto, la chica se quedó con una mirada en blanco en su rostro.

—¿Esto es... caro?

—¿Eh? ¿No lo sabías? Am, bueno..., c-como sea, ¡estoy bien!

Empujé la bufanda hacia ella, y la recibió con una mirada en extremo descontenta.

Después de un momento de reflexión, como sea, ella se acercó, envolviendo la


bufanda directamente alrededor de mi cuello.

—¡¿P-por qué?!
—Te lo prestaré, de todos modos. Te he estado viendo por un largo rato, y en serio
te veías helado.

Era una chica sorpresivamente obstinada.

No estaba del todo dispuesto a aceptar este gesto, pero ella ya lo había envuelto
alrededor de mi cuello, de modo que no se podía evitar.

Mi cuerpo empezó a calentarse poco a poco, empezando por el cuello, que era otra
razón por la que no quería quitármela y regresarla de inmediato.

—Ah, am, gracias... Es realmente bueno, ¿no?

Era realmente cálida, probablemente porque era un producto de marca.

Aunque no entendía realmente el valor de cosas como esa, podía adivinar que era
algo que requería mucho dinero para poder ser comprado.

Mientras estaba sumergido en este sentimiento cálido y de felicidad, de repente


recordé lo que la chica había dicho. Hace un largo rato... Y abrí mis ojos de par en
par para mirarla.

—Sobre eso, dijiste que habías estado viéndome por un largo rato, ¿pero desde
dónde?

—¿Uh? ¿De qué hablas? Estaba justo a tu...

La chica de cabello corto pareció darse cuenta de algo, y dejó escapar un gemido
suave y agonizante.

—Ah, ¿d-dije algo que no debía...? —pregunté con cuidado, preocupado de haber
tocado un tema delicado, pero la chica simplemente replicó de forma fría «no es
eso».

—La gente siempre dice eso de mí. «¿Desde cuándo estabas ahí?», y cosas así —
respondió con una expresión consternada en su rostro.

Ya veo. Por lo que había recogido de esta breve explicación, solo era una chica muy
tranquila. Probablemente era pasada por alto con facilidad.

—Ah, justo ahora, ¡parecía que hubieras aparecido de la nada! Estaba tan
sorprendido... ¡Casi pensé que eras un fantasma!

Sin embargo, en claro contraste, su cara se enrojeció rápidamente, y dejó escapar


un suave gemido, con las lágrimas empezando a rodar por su rostro.

Por supuesto, esta era la primera vez que había hecho llorar a una chica.
—¡Aaaaaaaaaa! ¡Lo siento! ¡No es verdad! ¡Estaba mintiendo! ¡No pensé nada de
eso! —precipitadamente traté de retractarme, pero era demasiado tarde.

La niña de cabello corto empezó a llorar, dejando escapar entre sus lloriqueos
acusaciones como «no mientas», «no te perdonaré», «nunca, nunca».

Maldición. Hice algo estúpido de nuevo.

La voz de Madre de repente resonó en mi mente. Las chicas son muy delicadas,
decía ella.

¿Así que a esto se refería con delicada?

—Am, eh...

Y esto estaba ocurriendo justo en frente del edificio que se supone tendré que
llamar «casa» a partir de ahora. ¿Qué estoy haciendo?

Si alguien veía esto, de seguro sería marcado como un niño problemático incluso
antes de poner un pie en la instalación.

Rápidamente miré alrededor para asegurarme de que no había nadie cerca.


Derecha, izquierda... Y mientras volvía mi cabeza hacia la derecha, algo
sorprendente pasó.

La niña que había estado llorando por un largo rato frente a mis ojos acababa de
desaparecer de repente.

—¡Eh! ¿Desde... cuándo...?

Esto era más sorprendente que cuando apareció de la nada.

Si era porque había decidido huir de mí disgustada, aún debería ser capaz de verla
retirándose desde esta distancia. Y además, sus zapatos no estaban hechos de
esponja. Incluso si huyera, debería haber oído sus pasos.

Pero no importaba donde mirara, no había el menor rastro de su presencia.

Esto era demasiado raro. La chica se había alejado de mi vista tan rápido que
«desaparecido» era realmente la única palabra que podía usar para ella.

—No puede ser... —Me froté los ojos con incredulidad.

—¿Qué cosa no puede ser?

La voz me hizo saltar una vez más.

En el instante en el que me había llevado la mano a los ojos, la chica había


aparecido una vez más en el lugar exacto donde había estado parada.
Normalmente, de seguro habría gritado en sorpresa. La única razón por la que no
lo hacía de inmediato era porque, al parecer, mi cerebro era incapaz de reaccionar
de forma rápida ante este giro inesperado.

Pero creo que era bueno que no lo hiciera.

Si empezara a gritar frente a la niña aún llorosa, probablemente ella me dejaría en


el olvido.

Como sea, mientras pensaba en esto, mis ojos se toparon con una visión aún más
increíble, haciéndome apretar mis dientes.

Sus pies... Para ser específicos, sus piernas, expuestas desde la rodilla bajo la falda,
empezaban a volverse transparentes.

Ya no pude evitar dejar escapar un sonido agudo de miedo y sorpresa.

Estaba bromeando cuando dije «fantasma», pero ahora esa palabra flotaba de
vuelta a la superficie de mi mente con fuerza.

Espera un segundo...

¿Podría ser... que esta chica fuera esa clase de cosa? ¿Y por eso, viendo que estaba a
punto de morir congelado de todos modos, se había acercado a mí, pensando en
nosotros como iguales?

E incluso bajo esas circunstancias, le pregunté tan casualmente sobre su identidad


así como así. No me extraña que se haya molestado...

—Estás pensando que soy un fantasma, ¿no?

Escuchando las palabras de la niña, me sentí también a punto de llorar. Un


escalofrío helado ya se había extendido por mi espina dorsal, pero tenía que hacer
todo lo posible por mantener un rastro de dignidad.

—¡A-a ha, ha, ha! ¡V-vamos! ¡Y-y-yo no estaba pensando en eso! Digo, somos
amigos, ¿o no?

Como era de esperarse, mis palabas no tenían sentido en lo absoluto.

Mis piernas todavía temblaban incontrolablemente. Quizás ella ya había detectado


mi miedo.

—¿Amigos...? —preguntó, sorbiendo una vez más sus lágrimas.

—¡A-así es! ¿Cómo debería decir esto...? Somos iguales, ¿no? Digo...
¿De qué estaba hablando? ¿Iguales? Mis piernas seguían firmemente pegadas a mi
cuerpo, mientras que las de mi acompañante flotaban en el aire. ¿Qué clase de
idiota soy?

Como era de esperarse, su mirada permaneció fija en mí, claramente poco


impresionada con mis mentiras.

Esto no era bueno... A este punto, iba a ser asesinado por este espíritu, fantasma, o
lo que sea que ella fuera.

De haber sabido que esto iba a pasar, habría pedido un par de esos raros
talismanes exorcistas.

Para ser honesto, temía que esta fantasma pudiera hacer más que solo matarme.
Justo cuando estaba por romper en lágrimas de miedo, tuve una repentina idea.

—¡O-oh, sí! ¡Oye, te mostraré mi poder, también, y entonces seremos amigos,


¿bien?! —pedí desesperado con lágrimas en los ojos, pero la chica solo pareció un
poco sorprendida mientras murmuraba «¿Ah? No quiero ver... ¿De qué hablas?».

Sabía que si retrocedía ahora estaba acabado, por lo tanto seguí insistiendo.

—¡Vamos! Solo déjame mostrártelo, ¿sí? ¡No te arrepentirás! —Estaba desvariando


a este punto.

Aun cuando la expresión de la niña estaba llena de sospecha, confié todo a mi


“poder”, cerrando mis ojos y empezando a concentrarme.

Un día, cuando justo acababa de descubrir mis habilidades, y porque no quería ser
descubierto por mi tía y los otros, traté de usarlo un par de veces.

Mientras que pudiera imaginar la figura, el olor y el sonido en mi mente, podría


tomar esa forma. Me di cuenta de esto, junto a otros detalles, cuando
experimentaba por curiosidad.

Primero, no podía transformarme en nada que no estuviera vivo.

Me había concentrado en “volverme en un avión para volar”, pero el espejo solo


había reflejado mi tonta pose, con mis brazos y cuello extendidos.

De cualquier forma, nunca he estado o siquiera visto un avión, de modo que sería
más sorprendente si pudiera haberme transformado en uno. Y además, aun si algo
así fuera posible, ¿en qué estaba pensando? ¿Volverme un avión dentro de la casa?

Si la hubiera destruido, ¿con qué lo habría compensado? Ese pensamiento me


sorprendía incluso a mí mismo.

Luego, mi constante práctica me llevó a una conclusión: solo podía transformarme


en algo que estaba vivo, con una forma clara y que había visto cara a cara antes.
Para dar un breve resumen, era un poder de ser capaz de cambiar mi apariencia
externa a los ojos de todos, incluso de mí mismo.

Aunque dijera esto, mi experimentación todavía era limitada. Aún había varios
puntos sin explorar, pero en esta situación desesperada, solo podía confiar en este
poder.

Necesito imaginar algo que a esta niña pueda gustarle...

Perdona por usar tu forma de nuevo, chica del parque.

Abrí mis ojos para encontrar a la niña de cabello corto viéndome, estupefacta, con
la boca abierta.

Parece que lo hice bien.

—¿Q-qué tal? ¿No es bastante genial? —pregunté nervioso. La chica de repente


empezó a temblar.

Ah, ¿no era lo suficiente bueno? No podía hacer nada más. Si este espíritu...

Cuando un mantra empezó a cruzar por mi mente del miedo extremo, la chica
finalmente habló:

—¡Es bastante genial...!

Sus ojos brillaron de forma similar a la mía cuando había descubierto cómo usar mi
poder por primera vez.

—¿E-en serio? Eso es bueno... —dejé escapar un suspiro de alivio, abandonando el


mantra en mi cabeza.

Parecía bastante impresionada. A este paso, de seguro no tendría que


preocuparme de ser asesinado por un fantasma.

—¿Cómo hiciste esto?

—Eh, ¿cómo podría explicarlo...? Creo que... me puedo convertir en la forma que
quiera, o algo así.

La chica dejó escapar un asombrado «¡oh...!».

Sí, esto estaba yendo bien. La guardia de esta niña era muy baja. Si seguía
entreteniéndola, probablemente me dejaría ir.

—Muéstrame algo más.

—¿Eh?
Debía estar realmente impresionada con mi poder. La niña ni siquiera pestañeó al
mirarme, a la espera de mi próximo cambio.

—¡Ah, bien! ¡Entonces cambiaré de nuevo! Eh... ¿con qué debería hacerlo ahora?

Aunque al decir esto, sabía que la única persona en la que podía convertirme de
inmediato era Mamá.

Perdóname, Mamá, aún me aterra ser asesinado por este fantasma. ¡Una vez más...!

—Entonces, aquí vamos.

—Mmhm.

Cerré los ojos, imaginando la forma de Mamá, su olor, su voz...

Comparada con la chica del parque, Madre era mucho más fácil de recordar,
aunque me sintiera triste cada vez que pensaba en ella.

—¿Qué tal?

Abrí mis ojos, y me encontré con otro jubiloso «¡ooh!» de la chica.

Tal vez debido al asombro, ella incluso comenzó a aplaudirme lentamente.

—A ha, ha, ha, gracias, gracias~... —incliné un poco mi cabeza, algo avergonzado.

Bueno, parece que esta niña era inesperadamente alegre. Al menos su anterior
expresión ensombrecida había desaparecido.

Parece que los fantasmas vienen en distintas maneras.

Si ella era así, quizá en verdad podría volverme su amigo.

—¿Uh?

De repente volví a ver a sus rodillas, a las que le habían vuelto a crecer piernas en
algún momento.

—¿Hum, qué? ¿Qué tienen mis piernas? —la niña inclinó su cabeza, con una mirada
interrogativa.

—Eh... No, nada.

—Ah... Hum, eso es raro.

Su expresión parecía decir «oh, bueno», y no llevó el tema más lejos.

Quería remarcar algo como «si vas a hablar sobre “raro”, ¿eso no va para ambos?».
Pero, de nuevo, no quería arriesgarme a herir el delicado corazón de la niña una
vez más.
Luego estiró su mano hacia mí.

—Bien, entonces... Sí.

—¿Sí?

—No, quiero decir... ¡Amigos! Somos amigos, ¿bien? Así que tómala —estiró su
mano aún más en mi dirección.

Ah. Cierto. Me había olvidado de lo que dije en medio de mi pánico, pero mencioné
algo así, ¿o no?

—Oh, uh... Seguro. Bien. Am...

Debería solo haber tomado su mano, pero en mi infinita inteligencia, dudé. En


cambio, la niña tomó mi mano derecha, juntándola a la suya. Entonces ella sonrió.

—Bien. Amigos, entonces.

Algo acerca de eso me hizo sentir en extremo avergonzado. Sentía que mi cabeza
iba a arder en llamas. Esta es la primera amiga que he hecho, ¿no es así? Incluso yo
puedo hacer una. El tipo de amigo con el que puedes jugar, como los niños en el
parque con los que siempre quise estar.

—¡S-seguro!

Afirmé mi agarre un poco y sonreí tan ampliamente como pude. Este era un
momento para recordar —sobre mí y mi primera amiga, la chica “fantasma” de
cabello corto—.

—Oye, por cierto, ¿cuál es tu nombre?

—¿Ah?

Supongo que no cuenta como amistad ni no conocemos el nombre del otro.

—Y, además, ¿cuándo vas a soltar mi mano? —preguntó con pereza justo después.

Extremadamente avergonzado, retiré mi mano, cubriéndolo con un alegre «a, ha,


ha, el nombre, el nombre~».

—Soy Shuuya. Kano Shuuya.

Escuchando mi nombre, la chica dio un suave «ummm» mientras asentía.

—¿Qué hay de ti?

Ahora era su turno de responder.

—Mi nombre es Kido...


—¡¡¡Aaaaaaaaaaaaa!!!

Justo cuando la niña me estaba dando su respuesta, un sonido familiar se escuchó


desde la puerta de la instalación. Me giré y, como esperaba, ahí estaba mi tía, con
su expresión asustada de antes.

Ah. Cierto. Me olvidé de regresar a mi forma real.

—¿P-por qué me estás siguiendo? Estás detrás de mí, ¿no es así? ¡¿No es así?!

Dejó salir una cadena de chillidos antes de que sus piernas se rindieran y se
desplomara en el suelo.

Desde el interior del edificio, llegaron sonidos de «¿qué sucedió?» y «¡alguien


gritaba!».

Terrible. Absolutamente terrible.

—Oye, ¿quién es esa mujer?

En vez de responder la pregunta de la chica, traté de encontrar la manera de salir


de esta situación así como con el intenso frío.

Entonces, vino a mí. La más rápida, pero más cruel manera. Esta era la única
posibilidad.

—¡¿Puedes golpearme, fuerte?! —tomé a la niña de los hombros, forzando una


sonrisa.

—¿Ah?

Su expresión de inmediato volvió a tornarse fría, disparando su fría mirada hacia


mí.

Llegados a este punto, cualquier cosa serviría. Mientras pudiera volver a mi propio
cuerpo...

Dentro del edificio ahora había gritos de «¡alguien se desmayó!», y los pasos se
acercaban, cada vez más rápidos.

—¡Oye! ¡Vamos! No te preocupes de cuán fuerte, ¿sí? ¡Solo golpéame! ¡¡¡Vamos!!!

Las facciones de la niña se habían tensado por completo, sin rastro de su anterior
sonrisa. Pero incluso entonces, seguí sacudiendo sus hombros, y su expresión de
repente cambió.

Al siguiente momento, me dirigió una mirada completamente llena de intención


asesina.
Ah. Adiós, mi primera amiga. Fue solo por un corto tiempo, pero ha sido un
recuerdo maravilloso.

Una fuerte y sonora bofetada resonó en toda la instalación.

Y este fue el primer golpe mortal —y ciertamente no el último— que recibí de la


chica conocida como «Kido».

También podría gustarte