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1estrategias para Tests y Evaluaciones
1estrategias para Tests y Evaluaciones
ASSOCIATION (EE.UU.)
Susan B. Hall
Instructora Certificada de Educación
Especial Madre de un chico
con SW
INTRODUCCI
ON:
La valoración es una herramienta vital y aún compleja para
elegir los planes educativos óptimos en todos los niveles. Mientras que
cada chico debe ser evaluado cuidadosamente como un individuo, los
chicos con SW están predispuestos a un específico desarrollo potencial y
habilidades y debilidades del aprendizaje. Sin embargo, hay una gran
variedad a través de cada una de las características asociadas con el
sindrome. Algunos de esos modelos pueden ser completamente confusos
para aquellos que no están familiarizados con ellos. Aún los que han
trabajado con chicos de otras poblaciones especiales, como niños con
problemas de aprendizaje u otros problemas de desarrollo, pueden
encontrar poco claros los modelos distintivos del aprendizaje en el SW.
Familiarizarse con las tendencias comunes o propensiones puede facilitar
grandemente el proceso de evaluación en sí mismo y puede guiar a un
planeamiento educativo óptimo. Este apunte ayudará a maestras y
terapistas en llevar a cabo el proceso de evaluación e interpretar los
resultados de la misma.
La fuente más importante de información para maestras y
terapistas acerca
de algún chico es, por supuesto, el chico mismo y su familia. Con todos los
chicos, los padres, hermanos y factores del entorno influyen fuertemente
en su desarrollo y personalidad. Hay también otras influencias genéticas
que lo afectan. Para un niño con SW, el sindrome Los modelos
es sólo deun factor
aprendizaje acá discutidos
en "quien es él o ella”. reflejan potenciales o típicas habilidades y
que características de todos los
· Naturaleza
sociable: La mayoría de los chicos con SW son altamente
sociables y
generalmente quieren interactuar, y estarán motivados de gustar al
examinador. Estas no son ventajas pequeñas, como alguien que ha tratado
de valorar chicos que no están orientados socialmente puede atestiguar!
Más aún, prestar mucha atención social aún antes de comenzar la
valoración, y usar elogios sociales como una recompensa frecuente
durante el proceso de evaluación, es tiempo bien gastado para obtener
resultados válidos. Los niños pequeños, en edad preescolar, en efecto
pueden tener dificultad en su primera concentración en las herramientas
de evaluación, como también pueden ser alterados por la presencia de un
nuevo adulto para interactuar con ellos! De nuevo, pasar tiempo extra en
el comienzo, en algún juego social puro y sin adulterar y en la
conversación es una valiosa inversión!
· Dificultades de
atención: Para algunos chicos, las dificultades de
atención están
presentes en juegos y conversaciones espontáneas como también
situaciones de tests. Algunos son capaces de atender mejor en un lugar
muy altamente estructurado, como sentado en una silla Rifton en una
mesa con sólo un adulto presente, y las actividades introducidas de a
una por vez con intervalos frecuentes. La mayoría de los chicos con SW
pueden también atender mucho mejor cuando:
· Ansieda
d: Las manifestaciones comunes de ansiedad durante la evaluación
incluyen:
· Temas
favoritos: Algunos chicos con SW han desarrollado
determinados temas
favoritos de los que les gusta hablar en cualquier oportunidad. Este
deseo puede incrementarse con ansiedad, y ser muy ostensible durante
la evaluación. Puede potencialmente interferir con una valoración válida.
Los temas favoritos a menudo involucran algo que inicialmente le ha
causado alguna ansiedad, como un ruido basado en el tema (por ejemplo
trenes, alarmas de incendio, máquinas) o un tema de “base corporal”
(como huesos, procedimientos médicos, etc.). El niño puede intentar
atraer al examinador
en hablar del tema inicialmente o durante el examen, o cuando los ítems
del test se vuelven demasiado dificultosos. Nosotros recomendamos el
siguiente acercamiento cuando se sabe que el chico tiene esa tendencia:
· Subtests de realización:
· Rostros y lugares (++) dramática habilidad (puede
interferir hallar la palabra; tratar con pistas)
· Adivinanzas (++) dramática habilidad (ídem anterior)
· Expresión de vocabulario (+) habilidad (puede interferir la
dificultad de hallar la palabra; tratar con diferentes clases
de pistas)
· Lectura / descifrado (=) debilidad (una debilidad en los
primeros años
puede ser una habilidad más tarde)
· Lectura / entendimiento (=) debilidad (ídem anterior)
· Aritmética () debilidad
· Testeando los
límites: Para varios de estos subtests, una vez que han sido
hechos en
el estilo standard, una gran porción más acerca de las habilidades de
aprendizaje y conocimiento del chico pueden ser obtenidas de un
acercamiento a “testear los límites”. La dificultad de hallar la palabra,
presente en algunos chicos, puede interferir con el éxito en los subtests
que requieren respuesta verbal. Para llegar a saber si el niño tiene el
conocimiento buscado, y aprender qué clase de estructuras son de ayuda
para que el chico actúe óptimamente, trata con diferentes clases de
pistas. Comienza con el acercamiento menos intruso; dile que te muestre
si está teniendo problema en decírtelo. A veces simplemente tratando de
demostrar lo que el chico está pensando inicia su acceso a la palabra. El
paso siguiente para testear los límites es la pista fonémica (darle el
primer o los primeros sonidos), lo que es de ayuda para algunos chicos
pero distrae a otros. Si esto no sirve, trata con pistas semánticas (darle
una indirecta) o una pista con gestos. Por supuesto las pistas,
especialmente las semánticas y gestuales, hacen la tarea sustancialmente
más fácil. No tenemos normas para este test con pistas, por lo que los
niveles de perfomance deben ser interpretados con precaución.
Los subtests que requieren análisis espacial pueden también ser
alterados para aprender
más acerca del conocimiento del chico de matemática y
entendimiento espacial. En
algunas oportunidades, quitar una de las tareas coincidentes es
necesario (por ejemplo “yo pintaré mientras tú cuentas”) y ayudará en
gran parte.
INTERPRETACION DEL
TEST: Los resultados de los tests deben ser
discutidos en
términos de la dificultad y habilidad de aprendizaje. Hay a menudo
diferencias perfectamente remarcables entre las dos. Por ejemplo, no
sería raro que un chico de 6 años de edad diera próximo a su edad en
adivinanzas, y rostros y lugares, pero que no fuera capaz de realizar
exitosamente ninguna de las tareas espaciales. Por lo tanto, todos los
subtests deben ser reportados en términos de nivel de edad equivalente
antes que en números balanceados. Ellos pueden no ser representativos
del trabajo escrito en la escuela, y deben ser interpretados en conjunción
con los resultados del habla y el lenguaje completo, y las evaluaciones de
terapia ocupacional. Esto es beneficioso para aquellos que conducen el
habla, la terapia ocupacional y las evaluaciones psicológicas, para
conocer antes la interpretación final de los hallazgos, para integrar sus
resultados de los tests y formular un entendimiento de todo el niño.
La terapista ocupacional debe ser parte del equipo que evalúa las
necesidades del chico y ayuda en el desarrollo de un plan de servicio
familiar o un plan de educación individual, para resaltar sus habilidades y
mejorar sus debilidades. La coordinación con otras disciplinas y con los
padres es fundamental, para que el niño y su familia no estén abrumados
con programas sugeridos o expectativas irreales.
La terapista ocupacional está interesada en el desarrollo de la
motricidad del chico, y particularmente en el desarrollo de la motricidad
fina. Esta última generalmente se refiere a la coordinación ojomano, la
integración visomotora, la habilidad de manipulación con las manos y los
dedos, la escritura y el uso de otras herramientas. Las terapistas
ocupacionales también ven las habilidades de autoayuda como comer y
vestirse, y evalúan cómo el chico interpreta la información sensorial y
cómo esta interpretación afecta su desarrollo.
Los chicos con SW tienden a tener dificultad con la integración
visomotora y con la percepción visoespacial. Las evaluaciones de estas
áreas deben ser usadas para establecer datos de base, para que las
periódicas reevaluaciones puedan determinar si las estrategias de
intervención están siendo útiles. La evaluación no debe ser usada para
determinar disfunción. Estos chicos también tienen problemas con la
hipersensibilidad, no sólo a los sonidos, sino a otras partes sensoriales
como la táctil o el movimiento. Estas hipersensibilidades pueden interferir
en el desarrollo de las áreas de alimentación, motricidad gruesa,
manipulación de los dedos y habilidades en juegos y organizativas.
Una terapista ocupacional evaluará diferentes habilidades en diferentes
niveles de edad.
Hay una gran variedad de herramientas de evaluación disponibles que
actúan en áreas similares de habilidad. La terapista debe elegir una o
dos herramientas cuyo uso le sea más cómodo.
· De 3 a 5
años: Hay muchas herramientas de evaluación para estas
edades, incluyendo
algunos de los esquemas de desarrollo mencionados antes, más “la
pantalla del primer paso de Miller” y la “valoración Miller para
preescolares”. En esta edad la terapista verá las habilidades de autoayuda
como comer y vestirse, jugar y los tipos de juguetes que elige, la
interacción social, la atención durante las tareas de motricidad fina tanto
uno a uno como en un grupo y las respuestas a lo sensorial, incluyendo
táctil, vestibular (movimiento), propioceptivo (información de
articulaciones y músculos), visual, y traducir directivas verbales en
respuestas motoras. Una terapista evaluando estas áreas debe tener
entrenamiento y experiencia en las técnicas de integración sensorial.
· De 5 a 8
años: A esta edad el chico es llamado a usar más alto nivel de
motricidad fina
como la escritura y las manipulaciones en el aula. La interacción social y
la atención en un grupo son críticas para estas edades. La terapista verá
más específicamente la coordinación manoojo, los movimientos
individuales de los dedos, el agarrado y el uso del lápiz y las habilidades
de autoayuda. Tanto la observación en clase como la consulta con la
maestra deben ser parte del proceso de evaluación.
Los chicos con SW tienden a tener bajo tono muscular, por lo que la
paciencia para estar
sentado en el aula, el completamiento de consignas escritas y la atención a
las tareas pueden verse afectadas. Estas áreas deben ser evaluadas con
comentarios de la maestra y el terapista físico.
Algunas herramientas de evaluación que pueden ser usadas incluyen: el
Test de Praxis e
Integración Sensorial (SIPT), el Test Beery de integración visomotora,
el Test de habilidades de percepción visual (no motor), el Test de
BruininksOseretsky y muestras de escritura con tiempo. Se debe notar
que el test SIPT es para chicos de 4 años a 8 años y 11 meses y está
standarizado con métodos de administración específicos. Administrar
estos tests a chicos con SW puede requerir procedimientos no standard.
La batería del test incluye subtests que ven la percepción visoespacial,
la integración visomotora, la percepción táctil y el planeamiento motor,
las cuales son generalmente áreas dificultosas para estos niños. Los
tests darán información valiosa acerca de las habilidades y debilidades,
pero los resultados deben ser interpretados con precaución cuando se
usan métodos nostandard.
· De 8 a 12
años: Durante estos años, se espera que el chico
tenga mayor
responsabilidad en su autocuidado y en el trabajo escolar. La terapista
podrá evaluar la integración visomotora en la tarea escolar, usando
algunas de las herramientas antes mencionadas. Además, podrá evaluar el
autocuidado como vestirse y el aseo, la preparación de comidas simples, el
comienzo de la independencia en comunidad como ir al shopping o comprar
algo en la escuela, seguir las rutinas de la escuela, planear y organizar en
tiempo y espacio en casa las tareas de la escuela e interactuar con sus
pares.
Los chicos con SW pueden entretenerse trabajando en grupos en
esta edad, para
desarrollar estrategias para interactuar efectivamente con sus pares y
aprender la independencia apropiada para la edad. La terapia ocupacional
actual debe ser entregada sobre una base individual o con la profesional
haciendo consultas con la maestra y dando ideas para mejorar las
habilidades en casa.
· De 12 a 18
años: El desarrollo continuado del autocuidado y la
independencia es
importante para este grupo, como también la transición al planeamiento
de trabajos relacionados con las destrezas. La terapista podrá evaluar la
coordinación manoojo, la destreza con los dedos, la habilidad de seguir una
secuencia de actividades, la habilidad en
el planeamiento y la organización y aquellas áreas mencionadas en el
grupo anterior. A esta edad la terapista ocupacional podrá hacer consultas
con otros profesionales que trabajen con el chico y dar ideas para mejorar
sus habilidades en la vida diaria, en sus rutinas diarias.
· Introducció
n:
El sindrome de Williams es un desorden multisistémico. Hay
generalidades dentro del sindrome, pero las expresiones características
pueden variar significativamente
entre las personas, oscilando de compromiso leve a severo. La terapia
física es una importante entidad en la valoración temprana, tratamiento y
manejo en el largo tiempo de las personas diagnosticadas con SW.
Los perfiles del desarrollo en el chico con SW típicamente exhiben retraso
en la adquisición de la destreza motora, déficits en la fuerza,
coordinación motora y balance, y desviaciones en la postura debido a
variados problemas músculoesqueléticos. Estos niños usualmente
consiguen caminar tardíamente y su modelo de andar es a menudo
descripto como torpe o desmañado. Las valoraciones posturales en el
chico mayor demuestran una tendencia hacia las desviaciones posturales
y problemas músculoesqueléticos.
Este capítulo informará al lector de la terapia física en la valoración,
monitoreo y planeamiento del manejo en individuos diagnosticados con
SW. Las áreas comunes de desórdenes músculoesqueléticos, desviaciones
posturales, retrasos del desarrollo y mediciones serán dirigidas.
· Valoració
n: La terapia física es una parte importante del proceso de
valoración
multidisciplinaria en el SW debido a las individuales y variables
expresiones y la naturaleza multisistémica del sindrome. El desarrollo de
estos individuos es típicamente un perfil oscilante con los mayores
retrasos notados en el desarrollo perceptual motor y la adquisición de la
motricidad gruesa y la fina. Esta es una necesidad para cerrar el
monitoreo del desarrollo en el SW debido a la hipotonía subyacente,
retraso en lograr las etapas del desarrollo, déficits en la calidad de los
movimientos y debilidades posturales generalizadas.
El foco de la valoración de la terapia física cambiará a medida que la
persona crece. Las edades tempranas entre el nacimiento y los 3 a 4
años requerirán focalizar en la pantalla del desarrollo, la valoración de
las deformidades tempranas adquiridas y el desarrollo y refinamiento de
la destreza motora. El niño en edad escolar de 4 a 12 años requerirá la
valoración y monitoreo para evaluar la fuerza muscular, la eficiencia
motora, el balance, la coordinación y la alineación postural. El adolescente
y el adulto necesitarán monitorear el mantenimiento de la fuerza, la
eficiencia motora, la alineación postural y la prevención de las progresivas
deformaciones esqueléticas.
Testear el desarrollo es importante en el pequeño con SW. El desarrollo
en estos chicos típicamente muestra un perfil desigual, hipotonía
generalizada y debilidad muscular, lo que contribuye a un retraso en la
adquisición de la destreza motora. Estos niños son reportados de
alcanzar el asiento independiente a una edad promedio de 7 a 9 meses.
El caminar con apoyo es obtenido a una edad promedio de 18 meses, y
el independiente entre los 2 y 3 años. Estos chicos a su vez se reportan de
ser torpes y desmañados, especialmente en su andar y en pararse solos
del suelo. Pueden experimentar dificultad caminando en línea, parándose
en un pie, y tienen dificultades en las actividades con pelota.
Hay varios tests del desarrollo disponibles para el terapista. Los
tests de desarrollo
estandarizados incluyen la “Pantalla del desarrollo de Denver”, el “Perfil
del desarrollo de intervención temprana de Michigan”, el “Perfil de
aprendizaje temprano hawaiano” y la
“Escala infantil Bailey”. Los tests del desarrollo tienen variadas áreas de
concentración y requieren elementos de tiempo independientes en los
cuales administrar el test. Es importante recordar que todos los tests del
desarrollo contienen las etapas comunes del desarrollo y tendrán más o
menos ítems dependiendo del test que está siendo usado en particular. El
test elegido no es tan importante como el grado de habilidad del que lo
tome. Es importante para el administrador usar tanto medidas cuali como
cuantitativas en la valoración del chico con SW. El terapista debe usar
observaciones clínicas agudas para determinar los problemas subyacentes
que restringen o inhiben la postura normal, el movimiento y el desarrollo.
Es muy importante para él ver muy estrechamente los estados
transicionales del desarrollo. La dispersión de las habilidades puede
indicar que el chico está desarrollando “por astillas” en oposición al
desarrollo normal. Es importante dar cuidadosas pantallas de desarrollo a
los 3, 6, 9 y 12 meses, 2 y 3 años, ya que son edades de transición en el
desarrollo. El chico de 3 años requiere una muy completa y detallada
valoración del desarrollo para determinar el más apropiada programa
escolar y los servicios de apoyo necesarios.
El bebé y el niño con SW pueden requerir programas de intervención
temprana y tratamiento para el manejo específico y las actividades de
posicionamiento para facilitar la fuerza, postura, balance y los
movimientos necesarios para mejorar el desarrollo sensoriomotor. Esto es
importante para trabajar con el chico con SW en las posiciones
secuenciales del desarrollo y los modelos de movimiento transicionales
que faciliten mejorar la destreza motora y la calidad del movimiento.
Los niños en edad escolar requerirán monitoreo de la tirantez muscular
y la limitación de las articulaciones, y valorar el balance, la
coordinación y la eficiencia motora. El test BruininksOseretsky es una
valoración estandarizada de la destreza motora para determinar
disfunciones motoras y retrasos del desarrollo en chicos de 4 ½ a 14 ½
años. Esta herramienta de medición evalúa 8 subtests incluyendo la
motricidad gruesa y fina en áreas que involucran agilidadvelocidad,
balance, fuerza, coordinación bilateral y control visomotor.
El chico en edad escolar con SW puede beneficiarse con un programa
de terapia física
hecho para darle el grado de movimiento y ejercicios de fortalecimiento.
Estas deben ser actividades para mejorar el control muscular contra la
gravedad, el balance músculoarticular y la eficiencia de la destreza motora
corriente. Las actividades deben también ayudar a prevenir progresivas
limitaciones articulares y mejorar la destreza del desarrollo recreativo.
El adolescente y adulto requerirán monitorear su fuerza, postura y
eficiencia motora. Esto
es importante para valorar en esta edad las tempranas deformaciones
músculoesqueléticas, que desembocan en progresivas deformidades. Esta
es una edad en que la tirantez muscular y los arranques de crecimiento
han sido observados, los que pueden llevarlos a limitaciones de las
articulaciones y progresivos cambios músculoesqueléticos. La evaluación
cuidadosa es necesaria en la medición de las articulaciones, la evaluación
postural y la medición de la fuerza para prevenir contracturas, escoliosis y
la disminución de las destrezas.
El terapista físico debe estar familiarizado con la historia natural del SW
y la variabilidad dentro del diagnóstico de SW, para planear un tratamiento
efectivo para el adolescente y el adulto. El tratamiento puede incluir
extensión y ejercicios de movimiento, y específico fortalecimiento muscular
para mejorar el balance de las articulaciones y la postura. La fuerza y las
actividades de coordinación pueden ser recomendadas para mejorar la
eficiencia motora y las actividades de la vida independiente. Las
actividades libres y recreativas para mantener la fuerza y mejorar la
calidad de vida pueden también ser recomendadas.
Debido al enfoque multidisciplinario de la valoración y el tratamiento
del SW, esto es lo
más importante para todas las agencias que trabajan con estas
personas, para que comuniquen sus hallazgos y coordinen los planes de
tratamiento. La terapia física juega un rol integral en el cuidado a largo
plazo y el planeamiento en individuos con SW. Esta debe ser una
coordinación entre la terapia física, la terapia ocupacional, la
fonoaudióloga, el psicólogo, la escuela y las estrategias de intervención en
el hogar.
· Desórdenes músculoesqueléticos en
el SW: El sistema músculoesquelético
involucra
los músculos, tendones, articulaciones y los huesos del cuerpo. Este
sistema dicta la postura, estabilidad y movilidad de nuestro cuerpo para
las actividades funcionales. Los déficits en este sistema, si no son
atendidos, pueden conducir a deformaciones y condiciones debilitantes
como una pobre postura vertical, problemas de articulaciones, pobre
control del movimiento, retraso del desarrollo o una pérdida de función.
La ocurrencia de los déficits músculoesqueléticos en el SW es amplia y
variada y puede o no volverse progresiva.
· Tono
muscular: El tono muscular es definido como el grado normal de
tensión y la
resistencia a la elongación pasiva (estiramiento) de un músculo. El tono
muscular varía en las personas y puede en efecto variar o fluctuar
dependiendo de la posición del cuerpo, del esfuerzo o del estado
neurológico del individuo. El tono muscular define la base de nuestro
movimiento, la resistencia a la actividad sostenida, y lo más
importante, la suavidad y eficiencia de los movimientos necesarios
para un desarrollo motor apropiado.
Hay variados grados de tono muscular. Estos se describen como
hipertónico, hipotónico o fluctuante. El bebé con SW generalmente
exhibe hipotonía de grado variado. Esta puede ser un sentir blando de
sus músculos o laxitud de las estructuras que rodean a las
articulaciones. Esto se ve comúnmente en las articulaciones del hombro
y la rodilla. Puede ser una hiperextensión o un grado incrementado de
movimiento de las articulaciones. Esta hiperextensión, especialmente
en el chico que está con peso incrementado en lo que atañe a la
articulación hiperextendida, puede causar un progresivo estiramiento y
tirantez de las estructuras que la rodean, llevando a un posible daño
articular. Esta hiperextensión necesitará ser controlada especialmente a
medida comienza a realizar actividades de mayor peso. El
posicionamiento puede ser
necesario para prevenir los habituales modelos de hiperextensión
articular durante las actividades de mayor peso, para mantener un
conveniente alineamiento articular y prevenir el stress de la misma.
Esto ha sido reportado ya que el tono muscular en los chicos con SW
tenderá a incrementarse con la edad, y ésta es una tendencia hacia
un gradual estrechamiento del tendón y la musculatura del tendón a
medida que el chico entre en la adolescencia.
Ha habido algunos casos reportados de anormalidades dentro de
lo muscular de
personas con SW. Esto puede ser un incremento en los lípidos (grasa)
depositados dentro de las fibras musculares o que el tamaño dentro de
las fibras puede variar. Estos cambios musculares han sido sólo
documentados en personas que exhiben una significativa tendencia
hacia la debilidad y fatiga durante la rutina diaria. Por eso es
importante discernir si esta fatiga es debida a la iniciación del
tratamiento, al incremento en el nivel de actividad, a anormalidades
cardíacas o a la miopatía subyacente. Una biopsia muscular puede ser
requerida para tener un diagnóstico final.
· Contractur
as: Una contractura es una condición de resistencia al
estiramiento pasivo
de un músculo, resultando en fibrosis de los tejidos que soportan a los
músculos de las articulaciones o en problemas de las fibras musculares.
Las limitaciones articulares afectarán el estiramiento, la coordinación y
la calidad de los movimientos, resultando en retraso de la adquisición
de la destreza motora, disminución de la eficiencia motora y una
disminución en los niveles funcionales.
Las contracturas son comunes en el SW. Las investigaciones indican
una ocurrencia de
aproximadamente el 50% en todos los casos reportados de SW. Los
varones tienden a ser más afectados que las mujeres. También pueden
estar involucrados los grupos musculares largos de las piernas como
los cortos de las manos. Las contracturas tienden a ser simétricas o
balanceadas en ambos lados del cuerpo, sin embargo articulaciones
aisladas pueden estar afectadas en algunos casos. Puede haber una
progresión de contracturas que conduce a una futura pérdida de
movilidad de la articulación. Esto es visto más comúnmente en
adolescentes y jóvenes adultos con SW.
Las contracturas musculares en las piernas involucran más
comúnmente las caderas, rodillas y tobillos; de ese modo le limitan a
los pacientes la capacidad de deambular suavemente y afectan su
capacidad de manejarse en superficies de terreno irregulares,
transiciones y obstáculos como escaleras, estorbos y rampas. El
modelo de andar de las personas con SW ha sido comentado por
varios padres de ser rígido y torpe. Los codos, muñecas y
articulaciones de los dedos de las manos pueden también estar
afectadas con contracturas, resultando en una limitación de la
manipulación de objetos y afectando la capacidad de escribir y otras
actividades escolares. Las rutinas de la vida diaria como vestirse y el
aseo pueden también afectarse cuando hay contracturas en los
brazos.
El monitoreo cuidadoso de los que sufren limitaciones en la movilidad de
las articulaciones es importante. Es necesario controlar el grado, y
más importante la
proporción de cambios articulares para prevenir una progresión en la
pérdida de la movilidad articular y la posibilidad de deformaciones
articulares estructurales. Un fuerte programa de movimiento y
fortalecimiento muscular es importante para controlar la progresión de
las contracturas articulares y la pérdida de la movilidad articular. Los
tónicos pueden ser indicados para ayudar en la terapia física y un
programa de movimiento en casa en contra de una progresiva
deformidad en los estadíos tempranos de una contractura. La cirugía
puede ser necesaria para restaurar la movilidad articular y mejorar la
función del movimiento en una persona que ha perdido la capacidad
de ambular debido a contracturas en las piernas.
· Hallux
valgus: Es una condición en la cual el primer dedo del pie (el
dedo gordo) se
desvía hacia los demás dedos. Los reportes indican que el 78% de
las personas con SW tienen algún grado de hallux valgus. El dedo
puede estar sobre o debajo de los demás dedos, resultando en dolor
durante las actividades de peso o en la deambulación. Esta condición
de hallux valgus puede ser una respuesta secundaria a desviaciones
posturales por encima del pie y debe ser investigada. Los dedos
encimados pueden llevar a problemas de higiene ya que hacen
dificultosa la limpieza entre los mismos. En casos extremos puede
haber intolerancia a calzarse los zapatos. Hay un asociado
ensanchamiento del interior de la articulación del dedo gordo, lo que
resulta en problemas de piel. Una artrodesis metatarsofalangeana
(fusión de las articulaciones de ese dedo) puede ser indicada en casos
severos para reducir el dolor, los problemas de piel e higiene o mejorar
el calzado de los zapatos.
· Equinu
s: Es una contractura del músculo y tendón del talón, detrás de
la pierna y el
tobillo, resultando en una posición de los dedos hacia abajo. El
paciente es incapaz de lograr el contacto normal del talón en el paso
y a menudo es descripto como siendo “caminante en puntas de pie”.
Caminar en puntas de pie es común en los chicos en edad escolar,
posiblemente debido al progresivo incremento en el tono muscular
mencionado antes. El que camina así es inestable en su paso debido a
la disminución en su base de apoyo. Hay una alta incidencia de tirantez
de eversión o torceduras mientras la persona “gira” el extremo de su
pie durante el paso. Esto ocurre más frecuentemente cuando camina
sobre terrenos irregulares o blandos.
La evaluación cuidadosa en la persona con SW es necesaria para
determinar si hay
una verdadera contractura del talón o si está demostrando un modelo
de sustitución en su andar debido a déficits en el balance o la
postura. El tratamiento comprende un programa de movimientos
activos y pasivos combinado con fortalecimiento de la musculatura
anterior del tobillo para mejorar la fuerza y movilidad de la dorsiflexión
(pie para arriba). El monitoreo estricto es importante para mantener la
alineación del pie y el tobillo y prevenir una progresiva pérdida de
movimiento del tobillo, que lleve a una declinación en la
deambulación. Tónicos o técnicas decisivas pueden ser indicadas
para mejorar y/o mantener el movimiento del tobillo. La cirugía puede ser
recomendada cuando hay una significativa pérdida de la función
ambulatoria.
· Escoliosi
s: La columna vertebral o espinal consiste en 33 vértebras
localizadas en el
tronco posterior, para alojar y proteger los nervios espinales y darle
adhesión a las costillas y músculos. La espina es normalmente vertical
y simétrica en las personas que tienen la cabeza posicionada sobre la
pelvis. Las curvas normales de la espina son una leve cervical, lordosis
lumbar (curva hacia adentro) y cifosis torácica (curva hacia afuera).
Cuando desarrolla desviaciones en las curvas normales existe la
condición de escoliosis.
Hay variados tipos y grados de deformidades espinales:
· Una escoliosis de curva en C es una curvatura lateral
de la espina vertical. La curva puede ser dirigida hacia
la derecha o a la izquierda y la cumbre de la curva
puede ser alta o baja.
· Una escoliosis curva en S es una curva en C con una
curva opuesta o
compensatoria, resultando en una configuración de S
de la espina.
· Una cifosis (jorobado) es una exagerada convexidad
posterior en la región torácica.
· Una lordosis es una exagerada concavidad anterior
en la región
cervical o
lumbar.
· Una cifoescoliosis es una desviación exagerada de las
curvaturas torácica y lumbar.
· Una rotoescoliosis significa un incremento en la rotación
de la espina.
Si el grado de la curvatura progresa y se vuelve más
severo, se convierten en problema complicaciones
médicas incluyendo presión en la piel, disconformidad
del paciente y deterioro fisiológico, lo que requiere
manejo médico cuidadoso. Una cirugía de fusión espinal
posterior es usualmente indicada en casos severos de
escoliosis para prevenir el deterioro de la función
fisiológica o prevenir presión y dolor. Hay algunos casos
reportados de esta cirugía en el manejo ortopédico del
SW.
La frecuencia de la escoliosis en el SW ha sido documentada de ser
38% lordosis, 19 21% cifosis y 12% escoliosis (curvas en C). La
condición lordótica usualmente ocurre más tarde en la adolescencia.
Esto se puede deber a una generalizada debilidad postural
combinada con un incremento en la deformidad de flexión de la
cadera, lo que resulta en una inclinación hacia delante de la pelvis.
Una cifolordosis es también una común desviación postural vista en
el SW.
El tratamiento para la escoliosis incluye, como más importante, un
monitoreo estricto para la detección y prevención de la progresión en el
grado de la curvatura espinal. Esto incluye una base de radiografías
cuando es detectada y los seguimientos son indicados por el
ortopedista.
Un programa de ejercicios individuales de fortalecimiento de la espalda
es el tratamiento de elección en la escoliosis postural para incrementar
la fuerza, el balance y la resistencia de su musculatura. El
fortalecimiento de la musculatura abdominal anterior también es
importante para dar apoyo al tronco anterior y reducir la tendencia de la
inclinación de la pelvis hacia adelante; de ese modo se reduce la
exagerada lordosis lumbar. Es importante prevenir al chico con SW que
exhibe hipotonía subyacente o postura cifótica de estar sentado por
mucho tiempo sin un apoyo en la espalda, para prevenir su derivación
en una exagerada postura cifótica.
· Otras
deformidades: Han sido reportados casos de dislocación
de rótula,
inestabilidad de la rodilla y subluxación del hombro debido a la hipotonía
subyacente y la hiperextensión de las articulaciones, comunes en el
SW. También hubo casos de clinodactilia o desviaciones en uno o más
dedos. Esta se ve más comúnmente en el dedo meñique. Otra
deformación congénita común vista en el SW es la sinostosis radioulnar.
Es una condición donde los extremos superiores del radio y cúbito están
fusionados juntos, resultando en una limitación en la supinación del
antebrazo, o sea la capacidad de girar la palma hacia arriba. La
sinostosis puede afectar el juego bimanual, la manipulación de objetos y
las actividades de la vida diaria debido a la incapacidad de rotar la parte
baja del brazo.
· Postur
a: La postura es una sumatoria de todos los segmentos
del cuerpo
balanceados como un todo. La postura estática es observada de todos
los costados para evaluar las desviaciones posturales. La posición
anatómica es usada como punto de referencia para determinar
desviaciones en la postura. Estas desviaciones posturales resultan en
debilidad, disminución del control del movimiento y eficiencia y
movimientos restringidos. Esto puede llevarlos a sindromes de desgaste
y desgarro, dolor y la pérdida resultante de la habilidad funcional.
Las personas con SW exhiben una actitud postural común. Su postura
vertical se muestra encogida, notada por el incremento en la flexión de
las rodillas y la cadera. Sus talones pueden estar separados del suelo.
Hay una exagerada cifosis con la cabeza hacia adelante. La pelvis está
inclinada hacia adelante con una lordosis lumbar secundaria y
protrusión del abdomen. Puede haber un componente rotacional de la
pelvis. Los hombros están rotados hacia adelante y hay un “voleo”
escapular notado con el extremo inferior de la escápula dirigido lejos
de la jaula articular. Los brazos están usualmente rotados hacia
adentro con las palmas de las manos hacia atrás. Los dedos de las
manos pueden estar flexionados. Esta típica postura del SW puede ser
exhibida con o sin la presencia de contracturas, sin embargo éstas
pueden desarrollar como resultado de su habitual postura encogida. La
terapia física temprana con un programa selectivo de fortalecimiento
muscular puede inhibir esa postura y facilitar una más vertical.
EVALUACION Y PROBLEMAS DE INTERVENCION
FONOAUDIOLOGICOS PARA CHICOS CON
SINDROME DE WILLIAMS
Lic. Kara Kelley
Hospital de Niños de
Boston
· El niño con
SW: Algunos muestran algún retraso inicial en el comienzo
del habla y el
lenguaje. Para algunos chicos esto puede reflejar un mayor retraso global
en el desarrollo cognitivo; para otros, específicas dificultades orales
motoras pueden afectar la producción del habla y el comienzo del
lenguaje hablado. A medida que éste emerge, la mayoría de
los chicos con SW son más verbales dentro de las rutinas y cambios
familiares y socialmente motivados. Sin embargo a menudo tienen
dificultad en expresar específicamente lo que quieren y sus necesidades,
posiblemente como reflejo de los problemas subyacentes de recobrar la
palabra. Cuando se comparan con pares iguales en desarrollo, los
pequeños con SW se encontraron teniendo menos bien desarrollada la
habilidad gestual (Mervis y Bertrand, 1994), haciendo la comunicación
temprana más dificultosa. La atención y la competencia organizativa
afectan cómo los chicos interactúan con su entorno, influenciando el
juego y la comunicación. Un niño con SW puede tener relativamente
fuerte vocabulario pero muestra debilidad en el procesamiento del
lenguaje y/o en mantener una conversación. Esta clase de debilidades
pueden ser exacerbadas por la habilidad reducida de atención.
· Evaluació
n: La evaluación de un pequeño con SW debe incluir una
entrevista con los
padres relativa a la historia temprana médica y del desarrollo del chico, y
de sus destrezas prelinguisticas y de alimentación. Las mediciones
formales deben incluir aquello que focaliza sobre la evaluación de
específicas áreas de habilidad (por ejemplo el vocabulario, conceptos
básicos, sintaxis y el uso de la comunicación no hablada como los
gestos), como también explorar en la capacidad del niño de comprender y
usar el lenguaje para las funciones de más alto nivel (por ej. directivas
de procesamiento verbal, expresión de necesidades y compartir
experiencias). Hay varias escalas de evaluación disponibles que evalúan
un amplio rango del funcionamiento de la comunicación para niños,
usando la entrevista a los padres, la observación informal y las
respuestas espontáneas. Uno de esos métodos normado para chicos
desde el nacimiento hasta los 3 años es la Escala del lenguaje infantil
de Rossetti. Esta incluye subescalas para interacción-
adhesión, pragmática, gestos, juegos, comprensión del lenguaje y
expresión. El Inventario del desarrollo comunicativo de Mc’Arthur
(CDI) es otra excelente herramienta que usa la entrevista a los
padres para obtener información temprana del vocabulario expresivo y
receptivo para bebés y niños.
En los años recientes más tradicionales herramientas de evaluación
preescolar como la Escala del lenguaje preescolar (PLS) y la
Evaluación clínica de los fundamentos del lenguaje (CELF) tienen
revisiones experimentadas (como el PLS3 y el CELFpreescolar) que
incluyen tareas que requieren demandas de lenguaje de más alto nivel
para estos niños. Estas consideraciones son esenciales para apreciar
el sutil procesamiento del lenguaje y las dificultades de formulación,
pero requiere por parte del examinador una interpretación estricta de la
perfomance individual del niño. La Escala del desarrollo de Reynell
(Reynell) es una herramienta de evaluación del lenguaje comprensivo
que usa objetos reales y juguetes (los cuales son atrayentes para los
pequeños difíciles de testear), para evaluar la capacidad del lenguaje
expresivo y receptivo. Normada para chicos de 1 a
7 años de edad, la Reynell es desarrollada con una progresión de
demandas de formulación y procesamiento que son particularmente
sensibles a la atención, el procesamiento, los problemas de formulación y
recuperación.
Una evaluación comunicativa completa debe incluir observaciones del chico
en juegos, preferentemente en un entorno familiar. Es importante
observarlo en una situación de “juego libre” como también en una más
estructurada con apoyo de adultos. En el juego libre, el examinador
puede observar la comprensión y producción del lenguaje, la habilidad del
lenguaje pragmático y sobre todo la competencia comunicativa. En una
situación de juego estructurada, puede evaluar la habilidad del chico para
el juego independiente de la habilidad del lenguaje usando el Test del
juego simbólico. Este incluye normas para más de 3 años de edad y usa
4 clases de juguetes para medir el juego temprano de representación y
funcional. La información obtenida del juego libre y situaciones
estructuradas debe ser acompañada por el informe de los padres de los
juegos del niño en casa, y si es posible las observaciones de la maestra.
Para entender la capacidad de producción del habla y la alimentación en
chicos con SW, es importante la evaluación de la destreza oral motora.
La mayoría de estos niños tienen algún grado de hipotonía (bajo tono
muscular) como también dificultades con el control volitivo oral motor de
las articulaciones que puede afectar estas capacidades. Las observaciones
de la musculatura oral, la presencia o ausencia de babeo y el control
volitivo de las articulaciones de la boca para las funciones del habla o no
habla son necesarias. Algunos muestran también hipersensibilidad oral
que conduce a intolerancia a ciertas texturas que puede impedir la
progresión de los alimentos y resultar en reacciones de frustración. La
evaluación debe incluir entrevista con los padres referente a la historia
alimenticia como también la observación directa del comer cuando sea
indicado. Para chicos con problemas más complejos puede ser necesaria
la consulta con un equipo de profesionales de la alimentación.
· Intervenció
n: La intervención con algunos chicos debe idealmente incluir a
su familia y
estar dirigida por las particulares habilidades, debilidades e
intereses del chico.
La intervención fonoaudiológica con un bebé o un pequeño debe estar
basada en juegos y seguir la iniciativa del niño. Esto es particularmente
importante para aquellos que tienen un corto período de atención. A muy
temprana edad una primera meta a alcanzar no debe ser incrementar el
período de atención; un acercamiento más productivo es seguir su
iniciativa, “ser dirigido” por sus intereses y estimular la interacción
sostenida dentro de las actividades que él haya elegido.
La mayoría de los niños con SW muestran fuerte sociabilidad y atención a
la música y los rostros. Estas habilidades pueden fácilmente ser
capitalizadas para estimular el desarrollo fonoaudiológico temprano. Atraer
al chico en un simple juego alternado con juguetes desarrolladamente
apropiados y aparear tales juegos con sonidos, palabras simples o
canciones simples, ofrece excelentes oportunidades para la imitación y la
eventual producción espontánea. El uso de una entonación levemente
exagerada y un rostro animado, capturará la atención de los pequeños y
particularmente los niños con SW.
El fuerte interés musical que algunos de estos chicos muestran hace
a la música una
excelente actividad para la estimulación del lenguaje. Como con cualquier
intervención, optimizar dichas actividades para el aprendizaje del lenguaje
requiere el entendimiento del
nivel de desarrollo del chico, y la capacidad de dirigir las metas
específicas para conocer las necesidades corrientes del niño. Los
terapistas creativos y las maestras han usado la música para ayudar a
los chicos a entender las rutinas de la clase, el entendimiento de los
conceptos básicos, estimular la producción del habla y ayudar en la
secuencia de los sonidos para la producción del lenguaje.
Algunos chicos con SW muestran relativa debilidad en su capacidad para
sostener el juego pretendido. Para algunos, las dificultades con el control
de la motricidad fina y la debilidad visoespacial afectan su capacidad de
manipular los juguetes que están típicamente disponibles en un
preescolar. Para otros, los problemas de atención, distracción y organización
pueden ser impedimentos más significativos. Los muy pequeños con SW
pueden estar más interesados en interactuar con el terapista que en jugar
con los juguetes. Dar nuestro entendimiento de la importancia del juego en
fomentar el desarrollo cognitivo y del lenguaje y las relaciones con los
pares, es importante para ayudar a estos chicos a desarrollar un juego
elaborado y más sostenido. A través del juego estructurado que es
facilitado por un adulto, las destrezas tempranas platicadas con los pares
pueden ser dirigidas así como las metas específicas del habla y el lenguaje.
La consideración de la particular habilidad motora del chico debe ser
hecha cuando se seleccionan los juguetes para el juego.
A pesar de las tempranas dificultades orales motoras, la mayoría de estos
niños desarrollan
la capacidad del lenguaje expresivo, consistente con su habilidad de
lenguaje receptivo. Son comunes los problemas con la inteligibilidad del
habla, reflejando dificultades con mantener la precisión articulatoria y la
coordinación dentro del habla conectada. Un pequeño porcentaje de chicos
con SW demuestra dificultades orales motoras o significativos retrasos
cognitivos, suficientes para requerir un mayor apoyo, al menos como una
ayuda transitoria hasta que emerja el lenguaje hablado. La investigación
formal tiene aún que explorar el uso óptimo del apoyo aumentado para
niños con SW. Reportes anecdóticos de padres y terapistas sin embargo
sugieren que en razón de las dificultades en la motricidad fina, el uso de
los signos manuales para aumentar la comunicación puede ser menos
efectivo que otras formas como la comunicación pictórica. Cada
necesidad de comunicación del chico y su capacidad motora deben ser
exploradas completamente para determinar el método apropiado, y las
evaluaciones adicionales con un especialista deben ser buscadas cuando
sean necesarias.
· El niño en edad
escolar: A medida que el niño entra en sus años
escolares, la
evaluación de la capacidad del lenguaje es importante para determinar las
necesidades educativas. La capacidad de habla y lenguaje del chico con
SW en edad escolar variará marcadamente, dependiendo sobre todo de la
completa capacidad cognitiva del chico y de sus habilidades y debilidades
específicas. Algunos de estos niños muestran particular habilidad verbal,
que apoya un estilo de aprendizaje auditivo dentro del aula. La evaluación
fonoaudiológica completa es fundamental para entender la naturaleza de
estas habilidades y debilidades. Aunque el vocabulario, el cierre auditivo, la
memoria auditiva y la sintaxis son áreas de relativa habilidad que
ayudan a un chico altamente verbal, estas capacidades
pueden ocultar la relativa debilidad en el procesamiento del lenguaje, en
hallar la palabra y en la formulación oral, que contribuyen al
funcionamiento académico. En razón que el procesamiento del lenguaje es
un área clave en el funcionamiento en el aula (por ejemplo para seguir las
directivas de la maestra) es necesario un completo entendimiento de las
habilidades y debilidades del chico en esta área. Por lo tanto es
importante que la evaluación del lenguaje incluya la evaluación de las
áreas específicas de habilidad del lenguaje, como también la capacidad
del chico de integrar y organizar estas habilidades para apoyar el más
alto nivel de procesamiento y formulación. Es fundamental determinar
cómo el funcionamiento del lenguaje corriente del chico influencia sobre
todo el funcionamiento de la comunicación a través de situaciones como
aquellas dentro del aula, con los pares y en su casa.
Hay varias herramientas de evaluación del lenguaje bien organizadas para
el niño en edad escolar, como la Evaluación clínica de los fundamentos
del lenguaje3 (CELF3), y el Test del desarrollo del lenguaje2
intermedio (TOLD2). Sin embargo,
dependiendo
especialmente de las habilidades cognitivas, los resultados standarizados
de estos tests pueden ser difíciles de interpretar para otro que identifica
que la destreza del lenguaje está por debajo de las expectativas de la edad.
Por ejemplo, los subtests del CELF3 tienen valores standard que tienen
una media de 10 con un desvío standard de +/ 3. La interpretación de los
valores de los subtests que varían de 3 (el cual representa simplemente
atender a los materiales “sin éxitos”) a 4 o 5 (lo que al menos indica
organización rudimentaria del estímulo del test) puede no revelar las
relativas habilidades y debilidades y últimamente es menos usado. La
subescala completa de valores para el funcionamiento del Lenguaje
Expresivo y Receptivo, puede ser de más ayuda cuando es vista en
conjunto con la evaluación cognitiva y otras tareas específicas del lenguaje.
La capacidad de lenguaje del niño debe ser vista en relación con su
funcionamiento cognitivo completo, para desarrollar las metas principales
de intervención y las estrategias académicas.
El análisis de los ítems específicos y los juicios cualitativos son más
importantes que los actuales valores de los subtests. Los problemas de
atención y de control del impulso pueden afectar la comprensión y la
formulación del lenguaje, y resultar en algunas inconsistencias en la
perfomance en el test. Otras inconsistencias pueden reflejar áreas de
debilidad específica. Por ejemplo, algunos chicos con SW entendiblemente
tienen dificultad con la terminología espacial (Semel y Rosner, 1994), lo
que refleja un significativo deterioro visoespacial subyacente antes que
problemas en el lenguaje “per se”. Se debe poner estricta atención en la
memoria verbal inmediata, el procesamiento y el hallar la palabra, ya que
estas son áreas de relativa debilidad para la mayoría de los chicos con
SW, aún para aquellos cuyo funcionamiento completo del lenguaje está
dentro de las expectativas de la edad. La siguiente tabla brinda un
resumen de las áreas importantes de evaluación y las perfomances
típicas observadas. Las herramientas son sugeridas pero no están
destinadas a estar todas incluídas.
· Intervención:
La mayoría de los chicos con SW se benefician con la
intervención fonoaudiológica a través de sus años de escuela. Ciertos
modelos de servicios de provisión han sido exitosos para dirigir las áreas
siguientes:
· Lenguaje
receptivo: Algunos requieren enseñanza directa de conceptos
de lenguaje
más abstractos, incluyendo conceptos espaciales. La previsión del
vocabulario del currículum del chico puede ser beneficioso. Ayudar a la
capacidad del niño para compensar el procesamiento del lenguaje y/o
las dificultades de comprensión es importante para facilitar el éxito en
el aula y puede mejor ser acompañado a través de consultas en el
aula. En este rol, la fonoaudiológa puede dar sugerencias para
optimizar la fuerza del chico en el aprendizaje auditivo mientras se
estimula al alumno y la maestra mediante estrategias que ayuden en
el procesamiento del lenguaje y/o la comprensión. Tales estrategias
deben incluir apoyos organizativos, presentación de instrucciones
verbales en pasos simples y concisos para reducir la carga del
lenguaje y estimular al niño a requerir una aclaración o repetición de la
información cuando sea necesario.
· Lenguaje
expresivo/pragmático: La mayoría de los chicos en edad escolar
con SW
son altamente verbales y demuestran una sintaxis relativamente
intacta. La intervención a menudo se focaliza en los problemas de
organización para el lenguaje hablado y escrito, como también en los
problemas del lenguaje pragmático. La mayoría de estos niños tienen
alguna habilidad en el lenguaje pragmático, lo más sorprendente de lo
cual es su fuerte sociabilidad y el deseo de iniciar charlas con otros.
Algunos tienen dificultad en mantener temas de conversación,
perseveran en un pequeño número de temas de alto interés o tienen
dificultades con el ida y vuelta de la conversación. Esta clase de
dificultades aparecen siendo particularmente problemáticas cuando el
chico en edad escolar intenta establecer relación con sus pares. Es
importante el uso de grupos de comunicación social que pueden
también focalizar en la capacidad de razonamiento verbal y en la
capacidad de comunicación pragmática básica.
Para algunos chicos los problemas en hallar la palabra
impactan sobre el
funcionamiento en el aula para las tareas de lenguaje oral. Apuntar
estrategias específicas para ayudar en recobrar la palabra (por ejemplo
el uso de apuntes propios como pistas fonémicas, semánticas o
gestuales) ha sido de ayuda para muchos alumnos. También son
importantes las sugerencias para el aula como dar formato de múltiple
choice durante la discusión en grupos.
· Inteligibilidad del habla/Capacidad oral
motora: A medida que los chicos
con SW
progresan en sus años escolares, los problemas con la parte oral
motora y la producción del habla típicamente se resuelven con la
intervención y la madurez. Algunos pueden continuar requiriendo
terapia oral motora, de articulación y/o fonológica para dirigir esos
problemas persistentes.
LA CONSULTA DEL COMPONENTE
INFORMATICO DEL SW EVALUACION
INTERDISCIPLINARIA
Robert Follansbee y Patricia Corley
Especialistas en Educación y Tecnología
Programa de Aprendizaje Informático, Hospital de
Niños de Boston
(5) Qué recursos son éstos para los padres? Claramente, uno de los
primeros recursos en el proceso de transición debe ser el distrito
público local. En la próxima conferencia de Planeamiento de
Educación Individual de tu hijo, haz la pregunta del planeamiento de
la transición y sus servicios. Pregúntale al equipo escolar que te dé
específica información acerca de las políticas del distrito y los
procedimientos para la
transición. Reconociendo que puede haber alguna variación en lo
que hacen actualmente los distritos escolares relativo a la
transición, hay recursos adicionales para los padres: