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capítulo 9
El descubrimiento de su lenguaje
principal de amor
D escubrir el lenguaje principal de amor de su cónyuge es importante si quiere
mantener su tanque de amor lleno. Pero primero asegúrese de que usted conoce su
propio lenguaje de amor. Habiendo oído de los cinco len guajes emocionales de
amor:
Palabras de afirmación Tiempo de calidad Recibir regalos Actos de servicio Contacto
físico
Algunos individuos sabrán inmediatamente cuál es su propio lenguaje amoroso
principal y cuál es el de su cónyuge. Para otros no será tan fácil. Algunos son como
Bob, de Parma Heights, Ohio, quien después de oír de los cinco lenguajes
emocionales de amor me dijo:
—No sé, pero esos dos parece que se ajustan a mí.
—¿Cuáles dos? —pregunté.
—El de «Toque físico» y las «Palabras de afirmación»
—respondió Bob.
—¿Qué es lo que usted quiere decir con «Toque físico»?
—Bueno, principalmente sexo —replicó Bob.
Traté de averiguar más, preguntando:
—(¿Le gusta que su esposa le pase las manos por su cabello, o le frote la espalda, o lo
tome de las manos, que lo bese y lo abrace a veces. aun cuando no tengan
relaciones sexuales?
—Todo eso está bien —dijo Bob—, no voy a rechazarlo, pero lo que importa es la
relación sexual. Es así como sé que verdaderamente me ama.
Dejando el asunto del contacto físico por un momento, pensé en las palabras de
estímulo y pregunté:
—Cuando dice que las «Palabras de afirmación» son también importantes, ¿qué clase
de declaraciones encuentra más útiles?
—Casi todo lo que es positivo —replicó—. Cuando ella me dice qué bien me veo, cuán
inteligente soy, qué buen trabajador soy, cuando expresa aprecio por lo que hago en
la casa, cuando hace comentarios positivos por el tiempo que les doy a los niños,
cuando dice que me ama; todas esas cosas significan realmente mucho para mí.
—¿Recibió esa clase de comentarios de sus padres cuando era niño?
—No muy a menudo —dijo Bob—. Lo que más recibí de mis padres fueron palabras
de críticas o demandantes. Seguramente por eso aprecio a Carol tanto, porque me
dio muchas palabras de afirmación.
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—Permítame preguntarle esto: si Carol llenara sus necesidades sexuales, es decir si
tuvieran buenas relaciones sexuales tanto como usted deseara, pero ella le dijera
palabras negativas y lo criticara, a veces avergonzándolo delante de los demás, ¿cree
que se sentiría amado por ella?
—No lo creo —replicó—. Pienso que me sentiría traicionado y profundamente herido.
Creo que me sentiría deprimido.
—Bob —dije—, creo que hemos descubierto que su lenguaje principal de amor es
«Palabras de afirmación». Las relaciones sexuales son extremadamente importantes
para usted y para su sentido de intimidad con Carol, pero las palabras de afirmación
son más importantes para usted emocionalmente. Si ella verdaderamente lo criticara
todo el tiempo y lo hiciera quedar mal delante de los demás, llegaría el momento en
que usted no desearía más tener relaciones sexuales con ella, porque ella sería una
constante causa de sufrimiento para usted.
El varón, al ser físicamente empujado para tener alivio sexual en forma regular,
puede creer automáticamente que su lenguaje principal de amor es el contacto físico.
Pero si él no disfruta del contacto físico en otros momentos de una manera no sexual,
este no puede ser su lenguaje de amor.
¿Cuál es su principal lenguaje de amor? ¿Qué es lo que más lo hace sentirse amado
por su cónyuge? ¿Qué es lo que más desea sobre todo?. Si las respuestas a estas
preguntas no vienen inmediatamente a su mente, quizá servirá mirar al uso negativo
de los lenguajes de amor. ¿Qué es lo que su cónyuge hace o dice, o deja de hacer o
de decir, que lo hiere profundamente? Si, por ejemplo, su más profundo dolor es
causado por la crítica o las palabras condenatorias de su cónyuge, entonces tal vez
su lenguaje principal de amor sean las «Palabras de afirmación». Si su lenguaje
principal de amor es usado negativamente por su cónyuge —es decir, si hace lo
opuesto— lo herirá más profundamente a usted de lo que eso mismo heriría a otro,
no solamente porque él no quiere hablar su lenguaje principal de amor, sino porque
está usando ese lenguaje como un cuchillo para atravesar su corazón.
Recuerdo a Mary en Kitchener, Ontario, quien dijo: «Doctor Chapman, Io que más
me duele es que Ron nunca levanta una mano para ayudarme en la casa. Mira
televisión mientras yo hago todas las tareas del hogar. No entiendo cómo podría
hacer eso si realmente me amara».
Lo que más le dolía a Mary era no solamente que no la ayudara con las tareas de la
casa, sino que ese era su lenguaje principal de amor: «Actos de servicio». Si lo
lastima profundamente que su cónyuge le dé rara vez algún regalo, entonces tal vez
su lenguaje principal de amor sea «Recibir regalos». Si le duele mucho que su
cónyuge rara vez le dedique tiempo, entonces «Tiempo de calidad» tal vez sea su
principal lenguaje de amor.
Elizabeth, quien vivía en Maryville, Indiana, usó este método para descubrir su
lenguaje principal de amor. Me dijo al finalizar una sesión de un seminario: «Cuando
paso revista a estos últimos diez años de matrimonio y me pregunto qué es lo que
más le he pedido a Peter, mi lenguaje de amor salta a la vista. Le he pedido
frecuentemente «Tiempo de calidad». Una y otra vez le he pedido que fuéramos a un
picnic, que pasáramos el fin de semana juntos, que apaguemos el televisor por una
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hora y conversemos, que demos un paseo, y así por el estilo. Me he sentido
descuidada y no amada porque rara vez él respondía a mis peticiones. Me daba
bonitos regalos en mi cumpleaños y en ocasiones especiales, y me preguntaba por
qué no me mostraba emocionada por ellos.
«Durante su seminario —continuó—, las cosas se aclararon para los dos. Durante el
receso, mi esposo me pidió disculpas por haber sido tan difícil durante estos años y
tan reacio a mis peticiones. Me ha prometido que las cosas serán diferentes en el
futuro, y creo que lo serán».
Pero recuerde, ese método es una posible pista para su lenguaje de amor; no es un
indicador absoluto. Por ejemplo, el esposo que aprendió de su padre a expresar amor
a su esposa dándole bonitos regalos, expresa su amor a so esposa haciendo lo que su
padre hizo, aunque «Recibir regalos» no sea su lenguaje principal de amor. Simple-
mente está haciendo lo que fue entrenado para hacer por su padre.
1. ¿Qué cosas que su cónyuge hace o deja de hacer le duelen más profundamente? Lo
opuesto de Io que le duele más es probablemente su lenguaje de amor.
2. ¿Qué es lo que más a menudo ha pedido de su cónyuge? Lo que más ha pedido es,
probablemente, lo que lo haría sentir más amado.
3. ¿En qué manera expresa, por lo general, su amor a su cónyuge? Su método de
expresar amor puede ser una indicación de que eso también lo haría a usted mismo
sentirse amado.
Una vez que ha recibido esa información. le sugiero que juegue el siguiente juego
tres veces por semana por tres semanas. El juego se llama: «Medir el tanque», y se
juega así: cuando llega a casa, uno de ustedes le dice al otro: «En una escala de cero
a diez, ^cómo está tu tanque de amor esta noche?» Cero significa vacío, y diez
significa «Estoy lleno de amor y no puedo más». Usted lee su propio tanque de
amor—10,9, 8, 7,6,5,4, 3,2, 1, ó 0— indicando cuán lleno está. Su cónyuge dice:
«¿Qué podría hacer para llenarlo?»
Entonces usted hace una sugerencia —algo que quisiera que su cónyuge hiciera o
dijera esa noche. EI responderá a su pedido de la mejor manera. Luego repite el
proceso en el sentido contrario, para que los dos tengan la oportunidad de «verificar»
el estado de su tanque de amor, y hacer una sugerencia para llenarlo. Si practica el
juego por tres semanas, quedará encantado y será una manera divertida de
estimular las expresiones de amor en su matrimonio.
Un esposo me dijo:
—No me gusta ese juego del tanque de amor. Lo jugué con mi esposa. Llegué a casa
y le dije: «En una escala de cero a diez, ¿cómo está tu tanque de amor esta noche?»
Ella dijo: «Como en siete». Entonces le pregunté: «¿Qué podría hacer para
llenarlo?», y ella me dijo: «Lo mejor que podrías hacer por mí esta noche es ir a la
lavandería y llevar la ropa». Le dije: «¿Amor y lavandería?» No lo entiendo.
Entonces le dije:
—Ese es el problema. Tal vez usted no entiende el lenguaje de amor de su esposa.
¿Cuál es su lenguaje principal de amor?
Tal vez alguno de ustedes piense lo que Raymond y Helen me dijeron en Zion,
Illinois: «Doctor Chapman, todo eso suena bonito y hermoso, pero ¿qué pasa si el
lenguaje de amor de su cónyuge es algo que no viene naturalmente a usted?»