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Inseguridad Ciudadana

Introducción

El presente trabajo representa una vista general sobre el tema de la inseguridad, el


miedo y la desconfianza palabras puntuales donde se demuestran una situación humana,
donde los que se ven más afectados son las clases donde es mayor auge de pobreza se
frecuenta, donde se carece de una empatía un pensamiento colectivo en el reaccionar,
aunque existe otro sector donde esta mas marcado, dependiendo la afluencia económica
que esta tenga puede optar por un “servicio” de seguridad, ya sea siendo un barrio
seguro, construcción de muros más altos, o incluso, instalando sofisticados sistemas de
alarmas, con detectores de intrusión o cercas eléctricas.

En este punto la auto marginación es más evidente ya que el individualismo está más
propenso a solo cuidar de sí mismo y de los suyos, estos están consientes que es más
fácil contratar un servicio de seguridad, que esperar que la seguridad que proporciona el
estado sea garante de su seguridad y derechos, por lo tanto se vive en cierta estabilidad
viviendo amurallados, cosa contraria de cierto sector de la marginalidad que no tiene
capacidad de obtener un servicio de seguridad, siendo sometido a los sentimientos y
emociones del temor, o miedo.

Como se puede llegar seguridad donde el estado no cumple su obligación de mantener


esas garantías, la inseguridad ciudadana mantiene el pensamiento colectivo de miedo,
inseguridad y desconfianza a todos los sectores, a cualquier clase, genero, cultura que
pertenezca.

Se ha generado normas ciudadanas por la inseguridad llamadas "sálvese quien pueda"


porque además la Policía casi siempre está ocupada en proteger políticos, en contener
manifestaciones, en levantar bloqueos, en reprimir a opositores y en resguardar los
lugares estratégicos en que se desarrolla la actividad oficial, restando importancia a la
seguridad ciudadana bajo el argumento de que ese objetivo es tarea de todos y no sólo
de la Policía.

Uno de los problemas principales, radica en la falta de oportunidades para la población,


especialmente la que tiene responsabilidad de sostener una familia, no hay fuentes de
empleo y por tanto no hay seguridad ciudadana, y hablar de ese concepto no significa
simplemente disponer guardias, sino que además los mismos estén dotados
convenientemente para enfrentar el delito, pero que además puedan cumplir sus
funciones principales de preservar la seguridad ciudadana y no la de "apagar incendios
sociales".

Desarrollo o Marco Teórico

La inseguridad como punto de partida se puede ver desde el punto de vista desde el país
en general, desde el aspecto de cada familia. Donde esta se divide en otros ejes,
reconociendo las falencias de todo tipo.

Para entender la magnitud de la inseguridad ciudadana, es necesario comprender que


no solo afecta la tranquilidad y seguridad de la población, que sería un factor más que
suficiente para combatir este fenómeno, además la inseguridad atenta contra los
intereses de la seguridad integral de los ciudadanos, afecta tanto la inversión local como
extranjera, nadie quiere invertir en ciudades violentas, el turismo se ve seriamente
afectado también por este fenómeno, Sin duda las respuestas de la mayoría de las
Instituciones de seguridad pública, justicia y sistemas penitenciarios en el país no son
las adecuadas, en la opinión general es prioridad ordenar y repotenciar estas
instituciones, además paralelamente a los efectos se deberá trabajar las causas, y no las
consecuencias, no hay otro camino, la voluntad política deberá ir de la mano con los
recursos económicos adecuados y con un estricto mecanismo de control, por ello es que
es muy difícil la lectura de la problemática de inseguridad por parte del gobierno
hondureño, ya que los problemas en las propias instituciones de seguridad, justicia y
cárceles, no tienen cuando acabar.

En esas condiciones no veo en el horizonte una solución a corto ni mediano plazo, los
factores de riesgo se incrementan apuntando a una mayor tendencia de delincuencia, en
ese panorama que se da en mucho de nuestros País, lo que le queda a la ciudadanía es
asumir una cultura de seguridad preventiva, tomando las acciones necesarias para su
autoprotección de acuerdo a sus posibilidades, lo que debe de quedar muy claro es que
los ciudadanos deben evitar y no enfrentar el delito, es cierto que no se puede ser
genérico en estrategias de seguridad ciudadana, ya que en el país, ciudad ,pueblo, aldea,
caserío son realidades completamente distintas, sin embargo hay diseños como el de la
Policía Militar del Orden Publico (PMOP), que han NO dado resultados y pueden que
se adaptarse a cada realidad pero no funciona, hoy la inseguridad ciudadana no solo es
una problemática policial, los ciudadanos debemos estar involucrados en actitud,
comportamiento y control, debemos de cerrar filas ante un enemigo común que está
causando serios daños en nuestras vidas pero la cultura del miedo nos tiene prisioneros
de nuestra propia burbuja, está claro que la inseguridad y violencia son temas de alta
complejidad y tienen que ser analizados sistemáticamente, ya que son varios los factores
que se tienen que tomar en cuenta, para enfrentar con éxito esta problemática, se está
convencido que debemos focalizar el delito que todos conocemos, y hacer que los
gobiernos locales sean los que lideren la seguridad en sus respectivas jurisdicciones, se
pueden poner en marcha desde estos gobiernos una serie de programas (Que funcionen)
como por ejemplos, programas de prevención de conflictos sociales, o programa de
prevención de conductas violentas en zonas marginales que llevan de encuentro a la
juventud, hay tantos programas para trabajar violencia intrafamiliar, el consumo de
alcohol y drogas, la exclusión social, la recuperación de espacios públicos, acaso no son
factores que compartimos en muchos Países de Latinoamérica o llamados
Tercermundista.

Como otro punto la base de la inseguridad familiar se refiere a que en muchas ocasiones
no se tienen los suficientes recursos económicos para la adquisición para protegerse así
mismo o a los suyos llegando a un punto de aislamiento donde se enseña a no confiar en
nadie, y generando la dependencia de los permisos de la persona cabeza de hogar,
generando así ciertos una conducta de inseguridad en las relaciones interpersonales.
Refiriéndose y evolucionando a que la población cuando ya vive en el estigma que es
víctima de la delincuencia, y estos la cual atenta contra su integridad física o de sus
bienes e inmuebles. Particularmente en nuestro país se han desatado varios actos de
violencia, alterando la seguridad de cada uno.

Este tipo de fenómeno se desarrollo en niveles dependiendo su nivel económico,


empezando por el punto geográfico de donde este tenga su domicilio, tocando dos
puntos extremos,

Empezando por zonas de alto riesgo donde carezcan en su mayoría o minoría de


necesidades básicas (agua potable, luz eléctrica, paso vial, educación, etc.).

La generación de esta inseguridad es muy creciente donde, ya que por una falta de
supervisión por parte del estado, esta zona se vuelve conflictiva, no existe una
regulación para suplir ciertas necesidades, lo que conlleva a las situaciones de:
 Falta de educación.
 Desempleo en su mayoría, ya que algunos generan su propia manera como
subsistir ya sea trabajando empleado propio o contratado.
 Delincuencia (en todos sus ejes)
 Asociación Ilícita, entre otros.
 Drogadicción
 Prostitución

Esto viendo de manera superficial, genera una gran falencia en el tema de convivencia
ciudadana.

Las este extremo se genera a raíz de un descuido por parte del Estado en mantener las
garantías del ciudadano, esta exclusión genera un descontento por parte de esta zona, lo
cual genera un conflicto.

El punto de vista del otro extremo por su parte, donde se posiciona una mejor base
económica, labora, moral, educativa estos están consientes de que existe ese extremo,
que es la base de “todo lo malo” de su mundo, dado que en función de ya han sido
víctimas de ciertos eventos, estos teniendo los medios buscan el asilamiento, lo que
genera una falsa paz, ya que al salir de sus zonas seguras están expuestos.

Se realizaron unas entrevistas a un público especialista, privilegiado, como relacionado


donde cada quien tiene un punto de vista diferente pero con una finalidad muy igual.

En el público especialista se realizo a una empresa de seguridad tanto física como en


sistemas de alarmas, donde como empresa es velar por la integridad de los bienes
materiales, como la vida misma de los clientes donde se realizo la entrevista sobre la
inseguridad ciudadana su respuesta fue prácticamente esta cita:

“La delincuencia tiene una cierta utilidad económica-política en las


sociedades que conocemos. La utilidad mencionada podemos revelarla
fácilmente:

Cuanto más delincuentes existan más crímenes existirán, cuanto más


crímenes haya más miedo tendrá la población y cuanto más miedo haya en
la población más aceptable y deseable se vuelve el sistema de control
policial. La existencia de ese pequeño peligro interno permanente es una
de las condiciones de aceptabilidad de ese sistema de control, lo que
explica porque en los periódicos, en la radio, en la televisión, en todos los
países del mundo sin ninguna excepción, se concede tanto espacio a la
criminalidad como si se tratase de una novedad en cada nuevo día.”

(Foucault, 1991)

En esta cita hace la referencia que como “distribuidores de seguridad” entre más miedo
exista, este tendrá un mercado donde ellos desde su punto de vista capitalista les
beneficiara a su mercado.

Como publico privilegiado los catalogare como “Los Clientes” de las empresas de
seguridad, la entrevista se realizo a dos sectores el tanto aislado donde son protegidos y
también a su extremo que no lo es. El sector protegido en las entrevistas este publico
privilegiado argumenta pagar por seguridad, tener un control de entrada y salida de las
personas ajenas al sector residencial o barrio seguro como hacen llamar algunos lugares,
ellos son totalmente consientes de la inseguridad, pero no sienten empatía de la misma
solo cuando les pasa a uno de los suyos, excluyendo lo que esta mas allá de sus
portones. Aunque en algunos momentos ellos también se vieron afectados por la
inseguridad ciudadana pero sus márgenes de perdidas no se ven tan marcados.

En el público relacionado es donde se ve la realidad dura del tema, aquí donde se ve


más marcada (si nos ponemos a hablar de estatus de clases sociales, meramente desde la
visión de los tipos de público) donde:

 Publico Especialista: son empresarios que viven del mercado de la seguridad,


también de la inseguridad como mayor método de “marketing”, (ubicándolos en
clase Alta)
 Publico Privilegiado: Clientes de estos empresarios que pueden pagar los
servicios de esta índole para mantener su “seguridad”. (Clase Media-Alta).
 Público Relacionado: los que no pueden, ni tienen acceso a estos servicios, es un
público que no es que pertenezcan a una clase baja totalmente, pero carecen de
ciertas facilidades de seguridad e integridad, donde se vive más cruda la
inseguridad ciudadana.

Durante la entrevista al público relacionado estas se tuvo la oportunidad de hacerlas en


transporte urbano, en la calle, o en sus hogares, la respuesta fue la misma: “No se
sienten seguros”, desde cualquier punto de vista, en cualquier situación, ah sufrido
asalto o hurto, de los cuales nueve de diez no son denunciados, no se puede hacer una
estadística ya que no confían en el sistema de seguridad pública mi conclusión la hago
con esta referencia.

“Se puede observar que se ha ido despojando a la seguridad de sus


antiguas aliadas (la libertad, la solidaridad o la confianza mutua) y que
ha quedado reducida casi por completo a una parte marginal de su
globalidad: la protección de la ciudadanía frente a la criminalidad. Hoy
en día es este el significado casi exclusivo que se le atribuye, más aún si
se le añade el adjetivo ciudadana. Ante lo cual, la garantía de esta
seguridad «reducida» es competencia de las instancias de control
formal, públicas o privadas, que la gestionan en un régimen de
monopolio sin precedentes en la Historia.”

(Molero, 2000)

Un análisis más profundo sobre los orígenes del miedo en las sociedad hondureña, se
debería considerar un conjunto de factores más amplios que apenas la probabilidad de
ser víctima de una infracción considerada delito por el Código Penal Hondureño. El
nivel de violencia “tolerable” desde el punto de vista del público relacionado en una
sociedad no puede ser definido por “indicadores objetivos”, ni por académicos, ni
periodistas y hasta posiblemente ni siquiera por los representantes del sistema político.
En una sociedad democrática lo estipulan los propios ciudadanos, en función de sus
expectativas e intereses y sin duda en esa evaluación influye la herencia de sus
tradiciones. La memoria biográfica de una sociedad relativamente integrada, que eludía
sus conflictos y que no necesitaba de rejas, muros, alarmas, ni centros comerciales
cerrados para sentirse segura está presente aun. No solamente como una imagen difusa
relatada por los antepasados en la conciencia colectiva; sino que está biológicamente
viva.

Las personas hacen su evaluación de la seguridad ciudadana actual tomando como


parámetros, antes la realidad nacional ya remota pero vivida como pasado reciente; que
por las estadísticas de lo que ocurre Tegucigalpa o San Pedro Sula. No solamente en el
tema de la seguridad, nuestra sociedad se destaca por la imposible tarea de querer
restaurar un pasado de éxitos y desmesuradas protecciones a cargo del Estado. En este
sentido, las demandas existentes en la población por mayor presencia policial en las
calles pueden ser interpretadas como el utópico deseo de protección constante ante un
enemigo tan difuso como imprevisible en su accionar, es posible avanzar una hipótesis
más allá de los datos cuantitativos para determinar la relevancia del delito: ya que
sistemáticamente nuestra sociedad en la última 8 años (desde el Golpe de Estado, 2009)
ha definido que éste es un problema grave. Poco sentido tiene para una sociedad
demográficamente envejecida y que por ende mantiene todavía viva una memoria
colectiva de país integrado ("donde podía dormirse con la puerta abierta") los
indicadores relativos de violencia. Ha sido definido socialmente como un problema
grave, y parece razonable que como tal debe ser abordado.

Por la parte de los medios de comunicación son una parte estructural del problema de la
inseguridad.

Las noticias policiales (y uso deliberadamente esta expresión) ocupan un lugar


importantísimo en los noticieros; tienen un lugar de destaque (acá se mencionaban los
titulares y los primeros bloques), las noticias policiales hablan de violencia, de
criminalidad y de inseguridad, la fuente predominante a partir de la cual se construye la
noticia es una fuente policial y que el principal canal de fuente no oficial es la propia
víctima o familiares de esta, las victimas y los victimarios son menores y jóvenes, y
además hombres, en su aplastante mayoría.

Un espacio social relacionado son aquellos barrios socioeconómicamente más


vulnerables y más carenciados de la ciudad, cabe mencionar el Canal HCH (Hable como
Habla) es el más destructivo en estos temas, partiendo que es muy amarillista donde
poseen su “verdad” cruda, potenciando la cultura del miedo y curiosamente al público
en general lo ve o escucha (radio) todo el día todos los días y esto lo más triste que es
una realidad que todos saben, mas lo que me lleva a pensar que su público es amante del
morbo.

El Canal HCH además que el ámbito de la emisión es diferente del de la producción de


la noticia valdría la pena realizar el estudio de la emisión con el de los efectos, de
asuntos. Ya que su público relacionado está bien marcado y me atrevo a decir que su
población es clase baja hablando en un termino de marginalidad y vulnerabilidad, es un
público relacionado (tanto victima como victimarios) con la inseguridad ciudadana.
En una observación a Grosso modo se podría decir que los victimarios son hombres y
que, en consecuencia, hay que poner el acento en este punto porque es un punto de
análisis de género ya que también en el mundo de la violencia y la criminalidad los
victimarios son hombres.

Y haciendo una mirada con respecto a los homicidios, asaltos, violaciones


posiblemente sean los delitos más estimulantes de los miedos en la sociedad hondureña,
un diagnóstico reciente sobre su perfil señala como rasgo predominante la presencia de
una elevada proporción de violencia relacional como motivo de consumación de los
hechos.

En esta dirección, los estudios disponibles muestran una elevada proporción de


presencia de un victimario que es familiar, amigo o conocido de la víctima, un escenario
de los hechos que es el ámbito doméstico y motivaciones que no persiguen una
finalidad económica inmediata. Los celos, las desavenencias familiares, o como prefiere
tipificar la crónica periodística policial “cuestiones del momento”,(cosas que el público
relacionado no se pierde) son la causa de una importante proporción de los mismos.

La incipiente acumulación empírica en nuestro país comienza a ser terminante respecto


a esta realidad: la mayor parte de los homicidios, asaltos, violaciones no son producto
de una violencia instrumental sino que responden a un más amplio y difuso cambio en
los patrones de sociabilidad, que han incorporado la violencia como mecanismo para la
resolución de conflictos. De allí que, resultaría más razonable focalizar los actuales
temores a ser víctima de un delito violento al ámbito relacional más cercano, diseñando
los instrumentos de medición, los mensajes y las políticas de seguridad hacia ese
objetivo.

Conclusiones

Como primera instancia la inseguridad ciudadana es un problema general, donde el


estado como representante de las necesidades de los ciudadanos hace caso omiso a esto,
se vive en un estado de sitio dominado por el miedo y la inseguridad, donde pareciera
que vivimos en un sistema de “la ley del más fuerte”, donde la falta de convivencia
ciudadana genera estados de marginalidad desde las distintas periferias.

Dando cabida al crecimiento de un sector de exclusión que pertenece la clase que


llamaremos Lumpen (Marx, 1848), donde genera un crecimiento de inseguridad
ciudadana y bienestar común. Que, toda sociedad para su normal desarrollo necesita
control mediante las leyes que emite el Estado, el cual no cumple con las garantías. Que
como debe dar seguridad ciudadana es prevenir, educar, adecuar conductas de negativas
a positivas y en beneficio de la sociedad y de sus integrantes.

Debemos tener conciencia de que quien comete un delito como lo estipula del Código
Penal en contra de la sociedad y/o de sus integrantes es un enemigo de la paz y la lucha
debe ser contra estos sin importar que la lesión fue directamente contra nosotros porque
en algún momento podemos ser víctimas de los delincuentes.

Y así mismo desde el público especializado que se lucra del negocio de la seguridad, el
privilegiado que obtiene su “paz” con los productos que estos venden, y el relacionado
que es el cual se ve más afectado.

Los actuales índices de violencia y criminalidad en el país han posicionado a la


seguridad ciudadana como una de las principales demandas de la sociedad como
negocio lucrativo hacia las autoridades nacionales., en el que han coincidido diversos
factores de tipo social, económico, cultural que operaron como posibilitadores para la
generación o reproducción de diferentes formas de comportamientos violentos, en
relación directa con la agudización de las consecuencias de modalidades delictivas que
ponen en riesgo las pocas garantías de la ciudadanía.

Para concluir punto de los medios informativos, cabe mencionar el modo en que la
noticia fluye desde las fuentes policiales hasta los canales y la poca ética periodística,
considero que habría que hacer una correlación sobre si las noticias georreferenciadas,
económicas, sociales pero más que obedecer un patrón de clasificación de clase social,
no obedecen a que hay seccionales que dan más información que otras.

Ya que cuando la Policía interviene hay una apariencia de delito, por lo que las noticias
debería ser judicial y no policial. Y que está en vías de extinción el trabajo periodístico
cuando lo que lo motiva no es el afán de entender y sólo queda el relato o “chisme” de
un hecho aislado que nada nos cuenta solo alimenta el miedo o el morbo.

Nuestro país no ha escapado a lo que es una realidad común a la mayoría de los países
latinoamericanos: la recuperación de la institucionalidad democrática en el año 2009
(Golpe de Estado), convive con un creciente fenómeno de inseguridad (visualizado bajo
la forma de incremento delictivo y dándole un golpe a la economía) y la consecuente
extensión del temor entre la población a ser víctima de una ofensa criminal. Con las
particularidades características de cada realidad nacional, este fenómeno es acompañado
generalmente de una evaluación negativa de las instituciones y los marcos para
efectivizar un control social democrático tanto debe ser en legislación, policía,
instituciones carcelarias, sistema de justicia siempre fue y es deficiente.

El sentimiento de inseguridad provocado por la ineficacia de las autoridades encargadas


de la seguridad pública, así como por la alarma social difundida por los medios de
comunicación, afecta gravemente la confianza de la ciudadanía en sus autoridades,
fomentando reacciones graves en la sociedad con poca colaboración con la autoridad y
en el peor de los casos una justicia de propia mano que es claro el evidente fracaso del
sistema de justicia penal, por la falta de funcionalidad en sus acciones y, la corrupción e
impunidad al interior de éste, leyes penales obsoletas, policías y ministerios públicos
poco preparados que violentan continuamente derechos humanos, deficiente
administración de justicia por la lentitud, rezago y complejidad de los procesos, así
como sobrepoblación en las cárceles de Honduras que imposibilitan una verdadera
readaptación social.

Bibliografía

Foucault, M. (1991). Redes de Poder. Bs. As.: Editorial Almagesto, Colección Mínima.

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