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Nazanín Armanian

Atentado de Paris: mucha hipocresía y tres hipótesis

13 ene 2015

En vano esperábamos que la Corte Penal Internacional abriese un expediente contra los
dirigentes de EEUU y sus cómplices después del informe del Senado sobre las torturas de la
CIA. Por supuesto que la “excepcionalidad de EEUU” y por ende de la OTAN – la de tener el
monopolio de cometer atrocidades, presumir del terrorismo de Estado y presumir de
“democracia”, descarta que el castigo colectivo a millones de iraquíes y afganos ( lanzándoles
durante más de dos décadas, no pequeñas granadas y cuatro balas, sino toneladas de bombas)
algún día sea juzgado.

La misma impunidad que ha llevado a Hilary Clinton a admitir que ha sido su país “occidental-
cristiano” – el representante de la civilización judeo-cristiana” -, quien reclutó, armó y entrenó
a miles de delincuentes, lumpen proletariado y extremistas de unos 40 países creando la
organización de Muyahedines afganos (luego con otros alias: Al Qaeda, Rebeldes iraquíes-
libios-sirios, Estado Islámico, Khorasan, etc.), autores de asesinatos en masa . Nunca hubo ni
un solo cartel que pusiera “yo soy iraquí, afgano y paquistaní”, ni un minuto de silencio en
memoria de sus víctimas. Tampoco han sido rehabilitados los difamados “por divulgar teorías
conspirativas”.

Muchos de los que hoy, tras el vil atentado contra ‘Charlie Hebdo’, se desgarran las vestiduras
por la “Libertad de Expresión” , se callaron cuando los soldados de EEUU mataron al cámara
José Couso en Irak, o bombardearon las estaciones de la TV pública en Bagdad, Belgrado y
Trípoli; ni tampoco protestaron por el despido del dibujante Maurice Sinet en 2008 de esta
misma revista por haber comentado la relación interesada del hijo de Sarkozy, sin estudios ni
oficio, con una mujer empresaria judía. Fue acusado de antisemitismo al conectar el ascenso
social con la influencia del lobby judío. Mucha “libertad de expresión” pero algo o alguien
encubre las noticas sobre, por ejemplo, las decapitaciones y latigazos en Arabia saudí –amigo
del alma del Occidente y el principal valedor del terrorismo sunnita, según H. Clinton, con
reportajes sobre sus osadas conductoras o los millones que gasta el país en la cosmética.
¿Alguien ha oído el nombre de Raif Baddawi?

Detrás del atentado

La versión oficial, llena de agujeros, ha dado lugar a que incluso personalidades como Paul
Craig Roberts, ex subsecretario del Tesoro de EE.UU., atribuyeran la autoría del sangriento
asalto, al DGSE, los servicios de inteligencia francesas. La sospecha está justificada no solo por
el timo y mentiras de las recientes guerras , sino porque los gobernantes han perdido su
credibilidad por falsear realidades de forma tan burda e insultante como que en España, por
ejemplo, se diga que millones de niños que viven con menos de dos euros al día, sufren de
sobrepeso que no de hambre, o porque sus madres no saben o no quieren cocinar.
Las petromonarquias del Golfo Pérsico, cuyos intereses chocan con la agenda de sus aliados
occidentales: titubean en acabar con el gobierno de Bashar al Assad, aliado de Irán y de Rusia
(a los que está ahogando al bajar el precio del petróleo). Están invirtiendo miles de millones de
dólares financiando el terror para cambiar el equilibrio de fuerzas en la región en su favor, y
puede que así hayan pretendido acelerar la invasión de la OTAN a la región. Sería una guerra
no religiosa: por lo pozos y rutas de gas y petróleo.

Que estos terroristas “solo y llanamente” eran como el noruego Anders Breivik, que mató a
77 chavales de un partido social demócrata. Ambos representan una ideología totalitaria
uniformadora que no soporta ver la pluralidad ni en el pensamiento y discurso, ni en el color
de piel, ni siquiera en la vestimenta, con la ardua necesidad de crear un mundo de espejos
donde pueda ver en los demás su propia proyección? El fundamentalismo religioso, que
avanza sin parar por Oriente Próximo, es la versión sureña del totalitarismo norteño, y está
unido estrechamente con él: comparten no solo el mundo de los símbolo y representaciones
sino también la esfera de lo “tangible”, la de la financiación y la que mueve sus hilos. ¡Si se
pide la expulsión de los yihadistas franceses de Francia se debe pedir la expulsión de los
neonazis noruegos de Noruega!

*Este tipo de actos no son “acto de venganza por las invasiones imperialistas” que han
destrozado la vida de al menos 100 millones de personas (y se dice pronto) en siete países en
los últimos años. El asesinato de occidentales atribuido a la “omnipresente y superorganzación
de Al Qaeda” no solo está muy lejos de guardar proporción con la matanza cometida por la
OTAN, sino que “extrañamente” el 99,9% de las bombas que coloca Al Qaeda han tenido como
objetivos a los civiles “musulmanes” en bodas, mezquitas o escuelas. Durante la última
masacre israelí, el Estado Islámico en vez de ayudar a los palestinos, se dedicó a venderle a
Israel, y vía los hermanos musulmanes turcos, el petróleo que robaba de Irak.

Unas preguntas y algunas dudas

Sorprende que la poderosa Al Qaeda haya tardado tres años en matar a los caricaturistas de
Mahoma. ¿Por qué no ha mencionado en su nota explicativa el el papel actual de Francia en el
desastre y drama que sufre el oriente “musulmán”?

*El fundamentalismo es ciego, no tonto. Si los “cerebros” de Al Qaeda son capaces de desafiar
a la OTAN, aun estando su jefe en el fondo de algún mar, ¿no han pensado que el 7E puede
tener la misma consecuencia que el 11S: nuevo asalto de la Alianza a la región, y la masacre de
sus gentes, a cambio de, encima, más Guantánamos.

A ver, diseccionemos la noticia oficial sobre el atentado: “varios musulmanes franceses de


origen inmigrante han matado a 12 empleados de una revista de humor de izquierdistas, y a
una tienda judía en Paris”:

a.-Insinúan que la barbarie está en los genes y en la religión “tercermundistas” de estos


bárbaros, a pesar de haber nacido y vivido en la tierra de las “Luces”. ¿O es que los 5 millones
de nacidos musulmanes están dedicándose en Francia a matar y asaltar a otros 60 millones de
compatriotas? Las ideas teocéntricas –versión fina del racismo-, no solo alimentan los
fascismos, sino que son alimentadas por visiones pseudo científicas que recurren a la
información alojada en los ADN para explicar la conducta humana, con el objetivo de
desacreditar el enfoque marxista de apuntar como determinante los factores “de entorno”, y
por ende para conservar el sistema.

b.-¿Por qué en vez de atacar a la sede de la ultraderecha – enemiga férrea de los inmigrantes y
de los musulmanes-, se asaltó a una revista izquierdista, siendo la izquierda la única fuerza que
defiende a las minorías étnico-religiosas? ¿Divide y vencerás?

c.-¿Por qué los terroristas llevaban kalashnikov en vez de FAMA, el fusil de asalto francés?
¿Para que nadie sospeche que las armas que Francia envía a los terroristas en Siria pueden
volver para matar a los franceses?

d.-El factor “supermercado judío” ha sido la guinda: semanas antes, la Asamblea Nacional
francesa pidió al Gobierno reconocer el Estado palestino. Israel ha sido el principal beneficiario
de la “Guerra contra el terrorismo islámico”.

e.-El humor y la sátira también forman parte la literatura del oriente “musulmán”, a pesar de la
imagen de “estreñidos” que se les da en Occidente. El sexo y la religión han sido los dos temas
recurrentes -justamente por ser tabús-, en la fina poesía persa, con grandes autores como
Omar Jayán, el exquisito Hafez, Saadi, o el rey de los poetas obscenos Obeyd Zakani. La bufa y
los bufones aparecen cuando el sistema impide la crítica constructiva: “Un día en el que el
monarca subía por la escalera del palacio su bufón le tocó el trasero. La furia del soberano por
tal atrevimiento fue tal que le mandó matar. “¡Clemencia señor! –pidió el bufón-, yo pensaba
que era la reina”. Así de “intocables” eran y son los mandatarios, en Persia, en Washington,
París o Madrid.

* El “renacimiento” en el Oriente musulmán, donde lo mágico y la ilusión se fusionan con la


razón, tiene sus rasgos aunque no detectables para ojos poco entrenados: allí, nada es como
parece, y al contrario del Occidente, lo nuevo se disfraza de viejo, para engañar a los mil
demonios: unos están alojados en sus imaginarios y otros muchos andan sueltos.

Yihadistas “propios”

La profunda crisis multidimensional del capitalismo, que no tuvo reparo en desmantelar el


escaparate del Estado de bienestar nada más desaparecer la Unión Soviética, y la ausencia de
una izquierda poderosa capaz de organizar a los trabajadores en torno a un programa viable y
generador de entusiasmo, ha llevado a la desesperación a miles de excluidos sociales sin
perspectiva: si no se convierten en “emprendedores” es que “no valen para nada” como decía
una jefa de empresarios españoles, y por ende no tendrán derecho de acceso a alimentos,
vivienda, y sanidad. La crisis económica, sin embargo, les deja una puerta abierta: ir a la
guerra, en las filas de la OTAN o en la del yihadismo. Cobrarán entre 250 a 1000 euros
mensuales, además de lo que arranquen a otros con el fusil en el hombro.

Parece increíble, pero es Europa quien exporta yihadistas al Sur y no al revés. Allí habrá mucho
“curro”: Turquía y EEUU acaban de llegar a un acuerdo para entrenar y equipar a 15.000
mercenarios, durante tres años, para conquistar Siria y algo más. Recibirán, si sobreviven,
parte del beneficio del gran negocio de armas-seguridad, petróleo, y droga que hay detrás de
este tinglado.

Cierto que algunos chavales parten hacia Siria desde la confusión: “Si Qatar y Arabia financian
el terrorismo sunita, que es algo malo, ¿Cómo los ídolos deportivos lucen los nombres de estos
paises en sus camisetas? ¿Por qué los wahabitas disponen no de un piso franco, sino de
decenas de edificios oficiales y son dueños de los medios de comunicación e incluso de las
deudas de los estados europeos? ¡Manda dinero!

“Que vuelvan a sus países si no aceptan nuestros valores occidentales”, se oye a menudo. Lo
cierto es que los 8 millones de afganos, o los 6 millones de iraquíes refugiados victimas de
parte de esos “valores”, no solo no han recibido ninguna indemnización, sino que en vez de ser
acogidos en los países de la OTAN (responsables de su drama, de la destrucción de sus casas,
de sus negocios, escuelas y universidades) están esparcidos por los países vecinos que
tampoco los quieren. ¿ En qué escalón de esos “valores” se coloca el envío de miles de
mercenarios “sin papeles” y hasta los dientes armados, para adueñarse de países enteros en el
Sur?

No es islmofobia, es Xenofobia

Tras el atentado, se está advirtiendo sobre el peligro de islmofobia; algunos para proteger al
sector más vulnerable de la sociedad que son los inmigrantes y otros, desde el rechazo a la
presencia política de la iglesia, han encontrado en el apoyo al Islam (que no hay que
identificarlo con los inmigrantes musulmanes) un contrapeso, ignorando que las élites
religiosas suelen unirse ante el enemigo laico, ateo, y su lucha por mayor cuotas del poder es
ajena a los intereses de los “desheredados”. A la “religión”, al igual que la “nación” no le
interesan las brechas entre los ricos y los pobres, los géneros y entre los grupos étnico-
religiosos.

Cierto, el odio hacia el Islam es para los fanáticos como el antisemitismo para la ultraderecha
israelí: el agua bendita, la razón de su ser. Pero, igual de peligroso es subrayar la afiliación
religiosa de los inmigrantes, y tratarles como “comunidad musulmana”.

Además de ser un atentado contra la intimidad y “datos personales” de los ciudadanos,


conlleva otras implicaciones en estos tiempos de crisis:

*Separa la población “nacional” de la “intrusa” por su fe, y luego divide a los propios “intrusos”
por su credo.

*Oculta el problema común de todos los inmigrantes que es su estatus legal y real de
inferiores.

*Echa a perder todo el intento de las fuerzas progresistas de los países musulmanes para que
la religión se separe del poder político.

* Obama y Hollando dicen la verdad al firmar que no luchan contra el Islam. Tienen magníficas
relaciones con los representantes de esta fe. Son conscientes de que en las sociedades laicas
las guerras religiosas no tienen cabida y la islmofobia no producirá conversiones hacia otros
credos, sino el rechazo al trabajador inmigrante de Oriente Próximo, aunque no sea
practicante. Pasan así el trabajo sucio de negar la igualdad de derechos, a la sociedad,
manteniendo el control sobre ella.

¿Y ahora qué?

François Hollande que estaba viviendo los momentos de más baja popularidad de su
presidencia, respira. La “nación” se ha unido contra el enemigo de fuera, que encima se ha
infiltrado dentro.

Su fracaso en Mali y en Siria, los escándalos de corrupción, desobediencia de sus ministros, y


las tensiones sociales, han sido causa de que perdiera las elecciones municipales. Con el mega
plan de Obama para una larga guerra en Oriente Próximo, pretende ocupar el lugar de EEUU,
firmar contratos de armas y echar fuera los balones de la crisis interna: como Napoleón, el Rey
Sol. El portaaviones De Gaulle está listo para partir hacia el golfo Pérsico.

“Trabajadores de todo el mundo uníos “, es la única salida a esta locura y amenaza global. No
son suficientes los debates pequeñoburgueses de sofá sobre “¿Cuántos ángeles se pueden
sentar sobre la punta de una aguja, camaradas.
Charlie Hebdo: una reflexión difícil

13 ene 2015

Boaventura de Sousa Santos

El repugnante crimen cometido contra los periodistas y dibujantes del semanarioCharlie


Hebdo hace muy difícil un análisis sereno de lo que está implicado en este acto bárbaro, de su
contexto y precedentes, así como de su impacto y repercusiones futuras. Sin embargo, este
análisis es urgente,bajo pena de continuar avivando un fuego que mañana puede alcanzar a las
escuelas de nuestros hijos, nuestras casas, nuestras instituciones y nuestras conciencias. Ahí
están algunas pistas para tal análisis.

Lucha contra el terrorismo, tortura y democracia

No se pueden establecer nexos directos entre la tragedia deCharlie Hebdo y la lucha contra el
terrorismo que los EUA y sus aliados están ejecutando desde el 11 de septiembre de 2001.
Pero es sabido que la extrema agresividad de Occidente ha causado la muerte de muchos
millares de civiles inocentes (casi todos musulmanes) y ha sometido a niveles de tortura de
una violencia increíble a jóvenes musulmanes contra los cuales las sospechas son meramente
especulativas, como consta en el reciente informe presentado al Congreso norteamericano. Y
también es sabido que muchos jóvenes islámicos radicales declaran que su radicalización nació
de la revuelta contra tanta violencia impune. Ante esto debemos meditar si el camino para
frenar la espiral de violencia es continuar con las mismas políticas que la han alimentado,
como ahora es demasiado patente.

La respuesta francesa al ataque muestra que la normalidad constitucional democrática está


suspendida y que un estado de sitio no declarado está en vigor, que los criminales de este tipo,
en lugar vez de ser apresados y juzgados, deben ser abatidos, que este hecho no representa
aparentemente ninguna contradicción conlos valores occidentales. Entramos en un clima de
guerra civil de baja intensidad. ¿Quién gana con ella en Europa? Ciertamente no el partido
Podemos en España o Syriza en Grecia.

La libertad de expresión

Es un bien precioso pero tiene límites,y la verdad es que la abrumadora mayoría de ellos son
impuestos por aquellos que defienden la libertad sin límites siempre y cuando sea “su”
libertad. Ejemplos de límites hay muchos: si en Inglaterra un manifestante dice que David
Cameron tiene sangre en las manos, puede ir preso; en Francia,las mujeres islámicas no
pueden usar el hiyab; el 2008, el dibujante Maurice Siné fue despedido deCharlie Hebdo por
haber escrito una crónica supuestamente antisemita. Esto significa que los límites existen,
pero son diferentes para los diferentes grupos de interés. Por ejemplo, en América Latina,los
grandes medios, controlados por familias oligárquicas y por elgran capital,son los que más
claman por la libertadde expresión sin límites, para insultar a los gobiernos progresistas y
ocultar todo lo bueno que estos gobiernos han hecho por el bienestar de los más pobres.

Aparentemente, Charlie Hebdo no reconocía límites para insultar a los musulmanes, incluso
cuando muchos de sus dibujos fueran propaganda racista y alimentasen la onda islamofóbica y
antiinmigrante que avasalla a Francia y a Europa en general. Además de muchos dibujos con el
Profeta en poses pornográficas, uno de ellos, bien aprovechado por la extrema derecha,
mostraba un conjunto de mujeres musulmanas embarazadas, presentadas como esclavas
sexuales de BokoHaram que, apuntando a sus barrigas, pedían que no les fuese retirado el
apoyo social a la gravidez. De un golpe se estigmatizaba el Islam, a las mujeres y al estado de
bienestar social. Obviamenteque, a lo largo de los años,la mayor comunidad islámica de
Europa se fue sintiendo ofendida por esta línea editorial, pero fue igualmente inmediato su
repudio por este crimen bárbaro. Debemos, pues, reflexionar sobre las contradicciones y
asimetrías en la vida vivida de los valores que creemos son universales.

La tolerancia y los “valores occidentales”

El contexto en que ocurrió el crimen es dominado por dos corrientes de opinión,ninguna de


ellas favorable a la construcción de una Europa inclusiva e intercultural. Las más radical es
frontalmente islamofóbica y antiinmigrante. Es la línea dura de la extrema derecha en toda
Europa y de la derecha cuando se ve amenazada por elecciones próximas (el caso de Antonis
Samarás en Grecia). Para esta corriente, los enemigos de nuestra civilización están entre
nosotros, nos odian, tienen nuestros pasaportes; y esta situación solo se resuelve liberándonos
de ellos. La pulsión antiinmigrante es evidente.

La otra corriente es la de la tolerancia. Estas poblaciones son muy distintas de nosotros, son
una carga, pero tenemos que “aguantarlas”, mientras que nos sean útiles; empero, solo
debemos hacerlo si ellas son moderadas y asimilan nuestros valores. ¿Pero qué son los”valores
occidentales”? Despues de muchos siglos de atrocidades cometidas en nombre de estos
valores dentro y fuera de Europa –de la violencia colonial a las dos guerras mundiales–, se
exige algún cuidado y mucha reflexión sobre lo que son esos valores y por qué razón, según los
contextos, ora se afirman unos, ora se afirman otros.

Por ejemplo, nadie pone hoy en duda el valor de la libertad, pero lo mismo no puede decirse
de los valores de la igualdad y de la fraternidad. Fueron estos dos valores los que fundaron el
estado social de bienestar que dominó la Europa democrática después de la Segunda Guerra
Mundial. Sin embargo, en los últimos años, la protección social, que garantizaba niveles más
altos de integración social, se comenzó a poner en causa por los políticos conservadores y hoy
es concebida como un lujo inaccesible para los partidos del llamado “arco de gobernabilidad”.
La crisis social causada por la erosión de la protección social y por el aumento del desempleo
entre jóvenes, ¿no será leña el fuego del radicalismo por parte de los jóvenes que, más allá del
desempleo, sufren la discriminación étnico-religiosa?

El choque de fanatismos, no de civilizaciones

No estamos ante un choque de civilizaciones, incluso porque la cristiana tiene las mismas
raíces que la islámica. Estamos ante un choque de fanatismos,aunque algunos de ellos no
aparezcan como tales por sernos próximos. La historia muestra cómo muchos de los
fanatismos y sus choques estuvieron relacionados con intereses económicos y políticos que,en
realidad,nunca beneficiaron a los que más sufrieron con tales fanatismos. En Europa y sus
áreas de influencia es el caso de las cruzadas, de la Inquisición, de la evangelización de las
poblaciones colonizadas, de las guerras religiosas y de Irlanda del Norte. Fuera de Europa, una
religión tan pacífica como el budismo legitimó la masacre de muchos millares de miembros de
la minoría tamil de Sri Lanka; del mismo modo, los fundamentalistas hindús masacraron a las
poblaciones musulmanas de Guyarat en 2003 y el eventual mayor acceso al poder que han
conquistado recientemente con la victoria del Presidente Modi, hace prever lo peor.

Es también en nombre de la religión que Israel continúa imponiendo la limpieza étnica de


Palestina y que el llamado califato masacra poblaciones musulmanas en Siria y en Irak.¿La
defensa de la laicidad sin límites en una Europa intercultural,donde muchas poblaciones no se
reconocen como tales, será después de todo una forma de extremismo?¿Los diferentes
extremismos se oponen o se articulan? ¿Cuáles son las relaciones entre los yihadistas y los
servicios secretos occidentales? ¿Por qué los yihadistas del Emirato Islámico, que ahora son
terroristas, eran “combatientes de la libertad” cuando luchaban contra Kadhafi y contra
Assad? ¿Cómo se explica que el Emirato Islámico sea financiado por Arabia Saudita, Catar,
Kuwait y Turquía, todos aliados de Occidente?Una cosa es cierta, por lo menos en la última
década: lagran mayoría de las víctimas de todos los fanatismos (incluyendo el islámico) son
poblaciones musulmanas no fanáticas.

El valor de la vida

La repugnancia total e incondicional que sentimos ante estas muertes debe hacernos pensar
en la razón por la que no sentimos la misma repulsa ante un número igual o mucho mayor de
muertes inocentes como resultado de conflictos que, en el fondo, ¿tal vez tengan algo que ver
con la tragedia deCharlie Hebdo? En el mismo día, 37 jóvenes fueron muertos en Yemen en un
atentado con bomba. El verano pasado, la invasión israelita causó la muerte de dos mil
palestinos, de los cuales cerca de 1.500 eran civiles y 500 niños. En México, desde el año 2000
fueron asesinados 102 periodistas por defender la libertad de expresión y, en noviembre de
2014, 43 jóvenes fueron asesinados en Ayotzinapa.

Ciertamente que la diferencia en nuestra reacción no puede estar basada en la idea de que la
vida de europeos blancos, de cultura cristiana, vale más que la vida de europeos o no europeos
de otros colores y de culturas basadas en otras religiones. ¿Será entonces porque estos
últimos están más lejos de nosotros y los conocemos menos? ¿Acaso el mandato cristiano de
amar al prójimo permite tales distinciones? ¿Será porque los grandes media y los líderes
políticos de Occidente trivializan el sufrimiento causado a esos otros, cuando no los demonizan
al punto de hacernos pensar que ellos no merecen otra cosa?

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