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Cuento de una noche de engaño.

El verano había terminado.

Incluso el calor enfermizo y el sonido de las cigarras habían desaparecido,


dejándome completamente solo.

Tumbado en una habitación, que era en parte un depósito, hoy de nuevo no tenía
nada qué hacer, excepto seguir con mi vida.

Desde que mi madre había fallecido, había sido botado de un lado a otro como una
pelota de futbol, y al final esta fue el lugar que me dieron.

La familia que me adoptó eran aparentemente familiares lejanos de mi madre, pero


su relación era en extremo vacía, casi como si no estuvieran relacionados por
sangre.

Dos meses habían pasado.

A pesar de que había tenido la suerte suficiente para sobrevivir, ni una sola vez
pensé en morir.

Fue la primera vez que me di cuenta: incluso mi razón de vivir o morir dependía de
que mi madre también existiese.
Incluso si muriera aquí, ¿qué lograría hacer?

No importa lo que hiciera, no podría ver a mi madre de nuevo, así que no tenía
sentido. En cualquier caso, el hecho de que seguía siendo el hijo de mi madre nunca
cambiaría.

Si yo, quien afortunadamente sobrevivió, terminara causando problemas a otros...,


si por azares muriera y causara problemas, iba a sentirlo por mi madre.

No sería capaz de lidiar con algo así.

Iba a vivir una vida normal y repetir estos días sin sentido.
En ese momento, era la decisión más razonable.

Estando solo aquí, sin querer empecé a mirar el techo. Por la ventana abierta, una
fresca brisa entró en la habitación.
Al menos, no iba a seguir así para siempre. Tengo que volverme fuerte. Tengo que
trabajar y comer.

Tengo que apresurarme y convertirme en un adulto...

En el momento en que pensé en el mundo adulto, algo en mi corazón pareció estar


cambiando.
Temblando, me senté, pero no tenía ningún problema para respirar, ni sentía
ningún dolor en mi pecho.

¿Qué está pasando?


¿Se supone que no debí arriesgarme a abrir las ventanas? Iba a ser malo si esto
resultaba ser un resfriado.

Honestamente, no creía que a esta pareja realmente le agradara. Si terminaba


contrayendo una fiebre, definitivamente lo tomarían bien.

Solo por si acaso, concluí que era seguro tomar alguna medicina para el resfriado.
¿Pero cómo iba a hacerlo?

Hablando de eso, recordé que cuando di un breve recorrido por la casa, me dijeron
dónde estaba la medicina. Aunque no sabía dónde era, pero ya que me habían
dicho dónde estaba, significaba que no iba a ser un problema.

—Hum... Creo que voy a ir y preguntar.

Pedir permiso y usando esto como una oportunidad para preguntar dónde estaba
iba a ser matar dos pájaros de un tiro. Antes de que el resfriado empeorara, iba a
aplastarlo.

Me levanté y dejé la habitación.

Comparado con la casa donde solía vivir, esta era mucho más refinada y lujosa.
Pero de nuevo, esta casa probablemente no excedía los estándares de una casa
típica que muchas otras familias tendrían. Incluso la idea de que esta casa era
«lujosa» era simplemente un resultado de la manera como había sido criado. Si
alguien me dijera «esta casa es normal», seguramente no sería capaz de
contradecirle.

Pero aun así.

Aunque no había dicho esto ni una sola vez —ni tenía intención de hacerlo—, las
decoraciones de la casa y los cuadros colgados en el pasillo no se veían tan
especiales para mí.

Caminando por el corredor, inevitablemente terminé frente a una escultura tan


bizarra que me daba escalofríos en la espalda. Quizás esta era,
desafortunadamente, una escultura que alguien como yo jamás entendería.

Aunque no podía echarle la culpa al escultor, que tuvo que limpiarlo todo los días,
realmente no podía evitar quejarme diciendo cosas como: «¿Por qué no podías
hacerlo más simple?».

Pasando la escultura, abrí la puerta de la cocina y di un paso adentro.


Era la hora de cenar, así que asumí que mi tía* estaría allí, lo que habría sido
conveniente, pero mis predicciones estuvieron equivocadas.

Mi tía no se veía por ninguna parte, y por la montaña de platos y cubiertos


esperando ser lavados en el fregadero, podía notar que los preparativos para la
cena ni siquiera habían empezado.

—No está aquí..., ¿uh? ¿Qué debería hacer?

De cualquier forma, no era tan estúpido como para buscar a mi tía en su habitación.
Pero pensar como tendría que esperar aquí en la cocina hasta que ella viniera me
hacía sentir algo incómodo también.

Afortunadamente, mi recuerdo de dónde estaba la medicina para el resfriado era


más claro ahora que estaba en la cocina. Si mi memoria no me fallaba, el
medicamento estaba en el cajón del armario.

Ser excesivamente cauteloso también me hacía sentir incómodo, así que decidí
abrir el cajón, tomar la medicina si estaba ahí, e inmediatamente regresar a mi
habitación.
Parado cerca de la parte trasera de la cocina, me dirigí hacia el lujoso gabinete.

Hubiera sido bueno si solo mirara por donde iba y caminaba, pero por alguna
razón mis ojos se dirigieron hacia la pila de cubiertos.

Y en ese momento, vi el cuchillo.

Ese cuchillo era una exacta réplica del cuchillo que el hombre había usado para
apuñalar a mi madre aquel día.

Un escalofrío me recorrió la espalda a la vez que mi ritmo cardíaco se aceleraba.

Por supuesto, este no era en realidad el cuchillo que se llevó a mi madre lejos de mí.
Como prueba, había varias señales de que había sido usado antes.
Lentamente estiré mi brazo hacia el cuchillo. Sosteniéndolo por el mango, lo revisé
y pude ver cuán pesado era.

Incluso comparado con el resto de cubiertos en esta casa, era claro que nada podía
compararse con este cuchillo. Debió ser muy costoso.

«¿Cómo pudiste, Madre? Aun cuando compraste una cosa tan cara, ¿cómo pudiste
morir sin usarlo al menos una vez?»

El día que obtuvo este set de cuchillos, Madre estuvo extrañamente comunicativa.
Incluso cuando el día siguiente pareció olvidarse de eso, aún recuerdo lo que mi
madre dijo en ese momento, con los ojos brillando: «¡Usando esto, podremos hacer
comida realmente buena!».
Cuando estos pensamientos llegaron a mi mente, mi corazón se llenó de soledad.
Una recolección de la imagen del rostro de mi madre, su voz y su olor,
repentinamente me llegaron, todo a la vez.

Madre...

—¡AHHHHHH!

Estaba perdido en mis pensamientos en el momento en que escuché el penetrante


grito. Horrorizada y mirándome desde la puerta, estaba la silueta de mi tía, quien
había venido a preparar la cena.
Por su expresión, parecía que hubiera visto un monstruo. El terror estaba escrito
en toda su cara.

Oh, no.
¿La asusté porque estaba sosteniendo el cuchillo?

—¡Ah, en serio lo siento! ¡Solo lo estaba mirando, es todo!

Puse frenéticamente el cuchillo en la parte superior de la pieza y le mostré mis


manos vacías. Por supuesto que no tenía intención alguna de atacarla, así que esto
era lo mejor que pude hacer.

Ella con suerte debería estar calmada ahora. Si la asustara y ella se lo contara a
alguien sería muy malo.

Y sin embargo...
Lo que hice no calmó a mi tía, y volvió su rostro incluso más pálido de lo que había
estado —tan asustada, que su cuerpo entero empezó a temblar—. No importa
como lo viera, claramente algo andaba mal. ¿De qué estaba tan asustada?

Justo cuando estaba por preguntar gentilmente si se encontraba bien, mi tía, en


una voz que era casi un grito, empezó a decir:

—¿P-por qué estás...? ¿R-realmente nos tienes tanto resentimiento?

Resentimiento... No había forma de que me sintiera así.


Estaba extremamente agradecido de que incluso me dejaran vivir aquí.

—Ah, um, por favor, cálmese primero...

No entendía lo que estaba tratando de decir, pero quería arreglar cualquier


malentendido primero, así que di unos pasos hacia mi tía.
Además, no tenía nada en mis manos. No importa cómo lo viera uno, no había
forma de que hubiera parecido intencional...

—¡No! ¡N-no te acerques!


Todo mi esfuerzo fue en vano; en el momento en que gritó esto, mi tía se giró hacia
el corredor.

—¡Ah! ¡P-por favor, espera! —grité sin moverme de donde estaba.

Pero antes de siquiera terminar mi oración, ella ya había empujado la puerta y


corrido hacia algún lugar.

¡Click! Solo el sonido de la puerta cerrándose hizo eco alrededor.

Oh, no. No, no, no.

Esto era terrible.

No tenía intención de hacerlo para nada, pero había causado un gran malentendido.

—¡¿Q-qué debo hacer?! Aaah...

Lo peor era que, incluso si bajaba mi cabeza y me disculpaba, el tiempo no iba a


volver atrás.

¡Ah! ¿Por qué hice cosas innecesarias de nuevo?

Si solo me hubiera quedado obedientemente en mi habitación.


Si solo no hubiera intentado algo tan estúpido como encontrar la medicina para el
resfriado, esto no habría pasado...

Mareado, me giré y observé al cuchillo.

Era culpa de esta cosa también.

¿Cuántas desgracias me iba a traer esto?

Mirando a este elegante cuchillo, brillando en la luz como si se estuviera burlando


de mí, una ira que no pude reprimir empezó a crecer dentro.

—¡¿Ah?!

Enfrentando esta extraña visión, arrojé el chuchillo con horror y me senté en el


piso, temblando. Me di una ligera palmada a mi propia cara, pero no parecía tener
nada mal. Como esperaba, no había forma de aceptar esto sin comprobar de nuevo.

En un frenesí, corrí fuera de la cocina, pasando por la extraña estatua, y me lancé


dentro del baño.
En ese momento, me detuve en mi propio reflejo en el espejo sobre el fregadero.

—¿P-por qué?
Reflejado allí, no estaba mi propio rostro que acostumbraba ver, sino la cara de mi
madre.

Si este fuera un verdadero encuentro con Madre, ya habría corrido hacia sus
brazos sin pensarlo dos veces. Pero no había forma de que esto fuera posible.
Madre ya estaba muerta.

Pese al hecho de que estaba presenciando algo imposible, mi mente de alguna


forma estaba tomándoselo todo muy bien.

Me incliné hacia el espejo, e intenté pinchar mi mejilla.


Sin duda alguna, el rostro que veía era el de mi madre, pero el pinchazo que sentía
en mi mejilla me dijo lo contrario.

Me moví más cerca del espejo.

Traté abriendo y cerrando mi boca, y como si tratara de imitarme, el rostro de


Madre en el espejo se movió también.

Sin lugar a dudas, este era yo.

Ni siquiera podía empezar a imaginar lo que había causado que esto ocurriera; solo
sabía que en este momento, lucía como mi madre.

Cuando deduje esto, algo más hizo clic en mi mente. Entonces, fue este rostro lo
que causó que mi tía huyera asustada.
Si ese fue el caso, de repente entendí por qué actuó de esa forma.

Imagina que caminas a la cocina a preparar la cena y ves a un familiar


supuestamente muerto parado ahí con un cuchillo. Tiene sentido que estuviera
aterrada. Aunque, si hubiera sido yo, habría corrido directamente a sus brazos.

Pese a eso, la parte importante era decidir qué iba a hacer a partir de ahora.
Hacer algo como mirar al espejo y decir «en serio te extraño» no solo era un poco
aterrador, sino espeluznante.

En vez de eso debo volver a la normalidad tan pronto como sea posible.
Por cómo reaccionó mi tía, probablemente fue y llamó a la policía; no había forma
de que pudiera seguir parado aquí esperando.
Además, si alguien les hiciera un gran alboroto porque vio un pariente muerto en la
cocina, la policía no actuaría de inmediato.

Lo que significa que aún tenía algo de tiempo.

Nuevamente, miré de cerca al rostro de Madre reflejado en el espejo, pero


obviamente no había nada como un botón que pudiera solo presionar para volver a
la normalidad.

Hablando de esto, ¿cuándo, exactamente, fue que me volví así?


La primera vez que levanté definitivamente estaba mi rostro reflejado en la
cuchilla. No mucho después de eso, mi tía ya había venido gritando, lo que significa
que ocurrió en ese corto período de tiempo.

Y en ese momento, me volví así porque...

—N-no puede ser...

Cerrando mis ojos, decidí probar mi teoría.

Lo que hice en ese momento. Había “recordado” la apariencia de Madre, su voz y su


olor.
Entonces, si volvía a “recordar”, ¿sería capaz de regresar a mi forma normal?

Si este mundo tuviese un método, en el que incluso los idiotas pudieran pensar,
que nos permitiera cambiar casualmente la forma en que lucimos, estoy seguro de
que causaría una gran conmoción.

Que es el por qué no tenía muchas expectativas de esta idea mía. Pero decidí
intentarlo, de todas formas, así que enfoqué mi mente.

Recordar voz, apariencia y olor... Cerca de 30 segundos pasaron...


Aunque no tenía idea de cuán largo era el tiempo ideal, abría mis ojos de todas
formas.

—Bien... ¿Eh? ¡¿En serio?!

Mi madre, que había estado en el otro lado del espejo, se había desvanecido
completamente.
Y en su lugar, estaba la chica que conocí en el parque hace dos meses atrás.

Su cuerpo, su piel, incluso esos ojos. Esto era, sin lugar a dudas, lo que había
imaginado sobre la chica.

—¿Q-qué es esto? ¡Es increíble!

¿Había tenido una experiencia así de “interesante” antes?

No, estaba seguro de que no.

Este extraño evento ocurriendo frente a mis ojos movió mi curiosidad.


Aun sin saber lo que pasaría después, no podía suprimir mis impacientes
sentimientos por lo que ocurriría en el futuro.

Los ojos de la chica que se reflejaban en el espejo estaban brillando, como si


hablara sobre un “ataque secreto”.

Ya veo, así es como te sentiste en ese entonces.


Si así era como te sentías, ahora puedo entender por estabas tan desesperada por
continuar nuestra conversación.
Oh, cierto. Aunque había hecho planes de volver a verla ese día, no fui capaz de
hacerlo.

Si alguna vez la veía de nuevo, definitivamente iba a usar este poder para
sorprenderla.

Justo cuando estaba, en el cuerpo de la chica, dando saltos frente al fregadero,


escuché un sonido de clic desde dentro de la casa.
Mi cuerpo entero se endureció, y empecé a sudar frío.

Escuchando atentamente, oí a mi tía decir: «¡Hay una persona sospechosa! Justo


ahí...».

Ya veo. Lo hizo bien, ¿o no?

Fue capaz de traer rápidamente a la policía aquí diciendo que había “una persona
sospechosa” en vez de “un fantasma”.

No era buen momento para estar jugando.

No, nunca fue buen tiempo para eso, y ahora la situación es seria.

Afortunadamente, no parecía que planearan simplemente irrumpir.


Tenía que usar esta oportunidad para volver a la normalidad. Aunque estaba
seguro de que mi tía iba a estar confundida cuando viera que no había nadie en la
cocina, esta era la única forma.

Encontraré una manera de compensar esto después.

Apretando mis ojos con fuerza, todo lo que podía ver era un tono negro como el
carbón.

¡Recuérdalo!

—No está funcionando.

Estaba sudando furiosamente.

Esto era malo. No era capaz de hacer la parte más importante para nada:
recordarme a mí mismo.

En todos estos años de mi vida, ¿cómo he podido ser así de ignorante? Ahora que
pienso sobre eso, nunca en realidad me había tomado tantas fotos, ni siquiera me
había visto en el espejo muy seguido.

Definitivamente no había sido consciente de mi propia voz, mucho menos de mi


propia esencia.
Con esperanza en mi corazón, abrí los ojos..., pero rezar fue inútil; reflejada en el
espejo, seguía la chica, con su rostro pálido.

Sintiendo los pasos cercanos en el corredor, su rostro se puso aún más rígido.

¿Qué pasaría si, como estoy ahora, fuera atrapado por la policía?

No habría nada que pudiera causarle más problemas a la chica que esto.
Aunque me di cuenta de que era conveniente que pudiera cambiar de forma a otras
personas, era imposible para mí, un estúpido e idiota, poder enfocarme.

—C-como sea... ¡Debo esconderme primero!

Dentro del baño, había una habitación separada para la ducha.


Esconderme ahí no era una muy buena idea, pero era mejor comparado con ser
atrapado aquí justo como estoy.

Habiendo tomado mi decisión, actué, dirigiéndome hacia la habitación de la ducha.

—¡Au!

Había un insoportable dolor en mi cadera.

No supe si fue porque hablé o no, pero los pasos parecieron inmediatamente
acercarse a mí y, conteniendo mi respiración, me sumergí dentro del cuarto de
baño.

Como esperaba, unos policías irrumpieron en la habitación. Los vi escrutándome,


aún en la forma de la chica, y palidecí. ¿Cómo iba a disculparme con ella ahora?

Estaba bien que me miraran, pero si la existencia de este poder era revelada, sin
duda alguna me convertiría en el culpable de este caso.
Si eso pasaba, en definitiva iba a terminar en una difícil situación.

Mi corazón estaba rebosando de culpa. Ah, ¿cuán imprudente podía ser?

Justo cuando estaba desesperándome en mi propia estupidez, uno de los policías


estiró sus manos hacia mí.

—¿Estás bien? ¿Qué pasó?

—Ah, no es nada, nada pasó. Solo me resbalé... —les dije la inocente verdad.

—Ya veo... Uh, ¿viste a alguien?

A este punto, había entendido algo repentinamente, pero permanecí calmado y


dije: —Yo no veo a nadie...
Cuando finalicé mi oración, vi a mi tía detrás del policía, temblando de miedo.

Era el fin. No había escapatoria.

Mi tía de seguro iba a espantarse por la apariencia de esta extraña chica. Iba a ser
llevado a algún lugar, luego ser interrogado, y entonces... Solo pensar en eso me
asustaba

Pero en contraste con mis pensamientos, mi tía dijo algo que no me esperaba para
nada.

—Shuuya-kun, ¿qué estás haciendo?

—¿Eh?

Aunque ser llamado por mi nombre no era algo raro, en esta situación esa palabra
era especialmente importante.

Apresuradamente me levanté y eché un vistazo al espejo, y en él, con ojos llorosos,


estaba mi cuerpo original.

—S-Shuuya-kun, ¿qué demonios haces?

Ignoré a mi tía y reflexioné sobre qué había sido lo que me permitió cambiar de
nuevo.

—Es doloroso...

Esta conclusión a la que había llegado se sentía en extremo irónica.

El dolor que había sentido en mi cadera cuando tropecé y caí.

Lo que había sentido sobre ese dolor, era en definitiva, el “recuerdo”.


Aunque siempre creí que estaba acostumbrado al dolor, parece que estaba
completamente equivocado.

El dolor era la única parte de mí que podía sentir; el único fragmento de mi


identidad.

El solo ser capaz de identificarme a través del dolor..., qué poco interés tenía en mí
mismo.

Todos los presentes me observaron preocupados, pero yo solo pude reír hacia esta
absurda verdad que acababa de descubrir...

El poder de disfrazarme y engañar a otros...

Comparado con cómo me sentía la primera vez que enfrenté esta extraña habilidad,
ahora —para mi propia sorpresa— le daba la bienvenida.

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