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LAS TRAVESURAS DE LA REINA.

TÉCNICAS TRANSCORPORALES EN UNA NOCHE


DE TEATRO EN CARLOS PAZ

Autoras:
Garrido, Jimena Inés (CIFFyH/ CONICET)
Reches, Ana Laura (CIFFyH/ CONICET)

Eje temático N° 2: Cuerpos, género y sexualidades en la industria cultural

Resumen breve:
Este trabajo surge del cruce de derroteros de pesquisa en curso de ambas
autoras. Junto a Marcela Juárez, regente desde la década de 1970 de un emblemático
comercio nocturno de diversión, asistimos a ver el “Show de Lizy Tagliani” a Villa Carlos
Paz, en febrero de 2016, donde se encontraron Marcela y Lizy. Para realizar este trabajo
escogimos aquellas problemáticas que percibimos como sobresalientes en la salida
compartida al teatro aquella noche. Siguiendo las hebras de estos nudos, rastreamos
sentidos que ellas construían en torno a estas cuestiones. Priorizando nuestras
observaciones y conversaciones en la salida, trabajamos también con entrevistas a
ambas mujeres.
Tomamos como horizonte la noción de técnica transcorporal, entendiéndola como
aquellos materiales y procedimientos para actuar que involucran intercambios e
interconexiones entre varias naturalezas corporales. Es así que nos preguntamos
¿Cuáles fueron las técnicas transcorporales que se pusieron en acto en el encuentro
entre dos mujeres, una "trans" y otra "travestí", una artista y la otra espectadora? ¿Cuáles
fueron los efectos de estas técnicas en sus corporalidades expandidas? Nos proponemos
describir y analizar técnicas transcoporales puestas en acto por dos mujeres en una
noche de teatro para dar cuenta de las peculiares maneras de volverse “reina”, anunciar
“los huevos” y valorar “la familia”, en procesos de producción y consumo de mercancías
culturales contemporáneas.
Palabras Claves Técnicas transcorporales- reina- huevos-familia

Resumen ampliado:
El presente trabajo surge del cruce de nuestros derroteros de pesquisa en curso.
Mientras Jimena Inés Garrido realiza una etnografía en las Temporadas Teatrales en los
veranos en Villa Carlos Paz, Ana Laura Reches estudia un circuito de bares y boliches de
diversión nocturna en los que no se manifestaba rechazo hacia eróticas no
heterosexuales, durante los años ochenta en Córdoba. Marcela Juárez regenteaba uno
de esos comercios desde la década de 1970. Junto a ella, asistimos a ver el “Show de
Lizy Tagliani” en Carlos Paz, en febrero de 2016, donde se encontraron nuestras
interlocutoras.
Para realizar este trabajo escogimos aquellas problemáticas que percibimos como
sobresalientes en la salida compartida al teatro aquella noche. Siguiendo las hebras de
estos nudos, rastreamos sentidos que ellas construían en torno a estos nudos. Así,
priorizando nuestras observaciones y conversaciones en la salida, trabajamos también
con entrevistas a estas dos mujeres. A partir de estos materiales y del intercambio de
nuestras etnografías compartimos impresiones, descripciones e inquietudes que dieron
lugar a este escrito.
La noción de técnicas corporales desde los inicios de la(s) antropología(s) formó
parte de las preocupaciones académicas. Marcel Mauss las definió como actos eficaces
tradicionales. El autor estudió cómo las técnicas corporales son transmitidas en cada
sociedad a través de la imitación de acciones que los sujetos han visto realizar con éxito.
En las ciencias sociales aprendemos técnicas para construir relatos, entre ellas nos
servimos de categorías teóricas que nos permiten hacer preguntas al conjunto de
materiales que nos proponemos abordar. Para que el uso de estas categorías no asfixie la
vitalidad de las realidades que delimitamos como nuestros objetos de estudio, es
necesario que entre ellas se establezca un diálogo. En el proceso de reflexión de este
trabajo comenzamos a preguntarnos por las técnicas corporales puestas en juego por
nuestras interlocutoras. El material que ellas nos ofrecían nos llevó a revisar esta
categoría y reformularla en términos de técnicas transcoporales. Recuperando algunas de
las problematizaciones que el primer concepto abría, esta noción nos ofrecía la inclusión
de particularidades observadas en los fenómenos “trans”. Al mismo tiempo, nos permitía
poner mayor atención en la constitución de coporalidades a partir del intercambio
permanente de sustancias y del carácter relacional de toda singularidad, siempre
atravesada y en travesía. Si bien estas travesías que visitaremos incluían trayectos
reconocidos que funcionan como prescripciones, todo viaje incluye travesuras que alteran
los recorridos establecidos.
Entendiendo las técnicas transcorporales como los materiales y procedimientos
para actuar que involucran intercambios e interconexiones entre varias naturalezas
corporales, nos preguntamos ¿Cuáles fueron las técnicas transcorporales que se pusieron
en acto en el encuentro entre dos mujeres, una "trans" y otra "travestí", una artista y la
otra espectadora? ¿Cuáles fueron los efectos de estas técnicas en sus corporalidades
expandidas? Nos proponemos describir y analizar estas técnicas transcorporales puestas
en acto por dos mujeres en una noche de teatro para dar cuenta de las peculiares
maneras de volverse “reina”, anunciar “los huevos” y valorar “la familia”, en los procesos
de producción y consumo de mercancías culturales contemporáneas.
La primer técnica transcorporal que problematizamos en este trabajo fue
identificada mientras esperábamos que comience la función. En ese momento de la
noche, Marcela nos comentó que no quería a Florencia de la V, quien se arrogaba sin
mérito suficiente el título de reina de VCP, y afirmaba: “la reina soy yo”. Las formas
adecuadas para ejercer la realeza era un primer material a transcoporalizar. Además una
reina debía tener el flujo de la historia corriendo tras de sí, y en esa historia era necesario
haber ocupado un lugar prestigioso, lo cual implicaba penetración en sitios exclusivos así
como la vinculación con actores distinguidos. Otras de las técnicas eran: la producción de
un archivo real, la multiplicación del yo a través de la búsqueda de una toma fotográfica, y
la apertura de uno de los elementos del organismo humano: la mente. Marcela, al “abrir la
mente” se convirtió en “emprendedora”, también fue “innovadora” y “transgresora”.
Nuestra reina, para asegurar su condición femenina, incorporaba otras sustancias:
prótesis, hormonas, pelucas, lentes de sol, bolso y, sobre todo, anillos. El consumo de
plantas y pigmentos eran otros componentes necesarios para ocupar el trono. Finalmente,
para entronizarse era preciso ser “curioseada” e injerir el ojo extraño.
Otra técnica transcorporal activada en el espectáculo, en la cual hicimos foco,
consistía en amenazar con el asomo de sorpresas escondidas. Luego que los
espectadores abonaban una entrada, exigían diversión. Las artistas sabían qué
actuaciones hacían reír al público: Lizy debía comunicar que era una mujer con genitales
de varón escondidos, y construir la amenaza de que uno de “sus huevos” se escape.
Tagliani producía un escondite público que causaba fascinación.
La tercera técnica transcorporal que analizamos es “el respeto a la familia”. Mientras
la actriz afirmaba la familia como valor fundamental, reforzaba otro: el respeto por “la
diferencia”. Agradecer al padre y amar a la madre, convertirse en esposa sin bendición,
cuidar a los niños y educarlos para un mundo inclusivo, eran tareas prioritarias en el
espectáculo. Reina, huevos y familia nos guiarán por los derroteros de aquella trasnoche,
en la cual se “resistía”.

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