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TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

NACIONALIZACIONES PETROLERAS EN BOLIVIA

1. Primera nacionalización proceso de la Standard Oil Company “SOC”.

Aplicando las leyes norteamericanas que establecían la propiedad del petróleo a la


empresa que había realizado cualquier hallazgo, tras el Gobierno de Bautista
Saavedra (1921-1925), se impuso la legislación española, que establecía que el
Estado era propietario de todo el territorio, y por ende, las empresas deberían pagar
regalías y patentes por la explotación de hidrocarburos en el país. A tal efecto, las
primeras concesiones entregadas otorgadas por el gobierno boliviano no
presentaron actividades ni resultados significativos hasta la llegada de la Standard
Oil en el año 1921. Esta compañía realizaba trabajos de exploración geológica
centrados básicamente desde el sur del Departamento de Santa Cruz hasta Tarija.

Tras este hecho, Standard Oil pretendía lograr el autoabastecimiento de


combustibles en el país habiendo operado 15 años dentro del mismo y debido a
irregularidades y el incumplimiento del pago de las regalías y patentes por parte de
la compañía, es que en el año 1937, durante el gobierno del General David Toro,
se decide la caducidad de todas las concesiones de la Standard Oil en territorio
boliviano y la reversión total de sus bienes a favor de la estatal Yacimientos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

Creación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos

Tras la finalización de la Guerra del Chaco (1935), el petróleo adquiere mucha


importancia en el entorno nacional e internacional, es por ello que nace la idea de
crear una empresa petrolera estatal con el fin de realizar exploraciones y producir
hidrocarburos para abastecer al mercado interno generando ingresos propios para
el país. En diciembre del año 1936, bajo la presidencia del General David Toro, a
través de un decreto-ley, se crea Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, como
la primera empresa estatal del mundo, con autonomía propia y bajo el principio de
que este recurso sea manejado por el Estado boliviano.
En aquella época se trazaron como principales objetivos los siguientes:

- El incremento de la producción de petróleo, a través del desarrollo de mayor


número de campos, especialmente del campo Camiri.

- El incremento de reservas hidrocarburíferas, a través de la exploración de nuevas


áreas petroleras.

- La construcción de facilidades de transporte para el petróleo y sus derivados, a fin


de optimizar costos, disminuir precios de comercialización en el mercado interno y
viabilizar la exportación de excedentes en condiciones favorables para el Estado.

Con el tiempo, YPFB se convirtió en una empresa generadora de riqueza, con


patrimonio propio, sujeta de créditos internacionales, que eran cubiertos con la
producción, comercialización y exportación de petróleo y sus derivados, llegando al
autoabastecimiento nacional en 1954. De esta forma, YPFB otorgaba a Bolivia su
ansiada independencia económica, bajo un marco totalmente técnico, libre de
politizaciones o partidización del ente petrolero.

2. Segunda nacionalización: Proceso de la “Bolivian Gulf Oil Company”.

Durante la presidencia del Dr. Víctor Paz Estenssoro (1952-1956), llegó a Bolivia la
empresa norteamericana Gulf oil Company, a la que se otorgó en concesión áreas
que hasta entonces YPFB exploraba y sobre las cuales poseía importante
información geológica. Dicha empresa realizó muy pocos esfuerzos en exploración
como también erogó importantes cantidades de dinero en trabajos de exploración
en aquellas áreas ubicadas hacia el sur del campo Camiri, cuyos resultados fueron
negativos. En septiembre del año1969, el General Ovando Candía revierte las
concesiones de la Gulf Oil Company al Estado así como nacionalizar todos sus
bienes e instalaciones. De esta manera, entre otras, se obtuvo un Financiamiento
para poder concluir con gasoducto a la Argentina Ley de Hidrocarburos En marzo
de 1972, el entonces Presidente de la República, Gral. Hugo Banzer Suarez
promulgó la primera Ley de General de Hidrocarburos, donde una de las principales
características de esta ley fue la eliminación del Régimen de Concesiones y el
establecimiento de nuevos modelos de contratos petroleros. En los contratos de
operación, el contratista ejecuta con sus propios medios y por su exclusiva cuenta
y riesgo, pero en nombre de YPFB, las operaciones correspondientes a las fases
de exploración y explotación dentro del área, materia del contrato, bajo el sistema
de retribución. En cambio, el contrato de servicios petroleros es aquel por el cual
YPFB o el contratista de un contrato petrolero estipula con un tercero la prestación
de servicios o la ejecución de obras específicas de índole técnica especializada,
como por ejemplo perforación de Pozos, alquiler de maquinaria, provisión de
materiales entre otros. De igual forma, a través de la promulgación de esta ley, se
devuelve a YPFB el rol protagónico en todas las actividades de la cadena de
hidrocarburos, asignándole facultades para la exploración y explotación del territorio
nacional, así como para el transporte, refinación, industrialización, almacenaje y
comercialización de hidrocarburos y sus derivados. En noviembre de 1990, durante
el gobierno de Jaime Paz Zamora, se promulga la Ley de Hidrocarburos No. 1194,
mediante la cual se otorgaban mejores y mayores garantías a los inversionistas
privados, especialmente a capitales extranjeros que operaban el sector petrolero.
En abril de 1996, durante el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, se aprueba
la Ley No. 1689, estableciendo contratos únicamente de Riesgo Compartido con
una vigencia de 40 años. Un Contrato de Riesgo Compartido no constituye una
sociedad ni establece personalidad jurídica, ya que los derechos y/u obligaciones
del riesgo compartido se rigen por lo acordado en el contrato. Bajo este marco, las
compañías petroleras generaban las inversiones necesarias para realizar
actividades de exploración y explotación, mientras que YPFB, como carecía de
capital para inversión, únicamente aportaba con el área sujeta a contrato.
Posteriormente a la emisión de la Ley 1689, se realizó en Bolivia el proceso de
Capitalización, con el objeto de generar una mayor inversión y transferencia de
tecnología, sustituyendo la propiedad estatal por la participación privada, y
considerando una distribución de las acciones estatales (50%) a los ciudadanos
bolivianos mayores de edad, a través de las Administradoras de Fondos de
Pensiones (AFP). Luego de los procesos de capitalización y privatización de YPFB,
y a consecuencia de un posible contrato de exportación de gas natural a Estados
Unidos a través de un puerto chileno, durante el año 2003, surgieron movimientos
sociales exigiendo la recuperación de los hidrocarburos por parte del Estado y la
expulsión de las empresas petroleras que se encontraban en el país. Producto de
estos movimientos sociales, se inició la elaboración de una nueva Ley de
Hidrocarburos que contemple condiciones económicas más favorables para el
Estado y modifique las condiciones del sector hidrocarburos, potenciando a YPFB
para que asuma todas las actividades de la cadena de hidrocarburos. Así, en fecha
18 de julio de 2004, a través de un referéndum vinculante, el pueblo soberano
decidió, por mayoría absoluta, la recuperación de la propiedad de todos los
hidrocarburos en boca de pozo, la refundación de YPFB para que pueda participar
en toda la cadena productiva de hidrocarburos y una renta petrolera igual a 50% del
valor del gas natural y petróleo, a favor del país.

3. Tercera nacionalización: Proceso “Heroes del Chaco” (empresas


capitalizadas, PBR, TRSA, Chaco, Andina y CLHB / 2006)

El 1º de mayo de 2016 se recordaron 10 años de la promulgación del Decreto


Supremo (D.S.) Nº 28701, “de Nacionalización de Hidrocarburos, Héroes del
Chaco”. Entre los principales logros de esa medida, Bolivia, a través de su empresa
petrolera nacional YPFB, recuperó la propiedad de los hidrocarburos producidos.
Hasta antes de esa medida, las empresas petroleras decidían dónde vendían y
determinaban las condiciones de venta de los hidrocarburos. Sin embargo, a partir
del DS 28701, es la estatal YPFB, como dueña de la producción, la que decide el
destino y las condiciones de su comercialización. Un segundo aspecto es que,
mediante este decreto, se recuperó la propiedad mayoritaria del Estado en las
empresas que habían sido capitalizadas. Esto es importante porque al ser
actividades encadenadas adoptan un carácter estratégico y es el Estado el que
puede decidir el desarrollo del sector en toda la cadena de valor. No obstante, a la
fecha, las empresas YPFB Andina y YPFB Chaco no han podido realizar
descubrimientos de reservas de la magnitud de Sábalo o San Alberto (Tarija), como
lo hiciera YPFB a inicios de los años 90. Un tercer punto a considerar de la norma
promulgada hace 10 años es que obligó a las empresas petroleras a renegociar sus
contratos de exploración y explotación de hidrocarburos, otorgándoles un plazo de
seis meses para la adecuación. En octubre de 2006 se suscribieron 44 contratos
con todas las empresas petroleras que operaban en Bolivia, sin que ninguna
empresa petrolera se fuera del país. Como consecuencia de esta política y de la
implementación de nuevos contratos –cuya administración era aún desconocida
para ambos actores– se sembró un clima de incertidumbre en la industria, que
derivó en una falta de inversión en exploración por parte de las empresas privadas.
A partir de esas condiciones, la nacionalización permitió incrementar la actividad de
explotación de hidrocarburos en Bolivia, alcanzando cifras récord de producción en
la historia del país, en especial de gas natural.

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