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Teatrología

Iván Zúñiga
Facultad de Teatro

La ciencia del teatro es una ciencia joven, como tal, sus parámetros de investigación aún han de ser
acotados y, sin embargo, ya presenta sus propias características que le distinguen. Su
fundamentación en el suceso convivial entre público y espectador deja en evidencia su complejidad
para ser registrada y propone ya, por defecto, que el teatrólogo ha de ser, en principio, un
espectador con enfoque filosófico.
La complejidad del sistema que es el teatro y sus parámetros canónicos exigen del investigador
poseer una serie de herramientas críticas y referenciales que le permitan vislumbrar un panorama
perspectivo de la escena.
Para el caso, los trece signos compilados por Kowzan y la teoría semiótica de Erika Fischer Proponen
un acercamiento desde lo simbólico, acuñando el concepto de “teatralidad” y delimitando las
fronteras científicas para su estudio. La esencia convencional del teatro traspasa la producción
teatral para extenderse a la transteatralidad y al estudio de la teatralidad como fenómeno de
socialización de lo simbólico.
Esta yuxtaposición de realidades, simbólicas y utilitarias, evidencia lo trascendente en el teatro
como producto de la sociedad de la especie humana y su evolución intelectual a través de la
mímesis.
Conviene entonces, comenzar con el análisis de la historia del teatro y sus relaciones con las
disciplinas adyacentes como las artes literarias y escénicas, la historia, la antropología, la lingüística,
etc. Para acercarnos a una llana comprensión contextual del desarrollo por un lado del fenómeno
teatral, y por otro, del hecho escénico.
Diversos investigadores han plantado las bases de la teatrología como ciencia y concierne a los
creadores del momento proporcionar, en registro, material que sustente su propio estudio desde el
método científico, no desde lo escolástico ni desde lo empírico. El hecho escénico es un fenómeno
vivo y requiere de su propio laboratorio para ser comprendido.

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