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¿ QUÉ SON?
Los alimentos sometidos a ingeniería genética o alimentos transgénicos son aquellos que fueron
producidos a partir de un organismo modificado genéticamente mediante ingeniería genética. Dicho
de otra forma, es aquel alimento obtenido de un organismo al cual le han incorporado genes de otro
para producir las características deseadas. En la actualidad tienen mayor presencia alimentos
procedentes de plantas transgénicas como el maíz, la cebada o la soja.
Ventajas
- Podremos consumir alimentos con más vitaminas, minerales y proteínas, y menores contenidos en
grasas.
- Cultivos más resistentes a los ataques de virus, hongos o insectos sin la necesidad de emplear
productos químicos, lo que supone un ahorro económico y menor daño al medio ambiente.
- Cultivos resistentes a los herbicidas, de forma que se pueden mantener los rendimientos
reduciendo el número y la cantidad de productos empleados y usando aquellos con características
ambientales más deseables.
- Aumento de la producción.
- Cultivos tolerantes a la sequía y estrés (por ejemplo, un contenido excesivo de sal en el suelo).
Inconvenientes
-Los riesgos sanitarios a largo plazo de los OMG presentes en nuestra alimentación o en la de los
animales de los que nos alimentamos, no están siendo evaluados y su alcance sigue siendo
desconocido: alergias, aumento de resistencias a antibióticos.
- Los transgénicos hacen que las personas cambien y alteren su conducta, haciéndolos mas
contrarios a su propia naturaleza, revirtiendo todo lo que significa la alteración al planeta en si.
DATOS CURIOSOS
Daños demostrados
Una reciente investigación de científicos egipcios reveló que la dieta a base de soja y maíz
genéticamente modificados (OMG) con la que alimentaron a ratas durante 30, 60 y 90 días causa
una gran variedad de efectos tóxicos. Entre estas consecuencias negativas se incluyen daños en el
ADN, hígado, riñón y testículos, anomalías en los espermatozoides y cambios en la sangre.
Más de 37 millones de abejas murieron el otoño pasado en Ontario (Canadá), después de que en la
zona fuera plantado maíz transgénico. Los apicultores culpan de la muerte de sus colonias a los
neonicotinoides, sobre todo a imidacloprid y clotianidina, dos insecticidas que se aplican tanto a
semillas como a tratamientos foliares y que penetran en el polen y el néctar.
Mientras que China da la espalda al maíz transgénico de EE.UU. y Sudáfrica prohíbe los anuncios
publicitarios sobre los supuestos beneficios para el medioambiente de los productos de Monsanto,
la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) de México aprobó el libre
consumo de 132 productos transgénicos (el 50% correspondiente a maíz y el resto a algodón, soja y
canola) a pesar de los esfuerzos de los agricultores mexicanos que buscan ganar la batalla contra los
cultivos transgénicos.