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PORTADA

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NICARAGUA, LA REVOLUCIÓN SANDINISTA
POR UNA EDUCACIÓN POPULAR Y LIBERTADORA

INTRODUCCIÓN

La historia de América Latina ha sido marcada durante cientos de años por los saqueos y
despojos causados por todos aquellos imperios que han reclamado el mundo como suyo,
dejando cicatrices y heridas que no han podido sanar a pesar de los esfuerzos de sus pueblos
y de su gente.

Pareciera que mientras más avanza el mundo, más retrocede el hombre, ya que a pesar de
tener la cicatriz viva por dentro recordándonos día a día el abuso y el saqueo que ha sufrido
nuestro pueblo y que aún continúa, nosotros mismos somos participes de una segregación
contra nuestros hermanos centroamericanos y suramericanos haciendo ajenas sus
problemáticas, que al igual que nosotros, al día de hoy siguen sufriendo y a diferencia de
nosotros, combatiendo.

Por lo anterior, el desarrollo de este trabajo de investigación se enfocará en torno al país


centroamericano de Nicaragua y al proceso de revolución armada sandinista y como es que
esta revolución tuvo consecuencias en el plano educativo centrándonos en el periodo de los
años 1979 y 1985.

La Revolución Popular Sandinista de 1979, llevada a cabo por el Frente Sandinista de


Liberación Nacional se declaró en contra la autoridad y el poder de Estados Unidos, quien
poco a poco iba tomando más fuerza y presencia en Nicaragua; y contra la familia Somoza,
que implantó una dictadura autoritaria y flagelante contra quienes no estaban de acuerdo con
la nueva línea que debía seguir el país.

Abogaba por una sociedad más justa, más humanitaria y más igualitaria, teniendo como uno
de sus principales objetivos el que la educación en Nicaragua se basase en una filosofía que
respondiera a dichos anhelos sociales, ocupándose de la transformación del individuo para

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hacerlo crítico y libre, dejando atrás esa hegemonía basada en el autoritarismo y la
dominación conocida como “educación”, misma que tenía como único objetivo ser un
escalón social o convertirse en un canal de movilidad.

La parte revolucionara sabía bien sobre las carencias y limitaciones con las que contaban
para siquiera pensar en poner en marcha el plan revolucionario de acción; pero lejos de verlos
como obstáculos, fueron impulsos para dar inicio a la Cruzada Nacional de Alfabetización,
misma que al igual que la Revolución, buscaba transformar los fines de la educación en
Nicaragua dando muerte definitiva a la educación funcionalista y clasista que respondía a los
intereses de la clase dominante. La daga que daría muerte a este segregativo modelo
educativo era el proceso revolucionario sandinista, que con los mismos ideales que la CNA
se encontraba en la etapa final de gestación.

Este modelo educativo no tendría cavidad para intereses individuales ni privados sino todo
lo contrario, sería el semillero para que germinase una educación que priorizara los intereses
colectivos y que viera crecer a un tipo de hombre nuevo y en libertad a través del cual
pudieran retomarse ideales de liberación y de independencia. Se buscaba ver nacer a un
hombre nuevo, libertador e independiente, se buscaba un hombre a semejanza de Simón
Bolívar, el gran libertador de América.

PARTE 1

Para hablar del Frente Sandinista de Liberación Nacional y hacer referencia al sandinismo,
es necesario remontarnos a la década de los 60´s, periodo en el cual se gestaron las bases que
representaban los cimientos de este gran movimiento social conocido como sandinismo, que
a pesar de la influencia marxista y leninista con la que inició, nunca tuvo un vinculo directo
con el Partido Comunista de Nicaragua.

Fundado en el año de 1962 gracias a un grupo de estudiantes universitarios, el FSLN (Frente


Sandinista de Liberación Nacional) fue encabezado por Carlos Fonseca, Silvio Mayorga y
Tomás Borge, quienes decidieron agruparse y formar el frente debido a la situación que
estaba viviendo Nicaragua en ese entonces. Desde sus inicios, contaron con el apoyo de Fidel

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Castro Ruz, quién ofreció gran parte de su apoyo gracias al desempeño que mostró Luis
Somoza en el episodio desarrollado en Bahía de Cochinos en Cuba en el año de 1961.

Como se mencionó en un inicio a manera de introducción, los pertenecientes al movimiento


sandinista se oponían fervientemente a la familia Somoza y a la presión y dominación
idealista que estados Unidos ejercía sobre Nicaragua, razón por la cual exigían una reforma
política, agraria y económica tan radical y esperanzadora que condujera a una redistribución
de la riqueza y el poder para con el pueblo. Este proyecto estaba respaldado en su mayoría
por estudiantes y campesinos, por lo que fueron derrotados por la Guardia Nacional en las
primeras acciones de la guerra de guerrillas donde desafortunadamente Fonseca y Mayorga
perdieron la vida.

Para 1970, el FSLN pasa a un periodo denominado “Acumulación de Fuerzas en Silencio”,


durante el cual se redujo a un mínimo su acción bélica, pero durante el cual se buscó fortalecer
varios puntos indispensables: a la Organización en sí, su próxima incidencia en diferentes
sectores, la preparación militar de sus miembros y la obtención de recursos armamentistas y
de otras índoles.

En el año de 1967 muere en combate el máximo líder del FSLN, Carlos Fonseca junto con
uno de sus máximos dirigentes, Eduardo Contreras. Después de esto, la Organización se
dividió en tres instancias, cada una con su respectiva tendencia, pero todas en pos de una
lucha independentista: el FSLN Proletario, el FSNL Guerra Popular Prolongada y el FSLN
Insurreccional. Para 1979 ya se habían organizado varios frentes organizados de lucha
armada entre las diversas regiones del país.

Tras esto, la dictadura de Somoza hizo más feroces sus ataques en contra de los guerrilleros,
ataques que también terminaron por afectar a la población civil: los bombardeos se efectuaron
indiscriminadamente liberando bombas por encima de las casas correspondientes a las
ciudades donde hubiera indicios de combates donde tenía presencia la Guardia Nacional.

El gobierno de los Estados Unidos, principal controlador y encargado de elegir a los


gobernantes nicaragüenses solicitó a Anastasio Somoza que dejara el poder antes de ser
derrocado, para evitar la instauración de un gobierno revolucionario y con esto, evitar que
los movimientos revolucionarios siguieran expandiéndose por América Latina.

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Lo anterior, debido a que Estados Unidos ya contaba con la experiencia vivida a través de la
Revolución Cubana y con el reconocimiento o declaración de un movimiento socialista. Sin
embargo, Somoza decidió quedarse en el poder y con ello intentar apaciguar el movimiento
y buscar la derrota de la sublevación nacional.

A pesar de los ideales del dictador, eso fue imposible, ya que para el 17 de julio de 1979, él
y sus colaboradores más allegados abandonaron en país llevándose consigo una enorme
fortuna derivada del saque y el roba al pueblo nicaragüense. Francisco Urcuyo asumió la
presidencia de Nicaragua y llamó al cese de los taques sandinistas fracasando en su cometido
pues su gobierno duro aproximadamente 24 horas abandonando el país al cumplimiento de
las mismas.

Así, el 19 de julio de 1979 miles de guerrilleros y civiles ingresaron a la Plaza de la Republica


ubicada en el antiguo centro de Managua en donde absolutamente toda la población capitalina
nicaragüense celebraba el fin de la dictadura dinástica de los Somoza. Aquello se convirtió
en una fiesta nacional con la que se vislumbraba la oportunidad de crear una nueva Nicaragua.

Como bien se mencionó al inicio del desarrollo de este trabajo de investigación, uno de los
aspectos que caracterizaron al movimiento sandinista fue el correspondiente al rubro
educativo, ya que una de las tareas principales de dicho movimiento era erradicar el
analfabetismo, pero aún más importante que eso, dar la pauta para la creación de un nuevo
modelo o programa educativo de injerencia propia y nacional, para lo cual se basaron en la
Cruzada Nacional de Alfabetización.

PARTE 2 CRUZADA NACIONAL DE ALFABETIZACIÓN

La Cruzada Nacional de Alfabetización diseño y desarrollo de una manera funcional el


organigrama de actividades, mismo que se complementó a través de un Coordinador
Nacional, una División Técnico-Pedagógica con secciones correspondientes a Curriculum,
Capacitación e Investigación; una División Organizativa y una División Administrativa.

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Además, se crearon las Secciones Independientes, mismas que dieron atención a los aspectos
de índole más laboral en pos del nuevo proyecto educativo, entre ellas la de Divulgación y
Propaganda, Promoción Financiera, Diseño y Producción, Relaciones Internacionales y
Prensa y Radio entre otras.

Esta composición y creación de una nueva fuerza alfabetizadora tuvo, fundamentalmente en


los jóvenes, un inmenso apoyo para el logro de sus objetivos que se dio a través de la
rememoración de las luchas de Sandino y del FSLN y a la constitución de un ejército popular
lleno de carácter obtenido a través de la disciplina y que se integraba por un poco más de 60
mil jóvenes preparados política, ideológica física y técnicamente focalizándose
principalmente en la atención a sus hermanos campesinos.

Este ejército popular pudo conocer y observar de cerca las secuelas que dejó consigo el
imperialismo y somocismo integrándose de lleno en la vida de campo, en la producción de
las tierras, en la salud de los campesinos y en otros aspectos relacionados con la actividad
social. Gracias a esto, toda una generación de jóvenes caracterizados por el respeto, la
humildad, la humanidad, la modestia y la sencillez vio la luz de una nueva nación con las
condiciones aptas para la transformación de Nicaragua.

PARTE 3

La década de los 80´s está cubierta con el proyecto de la Revolución Popular Sandinista, que
asume a la alfabetización como un derecho humano fundamental de las personas, de su
libertad y autoafirmación, así como la representación del medio necesario para la
construcción de una sociedad con bases amplias, donde sus integrantes sean fuertes,
conscientes, educados y participativos con el fin de llevar a cabo las transformaciones
económicas y sociales que estuvieran a favor de una verdadera equidad social.

El año de 1980 es conocido en Nicaragua como el “Año de la Alfabetización” sintetizándolo


con el nombre de “Cruzada”; una cruzada realizada mediante una acción conjunta sin
precedentes en la historia de Nicaragua, con la única finalidad de erradicar el analfabetismo
y dando a su población la oportunidad de volverse crítica creando en ellas mismas un criterio

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propio a través de la generación de conocimientos y saberes propios alimentándose de la
concepción y espíritu pedagógico contenidos en la experiencia de Paulo Freire y de la
experiencia en la alfabetización de la población cubana.

Esta misma década es representativa de un gran esfuerzo alfabetizador pero con una
concepción más integral, misma que dentro de los distintos elementos que la conforman
incluye una vertiente multilingüe para grupos indígenas que utiliza como elemento educativo
la radio y la televisión. El resultado de esta extraordinaria acción se demuestra con la
reducción de la tasa de analfabetas en Nicaragua al 12.9% para dicha década.

Los procesos de alfabetización en esta perspectiva están orientados a la construcción de una


conciencia crítica y al fortalecimiento organizativo y técnico de la variedad de sectores
populares enfocándose en la alfabetización como una acción social y cultural que esta
realmente comprometida con los movimientos populares.

En este sentido, la alfabetización se ha unido y articulado con otros procesos de desarrollo


global y de cambio social, así como con otras opciones educativas, como lo son:

 Educación Básica de Adultos


 Capacitación Técnica Laboral
 Desarrollo Comunitario, apropiación y uso de técnicas apropiadas

Con esto, la mayoría de los programas de alfabetización se incorporan de manera explícita y


determinada con temas de interés popular relacionados a las problemáticas de género, salud
preventiva y reproductiva, relaciones humanas, relaciones familiares y comunitarias y de
orientación laboral.

A la par que avanzaba dicho proceso se visualizaban los errores y aciertos del mismo, lo que
permitió establecer con mayor claridad los siguientes objetivos:

 Erradicación definitiva del analfabetismo en Nicaragua.


 La promoción de un proceso de concientización a nivel nacional con el fin de que el
pueblo nicaragüense, antes marginado, se integrara libre y eficazmente en el proceso
de democratización del país, tomando parte activa en su reconstrucción y en el
desarrollo nacional.

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 Contribución a la unidad nacional, tratando de integrar el campo con la ciudad y al
trabajador con el estudiante.
 Continuar, inmediatamente después de logradas la fase de alfabetización, el proceso
educativo de los adultos, creándose para tales efectos el Viceministerio de Educación
de Adultos.

La Cruzada Nacional de Alfabetización llevada a cabo entre marzo y agosto de 1980


logró declarar a 406.000 personas mayores de 10 años como alfabetizadas reduciendo la
tasa nacional de analfabetismo de 50.35% a 12.9% y creando una gran capacidad de
organización, participación y movilización en la población y que crearía la pauta para la
creación de muchas organizaciones no gubernamentales.

Para esto, 52.180 jóvenes y maestros se trasladaron durante cinco meses a áreas rurales
junto con el Ejército Popular de Alfabetización hasta que lograron completar un total de
95.582 alfabetizadores populares con sedes de trabajo tanto en la ciudad como en el
campo.

En cuanto a los contenidos de los programas y métodos utilizados, utilizaron


fundamentalmente el Cuaderno de Orientación Sandinista para Capacitadores, El
Cuaderno de Educación Sandinista para el Alfabetizador y lo que popularmente se
denominó “La Cartilla”, que tenía por título original “El Amanecer del Pueblo”

El proceso que se desarrolló en las Unidades de Alfabetización Sandinistas (UAS) se


acompañó de un programa de radio llamado “Puño en Alto”, con una transmisión diaria
de 30 minutos reproducidos dos veces al día, a las 5:30 y a las 17:30 hrs a través de todas
las emisoras del país.

La Fuerza Alfabetizadora tuvo gran presencia en el ámbito rural y urbano y gracias a la


gran cantidad de alfabetizadores con los que contaban y que con el paso del tiempo
lograron mejorar la calidad de su trabajo cubriendo las deficiencias que originalmente se
observaron logró incorporar al programa a más de 592.099 personas mayores de 10 años.

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Una vez puesto en marcha el programa, se incorporaron a la Cruzada 464.508 analfabetos
y se alfabetizaron 406.056, lo que representó una gran reducción de la tasa de
analfabetismo del 50.35 % al 12.96 %, es decir, se redujo en 37.39 %, posicionando a
Nicaragua entre los países con más bajo índice de analfabetismo.

Esto, inspiró a la Consulta Educativa Nacional para definir los fines, objetivos y
principios de la nueva educación, los cuales constituyeron la base de los principales
artículos sobre educación consignados en la Constitución Política de Nicaragua de 1987,
reformada en 1995 y vigente al día de hoy.

La Cruzada Nacional de Alfabetización creció de manera abismal, por lo que se tuvo que
recurrir a “dividir” dicha organización con la finalidad de un mejorar las prácticas,
seccionando la Cruzada en:

 División Técnico Pedagógica


 División Administrativa
 Divulgación de la cruzada

DIVISIÓN TÉCNICO PEDAGÓGICA

La División Técnico Pedagógica fungía como responsable de desarrollar y orientar el proceso


pedagógico de la Cruzada Nacional de Alfabetización.

Elaboró materiales que, respondiendo a los conceptos revolucionarios, fueron capaces de


cumplir con su labor didáctica, para satisfacer los objetivos de la Cruzada Nacional de
Alfabetización, entendiendo que la problemática de la realidad nacional estaba en sus
dimensiones histórica, política y económica.

La División Técnico Pedagógica logró estructurar un método que por su sencillez y agilidad
fuera factible de ser desarrollado y aplicado por jóvenes que con voluntad e idealismo
revolucionario pudieran convertirse en los alfabetizadores que garantizarían la victoria sobre
el analfabetismo.

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Para dar mayor garantía de validez a los métodos, procedimientos y materiales que debían
emplearse en esta Cruzada, se planificaron y se desarrollaron los proyectos pilotos definidos
como pequeños laboratorios de experimentación pedagógica, haciendo posible deducir el
comportamiento del proceso de alfabetización de manera general. Esta experiencia fue muy
positiva, ya que permitió hacer los reajustes necesarios y enriqueciendo la elaboración de
materiales y determinando el método educativo a seguir.

DIVISIÓN ADMINISTRATIVA

La Cruzada creó, también, una sección encargada de la promoción financiera, la cual se


dedicó a promover y recolectar fondos, tanto a nivel nacional como internacional.

Uno de los principales objetivos fue dar a conocer a nivel mundial, el proyecto. La meta que
se buscaba era recolectar, tanto dentro como fuera del país, el costo total del proyecto de la
Cruzada.

Esta división garantizó la logística de un ejército de más de 100,000 personas sin tener amplia
experiencia; es por esto que este frente de trabajo se dio a la tarea de cumplir con la
elaboración de los materiales en las cantidades necesarias, garantizando su distribución y
dejando un control para la etapa de postalfabetización.

DIVULGACIÓN DE LA CRUZADA

En cuanto a la División de Divulgación, Prensa y Relaciones Públicas, pretendió no sólo dar


a conocer la Cruzada Nacional de Alfabetización a todo Nicaragua y a los pueblos del mundo,
sino también mantener una constante y fluida comunicación entre familiares y brigadistas,
atendiendo, desde el punto de vista informativo, las emergencias que se presentaran, y, sobre
todo, fortalecer la solidaridad del pueblo de Nicaragua.

Se edita el Boletín informativo, "La Cruzada en Marcha", del cual se produjeron 157
números, distribuidos en 120 mil ejemplares con el objetivo de hacer llegar a los brigadistas
información precisa, misma que podrían necesitar durante el desarrollo de sus actividades.

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El 19 de julio, la Juventud Sandinista crea el periódico "El Brigadista", que con una
circulación de 40.000 ejemplares llegó hasta los más recónditos lugares, llevando el mensaje
de la Cruzada, misma que no solo establece las bases para la educación y alfabetización de
los adultos, también sienta las bases para una educación verdaderamente revolucionara y cien
por cierto nicaragüense.

La Cruzada muestra con mucha claridad que la verdadera educación debe entenderse como
un proceso dialectico donde tanto el educador como el educando tienen algo que enseñar y
algo que aprender, y que el principio fundamental de esta educación es la conciencia
patriótica y el amor al pueblo.

Nos enseña también que las vías para sacar a un pueblo de su histórico rezago educativo no
se encuentran en los marcos formados de una educación arcaica y realmente inútil para los
verdaderos fines y significados de la educación en sí, sino en la enorme riqueza, disposición
y patriotismo del pueblo.

CONCLUSIÓN

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BIBLIOGRAFÍA

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