Está en la página 1de 38

Reflexiones acerca de la Filosofía Política y su contexto histórico

Las ciudades griegas estaban constituidas


en ciudades estado conocidas como polis ,
las cuales estaban organizadas de manera
autónoma e independiente bajo su propia
legislatura
Imagen por Sebastià Giralt (flickr)

La filosofía política es una disciplina filosófica que


tiene por objeto la formación de los gobiernos, los
gobernantes y ciudadanos, al atender las
necesidades y problemas de la vida en sociedad,
en consecuencia estos factores posibilitan el
interés de construir un enfoque en el desarrollo
de las ideas políticas. Sabemos que los
fundamentos de la filosofía política han variado a
través de la historia. Así para los griegos la
ciudad estado era el centro y fin de toda actividad
política.
En el mundo antiguo con la creciente
urbanización de la vida, el inmenso crecimiento
de la riqueza material y el trabajo intelectual que
hicieron los sofistas, desarrollaron la consciencia
de que Grecia necesitaba un nivel más alto de
educación, por lo que esto posibilitaron la
reflexión filosófica para el desarrollo de nuevas
ideas políticas.
Entre los filósofos que estudiaremos en este
periodo histórico tenemos a Platón con su obra
“La República”, siendo esta una propuesta ética,
política, social, económica, etc. También el
filósofo escribió “El Político” y “Las Leyes”, el
fundamento de su filosofía política es el lema
socrático “Virtud es conocimiento”, esto significa
para Platón que debe existir una buena vida tanto
para los individuos como para los estados, la cual
puede ser objeto de estudio filosófico. La tesis
principal es que el hombre bueno tiene que ser
un buen ciudadano y esto difícilmente puede
lograrse si no existe a la par un estado bueno y
justo, porque lo que es bueno para el hombre es
también bueno para la polis.
Para Aristóteles en su “Política” lo ideal es
siempre el gobierno con arreglo a normas
jurídicas, en todo estado bueno el soberano
último debe ser la ley, la relación del gobernante
que se ajusta a las leyes con sus súbditos es
diferente en especie de cualquier otra clase de
sujeción porque es compatible con el hecho de
que las dos partes sigan siendo libres y por esta
razón requiere un grado de igualdad moral o
semejanza de especie entre ellos, para
Aristóteles, pues, el estado ideal es una
comunidad de ideales que aspira a la mejor vida
posible y deja de ser comunidad o
auténticamente política si la discrepancia entre
sus miembros es tan grande que éstos dejan de
tener la misma virtud. Esa es la base de la
famosa frase de Aristóteles “El hombre es un
animal político”.
Más realista que Platón, Aristóteles estudió las
diversas formas de gobierno algunas positivas y
otras negativas, entre las primeras tenemos
la monarquía, la aristocracia y la democracia,
con respecto a la segunda, la tiranía, la
oligarquía y la demagogia.
2
A finales del siglo XVI, la sociedad europea está
sufriendo grandes cambios económicos y
sociales entre los que podemos mencionar los
estados nacionales, las monarquías absolutas,
surgimiento de la burguesía, etc. Y en
consecuencia, se da la necesidad de generar
nuevos enfoques políticos que mediaticen las
contradicciones existentes. Debemos destacar la
figura de Maquiavelo con su obra “El Príncipe”,
este autor en esta obra propone soluciones
prácticas para los gobernantes para que puedan
conquistar su poder y retenerlo. Con Maquiavelo
se separa el acto de gobernar de la moralidad
intrínseca que todo acto político debe tener. La
conocida expresión, el fin justifica los medios que
se desprende de “El Príncipe”, apunta a que el
monarca debe necesariamente usar cualquier
recurso, por inmoral que nos parezca para lograr
la unidad del estado y por lo tanto su fortaleza.
En los inicios de la modernidad se genera una
serie de obras a las cuales se denomina utopías,
Thomas Moro escribió su obra “Utopía”, inspirada
en La República de Platón en donde en el libro V,
los interlocutores de Sócrates, después de
escuchar el planteamiento de un estado
“perfecto”, se preguntan si tal ideal es posible.
Utopía traducida significa ningún lugar, el
significado que Moro le da es el siguiente: No hay
tal lugar pero puede haberlo, entonces lo que
debemos hacer siguiendo a Marx es crear las
condiciones objetivas, materiales y culturales
para que pueda existir un mundo mejor.
A lo largo de esta época se desarrolla una amplia
reflexión sobre la filosofía política, con autores
como Hobbes, defensor del absolutismo político,
Locke, Montesquieu, Rousseau, en los cuales se
anuncia la división de poderes y el contrato
social. La ilustración hace suyo el optimismo
burgués, enfatizando su idea de progreso
económico y social.
Por último, estudiaremos la sociedad actual la
que está viviendo una de las más complejas
situaciones que se han dado en el curso de la
historia. El hombre hoy más que nunca necesita
de instrumentos que le ayuden a interpretar la
realidad social, nos encontramos en una
sociedad llenos de espectros compulsivos,
socavadoras de las leyes morales impersonales
o anónimas, silenciadoras de la consciencia
individualizada. Por lo tanto, hoy más que nunca
es necesario introducir la moral en la política.
3
La Política de Aristóteles

Para Aristóteles el hombre se define como


un ser político y social. En la imagen
Aristóteles enseña a su discípulo Alejandro
el grande quien será el responsable del
imperio griego.
Imagen por Charles Laplante
(wikimedia)
Aquí pasaremos a estudiar al estado
definiéndolo como una asociación, ya que toda
asociación no se forma sino, en vista de algún
bien, por tanto, que todas las asociaciones
tienden a una bien de cierta especie, siendo el
bien de las asociaciones aquella que encierra
todas las demás, y se le llama Estado. Al
respecto la familia se convierte en un pequeño
Estado.
Estas primeras asociaciones, la del señor y el
esclavo, la del esposo y la mujer, son las bases
de la familia, el griego tiene derecho a mandar al
bárbaro, puesto que, la naturaleza ha querido
que bárbaro y esclavo fuesen una misma cosa.
La primera asociación de muchas familias, pero
formada en virtud de relaciones que no son
cotidianas, es el pueblo, que justamente puede
llamarse colonia natural de la familia. “Si los
primeros estados se han visto sometidos a reyes
y si las grandes naciones lo están, aún hoy, es
porque tales estados se formaron con elementos
habituados a la autoridad real, puesto que en la
familia el de más edad es el verdadero rey”.
Las familias forman los pueblos y la asociación
de muchos pueblos forma un Estado completo,
que llega, si puede decirse así, a bastarse
absolutamente a sí mismo, teniendo por origen
las necesidades de la vida, y debiendo su
subsistencia al hecho de ser éstas satisfechas.
Así el Estado procede siempre de la naturaleza,
lo mismo que las primeras asociaciones, cuyo fin
es la felicidad. Que el Estado es un hecho
natural, que el hombre es un ser naturalmente
sociable, y que el que vive fuera de la sociedad
por organización y no por efecto del azar, es
ciertamente, o un ser degradado, o un ser
superior a la especie humana.
No puede ponerse en duda que el Estado está
naturalmente sobre la familia y sobre cada
individuo, porque el todo es necesariamente
superior a la parte, lo que prueba claramente la
necesidad natural del Estado y su superioridad
sobre el individuo es que, si no se admitiera,
resultaría que el hombre no puede ser nunca
miembro del Estado y sería o un bruto o un dios.
Puesto que ya hemos dicho que el hombre es un
ser sociable y político por naturaleza.
4
El príncipe” de Nicolás Maquiavelo

En la obra, “El Principe”


Maquiavelo realiza un
tratado con el cual
inaugura la filosofía
política moderna.
Imagen por Frieda
(wikimedia)

Al estudiar la obra de Nicolás Maquiavelo


denominada “El Príncipe”, época de grandes
transformaciones políticas, económicas y
culturales en general, este período se caracterizó
por una vuelta a la antigüedad Grecorromana,
época que sobrevaloraron los hombres del
renacimiento y comienzos de la modernidad y a
su vez consideraron la época del Medievo como
una época oscura que había que superar.
Discrepamos con aquellos que así pensaron,
puesto que esa época tuvo también avances
significativos en la filosofía, en las artes y en
muchos aspectos de la cultura; aunque bien es
cierto, estuvo subyugada a la doctrina de la
iglesia que en aquel entonces condicionó la
manera de pensar, actuar y valorar de los
hombres de esa época. Maquiavelo vivió en la
Italia renacentista dividida por pequeños Estados,
con grandes conflictos políticos, y guerras
intestinas, propuso soluciones prácticas en la
política y separó la moral del acto de gobernar.
El Príncipe, se caracteriza por brindar una serie
de conceptos útiles a los príncipes de la época
para conquistar el gobierno y para poderlo
retener, mucho se ha hablado de que esta obra
ha sido leída y valorada por muchos gobernantes
modernos y contemporáneos, ya que Maquiavelo
ha estudiado mucho la psicología del hombre y
cómo estos reaccionan frente a diversas
situaciones.
Maquiavelo concluye que el príncipe debe
aparentar poseer ciertas cualidades, ser capaz
de fingir y disimular bien para lograr sus
propósitos y poder ser temido y respetado, el
monarca debe utilizar cualquier recurso por
inmoral que este pueda parecer, para lograr la
unidad del estado y su perdurabilidad.
5
“El Leviatán” de Thomas Hobbes

En “El Leviatan” Thomas


Hobbes, expone su idea
de que el poder debe
residir de forma absoluta
en el soberano.
Imagen por Ryan
Delaney (wikimedia)

Al analizar el libro más conocido del filósofo


político inglés Thomas Hobbes, escrito en 1651y
titulado con el nombre “El Leviatán”, esta fuente
de la filosofía política establece los fundamentos
del derecho natural y se le conoce como el
defensor de un absolutismo político. La estancia
de Hobbes en Europa está vinculada al miedo
político y en particular al miedo al poder en
general. La conexión que se puede descubrir
entre su actitud vital y su pensamiento político
descansa por ende en el miedo. Aunque es
posible abstraer la noción de miedo, como
Hobbes con tanta frecuencia hace, cada período
cultural parece definido por una clase de miedo;
miedo bíblico, miedo religioso, miedo moral,
miedo político.
En el siglo XVII predominó en Inglaterra, y en
general en Europa, el miedo político. El Estado
se había convertido en un instrumento de poder
absoluto que absorbía los demás poderes. Los
castigos procedían del Estado, que asumía las
funciones de poder máximo e incontrolado. A ojos
de los súbditos inspiraba miedo; el miedo político,
que es en intensidad el más embargante y
limitador de los miedos posibles.
La ley natural de la supervivencia: todo lo que
tiene vida tiende a perseverar en su ser. El miedo
a que se interrumpa la supervivencia es natural
en la condición humana, que hace que cada
hombre tienda a mantener su vida a costa de los
demás. Si, partiendo de estos supuestos, los
hombres actúan sin condicionar sus impulsos
naturales, se destruirán los unos a los otros y el
miedo aumentará constantemente, pues el más
fuerte abusará del débil, pero temerá siempre a
otro más fuerte que él. La violencia es progresiva
e imparable en la medida en que el miedo lo es
también.
En el seno del gran artificio político, es decir, la
institución que hace posible las demás
instituciones, el Estado o Leviatán, nada que
vaya contra el poder político es lícito. La libertad
del ciudadano está determinada por los términos
del acuerdo en virtud del cual nació el Estado.
Nadie puede oponerse al estado ni servir a otro
señor: en este sentido el Estado es un monstruo
que nunca está satisfecho, y devora a quien se le
opone.
Desde luego, Hobbes defendía la monarquía
absoluta y estaba convencido de que era la mejor
forma de Gobierno, pero la monarquía absoluta
no es una consecuencia de los principios lógicos
del pacto político fundamental ni implica un
ejercicio arbitrario y por completo personal del
poder. De los principios lógicos del pacto se
deriva cualquier forma de gobierno, y el proceso
histórico del pensamiento político posterior
demuestra que en la teoría hobbesiana del pacto
estaba incoada la moderna teoría democrática.
Sin embargo Hobbes, legitima el absolutismo
político en base a que en estado de naturaleza,
lo natural es el conflicto, la inseguridad y la
pérdida de su vida y de sus bienes, y por ende
los hombres deciden a través del contrato social
ceder su libertad al gobernante a cambio de la
seguridad de su vida y de sus bienes.
Hobbes considera que en el estado natural por lo
tanto, el hombre tiene derecho a lo que existe en
el mundo, que para regular los actos se debe
formar un contrato social, ya que si quien no
está sujeto a ninguna ley civil peca en todo
cuanto hace contra su conciencia, porque no
tiene otra regla que seguir, sino su propia razón,
no ocurre lo mismo con quien vive en un Estado,
puesto que la ley es la conciencia pública
mediante la cual se ha propuesto ser guiado.
En resumen, el leviatán llamado República o
Estado no es más que un hombre artificial,
aunque de mayor estatura y fuerza que el
natural, para cuya defensa y protección ha sido
creado, por lo tanto a Hobbes, se le considera
el defensor del absolutismo político.
6

Teorización de la Filosofía Política

Jurgen Habermas Filosofo y Político alemán


que considera a la política como un actuar
dentro de una sociedad en bienestar.
Imagen por Wolfram Huke (wikimedia)

Desde épocas remotas ha existido la


diferenciación entre gobernantes y gobernados,
quienes mandan y quienes obedecen, quienes
dan órdenes y quienes las acatan, los que toman
las decisiones y los que las aplican. Así, hay
personajes que mandan o dominan, como el
brujo, el padre de familia, el dictador, el rey, el
presidente de un país, el primer ministro, etc. En
términos generales, se acepta que la política es
la lucha por el poder, tanto en el seno de la
sociedad concreta como en el contexto más
amplio de la sociedad en general. Noticias sobre
elecciones, golpes de Estado, crisis políticas y
sociales forman parte de lo que difunden los
medios de comunicación masiva, es decir, los
periódicos, la radio y la televisión. Ahora, esas
informaciones también podemos encontrarlas vía
Internet, y cotidianamente son motivo de
comentarios.
, los que dominan y Pero, ¿quiénes son los
gobernantes? Son quienes tienen el poder a
veces y, a veces, llegan a explotar al grupo al
que gobiernan. Los gobernados son los
sometidos; algunas veces, su actitud es ser
rebeldes e inconformes y, entonces, cuando
luchan pasivas y tolerantes, aunque también
pueden por destituir a quien los oprime, la política
se convierte en una lucha por el poder.
El vocablo política se deriva de la palabra
griega polis o politikós (todo lo que se refiere a la
ciudad, al ciudadano, a lo civil, a lo público e
incluso a lo social y sociable). El
término política es transmitido por la obra de
ARISTOTELES, Polític en la que analiza la
naturaleza, las funciones y divisiones del Estado
y las formas de gobierno y la concibe incluso
como el arte o la ciencia del gobierno.
La palabra política también se ha empleado
durante siglos para denominar esa esfera de la
actividad humana que se relaciona con las cosas
del Estado. Sin embargo, en la edad moderna
perdió su significado original, que fue sustituido
por otras expresiones como ciencia del Estado,
doctrina del Estado, ciencia política, filosofía
política, etcétera.
siguientes: De acuerdo con Norberto BOBBIO, si
se considera a la polis como un sujeto,
pertenecen al ámbito de la política los actos
a) Ordenar o prohibir a los miembros
de un determinado grupo social.
b) El ejercicio de un dominio exclusivo
sobre determinado territorio.
c) Legislar con normas válidas.
d) Extraer los recursos naturales y
materiales de un sector de la sociedad y
distribuirlos a otro.
Si se toma a la polis como un objeto, pertenecen
al contexto de la política verbos como conquistar,
mantener, defender, ampliar, reforzar, abatir,
trastornar el poder estatal.
7

Jean-Jacqus ROUSSEAU, escritor político


ginebrino, autor de El Contrato Social, de 1762,
concebía la política como:
La actividad que tiene por objeto regular y
coordinar la vida social por medio de una función
de orden, defensa y justicia para mantener la
superación y la cohesión de un grupo social
determinado.
Para Maurice DUVERGER, la política puede ser
concebida como una lucha o como un
elemento de integración.
 La primera se refiere a la lucha que asegura
a los individuos o grupos poseedores del
poder una dominación sobre la sociedad.
 La segunda se entiende como un esfuerzo
para lograr que reinen el orden y la justicia,
asegurar el interés general y el bien común.
Adherirse a una u otra tesis dependerá de la
situación del individuo o grupo determinado. Es
decir, las clases pobres, oprimidas o
insatisfechas no creen que el poder asegure un
orden real; conciben a este último como una
caricatura de orden, y en este sentido la política
es lucha, pues detrás del orden se oculta la
dominación de los privilegiados. En cambio, las
clases acomodadas o ricas creen que la
sociedad marcha en armonía, y desde este
punto de vista la política es un medio de
integración, en tanto que el poder garantiza un
orden auténtico. Por ello, Maurice DUVERGER
concluye que la política tiene una esencia
ambivalente que varía según las épocas, las
circunstancias y los países, ya que por un lado
constituye un instrumento de dominación de
ciertas clases sobre otras, y por otro es un medio
que permite asegurar un orden social y la
integración de los individuos con miras al bien
común.
La mayoría de los autores distinguen entre la
política que se practica en comunidades
pequeñas y la que se ejerce en localidades
grandes. En las primeras la lucha por el poder se
da entre individuos, y éste se halla organizado
débilmente, con base más o menos en la
distinción entre jefes y subordinados o
gobernantes y gobernados. En las poblaciones
grandes, la lucha política se libra entre clases
sociales y grupos intermedios que se constituyen
en el interior de la sociedad; aquí el poder está
organizado en forma estructurada y jerarquizada.
8

En política hay dos niveles de análisis: la micro


política, que se funda en el contacto personal y
en las relaciones interindividuales, y la macro
política, ámbito en el que no existe contacto
personal y las relaciones son mediatizadas,
administrativas o mediante un contacto teatral o
ficticio. Los ejemplos clásicos de esto último son
el apretón de manos del ministro o un discurso
del Presidente.
En contraposición a muchas definiciones clásicas
que sostienen que el objeto de la política es el
Estado―se le ha definido como la ciencia del
gobierno de los Estados (Emile LITTRE) o como
el arte y la práctica del gobierno de las
sociedades humanas (Paul ROBERT) ―, otras
concepciones señalan que la política no puede
analizarse sólo en el ámbito del Estado o de los
partidos políticos, pues tiene que ver tanto con la
conquista del poder como con el soporte de la
nueva sociedad.
…La política es la actividad humana central, el
medio por el cual la conciencia individual es
llevada al contacto con el mundo natural y social
en todas sus formas, y por ello las relaciones
sociopolíticas sobrevivirán incluso a la
desaparición del Estado (Antonio GRAMSI).
Dentro del campo de estudio de la política
actualmente existen opiniones como las del
filósofo alemán Jürgen HABERMAS, que
aconsejan retornar a los fundamentos de la
política clásica, a la vida buena y justa; el regreso
a los orígenes, es decir, cuando el ciudadano
expresaba sus problemas y la política se basaba
en un mayor entendimiento, buscando el
bienestar dentro de un orden instituido.
La política es entendía entonces como la
continuación de la ética. El carácter ético de la
acción era inseparable de la costumbre y de la
ley. Así, se consideraba que la política era el
vehículo por medio del cual el ciudadano vivía
una vida buena, y que la ciudad, la polis, era el
lugar de la concreción de la naturaleza humana.
Se propuso un ágora moderno, en el que
predominaran situaciones ideales de lenguaje y
de comunicación pública, se discutieran, las
cuestiones prácticas y se tomaran decisiones
políticas.
Incluso la política se consideraba como el
quehacer que llevaba a la formación y al cultivo
del carácter. Se trataba, pues, de una actividad
práctica que se desarrollaba en forma
pedagógica y no técnica.
HABERMAS contrasta estas ideas con la
intención que atribuye Thomas HOBBES a la
política, en el sentido de ser la base científica
para el establecimiento de las condiciones que
permitan el orden correcto de la sociedad.
9
Poder

El poder político es simplemente


el poder organizado de una clase
para oprimir otra. Karl Marx

¿En qué consiste el poder? ¿Cuál es su


naturaleza específica? ¿Cómo se puede
distinguir el poder político de otras formas de
poder?
El poder es la influencia voluntaria que ejerce un
individuo o un grupo sobre la conducta de otro
individuo o grupo. El concepto de poder ha sido
empleado para interpretar los más diversos
aspectos de la sociedad, desde los pequeños
grupos hasta las grandes empresas, desde la
familia hasta las relaciones entre clases sociales.
Aristóteles, también cuestionaba el mandato
patronal que ejercía sobre los esclavos; pero
existe otra forma en que el hombre rige a
individuos de la misma categoría, a la cual se le
denomino poder político, por tratarse de un poder
que se ejerce sobre hombres libres. Es una
dirección sobre personas y no sobre cosas o
animales. Aristóteles establece la diferenciación
del poder político con base en las
tres societátes: paternal, despótica y política.
A finales del siglo XVII, John LOCKE, en
su Ensayo sobre el gobierno civil, se planteaba la
interrogante: “¿Cómo mostrar la diferencia entre
el gobernante de una sociedad política, el padre
de familia y el capitán de un barco?” La cuestión
fundamental resiste en establecer sobre qué
bases se fundamenta el poder.
LOCKE distingue claramente entre los tres
poderes.
9

En primer lugar está el poder paternal


Es decir, el poder de los padres, aquel del que
gozan ellos para gobernar a sus hijos mirando el
bien de éstos hasta el momento en que hayan
aprendido a servirse de su razón.
9
en el estado de naturaleza y al que luego
renuncian y ponen en manos de la sociedad.
Esta les confiere a los gobernantes la facultad de
regir la vida social, con la misión expresa o tácita
de emplear el poder por el bien de los miembros
de la colectividad y la salvaguarda de sus
propiedades.
9

En tercer lugar está el poder despótico


Que es absoluto y arbitrario en tanto que permite
a un hombre atentar contra la vida de otro
cuando así le parezca. Este poder no lo otorga la
naturaleza, que por lo demás no establece
semejantes distinciones entre los hombres;
ningún pacto que puede establecerlas.

10
Max Webber definió el poder como la
probabilidad de que un actor, dentro de una
relación social, esté en posición de ejercer su
voluntad a pesar de la resistencia que se le
presente. Cuando el poder político se finca sobre
bases legítimas, se le denomina autoridad.
Sin embargo, WEBBER planteó un criterio a
partir del cual el poder político que cuenta con los
medios de coacción física se diferencia del poder
económico, que se basa en la posesión de
bienes o riquezas, y del poder ideológico, que se
apoya en el control de los medios de persuasión.
En el caso del poder económico, éste, por
ejemplo, se vale de ciertos bienes en una
situación de escasez para inducir a la gente a
observar una conducta determinada,
generalmente la ejecución de algún tipo de
trabajo. En la posesión de los medios de
producción reside una enorme fuente de poder
por parte de quienes los poseen. El poder del
dueño de una empresa deriva de la posibilidad
que la posesión o la disponibilidad de los medios
de producción le proporcionan para comprar la
fuerza de trabajo a cambio de un salario. En
general, todo poseedor de bienes abundantes es
capaz de condicionar, mediante concesión de
compensaciones o la promesa de otorgarlas, el
comportamiento de quien se encuentra en una
situación de debilidad y de penurias.
En cambio el poder ideológico se basa en la
influencia que las ideas formuladas de cierta
manera por una persona investida de autoridad,
como el sacerdote, el intelectual o el científico,
tienen sobre la conducta de los demás. Al difundir
sus valores y sus conocimientos, cumplen un
proceso de socialización necesario para la
cohesión e integración del grupo.
Por último, el poder político se sustenta en la
posesión de los instrumentos por medio de los
cuales se ejerce la fuerza física; por ejemplo, las
armas de todo tipo; es coactivo y el poder
supremo, porque de alguna manera todos se
encuentran subordinados a él. En otras palabras
lo que distingue al poder político de los demás es
la exclusividad para el uso de la fuerza contra el
resto de los grupos que actúan en determinado
contexto social.
11

Max Webber individualizó tres tipos puros de


poder:
1. El legal, que se funda en la creencia de
la legitimidad de ordenamientos que tienen
como propósito definir el papel de poseedor
del poder. La fuente de este poder es la ley;
a la cual deben obedecer no sólo los que
prestan obediencia, sino también el que
manda.
2. El poder tradicional, se basa en la
creencia del carácter sacro del poder. La
fuente de este poder es la tradición.
3. El poder carismático, que se basa en la
sumisión afectiva hacia un dirigente; la fuerza
heroica, el valor ejemplar o la potencia del
espíritu es lo que distingue a ese poder de
manera excepcional; el que manda es el
guía, el profeta, el demagogo, y aquellos que
le prestan obediencia son los discípulos.
El estado, al igual que el suelo sobre el que se
halla situado, no es un patrimonio. Consiste en
una sociedad de hombres sobre los cuales
únicamente el Estado tiene derecho de mandar y
disponer. Es un tronco que tiene sus propias
raíces. Emmanuel Kant.

Estado

A Nicolás MAQUIAVELO se debe la introducción


por primera vez del término stato en su obra El
príncipe, escrita en el año 1513, obra que, para el
gobernante (“el príncipe”), constituye un manual
útil sobre el arte de adquirir y conservar el poder,
y en cuanto a los errores que debe evitar al
ejercer su gobierno. MAQUIAVELO rompe con
las visiones que se tenían de la política y deja de
interesarse por las ideologías o las cuestiones
morales, como el bien común, la justicia, la
bondad, la trascendencia de la vida, la n b de
Dios o el universalismo cristiano. Su pensamiento
es estrictamente técnico y plantea que el
problema del hombre de Estado es,
precisamente, conservar el Estado. El hombre de
Estado, dice MAQUIAVELO, debe ser virtuoso y
valiente para desempeñarse con eficiencia.
Antes de que se conformara el Estado con las
características propias del actual, hubo distintas
organizaciones políticas. Para algunos autores el
nacimiento del Estado fue consecuencia directa
de los regímenes monárquicos de los siglos XVI
y XVII en Europa Occidental. La corriente
marxista afirma que para entender su origen es
necesario considerarlo como parte de un proceso
de desarrollo. Friedrich ENGELS, en su obra El
origen de la familia, la propiedad privada y el
Estado, afirma que éste se constituyó al dividirse
la sociedad en clases ―, y ante la necesidad de
frenar los antagonismos entre los grupos
sociales. Para Karl MARX han existido cuatro
tipos de Estado: el esclavista, el feudal, el
burgués y el socialista, cada uno de los cuales ha
tenido su propio modo de producción.
En la comunidad primitiva existía una sociedad
sin clases, pero ésta dio paso al Estado
esclavista. Así se originó el primer régimen de
explotación en la historia. En el Estado feudal los
terratenientes gozaban de plenos derechos; ya
no eran “dueños” de los campesinos (esclavitud),
pero podían apropiarse del producto de su
trabajo y obligarlos a sujetarse a ciertas
condiciones ventajosas para el patrón
(servidumbre).
El Estado burgués surgió en el siglo XVIII, a la
luz de los acontecimientos de la época
Contemporánea, de la Revolución industrial y la
Revolución francesa de 1789, con el desarrollo
del comercio, no solamente local sino mundial, y
se fundamentó en la circulación monetaria, el
intercambio de mercancías, el poder del capital y
la existencia de la propiedad privada de los
medios de producción en manos de una nueva
clase: la capitalista.
En el Estado socialista las clases trabajadoras se
proponían derrocar a la burguesía e implantar la
denominada dictadura del proletariado, mediante
la cual el Estado burgués sería destruido y
desaparecerían las clases sociales.
Thomas HOBBES, en su obra Leviatán, escrita
en 1839, plantea un modelo de estado en el que
concibe a éste como un poder visible que debe
mantener atemorizados a los hombres con la
amenaza de castigo, y considera que un régimen
de este tipo tendría que estar por encima de
cualquier otro cuerpo u organismo social. Según
HOBBES, el Estado tiene que garantizar la
propiedad privada. Asimismo, el autor parte de la
idea de que los hombres son malos, se pelean
entre sí y de que si se les deja en estado natural
se tiende al desorden y se manifiesta, por
ejemplo, una falta de regulación de las
instituciones por parte del Estado, cuya función
consiste precisamente en regular y garantizar la
libertad, la seguridad.
Para HOBBES, el Estado no se opone a los
individuos porque nace de la cesión de derechos
particulares y tiene primacía frente a cualquier
otro poder, incluso el eclesiástico. Sin embargo,
si el Estado para castigar transgrede la propiedad
privada, se justifica la revolución, cuyo objetivo
será construir entonces un nuevo Leviatán. La
definición de Estado que nos propone Max
WEBBER es clásica y ha sido retomada por los
politólogos contemporáneos: “Por Estado debe
entenderse el monopolio de la fuerza legítima.”
Desde un punto de vista general, el Estado se
define como la autoridad suprema existente de
un territorio que está capacitada para ejercer
poderes soberanos, tanto normativos como los
que se valen de la violencia legitimada sobre los
habitantes de ese espacio territorial. Es decir, el
poder del Estado es el poder supremo de la
sociedad, el que se coloca por encima de los
demás, como el material o económico. El
Término Estado abarca dos nociones distintas
pero ligadas entre sí.
 En primer lugar, es el conjunto de la
organización del gobierno; así, puede haber
regímenes democráticos, absolutistas,
monárquicos, teocráticos, militares y
republicanos, entre otros. Es decir, se trata
de la organización del poder dentro de un
conjunto social determinado, con una
estructura económica y una ideológica, y con
una serie de aparatos institucionales y de
normas jurídicas destinadas a regular el
funcionamiento de la sociedad.
 En segundo lugar, el término Estado incluye
el concepto de Estado-nación, una
comunidad humana que, además de regirse
con base en una estructura de organización
gubernamental, está delimitada
geográficamente; en suma una población
asentada en un territorio con límites legales y
organizado en lo político en un gobierno.
Mientras que la idea de Estado pone énfasis
en la organización política, en concepto
de nación hace hincapié en una unidad social
basada, entre otros factores, en las
tradiciones, en la lengua y en la historia.
12
Se considera que el fin último del Estado tiene
que ver íntimamente con las funciones o
acciones que ejerce, las cuales son diversas:
sociales, políticas, económicas y jurídicas. De
todas estas funciones, que se dan en los
diferentes ámbitos, las sociales son
indispensables para lograr la convivencia
humana mediante el orden, la armonía y la
organización social. En cuanto a las funciones
políticas, si el poder se manifiesta en
agrupaciones humanas el Estado se ocupará de
la organización de dicho poder y de la vida
política. Para alcanzar este objetivo, el Estado
cuenta tanto con aparatos institucionales como
con el derecho. De él surgen instituciones, por
ejemplo, los partidos políticos, los sindicatos y las
asociaciones civiles.
En el ámbito económico, las funciones del Estado
se basan en el régimen jurídico de la propiedad y
en el sistema de producción, y puede deducirse
que esto es lo que determina la naturaleza de
casa Estado y de su sistema político.
Por su parte, las funciones jurídicas del Estado
pueden resumirse en tres: legislar, administrar y
juzgar. La primera consiste en la facultad para
dictar leyes, reglamentos o decretos; la segunda
se relaciona con la atención de los intereses de
la comunidad mediante la introducción de
servicios públicos (agua potable, luz eléctrica,
pavimentación, recolección de basura, seguridad
interna y externa, policía, defensa militar, etc.), y
la tercera se encarga de resolver los conflictos
entre particulares, o bien entre un particular y un
órgano del Estado, por medio de sentencias o
resoluciones judiciales, impartiendo justicia en los
tribunales mediante jueces o magistrados.
En El espíritu de las leyes, publicado en 1748,
Charles Louis MONTESQUIEU¹⁹ atribuyó al
Estado tres funciones esenciales: crear las leyes
que gobiernes al pueblo; aplicarlas, así como
resolver los conflictos y las diferencias que se
presenten entre los individuos. Esta visión acerca
del papel del Estado representativo llevó a
plantear la separación o división entre los
poderes otorgados a tres órganos distintos
(Legislativo, Ejecutivo y Judicial), a fin de
alcanzar un equilibrio en el poder capaz de
garantizar la libertad y contrarrestar los peligros
de la tiranía.
Tradicionalmente, en el pensamiento político han
existido dos corrientes de concepción respecto
del Estado: la liberal y la marxista.
Para la concepción liberal, el Estado preserva la
libertad política, los derechos individuales y la
igualdad jurídica entre todos los hombres. El
Estado se concibe no como el centro de la
organización social en su conjunto, sino como
una institución entre otras; así, acaba siendo un
árbitro y no una estructura destinada al control de
la vida social. Frente al predominio del
liberalismo económico, expresado en la
consigna laissez faire-laisser passer (dejar hacer,
dejar pasar), que significa libertad económica sin
ninguna restricción estatal, el Estado desempeña
una función relativamente secundaria.
Sin embargo, el desarrollo del capitalismo y la
necesidad de una distribución más equitativa de
la riqueza alteraron la función del Estado
moderno. Posteriormente, durante el siglo XIX se
estableció la concepción marxista del Estado,
según la cual éste no es imparcial en la lucha de
clases, sino el instrumento de opresión de las
clases dominantes sobre las clases oprimidas.
Visto así, el Estado monopoliza la violencia
legítima, pero lo hace en provecho de una clase,
la dominante, a fin de mantener las relaciones
sociales vigentes. Su aparato y sus normas
jurídicas se utilizan para someter a los distintos
grupos en función de los intereses de la clase
dominante.

También podría gustarte