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CONCEPTO DE:

Desierto
Un desierto es un bioma que recibe pocas precipitaciones. Tienen reputación de poseer poca
vida en ellos, pero eso depende del tipo de desierto; en muchos existe vida abundante, la
vegetación se adapta a la poca humedad (matorral xerófilo) y la fauna usualmente se esconde
durante el día para preservar humedad. El establecimiento de grupos sociales en los desiertos
es complicado y requiere de una importante adaptación a las condiciones extremas que en
ellos imperan. Los desiertos forman la zona más extensa de la superficie terrestre: con más de
50 millones de kilómetros cuadrados, ocupan casi un tercio de ésta. De este total, 53 %
corresponden a desiertos cálidos y 47 % a desiertos fríos.2

Los procesos de erosión son factores de suma importancia en la formación del paisaje
desértico. Según el tipo y grado de erosión que los vientos eólicos y la radiación solar han
causado, los desiertos presentan diferentes tipos de suelos: desierto arenoso es aquel que
está compuesto principalmente por arena, que por acción de los vientos forma las dunas,
desierto pedregoso o rocoso es aquel cuyo terreno está constituido por rocas o guijarros (este
tipo de desiertos suele denominarse con la palabra árabe hamada).

Montañas
Una montaña es una eminencia topográfica (elevación natural de terreno) superior a 700 m
respecto a su base. Las montañas se agrupan, a excepción de los volcanes, en cordilleras o
sierras.

Las montañas cubren 53 % de Asia, 58 % de América, 25 % de Europa, 17 % de Australia y 3


% de África. En total, un 24 % de la litosfera constituye masa montañosa. Un 10 % de la
población mundial habita en regiones montañosas. Todos los ríos mayores nacen en áreas
montañosas y más de la mitad de la humanidad depende del agua de las montañas.

ECOSISTEMA MARINOS
Los ecosistemas marinos están dentro de los ecosistemas acuáticos. Incluyen los océanos,
mares y marismas, entre otros. La vida surgió y evolucionó en el mar. El medio marino es muy
estable, si lo comparamos con los hábitats terrestres o de agua dulce. Las temperaturas de las
grandes masas oceánicas varían poco, así como la salinidad del agua (3,5 %). La
composición iónica del agua de mar es similar a la de los fluidos corporales de la mayoría de
los organismos marinos, lo que soluciona la regulación osmótica.
En el medio oceánico la luz solar penetra en el agua tan sólo unos 200 metros. A mayor
profundidad, hay oscuridad absoluta. A la zona iluminada del mar se le denomina región fótica,
a la zona oscura región afótica.

El principal problema en el océano es la gran distancia entre la zona fótica (superficial) y los
nutrientes (sedimentados en aguas profundas). Donde hay luz para la producción primaria hay
pocos nutrientes inorgánicos, y viceversa. No es de extrañar, pues, que las zonas con mayor
productividad sean aquéllas en que las aguas profundas, frías y cargadas de nutrientes afloran
a la superficie; tales zonas se conocen como afloramientos; en ellas el fitoplancton se
desarrolla de modo extraordinario, y puede mantener una cadena trófica con muchos
eslabones; por ese motivo son las zonas más ricas en pesca.

ECOSISTEMA AGUA SALADA


Existen dos tipos de ambientes acuáticos, que pueden sustentar vida. Éstos son zonas de vida
de agua salada y zonas de vida de agua dulce. La mayoría de los tipos de organismos
encontrados en los ambientes acuáticos están determinados por la salinidad del agua.
Salinidad es la cantidad de sal disuelta en un volumen de agua. Es por esto que las zonas de
vida acuática se dividen en zonas de vida de agua salada y zonas de vida de agua dulce. Un
ejemplo de una zona de vida de agua salada o marina es un arrecife de coral. Un ejemplo de
una zona de vida de agua dulce es un lago.

Las mayores zonas de vida de agua salada en La Tierra no son difíciles de encontrar, ya que
éstas se encuentran en los océanos. Los océanos cubren alrededor del 71% de la superficie
terrestre y son muy importantes para la preservación de toda la vida en La Tierra

ECOSISTEMA AGUA DULCE


Vida de agua dulce, plantas, animales y otras formas de vida adaptadas a vivir y reproducirse
en las corrientes de los arroyos y los ríos y en las aguas inmóviles de los lagos y los
estanques. En las distintas zonas de estos hábitats, pueden vivir una increíble variedad de
especies; en este artículo se describen algunas de ellas.

Los hábitats de las corrientes de agua o lóticos, incluyen todas las partes del curso de los ríos:
los arroyos y manantiales de su cabecera, la zona central del valle, con sus estanques y sus
rápidos, la zona de la llanura aluvial, y los estuarios en los que vierten sus aguas al mar.

Las especies que viven en arroyos de corriente rápida muestran adaptaciones que les
permiten mantener su posición en el agua. Algunas, como la trucha común y ciertas ninfas de
efímeras, tienen formas hidrodinámicas, lo que reduce su resistencia a la corriente. Otros
organismos, como las ninfas de efímera y de los plecópteros, tienen cuerpos aplanados, lo
que les permite esconderse bajo las piedras y aferrarse a ellas. Hay otros, como las larvas de
los simúlidos, que se fijan a las rocas por medio de garfios y ventosas; ciertas larvas de
frigánea se construyen vainas con pequeños guijarros, que anclan sobre las rocas. Entre las
plantas, las variedades representativas incluyen el musgo de agua, que se aferra a las rocas y
se alinea con la corriente. Algunas algas crecen adheridas a las rocas y están cubiertas con
una capa gelatinosa para reducir la fricción del agua.

SUELO
Para otros usos de este término, véase Suelo (desambiguación).

Esquema del suelo:

O - Materia orgánica

A - Suelo

B - Subsuelo

C - Material parental

Se denomina suelo a la parte superficial de la corteza terrestre, biológicamente activa, que


proviene de la desintegración o alteración física y química de las rocas y de los residuos de las
actividades de seres vivos que se asientan sobre ella.1

Son muchos los procesos que pueden contribuir a crear un suelo particular, algunos de estos
son: la deposición eólica, sedimentación en cursos de agua, meteorización, y deposición de
material orgánico.

De un modo simplificado puede decirse que las etapas implicadas en la formación del suelo
son las siguientes:

"Instalación de los seres vivos (microorganismos, líquenes, musgos, etc.) sobre ese sustrato
inorgánico." Esta es la fase más significativa, ya que con sus procesos vitales y metabólicos,
continúan la meteorización de los minerales, iniciada por mecanismos inorgánicos. Además,
los restos vegetales y animales a través de la fermentación y la putrefacción enriquecen ese
sustrato.

"Mezcla de todos estos elementos entre sí, y con agua y aire intersticiales." Inicialmente, se da
la alteración de factores físicos y químicos de las rocas, realizada, fundamentalmente, por la
acción geológica del agua y otros agentes geológicos externos, y posteriormente por la
influencia de los seres vivos, que es fundamental en este proceso de formación. Se desarrolla
así una estructura en niveles superpuestos, conocida como el perfil de un suelo, y una
composición química y biológica definida. Las características locales de los sistemas
implicados —litología y relieve, clima y biota— y sus interacciones dan lugar a los diferentes
tipos de suelo.

Los procesos de alteración mecánica y meteorización química de las rocas, determinan la


formación de un manto de alteración o eluvión que, cuando por la acción de los mecanismos
de transporte de laderas, es desplazado de su posición de origen, se denomina coluvión.
CLIMA
El clima hace referencia al estado de las condiciones de la atmósfera que influyen sobre una
determinada zona. El uso cotidiano del término, por lo general, se vincula a la temperatura y al
registro o no de precipitaciones (lluvia, nieve, etc)

Aunque, en ocasiones, clima se utilice como sinónimo de tiempo, dichos conceptos no tienen
el mismo significado. El tiempo se refiere a la situación de los factores atmosféricos que
actúan en un momento específico y en una región determinada. Por ejemplo: “El tiempo en
Buenos Aires es cálido, con un temperatura, en estos momentos, de 27º”, “Me gustaría
conocer cómo está el tiempo en Acapulco, ya que, en unas pocas horas, llegaremos a la
ciudad y quisiera pasar la tarde en la playa”.

El clima, en cambio, supone una información enfocada a un periodo de tiempo más extenso,
de unas tres décadas como mínimo: “El clima de mi región es subtropical, con muchas
precipitaciones durante la temporada de verano”, “El calentamiento global ha generado un
marcado aumento de la temperatura y un nuevo clima caracterizado por la elevada humedad”.

FAUNA
La fauna es el conjunto de especies animales que habitan en una región geográfica, que son
propias de un período geológico. Esta depende tanto de factores abióticos como de factores
bióticos. Entre éstos sobresalen las relaciones posibles de competencia o de depredación
entre las especies. Los animales suelen ser sensibles a las perturbaciones que alteran su
hábitat; por ello, un cambio en la fauna de un ecosistema indica una alteración en uno o varios
de los factores de este. FAUNA,

FLORA
En botánica, flora se refiere al conjunto de las plantas que pueblan una región (por ejemplo un
continente, clima, sierra, etc.), la descripción de éstas, su abundancia, los períodos de
floración, etc.

Es el conjunto de especies vegetales que se pueden encontrar en una región geográfica, que
son propias de un periodo geológico o que habitan en un ecosistema determinado. La flora
atiende al número de especies mientras que la vegetación hace referencia a la distribución de
las especies y a la importancia relativa, por número de individuos y tamaño, de cada una de
ellas. Por tanto, la flora, según el clima y otros factores ambientales, determina la vegetación.
La geobotánica o fitogeografía se ocupa del estudio de la distribución geográfica de las
especies vegetales; el estudio fitogeográfico referido a la sistemática de las formaciones
vegetales se conoce como florística. Desde los tiempos prehistóricos la flora ha venido siendo
utilizada por las personas sirviendo cada vez más para el sustento humano y el mantenimiento
de un ecosistema favorable. Los bosques ocupan aproximadamente el 25% de la superficie
terrestre. Entre los productos de la flora se cuentan: la materia prima, tal como madera,
semillas, hojas, cortezas, caucho, frutas y alimentos.
Bosque Templado
El bioma de los bosques templados es uno de los biomas más diversos de nuestro planeta. Si
se mira un mapa que muestre la densidad poblacional del mundo, se verá que corresponde
con la distribución de los bosques templados. Durante mucho tiempo, los humanos hemos
usado los árboles para leña, construcción y otros usos. También se ha deforestado para la
agricultura. Estas actividades han llevado a la disminución o pérdida de este bioma en todas
partes del mundo.

El bosque templado es muy variable: en algunos lugares predominan los árboles caducifolios
mientras que en otros las coníferas son más comunes. También hay bosques mixtos con
árboles de coníferas, caducifolios de hoja ancha y siempreverdes de hoja ancha. Los bosques
templados ocupan áreas con precipitación abundante y uniformemente distribuida y
temperaturas moderadas con un marcado patrón estacional. La flora y la fauna de los bosques
templados son muy diversificados, aunque muchos animales emigran o hibernan durante el
frío invierno.

Bosque Tropicales
Los bosques tropicales son aquellos bosques situados en la zona intertropical y que,
consecuentemente, presentan clima tropical, y cuya vegetación predominante

Patrimonio de los bosques tropicales ombrófilos de Sumatra

El Patrimonio de los bosques tropicales ombrófilos de Sumatra es el nombre usado para


designar un conjunto de parques naturales declarados por la Unesco

Se llama selva, jungla o bosque lluvioso tropical a los bosques densos con gran diversidad
biológica, vegetación de hoja ancha (tipo frondosa) y, por lo general, con dosel cerrado,
sotobosque biodiverso y varios “pisos”, “estratos” o “niveles” de vegetación: desde árboles que
pueden superar los 30 metros en los pisos altos hasta los musgos y helechos al ras del suelo,
al cual difícilmente llega la luz solar (por este motivo también abundan los hongos), con
abundancia de lianas y epifitas. Estas condiciones suelen darse en las áreas cálidas y
lluviosas intertropicales de la Tierra, típicas de los climas cálidos (macrotérmicos) identificados
con la letra A en la clasificación de Köppen; por tal motivo en la actualidad, cuando se habla
de selva lo más usual es que se aluda a las llamadas selvas tropicales, riquísimas en
biodiversidad y grandes retenedoras de agua dulce, ya sea por su clima tropical húmedo
merced a la sombra y al “efecto esponja” de las densas vegetaciones o ya sea por el agua
misma que contiene la enorme masa vegetal de las selvas tropicales.
Tundra
La tundra (del ruso тундра, que significa ‘llanura sin árboles’ y del lapón tūndâr que significa
‘tierra infértil’) describe la región biogeográfica polar, cuya vegetación es de bajo crecimiento
más allá del límite norte de la zona arbolada. Es un bioma que se caracteriza por su subsuelo
helado, falta de vegetación arbórea o, en todo caso, de árboles naturales, lo cual se debe a la
poca heliofanía y al estrés del frío glacial; los suelos, que están cubiertos de musgos y
líquenes, son pantanosos, con turberas en muchos sitios. Se extiende principalmente por el
hemisferio norte: en Siberia,1 Alaska, norte de Canadá, sur de Groenlandia y la costa ártica de
Europa.1 En el hemisferio sur se manifiesta con temperaturas mucho más parejas durante el
año y en lugares como el extremo sur de Chile y Argentina, islas subantárticas como Georgia
del Sur y Kerguelen, y en pequeñas zonas del norte de la Antártida2 cercanas al nivel del mar.

PRADERAS
Los pastizales y matorrales templados o dicho de otro modo, las praderas y estepas, conforman un
bioma cuyos ecosistemas predominantes lo constituyen los herbazales de clima templado entre
semiárido y húmedo, con una estación cálida y otra marcadamente fría en invierno.

Los pastizales templados se encuentran en cinco áreas principales: las praderas (prairies) de las
Grandes Llanuras de Norteamérica, la pampa de Sudamérica, los veld de Sudáfrica, las estepas de
Asia y las sabanas del sur de Australia.1

En este ecosistema las gramíneas, juncales, pastos o césped constituyen la vegetación dominante.
Aunque en las praderas de las regiones templadas pueden existir más de 50 especies de plantas
vasculares y en las praderas tropicales más de 200, en general, dos o tres especies de gramíneas
son las que dominan más del 60% de la biomasa del terreno; aquí habitan grandes herbívoros y
aves, además de una gran cantidad de flora.

En las zonas donde la precipitación anual supera los 600 milímetros y los suelos son profundos y
ricos en materia orgánica se extienden las praderas. La vegetación anual de este ambiente es
continua y está representada por las gramíneas, pero éstas han sido prácticamente sustituidas por
cultivos de cereales (maíz, trigo, cebada) y oleaginosas (girasol, soja).

Los pastizales ocurren generalmente en el centro de los continentes donde la precipitación pluvial
es intermedia entre la de los desiertos y los bosques y donde hay grandes variaciones estacionales
de la temperatura (veranos calientes e inviernos fríos). La presencia de árboles ha sido reducida en
esta área debido a los fuegos, el pastoreo y ramoneo por herbívoros como el bisonte, venados y
caballos, y la precipitación relativamente baja. La mayoría de las praderas han sido alteradas
extensamente y ahora son las principales regiones mundiales de producción de cereales como
trigo, maíz y otros granos.
ECOSISTEMA BOSQUE SABANA Y ESTEPA
Sabana, pradera tropical poblada de arbustos y árboles dispersos de varios tamaños. La
aparición de la sabana podría deberse a las características del suelo, a fuegos periódicos
provocados por rayos o por la acción humana, y a la influencia del clima.

Estepa paraje llano y muy extenso que carece casi por completo de vegetación arbórea. El
término estepa, en sentido estricto, tiene su origen en la palabra rusa stepj (traducido como
desierto, en el sentido de no cultivado ni arbolado) con la que se nombran las praderas de
gramíneas de la zona templada de Rusia y de la Europa del Este. Sus suelos están poco
desarrollados, pero son ricos en elementos minerales aunque escasos en materia orgánica.

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