La literatura es un trabajo que parte de un a priori,
reconocimiento de una actividad, dentro del mercado especifico, en un sistema capitalista, que de antemano pone las reglas y paga de acuerdo a un mercado y a un producto. En este caso, el libro. El mundo editorial tiene sus propias reglas y se mueve desde una estructura que en las últimas décadas ha tenido cambios sustanciales con el parecimiento de las TIC. Que es un autor: “Se llama autor a toda persona que crea una determinada obra sobre la que tendrá derechos protegidos por la ley”. Cualquier elemento creativo se encuadra en esta definición. Sartre en uno de sus ensayos más lúcidos: “¿Que es la literatura”, empezaba diciendo: “ Todos los escritores de origen burgués han conocido la tentación de la irresponsabilidad, desde hace un siglo, esta tentación constituye una tradición en la carrera de las letras”. Expresando después: “el autor establece rara vez una relación entre el pago de sus obras y la misma creación”. Los novelistas y los poetas, los ensayistas y los académicos, todos intelectuales, asumen ser creadores, son autores, lo que les permite asumir una especie de superioridad frente a los demás, cierta lucidez, una capacidad de racionalizar mejor la realidad, crear más allá del común, existe una preparación, hablamos de arte, lo que perdura, su obra tiene un sobre-valor, eso les permite de alguna manera mirar por encima a los demás, no lo pueden evitar. Hay miles de autores exitosos. Hablemos de la novela, es un género con una fortaleza sin parangón que ha exorcizado todos los pronósticos fatales sobre su extinción. Cuando empezamos una novela nos entramos en un universo, la ficción constituye el eje que le permite al autor es un Dios. El autor es el genio, si tiene éxito adquiere un estatus por encima del común. Foucault expresa muy al contrario: “« ¿Qué importa quién habla?» En esta indiferencia se afirma el principio ético, el más fundamental tal vez, de la escritura contemporánea. La desaparición del autor se ha convertido, para la crítica, en un tema ya cotidiano”. Establece una especie de genealogía del término: “Dejaré de lado, por lo menos en la exposición de esta tarde, el análisis histórico-sociológico del personaje, del autor. Cómo el autor se individualizó en una cultura como la nuestra, qué estatuto se le dio, a partir de qué momento, por ejemplo, empezaron las investigaciones de autenticidad y de atribución, en qué sistema de valoración quedó incluido un autor, en qué momento se empezó a contar la vida no ya de los héroes sino de los autores, cómo se instauró esa categoría fundamental de la crítica «el hombre-y-la-obra», todo esto sin duda merecería ser analizado. Por el momento quisiera tratar únicamente de la relación del texto con el autor, del modo como el texto apunta a esa figura que le es exterior y anterior, aparentemente por lo menos”. 1. El nombre de autor: imposible tratarlo como una descripción definida; pero igual imposibilidad de tratarlo como un nombre propio ordinario. 2. La relación de apropiación: el autor no es exactamente ni el propietario ni el responsable de sus textos; no es ni el productor ni el inventor. ¿Cuál es la naturaleza del speech act que permite decir que hay obra? 3 La relación de atribución. El autor es sin duda aquel a quien puede atribuírsele lo que ha sido dicho o escrito. Pero la atribución —incluso cuando se trata de un autor conocido— es el resultado de operaciones críticas complejas y raramente justificadas. Las incertidumbres del opus. 4. La posición del autor. Posición del autor en el libro (uso de conmutadores [embrayeurs]; funciones de los prefacios; simulacros del escribiente [scripteur], del recitador, del confidente, del memorialista). Posición del autor en los diferentes tipos de discurso (en el discurso filosófico, por ejemplo). Posición del autor en un campo discursivo (¿qué es el fundador de una disciplina? ¿Qué puede significar el «retorno a...» como momento decisivo en la transformación de un campo de discurso?). En pleno siglo, con la proliferación de otras formas de expresión más populares: La televisión, para no hablar de las s