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En el capítulo uno Jonathan Harker describe los paisajes durante su viaje desde Munich a

Hungría. La dueña de la posada en donde pasa la noche le da un crucifijo al enterarse del lugar
a donde va y especialmente al manifestarle la superstición de que en la noche en la que él
viaja, es la noche en donde todos los malos espíritus se sueltan. El viaje con la diligencia sólo es
hasta cierto trayecto, ya que en un punto, lo recoge el carruaje del Conde Drácula. Jonathan
describe la enorme fuerza física que posee el conductor, la facilidad para controlar a los lobos
y el trayecto durante la noche para llegar al castillo del Conde.

En el segundo capítulo, al llegar al castillo, Jonathan espera en la puerta hasta que Drácula le
abre la puerta y lo invita a pasar. Harker siente que ve sombras tenebrosas en el castillo
empolvado y tenebroso del Conde, siente miedo y no encuentra espejos en ninguna parte del
castillo. El Conde le enseña su habitación, le da de cenar y platica con Harker acerca de su
trabajo durante su estancia allí. Ambos se van a dormir poco antes del amanecer.

Harker se despierta tarde y va a la biblioteca, en donde encuentra libros y mapas sobre


Londres. En la noche, Harker y el Conde discuten acerca e la nueva propiedad que adquirió en
Inglaterra: la Finca Carfax, de aspecto medieval, sombrío y apartada de la ciudad, a un costado
de un manicomio.

Una mañana, para poderse rasurar, Jonathan utiliza un pequeño espejo de bolsillo que llevaba
consigo. El Conde entra a la habitación mientras Harker se rasura, más éste jamás logra ver la
imagen de Drácula en su espejo y accidentalmente se corta la piel. El Conde lo observa con
ojos demoníacos y con grande deseo al ver la sangre, pero se aparta al tocar el crucifijo que la
señora de la posada le había dado a Harker.

Jonathan comienza a sentirse inseguro, así que inspecciona el castillo y se da cuenta de que
todas las puertas se encuentran cerradas con llave, convirtiéndose así, en su prisionero.

En el tercer capitulo Harker descubre que no hay servidumbre en la casa y cree que fue el
propio Conde quien lo recogió en el carruaje, asimismo, se cuestiona el poder sobrenatural del
Conde sobre los lobos en aquella noche.

Drácula le cuenta a Jonathan las anécdotas y batallas a las que se ha enfrentado su familia
contra los invasores turcos, como si él mismo las hubiese presenciado todas. El Conde le pide
que envíe cartas a su jefe y amigos para avisar que él se encuentra bien y que se quedará en
Transilvania un mes más, pues todavía tienen que dejar listos algunos detalles y aclarar
algunas dudas que el Conde tiene acerca de Carfax.

Esa misma noche, Jonathan ve al Drácula salir por la ventana de su habitación y lo ve deslizarse
entre los muros del castillo como si fuera un lagarto. Harker está espantado y se cuestiona qué
tipo de criatura es esa, sin embargo, también se da cuenta de que es prisionero del Conde y
que corre un enorme peligro, pues el único lugar seguro en el castillo, por instrucciones del
Conde, es su propia habitación.

Harker nuevamente ha visto al Conde salir como un lagarto entre los muros, así que
aprovecha para buscar alguna salida. Se topa con una habitación que está entre abierta y
dominado por el sueño, se queda dormido. Poco después, tres mujeres voluptuosas y
sensuales, dos morenas y una rubia, lo observan y lo seducen. Jonathan describe a la rubia con
dientes filosos y deseosa de acercarse a su cuello, en ese momento, Drácula entra en la
habitación, aparta a la rubia bruscamente y la regaña por haber desobedecido sus órdenes de
no tocar a Harker. El Conde les entrega un saco con una persona adentro y ellas, desaparecen
como si se hubieran disuelto en partículas de polvo e la luz de la luna.

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