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Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho
|
ARTÍCULO
Apuntes
para
una
crítica
ideológica
a
Principia
Iuris
de
Luigi
Ferrajoli.
Por
una
(meta)
teoría
popular
del
derecho
Notes
for
an
Ideological
Critique
of
Luigi
Ferrajoli’s
Principia
Iuris.
Towrds
a
Popular
(Meta)
Theory
of
Law
Luis
M.
Lloredo
Álix
Instituto
Bartolomé
de
las
Casas
Universidad
Carlos
III
de
Madrid
Fecha
de
recepción
15/09/2012
|
De
aceptación:
05/12/2012
|
De
publicación:
21/12/2012
RESUMEN.
El
objetivo
de
este
artículo
es
esbozar
una
crítica
ideológica
a
la
teoría
del
derecho
de
Principia
Iuris.
Se
intentará
mostrar
que
el
propósito
metateórico
de
Ferrajoli
adolece
de
cierto
elitismo
intelectual
y
que,
inconscientemente,
ello
le
aleja
de
la
función
democratizadora
que
debería
tener
la
teoría
del
derecho.
Desgranaremos
la
crítica
en
dos
aspectos:
primero
se
cuestionará
el
cometido
que
Ferrajoli
asigna
a
la
filosofía
y
se
impugnará
la
pretensión
de
trazar
una
teoría
general
del
derecho
en
el
contexto
de
la
globalización;
después
se
señalarán
algunos
elementos
para
la
crítica
del
método
axiomatizado,
denunciando
el
formalismo
en
que
incurre
y
los
obstáculos
que
plantea
para
la
cultura
democrática.
PALABRAS
CLAVE.
metateoría,
formalismo,
elitismo,
método
axiomático,
democracia.
ABSTRACT.
The
aim
of
this
paper
is
to
outline
an
ideological
critique
to
the
legal
theory
of
Principia
Iuris.
It
is
intended
to
show
that
Ferrajoli’s
meta-‐theoretical
purpose
suffers
from
intellectual
elitism
and
that
he
unconsciously
departs
from
the
democratic
function
that
legal
theory
might
have.
We
will
divide
the
critique
in
two
issues:
firstly,
the
aim
that
Ferrajoli
grants
to
critical
philosophy
will
be
called
into
question
and
it
will
be
argued
that
the
claim
of
designing
a
general
theory
of
law
is
no
longer
useful
in
the
context
of
globalization;
secondly,
we
will
point
out
some
elements
for
the
criticism
of
axiomatic
method,
by
denouncing
its
formalism
and
the
obstacles
it
presents
for
a
democratic
culture.
KEY
WORDS.
Meta-‐theory,
formalism,
elitism,
axiomatic
method,
democracy.
141
CEFD Número 26 (2012) ISSN: 1138-9877
CEFD
Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho
“Sólo
entendí
lo
que
era
la
filosofía
a
cierto
nivel
época
aprehendida
en
pensamientos” ,
reza
el
2
142
CEFD Número 26 (2012) ISSN: 1138-9877
CEFD
Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho formal
y
axiomatizada
del
derecho5,
han
entenderlo,
pero
también
para
cambiarlo
en
el
pasado
demasiadas
cosas
en
el
mundo.
Si
propio
acto
de
comprensión.
O
sea,
que
el
Principia
Iuris
se
hubiera
publicado
con
la
pensamiento
es
constitutivo
y
no
meramente
oleada
de
literatura
jurídica
que,
desde
las
declarativo.
Y
a
la
inversa,
el
acto
de
aportaciones
de
Dworkin
y
Alexy
de
los
años
transformación
determina
modificaciones
en
la
setenta,
lleva
incidiendo
en
el
discurso
de
los
construcción
racional
del
mundo,
porque
la
principios
y
la
argumentación
moral,
la
tesis
de
realidad
se
dilata
y
se
contrae
y
nos
obliga
a
la
“única
respuesta
correcta”
o
la
“pretensión
adaptar
constantemente
el
pensamiento:
o
sea,
de
corrección”,
así
como
quintaesenciando
la
que
el
acto
es
ideal-‐racional
y
no
solamente
idea
del
Estado
constitucional,
podría
haber
ejecutivo.
Se
trata,
en
suma,
de
la
idea
central
tenido
un
perdurable
lapso
de
vigencia.
No
en
de
la
dialéctica
contemporánea,
que
va
desde
vano,
todo
su
pensamiento
se
inserta
en
el
Hegel
hasta
Marx
y
que
aterriza
en
pensadores
debate
acerca
de
la
obsolescencia
o
no
del
actuales
como
Žižek4.
positivismo
jurídico,
acerca
de
la
evolución
del
paradigma
en
términos
del
Estado
Así
pues,
la
apreciación
anterior
constitucional
y
en
diálogo
crítico
con
las
tesis
respecto
a
Principia
Iuris
de
Ferrajoli
no
debe
que
pretenden
haber
trascendido
la
verse
necesariamente
como
un
desdoro,
ya
que
cosmovisión
iuspositivista6.
Creo
que
Ferrajoli
toda
apuesta
teórica
está
marcada
por
la
tiene
razón
y
que
no
hemos
superado
todavía
paradoja
descrita
en
el
párrafo
anterior.
El
el
paradigma;
que,
como
mucho,
podríamos
problema
de
esta
obra,
a
mi
juicio,
radica
en
diferenciar
entre
un
paleo-‐positivismo
–por
que
quizá
se
publica
demasiado
tarde
y
en
que,
emplear
su
propia
terminología–
y
un
por
consiguiente,
le
falta
el
impulso
necesario
para
que
funcione
el
citado
mecanismo
dialéctico.
Digo
esto
porque,
desde
los
lejanos
5
El
propio
Ferrajoli
ha
dado
cuenta
de
los
hitos
momentos
en
que
el
autor
italiano
se
propuso
bibliográficos
que,
desde
su
artículo
“Sulla
possibilità
di
una
teoria
del
diritto
come
scienza
rigorosa”,
de
1963,
el
monumental
proyecto
de
elaborar
una
teoría
han
ido
apuntando
las
directrices
metodológicas
de
su
teoría
axiomatizada
del
derecho.
Vid.
FERRAJOLI,
L.;
Principia
Iuris.
Teoría
del
derecho
y
de
la
democracia,
vol.
1,
trad.
de
Juan
Carlos
Bayón,
Marina
Gascón
y
Luis
4
Téngase
en
cuenta
que
el
concepto
de
dialéctica
de
la
Prieto,
Madrid,
Trotta,
2011,
p.
65.
Antigüedad,
el
Medievo
y
la
Edad
moderna
es
sustancialmente
distinto
a
éste.
Vid.
GURVITCH,
G.;
6
Vid.
PRIETO,
L.;
“Principa
Iuris:
una
teoría
del
derecho
Dialéctica
y
sociología,
trad.
de
Juan
Ramón
Capella,
(no)
neoconstitucionalista
para
el
Estado
Madrid,
Alianza,
1971,
pp.
19-‐42.
constitucional”,
en
Doxa,
nº
31,
2008,
pp.
325-‐354.
143
CEFD Número 26 (2012) ISSN: 1138-9877
CEFD
Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho doble
fenómeno
de
asedio,
tanto
por
arriba
positivismo
constitucionalista7.
Sin
embargo,
como
por
abajo.
Por
arriba,
porque
las
también
creo
que
estamos
inmersos
en
un
instituciones
financieras
internacionales,
así
momento
de
disolución
del
paradigma,
un
como
las
grandes
empresas
multinacionales,
proceso
que
no
sabemos
lo
que
acarreará,
pero
cobran
cada
vez
más
peso
y
poco
a
poco
han
que
no
me
parece
que
tenga
que
ver
con
el
ido
tejiendo
una
malla
de
normas
que
a
neoconstitucionalismo
ni
con
un
regreso
al
menudo
se
superponen
a
las
emanadas
por
las
derecho
natural.
Un
proceso
que,
a
mi
modo
de
instituciones
legítimas
de
cada
Estado.
ver,
trae
causa
dinámicas
Fenómenos
como
el
de
la
lex
mercatoria
o
el
de
cuatro
concomitantes,
enraizadas
a
su
vez
en
el
del
constitucionalismo
multinivel
así
lo
paradigma
poscolonial
y
en
la
ruptura
del
atestiguan.
La
teoría
positivista
del
derecho
ha
pacto
social
heredado
de
la
segunda
posguerra
elaborado
varios
mecanismos
para
mantener
a
mundial:
salvo
la
vigencia
de
sus
ideas
en
este
contexto.
La
tesis
hartiana
de
las
fuentes
sociales,
por
1)
La
paulatina
disolución
del
Estado,
ejemplo,
serviría
perfectamente
para
dar
con
la
consiguiente
problemática
que
ello
cuenta
de
los
fenómenos
citados:
es
evidente
acarrea
para
la
concepción
positivista
del
que
las
reglas
forjadas
en
el
ámbito
derecho.
En
efecto,
el
sustento
de
la
visión
internacional
por
las
grandes
empresas
vertical-‐piramidal
del
derecho,
en
tanto
que
transnacionales
siguen
siendo
de
naturaleza
conjunto
de
normas
unitario
y
potencialmente
social
y
que
estamos
lejos
de
un
regreso
al
coherente,
era
la
existencia
de
una
entidad
viejo
derecho
natural.
Sin
embargo,
las
teorías
política
fuerte
y
aglutinadora
como
el
Estado8.
no
sólo
fracasan
porque
no
logren
abarcar
un
Sin
embargo,
éste
parece
estar
en
crisis
por
un
conjunto
de
fenómenos
desde
un
punto
de
7
FERRAJOLI,
L.;
Principia
Iuris,
vol.
1,
cit.,
p.
12.
vista
descriptivo,
sino
también
–al
menos
en
el
8
Ésta
es
la
tesis
de
Uberto
Scarpelli,
que
descartó
la
ámbito
de
las
ciencias
humanas
y
sociales–
por
posibilidad
de
explicar
el
iuspositivismo
con
base
en
categorías
exclusivamente
epistemológicas
y
propuso
no
poner
el
acento
en
los
fenómenos
comprenderlo
como
una
manifestación
intelectual
del
relevantes
o
por
difuminar
la
importancia
de
Estado
de
Derecho,
es
decir,
como
una
teoría
militante,
que
no
sólo
se
conformaba
con
describir
asépticamente
aspectos
que,
a
tenor
de
las
circunstancias
de
el
derecho,
sino
que
estaba
creada
por
y
para
defender
un
tipo
particular
de
experiencia
jurídica:
la
del
Estado
la
realidad,
parezcan
reclamar
presencia
en
el
de
Derecho.
Vid.
SCARPELLI,
U.;
Cos’è
il
positivismo
giuridico,
introduzione
e
cura
di
Alfonso
Catania
e
Mario
mundo
de
la
teoría.
Éste
sería
el
caso
del
Jori,
Napoli,
Edizioni
Scientifiche
Italiane,
1997.
positivismo
jurídico.
Por
mucho
que
la
144
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CEFD
Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho estructurado.
En
efecto,
el
mencionado
declive
abstracta
formalidad
de
la
tesis
de
las
fuentes
del
Estado
también
se
manifiesta
por
abajo,
es
sociales
o
del
positivismo
en
su
variante
decir,
como
resultado
de
la
irrupción
de
grupos
metodológica
–por
usar
el
concepto
de
e
instancias
de
poder
subalternas,
que
poco
a
Bobbio9–
no
yerren
en
su
caracterización
poco
usurpan
el
monopolio
estatal
en
la
ontológica
de
las
normas
de
la
lex
mercatoria,
producción
normativa:
entidades
de
poder
del
soft
law
en
el
orden
jurídico
internacional
o
regional,
comunidades
culturales
organizadas
del
constitucionalismo
multinivel,
nos
dicen
y
activas
en
la
defensa
de
sus
intereses
bien
poco
del
mundo
en
que
vivimos
y
de
los
particulares,
grupos
de
presión
de
diversa
caminos
por
los
que
el
derecho
habrá
de
índole
–desde
iglesias
hasta
ejércitos,
pasando
transitar
en
lo
sucesivo.
En
este
sentido,
quizá
por
sindicatos
o
por
organizaciones
de
la
teoría
del
derecho
fuera
más
fecunda
si
empresarios–
corporaciones
profesionales,
abandonase
el
obsesivo
binomio
judicaturas
constitucionales
especialmente
iusnaturalismo-‐positivismo
y
se
dedicara
a
activas
e
independientes
de
los
organismos
de
forjar
teorías
capaces
de
hacernos
comprender
representación
democrática,
élites
económicas
las
complejidades
del
mundo
fragmentado
en
y
financieras
de
distinto
género,
etc.
No
por
el
que
estamos
inmersos10.
casualidad,
todavía
en
los
lejanos
años
setenta,
Umberto
Eco
y
otros
autores
procedentes
de
2)
La
aparición
de
un
nuevo
diversas
disciplinas
nos
advirtieron
de
un
corporativismo
que,
al
igual
que
sucedía
en
el
nuevo
corporativismo
que
ya
entonces
parecía
caso
anterior,
pone
en
cuestión
la
idea
de
un
avecinarse
y
que
ellos
se
atrevieron
a
ordenamiento
jurídico
unitario
que
pivota
caracterizar
como
propio
de
una
“nueva
edad
sobre
la
existencia
de
un
Estado
fuerte
y
media”11.
Más
allá
de
las
dimensiones
9
BOBBIO,
N.;
“Aspetti
del
positivismo
giuridico”
[1961],
culturales,
políticas
y
económicas
de
este
en
Giusnaturalismo
e
positivismo
giuridico,
Milano,
Edizioni
di
Comunità,
1977,
pp.
101-‐126.
proceso,
también
en
el
mundo
del
derecho
se
10
Vid.
ROBLES
MORCHÓN,
G.;
El
derecho
como
texto.
reflejan
estas
dinámicas.
Y
es
que,
por
mucho
Cuatro
ensayos
sobre
teoría
comunicacional
del
derecho,
que
el
Estado
siga
alimentando
la
ficción
de
Madrid,
Civitas,
pp.
15-‐55.
Vid.
también
LOSANO,
M.
G.;
Sistema
e
struttura
nel
diritto
(vol.
III).
Dal
Novecento
alla
que
es
él
quien
forja
el
derecho,
una
mirada
postmodernità,
Milano,
Giuffré,
2002;
LÓPEZ
MEDINA,
D.
E.,
Teoría
impura
del
derecho.
La
transformación
de
la
cultura
jurídica
latinoamericana,
pról.
de
Duncan
11
ECO,
U.,
COLOMBO,
F.,
ALBERONI,
F.
y
SACCO,
G.;
La
Kennedy,
Legis
–
Universidad
de
los
Andes
–
nueva
edad
media
[1972],
trad.
de
Carlos
Manzano,
Universidad
Nacional,
Bogotá,
2004.
Madrid,
Alianza,
2004.
145
CEFD Número 26 (2012) ISSN: 1138-9877
CEFD
Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho verdad
que
el
derecho
se
concebía
de
muy
desapasionada
de
la
realidad
nos
dice
que
en
distinto
modo
a
lo
largo
y
ancho
del
planeta,
al
muchas
ocasiones
no
resulta
ser
más
que
un
menos
alguna
característica
general
o
portavoz
de
transformaciones
que
ya
se
han
universal
podría
hallarse.
Con
éste
y
con
otros
dado
en
otras
sedes.
La
teoría
jurídica
se
suele
mecanismos
argumentativos,
pero
sobre
todo
escudar
en
el
prurito
disciplinar
de
que
tales
a
través
de
la
dominación
fáctica
con
la
que
se
apreciaciones
son
propias
de
la
sociología,
impusieron
las
potencias
occidentales,
se
logró
pero
creo
que
muchas
veces
se
trata
de
un
mantener
un
statu
quo
en
el
que
la
teoría
del
pretexto
para
no
dar
pasos
hacia
una
positivismo
pudo
sobrevivir
sin
problemas.
reconceptualización
del
derecho
en
términos
Con
la
crisis
del
formalismo
de
finales
del
XIX
y
más
acordes
con
las
necesidades
de
la
praxis12.
principios
del
XX,
así
como
con
la
paralela
146
CEFD Número 26 (2012) ISSN: 1138-9877
CEFD
Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho derecho
comparado,
la
sociología,
la
Estados
anteriormente
el
antropología
y
la
historia
de
la
circulación
de
unitarios,
positivismo
jurídico
se
encuentra
ante
un
reto
las
ideas
jurídicas16.
para
el
que
no
parece
bien
pertrechado.
Y
es
4)
El
desmantelamiento
de
los
que,
además
de
haber
nacido
marcado
por
el
principios
teóricos
y
de
las
prácticas
del
Estado
Estado
de
derecho,
también
lo
estuvo
por
la
social.
Todo
lo
anterior
cobra
significación
en
ideología
del
Estado-‐nación,
amparado
en
la
el
contexto
de
la
crisis
del
Estado
del
bienestar.
ilusión
de
que
era
posible
un
orden
jurídico
Uno
de
los
pilares
esenciales
del
orden
político
único,
homogéneo
e
insensible
a
las
diferencias
fraguado
tras
la
segunda
guerra
mundial
era
culturales
que
a
menudo
conviven
dentro
de
precisamente
el
pacto
social
entre
capital
y
un
mismo
Estado15.
En
efecto,
la
realidad
de
los
trabajo.
De
manera
que,
una
vez
que
este
pacto
países
que
han
vivido
sujetos
a
dominación
ha
sido
tácitamente
abolido
–y
eso
es
lo
que
colonial,
pero
también
de
algunas
regiones
parece
ocurrir
en
Europa
a
la
vista
de
los
europeas,
se
asemeja
a
un
palimpsesto
en
el
acontecimientos
que
están
teniendo
lugar
en
que
se
solapan
y
entrecruzan
muy
distintos
materia
de
recortes
sociales–
los
mimbres
del
sustratos
jurídicos:
derecho
autóctono,
sistema
irán
cayendo
en
cadena
como
piezas
derecho
colonial
de
impronta
capitalista,
de
dominó.
Si
el
Estado
está
dejando
de
ser
la
derecho
colonial
de
raíz
soviética,
derecho
unidad
política
de
referencia,
ello
es
debido,
internacional,
práctica
jurisprudencial
acorde
entre
otras
cosas,
a
que
cada
vez
ha
ido
con
la
lex
mercatoria,
etc.
De
nuevo,
es
verdad
abdicando
más
de
su
papel
como
agente
de
que
el
positivismo
metodológico
puede
dar
transformación
social.
Y
el
positivismo
jurídico,
cuenta
de
estos
fenómenos,
pero
además
de
lo
dicho
en
los
puntos
anteriores,
probablemente
al
precio
–en
mi
opinión
muy
también
se
había
adaptado
a
la
coyuntura
del
alto–
de
desdibujar
los
perfiles
de
la
Estado
del
bienestar.
En
efecto,
el
experiencia
jurídica
efectiva.
Creo
que
la
instrumentalismo,
al
concebir
el
derecho
como
filosofía
sólo
podrá
sortear
este
desafío
si
se
herramienta
contingente
al
servicio
del
cambio
deja
contaminar
por
otras
disciplinas
como
el
social,
fue
una
de
las
direcciones
más
15
Vid.
SOLOZÁBAL
ECHAVARRÍA,
J.
J.;
“Sobre
el
contexto
histórico-‐intelectual
del
positivismo
jurídico”,
Revista
de
16
SOMMA,
A.;
Introducción
crítica
al
derecho
comparado,
estudios
políticos,
nº
48,
noviembre-‐diciembre,
1985,
pp.
pról.
de
C.
Fernández
Sessarego,
Lima
(Perú),
Ara
147-‐152.
Editores,
2006,
pp.
49
y
ss.
147
CEFD Número 26 (2012) ISSN: 1138-9877
CEFD
Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho esto
no
quiere
decir
que
ellos
fueran
representativas
del
paradigma
positivista17.
De
partícipes,
sino
que
inconscientemente
hecho,
la
revuelta
contra
el
formalismo
de
escribieron
en
un
clima
ideológico
que
principios
del
siglo
XX
contribuyó
a
asentar
privilegiaba
ciertos
temas
y
enfoques
en
lugar
esta
vía
y
preparar
el
camino
al
advenimiento
de
otros.
En
todo
caso,
creo
que,
lejos
de
ser
de
los
Estados
sociales
de
posguerra.
La
fenómenos
dispares,
la
crisis
del
Estado
social
llamada
a
la
socialización
jurídica
que
está
estrechamente
ligada
con
los
procesos
encontramos
en
muchos
representantes
del
descritos
en
los
tres
puntos
anteriores.
En
realismo
jurídico
norteamericano,
así
como
en
primer
lugar,
con
la
crisis
del
Estado
y
el
nuevo
numerosos
exponentes
de
la
reacción
corporativismo,
porque
la
ruptura
del
pacto
antiformalista
europea18,
se
explican
como
un
social
está
provocando
la
des-‐fidelización
de
proceso
de
religación
del
derecho
con
la
amplias
capas
de
la
población
y
la
correlativa
sociedad.
Algo
que,
superados
algunos
excesos,
aparición
de
poderes
alternativos.
No
por
terminó
calando
en
el
positivismo
jurídico
del
casualidad,
el
motivo
de
los
primeros
siglo
XX.
No
por
azar,
las
teorías
de
Dworkin,
proyectos
de
política
social
fue
lograr
la
unidad
Rawls
y
Alexy
–que
pretenden
diluir
el
vínculo
del
Estado
a
través
de
la
fidelización
de
la
preferente
entre
derecho
y
sociedad
para
restablecer
el
vínculo
entre
derecho
y
moral–
ciencias
sociales
respecto
al
rechazo
del
utilitarismo.
Autores
de
disciplinas
dispares,
de
sensibilidades
y
surgen
en
el
contexto
de
los
años
sesenta
y
credos
políticos
tan
distintos
como
Ronald
Dworkin,
setenta,
es
decir,
en
un
clima
ideológico
en
el
John
Rawls
y
Friedrich
Hayek,
coinciden
en
este
punto
de
forma
unánime.
En
efecto,
los
tres
se
propusieron
que
poco
a
poco
se
empezaron
a
minar
las
diseñar
una
teoría
jurídica,
política
y
económica
–
respectivamente–
que
fuera
capaz
de
erigirse
desde
bases
del
Estado
de
bienestar19.
Desde
luego,
premisas
alternativas
al
utilitarismo.
Creo
que
se
trata
de
un
giro
epistemológico
que,
por
lo
que
nos
afecta,
tiene
que
ver
con
un
marco
ideológico
subyacente
en
el
17
Vid.
TAMANAHA,
B.
Z.;
Law
as
a
Means
to
an
End.
que
se
empezaron
a
poner
en
tela
de
juicio
algunas
ideas
Threat
to
the
Rule
of
Law,
Cambridge,
Cambridge
nucleares
para
el
Estado
social,
que
en
el
utilitarismo
sí
University
Press,
2006,
pp.
61-‐62
y
257-‐259.
encontraban
un
refrendo
importante:
el
vínculo
entre
derecho
e
intereses
sociales
y
la
postura
favorable
al
18
HORWITZ,
M.
J.;
The
Transformation
of
American
Law.
intervencionismo
estatal.
Vid.
RAWLS,
J.;
A
Theory
of
1870-‐1960:
The
Crisis
of
Legal
Orthodoxy,
Oxford,
Oxford
Justice
[1971],
Cambridge
(Massachusetts)
and
London
University
Press,
Oxford,
1992,
pp.
180
y
ss.;
LOSANO,
M.
(England),
Harvard
University
Press,
2005,
pp.
VII-‐VIII
y
G.;
“Las
teorías
del
solidarismo
y
su
influencia
en
la
22-‐27;
HAYEK,
F.;
Law,
Legislation
and
Liberty.
A
new
formulación
de
los
derechos
fundamentales
statement
of
the
liberal
principles
of
justice
and
political
económicos”,
en
Mario
G.
Losano
(Ed.),
Solidaridad
y
economy
(vol.
1
–
Rules
and
Order)
[1973],
London,
derechos
humanos
en
tiempos
de
crisis,
trad.
de
Carlos
Routledge,
1993,
pp.
112-‐115;
y
DWORKIN,
R;
Los
Lema
y
Luis
Lloredo,
Dykinson,
Madrid,
2011.
derechos
en
serio
[1977],
trad.
de
Marta
Guastavino,
pról.
de
Albert
Calsamiglia,
Barcelona,
Ariel,
2002,
pp.
72-‐83,
19
Es
llamativo
ver
cómo,
en
torno
a
los
años
sesenta
y
209
y
ss.
setenta
del
siglo
XX,
parece
instalarse
un
consenso
en
las
148
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Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho tiempos
en
que
los
mimbres
del
sistema
ciudadanía
mediante
concesiones
en
materia
político
de
la
modernidad
occidental
están
de
sanidad
o
de
pensiones20.
En
segundo
lugar,
saltando
por
los
aires,
en
los
que
Europa
está
la
crisis
del
Estado
del
bienestar
también
tiene
siendo
asediada
por
un
neoconstitucionalismo
que
ver
con
el
repunte
del
pluralismo
y
la
des-‐ oligárquico
y
elitista
de
nuevas
corporaciones
occidentalización,
ya
que
la
promesa
de
y
grupos
de
poder
que
pretenden
reducir
la
emancipación
occidental
ha
quedado
democracia
a
un
mero
conjunto
de
fórmulas
y
incumplida
a
todas
luces.
Si
antes
era
posible
y
principios
indisponibles22,
en
los
que
la
convincente
mantener
en
un
segundo
plano
a
descolonización
ha
arrojado
un
palimpsesto
de
realidades
jurídicas
subyacentes
a
los
derechos
experiencias
jurídicas
solapadas
e
imposibles
de
raigambre
occidental
–en
el
entendido
de
de
reducir
a
la
unidad,
la
obra
de
Ferrajoli
no
que
éstos
eran
un
trampolín
hacia
el
progreso–
puede
invocarse
como
el
mejor
de
los
no
parece
que
esto
pueda
seguir
funcionando
referentes
teóricos.
En
línea
con
lo
dicho
antes
en
el
contexto
actual.
sobre
la
dialéctica
hegeliana
y
la
misión
de
la
filosofía,
quizá
pudo
haber
sido
una
obra
Aunque
descritos
de
forma
adaptada
al
contexto
de
los
años
sesenta,
pero
inevitablemente
parcial
y
sintética,
creo
que
creo
que
es
inactual
para
las
problemáticas
esos
cuatro
son
los
desafíos
más
acuciantes
mencionadas.
Por
otra
parte,
él
mismo
parece
que
el
derecho
contemporáneo
tiene
en
el
ser
consciente
de
este
posible
déficit,
cuando
horizonte.
Ferrajoli
es
perfectamente
en
el
prefacio
a
Principia
Iuris
afirma:
“me
doy
consciente
de
varias
de
esas
derivas,
como
lo
cuenta
de
que
toda
la
teoría
que
aquí
se
atestigua
su
reciente
ensayo
Poderes
salvajes.
presenta
puede
parecer
hoy,
bajo
diferentes
La
crisis
de
la
democracia
constitucional21.
Sin
aspectos,
escasamente
actual.
En
el
plano
embargo,
tengo
la
sensación
de
que
Principia
metateórico
refleja
una
aspiración
de
la
Iuris
no
ofrece
un
marco
teórico
adecuado
para
filosofía
de
la
ciencia
expresada
por
el
primer
explicarlas.
En
definitiva,
creo
que
en
estos
neopositivismo
lógico
y
arrinconada
por
sus
orientaciones
posracionalistas
más
recientes,
20
ESPING-‐ANDERSEN,
G.;
Los
tres
mundos
del
Estado
del
bienestar,
trad.
de
Begoña
Arregui
Luco,
Valencia,
Alfons
pero
presente
aún
en
los
años
sesenta
del
el
Magnànim,
1993,
pp.
44-‐45,
63-‐64
y
85-‐88.
21
FERRAJOLI,
L.;
Poderes
salvajes.
La
crisis
de
la
22
Vid.
PISARELLO,
G.;
Un
largo
Termidor.
La
ofensiva
del
149
CEFD Número 26 (2012) ISSN: 1138-9877
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Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho el
proyecto
de
trazar
una
teoría
general
del
pasado
siglo,
cuando
se
proyectó
este
trabajo.
derecho;
y
en
segundo
lugar
se
señalarán
En
el
plano
teórico,
por
otra
parte,
persigue
la
algunos
aspectos
problemáticos
de
la
teoría
elaboración
de
un
modelo
racional
de
derecho
axiomatizada
del
derecho.
anclado
en
el
paradigma
constitucional
2. EL
COMETIDO
DE
LA
FILOSOFÍA
JURÍDICA:
HACIA
UNA
diseñado
por
las
constituciones
posteriores
a
TEORÍA
CRÍTICA
DEL
DERECHO
la
segunda
guerra
mundial
y,
sin
embargo,
cada
vez
más
lejano
a
causa
de
la
Desde
el
comienzo
de
Principia
Iuris,
irracionalidad,
la
incertidumbre,
las
Ferrajoli
se
propone
desarrollar
una
teoría
antinomias
y
las
carencias
producidas
por
la
general
del
derecho,
insertándose
así
en
la
actual
crisis
de
las
viejas
soberanías
estatales,
tradición
decimonónica
que
entroncaría
con
por
la
pérdida
de
la
unidad
y
la
capacidad
John
Austin
en
Inglaterra
o
con
la
regulativa
del
derecho
y
por
la
complicación
y
jurisprudencia
de
conceptos
en
Alemania24.
Se
confusión
de
sus
fuentes
de
producción…”23.
trata
de
una
de
las
dos
formas
preponderantes
de
hacer
filosofía
del
derecho
en
el
contexto
En
particular,
creo
que
la
teoría
de
Luigi
del
iuspositivismo,
una
vez
que
quedó
Ferrajoli
plantea
dos
órdenes
de
problemas
desterrada
la
creencia
en
el
derecho
natural.
A
concatenados:
es
elitista
en
el
plano
intelectual
partir
de
entonces,
en
efecto,
la
filosofía
–sobre
todo
por
la
utilización
del
método
jurídica
tuvo
que
reinventarse
en
tanto
que
axiomático,
pero
no
sólo–
y,
pese
a
las
filosofía
del
derecho
positivo:
es
cierto
que
ya
intenciones
del
autor,
conlleva
problemas
no
se
disponía
de
una
materia
universal
y
democráticos
que
la
hacen
involuntariamente
atemporal
como
objeto
de
estudio
–el
derecho
cómplice
de
un
ambiente
ideológico
en
el
que
natural–
pero
eso
no
tenía
por
qué
llevar
a
la
el
constitucionalismo
se
está
separando
cada
desaparición
de
la
reflexión
jurídica
general
o
vez
más
y
más
de
la
ciudadanía
y
las
prácticas
universal.
Por
muy
distinto
que
sea
el
democráticas.
A
continuación
intentaré
contenido
material
de
los
derechos
positivos
desarrollar
estas
ideas
–sucintamente–,
existentes
en
el
tiempo
y
el
espacio,
habrá
centrándome
en
dos
aspectos:
en
primer
lugar
alguna
característica
formal
o
estructural
que
se
criticará
el
cometido
que
Ferrajoli
parece
defina
el
ámbito
de
lo
jurídico.
Ese
fue
el
adjudicar
a
la
filosofía,
con
especial
énfasis
en
23
FERRAJOLI,
L.;
Principia
Iuris,
vol.
1,
cit.,
pp.
X-‐XI.
24
FERRAJOLI,
L.;
Principia
Iuris,
vol.
1,
cit.,
pp.
3-‐8.
150
CEFD Número 26 (2012) ISSN: 1138-9877
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Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho occidentales
–tanto
de
common
law
como
de
propósito
que
se
marcaron
la
teoría
de
los
derecho
continental–
y
los
asiáticos
o
los
conceptos
jurídicos
fundamentales
y
la
teoría
africanos,
tendría
que
existir
un
mínimo
general
del
derecho25:
buscar
el
momento
de
compartido
por
cualquier
cultura
jurídica.
generalidad
o
universalidad
que
subyace
a
los
Buscar
ese
común
denominador
es
el
fin,
ordenamientos
concretos26.
Es
habitual
implícito
o
declarado,
de
la
teoría
general
del
explicar
la
aparición
de
estas
tendencias
de
derecho.
forma
inmanente,
es
decir,
como
una
evolución
La
otra
senda
por
la
que
se
ha
internado
natural
e
inevitable
de
la
conciencia
jurídica,
al
la
filosofía
jurídica
en
el
paradigma
positivista
haberse
perdido
el
referente
objetivo
del
surgió
precisamente
como
crítica
a
las
teorías
derecho
natural27.
Sin
embargo,
esta
generales
del
derecho.
Me
refiero
a
las
diversas
explicación
es
incompleta
si
no
se
alude
a
la
teorías
sociológicas
y
antiformalistas
que
época
del
colonialismo
–también
colonialismo
aparecen
a
finales
del
siglo
XIX
y
en
la
primera
jurídico–
que
corrió
en
paralelo
a
esta
mitad
del
XX,
desde
el
segundo
Jhering
hasta
el
transformación
de
las
ideas.
En
un
contexto
en
realismo
en
todas
sus
variantes.
Se
trata
de
un
que
el
derecho
europeo
se
topó
de
bruces
con
largo
elenco
de
corrientes,
no
siempre
experiencias
jurídicas
heterogéneas,
conciliables
entre
sí,
cuya
característica
radicalmente
distintas
a
la
occidental,
se
diferencial
es
el
desengaño
respecto
a
la
pusieron
en
cuestión
los
modelos
teóricos
con
posibilidad
de
hacer
teoría
general:
pese
a
los
que
se
había
venido
conceptualizando
el
crecer
en
el
mismo
marco
que
las
anteriores
derecho
hasta
entonces.
Pese
a
la
enorme
tendencias,
trataron
de
sortear
los
excesos
de
diversidad
entre
los
sistemas
jurídicos
logicismo
y
formalismo
en
los
que
éstas
habían
incurrido.
En
efecto,
al
centrarse
en
los
rasgos
25
Vid.
GONZÁLEZ
VICÉN,
F.;
“El
positivismo
en
la
filosofía
del
Derecho
contemporánea”,
en
Estudios
de
exclusivamente
formales
del
derecho,
la
teoría
filosofía
del
Derecho,
Santa
Cruz
de
Tenerife,
Publicaciones
de
la
Universidad
de
la
Laguna,
1979,
pp.
general
solía
degenerar
en
alguna
modalidad
61-‐83.
de
conceptualismo
autorreferente.
Así
que,
26
Vid.
FALZEA,
A.;
Introduzione
alle
scienze
giuridiche
(I).
Il
concetto
del
diritto,
Milano,
Giuffré,
1992,
pp.
62
y
frente
a
la
obsesión
de
ésta
por
buscar
un
ss.,
especialmente
66-‐78.
mínimo
jurídico
esencial,
un
catálogo
de
27
GONZÁLEZ
VICÉN,
F.;
“Estudio
preliminar”
a
AUSTIN,
principios
generales
o
universales,
las
J.,
Sobre
la
utilidad
del
estudio
de
la
jurisprudencia,
trad.
y
estudio
preliminar
de
Felipe
González
Vicén,
Madrid,
corrientes
antiformalistas
prefirieron
Centro
de
Estudios
Constitucionales,
1981,
pp.
13-‐21.
151
CEFD Número 26 (2012) ISSN: 1138-9877
CEFD
Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho de
producción
normativa
–legislación,
dedicarse
a
un
estudio
socioantropológico
del
doctrina,
jurisprudencia,
sentimiento
popular–
derecho28.
Ante
el
mismo
desafío
impuesto
por
o
bien
en
las
fricciones
del
derecho
con
la
el
colonialismo,
decidieron
hacerse
cargo
de
la
política,
la
sociedad
y
la
moral.
Al
considerar
la
inconmensurabilidad
de
las
diferentes
culturas
unidad
como
una
ficción
que
enmascara
la
jurídicas
y
sentaron
las
bases
epistemológicas
realidad
multiforme
y
heterogénea
del
del
pluralismo
jurídico
y
el
derecho
derecho,
y
al
concebir
la
teoría
general
como
comparado29.
Haciendo
una
síntesis
algo
un
desiderátum
imposible
–o
poco
burda,
podría
decirse
que
la
filosofía
jurídica
interesante–,
han
tendido
a
diversificar
las
del
siglo
XX
ha
oscilado
entre
una
u
otra
de
las
tareas
de
la
filosofía
del
derecho
en
un
sinfín
dos
tendencias
citadas,
o
bien
más
próxima
a
de
variantes,
diluyendo
la
frontera
entre
teoría
las
vías
formalistas
y
la
teoría
general
del
política
y
jurídica,
entre
derecho
y
literatura,
derecho,
o
bien
a
las
sensibilidades
entre
filosofía
e
historia
o
entre
filosofía
y
sociologistas.
Rechazando
la
posibilidad
de
sociología30.
Ahora
bien,
lejos
de
centrarse
tan
reducir
a
unidad
la
experiencia
jurídica
–ni
sólo
en
el
ser
del
derecho,
en
su
descripción
siquiera
dentro
de
un
mismo
Estado–
los
externa
y
aséptica
–como
parece
desprenderse
antiformalismos
han
incidido
preferentemente
de
la
exposición
de
Ferrajoli31–
los
en
las
irregularidades
o
las
fisuras
del
derecho
antiformalismos
también
han
tenido
una
y
la
cultura
jurídica:
en
las
lagunas
y
las
finalidad
proyectiva
o
transformadora.
De
antinomias,
pero
también
en
los
desencuentros
hecho,
la
mayoría
de
ellos
no
fueron
sino
el
entre
operadores
jurídicos
y
entre
instancias
correlato
intelectual
de
las
mutaciones
sufridas
jurídico
y
del
derecho
comparado:
Montesquieu,
Rudolf
31
FERRAJOLI,
L.;
Principia
Iuris,
vol.
1,
cit.,
pp.
8-‐11
y
36
von
Jhering,
Eugen
Ehrlich,
Raymond
Saleilles,
Edouard
y
ss.
Lambert,
Josef
Kohler,
Anton
Mittermaier,
etc.
Vid.
la
antología
de
ZWEIGERT,
K.
y
PUTTFARKEN,
H.-‐J.
(Hrsg.),
32
Vid.
ARAGONESES,
A.;
Un
jurista
del
modernismo.
Rechtsvergleichung,
Darmstadt,
Wissenschaftliche
Raymond
Saleilles
y
los
orígenes
del
derecho
comparado,
Buchgesellschaft,
1978.
Madrid,
Dykinson,
2009,
pp.
133
y
ss.
152
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Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho nos
es
dado33.
Todas
estas
operaciones
se
Éste
es
uno
de
los
puntos
donde
creo
basan
en
identificar
las
condiciones
de
que
el
planteamiento
de
Ferrajoli
es
más
posibilidad
del
conocimiento,
descifrando
su
criticable.
Después
de
toda
la
experiencia
porqué
y
su
potencialidad,
y
permitiendo
así
citada
en
los
párrafos
anteriores,
hacer
teoría
reconfigurar
el
objeto
de
análisis
en
otros
general
del
derecho
en
el
sentido
global
que
términos.
Dicho
de
otra
forma,
recreando
el
pretende
el
jurista
italiano,
haciendo
tabula
propio
mundo
del
que
el
pensamiento
traía
rasa
y
construyendo
un
entramado
de
causa34.
Por
eso,
en
opinión
de
Alain
Badiou,
proposiciones
orgánico
y
formalizado
en
todas
“la
filosofía
no
es
el
pensar
de
lo
que
es,
sino
de
sus
partes,
resulta
cuando
menos
llamativo.
lo
que
no
es”35.
Y
por
eso,
la
filosofía
jurídica
Desde
el
punto
de
vista
metateórico,
como
él
debería
focalizarse
no
tanto
en
el
derecho,
sino
mismo
reconoce,
su
propósito
obedece
a
un
en
el
no-‐derecho,
en
las
brechas
que
deja
enfoque
epistemológico
ya
abandonado,
el
del
abiertas
su
conceptualización36,
tanto
en
clave
neopositivismo
lógico.
Pero
más
allá
de
esta
ideológica
como
epistemológica.
En
este
consideración,
que
por
sí
sola
no
tendría
sentido,
creo
que
la
filosofía
es
algo
más
mayor
importancia,
creo
que
esta
teoría
es
un
modesto,
pero
a
la
vez
más
incisivo,
más
despropósito
para
el
momento
histórico
que
creativo
y
más
transformador
que
la
ciencia
y
vivimos.
Y
ello
por
dos
razones
primordiales.
que
la
teoría
general.
En
primer
lugar,
porque
si
Ferrajoli
tuviera
un
Desde
luego,
esto
no
quiere
decir
que
la
interés
exclusivamente
científico,
su
empresa
teoría
general
de
Principia
Iuris
no
sea
revela
un
concepto
megalomaníaco
de
la
filosófica.
De
hecho,
buena
parte
de
sus
filosofía
–por
utilizar
la
expresión
de
Žižek–
argumentaciones
basculan
en
torno
a
la
brecha
que
me
parece
infructuoso.
En
efecto,
creo
que
33
Vid.
ŽIŽEK,
S.;
“Philosophie
ist
kein
Dialog”,
en
ŽIŽEK,
el
objetivo
de
la
filosofía
no
es
desvelar
la
S.
y
BADIOU,
A.;
Philosophie
und
Aktualität.
Ein
Streitgespräch,
hrsg.
von
Peter
Engelmann,
Wien,
estructura
básica
del
mundo
–en
este
caso
del
Passagen
Verlag,
2005,
pp.
54-‐55.
derecho–
sino
discriminar
las
preguntas
34
Vid.
ŽIŽEK,
S.;
Arriesgar
lo
imposible,
cit.,
pp.
14
y
ss.
relevantes de las que no lo son, resituar el foco 35 BADIOU, A.; “Das Ereignis Denken”, en ŽIŽEK, S. y
de
atención
en
aspectos
que
no
hayan
sido
BADIOU,
A.;
Philosophie
und
Aktualität.
Ein
Streitgespräch,
cit.,
p.
25.
tematizados
o
redefinir
los
interrogantes
36
Vid.
RODOTÀ,
S.;
La
vida
y
las
reglas.
Entre
el
derecho
y
desde
perspectivas
alternativas
al
discurso
que
el
no
derecho,
trad.
de
Andrea
Greppi,
pról.
de
José
Luis
Piñar
Mañas,
Madrid,
Trotta,
2010.
153
CEFD Número 26 (2012) ISSN: 1138-9877
CEFD
Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho más
sofisticados
de
los
Estados
por
antonomasia
de
la
filosofía
jurídica,
la
del
constitucionales40.
Sin
embargo,
visto
desde
la
ser
y
el
deber
ser37.
Una
brecha
que,
por
cierto,
perspectiva
que
acabo
de
sugerir,
me
parece
Wolfgang
Fikentscher
identificó
como
la
que
este
propósito
tan
abarcador
supone
un
brecha
constitutiva
del
espacio
jurídico
intento
desesperado
por
incluir
en
una
misma
centroeuropeo38.
Lo
que
quiero
decir
es
que,
si
pauta
arborescente
–per
genus
et
differentiam,
nos
hacemos
cargo
de
los
motivos
por
los
que
al
estilo
piramidal
del
siglo
XIX–
lo
que
no
es
nació
la
teoría
general
del
derecho
–que
se
han
sino
una
pléyade
desordenada
de
experiencias
descrito
antes–
quizá
no
sea
pertinente
jurídicas
dispares,
con
fuentes
heterogéneas
y
retornar
a
ese
modo
de
hacer
filosofía
jurídica.
presupuestos
político-‐culturales
inconmen-‐
En
efecto,
a
mi
juicio,
la
pregunta
relevante
no
surables.
Con
esto
me
refiero
tanto
al
contraste
es
qué
grado
de
extensión
y
de
intensión
ha
de
del
derecho
europeo
con
sistemas
jurídicos
no
tener
la
teoría
general
del
derecho39,
sino
hasta
occidentales,
como
a
los
propios
derechos
qué
punto
sigue
siendo
interesante
diseñar
europeos,
que
cada
vez
se
ven
más
sujetos
a
teorías
generales
del
derecho
en
el
contexto
de
procesos
de
corporativización
y
complejización
la
globalización
y
el
pluralismo
jurídico.
O
de
sus
fuentes41.
Al
erigir
su
teoría
con
base
en
dicho
con
otras
palabras,
no
se
trataría
de
la
déontica
más
elemental,
Ferrajoli
pretende
preguntarnos
por
el
grado
de
generalidad
que
poder
dar
cuenta
de
cualquier
universo
debe
tener
la
teoría,
sino
por
la
teoría
implícita
normativo.
Con
eso
quizá
se
logre
la
que
subyace
al
propósito
de
generalidad.
generalidad
buscada,
pero
al
precio
de
Según
Marina
Gascón,
Ferrajoli
nos
brinda
un
difuminar
la
experiencia
jurídica
efectiva
y,
por
modelo
de
análisis
óptimo,
por
cuanto
está
tanto,
de
dificultar
la
visión
de
los
problemas
planteado
en
niveles
sucesivos
–es
muy
reales.
En
síntesis,
tengo
la
impresión
de
que
el
elástico–
y
permite
aglutinar
tanto
a
enfoque
del
italiano
intenta
aferrarse
al
ordenamientos
jurídicos
primitivos
como
a
los
modelo
de
teoría
del
Estado-‐nación
y
del
colonialismo
–en
el
entendido
de
que
se
37
Vid.
FERRAJOLI,
L.;
Principia
Iuris,
vol.
1,
cit.,
pp.
15-‐19
y
24-‐30.
38
FIKENTSCHER,
W.;
Methoden
des
Rechts
in
40
GASCÓN,
M.;
“Principia
Iuris:
caracterización
de
una
vergleichender
Darstellung.
Mitteleuropäischer
teoría
jurídica”,
Doxa,
nº
31,
2008,
pp.
233-‐244.
Rechtskreis,
Tübingen,
J.
C.
B.
Mohr
(Paul
Siebeck),
1976,
41
Vid.
DE
JULIOS-‐CAMPUZANO,
A.;
La
transición
pp.
10-‐12.
paradigmática
de
la
teoría
jurídica.
El
derecho
ante
la
39
FERRAJOLI,
L.;
Principia
Iuris,
vol.
1,
cit.,
pp.
8-‐11.
globalización,
Madrid,
Dykinson,
2009,
pp.
15-‐44.
154
CEFD Número 26 (2012) ISSN: 1138-9877
CEFD
Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho como
apunta
en
varios
lugares,
pretende
pueden
evitar
sus
dinámicas
históricas
ofrecernos
una
filosofía
crítica.
Sin
embargo,
perversas–,
y
que
lo
hace
mediante
un
aparato
ese
potencial
crítico
y
normativo
parece
teórico
colosal.
Sin
embargo,
creo
que
se
trata
basarse
en
el
mecanismo
típicamente
de
un
propósito
condenado
al
fracaso,
porque
racionalista
–spinoziano
podríamos
decir46–
de
el
proceso
en
el
que
estamos
inmersos
no
tiene
subrayar
lo
que
es
y
su
diferencia
con
lo
que
vuelta
atrás,
y
que
las
preguntas
debería
ser.
En
ese
sentido,
Ferrajoli
lleva
ya
auténticamente
relevantes
pasan
por
las
años
señalando
las
fallas
del
sistema
y
los
posibilidades
de
emancipación
que
logremos
posibles
mecanismos
institucionales
para
asociar
al
derecho
en
el
nuevo
marco
que
se
ponerles
freno47.
En
buena
medida
por
la
está
forjando42.
concepción
de
la
filosofía
que
he
afirmado
en
Ahora
bien,
el
discurso
de
Ferrajoli
no
los
dos
anteriores
párrafos,
creo
que
éste
no
es
tiene
una
mera
pretensión
científica,
sino
que
un
buen
método
para
hacer
filosofía
crítica.
La
busca
establecer
pautas
normativas
respecto
a
filosofía
crítica,
para
serlo
en
profundidad,
lo
que
debe
ser.
De
hecho,
pese
a
que
en
alguna
debe
serlo
de
manera
radical.
Y
serlo
de
ocasión
haya
acariciado
la
posibilidad
de
una
manera
radical
implica
retroceder
hasta
los
teoría
del
derecho
“como
ciencia
rigurosa”43
– mismos
fundamentos,
pero
no
haciendo
una
recordando
en
cierto
modo
a
la
“filosofía
como
tabula
rasa
cartesiana,
como
la
de
Ferrajoli,
ciencia
dura”
de
Edmund
Husserl44–
en
porque
éste
no
llega
a
alterar
los
contornos
en
Principia
Iuris
se
ha
mostrado
perfectamente
los
que
se
nos
fuerza
a
inscribir
las
ideas:
es
consciente
de
la
función
performativa
de
la
verdad
que
diseña
todo
un
andamiaje
de
tesis
teoría
y
de
lo
indisociable
de
las
dimensiones
primitivas,
postulados
y
derivadas
de
los
descriptivas
y
valorativas45.
En
este
sentido,
postulados
que
se
van
encadenando
de
manera
lógicamente
perfecta,
pero
no
pone
en
cuestión
dualidades
apriorísticas
como
las
de
ser
y
42
Vid.
SANTOS,
B.
de
Sousa;
Sociología
jurídica
crítica,
155
CEFD Número 26 (2012) ISSN: 1138-9877
CEFD
Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho con
los
principios
de
justicia
o
de
moralidad
deber
ser,
forma
y
materia
o
tantas
otras
que
deberían
formar
parte
de
la
práctica
asunciones
implícitas
de
la
razón
occidental48.
política
o
social.
Sin
embargo,
Creo
que
la
filosofía
crítica,
en
cambio,
debería
paradójicamente,
también
sirve
a
veces
para
intentar
llegar
hasta
los
fundamentos
a
través
ocultar
los
vicios
de
la
teoría,
sobre
la
base
de
de
un
acercamiento
de
tipo
genealógico,
que
lo
que
está
mal
es
solamente
la
praxis.
En
rastreando
en
la
historia
hasta
encontrar
la
el
caso
que
nos
ocupa,
tengo
la
sensación
de
pauta
dentro
de
la
que
inscribimos
nuestra
que
la
insistencia
en
esta
distinción
termina
forma
de
concebir
el
mundo
–el
derecho
a
desdibujando
los
problemas
de
una
nuestros
efectos–.
Sólo
así
se
pueden
subvertir
configuración
institucional,
la
de
los
modernos
las
mixtificaciones
ideológicas
en
las
que
a
Estados
constitucionales,
que
está
menudo
se
enreda
el
pensamiento.
estructuralmente
marcada
por
varias
En
el
caso
que
nos
ocupa,
por
ejemplo,
tensiones:
1)
En
primer
lugar,
la
tensión
entre
podría
preguntarse
hasta
qué
punto
la
los
principios
del
liberalismo
y
la
democracia,
dicotomía
del
ser
y
el
deber
ser
sigue
siendo
que
históricamente
han
terminado
movilizadora
y,
en
ese
sentido,
hasta
qué
punto
confluyendo,
pero
que
parten
de
premisas
la
estrategia
crítica
de
Ferrajoli
tiene
visos
de
teóricas
y
prácticas
diversas49,
precisamente
al
éxito.
Obviamente,
la
distinción
entre
ser
y
precio
de
rebajar
las
exigencias
de
una
deber
ser
es
indispensable
y,
en
muchas
democracia
consensual
o
mayoritaria
en
ocasiones,
sirve
como
catalizador
para
criticar
sentido
estricto.
2)
En
segundo
lugar,
en
línea
una
realidad
que
no
se
halla
en
concordancia
con
lo
anterior,
la
tensión
entre
constitucionalismo
y
democracia,
que
supone
48
La
discusión
en
torno
a
la
razón
dicotómica
es
una
radicalización
de
los
problemas
que
el
ciertamente
compleja.
El
antropólogo
Lévi-‐Strauss
sostuvo
que
en
realidad
se
trata
de
un
rasgo
compartido
liberalismo
planteó
a
la
democracia
–en
clave
por
prácticamente
todas
las
culturas
humanas
y,
en
ese
sentido,
constitutivo
de
nuestra
especie.
En
cambio,
procedimental-‐mayoritaria–
sólo
que
con
el
otros
autores
como
François
Julien
han
señalado
que
se
trata
de
un
constructo
cultural
más,
en
tanto
que
en
la
añadido
de
los
mecanismos
de
control
de
cosmovisión
china,
por
ejemplo,
se
privilegian
más
las
constitucionalidad
contemporáneos,
que
en
tricotomías.
Vid.
LÉVI-‐STRAUSS,
C.;
Las
estructuras
elementales
del
parentesco,
trad.
de
Marie-‐Therèse
ocasiones
socavan
la
voluntad
popular
a
través
Cevasco,
Buenos
Aires
y
Barcelona,
Paidós,
1969,
pp.
110
y
ss;
JULIEN,
F.;
La
urdimbre
y
la
trama.
El
canónico,
lo
imaginario
y
el
orden
del
texto
en
China,
trad.
por
Julia
49
Vid.
BOBBIO,
N.;
Liberalismo
y
democracia,
trad.
de
Bucci
y
Gabriela
Villalba,
Buenos
Aires,
Katz,
2008,
pp.
José
Fernández
de
Santillán,
México,
Fondo
de
Cultura
65
y
ss.
Económica,
pp.
7-‐10.
156
CEFD Número 26 (2012) ISSN: 1138-9877
CEFD
Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho por
ejemplo,
sobre
la
base
de
distinguir
qué
de
élites
judiciales
que
se
encuentran
elementos
son
de
carácter
formal
y
cuáles
de
profundamente
viciadas
de
legitimidad50.
Y
carácter
sustancial.
En
función
de
la
decisión
aunque
es
cierto
que
estas
tensiones
no
son
del
adoptada
sobre
este
punto,
que
muchas
veces
todo
irresolubles,
también
es
verdad
que
a
reviste
un
marcado
tono
ideológico,
menudo
provocan
fricciones
de
no
pequeña
determinadas
acciones
se
pueden
considerar
envergadura.
A
mi
juicio,
la
misión
de
la
como
“técnicas”
o
viceversa,
auténticamente
filosofía
crítica
es
hacernos
conscientes
de
las
importantes
en
relación
con
la
protección
de
contradicciones
que
aquejan
al
sistema
y
en
la
los
derechos
fundamentales.
Sin
embargo,
casi
medida
de
lo
posible
soslayarlas,
pero
no
nunca
queda
claro
cuál
es
el
criterio
para
mediante
estrategias
de
ocultamiento,
sino
deslindar
entre
una
cosa
y
otra.
En
el
caso
de
justo
lo
contrario:
precaviéndonos
contra
ellas
Luigi
Ferrajoli,
la
distinción
entre
la
y
haciéndonos
cargo
de
los
problemas
de
la
democracia
formal
o
procedimental
y
la
teoría.
democracia
sustancial
es
la
base
sobre
la
que
Ahora
bien,
si
hay
una
dicotomía
se
alza
toda
su
propuesta:
en
su
opinión,
no
peligrosamente
falaz,
creo
que
ésta
es
la
de
podemos
contentarnos
con
una
concepción
de
forma
y
materia
o
forma
y
sustancia,
una
la
democracia
meramente
formal,
sino
que
ésta
distinción
que,
por
cierto,
es
una
parte
debe
ser
“sustancial”,
es
decir,
completada
a
fundamental
del
arsenal
conceptual
de
través
de
una
protección
efectiva
de
Ferrajoli.
En
efecto,
se
trata
de
una
determinados
derechos;
derechos
que,
en
su
categorización
que
arranca
desde
Aristóteles51
opinión,
configuran
la
esfera
de
lo
indecidible,
y
que
se
ha
convertido
en
el
maná
de
la
razón
es
decir,
de
aquello
que
no
está
sujeto
a
jurídica:
todo
el
derecho
procesal
se
justifica,
discusión52.
Sin
embargo,
como
ha
sido
puesto
de
manifiesto
por
Juan
Carlos
Bayón
y
otros
50
Vid.
HOLMES,
S.;
“El
precompromiso
y
la
paradoja
de
autores,
el
catálogo
de
lo
indecidible
ha
la
democracia”,
en
ELSTER,
J.
Y
SLAGSTAD,
R.;
terminado
configurando
un
catálogo
de
Constitucionalismo
y
democracia,
estudio
introductorio
de
Alejandro
Herrera
M.,
trad.
de
Mónica
Utrilla,
Fondo
aspectos
indiscutibles
tan
frondoso,
que
de
Cultura
Económica,
México,
2001,
pp.
217-‐262.
resulta
pertinente
preguntarse
hasta
qué
51
Técnicamente,
esta
distinción
se
suele
denominar
hilemorfismo.
Para
una
genealogía
de
la
misma
a
través
del
tiempo,
vid.
FERRATER
MORA,
José,
“Hilemorfismo”,
en
Diccionario
de
filosofía,
nueva
ed.
actualizada
por
52
FERRAJOLI,
L.;
Poderes
salvajes,
cit.,
pp.
27-‐30;
Josep-‐Maria
Terricabras,
vol.
II,
pp.
1638-‐1640.
Principia
Iuris,
vol.
2,
cit.,
pp.
9-‐157.
157
CEFD Número 26 (2012) ISSN: 1138-9877
CEFD
Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho deber
ser
de
una
realidad
que
se
ha
salido
de
punto
la
democracia
no
termina
vaciándose
sus
quicios.
Creo
que,
antes
que
presentar
esa
así53.
En
lo
que
atañe
a
la
distinción
entre
dualidad
irreconciliable
entre
lo
que
es
y
lo
que
forma
y
materia,
creo
que
debemos
ser
debería
ser,
o
entre
la
democracia
formal
y
la
suspicaces.
En
el
ámbito
jurídico,
por
ejemplo,
sustancial,
resultaría
más
movilizador
ya
fue
puesta
en
discusión
por
la
crítica
de
Lon
desmontar
las
dualidades
que,
como
ésas
u
Fuller
a
Herbert
Hart.
En
efecto,
la
idea
de
la
otras
posibles,
encierran
al
pensamiento
“moral
interna
del
derecho”
se
basaba
crítico
en
un
círculo
sin
salida.
A
continuación
precisamente
en
desbancar
la
idea
de
que
lo
expondré
de
manera
extremadamente
sucinta
formal
sea
únicamente
formal:
en
realidad,
lo
la
segunda
crítica
ideológica
que
habíamos
que
denominamos
formal
lleva
consigo
anunciado
al
principio:
los
posibles
problemas
valores
morales
y
políticos
de
gran
calado54.
democráticos
que
presenta
la
utilización
del
En
resumidas
cuentas,
tengo
la
método
axiomático.
impresión
de
que
tanto
el
propósito
3. PROBLEMAS
DEMOCRÁTICOS
DE
LA
TEORÍA
descriptivo
como
el
normativo
de
la
teoría
AXIOMATIZADA
DEL
DERECHO
general
de
Luigi
Ferrajoli
son
insatisfactorios
Se
ha
discutido
mucho
sobre
la
en
el
contexto
político-‐social
en
que
se
peculiaridad
del
método
axiomático
que
plantean:
porque
surgen
en
un
momento
en
el
Ferrajoli
emplea
en
Principia
Iuris.
Él
mismo
ha
que
los
presupuestos
de
su
teoría
desaparecen
dedicado
numerosas
páginas
a
justificarlo
y
a
–si
es
que
no
han
desaparecido
ya
del
todo–
y
señalar
sus
fortalezas
y
debilidades55.
Es
porque
el
remedio
asumido
para
subsanar
esa
imposible
dar
cuenta
aquí
de
todas
ellas,
por
lo
laguna
consiste
en
presentar
su
modelo
como
que
sólo
se
abordará
uno
de
los
interrogantes
53
Vid.
por
ejemplo
BAYÓN,
J.
C.;
“Democracia
y
que
suscita.
En
general,
la
mayoría
de
los
derechos:
problemas
de
fundamentación
del
constitucionalismo”,
en
AA.
VV.;
Constitución
y
derechos
autores
coinciden
en
subrayar
la
claridad
que
fundamentales,
coord.
por
Jerónimo
Betegón,
Francisco
Javier
Laporta,
Luis
Prieto
y
Juan
Ramón
de
Páramo,
se
desprende
de
dicho
método,
puesto
que
Madrid,
Centro
de
Estudios
políticos
y
constitucionales,
explicita
sin
margen
de
duda
las
asunciones
en
2004,
pp.
67-‐138;
vid.
también
ALTERIO,
M.;
“La
esfera
de
lo
indecidible
en
el
constitucionalismo
de
Luigi
que
se
fundamenta
la
teoría
y,
al
auto-‐
Ferrajoli:
un
análisis
crítico”,
en
Universitas.
Revista
de
filosofía,
derecho
y
política,
nº
13,
enero
2011,
pp.
3-‐36.
someterse
a
la
rigurosa
obligación
de
54
Vid.
L.
FULLER,
“Positivism
and
Fidelity
to
Law-‐
A
reply
to
professor
Hart”,
en
Harvard
Law
Review,
nº
71,
55
FERRAJOLI,
L.;
“Principia
Iuris.
Una
discusión
teórica”,
158
CEFD Número 26 (2012) ISSN: 1138-9877
CEFD
Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho complejidad
enorme
y,
desde
luego,
no
me
formalizar
el
lenguaje
que
se
despliega
entre
parece
en
absoluto
accesible
a
los
no
expertos
todas
sus
proposiciones,
se
presta
al
control
de
en
derecho.
Creo,
más
bien,
que
peca
de
cierto
corrección
y
a
la
crítica
como
ninguna
otra56.
elitismo
intelectual
y
que,
pese
a
la
En
ese
sentido,
se
concluye
con
la
absoluta
incuestionable
actitud
democrática
de
autor
–
transparencia
de
la
misma
e,
incluso,
el
propio
probada
en
actos
y
en
ideas
a
lo
largo
de
toda
Ferrajoli
afirma
que
la
teoría
axiomatizada
su
vida–
incurre
en
un
distanciamiento
grave
puede
favorecer
el
acercamiento
a
su
obra
por
de
la
teoría
con
sus
potenciales
lectores.
Con
parte
de
los
“no
expertos
en
derecho”57.
ello,
como
es
natural,
circunscribe
la
filosofía
a
Sin
embargo,
creo
que
este
entusiasmo
un
círculo
cada
vez
más
reducido
de
expertos,
generalizado
encubre
una
importante
falacia
que
son
los
que
de
verdad
se
ocupan
de
por
parcialidad.
Y
es
que
el
control
al
que
se
evaluar
la
corrección
de
sus
tesis
y
que
corren
presta
la
teoría
así
demostrada
no
es
un
el
riesgo
de
generar
un
círculo
de
exégesis
control
de
amplias
mayorías,
sino
el
de
un
autorreferente.
Además,
incluso
si
asumimos
selecto
grupo
de
especialistas
que
sean
como
buenas
las
características
del
método
capaces
de
penetrar
en
semejante
malla
de
empleado,
surgen
determinadas
perplejidades
fórmulas
lógicas.
El
libro
se
puede
leer
sin
que
creo
que
no
pueden
obviarse.
Me
refiero,
hacer
caso
de
éstas,
nos
dice
Ferrajoli
en
en
particular,
al
criterio
con
que
se
han
elegido
alguna
ocasión,
pero
a
la
vez
afirma
que
no
es
los
términos
primitivos
que
constituyen
la
base
una
parte
prescindible,
sino
fundamental
del
última
de
su
teoría
del
derecho:
conceptos
mismo.
Por
otra
parte,
y
aunque
hiciéramos
como
los
de
“permitido”,
“sujeto”,
“causa”,
abstracción
de
las
fórmulas,
el
método
“objeto”,
“regla”,
etc.,
quizá
puedan
ser
axiomatizado
sigue
ahí,
con
sus
tesis
seleccionados
justificadamente
(aunque
con
primitivas,
sus
postulados
y
los
corolarios
que
dudas)
a
través
de
una
simple
estipulación.
Sin
se
van
derivando
de
las
relaciones
entre
éstos.
embargo,
asumir
el
concepto
“democrático”
El
retablo
teórico
que
de
ello
emerge
es
de
una
como
término
primitivo
(y
por
tanto
indemostrado)
me
parece
que
no
es
admisible
56
Vid.
PALMA,
M.;
“Principia
Iuris
de
Luigi
Ferrajoli”,
en
Doxa,
nº
31,
2008,
pp.
289-‐298;
MAZZARESE,
T.;
en
modo
alguno58.
De
hecho,
revela
uno
de
los
“Principia
Iuris:
Optimismo
metodológico
y
reafirmación
de
la
cultura
de
los
derechos”,
en
Doxa,
nº
31,
2008,
pp.
propósitos
más
firmes
del
autor
a
lo
largo
de
261-‐278.
57
FERRAJOLI,
L.;
Principia
Iuris,
vol.
1,
cit.,
p.
IX.
58
FERRAJOLI,
L.;
Principia
Iuris,
vol.
I,
cit.,
p.
81.
159
CEFD Número 26 (2012) ISSN: 1138-9877
CEFD
Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho puntualización.
Se
trata
de
un
planteamiento
los
años,
como
es
el
de
construir
una
teoría
de
ya
clásico
en
la
filosofía
jurídica,
que
la
democracia
a
través
de
la
teoría
del
derecho,
encontramos
en
el
viejo
aforismo
germánico
poniendo
así
las
consideraciones
jurídicas
por
“Macht
vor
Recht”
(el
poder
precede
al
delante
de
las
políticas.
Se
trata,
una
vez
más,
derecho)61
y
que
en
muchas
ocasiones
ha
de
una
actitud
típicamente
formalista
que
servido
para
fundamentar
concepciones
incurre
en
la
percepción
del
derecho
como
autoritarias
de
la
política,
como
reino
reino
aislado
de
la
cosmovisión
político-‐social
independiente
del
imperio
de
la
ley
y
en
la
que
nace.
A
mi
modo
de
ver,
se
trata
de
desconectado
de
servidumbres
éticas
o
un
error
de
prelación
importante:
creo
que
el
jurídicas.
Pero
no
sólo
cabe
entenderlo
en
este
derecho
sólo
puede
entenderse
si
antes
hemos
sentido.
Situar
a
la
política
por
delante
del
comprendido
los
condicionantes
políticos
y
derecho
implica,
desde
otro
punto
de
vista,
culturales
de
los
que
trae
causa.
En
este
entender
éste
como
un
tipo
especial
de
sentido,
me
parecería
más
sensato
plantear
un
regulación
social,
que
surge
como
cambio
de
orden
en
los
términos:
primero
la
manifestación
de
un
estado
de
cosas
política
y
después
el
derecho,
un
enfoque
que
prexistente,
como
emanación
de
una
cultura
no
es
en
absoluto
novedoso,
ya
que
fue
puesto
política
concreta
y,
por
consiguiente,
como
de
manifiesto
por
numerosos
autores
reflejo
de
la
misma.
Desde
este
prisma,
el
antiformalistas,
desde
el
segundo
Jhering59
derecho
es
parte
del
subsistema
político,
que
a
hasta
autores
marxistas
como
Eugeni
su
vez
es
parte
del
sistema
social,
pero
ello
no
Pashukanis60.
obliga
en
absoluto
a
asumir
un
La
idea
de
la
primacía
de
la
política
posicionamiento
autoritario
o
contrario
al
sobre
el
derecho
merece
una
breve
Estado
de
derecho.
Sólo
se
trataría
de
adoptar
una
metodología
sociológica
para
aprehender
59
Vid.
la
carta
que
Jhering
dirigió
al
canciller
Bismarck
la
noción
de
derecho,
que
creo
más
fructífera
con
motivo
del
cumpleaños
de
éste,
en
la
que
el
jurista
alemán
sostenía
que
el
derecho
y
la
ciencia
jurídica
no
61
Se
trata
de
una
idea
clásica
que
podemos
encontrar
en
eran
ni
debían
ser
sino
una
prolongación
de
la
política:
JHERING,
R.
von;
“An
den
Fürsten
Bismarck
(15.
pensadores
sofistas
como
Trasímaco
(vid.
por
ejemplo
September
1888)”,
en
Rudolf
von
Jhering
in
Briefen
an
MENZEL,
A.;
Kallikles.
Eine
Studie
zur
Geschichte
der
seine
Freunde,
hrsg.
von
Helene
Ehrenberg
[1913],
Lehre
vom
Rechte
des
Stärkeren,
Franz
Deuticke,
Aalen,
Scientia
Verlag,
1971,
p.
444.
Wien/Leipzig,
1922),
que
en
la
modernidad
recala
en
60
PASHUKANIS,
E.;
Teoría
general
del
derecho
y
filósofos
como
Thomas
Hobbes
y
que
en
el
siglo
XIX
marxismo,
presentación
y
trad.
de
Virgilio
Zapatero,
retoman
juristas
como
Rudolf
von
Jhering.
Vid.
por
Barcelona,
Labor,
1976.
ejemplo
RECASÉNS
SICHES,
L.;
Derecho
y
poder,
Diánoia,
vol.
19,
1973,
pp.
120-‐144.
160
CEFD Número 26 (2012) ISSN: 1138-9877
CEFD
Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho potencial
de
lectores
cada
vez
más
pequeño.
que
el
enfoque
formalista
inverso:
plantearse
Por
poner
un
ejemplo
ilustrativo,
podría
el
mundo
de
la
política
y
la
sociedad
desde
el
pensarse
en
el
Tractatus
logico-‐philosophicus
y
derecho
suele
conducir
a
reduccionismos
que
las
Investigaciones
filosóficas
de
Ludwig
no
tematizan
adecuadamente
conceptos
tan
Wittgenstein.
Es
obvio
que
el
Tractatus
gozaba
complejos
como
el
de
poder62,
o
que
de
una
claridad
analítica
y
un
rigor
lógico
desatienden
las
permanentes
fricciones
que
la
inexistentes
en
las
Investigaciones.
Sin
política
y
los
movimientos
sociales
plantean
al
embargo,
son
mucho
más
comprensibles
éstas,
derecho
considerado
en
abstracto.
más
accesibles
y,
con
el
paso
del
tiempo,
puede
Por
otra
parte,
respecto
a
la
decirse
que
han
sido
sometidas
a
un
control
transparencia
del
método
axiomatizado,
no
mucho
más
severo
que
el
Tractatus.
A
la
larga,
creo
que
pueda
afirmarse
con
la
facilidad
con
pues,
el
acompasamiento
con
lenguajes
no
que
parece
hacerse.
El
rigor
lógico
de
las
formales
–o
al
menos
no
extremadamente–
proposiciones
y
su
perfecto
encadenamiento
arroja
mayores
grados
de
transparencia.
formal
no
derivan
necesariamente
en
mayor
Es
evidente
que
las
teorías
no
deben
transparencia.
transparencia
banalizarse
en
aras
de
criterios
comerciales,
ni
Si
por
entendemos
corrección
lógico-‐formal,
desde
deben
someterse
a
imperativos
de
claridad
a
luego
que
así
será,
pero
si
por
transparencia
toda
costa,
si
ello
implica
merma
del
rigor
y
entendemos
mayor
publicidad
y
disponibilidad
disminución
de
la
profundidad
en
los
para
audiencias
amplias
–y
por
tanto
con
una
argumentos.
Pero
sí
considero
que
la
teoría
mayor
masa
crítica–,
las
cosas
son
bien
tiene
una
función
ética
y
social
que
cumplir,
y
distintas.
Desde
este
segundo
punto
de
vista,
que
dicha
misión,
en
el
caso
de
la
filosofía
del
en
efecto,
la
teoría
axiomatizada
se
vuelve
más
derecho,
pasa
por
forjar
la
cultura
jurídica
de
opaca,
por
cuanto
se
brinda
a
un
número
la
comunidad
en
que
se
inscribe.
Por
lo
tanto,
161
CEFD Número 26 (2012) ISSN: 1138-9877
CEFD
Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho la
ciudadanía
y
del
sentido
común
en
el
difícil,
pero
en
ningún
lugar
se
ha
dictaminado
derecho.
Tanto
las
complejidades
de
la
teoría
que
para
filosofar
hay
que
hablar
difícil.
En
de
la
argumentación
de
Robert
Alexy
como
la
filosofía,
la
dificultad
del
lenguaje
no
es
señal
teoría
principialista
de
Ronald
Dworkin,
ni
de
calidad
ni
de
perversidad,
sino
que
a
aunque
respondiendo
a
otras
motivaciones,
se
menudo
depende
del
problema
planteado”63.
insertan
en
ese
proceso
de
formalización
del
Creo
que
Principia
Iuris
de
Ferrajoli
incurre
pensamiento
jurídico
del
que
también
bebe
el
innecesariamente
en
ese
error.
Y
lo
hace
italiano.
Alexy
por
la
mixtificación
que
lleva
a
innecesariamente,
más
allá
del
método
cabo
a
plantear
la
ponderación
como
una
axiomático,
porque
emplea
un
lenguaje
muy
actividad
racional
sujeta
a
reglas64,
y
Dworkin
tecnificado
y
porque
no
creo
que
la
materia
por
el
conceptualismo
principialista
en
el
que
que
se
propone
abordar
exija
ni
el
propósito
de
desemboca
la
tesis
de
la
única
respuesta
axiomatización
ni
el
empleo
de
un
lenguaje
tan
correcta
–nótese
que
los
principios
jurídicos
tecnificado.
Porque
el
forcejeo
con
el
lenguaje
hacen
las
veces
de
los
conceptos
en
la
retórica
al
que
a
veces
se
ven
condenados
los
filósofos
de
la
pandectística
alemana
del
siglo
XIX65–,
no
debería
justificarse
sino
en
los
casos
en
que
caen
en
un
formalismo
que
podríamos
la
propia
redefinición
del
pensamiento
se
denominar
neoconstitucionalista66.
Luigi
cumple
a
través
de
la
contracción
y
dilatación
del
lenguaje,
es
decir,
mediante
el
64
ALEXY,
R.;
Teoría
de
la
argumentación
jurídica.
La
ensanchamiento
del
mundo
a
través
de
las
teoría
del
discurso
racional
como
teoría
de
la
fundamentación
jurídica,
2ª
ed.,
trad.
de
Manuel
Atienza
palabras.
Tal
cosa
ha
sido
privilegio
de
unos
e
Isabel
Espejo,
Madrid,
Centro
de
Estudios
Políticos
y
Constitucionales,
2007,
pp.
206-‐211.
pocos:
Spinoza,
Kant,
Hegel,
Heidegger…
Pero
65
DREIER,
R.;
“Jherings
Rechtstheorie
–
eine
Theorie
no
creo,
repito,
que
éste
sea
el
caso
que
nos
evolutionärer
Rechtsvernunft”,
en
AA.
VV.,
Privatrecht
heute
und
Jherings
evolutionäres
Rechtsdenken,
hrsg.
von
ocupa.
Okko
Behrends,
Köln,
Verlag
Dr.
Otto
Schmidt,
1993,
pp.
230-‐231.
La
conclusión
a
la
que
nos
aboca
todo
66
Vid.
LLOREDO
ALIX,
L.;
“Un
paralelismo
entre
las
esto,
como
ya
se
dijo
en
la
introducción,
es
que
teorías
de
los
principios
y
la
jurisprudencia
de
conceptos:
la
ruptura
del
puente
entre
las
fuentes
del
la
teoría
de
Ferrajoli
se
inscribe
en
un
derecho
y
la
sociedad
civil”,
en
M.
C.
Barranco,
O.
Celador
horizonte
teórico
que
cada
vez
se
aleja
más
de
y
F.
Vacas
(Coords.),
Perspectivas
actuales
de
las
fuentes
del
derecho,
Dykinson,
Madrid,
2011,
pp.
343-‐357;
GARCÍA
AMADO,
J.
A.;
“Sobre
formalismos
y
antiformalismos
en
la
Teoría
del
Derecho”,
en
Eunomía.
63
Vid.
ECO,
U.;
“La
filosofía
en
el
tocador”,
en
La
Nación,
Revista
en
cultura
de
la
legalidad,
nº
3,
septiembre
de
27
de
mayo
de
2006.
2012,
pp.13-‐43.
162
CEFD Número 26 (2012) ISSN: 1138-9877
CEFD
Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho generalidad
decimonónico.
Ferrajoli
sostiene
Ferrajoli
está
en
otro
orden
de
ideas,
puesto
que
las
teorías
del
derecho
son
generales
por
que
siempre
ha
sido
crítico
con
la
pretendida
definición,
y
que
la
adición
del
adjetivo
superación
del
positivismo
jurídico.
Sin
“general”
no
es
más
que
una
redundancia67,
embargo,
por
las
razones
ya
enunciadas,
pero
creo
que
no
es
así.
Se
puede
construir
una
también
se
sitúa
en
un
horizonte
de
teoría
jurídica
que
renuncie
a
la
pretensión
de
pensamiento
formalista.
Si
es
verdad
que
aprehender
en
una
misma
pauta
cualquier
estamos
en
un
momento
de
transición
de
experiencia
jurídica
pensable
y
que,
en
este
paradigmas
por
la
crisis
del
Estado
y
por
el
sentido,
se
vuelva
un
tanto
sociológica
o
fenómeno
creciente
del
pluralismo
–como
se
antropológica.
La
pureza
jurídica
de
la
teoría
ha
sugerido
al
principio
de
este
escrito–
¿no
quedaría
así
en
entredicho,
y
la
pureza
sería
más
razonable
retornar
a
tesis
filosófica
de
tal
aproximación
también
sociológicas
y
realistas
del
derecho?
¿No
quedaría
maltrecha.
Pero
en
ningún
lugar
está
explican
éstas
mejor
las
fisuras
que
se
están
escrito
–más
que
en
la
obra
kelseniana–
que
la
abriendo
en
los
conceptos
de
la
modernidad
teoría
del
derecho
tenga
que
deslindarse
jurídica
occidental?
Creo
que,
a
la
vista
de
todo
férreamente
de
otras
ciencias
o
disciplinas
lo
anterior,
se
impone
la
necesidad
de
fundar
sociales,
y
en
ningún
lugar
está
escrito
que
la
una
teoría
popular
del
derecho,
accesible
y
filosofía
sea
un
saber
desconectado
de
otras
capaz
de
empoderar
a
la
ciudadanía
contra
el
producciones
culturales.
De
hecho,
la
filosofía
constitucionalismo
oligárquico
y
corporativista
se
ha
ido
liberando
cada
vez
más
del
obsesivo
que
se
está
adueñando
del
discurso
trinomio
ontología-‐epistemología-‐ética,
para
hegemónico.
pasar
a
ser
un
terreno
híbrido,
cercano
a
los
Hablar
de
teoría
popular
del
derecho
es
estudios
culturales,
a
veces
difícilmente
ciertamente
vago
y
en
muchos
sentidos
puede
diferenciable
de
la
literatura,
la
sociología
o
sonar
pretencioso.
Pero
tómese
en
el
sentido
incluso
de
las
ciencias
de
la
naturaleza.
Es
sólo
menos
alarmante
y
menos
rimbombante
la
filosofía
jurídica
la
que
sigue
preocupada
por
posible.
Una
teoría
popular
del
derecho,
que
deslindar
sus
tareas
en
la
tríada
de
teoría
del
estaría
aún
por
construir,
no
debe
ser
banal,
derecho
–ontología–,
teoría
de
la
ciencia
sino
rigurosa
en
el
uso
de
los
conceptos
y
en
su
jurídica
–epistemología–
y
teoría
de
la
justicia
acercamiento
al
fenómeno
jurídico.
Pero
creo
67
FERRAJOLI,
L;
Principia
Iuris,
vol.
1,
cit.,
p.
5.
que
debe,
ante
todo,
renunciar
al
propósito
de
163
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CEFD
Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho de
poderes
–al
reservar
una
esfera
normativa
–ética–,
una
vieja
clasificación
de
Bobbio68
que,
manejada
sólo
por
juristas,
que
pueden
así
a
mi
modo
de
ver,
deberíamos
revisar
a
la
luz
limitar
al
poder
político–
o
como
el
imperio
de
de
las
necesidades
del
cambio
de
paradigma
la
ley.
Sin
embargo,
también
ha
provocado
político
y
de
las
transformaciones
que
ha
disfunciones
graves,
que
se
resumen
en
el
experimentado
el
quehacer
filosófico
en
los
enorme
distanciamiento
del
derecho
respecto
últimos
treinta
años69.
de
la
ciudadanía:
el
derecho
es
percibido
como
Una
teoría
popular
del
derecho,
por
otra
algo
fuertemente
“técnico”
y
casi
siempre
parte,
debería
cumplir
un
doble
papel
en
razón
incomprensible,
accesible
sólo
para
un
de
sus
destinatarios.
En
tanto
que
teoría
para
conjunto
de
profesionales
y
de
expertos
que
los
juristas,
creo
que
su
cometido
sería
son
los
que
se
ocupan
de
su
manejo.
También
hacerles
conscientes
del
basamento
cultural
y
es
a
este
rasgo
de
aislamiento
del
derecho
al
social
del
derecho,
que
no
es
un
espacio
aislado
que
debemos
imputar
la
resistencia
de
los
de
otras
esferas
de
la
actividad
humana,
sino
juristas
a
asumir
innovaciones
en
sus
un
fruto
más
de
la
misma.
El
aislamiento
del
conceptos
y
en
sus
prácticas;
una
resistencia
derecho
y
la
ciencia
jurídica,
una
constante
que,
como
ha
señalado
la
filósofa
feminista
desde
el
derecho
romano
hasta
nuestros
días70,
Catherine
MacKinnon,
está
en
la
base
del
ha
conquistado
triunfos
tan
señalados
como
la
rechazo
a
incluir
una
mirada
de
género
en
la
separación
entre
delito
y
pecado
–al
deslindar
teoría
y
la
praxis
jurídica71.
Éstas
son
algunas
el
derecho
de
la
religión–,
como
la
separación
de
las
razones
que
abonan
el
papel
que
debería
cumplir
una
teoría
popular
del
derecho
en
68
BOBBIO,
N;
“Natura
e
funzione
della
filosofia
del
relación
con
los
juristas:
hacerles
conscientes
diritto”,
en
ID,
Giusnaturalismo
e
positivismo
giuridico,
Edizioni
di
Comunità,
Milano,
1977,
sobre
todo
pp.
37-‐ del
enraizamiento
sociocultural
del
derecho
y
45.
prevenirles
contra
el
aislamiento
que,
como
69
Vid.
LÓPEZ
MEDINA,
D.
E.,
Teoría
impura
del
derecho.
164
CEFD Número 26 (2012) ISSN: 1138-9877
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Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho cultivadas
en
exclusiva
por
y
para
los
juristas.
muchos
de
ellos
–prácticos
o
teóricos–
vivan
Esto,
repito,
no
ha
de
caer
en
una
trivialización
en
un
abstracto
“cielo
de
los
conceptos”72.
de
la
teoría
jurídica,
sino
en
una
implicación
Pero
esta
teoría
tendría
otro
cometido
mayor
respecto
a
su
función
social
y
respecto
a
de
importancia
en
relación
con
los
no
juristas:
sus
concomitancias
con
otras
ramas
del
hacerles
partícipes
de
la
experiencia
jurídica;
conocimiento,
que
quizá
no
son
tan
ajenas
a
la
una
experiencia
que
es
y
que
debe
seguir
problemática
y
la
metodología
del
derecho,
y
siendo
autónoma
de
la
política
y
los
que
pueden
ayudar
a
democratizar
un
saber
movimientos
sociales
en
sentido
estricto,
pero
que
es
absolutamente
perentorio
para
lograr
no
tanto
como
para
desencadenar
el
una
ciudadanía
activa
en
la
defensa
de
extrañamiento
–o
alienación–
que
hoy
existe
nuestras
libertades.
entre
la
ciudadanía
común
y
el
mundo
del
Quizá
se
me
pueda
objetar
que
el
derecho.
Para
ello
existen
numerosas
derecho
es
un
artificio
técnico
que
debe
estrategias,
desde
la
democratización
del
permanecer
como
tal,
de
la
misma
manera
que
lenguaje
innecesariamente
abstruso
que
a
lo
son
la
medicina,
la
ingeniería
u
otros
veces
emplean
los
juristas
y
los
teóricos
del
saberes.
Aun
concediendo
que
hay
un
margen
derecho,
hasta
el
compromiso
de
los
filósofos
en
el
que
esto
es
así,
yo
respondería
que
el
del
derecho
con
la
investigación
sobre
las
derecho
debería
tener
una
permeabilidad
relaciones
entre
derecho
y
cine,
derecho
y
social
mayor
que
otros
conocimientos
literatura
u
otras
esferas
de
la
cultura
pretendidamente
“técnicos”.
Ya
lo
decía
Platón
aparentemente
extrajurídicas.
En
definitiva,
se
en
su
mito
de
Prometeo
y
Epimeteo,
recreado
trataría
de
acercar
los
conceptos
jurídicos
a
la
en
el
Protágoras.
Después
de
que
Epimeteo
realidad
que
hoy
por
hoy
afecta
a
la
ciudadanía
hubo
repartido
los
atributos
naturales
entre
e
intentar
que
el
derecho
deje
de
ser
un
todas
las
criaturas
del
mundo,
quedó
uno
conjunto
de
fórmulas
y
principios
acartonados
completamente
desguarnecido:
el
ser
humano.
a
los
que
no
podemos
acercarnos,
si
no
es
Para
remediar
el
entuerto
que
así
se
había
mediante
una
oscura
malla
de
nociones
producido
en
el
reparto,
Prometeo
ofreció
a
los
72
JHERING,
R.
von;
“Im
juristischen
Begriffshimmel.
Ein
humanos
la
técnica,
pero
ello
desencadenó
un
Phantasiebild”,
en
Scherz
und
Ernst
in
der
Jurisprudenz.
conflicto
civil
permanente,
que
colocaba
a
Eine
Weihnachtsgabe
für
das
juristische
Publikum
[1924],
Wissenschaftliche
Buchgesellschaft,
Darmstadt,
1964,
p.
todos
en
una
situación
de
guerra
contra
todos,
310.
165
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CEFD
Cuadernos Electrónicos
de Filosofía del Derecho operadores
jurídicos
en
sentido
estricto
son
donde
sólo
racionalidad
los
que
han
de
comulgar
con
esa
triunfaba
la
estratégica
que
aportaba
el
conocimiento
responsabilidad,
sino
también
la
filosofía
del
técnico.
De
modo
que,
para
poner
fin
al
derecho.
Es
a
través
de
ella
como
mejor
se
segundo
desaguisado,
Zeus
decidió
entregar
a
puede
forjar
la
cultura
jurídica
de
una
los
humanos
los
dones
de
la
honestidad
y
la
comunidad
y
como
mejor
se
pueden
tender
justicia.
Sin
embargo,
al
ir
Hermes
a
cumplir
lazos
entre
el
derecho
y
otras
actividades
de
la
dicho
mandato,
le
preguntó
a
Zeus
lo
siguiente:
cultura
humana.
Sólo
así
podrá
constituirse
un
“¿las
distribuyo
tal
y
como
fueron
distribuidas
bastión
de
pensamiento
y
de
acción
contra
la
las
artes?
(que
se
distribuyeron
de
tal
modo
peligrosa
deriva
oligárquica
en
la
que
nos
que
con
poseer
uno
la
medicina
basta
para
hallamos
inmersos,
y
en
la
que
el
derecho,
muchas
personas
y
lo
mismo
con
los
demás
como
la
política,
parecen
alejarse
cada
vez
más
expertos).
¿He
de
poner
también
la
justicia
y
la
y
más
de
la
ciudadanía
y
de
sus
tribulaciones
honestidad
de
ese
mismo
modo
en
los
hombres
cotidiana.
o
las
distribuyo
entre
todos?”.
A
lo
que
respondió
Zeus:
“entre
todos,
y
que
todos
tengan
parte,
pues
no
habría
ciudades
si
unos
pocos
participan
de
éstas,
como
sucede
con
las
otras
artes”73.
73
PLATÓN,
Protágoras,
322c-‐322d,
trad.
y
notas
de
Javier
Martínez
García,
Alianza,
Madrid,
1998,
pp.
59-‐60.
166
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