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¿Qué Es La Vaginosis Bacteriana?: Vaginalis, Que Es El Tipo de Bacteria Más Común en La Vagina
¿Qué Es La Vaginosis Bacteriana?: Vaginalis, Que Es El Tipo de Bacteria Más Común en La Vagina
La vaginosis bacteriana es la infección vaginal más común que presentan las mujeres en edad
fértil. Es ocasionada por un desequilibrio en las bacterias que viven en la vagina.
Aproximadamente una de cada cinco mujeres padecen de esta infección en algún momento del
embarazo, aunque las estimaciones varían ampliamente.
Las “bacterias buenas”, llamadas lactobacilos, normalmente prevalecen sobre las demás
bacterias, manteniéndolas bajo control. Cuando hay muy pocos lactobacilos, las otras bacterias
crecen desmedidamente ocasionando vaginosis bacteriana. No se sabe con certeza qué es lo
que hace que se produzca esta alteración del equilibrio en las bacterias. No se transmite
sexualmente, pero se asocia con teniendo relaciones sexuales vaginales. Usted puede o no
experimentar síntomas.
La vaginosis bacteriana (a veces, llamada simplemente “VB”) es una infección bacteriana que
ocurre cuando se pierde el equilibrio entre los diferentes tipos de bacterias saludables que
están en la vagina y estas proliferan. Suele ser causada por una bacteria llamada Gardnerella
vaginalis, que es el tipo de bacteria más común en la vagina.
La gardnerella vaginalis es una bacteria que se aloja de forma normal en la vagina de la mujer
pero que en determinadas ocasiones puede provocar infecciones. Esta bacteria es a causa más
común de enfermedades como la vaginitis bacteriana o la vulvitis. Esta vaginosis bacteriana
consiste en una alteración de la flora vaginal.
Esta infección supone alrededor del 30%-40% de las infecciones vaginales en las mujeres. Se
calcula que aproximadamente una de cada tres mujeres ha sufrido infeccione por gardnerella
alguna vez.
La vaginosis bacteriana ocurre cuando hay una ruptura de este equilibrio, acarreando en una
disminución de los lactobacilos y un crecimiento de la flora “mala” que puede ser compuesta
por diversas bacterias, entre ellas: Gardnerella vaginalis, Prevotella, Porphyromonas,
Bacteroides, Peptostreptococcus, Mycoplasma hominis, Ureaplasma urealyticum, Mobiluncus,
Fusobacterium y Atopobium vagina. De todas estas bacterias, la Gardnerella vaginalis parece
ser el microorganismo más característico de la vaginosis, estando presente en más de un 96%
de los casos.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que el vínculo entre la vaginosis bacteriana y las
complicaciones del embarazo no es del todo claro.
Dicho esto, la mayoría de las mujeres con vaginosis bacteriana llevan adelante embarazos
totalmente normales. Y hasta la mitad de los casos de dicha infección en mujeres embarazadas
se resuelven por sí solos.
Siempre lave sus genitales de adelante hacia atrás, para evitar esparcir la bacteria
desde la zona rectal hacia la vagina.
Mantenga su vulva seca y limpia.
Evite usar duchas vaginales, jabones abrasivos o jabones con fragancias muy fuertes.
Use ropa interior de algodón y pantimedias que tengan la zona de la entrepierna de
algodón.
En las mujeres que no están embarazadas, la vaginosis bacteriana ha sido asociada con un
mayor riesgo de la enfermedad pélvica inflamatoria y de infecciones después de una cirugía
ginecológica.
Bajo peso al nacer: En el mismo estudio se observó bajo peso en los recién nacidos
como resultado directo del parto prematuro que fue provocado por la vaginosis
bacteriana.
Hay varios factores que pueden disminuir la presencia de lactobacilos en la vagina, y son los
siguientes.
Uso de antibióticos.
Medicamentos vaginales.
Tratamientos Hormonales.
Algunos anticonceptivos.
Duchas vaginales.
Infecciones de transmisión sexual.
Relaciones sexuales.
La Gardenella Vaginalis que es una bacteria anaeróbica (es decir crece sin la presencia de
oxígeno), está presente en la flora de la mucosa vaginal (entre otras como la prebotella, el
micoplasma y otras bacterias) y cuando estas bacteria proliferan de manera exacerbada, como
puede suceder durante el embarazo debido a los cambios hormonales, causan la vaginosis
bacteriana.
Mas del 50% de las mujeres que padecen de VB, no muestran o no sienten ningún síntoma.
Las que los presentan, es muy común que tengan un flujo muy desagradable e incómodo. El
olor del flujo se debe a las substancias químicas que producen las bacterias causantes de la
vaginosis bacteriana. La menstruación y las relaciones sexuales generalmente empeoran el olor
porque la sangre y el semen reaccionan químicamente con la bacteria desprendiendo olores.
Los medicamentos orales: Clindamicina 300mg o Metronidazol 500mg dos veces al día
durante 7 días
Los medicamentos tópicos: La clindamicina 5g o Metronidazol al acostarse durante 5
días (Este tratamiento puede dar alivio sintomático, pero es no es suficiente para
prevenir complicaciones del embarazo.)
Es importante que te termines el tratamiento que te receten, aun cuando los síntomas
desvanecen. En la mayoría de los casos, esto bastará para resolver la infección vaginal y hacer
desaparecer los síntomas que tengas, aunque desafortunadamente la infección puede
reaparecer en algún momento.
De hecho, hasta el 30 por ciento de las mujeres manifiestan de nuevo síntomas dentro de los
tres meses posteriores de haber sido tratadas. Los antibióticos habitualmente eliminan la
mayor parte de las bacterias que causan la vaginosis bacteriana pero no hay forma de hacer
que las bacterias "buenas” vuelvan a crecer más rápido para así controlar la proliferación de las
bacterias “malas”. Consulta con tu médico si vuelves a tener los síntomas.
La vaginosis bacteriana puede causar algunos problemas de salud graves como los siguientes:
Mayor probabilidad de contraer el VIH si tiene relaciones sexuales con una persona
infectada por este virus.
Si usted tiene el VIH, más probabilidad de transmitir el VIH a su pareja sexual.
Si tiene vaginosis bacteriana cuando está embarazada, tendrá mayor probabilidad de
dar a luz a su bebé mucho antes de tiempo.
Mayor probabilidad de contraer una ETS como clamidia y gonorrea. Estas bacterias a veces
pueden provocar la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), lo cual puede hacer que le sea más
difícil o imposible tener hijos.
Como esta infección no es una enfermedad venérea, las relaciones sexuales no juegan un papel
estelar. En algunos casos el semen puede desencadenar una vaginosis bacteriana, situación en
la que está indicado el uso del preservativo.
Durante el examen pélvico el médico buscará evidencias del la VB, de la siguiente manera:
Cada paso del examen pélvico, permite identificar las diferentes características de las bacterias
de VB. Cuando se hace correctamente esta revisión tiene una precisión del 90%. Además el
estudio del Papanicolaou también puede diagnosticar la VB y considerarse un diagnóstico
preciso.
Una vez diagnosticada la paciente, puede ser tratada adecuadamente y su curación será del 80
al 90%
Dado que se desconoce qué es lo que produce este desequilibrio entre las bacterias, no hay
nada en concreto que puedas hacer para protegerte de la vaginosis bacteriana. Sin embargo,
hay algunas maneras de reducir el riesgo de contraer esa infección:
Adopta prácticas de sexo seguro si tú o tu pareja mantienen relaciones sexuales con
otros. No está claro qué papel juega la actividad sexual en la aparición de la vaginosis
bacteriana, pero es poco común en las mujeres que nunca mantuvieron relaciones
sexuales, y es más común, en las mujeres que tienen múltiples y nuevas parejas
sexuales. También es frecuente entre las mujeres homosexuales.
Si eres fumadora, aquí tienes un motivo más para dejar de fumar: el cigarrillo
aumenta el riesgo de vaginosis bacteriana.
No te hagas duchas vaginales ni uses sprays de higiene femenina o jabones
perfumados para la higiene de tus genitales. Estos productos pueden perturbar el
delicado equilibrio de las bacterias de la vagina. (De cualquier manera, hacerte
duchas no es seguro durante el embarazo. En casos muy poco comunes, las duchas
pueden hacer que se escape aire por debajo de las membranas del saco amniótico e
ingrese en la circulación, ocasionando una embolia que puede ser potencialmente
mortal).
Los médicos no conocen la correlación exacta entre la vaginosis bacteriana y las relaciones
sexuales, pero de manera general se sabe que ser sexualmente activa incrementa su riesgo de
desarrollar la infección, más aún si tiene múltiples parejas sexuales. También es posible
desarrollarla por tener relaciones sexuales con mujeres.
En un inicio, se creyó que la vaginosis bacteriana por gardnerella era una enfermedad de
transmisión sexual. Hoy sabemos que no; pero según algunos reportes, es común que se asocie
a la presencia de otras infecciones que sí son venéreas.
Esta es la razón por la cual algunos estudios recomiendan que en el paciente con vaginosis a
repetición o cuando los cuadros no ceden en su totalidad con el tratamiento, se practiquen
estudios completos de infecciones sexualmente transmisibles, entre ellas sida, virus del
papiloma, herpes genital, hepatitis B, clamidia, gonorrea y sífilis.