OBJETIVO: Reconocer los mecanismos mediante los cuales los metales y aleaciones almacenan
energía durante la deformación plástica, discutir los diferentes métodos que se emplean p ara su
medición. Discriminar que mecanismos atómicos contribuyen en la eliminación de la energía para
poder predecir el tamaño de grano conveniente para el uso del metal o aleación.
INTRODUCCIÓN
Recuperación: Primera etapa del recocido. Son todos los fenómenos de recocido que se presentan
antes de la aparición de los nuevos granos libres de deformación, no requiere de temperatura elevada,
ya que solo se produce un pequeño movimiento de los átomos.
Recristalización: Segunda etapa del recocido. Es la nucleación de los granos nuevos libres de
deformación y debido su crecimiento el consumo gradual de la matriz deformada, para esta etapa si
se requiere de temperaturas elevadas.
361
Crecimiento de grano. Tercera etapa del recocido. El grano ya recristalizado continua creciendo por
desplazamiento de los límites de grano. Es un proceso difusivo, por lo cual requiere de temperatura
elevada.
Como se observa durante todo este proceso de recocido de recristalización, son de suma importancia
los mecanismos de Difusión y desplazamiento y aniquilación de dislocaciones, lo cual requ iere de una
cantidad de energía para producir y mover vacancias, hacia o desde las dislocaciones, energía para
poder mover por deslizamiento o escalamiento a las dislocaciones, para lo cual no es suficiente con la
energía que se almacena por deformación, sino se requiere también de energía térmica.
La energía almacenada del trabajo en frío es la correspondiente a cuando una aleación se deforma
plásticamente a temperaturas bajas, respecto a su temperatura de fusión. Trabajo en frío se dice del
que se efectúa a temperaturas inferiores a un medio de la temperatura absoluta del punto de fusión.
La energía gastada en el trabajo en frío se transforma en su mayor parte en calor, solo una fracción
limitada se almacena en la aleación como energía de deformación asociada con diversos defectos
reticulares creados por la deformación. La cantidad de energía retenida depende del proceso de
deformación y de un determinado número de otras variables, por ejemplo, composición del metal y
temperatura de deformación. De acuerdo a investigaciones se ha deducido que la fracción de energía
que se almacena en el material varia desde un pequeño porcentaje hasta 10% aproximadamente
(figura 8.2), dependiendo de la deformación La energía almacenada increment a al aumentar el
porcentaje de deformación, pero en una proporción decreciente, de tal forma que la fracción de la
energía total almacenada en el metal disminuye con el aumento de la deformación.
Figura 8.2 Energía almacenada del trabajo en Figura 8.3 Representación gráfica del efecto
frío y fracción del trabajo total de de la densidad de defectos, sobre la
deformación que queda como energía resistencia de las aleaciones.
almacenada en cobre de gran pureza,
en función del alargamiento en tensión.
(Gordon P., Trans. AIME, 203, 1955, p.
1043)
362
tener hasta 1012 dislocaciones/cm2, las dislocaciones son defectos del cristal y como ya se vio están
asociadas a un incremento de energía de acuerdo a su longitud, así, al aumentar la densidad de
dislocaciones aumenta la energía del material deformado, las dislocaciones forman marañas, dejando
zonas sin estos defectos llamadas celdas, las cuales son importantes durante el recocido para la
formación de los nuevos granos (Figura 8.4).
(a) (b)
Figura 8.4 Arreglo de dislocaciones producido por la deformación plástica en el hierro. (a) 9% de
deformación bajo tensión a 293 K. (b) 7% de deformación a 138 K. (From Keh and
Weissmann (1963), Electrón Microscopy and Strength of Crystals, p 231, Interscience.)
La deformación plástica no solo produce defectos lineales como son las dislocaciones, sino también
otros más como son vacancias, átomos intersticiales, fallas de apilamiento y límites de macla. La
cantidad de energía almacenada que es producida por cada uno de los defectos depende de dos
factores, la energía por defecto y su densidad. Los dos defectos más importantes producidos por
deformación a bajas temperaturas son las dislocaciones y las vacancias. Las vacancias son
solamente una pequeña fracción de la energía almacenada de modo que la porción principal de esta
energía, generalmente alrededor de un 80 a 90%, se de be a la generación de dislocaciones.
La energía libre de un metal deformado es mayor que la de un metal recocido en una cantidad
aproximadamente igual a la energía de deformación almacenada. Mientras que la deformación
plástica aumenta ciertamente la entropía de un metal, el efecto es pequeño comparado al aumento en
energía interna, ΔU, (la energía de deformación retenida). El término –TΔS en la ecuación de energía
libre puede no considerarse y el aumento en la energía libre (ΔG) es igualado directamente a la
energía almacenada:
G U TS 8.1
Quedando:
G U 8.2
363
ΔG es la energía libre asociada con el trabajo en frió, ΔU es la energía de deformación interna o
almacenada, ΔS es el aumento en entropía debido al trabajo en frío y T Temperatura absoluta.
Anteriormente se señalo que cuando se deforma la red cristalina se tendrá que el área bajo la curva
esfuerzo - deformación elástica (bajo las condiciones en que se encuentra), corresponde a la energía
de deformación ΔU, y a la vez a la energía almacenada, así:
E 2
U 8.3
2 2
Donde σ es la resistencia a la tensión, ε la deformación y E el modulo de Young.
Debido a que la energía libre de los metales trabajados en frío es superior que la de los metales
recocidos, se pueden ablandar espontáneamente, al generarse reacciones que ocasionan que el
metal retorne a un estado más estable desde el punto de vista estructura.
Muchas de estas reacciones implican procesos de difusión y por lo tanto, son extremadamente
sensibles a la temperatura. Por lo que, calentando una aleación deformada se induce su retorno al
estado de recocido.
El análisis de la liberación de la energía almacenada, aporta información sobre las reacciones que
ocurren cuando un metal trabajado en frío pasa a su estado de recocido. Para este análisis se
presentan dos métodos, el primero es por recocido anisotérmico, y el segundo recocido isotérmico.
Método por recocido anisotérmico: la aleación trabajada en frío se calienta continuamente desde una
temperatura baja a una superior y la liberación de la energía se determina en función de la
temperatura. Una forma del recocido anisotérmico mide la diferencia en potencia requerida para
calentar dos probetas similares a la misma velocidad. Una de las cuales es trabajada en frío antes del
ciclo de recocido, en tanto que la otra sin deformación sirve de referencia. Durante el ciclo de
calentamiento, la probeta trabajada en frío sufre reacciones que liberan calor y bajan la fuerza
requerida para calentarla en comparación con la requerida para calentar la probeta estándar.
Mediciones de la diferencia en potencia proporcionan una evidencia directa del grado a que se libera
calor en la probeta en frío. La figura 8.5 a, muestra una curva de recocido anisotérmico típica para
cobre comercialmente puro (99.97%). Es notable que se libera algún calor a tempe ratura solo un poco
más elevada que la ambiente.
(a) (b)
Figura 8.5 (a) Curva de recocido anisotérmico cobre electrolítico. (Clarebrough, H.M., Harbreaves,
M.E., y West, G.W., Proc. Roy. Soc. Londres, 232 A, 1955, p. 252). (b) Curva de recocido isotérmico
cobre de gran pureza. (Gordon, P., Trans. AIME, 203, 1955 p 1043).
364
Recocido isotérmico, aquí se mide la energía liberada mientras se mantiene a la probeta a una
temperatura constante. La figura 8.5 b. Es representativa del tipo de curvas obtenidas en un este tipo
de recocidos. El dato para esta curva fue obtenido con la ayuda de un microcalorímetro con una
sensitividad capaz de medir un flujo de calor tan bajo como 0.003 cal por hora.
Por ambos métodos, las curvas de liberación de energía muestran un máximo, este corresponde a la
formación de los nuevos granos libres de deformación, los cuales crecen a expensas de los granos
deformados, bajando la energía libre del sistema, o bien es el proceso de recristalización propiamente
dicho. La energía que ha sido liberada previa a la recristalización, (área anterior de la línea punteada
figuras 8.5 a y b), en el caso del recocido anisotérmico, comienza a temperaturas muy por debajo de
las cuales inicia la recristalización. En la curva de recocido isotérmico la liberación inicia junto con el
ciclo de recocido y casi completa antes de iniciar la recristalización. La parte del ciclo de recocido que
corresponde a estas áreas es la denominada recuperación. El crecimiento de grano ocurre cuando
se continúa el recocido después de que se ha concluido la recristalización, el cual continúa con una
disminución de energía, en este caso debido a la disminución de superficie de límites de grano.
Cuando un metal ha sido trabajado en frío, todas sus propiedades físicas y mecánicas han variad o, ha
sufrido endurecimiento por trabajo o llamado también Acritud, disminuye la densidad (por incremento
de vacancias y dislocaciones de borde) , resistencia eléctrica, resistencia mecánica, disminuye su
ductilidad. Tomando monocristales que han sido flexionados, y se les hacen estudios por la técnica de
Laue (difractometría de rayos X), los diagramas no muestran los puntos definidos sino presentan
asterismo pronunciado, se ven como líneas u óvalos, a consecuencia de que los planos de la red
cristalina están curvados, y en el caso de los difractogramas de Debye-Sherrer de la aleación
policristalina deformada, las líneas de difracción no las presenta agudas, sino ensanchadas, como
consecuencia de la naturaleza confusa de las tensiones y deformaciones residuales (enmarañamiento
de dislocaciones), que permanecen en un metal policristalino después del trabajo en frío.
365
más la aniquilación y redistribución de las dislocaciones, lo que da por resultado una reducción
pronunciada en los esfuerzos internos de los granos.
(a) (b)
Figura 8.6 (a) Muestra un difractograma de un monocristal deformado, presentando asterismo,
compararlo con los puntos de un monocristal sin deformación (b).
La figura 8.7, muestra una curva de recocido anisotérmico correspondiente a la energía liberada en
níquel policristalino trabajado en frío cuando se le calienta. La cresta en un punto c define la región de
366
la recristalización la fracción de energía liberada durante la recuperación en este metal es mucho
mayor que la del ejemplo de la figura 8.5a. En el mismo diagrama están trazadas las curvas de
variación de la resistividad durante el proceso de recocido, y el cambio de dureza, tamaño de la celda
y la densidad.
Es difícil especificar exactamente los mecanismos sin embargo se pueden visualizar en función de la
temperatura, a temperaturas bajas será movimiento de vacancias, a temperaturas intermedias,
movimiento de vacancias y deslizamiento y reacción entre dislocaciones, y a temperaturas elevadas,
difusión de vacancias además movimiento y trepado de dislocaciones de borde. También es necesario
considerar si son monocristales o policristales.
367
separados por paredes de dislocaciones, que les dan orientaciones ligeramente diferentes. Y se
puede observar en el diagrama de Laue en cambio, según se ve en la figura 8.9, Entre mayor sea la
temperatura el proceso de poligonización será mas eficaz y eficiente, la distancia entre sublímites de
grano será mayor, debido a su dependencia directa con la difusión.
Figura 8.8 Aniquilación de dislocaciones de borde que se deslizan por el mismo plano.
(a) (b)
(c) (d)
Figura 8.9 Diagrama de Laue mostrando como la poligonización fragmenta las reflexiones de rayos X
asteriadas en una serie de puntos separados . (a) Corresponde a un monocristal flexionado;
(b) El mismo cristal después del recocido muestra poligonización. (c) Dislocaciones en un
monocristal flexionado. (d) Representación del ordenamiento de las dislocaciones de borde,
durante la poligonización.
368
final de la etapa de recuperación, para dar inic io a la etapa de recristalización, estos subgranos
empieza a aumentar su tamaño.
En un recocido isotérmico, la velocidad a la que ocurre un proceso de recuperación dis minuye siempre
con el tiempo, esto es comienza con rapidez y continua a una velocidad cada vez menor según se
gasta la fuerza impulsora para la reacción.
Las reacciones que ocurren durante la recuperación continúan durante el proceso de recristalización.
En las zonas que aun estén deformadas.
Si un monocristal es deformado por deslizamiento simple, de tal forma que no flexione a la red
cristalina, es bastante posible recuperar por completo su dureza sin la recristalización de la muestra.
En realidad, es normalmente imposible recristalizar un cristal deformado solo por corrimiento fácil, aun
si se le calienta a temperaturas tan elevadas como las de punto de fusión. La figura 8.12 a, muestra
esquemáticamente una curva esfuerzo-deformación para un cristal simple de zinc sometido a tensión
a temperatura ambiente donde se deforma por deslizamiento basal.
Supóngase que el cristal es cargado originalmente hasta el punto a y entonces se elimina la carga, si
se vuelve a aplicar la carga después de un tiempo de reposo (30 segundos por ejemplo), no fluirá
plásticamente hasta que el esfuerzo de tensión casi alcance el valor obtenido justo antes de suprimir
369
la carga en el primer ciclo. Sin embargo, hay una disminución definitiva en el esfuerzo de tensión al
cual comienza a fluir el cristal la segunda vez. Este esfuerzo de deformación plástica será igual al
obtenido al final del ciclo de tensión previo, solo si se le descarga y vuelve a cargar sin perdida de
tiempo. En esta forma, la recuperación del límite de fluencia comienza rápidamente. El límite de
fluencia puede recuperarse por completo en un cristal de zinc a temperatura ambiente en el periodo
de un día. Esto se muestra por el tercer ciclo de carga en la figura 8.12. Este diagrama de tensión-
deformación indica un hecho bien conocido: la velocidad a la cual se recobra isotérmicamente una
propiedad es una función decreciente del tiempo. La figura 8.13, muestra gráficamente este efecto
trazando el límite de fluencia de los cristales de zinc deformados, como una función del tiempo para
diferentes temperaturas de recuperación. En este caso, los cristales fueron deformados plásticamente
por deslizamiento simple a 223 K y recocidos en forma isotérmica a las temperaturas de 253 K, y 283
K. Lo cual confirma las observaciones previas sobre el efecto de la temperatura sobre la velocidad de
recuperación. Por lo tanto, puede demostrarse que la recuperación en los cristales de zinc deformados
por deslizamiento simple se puede expresar en términos de una activación simple, o ley tipo
Arrhenius, como sigue:
1 Q
RT
Ae 8.4
En donde es el tiempo necesario para recuperar una fracción determinada de la recuperación total
del limite de fluencia, R la constante general de los gases ideales, T temperatura absoluta. A una
constante de proporcionalidad, Q la energía de activación para la recuperació n, es aproximadamente
el mismo valor que la energía de activación para la autodifusión, porque incluye los procesos de
formación y movimiento de vacancias.
(a) (b)
Figura 8.12 (a) Relación esfuerzo cortante-deformación por corte para los monocristales de Zn. (b)
Variación tiempo-temperatura del esfuerzo de cedencia durante la recuperación.
Supóngase ahora que la reacción ha proseguido en la misma exten sión a dos temperaturas diferentes
por lo tanto se tiene
Q Q
RT1 RT2
A 1 e A 2 e 8.5
Reordenando:
Q
Q 1 1
1 e RT 2
R T T
2 1
Q e 8.6
2
e RT 1
370
La energía de activación Q para la recuperación del punto de fluencia en el zinc es de 20 Kcal/mol,
según Drouard, Washburn y Parker. Así en un monocristal de Zinc sometido a tensión se recupera un
cuarto de su limite de fluencia original en 5 minutos a 273 K, se puede esperar que la misma ca ntidad
de recuperación a 300 K sea en 0.18 minutos (10.9 segundos). Pero si se disminuye la temperatura a
223 K la recuperación es en 19461minutos (13 días, 12 horas, 22 minutos)
De forma general se puede analizar la recuperación para cualquier propiedad física, considérese para
es esfuerzo, , para el cual el cambio durante la recuperación puede expresar de la siguiente forma:
0 d 8.7
Siendo 0 el valor del esfuerzo en estado recocido antes de la deformación, y d el incremento del
esfuerzo debido a los defectos producidos por la deformación. Se supondrá que d es proporcional a
la concentración a la concentración volumétrica de defectos, C d, producidos por deformación,
quedando la ecuación de la siguiente forma:
0 b Cd 8.8
d 0 dC
b d 8.9
dt dt
La velocidad de disminución de los defectos es función de la concentración y la movilidad de los
mismos. Esto se puede tratar como una reacción química, y de esta forma se tiene que la velocidad
cumple con la ley exponencial:
dC d n
Q
k C d e KT 8.10
dt
En donde Q es la energía de activación para la recuperación, n es uno para la cinética de primer
orden, dos para la de segundo orden, y k es una constante. De las tres ecuaciones anteriores se llega
a:
d 0 Q
KT
n
Ae dt 8.11
0
En donde A es una nueva constante. Y se obtiene para la cinética de primer orden:
Q
In 0 c A t e KT
8.12
Algunos experimentos sobre el hierro dan un valor para la energía de activación Q, cercano a la
energía interna necesaria para el movimiento de vacancias, ΔU, en tiempos cortos de recuperación,
y cercanos a Q de autodifusión en tiempos largos. Este resultado indica que el mecanismo de
recuperación depende del tiempo, implicando migración de vacancias en tiempos cortos y
escalamiento de dislocaciones en tiempos largo.
371
8.3 MECANISMOS DE NUCLEACIÓN PARA LA RECRISTALIZACIÓN
Debido a que los núcleos se forman en regiones de deformación severa localizada, los lugares donde
aparecen son aparentemente predeterminados, y se debe cumplir con ciertas características, primero,
una región de un cristal puede volverse un núcleo y crecer solo si su tamaño excede de algún valor
mínimo, por ejemplo Detert y Zieb calcularon que en un metal deformado con una densidad de
dislocaciones de 1012 cm-2, un núcleo ha de tener un diámetro mayor de unos 15 nm para ser capaz
de crecer (toda la teoría básica de nucleación y crecimiento se verá en las asignaturas Diagramas de
Equilibrio y en Solidificación). Segundo, la formación de un núcleo es que sea rodeado, al menos en
parte por el equivalente de un límite de grano de ángulo grande, debido a que los límites de grano de
ángulo pequeño tienen muy baja movilidad.
Bailey y Hirsch, propusieron para la nucleación, que si existe una diferencia en la densidad de las
dislocaciones a través de un limite de grano en un metal trabajado en frío, entonces durante el
recocido una parte del grano más perfecto puede moverse dentro del grano menos perfecto
(comprobado en el microscopio electrónico), bajo las fuerza impulsoras asociadas con la diferencia
en la energía de esfuerzo a través del límite. Esto seria realizado por el movimiento hacia delante del
límite de grano de manera que forme una saliente, como se indica en la figura 8.13. Este movimiento
del límite debería barrer en forma efectiva las dislocaciones a su paso, creando en consecuencia un
pequeño volumen del cristal relativamente libre de tensiones. Si esta saliente excede del tamaño de
núcleo critico, serán satisfechas ambas condiciones primarias para la formación de un núcleo.
Figura 8.13 El mecanismo del saliente o protuberancia para la formación de un núcleo en u n límite de
grano, según Bailey y Hirsch.
372
Considerando entonces, que el fenómeno de nucleación es esencialmente un fenómeno de
crecimiento, según se comprobó en observaciones en el microscopio electrónico, y suponiendo que el
límite móvil está fijo en dos puntos conforme se va curvando, lo cual se observa en la figura 8.13. Si
dV es el cambio de volumen que ocurre al pasar de una posición 1 a una posición 2 y ΔG el cambio
total de energía libre por unidad de volumen, la energía libre superficial del límite, , y la energía
almacenada por unidad de volumen en el grano trabajado en frío Ua. Para el límite que se mueva
desde la posición 1 hasta la 2, un balance de energía libre proporciona que:
dA
G U a 8.13
dV
En este caso la energía almacenada del nuevo grano formado atrás del límite en movimiento se
considera nula, puesto que su concentración de dislocaciones corresponde a la de recocido .
Geométricamente se deduce que para el movimiento de cualquier superficie semiesférica de área A,
su variación respecto al volumen es:
dA 1 1
8.14
dV r1 r2
2
G U a 8.15
r
Para que el núcleo crezca se requiere que el valor de ΔG sea negativo, y para que esto se cumpla el
valor de Ua debe de ser mayor que 2/r. Debido a que el límite se encuentra anclado a una distancia
2 a el radio, se deduce que al ir avanzando la intercara, habrá un momento en el cual el radio de
curvatura sea un mínimo, r = a. Por lo cual, para que avance la intercara del límite del núcleo en
crecimiento es necesario que:
2
Ua 8.16
a
De acuerdo a esto, la nucleación se efectúa a lo largo de límites de grano originales en puntos donde
resalta una protuberancia de 2 a y corresponde a dos granos vecinos uno de alta densidad de
dislocaciones y el otro de baja densidad.
El tiempo antes de que la protuberancia alcance el tamaño crítico y sea núcleo estará dado por la
movilidad B del límite, La velocidad del límite se expresa por:
U a 2 r
V B 8.17
Donde λ es el espesor del límite, si éste se considera constante durante el crecimiento del núcleo, la
velocidad de avance de la intercara dependerá de B, así el mecanismo de crecimiento se efectúa en
límites de grano que tengan alta movilidad, lo cual se cumple en los límites de grano de ángulo
grande.
373
Crecimiento de subgranos o celdas libres de dislocaciones. En este caso son dos los
mecanismos posibles, uno es donde los subgranos crecen ya sea por el mecanismo de
coalescencia o por el desplazamiento del límite del subgrano, en ambos debe de tener el
tamaño suficiente para crecer.
La eliminación de un límite de subgrano debe resultar en una rotación relativa de los dos subgranos
que se combinan. Este proceso se muestra esquemáticamente en la figura 8.11, En la parte A de esta
ilustración, se muestran dos subgranos a punto de coalescer, Obsérvese que no tienen la misma
orientación. Para remover el sublímite que los separa, debe haber una rotación relativa de uno o
ambos subgranos. En las ilustraciones B y C se muestra el giro. Los efectos de tensión superficial de
límite de grano harán que las secciones BCD y GHI se enderecen disminuyendo la energía del nuevo
grano al disminuir su superficie. Esta coalescencia de subgranos puede considerarse como producto
de un movimiento efectivo de las dislocaciones hacia fuera del límite original CH que separa a los dos
subgranos y dentro de la superficie remanente de los subgranos combinados. Esto, por supuesto hace
que esta superficie sea de energía elevada. En general, puede suponerse que en este proceso están
involucrados tanto la ascensión como el deslizamiento. Como la ascensión implica movimiento de
vacancias, se requieren temperaturas no muy elevadas. Una extensión de este proceso puede resultar
eventualmente en un grano pequeño rodeado de un límite de ángulo grande de tamaño lo bastante
grande para crecer en forma progresiva en la matriz deformada que todavía lo rodea.
La fuerza impulsora para la recristalización procede de la energía almacenada del trabajo en frío. En
los casos en donde la poligonización se completa esencialmente antes de que comience la
recristalización, puede suponerse que la energía almacenada esta confinada a las dislocaciones en
las paredes poligonales. La eliminación de los sublímites es una parte básica del proceso de
recristalización.
Se puede concluir que la nucleación de los granos resulta del crecimiento repentino de un límite de
movilidad elevada. Los cuales son:
Límite de grano original de ángulo grande.
Límite de subgrano de ángulo relativamente grande, formado por un mecanismo de
alargamiento de subgranos.
Límite ya formado con subgrano de ángulo modificado por nuevos arreglos atómicos
desconocidos.
Tamaño de grano. Es necesario considerar también que cuando un metal policristalino es trabajado
en frío, los límites de grano actúan para interrumpir los procesos de deslizamiento que ocurren en los
cristales. Como consecuencia, la red adyacente a los limites de grano está, en promedio, mucho más
distorsionada que la del centro de los granos. La disminuci ón del tamaño de grano aumenta el área de
límite de grano y, en consecuencia, el volumen y uniformidad de metal distorsionado (adyacente a los
límites del grano) Este efecto aumenta el número de posibles lugares de nucleación y, por tanto,
mientras más pequeños sean los granos del metal antes del trabajo en frío, mayor será la velocidad
de nucleación y mas pequeño el tamaño de grano recristalizado para un grado determinado de
deformación.
374
ciclo de recocido y cuenta para la liberación inicial de energía, mientras que la recristalización inicia
después, cuando se tiene la máxima liberación de energía. La velocidad a la cual se recristalizará el
volumen total en nuevos granos, libres de deformación, es una función de la velocidad de enucleación
y de la velocidad de crecimiento de dichos granos.
Figura 8.14 Curvas de transformación isotérmica (recristalización) para cobre puro (99.999%de Cu)
laminado en frío en un 98% (Decaer, B.F., y Harper, D., Trans. AIME, 188, 1950, p 887)
Figura 8.15 Cantidad de fase transformada como una función del tiempo en una aleación
sobresaturada.
375
Una línea horizontal trazada por las curvas de la figura 8.14 corresponde a una fracción de
recristalización constante. Para el propósito de esta discusión, trácese arbitrariamente la línea al valor
correspondiente a una recristalización del 50%. La intersección de esta línea con ca da una de las
curvas de la recristalización isotérmica da el tiempo, a una temperatura determinada, requerido para
recristalizar la mitad de la estructura. Desígnese este intervalo de tiempo por el símbolo . La figura
8.16. Muestra a graficada como una función de la reciproca de la temperatura absoluta. La curva de
la figura 7.16. es una línea recta, la cual muestra que los datos de la recristalización para este metal
(cobre puro) pueden ser expresados como una ecuación empírica de la forma
1 1
K log C 8.18
T
En donde K es la pendiente de la curva y C la intercepción de la curva con el eje de las ordenadas.
Una ecuación para esta forma puede escribirse como ecuación de Arrhenius.
1 Qr
RT
Ae 8.19
En donde 1/ es la velocidad a la cual se recristaliza el 50% de la estructura, R es la constante para
gases ideales, y Qr la energía de activación para la recristalización.
Figura 8.16 Dependencia del tiempo requerido para el 50% de recristalización en función de la
temperatura absoluta (K) (decaer, B.F., y Harper, D., Trans. AIME, 188, 1950, p 887)
376
cristalización, el cual puede incluir el tiempo justo para comenzar la formación de granos nuevos, o el
tiempo justo para completar el proceso, o diferentes porcentajes de avance.
Temperatura de recristalización es a la cual un metal en particular con una cantidad determin ada de
deformación en frío recristaliza por completo en un periodo de tiempo finito, usualmente una hora. Sin
embargo, si se eleva la temperatura apenas 10 K por arriba de la temperatura de recristalización el
tiempo disminuye rápidamente, aproximadamente 0.5 horas, pero si la temperatura baja 10 K, el
tiempo incrementa hasta dos horas. Por lo que, esta sensibilidad del proceso de recristalización a
pequeños cambios en la temperatura hace pensar que el metal tiene una temperatura fija, por debajo
de la cual no recristalizará, y por esta razón, hay la tendencia a considerar la temperatura de
recristalización como una propiedad del metal y a despreciar el factor tiempo en la recristalización.
El efecto de la deformación sobre la recristalización. En la figura 8.16, se han graficado dos curvas
proporcionales de la recristalización similares a la figura 8.19. Estas difieren únicamente en que
representan la recristalización de zirconio en lugar de la del cobre, y que se observa la velocidad a la
que se completa la recristalización en lugar de la mitad de esta. Los datos están graficados en el
sentido usual (log 1/ contra 1/T), pero para lectura conveniente, la abscisa y la ordenada están
expresadas en grados Kelvin y en horas, respectivamente. Las dos curvas representan datos de
probetas trabajadas en frío en diferentes cantidades. En ambos casos, el metal zircon io fue trabajado
en frío por estampado. El estampado es un medio de deformación mecánica empleado en varillas
cilíndricas en las cuales se reduce uniformemente el diámetro de la varilla en un martillo mecánico
equipado con matrices rotatorias. La cantidad de este trabajo en frío se mide en términos de
porcentaje de reducción en área de la sección transversal cilíndrica. La curva de la izquierda de la
figura 8.19; corresponde a probetas con un área transversal reducida en un 13 %, en tanto que la
curva de la derecha representa muestras que han sufrido una reducción en área mayor a 51%. Las
dos curvas muestran claramente que la recristalización es promovida aumentando la cantidad de
trabajo en frío. Cuando se le recuece a la misma temperatura, el metal con mayor cantidad de trabajo
en frío recristaliza con mayor rapidez que cuando la reducción es menor. Como un ejemplo a 826 K el
tiempo para completar la recristalización es de 1.6 y 40 horas para las reducciones en área mayor y
menor respectiva.
El crecimiento del grano recristalizado, depende de la fuerza impulsora que ahora es la energía de
superficie de los límites de grano. Según crece el tamaño los granos y su número decrece, el área de
los límites disminuye, por lo tanto la energía de superficie total d esciende proporcionalmente. Un
ejemplo sencillo donde se puede visualizar este crecimiento, es en la espuma de jabón, donde las
celdas grandes crecen a expensas de las pequeñas, de forma semejante en los metales los granos
grandes crecen y los pequeños desaparecen, ya que estos últimos tienen mayor energía al tener
relativamente una mayor energía de superficie, de esta forma el sistema o volumen total disminuye su
energía.
velocidad Ae Qr RT
8.9
Esta ecuación empírica revela poco sobre el mecanismo atómico que ocurre durante la
recristalización. Esto se debe al carácter doble de una reacción de nucleación y crecimiento. La
377
velocidad a la que recristaliza un metal depende de la velocidad a que se forme el núcleo, y también
de la velocidad a la cual crece este. Estas dos velocidades determinan también el tamaño de grano
final de un metal recristalizado. Si el núcleo se forma rápidamente y crece con lentitud, se formaran
muchos cristales antes de que sus choques mutuos completen el proceso de recristalización. En este
caso, el tamaño final de grano será pequeño. Por otra parte, el tamaño del grano s erá grande si la
velocidad de nucleación N es lenta comparada con la velocidad de crecimiento G . La cinética de
la recristalización puede describirse con frecuencia en términos de estas dos velocidades.
Figura 8.17 Relación tiempo-temperatura para la recristalización del circonio (yoduro) correspondiente
a dos cantidades diferentes de trabajo en frío. (Treco. T. M., Proc., 1956, AIME Regional Conference
en Reactive Metals, p 136)
Figura 8.18 Variación con el tiempo del radio de un grano de fase nueva.
La velocidad de nucleación N se define como el número de núcleos que se forman por segundo en
un centímetro cúbico de matriz sin cristalizar. Este parámetro se refiere a la matriz sin cristalizar
porque la porción recristalizada es inactiva en cuanto a nucleación posterior. La velocidad lineal de
378
crecimiento G , se define como velocidad de cambio en el diámetro de un grano recristalizado. En la
práctica G , se mide recociendo cierto número de probetas idénticas por periodos de tiempo
diferentes a una temperatura isotérmica seleccionada. El diámetro del grano más grande en cada
probeta es medido después de que las probetas han sido enfriadas a temperatura ambiente y
preparadas metalográficamente. La variación de este diámetro con el tiempo de recocido isotérmico
da la velocidad de crecimiento G . La velocidad de nucleación se puede determinar de las mismas
probetas metalográficas contando el número de granos por área unitaria sobre la superficie de cada
una. Entonces, se pueden utilizar estas mediciones de densidad de superficie para proporcionar el
número de granos recristalizados por volumen unitario. Por supuesto, cada determinación debe ser
corregida para el volumen de la matriz que ha recristalizado.
Se han derivado varias ecuaciones con los parámetros N y G , los cuales expresan la cantidad de
recristalización como una función del tiempo. Ejemplo de ellas es la denominada de Jonson-Mehl.
Tomando en cuenta que la etapa de recristalización se produce por la nucleación de granos nuevos
sin deformación que crecen y consumen la matriz trabajada en frío, y que la velocidad a la cual se
transforma el volumen en granos nuevos es una función de la velocidad de nucleación y de la
velocidad de crecimiento de granos, en base a esto, se tienen las ecuaciones de velocidad de
nucleación y crecimiento
(a) (b)
Figura 8.19 (a) Representación de los núcleos real y fantasma en una matriz que se transforma. ( b )
Volumen asociado con los núcleos formados durante intervalos específicos.
r G t 8.20
La velocidad de crecimiento se expresa por G , y está definida como dr/dt. Si se toma el núcleo como
una esfera se tiene:
4
Volumen transformado por núcleo G 3 t 3 8.21
3
379
Con esta ecuación se tiene el volumen transformado por núcleo, es necesario determinar el número
de núcleos, la velocidad de nucleación N está dada por:
nim n r n f 8.23
El volumen asociado con los núcleos imaginarios puede expresarse de la forma siguiente:
t 4 3
Volumen imaginario transforma do G 3 t NV dt 8.24
0
3
La primera parte de la integral corresponde al volumen por cada núcleo, y la segunda es el número
de núcleos imaginarios formados.
Considerando la figura 8.19 b, para visualizar esta ecuación, donde se tiene que, el tiempo durante el
cual ocurre la transformación es dividido arbitrariamente en periodos Δt, el número de núcleos
formados durante cada uno de estos periodos es NVdt , el volumen de los núcleos formados en el
último intervalo es N V t 4 G
3
t 3 3 . Así, el volumen de los núcleos formados durante el
primer periodo es:
N
4 3
Volumen imaginario transforma do G 3 ni t NV dt 8.25
ni 1 3
dnR dVR dX R
8.27
dni dVi dX i
Si se designa a ρ como la densidad de núcleos, entonces dρ es la variación del número de núcleos
formado por unidad de volumen en un tiempo dt, teniendo por consecuencia (dn R = Vndρ) y (dni =V
380
dρ). Supóngame que los núcleos se forman aleatóriamente en toda la matriz. Esto significa que dρ es
independiente de la composición, por lo tanto se tiene:
dn R Vn V Vt
1 X R 8.28
dni V V
Donde Vt es la fracción de volumen transformado, V n el volumen de los núcleos, De las ecuaciones
8.28 y 8.27, se llega a:
dX R
1 X R 8.29
dX i
Integrando desde el inicio donde ambas fracciones valen cero hasta condiciones finales y
reordenando términos:
X R 1 e Xi 8.30
Suponiendo que G y N son constantes y que es sumamente pequeño, al integrar la ecuación 8.26
se tiene para la fracción de volumen imaginaria transformada X i:
NG 4
Xi t 8.31
3
Sustituyendo Xi en la ecuación 8.30, se obtiene la ecuación para calcular la fracción volumétrica
transformada real.
N G t 4
3
X R 1 e 8.32
Figura 8.20 Gráfico que representa la ecuación de Jonson-Mehl, para tres valores diferentes de G y
N.
381
8.5 CONTROL DE LA TEMPERATURA DE RECRISTALIZACIÓN Y EL TAMAÑO DE GRANO
2.85
t 0.95 8.33
NG
3
N y G se incrementan con la temperatura, por lo cual se espera que esta ecuación 8.33, varíe con
de acuerdo a la temperatura según se indica en la figura 8.21. En el gráfico se visualiza la temperatura
de recristalización correspondiente a 1 hora, según definición, y es claro como a mayor temperatura el
tiempo la variación del tiempo es asintótico, lo mismo al disminuir la temperatura es cla ro como
incrementa en forma muy rápida el tiempo necesario para que se efectúa la recristalización. Si N y
G se disminuyen, por ejemplo al incrementar la deformación previa según se ve en la figura 8.22, la
curva es desplazada según se indica con la línea punteada, disminuyendo la temperatura de
recristalización, esto indica una relación inversa entre N y G y el tiempo de recristalización.
El tamaño de grano recristalizado se puede determinar utilizando la ecuación de Jonson -Mehl, d, varía
según:
14
G
d b 8.34
N
Donde b es una constante de proporcionalidad. La ecuación demuestra cualitativamente, que a alta
velocidad de nucleación y baja velocidad de crecimiento es posible tener tamaño de grano
recristalizado pequeño, debido a que el número de granos nucleados es alto y poco su crecimiento.
382
constante con respecto a la temperatura, De aquí que d sea una función débil de la temperatura de
recocido, se podría decir independiente de la temperatura pero dependiente de la deformación previa .
El tamaño de grano previo, es de gran importancia en el tamaño de grano final, puesto que a menor
tamaño de grano la energía almacenada es mayor, puesto que los límites de grano son obstáculos
para el deslizamiento de las dislocaciones. Así, la temperatura de recristalización disminuye al
disminuir el tamaño de grano original.
Las impurezas también impiden el movimiento de las dislocaciones, provocan aumento en la cantidad
de energía almacenada, pero también impiden el movimiento de la intercara, este último efecto hace
que disminuya la velocidad de nucleación y de crecimientos, por lo que se espera una temperatura de
recristalización superior, al adicionar impurezas. Para una igualdad en deformación plástica, la
presencia de impurezas permite una energía almacenada mayor. Ya que N / G aumenta con la
cantidad de energía almacenada, entonces, es posible que las impurezas ayuden a lograr un tamaño
grano recristalizado más pequeño.
383
CUESTIONARIO
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