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ECONOMICOS DE LAS
RELACIONES SINO-AFRICANAS
2. DESARROLLO
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Koutoudjian, Adolfo, “Determinantes geo-económicos de la política mundial” en CENEGRI (Rio de Janeiro),año III, Vol. I, N°5
(Julio-Dezembro, 2006),pp-1-19.
desarrollo en las próximas tres décadas seguirá siendo la energía en base a
hidrocarburos
Uno de los factores determinantes del desarrollo geopolítico mundial está
caracterizado por la constante y larvada puja en pos del dominio de los recursos
naturales estratégicos, especialmente los energéticos. El que posea el control sobre
ellos tendrá el poder de regular el ritmo de crecimiento económico del mundo. Los
principales actores de esta contienda son EE.UU. , Europa Occidental y Asia Oriental.
Simultáneamente en el marco de la dinámica geopolítica surgen otros grandes actores
como Rusia, China, India y Brasil.
Dado que el 61% de las reservas mundiales de petróleo están en Medio Oriente
y el 40% del gas en Asia Central y Medio Oriente, las continuas dificultades del
abastecimiento del Medio Oriente y la cartelización de sus productores, hace mas
estratégica que nunca la exportación del gas natural de Asia Central hacia las 2
grandes penínsulas de Eurasia
El control del abastecimiento regular de esos hidrocarburos asiáticos y los países
que atravesaran sus ductos como así también los mares circundantes son la llave
estratégica del dominio de la Isla Mundial de Mackinder. A través de esos hidrocarburos
se puede llegar a regular el ritmo de crecimiento económico de Europa Occidental y
Asia Oriental, principales bloques económicos-políticos que disputan la hegemonía
durante el presente siglo.
La propia Rusia puede volver a ser el país llave del control energético de Eurasia
y, de paso volver a restaurar la hegemonía que conquistó durante un siglo y medio en
Asia. China con una tasa anual de crecimiento del 8% del PNB en los últimos 15 años y
con perspectivas de mantener ese ritmo, como así también la India son también actores
claves de este gran juego estratégico del siglo XXI.
Para los EE.UU, el control directo o indirecto de la gigantesca región es
condición sine qua non de su hegemonía estratégica planetaria.
Los intereses estratégicos actuales cambian parcialmente de sustancia, dado
que no se definen por la posición relativa en los marcos de las guerras ideológicas, sino
en el marco del acceso, apropiación y flujo de recursos energéticos en primer lugar y de
recursos de subsistencia general en segundo lugar, como son el agua potable, la tierra
cultivable, los minerales críticos, regiones de gran biodiversidad y mares costeños con
yacimientos de hidrocarburos.
Es desde esta perspectiva de análisis que África adquiere una creciente
relevancia en el mapa geopolítico mundial, ya que es para China una fuente importante
de recursos minerales, energéticos, de tierras cultivables y de agua potable. Todos
recursos que van a ser estratégicos en el presente siglo y que son indispensables para
su elevado crecimiento económico.
2.2 Antecedentes
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Para consultar todos los datos y cifras véase “La política africana de Pekín: ¿oportunidad o amenaza?. Carlota García Encina. Real
Instituto Elcano. ARI Nº 27/2006.”
millones de dólares. También ha incrementado su participación en Guinea Ecuatorial y
Gabón, y está efectuando exploraciones en Mali, Mauritania, Níger, Etiopía y Chad.
Por último, China busca en África proveerse de alimentos. El 37% del territorio
chino acusa los efectos de la degradación de la tierra y de la deforestación y sus áreas
de cultivo soportan un uso excesivo de pesticidas y abonos químicos. Dado el
crecimiento de la población, y la pérdida de tierra para la agricultura cedida a la
industria, Pekín se ha introducido en el sector pesquero de Gabón y Namibia y en el
sector agrícola de Zambia, Tanzania y Zimbabue. Ya en los años 60 China inició
numerosos proyectos de ayuda con la creación de cooperativas agrícolas en la
República del Congo, la República Democrática del Congo, Guinea, Mali, Mauritania y
Níger. Dicha cooperación ha cambiado sobre todo tras el ingreso de China en la
Organización Mundial del Comercio en 2001, cuando la agricultura se convirtió en una
de sus principales preocupaciones por temor al proceso de adaptación de su sector
agrícola a las reglas de la organización. El actual Gobierno de Pekín impulsa a las
compañías a invertir en forma de joint ventures.
China resulta también atractiva para los países africanos porque ofrece
alternativas a las reformas políticas, económicas y de desarrollo abanderadas por
Occidente y compendiadas en el denominado Consenso de Washington. Con un
crecimiento espectacular que le ha llevado desde el estatus de país pobre a potencia
económica, China elaboró su propia receta de modelo económico que rechaza la
noción de entregarse al tutelaje del Fondo Monetario Internacional y sus reglas como
indispensables para el desarrollo sostenido. Para aquellos países africanos donde las
elites han visto amenazados sus intereses en los preceptos del Consenso de
Washington, les resulta interesante aprender de los asiáticos. Además, numerosos
ministerios de la China Popular, incluyendo los de Ciencia y Tecnología, Agricultura,
Comercio y Educación trabajan con los gobiernos africanos para formar funcionarios y
desarrollar los recursos humanos.
Sabedor de que cae bien en el continente africano, China apoya esa imagen con
numerosos gestos que forman parte de una cuidada diplomacia simbólica, acompañada
siempre de numerosos proyectos institucionales que promocionan los encuentros
diplomáticos y de alto nivel. Realiza gestos importantes como su compromiso de
cancelar 1.200 millones de deuda de 31 países africanos, o la creciente participación en
operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU en África. También ha realizado un
gran esfuerzo diplomático en el sector de la sanidad, con una fuerte presencia de
médicos y la participación en la formación de nuevos profesionales, la construcción de
hospitales y provisión de medicinas, y el desarrollo de programas para la prevención y
lucha contra el SIDA y la malaria. Uno de los gestos más emblemáticos que se
mantiene desde hace muchos años es que los cancilleres chinos empiezan la actividad
diplomática de cada año con un viaje a varios países africanos como primer destino
extranjero. También participa en la construcción de edificios e infraestructuras
representativas. Fomenta el turismo entre ambas regiones y ha otorgado a otros ocho
países africanos el estatus de destino oficial para turistas chinos.
3. CONCLUSIONES
En este contexto cabe preguntarse donde están los límites de la presencia china
en África. El principal interrogante que surge es cuales son los beneficios y los costos
implícitos en la relación sino-africana para los propios africanos, y si dicha relación
puede derivar en una situación de neo-colonialismo para el continente africano.
China busca mostrarse como una potencia económica en ascenso, que está
comprometida con el desarrollo económico del continente africano y que busca
consolidar la cooperación Sur-Sur. Sin embargo, aparecen las primeras evidencias y
signos de alerta, de los costos que la relación sino-africano ha generado a los propios
africanos.
4. BIBLIOGRAFÍA
- Muekalia, D.J. 2004, "Africa and China's strategic partnership", African Security
Review 13 (1): 5–11
- LYMAN, Princeton, “China´s rising role in Africa”, Council on Foreign Relations, July
21,2005. Disponible en
http://www.cfr.org/publication/8436/chinas_rising_role_in_africa.html