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ciencia y práctica

RelaciónCéntrica.MétodosdeObtención

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MaxillariS Mayo 2006


DR. CARLOS A. ACUÑA PRIANO
Odontólogo
Dedicación exclusiva: Rehabilitación Oral Integral.
Presidente del Departamento de Oclusión de Sociedad Española de Odontología Computarizada.
Miembro fundador de la Academia Internacional de Implantología y Periodoncia.
cartito48@hotmail.com
Málaga.

Un tema tan trillado como la denominada relación céntrica máxima, pues si no entregaremos al sistema un auténtico
llama a los más diversos profesionales a preguntarse a menu- “cerrojo” con el que trabaremos a nivel oclusal una desarmo-
do si es real su importancia y de qué manera su carencia nía de conjunción entre los componentes de la articulación,
induce a la presencia o no de patología. que, si a lo mejor no presentaba síntomas antes de la recons-
Es cierto que los procesos de adaptación del organismo trucción, probablemente lo haga a posteriori.
suelen compensar situaciones al margen de la normalidad, si Debemos concebir la relación céntrica con la simpleza
por normalidad entendemos aquellas situaciones originales con que concebimos la situación estática de cualquier otra
que la naturaleza entregó al soma humano para funcionar, y la articulación del organismo.
distinguimos fehacientemente de otras a las que podemos En el caso de la ATM, al constar ésta de dos cóndilos
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denominar “habitualidad” o “frecuencialidad” con las que insertados en las dos cavidades glenoideas y que entre
el organismo suele funcionar sin síntomas. Un individuo ambos conjuntos se interponen dos discos interarticulares,
puede muy frecuentemente funcionar con gafas después de que son anatómicamente aplanados en sus porciones cen-
los cuarenta años o con una hipoacusia viviendo en ciudades trales, observamos que esta adaptación no sería necesaria si
con alta frecuencia de ruidos. Pero, ¿es normal usar gafas des- simplemente la convexidad del cóndilo mandibular se
pués de los cuarenta o tener hipoacusia por estar sometido a adaptara a la concavidad de la cavidad glenoidea, y que la
grandes ruidos? Es frecuente, es habitual, pero no es normal. porción central, avascular, preparada para recibir presiones,
La articulación temporomandibular, diartrosis bicondílea, adapta la porción posterior del cóndilo temporal, que cons-
es la única del organismo que se mueve simultáneamente de tituye la pared anterior de la cavidad glenoidea contra la
ambos lados durante los procesos propios del aparato esto- convexidad de la cara superoanterior del cóndilo temporal.
matognático. Esta situación está mantenida por todo el conjunto tendi-
La fiabilidad de sus funciones debe ser coordinada entre sí, noso/capsular y por la acción de un músculo especial deno-
para poder desarrollar una dinámica libre de disfunciones. minado pterigoideo externo (figs. 1 y 2).
Si bien es cierto que rehabilitar una boca no siempre En el plano sagital podemos observar que su haz superior,
exige la búsqueda de una relación céntrica en conjunción por sus inserciones netamente anteriores, tiene una dirección
con la oclusión céntrica, también es cierto que, aún care- anterosuperior, mientras que su haz inferior lleva una dirección
ciendo de síntomas articulares, cuando es necesario recons- oblicua, antero-intero inferior. Esto es importante pues, si bien
truir ampliamente una boca, es fundamental buscar exhausti- existe coincidencia de recorrido condilar durante la propul-
vamente la coincidencia entre relación céntrica y oclusión sión y la lateralidad, en un registro de los mismos en el plano

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Fig. 1.

Fig. 2.

Fig. 3. Fig. 4. Fig. 5.

sagital, observaremos que más allá de los 8 mm de recorrido, En 1978, Celenza y Nadeskin establecieron ésta como
el trazo se desvía formando un ángulo entre propulsión y late- una posición óptima del conjunto cóndilo-disco-cóndilo,
ralidad, ángulo que se denomina de Fisher. Si este ángulo se concepto que se acepta como el mejor, con el consenso en
produce antes de los 8 mm, según algunos autores hay pato- 1987 de quienes aceptaron el nuevo glosario de términos
logía. Al contraerse, siendo móvil su inserción posterior, pro- prostodónticos. De manera que, de acuerdo con el mismo,
duce un movimiento de propulsión mandibular cuando lo decimos que:
74 hace simultaneamente de ambos lados y de lateralidad hacia “Relación céntrica es la relación maxilomandibular,
el lado opuesto cuando se contrae sólo uno de ellos. en la cual los cóndilos articulan con la porción más
Cuando el músculo está relajado, la ATM se encuen- delgada avascular de sus discos respectivos en una
tra en su posición esqueletal fisiológica, posición alta- posición anterosuperior, contra las vertientes de las
mente controvertida y que, a través de los años, se la ha ido eminencias articulares”.
definiendo de maneras diferentes. Desde ser llamada “la Hemos dicho que la relación céntrica debe coincidir con
más posterior” por Mc Collum en 1939 a “la más superior y la máxima intercuspidación en situaciones de operar en pre-
posterior” por Granger en 1962, o bien “la más superior, sencia de una disfunción sintomática o al rehabilitar una
media y posterior” por Stuart y Golden en 1981, la relación boca completa. Sin embargo, hemos de centrarnos en los
céntrica ha sido objeto de los mayores deseos definitorios. distintos métodos de obtención de la misma, durante la
El mayor responsable de esta posición, el músculo pteri- consecución de los registros intermaxilares, a fin de poder
goideo externo, está inervado por el nervio del mismo nom- montar el modelo inferior en un articulador.
bre, rama del temporobucal y rama del mandibular. Es un Históricamente, es extenso el campo de los métodos
músculo corto, de acción lenta pero de capacidad de con- usados; incluso ha llegado a recurrirse al uso de mentoneras
tracción sostenida. que forzaban la mandíbula hacia atrás, en un esfuerzo por
Investigaciones electromiográficas (Willamson, Univ. de reponer la posteriorización que por entonces se pregonaba
Georgia) han podido establecer que, aún en reposo, el haz (fig. 3).
superior aporta un estado de semicontracción leve, que Entre las múltiples técnicas manuales (pulgar en el men-
mantiene el disco asentado contra la vertiente funcional del tón, índice submentón/pulgar en borde incisal, índice sub-
cóndilo temporal. mentón, etc.) (figs. 4 y 5) que conllevan, debido al fulcro

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que produce la inserción en el cuello del cóndilo el liga- mulo a través de las fibras periodontales, el que por vía
mento temporomandibular, a un descenso del mismo, aferente llega al SNC, cuya respuesta eferente es la contrac-
alejándolo de la posición fisiológica (fig. 6). ción fundamentalmente de las fibras anteriores del múscu-
Destaca, sin duda, la técnica bimanual de Peter Dawson, lo temporal, elevadoras por excelencia (de la misma mane-
siendo tal vez la más certera de estas técnicas, aunque requie- ra que cuando se muerde a nivel de premolares y molares
re gran entrenamiento por parte del operador (figs. 7 y 8). son los músculos masetero y pterigoideo interno, los que
Son, por fin, los desprogramadores oclusales los que resultan contraidos).
permiten una obtención mucho más fisiológica y sin forza- Al estimular con los desprogramadores un músculo ele-
mientos, entre los que tenemos el rollo de algodón, el Jig de vador (temporal) estamos efectuando la relajación del pteri-

Fig. 6. Fig. 7. Fig. 8.

Lucía, el BOPAYACU (bóveda palatina y apoyo central goideo externo, que es depresor y responsable del aleja-
único), etc. (figs. 9 a 13b). Entre ellos, son a mi criterio las miento del cóndilo mandibular por fuera de su asentamien-
láminas de Long las que permiten mayor fiabilidad del pro- to fisiológico: “relación céntrica”. Es esta una forma de rom-
cedimiento, ya que éste se realiza progresivamente a través per con el patrón de memoria muscular: “Engrama” que la
de un largo período de tiempo (1 hora o más). oclusión genera para morder permanentemente de una
Las laminillas de Long consisten en un conjunto de espe- determinada manera en el caso de que dicha oclusión obli-
sores de plástico del grosor de un papel de articular grueso gue al cóndilo mandibular a desplazarse.
(20 micras), de un ancho aproximado al de un borde y Asimismo, al permitir que el proceso sea paulatino, la
medio incisal de una pieza anterior, unidas por cualquier desprogramación se produce de manera lenta y sin forza-
76 elemento vinculante (fig. 14). mientos, hasta alcanzar una situación posicional producto
Sabemos por fisiología muscular del fenómeno de “iner- de la relajación del músculo responsable y de la fijación que
vación recíproca” que cuando se estimula excitatoriamente el complejo tendinoso establece.
un músculo protagonista, el correspondiente antagonista se Por otro lado, al ir abriendo paulatinamente la boca des-
relaja. conectamos aquellos puntos de contacto que obligan a la
También es de todos conocido que la mordida de mandíbula a viajar por fuera de la relación céntrica (figs. 15
algún elemento por las piezas anteriores conduce el estí- y 16).

Fig. 9. Fig. 10. Fig. 11.

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Fig. 12. Fig. 13a. Fig. 13b.

Fig. 14. Fig. 15. Fig. 16.

El análisis de los dibujos siguientes permite comprender el fenómeno:

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Fig. 18.

Fig. 17.
Figura 18. Abertura bucal: el músculo pterigoideo externo
disminuye su longitud acercando su inserción posterior móvil
Figura 17. Situación ideal normal: la mandíbula, trabajando en a su inserción anterior fija. La ATM migra en sentido postero-
una palanca de clase III, con una longitud muscular correcta, anterior en la traslación necesaria para que la boca se abra, y
las ATM centradas, las piezas posteriores en equilibrio y las las piezas posteriores y anteriores quedan desvinculadas
piezas anteriores acopladas. debido a la abertura.

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Figura 19. Presencia de una interferencia: se produce una


alteración de la anatomía oclusal natural por la presencia de
una obturación elevada, un onlay sin anatomía, una corona
fuera de la alineación tridimensional o, simplemente, por
piezas esqueletalmente no alineadas.
Fig. 19.

Figura 20. Migración mandibular producto de la interferen-


cia: ante la imposibilidad de cerrar la boca en la anterior
postura, dado que la interferencia es lo único que toca impi-
diendo el cierre, el sistema nervioso central recibe una
nueva información aferente postural, cuya respuesta eferen-
te es indicar a la musculatura cerrar la boca en una posición
de conveniencia en la que exista una intercuspidación ade-
cuada para masticar con más puntos de contacto que el
único que ofrece la interferencia.
Se establece un nuevo arco de cierre, la ATM queda tra-
bajando fuera de su relación céntrica, el pterigoideo exter-
no debe trabajar con su longitud normal disminuida, las
fuerzas que reciben las piezas posteriores están fuera de su
eje axial, las piezas anteriores rompen su punto de acopla-
miento, transformándolo en un contacto absoluto, y la man-
díbula comienza a trabajar según esquema de una palanca
de clase I o primer género.
Fig. 20.
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Figura 21. Recuperación de la centricidad debido


a la interposición de laminillas de Long: al interpo-
ner sucesivamente pequeños espesores plásticos
entre los dientes anteriores, la boca se va abrien-
do de manera muy lenta. Eso permite recuperar la
longitud muscular muy poco a poco del pterigoi-
deo externo, debido a que se estimula excitato-
riamente a las fibras anteriores del temporal, al
mismo tiempo que se desvinculan los contactos
posteriores generadores de la situación adelanta-
da de la mandibula (y generalmente también late-
ralizada). Este es un proceso que muchas veces
alcanza la hora cuando no hora y media, a través
del cual, a medida que la mandíbula va posterio-
rizando, se van presentando nuevos contactos
interferentes, que deberán ser desvinculados to-
talmente antes de tomar el registro.
Fig. 21.

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Sintetizando: los fundamentos neurofisiológicos del uso de las laminillas de Long son:

a Al interponer un elemento entre los inci- b Al estimular un músculo elevador,


sivos, estamos estimulando la acción del por acción recíproca, relajamos el
músculo temporal, que, debido a la pterigoideo externo que es depresor.
dirección de sus fibras anteriores, eleva
la coronoides, y con ella al cóndilo en la
misma dirección.

c Al relajar el pterigoideo externo, rom- d Desvinculamos el sector posterior,


pemos el espasmo que lleva a la mandí- responsable del punto prematuro.
bula fuera de su posición fisiológica.

e Rompemos el Engrama establecido a


partir del punto prematuro.

Nota:

Dibujos y esquemas tomados del libro: Oclusión Orgánica... un camino hacia la Rehabilitación Oral, del autor del pre-
sente artículo (en preparación).

82 Bibliografía
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