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LA LEY ORGANICA DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL V

Por: FERNANDO AUGUSTO RAMIREZ GUERRERO*

Mediante la ley 76 de 1985 fue creada la Región de Planificación de la Costa Atlántica


conformada por el territorio correspondiente a los Departamentos de Atlántico, Bolívar,
Córdoba, Magdalena, Sucre, Guajira y Cesar y a la antigua Intendencia Especial de San
Andrés y Providencia. Por su parte el artículo 16 de la misma ley, concedió facultades
extraordinarias al Presidente de la República para que expidiera normas encaminadas a
la creación de regiones de planificación en todo el territorio nacional, distintas a la
región de planificación de la Costa Atlántica que por dicha ley fue creada. Así mismo,
dispuso que las regiones de planificación podrán estar conformadas por todo o parte del
territorio correspondiente a los departamentos, intendencias y comisarías, existentes en
ese entonces. Pero preciso que el territorio del Distrito Especial de Bogotá, deberá
considerarse en todo caso como una región independiente.

Por su parte la ley orgánica 152 de 1994 de planeación, determinó que los Consejos
Regionales de Planificación, creados por la ley 75 de 1986 promoverán dentro del
término de dos años contados a partir de la promulgación de esta Ley (19 de julio de
1994), la organización de las regiones de que trata el artículo 306 de la Constitución, así
como la obligación asignada a los gobernadores de definir los términos de dicha
transición, dentro de los seis meses siguientes a la entrada en vigencia de la mencionada
norma jurídica. Dicho plazo fue ampliado al 1o. de enero del año 2000, por la Ley 290
de 1996, la cual dispuso que concluidos los dos años, concedidos para tal fin, la
organización administrativa y financiera de los actuales Consejos Regionales de
Planificación, CORPES, dejarán de existir. Sin embargo, la misma ley determinó que en
tanto se constituyan las Regiones Administrativas y de Planificación, las funciones y
atribuciones que les son asignadas en esta Ley, serán ejercidas por los actuales
CORPES.

Es decir, la ley orgánica de plan de desarrollo dio un plazo perentorio a los


gobernadores para promover la organización de las regiones administrativas y de
planificación, cuyo objeto principal es el desarrollo económico y social del territorio de
los departamentos que constituyan la respectiva región. Huelga advertir que la calidad
de entidad territorial sólo la adquieren las regiones si el Congreso de la República
expide la ley orgánica de ordenamiento territorial, si la comisión de ordenamiento
territorial expide su concepto previo, y si el mismo Congreso por ley especial convoca a
referendo a los ciudadanos de los departamentos interesados.

Es conveniente traer a colación que el artículo 38 transitorio Constitucional ordeno al


gobierno nacional para organizar e integrar una comisión de ordenamiento territorial, la
cual tenía como labor realizar los estudios y formular ante las autoridades competentes
las recomendaciones que considerara del caso para acomodar la división territorial del
país a las disposiciones de la Constitución; en efecto, mediante el decreto 2868 del 21
de diciembre de 1991 el gobierno nacional conformo la mencionada comisión, integrada
por ex constituyentes y expertos en temas de ordenamiento territorial.

Respecto de las regiones, en el concepto emitido por la Comisión de Ordenamiento


Territorial, que es de rango constitucional se lee lo siguiente:
“6. Regiones. La Comisión estima que para su conformación deben darse los pasos
establecidos en la Constitución (Artículos 306 y 307 C.P), así:
a) Consagrarse en la ley, conforme a las exigencias constitucionales correspondientes,
las condiciones para la creación de Regiones Administrativas y de Planificación como
entidades especiales de derecho público, y los requisitos para convertirse en entidad
territorial. Esta ley debe inspirarse en las reglas aceptadas de unidad nacional,
autonomía y descentralización administrativa. En este sentido, conviene que el
Congreso trate el tema regional de manera integral, con toda su complejidad.
b) Reconocer que exista el acto asociativo voluntario de los departamentos que deseen
constituir una Región Administrativa y de Planificación. Este acto debe protocolizarse
por los respectivos gobernadores y asambleas de los departamentos.
c) Expedir una ley, de carácter ordinario, que previo el cumplimiento de los requisitos
legales, autorice la conversión de una Región Administrativa y de Planificación en
entidad territorial de manera particular en cada caso, incluyendo las bases de su propio
estatuto.
d) Efectuar una consulta popular que apruebe la conversión de la Región en entidad
territorial y apruebe los estatutos que van a regir su organización y funcionamiento.
Como las regiones en su primera etapa tienen funciones de administración y
planificación, se entiende que recibirán en estos campos delegaciones de atribuciones de
la Nación y de los departamentos constituyentes. Una vez constituidas, las Regiones
deben participar en la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo, en el Consejo
Nacional de Política Económica y Social, el Consejo Nacional de Planeación, el Comité
Nacional de Regalías y organismos nacionales similares. Al mismo tiempo, deberán
absorber a los Consejos Regionales de Planificación Económica y Social (CORPES) en
sus ramas técnicas, total o parcialmente según la jurisdicción de los departamentos
involucrados (Artículo 285 C.P.).
La estructura de una Región Administrativa y de Planificación puede conformarse con
un consejo de gobernadores, un director ejecutivo regional, y una unidad técnica
regional. Las funciones de esta última podrían ser desempeñadas por los CORPES,
complementados con los jefes de planeación departamentales. Este tipo de región debe
contar con funciones amplias y recursos suficientes, definidos legalmente, para prevenir
fallas que puedan condenar ese paso al fracaso. Conviene estudiar también fórmulas que
privilegien requisitos de capacidad conjunta de desarrollo socio-económico, común y
contigüidad geográfica, para evitar conformar Regiones no viables o inconvenientes
para el conjunto nacional.”
El texto anterior debe formar parte de la exposición de motivos de cualquier proyecto de
ley de ordenamiento territorial y ser la estructura normativa de las normas orgánicas que
se aprueben. Ojalá el proyecto que cursa actualmente en el Congreso de la República,
no pierda la brújula dejada por la Comisión y al fin, al cumplir veinte años la Carta
Política de 1991, nazca a la vida jurídica, la tan ansiada ley que tanto reclama la
provincia colombiana.
*Constituyente de la fundación democracia y libertad, abogado constitucionalista.
fargo1949@gmail.com // www.fernandoaugustoramirezguerrero.com //
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