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Esté día en sí, no fue grato, sino hasta el final.

A las 5:30 am abrí mis ojos y me permití


observar embelesada el alba que se asomaba con pequeños destellos por la ventana. Me
levante y me preparé para ir a la naval. Luego de una travesía un poco extensa llegué a mi
destino y a las 7:30am nos permitieron entrar a la naval. Formamos 10 columnas seguidas
de la formación completa del CINU. Y luego de un rato de espera por el Primer Teniente
Tovar y de ubicarnos por carreras, entregamos parte al Mayor Lemen Gonzáles, Director de
la extensión Puerto Píritu, procedimos entonces a rendirle honores a la bandera recalcando
aquí que solo rinden homenaje a la bandera aquellos que tengan gorras. Caímos en a
discreción y luego nos pusimos firmes, rompimos filas y fuimos separados por carreras.

El CINU de Administración de Desastres quedó al mando del Sargento Y


procedimos a practicar Orden cerrado. El Orden cerrado, consiste en la ejecución
ordenada, precisa y simultánea de movimientos. Los mismos están inclinados a crear
destreza, coordinación y acostumbrar al soldado a responder al impulso del Comando
promoviendo el espíritu de trabajo en equipo. Tanto para el recluta como para el que no ha
llegado a comprender la necesidad de la instrucción, ésta resulta fastidiosa y desprovista de
importancia. De allí que el instructor motive a sus hombres, para hacerles entender que, aún
los detalles aparentemente insignificantes, como unir los dedos al saludar, pegar las manos
en la posición de firme, no levantar la pierna exageradamente al efectuar un giro, entre otro,
son la base de la precisión y marcialidad y al mismo tiempo la clave de la disciplina, y que
la no observancia de dichos detalles, influye negativamente en la formación del soldado y
acarrea, como consecuencia, el resabio y la desmoralización.

Llegando a este punto se nos permite concluir que el orden cerrado no constituye un fin,
sino un medio para lograr un fin. Como pelotón nuevo ingreso, las fallas que cometimos
fueron evidentes, lo que llevo a que fuésemos sancionados en más de una ocasión. Las
sanciones son cantadas de la siguiente manera: La voz de mando, con voz fuerte y firme
dice: ¡ABAJO! El pelotón procede a bajar diciendo: UNEFA. La voz de mando luego dice:
¡ARRIBA! Y nuevamente el pelotón procede a subir diciendo: POR VENEZUELA. Sin
necesidad de recurrir a una exageración concluyo que el pelotón formado del CINU de
Administración de Desastre fue castigado con 5 repeticiones de 10 por su mal manejo a la
hora de ejecutar los pasos dictados por la voz de mando.

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