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CTP El Detoxificante Perfecto -

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CTP El Detoxificante Perfecto


En Soria Natural, la investigación rigurosa siempre ha formado parte esencial de nuestra
evolución como empresa y ha constituido una de nuestras prioridades. Gracias a ello,
hoy en día, después de 10 años de intenso trabajo, os podemos aportar un nuevo
producto que es el resultado de las investigaciones específicas seguidas con una línea de
células, ya que las indagaciones continúan con otras múltiples líneas celulares.

Os presentamos un producto: CTP, El Detoxificante Perfecto. Se elabora a base de


Lepidium latifolium, y a través de los múltiples estudios realizados hemos tenido la
posibilidad de conocer con mayor precisión, no sólo su composición en principios
activos (hasta ahora no muy conocida), sino que también hemos descubierto y
comprobado que presenta, entre otras acciones, una gran capacidad detoxificante
celular, hasta ahora ignorada, que aporta grandes beneficios a la salud (entre ellos el de
reducir el riesgo de desarrollar determinados procesos degenerativos).

Ya en el siglo XIX el biólogo, médico y fisiólogo francés Claude Bernard, postuló que
lo que ocasiona la enfermedad no son los gérmenes (bacterias, virus, etc.), sino el estado
del medio interno del cuerpo o “terreno”, que ha perdido la capacidad para combatir a
los agentes invasores. Los higienistas afirman que los mencionados gérmenes, sólo
pueden vivir en un “terreno toxémico o sucio”. El término “terreno” se refiere a la
célula y al espacio extracelular, a través del cual a la célula le llegan los nutrientesy
también productos tóxicos exógenos y hacia el que la célula expulsa sus productos de
desecho endógenos.

Según el estado de su “terreno”, entre otras cosas, la persona puede gozar de buena o de
mala salud, ya que los organismos patógenos sólo se desarrollan cuando se produce un
desequilibrio del medio interno del organismo, que permite la proliferación de
microorganismos patógenos. Esto explica porqué los virus, por ejemplo, afectan a unas
personas y a otras no. El virus proliferará su potencial patógeno únicamente en un
organismo que no puede defenderse; es decir, si el “terreno”, por la razón que sea, está
debilitado o “sucio”.

Esta afirmación le valió a Claude Bernard un enfrentamiento con otro científico


contemporáneo, Louis Pasteur, el cual sostenía una posición antagónica. Tras años de
enfrentamiento, Pasteur en su lecho de muerte reconoció la labor de Claude Bernard
afirmando que «Claude Bernard tiene razón; el agente o microbio no es nada, el terreno
lo es todo». Pasteur fue uno de los principales investigadores que postuló la teoría
microbiana según la cual los gérmenes eran los causantes de los síntomas mal llamados
enfermedades.

También elaboró la vacuna contra el ántrax y contra la rabia y con sus ideas contribuyó
al desarrollo posterior de los antibióticos. Resumiendo: Si mantenemos limpio el
terreno, los microbios no pueden proliferar y por tanto la salud no se resiente y no se
manifiesta ningún síntoma de ésta proliferación. En consecuencia, nuestro sistema
defensivo se mantendrá robusto y no será tan necesario estimularlo.

Las células están constantemente expuestas a lo que conocemos como tóxicos


endógenos (son los producidos por el propio metabolismo celular) y tóxicos exógenos
(provienen de los alimentos que ingerimos, del aire que respiramos, del medio
ambiente, de los medicamentos, estrés, hábitos tóxicos, etc.). En condiciones normales,
un cuerpo sano está preparado para controlar y eliminar un determinado nivel de
toxinas, diferente en cada persona, y que los higienistas llaman “umbral de tolerancia
toxémico”. Sin embargo, ¿qué es lo que sucede cuando disminuye la capacidad
excretora de los órganos emuntorios (hígado, riñones, intestinos, pulmones, piel,
sistema linfático, etc.) y se rebasa el “umbral de tolerancia toxémico”?. Pues
sencillamente que dichas toxinas se acumulan en él y pueden amenazar su equilibrio
funcional. La toxicidad intracelular es una de las principales causas que genera
alteraciones en las células. A medida que las moléculas tóxicas se van acumulando
progresivamente dentro de la célula, bloquean su funcionamiento y ocasionan ciertos
desequilibrios fisiológicos. Este “envenenamiento” progresivo y prolongado de la
célula, puede terminar por originar alteraciones del ADN nuclear y provocar anomalías,
que conducen a que el individuo enferme y al envejecimiento prematuro del organismo,
que se refleja en el sin número de malestares crónicos y autoinmunes, así como de
cualquier otro, que hoy padece la sociedad del bienestar.

Nuestro departamento de I+D+i durante 10 años ha estado investigando la posible


acción beneficiosa del Lepidium latifolium sobre distintos tipos de células cancerosas.
Como consecuencia de ello, empezamos a buscar, a través de diferentes líneas de
investigación, una explicación sobre el mecanismo de acción mediante el cual el
Lepidium latifolium podía ejercer dicha acción, ya que hasta entonces su composición
química era poco conocida.

Las investigaciones científicas llevadas a cabo, han comprobado y puesto de manifiesto


que determinadas moléculas producidas en la metabolización de algunos componentes
del Lepidium latifolium, tienen actividad biológica (alil-isotiocianato o isotiocianato de
alilo y el 1-ciano-2,3-epitiopropano o CETP) y presentan importantes aplicaciones
beneficiosas para la salud. Se ha observado que son potentes inductores de la
detoxificación de sustancias altamente tóxicas, debido a su capacidad de estimular las
enzimas de la fase II de detoxificación, tales como la quinona reductasa, la glutatión-
S-transferasa y la glucuronosil transferasa, que modifican la molécula tóxica y la
hacen más hidrosoluble para facilitar su eliminación. Esto constituye una poderosa
estrategia para neutralizar, además de las sustancias químicas potencialmente tóxicas,
los radicales libres, responsables del envejecimiento y del daño celular, antes de que
puedan dañar el ADN e iniciar el desarrollo de distintas patologías degenerativas y otros
muchos perniciosos efectos sobre la salud.
Como vemos, el organismo está constantemente expuesto a un gran número de
diferentes sustancias exógenas o provenientes del exterior (xenobióticos, medicamentos,
radiaciones, alimentarias, etc.) y endógenas o derivadas del propio metabolismo celular
(amoniaco, urea, ácido úrico, bilirrubina, etc.) que pueden acumularse en los tejidos y
alterar su buen funcionamiento.

La gran mayoría de las sustancias tóxicas presentan tres características: son liposolubles
(atraviesan fácilmente las membranas celulares), apolares (no son solubles en agua) y se
reabsorben a nivel del túbulo renal (vuelven a la sangre y no se eliminan por la orina),
por lo que pueden permanecer largo tiempo en el organismo.

Para reducir la posibilidad de que una sustancia produzca una respuesta tóxica en el
organismo, podemos hacer dos cosas: Disminuir la cantidad de sustancia que le llega a
los tejidos, en su forma activa, y disminuir el tiempo que dicha sustancia permanece en
contacto con los tejidos. Esto lo podemos lograr mediante la disminución de la
capacidad de difusión de la sustancia e incrementando su velocidad de eliminación (esto
es lo que hace el CTP).

Uno de los mecanismos más importantes, a través del cual el organismo se defiende e
impide que las sustancias tóxicas le generen daño, es el denominado de
Biotransformación.

La biotransformación, es el conjunto de reacciones químicas que se producen en las


células de los tejidos, para transformar las sustancias tóxicas en sustancias más polares
(así se reduce su velocidad de difusión) y solubles en agua, para facilitar su eliminación
por la orina y la bilis. Este mecanismo, se utiliza tanto para metabolizar las sustancias
exógenas como endógenas y se realiza principalmente en el hígado, pero también en
otros tejidos u órganos como la sangre, riñón, pulmón y placenta.

El proceso de biotransformación, comienza desde el mismo momento en que la


sustancia tóxica ingresa en la célula y se realiza a través de las reacciones de la fase I
y las reacciones de la fase II. Con las reacciones de la fase I, se modifican las moléculas
tóxicas para que puedan actuar las enzimas de la fase II y así poder transformarlas en
otras sustancias más hidrosolubles, que son fácilmente excretadas por el organismo.

- Reacciones de la fase I: Es el conjunto de reacciones químicas (oxidación, reducción,


hidrólisis, etc.), llevadas a cabo por las enzimas amino-oxigenasas y los citocromos P-
450, normalmente existentes en el organismo en cantidades suficientes, a través de las
cuales se modifica la estructura química de la molécula tóxica (introduciendo nuevos
grupos funcionales), lo que puede hacer que la sustancia sea menos dañina que la
sustancia original pero también puede convertirla en una sustancia más tóxica
(bioactivación). Además, durante los procesos de oxidación realizados por la citocromo
P-450 se pueden generar una serie de radicales libres que pueden producir daño celular.
Si estos radicales libres, o los metabolitos intermedios más tóxicos se acumulan en las
células pueden producir un daño que afecte no sólo a la función celular sino también a
su ADN. Por todo esto, lo que nos interesa es estimular las reacciones de la fase II.

- Reacciones de la fase II:Son reacciones de conjugación, a través de las cuales las


moléculas generadas en la fase I se combinan con determinadas sustancias endógenas
(ácido glucurónico, sulfato, glutation, etc.), para disminuir su difusión a través de las
membranas celulares y aumentar aún más la hidrosolubilidad de los compuestos y por lo
tanto hacerlos más fácilmente excretables por la orina y la bilis. Las enzimas encargadas
de estas reacciones son, principalmente, la quinona reductasa, la glutatión-S-transferasa
y la glucuronosil transferasa. Estas enzimas también presentan un efecto antioxidante
indirecto muy importante ya que impiden que los radicales libres causen daño a las
células.

CTP-El Detoxificante Perfecto, actúa a este nivel, estimulando las enzimas de la fase II
lo que produce, entre otras, dos acciones muy beneficiosas:

 Favorece y aumenta las reacciones a través de las cuales las sustancias tóxicas se
hacen más hidrosolubles, mejorando su excreción y así evitamos el acumulo de
estas sustancias en las células del organismo.
 Estimula la captación y neutralización de radicales libres e inhibe su formación
(acción antioxidante indirecta). Además, potencia la acción de otros
antioxidantes y los regenera.

CTP Resultado de años de investigación de Soria Natural

Ha sido después de múltiples estudios, cuando hemos podido constatar la capacidad


detoxificante celular de la crucífera Lepidium latifolium. Para ello, se le ha sometido a
un proceso de elaboración, partiendo de plantas cultivadas ecológica y
biodinámicamente, en un ambiente muy adverso a 1200 metros sobre el nivel del mar,
con un ciclo vital muy corto como es el de Soria (4-5 meses), para favorecer la
concentración de principios activos y la carencia absoluta de metales pesados, tan
frecuentes en las crucíferas, utilizando en dicho proceso solamente las hojas tiernas de
menos de un mes de vida. De ésta forma, se ha llegado a conseguir una materia prima
de inmejorable calidad. Afirmamos esto porque hemos comparado una muestra de
nuestra producción, con muestras conseguidas en otros lugares de España, con el
siguiente resultado:

Origen Contenido en Sinigrina % sobre muestra


Garray (Soria) 2,9% 100
Iturmendi (Navarra) 1,35% 46,7
Talavera la Real (Badajoz) 0,76% 26,2
Calpe (Alicante) 0,37% 11,6

Esta planta hasta ahora, era conocida fundamentalmente por su efecto diurético,
(Navarro et al, 1994), por su capacidad de disolver los cálculos de las vías urinarias y
también por su aplicación en el tratamiento de la hiperplasia de próstata (Martínez
Caballero et al, 2004).

Según nuestras últimas investigaciones, hemos averiguado nuevas acciones muy


importantes de determinados principios activos del Lepidium latifolium, que se
basan en el descubrimiento por el departamento de I+D+i de Soria Natural de
nuevas moléculas desconocidas hasta ahora y que contiene la planta, como C16
H23 NO9, C17 H25 NO9 y otras, a las que todavía no hemos puesto nombre, ya que
hay que determinar su estructura molecular.
Soria Natural dispone de tecnología muy avanzada que nos permite contribuir, de
forma destacada y eficiente, al mayor conocimiento y difusión de las plantas
medicinales.

Aplicamos técnicas como HPLC-DAD (cromatografía líquida de alta presión con


detector de diodos), que pueden confirmar la presencia de compuestos ya descritos en la
bibliografía previamente y cuantificarlos simplemente por comparación de la señal de la
muestra y del patrón puro que queremos cuantificar. Pero para descubrir nuevos
compuestos desconocidos y de los que no existen patrones, son necesarias técnicas más
sofisticadas, las cuales también aplicamos, como HPLC-MS/MS (cromatografía líquida
de alta presión acoplada a un espectrómetro de masas), que permiten determinar el peso
molecular exacto del compuesto desconocido y de esta manera, el software de este
aparato genera múltiples combinaciones sumando los pesos de los átomos simples que
existen en el universo (carbono (C), nitrógeno (N), oxígeno (O), hidrógeno (H), etc.),
hasta generar una combinación cuya suma de los pesos atómicos coincida exactamente
con el peso molecular del compuesto desconocido. De esta forma, nuestro equipo de
I+D+i, puede profundizar en el conocimiento de las plantas medicinales (en este caso
del Lepidium latifolium) y descubrir moléculas existentes en ellas que no se conocen.

A partir de muchos ensayos, de los cuales pasaremos a describiros los más


significativos, nuestro laboratorio ha intentando localizar los componentes responsables
de esta actividad de detoxificación celular del Lepidium latifolium y ha conseguido dar
luz sobre algunos de ellos. El Lepidium latifolium es especialmente rico en un
glucosinolato llamado sinigrina, el cual como tal no tiene actividad detoxificante, pero
si ésta molécula es degradada por una enzima que se encuentra en la misma planta, la
mirosinasa o glucohidrolasa de tioglucósido (Prakash D and Gupta C, 2012; Zhou C,
Tokuhisa JG et al, 2012; Bones AM and Rossiter JT, 2006; Holst B and Williamson G,
2004), o que también está presente en las bacterias de nuestro intestino (Fahey JW,
Wehage SL et al, 2012; Rouzaud G, Young SA et al, 2004; Krul C, Humblot C et al,
2002; Getahun SM and Chung, 1999; Shapiro TA, Fahey JW et al, 1998), se forman
moléculas que sí presentan la actividad detoxificante, en concreto el alilisotiocianato y
otra con mayor actividad inductora el 1,ciano-2-3 epitiopropano (CETP).

También aparecen otros dos productos de degradación de la sinigrina pero se comprobó


que no colaboran en esta actividad, mediante su aislamiento en nuestra planta
experimental de fluidos supercríticos y posterior comparación con el sulforafano, hasta
ahora el detoxificante natural más reconocido, tal como más adelante se detalla en la
descripción de estos ensayos.

La molécula que presenta una mayor actividad es el CETP, pero no está presenta en la
planta. Procede de la degradación espontánea de la sinigrina (ésta sí presente en el
Lepidium latifolium) y se origina al trocear, licuar, etc., la planta por acción enzimática,
o también ya dentro del aparato digestivo por la misma acción, como se ha explicado.
En condiciones normales, es la molécula que se forma en menor cantidad, cuando la
sinigrina se degrada, pero conformado el Lepidium como está en el CTP, hemos
conseguido que la práctica totalidad de la sinigrina, se convierta en CETP dentro del
sistema digestivo.

Además, es una molécula muy volátil, por lo que su manipulación a lo largo de


cualquier proceso industrial, es realmente compleja y para nosotros se ha mostrado
imposible de controlar, razón por la cual, hemos desarrollado el CTP, para conseguir
que la sinigrina se transforme en CETP, dentro del aparato digestivo, en vez de en el
exterior donde se volatiliza de inmediato, y así pueda pasar directamente a ser
aprovechada por el organismo.

La cantidad de este producto de hidrólisis generado por la mirosinasa es dependiente de


la estructura y del tipo de glucosinolatos que tenga la planta (sinigrina, glucorafanina,
gluconasturtina, glucotropaeolina, etc.) y de las condiciones de reacción (pH, presencia
de proteínas epitiospecíficas (ESP), iones ferrosos (Fe2+), proteínas formadoras de
tiocianatos (TFP), temperatura, etc.) (Cartea ME, Velasco P et al, 2008; Kushad MM,
Brown AF et al, 1999; Rosa EAS, 1997; Rosa EAS, Heaney RK el al, 1994).

Como se ve, a partir del glucosinolato sinigrina (sustancia inactiva), por acción de la
enzima mirosinasa, podemos obtener dos compuestos activos, el isotiocianato de alilo y
el epitionitrilo. La tendencia natural de la sinigrina es formar isotiocianato de alilo,
porque presenta menos requerimientos para su producción (solamente un pH neutro y la
mirosinasa). Sin embargo, a nosotros nos interesa por su mayor capacidad detoxificante,
el CETP, que necesita más elementos para su síntesis (una proteína epitioespecífica,
hierro (ión ferroso) y un pH ácido que aporta el estómago). Lo que nosotros hacemos es
aportar al glucosinolato sinigrina esos elementos para derivar la reacción hacia la
producción de CETP. Así generamos únicamente CETP.
En nuestro laboratorio, durante varios años
hemos intentado obtener un extracto de Lepidium latifolium especialmente rico en esta
molécula y estandarizado, pero por su volatilidad es prácticamente imposible garantizar
su presencia a lo largo de la vida de un producto comercial, por mucho que lo
protegiésemos. Todo ello nos ha obligado al complejo desarrollo de un producto,
CTP-El Detoxificante Perfecto, que garantice la cantidad de CETP necesaria para
que presente la actividad detoxificante a lo largo del tiempo, que al final y debido
por la novedad de la que se trata, ha cristalizado en una patente.

Como se puede observar, no es lo mismo CETP (1,ciano-2-3-epitiopropano), que


CTPEL DETOXIFICANTE PERFECTO, que nosotros fabricamos, que es el
nombre comercial que hemos dado al producto formado por extracto seco de
Lepidium latifolium rico en sinigrina, mirosinasa, proteína epitioespecífica, hierro y
vitamina C y que una vez en el estómago se convierte en CETP (1,ciano-2-3-
epitiopropano) que es en realidad la molécula detoxificante activa.

La solución al problema ha sido, no fabricar un producto rico en CETP sino fabricar un


producto rico en sinigrina, el glucosinolato precursor del CETP, y combinarlo con
los componentes necesarios para que en el estómago, al ser ingerido se genere la
reacción de degradación que da lugar al CETP, como producto mayoritario. De
esta forma, con CTP, se obtienen tres ventajas:

 El producto se mantiene perfectamente estable durante su vida comercial.


 No se pierde nada de producto por posibles evaporaciones.
 Al ingerirlo no presenta sabores o aromas desagradables y pungentes
característicos del CETP.

Para conseguir que CTP-El Detoxificante Perfecto tenga una mayor


biodisponibilidad para el organismo, se ha formulado con los componentes adecuados
para que el CETP se sintetice en el estómago, ya que este producto de degradación
pudimos comprobar que sólo aparece en medio ácido y en presencia de la enzima
mirosinasa y la proteína epitioespecífica, ambas presentes de forma natural en el mismo
Lepidium latifolium y de donde las extraemos para mezclarlas con la sinigrina presente
en el extracto seco de Lepidium. Además, la presencia de iones de hierro y de vitamina
C decantan la reacción de degradación hacia la producción de CETP, y no otros
componentes. Sólo de este modo podemos garantizar la generación y absorción de
esta molécula detoxificante.
Resumen del estudio que dio origen al CTP

El Lepidium latifolium como tal, es conocido por ciertos beneficios para la salud desde
hace miles de años, pues es ya recogido por Dioscórides en sus textos sobre plantas
medicinales.

En Soria Natural, nos centramos en su estudio a partir de las experiencias que, como
ya hemos dicho, desarrolló nuestro departamento de I+D+i en colaboración,
primero con la Universidad de Santiago de Compostela, durante 3 años, y después
con el Centro de investigación del Cáncer de Salamanca (C.I.C.), dependiente del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (C.S.I.C.), durante 7 años, sobre su
actividad beneficiosa en ciertos casos de cáncer, lo cual nos animó a entrar de lleno en
el estudio de sus actividades, y una de ellas, en especial por tratarse de una crucífera,
debía ser la actividad detoxificante celular. Los primeros ensayos se desarrollaron en el
año 2000, en el entonces nuestro pequeño laboratorio de I+D+i, realizando pruebas in
vitro con cultivos celulares de tumores malignos humanos, tratados con jugos frescos y
extractos de 97 plantas medicinales, de las que la bibliografía manifiesta la posibilidad
de tener propiedades apoptóticas, hasta que se llegó a la conclusión que la planta que
presentaba mejor actividad apoptótica en varios tipos de células cancerígenas, era el
Lepidium latifolium, dependiendo de la parte de la planta empleada.

Hasta ese momento, el sulforafano, el componente más estudiado del brócoli, era la
principal molécula que se había significado con propiedades detoxificantes sobre la
célula, por

lo que consideramos que la mejor manera de testar el era comparando su actividad con
la del sulforafano (Abdull Razis AF, De Nicola GR et al, 2011; Abdull Razis AF, Iori R
et al, 2011; Higgins LG, Kelleher MO et al, 2009; Angeloni C et al, 2009; Choi S, Lew
KL et al, 2007; Jo EH, Kim SH et al, 2007; Singh SV et al, 2005; Misiewicz I et al,
2004; Zhang Y and Callaway EC, 2002; Shapiro TA et al, 2001; Brooks JD et al, 2001;
Gamet-Payrastre L et al, 2000; Fahey
JW et al, 1997).

Para ello, se desarrolló un complejo estudio in vitro utilizando cultivos celulares. Se


trabajó con una línea celular de hepatoma (Hepa 1c1c7) que es defectuosa en la función
citocromo P-450, y que se emplea como modelo de estudio para inductores de las
enzimas de fase II.

Los primeros ensayos, se desarrollaron con el jugo de Lepidium latifolium recién


recolectado. Se probó por separado, con el jugo de las hojas tiernas, con el jugo de las
hojas adultas y sumidades floridas, con el jugo de las sumidades floridas semiagostadas
que contenían semillas maduras y verdes, y con el jugo de la raíz. Se comprobó que
para la detoxificación celular, era mucho más activo el jugo de las hojas tiernas
que el de las otras partes de la planta y a partir de ese momento, todos los ensayos
dirigidos a la detoxificación se hicieron con este jugo, mientras las otras partes de la
planta descritas, se dedicaban a otras líneas de investigación, de las cuales unas están ya
terminadas y se darán a conocer una vez publicadas en revistas científicas y otras con
las que haremos lo mismo una vez terminadas. Se sometían las hojas a un proceso de
expresión, y este jugo recién obtenido se añadía en un rango de concentraciones que
oscilaba entre 0,03 mg/ml a 8 mg/ml en el medio de cultivo de las células y a
continuación, mediante una técnica espectrofotométrica y con un ensayo denominado de
reducción del tetrazolio asociado a menadiona, se medía la actividad de la enzima
Quinona reductasa, una de las enzimas de fase II presentes en las células, a la vez que se
comparaba ésta con la inducción producida por cantidades crecientes de sulforafano
puro. Al igual que sucede con el sulforafano, con el que se observa un aumento de
actividad enzimática dosis-dependiente, las células tratadas con el jugo de Lepidium
latifolium presentan una curva de activación enzimática similar, siendo a la
concentración de 2 mg/ml donde se alcanza una tasa de inducción de la actividad de la
enzima de la fase II quinona reductasa de 2,3. Es decir, a dicha dosis se observa que el
Lepidium latifolium aumenta la actividad enzimática más del doble, según los valores
obtenidos al comparar las células tratadas con las células control, mientras que el
sulforafano a la máxima dosis con la que se puede tratar las células sin que sea tóxico
para ellas, solamente multiplicaba por 1,6 la actividad enzimática.

En paralelo al ensayo de actividad enzimática, se desarrolló otro experimento para


comprobar la toxicidad celular, en el que se trataron las células de manera idéntica a
aquellas usadas en el ensayo de la quinona reductasa, para después, mediante una
técnica denominada XTT, comprobar la viabilidad de las células. Los resultados
obtenidos mostraron que el Lepidium latifolium en ninguna de las concentraciones
empleadas, comprometía la viabilidad de las células. Lo mismo sucedió con el
sulforafano, aunque la caída de inducción en la dosis más alta, puede dejar entrever una
leve toxicidad por parte del sulforafano.

Ingredientes del CTP

Extracto seco liofilizado de hojas jóvenes de Lepidium latifolium, mirosinasa de


Lepidium latifolium y proteína epitioespecífica de Lepidium latifolium estabilizadas,
vitamina C, sulfato ferroso pentahidratado, celulosa microcristalina (agente de
compresión), croscarmelosa sódica (disgregante), estearato magnésico (lubricante), cera
de carnauba (agente de recubrimiento).

Como se puede ver, no rompemos la integridad de la planta, ya que a través del extracto
seco liofilizado de hojas jóvenes de Lepidium latifolium, el organismo recibe los
beneficios de la sinergia de todos los componentes que contiene el Lepidium, tanto
conocidos como desconocidos. Únicamente reforzamos la acción de determinados
principios activos (mirosinasa y proteína epitioespecífica) y añadimos otros (vitamina C
y hierro) para “dirigir” la síntesis en el organismo de CETP y así potenciar su
efectividad. El pH ácido lo aporta el estómago, cuando está vacío antes de comer, razón
por la que se aconseja tomar el comprimido unos minutos antes de las comidas, junto
con un vasito de agua para favorecer su disgregación.

Esta fórmula aporta por comprimido de 1000 mg:

Sinigrina 30 mg
Mirosinasa 5 UI
Proteína epitioespecífica 200 μg
Ión ferroso 7 mg
Vitamina C 40 mg

Características del CTP

Como ya hemos comentado y todos sabemos, hoy por hoy nos encontramos expuestos a
numerosas sustancias tóxicas que habitan en el ambiente y que pueden ingresar en el
cuerpo a través de tres vías principalmente: los pulmones (por el aire que respiramos), el
tracto digestivo (por el alimento que ingerimos, los líquidos que bebemos, o por las
partículas de polvo o aire que tragamos) y por la piel (por las sustancias peligrosas que
tocamos o que están disueltas en el agua en la que nos lavamos), así como a toda una
serie de toxinas endógenas, provenientes de nuestro propio metabolismo.

Como consecuencia de la importancia que tiene asegurar la actividad normal de todos


los órganos y tejidos, a través de la limpieza del terreno y la regeneración celular de los
mismos, ofrecemos una forma fácil y cómoda de apoyar y estimular la capacidad de
detoxificación del organismo al transformar y eliminar sustancias nocivas, tanto de
origen exógeno como endógeno, para conservar o recuperar la salud, sin necesidad de
soportar las incomodidades del ayuno, que pensamos es el mejor sistema de
desintoxicación, pero muchas personas no pueden o no quieren practicarlo. Pero
además, CTP - El Detoxificante Perfecto, también ayuda al organismo a depurarse,
por su capacidad de aumentar la eliminación renal, colaborando en la restauración de su
salud y sobre todo al combinarlo con depurativos, como más adelante explicamos.

Al ser un activador potente de las enzimas de detoxificación hepáticas de la fase II, el


CTP tiene la capacidad de proteger al hígado frente a la toxicidad inducida por
agentes químicos y sustancias potencialmente tóxicas, además de ayudarle a mantener y
mejorar el funcionamiento del hepatocito (célula del hígado). A lo largo del sinfín de
ensayos que hemos realizado con el CTP, hemos tenido ocasión de comprobar que sus
beneficios para el hígado son notables, ya que ayuda a normalizar los distintos
parámetros bioquímicos, por los que somos capaces de conocer el estado de salud de
este órgano.

El CTP presenta una acción antioxidante indirecta, evitando el ataque y daño de los
radicales libres a los componentes celulares (ADN, proteínas, lípidos). Pero además, es
capaz de aumentar el glutatión reducido (GSH), un importante antioxidante intracelular.
Con la ingesta de CTP, se previenen los posibles daños ocasionados por el deterioro de
la piel y ayuda a mantenerla en un estado óptimo. CTP protege a la piel, estimulando,
de manera natural, la capacidad detoxificante de las células de la dermis, como nunca
antes se había conseguido, lo cual favorece la eliminación de toxinas evitando que se
acumulen, retrasando de manera importante el envejecimiento y convirtiendo en real el
aforismo de “embellecer desde el interior”, ya que la piel es un reflejo de como se
encuentra nuestro medio interno.

Con el uso de nuestro preparado CTP, estamos potenciando la propia capacidad que
tiene nuestro cuerpo para mantener y disfrutar de un elevado nivel de salud. Es
además una herramienta que se puede utilizar para eliminar las toxinas acumuladas y
activar nuestro bienestar, además de mejorar los trastornos de salud crónicos y
degenerativos con gran eficacia, realizando una limpieza del terreno que ayuda en gran
medida al restablecimiento de la salud.

CTP produce el efecto de que además de estimular la “capacidad de limpieza de las


células”, es capaz de mejorar su metabolismo y así conseguir una optimización de la
actividad y función celular. Este apoyo de la función celular trae consigo una mejoría
fisiológica del tejido, que a su vez, conduce a padecer menos síntomas, a restaurar
nuestro nivel de energía y a una mayor calidad de vida. De igual forma, incrementa la
acción renal activando su capacidad de eliminación.

¿Cuándo se recomienda tomar CTP?

 Para ayudar a nuestro organismo a defenderse contra el ataque de sustancias


dañinas que pueden provocar estados degenerativos, tanto exógenas como
endógenas, al colaborar en la eliminación celular de moléculas tóxicas. Las
toxinas son metabolizadas y convertidas en formas menos tóxicas y más
fácilmente eliminables.
 En fumadores, ya que neutraliza parcialmente las nitrosaminas (compuestos
cancerígenos) presentes en el humo de cigarrillo.
 En curas de detoxificación globales, siempre necesarias cuando hay que
someterse a un proceso dirigido a recuperar la salud perdida, situación que el
organismo manifiesta con distintos síntomas. CTP, El Detoxificante Perfecto,
debido a su capacidad de estimular determinadas enzimas de la fase II, colabora
en los mecanismos de “limpieza” de las células, ayudándoles, a eliminar la gran
cantidad de sustancias extrañas que le llegan e impidiendo así la sobrecarga de
los órganos encargados de su metabolización y eliminación.
 En personas que tomen en exceso alcohol, azúcar refinado, bollería industrial,
grasas vegetales hidrogenadas, grasas saturadas, alimentos procesados a los que
se añaden aditivos químicos (conservantes, colorantes, espesantes, edulcorantes,
saborizantes, etc.), embutidos, conservas, todo tipo de drogas, medicamentos,
etc.
 En personas expuestas a productos químicos tóxicos como pesticidas,
insecticidas, metales pesados (plomo, mercurio, cadmio, aluminio, arsénico,
etc.), amalgamas dentales, etc.
 En caso de gran contaminación ambiental, como por ejemplo los habitantes de
las grandes ciudades. Los contaminantes ambientales constituyen una de las
causas del estrés oxidativo que sufre el organismo, ya que son agentes
generadores de radicales libres. Cuando se excede el umbral de tolerancia
toxémico o cuando hay una deficiencia en los mecanismos de defensa, se puede
producir daño a nivel de los componentes celulares y tejidos que favorecen la
presentación de procesos patológicos inducidos por las diferentes

clases de contaminantes ambientales.

 Personas que trabajen con solventes orgánicos como los trabajadores de


tintorerías, carpinteros, pintores, impresores, etc.
 En personas que ingieran un exceso de alimentos tostados o quemados
(barbacoas, plancha), así como aquellos que habitualmente consumen alimentos
tipo embutidos, conservas, etc.
 Como suplemento en personas que consumen pocas crucíferas y quieran aportar
a su organismo los beneficios de ellas.
 En las épocas de frío, otoño e invierno, se aconseja por su capacidad para
“limpiar el terreno” y no permitir a los gérmenes patógenos crear problemas
como gripes, catarros, etc. No olvidemos que ya Pasteur admitió que lo
importante es el terreno y si éste está limpio, no es necesario estimular tanto el
sistema inmunitario.
 En personas alérgicas. El hígado actúa como una de las piezas centrales de las
patologías alérgicas. En las alergias, el contacto del alérgeno con el organismo,
provoca la inflamación de los tejidos afectados por un aumento en la producción
celular de histamina. El hígado, es el principal órgano encargado de metabolizar
la histamina. De ahí la importancia de estimular el proceso de eliminación de
dicha sustancia.
 En caso de envejecimiento prematuro. La acumulación de toxinas, condicionará
un mal funcionamiento de nuestros órganos y esto se refleja especialmente en la
piel, favoreciendo la aparición de flacidez, celulitis, arrugas, caída de pelo, etc.
La realización de una estimulación del sistema de detoxificación celular del
hígado, antes de cualquier procedimiento estético, influye de manera
determinante para lograr la máxima eficacia y poder obtener los mejores
resultados.
 En ancianos, debido a su reducida capacidad de metabolizar y excretar las
sustancias químicas y otras toxinas.
 En personas muy jóvenes que tengan una capacidad insuficiente de metabolizar
algunas, pero no todas, las sustancias químicas.
 En personas de cualquier edad que tienen una composición genética particular,
llamada “polimorfismo genético”, que altera la manera que tienen de asimilar y
responder a sustancias potencialmente tóxicas.
 En deportistas, se aconseja tomar CTP diariamente (1 comprimido al día) por
dos razones muy importantes:
o En el ejercicio físico existe un aumento del metabolismo energético lo
que genera gran cantidad de deshechos y toxinas derivadas del
metabolismo que si se acumulan en las células puede disminuir el
rendimiento, favorecer la sobrecarga muscular, incrementar el riesgo de
lesión y aumentar la sensación de fatiga después del entrenamiento.
o Debido al alto consumo de oxígeno que realizan, sobre todo después de
entrenamientos intensos (consumen de 12 a 20 veces más que una
persona sedentaria). Como consecuencia de ello, se produce un exceso de
radicales libres (estrés oxidativo) con el consiguiente daño que esto
puede generar en las células y en el tejido muscular. Un elevado valor de
radicales libres comporta una recuperación más lenta después de realizar
ejercicio.

La toma del CTP es básica ya que al estimular las enzimas de la fase II de


biotransformación favorece la eliminación de las toxinas del organismo, a través de los
diferentes emuntorios (piel, pulmones, riñones, hígado, etc.), evitando que las toxinas se
acumulen en los tejidos y favoreciendo el correcto funcionamiento de los diferentes
órganos para disminuir el riesgo de lesión, incrementar el rendimiento físico y favorecer
la recuperación.

Resumiendo: CTP, El Detoxificante Perfecto podemos usarlo…

 Lo puede utilizar cualquier persona que:


o Quiera conservar y favorecer un buen estado de salud, ya que ayuda a las
células a realizar su trabajo y así poder mantener su buen
funcionamiento.
o Quien por su lugar de trabajo, de residencia o malos hábitos esté
expuesto a una gran cantidad de sustancias tóxicas ambientales ya que
favorece su metabolismo y asegura su eliminación del cuerpo.
 Antes de empezar cualquier tratamiento, para preparar el “terreno” y lograr el
equilibrio deseado y así poder conseguir una mayor respuesta beneficiosa del
organismo a la terapia que realicemos.
 Combinado con tratamientos depurativos que lleve el paciente, principalmente a
nivel hepático y renal, ya que potenciará su efectividad gracias a su acción
detoxificante. Así por ejemplo, podemos aumentar la acción depurativa del
CYRASIL o DRENALIMP o DRENAMAX, con el efecto detoxificante del
CTP, ya que los depurativos actúan estimulando los órganos del cuerpo
encargados de eliminar las sustancias de deshecho del organismo y los
detoxificantes actúan estimulando determinados mecanismos celulares,
encargados de metabolizar y eliminar las toxinas que llegan a las células.

Recomendaciones de uso del CTP

Modo de empleo:

Como elemento a tener en cuenta a la hora de conservar la salud o de mantenimiento de


la misma, se recomienda tomar 1 comprimido al día, 5-10 minutos antes de comer,
acompañado de un vasito de agua.

Cuando se quiera realizar una detoxificación profunda, se aconseja tomarlo de la misma


manera que el anterior (5-10 minutos antes de comer, acompañado de un vasito de agua)
de la siguiente forma:

 1 comprimido al día durante la 1ª semana.


 2 comprimidos al día (realizar 2 tomas de 1 comprimido) durante la 2ª y 3ª
semana.
 Posteriormente seguir con 1 comprimido al día durante la 4ª, 5ª, 6ª y 7ª semana

Se aconseja repetir el proceso cada 6 meses.


La duración de las curas de detoxificación están recomendadas en base a la práctica del
ayuno descrita por expertos, según los cuales el organismo tarda aproximadamente 3
semanas en depurarse y otras 4 semanas más para regenerar sus células a niveles
significativos, comenzando la detoxificación despacio, para no sobrecargar los
emuntorios y con ello producir molestias no deseadas.

Durante el proceso de detoxificación las heces pueden presentar un oscurecimiento


como consecuencia de la eliminación de sustancias nocivas a través de ellas.

Se aconseja no utilizar en caso de:

 Hipersensibilidad a alguno de sus componentes.


 Personas alérgicas a la mostaza y derivados, o a las crucíferas.
 Embarazo y lactancia. CTP no debe usarse durante el embarazo y lactancia
debido a la ausencia de datos que avalen su seguridad.

Precauciones:

A las cantidades recomendadas ninguna.

El consumo de Lepidium latifolium, puede aumentar la actividad de algunas enzimas


encargadas de la metabolización de algunos fármacos.

Los isotiocianatos (compuestos azufrados) a grandes dosis, pueden provocar irritación


gástrica, pero nunca a las dosis recomendadas.

Aconsejamos que las personas con hipotiroidismo no sobrepasen las dosis


recomendadas. En el Lepidium latifolium no se ha encontrado el glucosinolato
progoitrina, cuyo isotiocianato, la goitrina, a grandes dosis, pueden disminuir la
captación de yodo por el tiroides (sustancia bociógena). Sin embargo, las hormonas
tiroideas se metabolizan a través de la glucuronidación, reacción estimulada por el
Lepidium latifolium.

La enzima quinona reductasa puede ser inhibida por la capsaicina y la cafeína. Por
tanto, mientras se tome el CTP se aconseja no consumir alimentos que contengan dichas
sustancias como chiles, guindillas y alimentos picantes similares, café, etc.

La enzima quinona reductasa también puede ser inhibida por el dicumarol


(anticoagulante) por lo que las personas que tomen anticoagulantes tipo dicumarol,
warfarina o sintrom presentan una disminución del efecto del CTP.

Presentación: Caja de 36 comprimidos de 1 gramo.

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