Está en la página 1de 63

Prólogo

Sentimos una gran alegría al presentar este libro: "Viaje al Interior del Ser", el cuál ha sido
extraído del Srimad Bhagavatam.
En este libro se encuentra una selección de destacadas historias de esta fundamental escritura
del conocimiento espiritual. Sin duda, estas milenarias historias llenas de confidenciales consejos de
la trascendencia van a actuar como bálsamo para el lector sediento de iluminación. Por ello, esta
obra es elogiada por los grandes sabios como la mejor medicina para sanar al alma de los pesares de
la existencia material.
Al igual que los sabios de antaño, el lector moderno puede saborear estas enseñanzas, que sin
lugar a dudas, causan una transformación en la conciencia, despertando en el corazón un
sentimiento de agradecimiento y compasión hacia los demás, elevando la conciencia hacia el
servicio y el exquisito aprecio por el amor por Dios.
Viaje al Interior del Ser ilustra la valiosa cultura de la India Sagrada, su profundidad e
influencia.
En la sociedad moderna notamos un rápido progreso en las facilidades materiales, en la
educación y el desarrollo económico. Pero también vemos que esto no da respuesta a nuestras
necesidades internas, tales como el conocimiento de la verdadera meta de la vida, a experimentar
verdadera felicidad y al desarrollo de la paz y la amistad.
Sin duda, estas historias del Srimad Bhagavatam llegarán al corazón del indagador sincero,
dando orientación, alivio y respuestas a los verdaderos interrogantes de la existencia.
Les deseamos pleno éxito en sus senderos.
CAPÍTULO 1: Despertando la Conciencia
El niño Druva entra en la selva

El rey Uttanapada tenía dos reinas, llamadas Suniti y Suruchi, de las cuales la última era mucho
más querida para él. Una vez, el rey estaba palmeando al hijo de Suruchi, mientras este se
encontraba sentado en su regazo. En ese momento, el hijo de Suniti, llamado Dhruva, también
trataba de trepar al regazo del rey Uttanapada, pero el rey no le dio la bienvenida. El rey estaba
naturalmente inclinado a tratar a ambos hijos por igual, pero, debido a la presencia de Suruchi,
actuó así para complacerla. Suruchi pudo entender esto y, como estaba muy envidiosa de Dhruva,
quiso aprovechar la indebida ventaja que le otorgaba el favoritismo de su esposo por ella.
Como muestra de su debilidad, el orgullo de Suruchi habló, de tal manera, que, tanto el padre
como el hijo, pudieran escuchar: "Mi querido Dhruva, tú no mereces sentarte en el trono o en las
piernas del rey. Por supuesto que también eres el hijo del rey, pero como no has nacido de mi
vientre, no estás calificado para sentarte en el regazo de tu padre. Pareces no ser consciente de la
distinción entre las dos reinas de tu padre. Pero, permíteme asegurarte que tu intento está
destinado al fracaso. Si después de todo, deseas sentarte en el trono, debes primero ejecutar ciertas
austeridades que complazcan a la Suprema Personalidad de Dios, Narayana. Luego, después de
obtener Su favor, debes recibir la oportunidad de nacer de mi vientre en tu próxima vida."
Así, como una serpiente comienza a respirar pesadamente cuando es golpeada con un palo, así
Dhruva comenzó a respirar pesadamente debido a la ira enorme que lo invadía luego de ser
atacado por las ásperas palabras de su madrastra.
Al ver cómo su padre había permanecido silencioso, sin hacer el mínimo esfuerzo por salir en su
defensa, Dhruva, inmediatamente, abandonó el lugar y fue llorando hacia su madre.
Cuando Suniti vio que su hijo lloraba amargamente, con los labios temblorosos por la furia, lo
levantó sobre sus piernas para consolarlo. En ese momento, los habitantes del palacio, que habían
escuchado las crueles palabras de Suruchi, llegaron y le relataron todo a Suniti. La reina se sintió
muy infeliz. En verdad, encontró el insulto intolerable y comenzó a arder igual que un bosque en
llamas. Mientras pensaba en las palabras de su co-esposa, el brillo de su rostro, que era como un
loto, se volvió pálido, y sus ojos se llenaron de lágrimas. Respiraba con dificultad, pero pensó por
un momento qué haría para remediar la situación.
Sin encontrar una solución, finalmente, dijo: "Mi querido Dhruva, no debes desear dañar a otros,
porque alguien que inflige dolor a otra persona, finalmente, sufre ese dolor que provocó."
"Mi querido hijo, todo lo que Suruchi ha dicho es realmente cierto. Tu padre ni siquiera me
considera valiosa como su sirvienta, así que, ni hablar de ser considerada como su esposa favorita.
El se siente avergonzado de aceptarme y, por lo tanto, es un hecho que tú has nacido del vientre de
una mujer desafortunada. Aunque sea desagradable escucharlo, cualquier cosa que tu madrastra te
haya dicho, es verdad. Por consiguiente, si tienes esperanza de sentarte en el trono de tu padre,
debes abandonar tu envidia y ejecutar inmediatamente sus instrucciones."
"Sin más demora, ocúpate en adorar al Señor Supremo, por cuya gracia tu bisabuelo, el señor
Brahma, fue capaz de crear este universo. En forma similar, tu abuelo, Svayambhuva Manu,
alcanzó |ran éxito material y la última meta, la liberación, por adorar al Señor.'
"Mi querido niño, el Señor es muy bondadoso con sus devotos, por lo tanto, debes situarlo a El
dentro de tu corazón y ocuparte en su servicio devocional sin desviación. Nadie más, excepto el
Señor, puede mitigar tu angustia. Ciertamente, soy incapaz de ayudarte. Por lo tanto, ve y
aproxímate al Señor Supremo. El es más bondadoso que millones de madres y El puede ayudar
siempre, cuando todos los demás han fallado."
Las instrucciones de Suniti estaban en verdad destinadas a cumplir el objetivo deseado. Así,
luego de una cuidadosa e inteligente consideración del asunto, Dhruva dejó su hogar y se dirigió a
la selva. Cuando el gran sabio Narada recibió las noticias de las actividades de Dhruva y su firme
determinación, quedó atónito y decidió hacerle una visita al niño.
Luego de presentarse ante Dhruva, en la selva, Narada lo tocó en la cabeza con su mano
auspiciosa y le dijo: "¡Qué maravilloso es el espíritu guerrero!¡Ellos no pueden tolerar ni siquiera la
más leve infracción sobre su honor!"
"Mi querido Dhruva, eres solo un pequeño niño que está apegado a los juegos. Debido a que los
niños no tienen una concepción del honor ni de la deshonra, ¿por qué estás tan afectado por las
ásperas palabras de tu madrastra, que han insultado tu honra?"
"Mi querido niño, incluso, si te sientes insultado, no deberías estar perturbado. Debes entender que
las dualidades materiales son simples características de la energía ilusoria del Señor. Cualquier cosa
que nos sucede, es el resultado de nuestras acciones pasadas y, por lo tanto, debe ser aceptada
como la misericordia del Señor. Bajo las instrucciones de tu madre, has decidido practicar yoga
místico para obtener la misericordia del Señor Supremo. De todos modos, en mi opinión, esto no es
posible para un ser humano ordinario, entonces cómo puede serlo para un pequeño niño. Incluso,
grandes yoguis han fallado en alcanzar el éxito, después de muchos nacimientos de práctica de
yoga. Por lo tanto, te recomiendo que ahora regreses a tu hogar. Luego, cuando hayas crecido,
ciertamente vas a tener la oportunidad de practicar el sistema místico del yoga."
"Mi querido Dhruva, una persona debe siempre tratar de permanecer satisfecha con cualquier
condición de felicidad o aflicción que encuentre en su vida. Ello le va a permitir cruzar, fácilmente,
la oscuridad de la nesciencia."
El gran sabio Narada se había acercado a Dhruva por indicación de la Suprema Personalidad de
Dios para instruirlo. Ante todo, Narada quería probar la sinceridad y determinación de Dhruva, ya
que ese es el deber del maestro espiritual.
Después de escuchar las instrucciones de Narada, Dhruva respondió: "Oh, gran sabio, tú
ciertamente me has dado instrucciones muy buenas, que permiten a las personas que están
perturbadas por las condiciones materiales de la vida alcanzar paz de la mente. Pero, debido a que
estoy cubierto por la ignorancia, tal filosofía no toca mi corazón. Yo sé que soy muy insolente al no
aceptar tu consejo, pero no considero que esto sea mi falta, porque he nacido en una familia de
guerreros."
"Mi corazón es como una olla de barro, la cual, una vez que se ha roto, no puede ser reparada
por ningún medio. Fui perforado por las palabras como flechas de mi madrastra. Mi corazón se
siente tan herido que solo puedo pensar en contrarrestar ese insulto. Por esa razón, no puedo tomar
tus palabras seriamente. Ellas están destinadas para aquellos que poseen cualidades espirituales."
"Deseo ocupar una posición más exaltada que cualquiera que haya sido alcanzada por alguien
en los tres mundos, incluso, por mi padre, mi abuelo o mi bisabuelo. Por lo tanto, por favor,
bondadosamente, aconséjame acerca del camino apropiado para que yo pueda alcanzar tan difícil
meta."
"Mi querido Narada, al igual que el sol, tu viajas a través del universo entero para beneficiar a
todos. Por favor, sé misericordioso y permíteme cumplir mi ardiente deseo."

Al escuchar las palabras de Dhruva, Narada se volvió compasivo hacia él. Para mostrarle su
misericordia le respondió: "Tu madre Suniti te ha instruido acerca del proceso del servicio
devocional a la Suprema Personalidad de Dios, y eso es muy apropiado para ti. Incluso aquellos
que desean los frutos del cumplimiento del deber, del desarrollo económico, el disfrute de los
sentidos y la liberación, deben ocuparse en tal servicio devocional, dado que la adoración del Señor
concede su cumplimiento."
"Mi querido niño, te deseo toda buena fortuna. Ve a Madhuvana, que está sobre el banco del río
Yamuna. Sólo por vivir allí, uno se acerca más al Señor. Toma un baño en el río tres veces al día y
ejecuta los necesarios principios regulativos del ashtanga yoga. Cuando logres controlar,
gradualmente, el aire vital, la mente y los sentidos, te liberarás de toda contaminación material y
alcanzarás así una meditación fija en el Señor Supremo".

"El sonriente rostro del Señor es visto por los devotos como eternamente hermoso y con una
placentera actitud. El siempre está preparado para conceder bendiciones sobre ellos. La forma del
Señor está libre de defectos y es siempre joven. Sus ojos y labios son rosados, como el sol naciente.
Él siempre está listo para dar refugio a las almas rendidas. Él siempre es pacífico, sereno y muy
placentero para la mente y la vista."
"Los yoguis verdaderos meditan en la forma trascendental del Señor. El está parado en el centro
del loto de sus corazones y las uñas de Sus pies son brillantes. Uno debe meditar constantemente en
la toda auspiciosa forma del Señor como el mejor medio para liberarse muy pronto de toda
contaminación material."
"Mi querido Dhruva, debes cantar el mantra de doce sílabas Om ñamo bhagavate vasudevaya en
tu meditación. Alguien que, seria y sinceramente, se ocupa así en el servicio al Señor, con el cuerpo,
mente y palabras; va a ser bendecido por Él de acuerdo a su deseo."
Luego de recibir estas instrucciones, Dhruva circunvaló a Narada y le ofreció sus respetos.
Inmediatamente después, partió a Madhuvan, donde siempre están impresas las huellas de los pies
del Señor.
El sabio Narada consideró que era prudente hacer una visita al rey Uttanapada, sólo para ver
cómo le iba. Narada fue recibido y adorado por el rey muy respetuosamente. Luego de ser
confortablemente sentado, Narada preguntó: "Mi querido rey Uttanapada, tu rostro parece que se
ha marchitado, y da la impresión que tu mente ha estado morando en algo por un largo tiempo. ¿A
qué se debe esto? ¿Has encontrado algún impedimento en la ejecución de tus deberes reales?"
El rey respondió: "¡Oh, el mejor de los sabios! Debido a que soy demasiado adicto a mi segunda
esposa, me he vuelto tan perverso y despiadado que abandoné a mi hijo de cinco años y a su
madre. Dhruva es una gran alma y su rostro es igual a una flor de loto. Al pensar en su precaria
posición, estoy lleno de ansiedad y dolor. El niño, ahora, está desprotegido y, así, luego de sentirse
cansado y hambriento, debe estar acostado en la selva y a punto de ser comido por los lobos. Oh,
¡sólo mira lo duro de corazón que me he vuelto! Por su afecto por mí, el intentaba trepar sobre mi
regazo, pero como me he vuelto un esclavo de mi esposa, lo ignoré completamente."
Narada luego dijo: "Mi querido rey, no estés preocupado por tu hijo. Él está protegido por la
Suprema Personalidad de Dios. Aunque ignoras esto, su reputación ya se ha diseminado por el
universo entero. Tu hijo Dhruva va a ejecutar maravillosas actividades que son imposibles, incluso,
para grandes reyes y sabios. Muy pronto va a regresar al hogar, luego de haber completado su
tarea."
"Mi querido rey, tu buena reputación también va a ser difundida en todo el mundo como
resultado de tener tan exaltado hijo."
Después de escuchar a Narada, Uttanapada, prácticamente abandonó la ejecución de sus
deberes reales y solamente meditaba en su pequeño hijo, Dhruva.
Mientras tanto, luego de arribar a Madhuvana, Dhruva se bañó en el río Yamuna y ayunó esa
noche. Después de eso, comenzó a adorar al Señor, tal como el gran sabio Narada le había
aconsejado. Durante el primer mes, Dhruva comió solo frutas y bayas, cada tres días. Durante el
segundo mes, ingirió solo hierba seca y hojas, cada seis días; y, durante el tercer mes, bebió solo
agua, cada nueve días. De esta manera, permaneció completamente absorto en trance de
meditación mientras adoraba al Señor.
Durante el cuarto mes, Dhruva dominó los ejercicios de respiración y fue capaz de mantener su
vida, durante doce días, solo con la inhalación de aire. Al quinto mes, su respiración estaba tan
perfectamente controlada, que fue capaz de pararse inmóvil, en una pierna, mientras permanecía
completamente concentrado en el Señor Supremo.
De esta manera, Dhruva capturó al Señor, quien es el refugio de la creación material entera y, como
resultado, los tres mundos comenzaron a temblar. Debido a que se había vuelto casi igual al más
grande, por la fuerza de Su asociación, la presión de su dedo gordo del pie empujó hacia abajo la
mitad de la tierra. Dhruva se había vuelto, prácticamente, uno en peso con el Señor Vishnu, debido
a que su cuerpo individual se había tornado equivalente al cuerpo total del universo. Por eso,
cuando Dhruva cerró todos los orificios de su cuerpo, mientras estaba completamente absorto en
meditación, la respiración total del universo se vio interrumpida.
Cuando los semidioses se sintieron sofocados, tomaron refugio en el Señor y oraron por su
protección.
Luego de escuchar las plegarias de los semidioses, el Señor respondió: "Mis queridos residentes
del cielo, no estén perturbados. La sofocación que aflige a todas las entidades vivientes es causada
por las severas austeridades de Dhruva, quien está completamente absorto en pensamientos de Mí.
Yo iré ahora y detendré las austeridades de este niño. De esa manera, ustedes van a ser salvados de
esta inminente calamidad."
Una vez tranquilizados por el Señor, los semidioses ofrecieron sus respetos ante Él y regresaron
a sus moradas. Luego, el Señor Vishnu montó sobre el lomo de Garuda y se dirigió a Madhuvan,
para ver a su devoto Dhruva.
En ese momento, la refulgente forma del Señor, en la cual Dhruva había estado absorto en su
meditación, de repente, desapareció. Dhruva se sintió muy perturbado, abrió los ojos y vio a esa
misma Suprema Personalidad de Dios presente delante de él, exactamente como Él había aparecido
dentro de su corazón. Dhruva se sintió lleno de emoción trascendental al ver al Señor frente a él e,
inmediatamente, cayó al piso para ofrecer sus reverencias.
Aunque era solamente un pequeño niño, Dhruva deseaba ofrecer lindas oraciones al Señor, que
pudieran glorificarlo en una manera apropiada. Pero, debido a que no estaba aún educado en
términos de expresión lingüística, no sabía cómo hacerlo y se sintió decepcionado.
Al estar situado en el corazón de todos, el Señor pudo entender la incómoda posición de
Dhruva. Como una expresión de Su misericordia sin causa, el Señor tocó con su caracola la frente
del niño, quien estaba parado frente a Él con las manos juntas. Inmediatamente, Dhruva se volvió
completamente consciente en las conclusiones de la Verdad Absoluta.
Como estaba inspirado, Dhruva recitó la siguiente oración: "Mi querido Señor, por entrar en mí,
has animado mis sentidos dormidos, fuerza vital y poder de la palabra. Permíteme ofrecerte mis
respetuosas reverencias."
"Las personas tontas que, como yo, te adoran para satisfacer los sentidos de esta bolsa de piel,
son ciertamente influenciadas por tu energía ilusoria. A pesar de tenerte a Ti, que eres como un
árbol de deseos y el dador de la liberación del nacimiento y la muerte, nosotros pedimos
bendiciones para la gratificación de los sentidos, lo cual está disponible, incluso, en condiciones
inferiores de vida."
"Mi querido Señor, la dicha trascendental derivada de meditar en Ti y escuchar Tus glorias de
labios de devotos puros, está mucho más allá de la plataforma de este universo."
"Oh, ilimitado Señor, bondadosamente bendíceme para que pueda tener la asociación de
grandes devotos, quienes están ocupados constantemente en Tu servicio devocional. De esta
manera, seguramente, seré capaz de cruzar sobre el océano de la ilusión de la existencia material."
"Oh, Supremo Señor, Tú eres la forma personificada de toda bendición. Aquellos devotos que te
rinden servicio a Ti, sin ningún otro deseo, experimentan que tal ocupación es muy superior a
volverse un gobernante o a tener el señorío sobre un reino. Aún así, debido a que Tú eres
misericordioso sin causa, Tú mantienes a tales ignorantes devotos como yo, igual que una vaca que
pone cuidado en su recién nacido ternero, le provee su leche y le da protección."
Cuando Dhruva terminó de ofrecer sus oraciones, el Señor Supremo respondió: "Mi querido
Dhruva, Yo conozco el deseo que está dentro de tu corazón. Aunque es muy ambicioso y difícil de
obtener, voy a cumplir tu aspiración al darte la refulgente Estrella Polar, la cual continúa existiendo,
incluso, después de la disolución que tiene lugar al final del día de Brahma. Este planeta, alrededor
del cual otras luminarias circunvalan, es igual a un toro que gira alrededor de un poste central para
aplastar los granos, y nunca antes ha sido gobernado."
"Cuando tu padre se retire al bosque, va a entregarte su reino, y luego, vas a gobernar la tierra
por 36000 años. Aún así, a pesar del paso de tanto tiempo, no vas a envejecer ni el poder de tus
sentidos va a disminuir."
"En algún momento, en el futuro, tu hermano Uttama va a morir mientras se encuentre de
cacería. Enloquecida debido a la muerte de su hijo, tu madrastra Suruchi va a ser devorada por un
incendio forestal mientras lo busca."
"Como rey, serás capaz de ejecutar grandes ceremonias sagradas y de dar vastas cantidades de
riquezas en caridad. De esta manera, vas a disfrutar de las bendiciones de la felicidad material en
esta vida y, luego, me recordarás a Mí en el momento de la muerte. Habiendo hecho tu vida
humana exitosa, vas a ir a Mi planeta, la Estrella Polar. Al alcanzar un planeta espiritual local,
dentro del mundo material, nunca vas a tener que regresar al ciclo de reiterados nacimientos y
muertes."
Generalmente, el Señor no otorga a sus devotos puros opulencias materiales, incluso, aunque
estos las deseen. Dhruva fue un caso distinto. El Señor sabía que era un gran devoto y nunca se
desviaría de su conciencia espiritual a pesar de tal opulencia.
Luego de ser adorado por Dhruva, el Señor Vishnu partió hacia Su morada, montado en
Garuda. Luego de observar maravillado hasta que el Señor se perdió de vista, Dhruva se dirigió a
su hogar. A pesar de haber logrado la meta deseada, Dhruva no se sentía muy satisfecho. Habiendo
comprendido la posición del servicio devocional inmotivado, Dhruva se lamentó mucho de haberse
acercado al Señor con la esperanza de vengarse de su madrastra y obtener un reino más grande que
el de Brahma. En verdad, el Señor cumplió todos esos deseos, pero Dhruva estaba avergonzado;
sabiendo que tal aspiración no es propia de un devoto genuino.
Mientras iba en el camino, Dhruva se condenaba a sí mismo di-ciendo:"¡Oh, sólo mira lo que has
hecho! Me aproximé al Señor, quien puede conceder Su amoroso servicio para liberarlo a uno del
ciclo del nacimiento y la muerte, pero, por ignorancia, solamente he orado por cosas temporales.
Mientras otros alcanzan esta meta solo después de muchos, muchos nacimientos, yo llegué a ver al
Señor cara a cara, después de solamente seis meses de austeridades, pero, por pensar diferente del
Señor, ahora he caído."
"Debido a que los semidioses deben regresar a la tierra después del disfrute celestial, pienso que
ellos deben sentirse envidiosos de aquellos que tratan de elevarse a sí mismos al mundo espiritual.
Debieron haber sido ellos quienes contaminaron mi inteligencia, de tal modo que no pude tomar
seriamente las instrucciones de mi maestro espiritual, el sabio Narada."
"Producto de la ilusión, he tenido una visión dual, y vi a mi hermano y madrastra como mis
enemigos. Por lo tanto, a pesar de que estuve en contacto con un devoto puro y adoré al Señor bajo
su dirección y, a pesar de haber satisfecho al Señor y de verlo a El cara a cara, oré por nombre, fama
y prosperidad material, en vez de mendigar ser ocupado en el servicio personal del Señor. Yo soy
igual a un hombre pobre que ha satisfecho a un gran emperador y le es ofrecido el cumplimiento de
sus deseos, pero luego, debido a su necedad, pide solamente unos pocos granos de arroz partidos."
Dhruva sabía que el Señor pudo haberlo llevado inmediatamente de regreso al mundo
espiritual. Por lo tanto, consideró que el Señor le dio a él dominio sobre la tierra por 36000 años
como un castigo por sus deseos materiales contaminados."
Mientras tanto, un mensajero llegó donde el rey y le informó que Dhruva estaba regresando a su
hogar. El rey se consideraba a sí mismo un gran ofensor, por haber causado que su hijo abandone el
hogar. El rey Uttanapada no podía creer su gran fortuna, al ser capaz de ver a su hijo nuevamente.
Sin embargo, aunque dudaba de las palabras del mensajero, el rey recordó la predicción de Narada,
en quien tenía plena fe, y se llenó de felicidad.
El rey Uttanapada recompensó al mensajero con un collar muy valioso y, luego, reunió a sus
mayores, a los brahmanas, a una gran cantidad de ministros, oficiales y amigos. Como estaba
ansioso de ver a su hijo, el rey montó en su carroza y salió de la ciudad con una gran procesión,
acompañado por el canto de los mantras Védicos, el sonido de las caracolas, de los timbales y de las
flautas.
Como muestra de su grandeza, que es propia de la madre de un gran devoto, la reina Suniti
llevó a Suruchi y a Uttama en su palanquín.
Luego, cuando el rey Uttanapada vio a su hijo Dhruva emergiendo de la selva cercana, sin
demora, se bajó de su carroza y, con gran amor y afecto, fue a recibirlo. Respirando con dificultad
debido a la gran emoción, el rey abrazó apretadamente a Dhruva con ambos brazos. En ese
momento, pudo entender que el cuerpo del niño había sido transformado debido al toque de la
Suprema Personalidad de Dios. Mientras olía su cabeza una y otra vez, Uttanapada bañó a Dhruva
con torrentes de lágrimas y, de esta manera, vio cumplido su deseo largamente anhelado.
Dhruva ofreció sus respetos a su padre y, a cambio, el rey preguntó por su bienestar. Luego,
Dhruva ofreció sus respetos a sus dos madres. Cuando Suruchi vio a Dhruva arrodillado a sus
pies, inmediatamente, lo levantó y lo abrazó. Mientras derramaba incesantes lágrimas, bendijo a
Dhruva: "Mi querido niño, larga vida sea para ti". Luego, cuando Dhruva abrazó a suhermano
Uttama, los bellos de sus cuerpos se erizaron y se sobrecogieron en el éxtasis del amor fraterno.
Cuando Suniti abrazó a su hijo, quien era más querido para ella que su propia vida, olvidó todos
sus sufrimientos materiales. Sus lágrimas se mezclaron con la leche que fluía de sus pechos y, de
este modo, humedeció el cuerpo entero de Dhruva
Al atestiguar tan conmovedora y auspiciosa escena, todos los residentes del palacio alabaron a
Suniti por su buena fortuna. En realidad, durante la ausencia de Dhruva, ella continuamente oró al
Señor por su protección y bienestar y, como resultado, también alcanzó la suprema perfección que
había sido obtenida por su hijo.
Finalmente, el rey Uttanapada sentó a Dhruva y a Uttama sobre una elefanta y, todos juntos,
regresaron a la capital. Toda la ciudad fue magníficamente decorada con telas de colores, collares
de perlas, guirnaldas de flores y hojas de mango. Todas las calles y cruces fueron limpiados a fondo
con agua perfumada con madera de sándalo y diferentes granos. Frutas, flores y otros auspiciosos
artículos estaban repartidos por todos lados. Mientras Dhruva pasaba por el camino, las damas se
reunían y, debido al afecto maternal, ellas hacían llover granos, hierbas frescas, flores y pedazos de
frutas sobre él mientras le ofrecían sus bendiciones.
Después de eso, Dhruva vivió en el palacio de su padre, el cual tenía paredes de mármol con
incrustaciones de joyas valiosas que representaban imágenes de jóvenes hermosas con lámparas
que brillaban en sus manos. Todos los muebles estaban hechos de oro y los jardines que rodeaban el
palacio contenían árboles que habían sido traídos de los planetas celestiales. Escaleras de
esmeraldas conducían a lagos llenos con flores de lotos de variados colores, cisnes, chakravakas y
otros pájaros exóticos.
Sólo por el cuidado de un hijo tan exaltado, el rey Uttanapada se sentía extremadamente
satisfecho internamente. Cuando Dhruva creció lo suficiente para hacerse cargo del reino, el rey lo
coronó, luego de comprobar que los ministros y ciudadanos estaban de acuerdo.
Pensando en su propia avanzada edad y la necesidad de la auto-rrealización, Uttanapada se
desapegó a si mismo de todos los asuntos mundanos y luego entró al bosque. Después de un
tiempo, Dhruva se casó con Bhrami y con ella tuvo dos hijos.
Un día, el hermano menor de Dhruva, quien aún no estaba casado, fue asesinado por un
poderoso demonio mientras cazaba en el Hima-laya. Su madre, Suniti, también murió poco después
mientras buscaba a su hijo perdido. Cuando Dhruva escuchó las desagradables noticias, se sintió
lleno de sentimientos de ira y dolor.
Durante su reinado, Dhruva ejecutó muchas ceremonias sagradas para el placer del
Señor. Por rendir servicio devocional al Señor sin desviación, Dhruva pudo ver que todo está
situado en El y que El está situado en todas las entidades vivientes. Dhruva gobernó la tierra por
36000 años y, mientras lo hacía, redujo las reacciones de sus actos piadosos por disfrute y redujo sus
reacciones pecaminosas practicando austeridades.
Al final de este período, Dhruva entregó el reino a su hijo. Como consideraba su cuerpo,
esposas, hijos, amigos, ejército, tesoro, palacios y los placeres terrenales de disfrute como creación
de la energía ilusoria, se retiró a Badarikashram, en los Himalayas.
Por bañarse en las aguas cristalinas y practicar el sistema de yoga, Dhruva purificó sus sentidos
y los retrajo de la materia para concentrarse en la forma del Señor. En trance de meditación, su
corazón se derritió debido al éxtasis.
Cuando Dhruva olvidó completamente su existencia corporal y se liberó así del cautiverio
material, vio un maravilloso aeroplano que venía ante él, luego de descender desde el cielo. Dentro
de la refulgente aeronave, Dhruva vio a dos asociados del Señor. Ellos tenían cuatro brazos, eran
muy juveniles, poseían cuerpos negruzcos y ojos que parecían como los de la flor de loto roja.
Al darse cuenta que estas personalidades fuera de lo común eran sirvientes del Señor, Dhruva,
de inmediato se puso de pie y simplemente ofreció sus respetos con las manos juntas, mientras
cantaba los santos nombres del Señor.
Los dos Vishnudutas se sintieron complacidos con la simple recepción y, después de acercarse
sonrientes, dijeron: "Querido rey, que toda buena fortuna sea para ti. Cuando tú tenías sólo cinco
años, complaciste al Señor en gran medida con tus austeridades. Nosotros somos representantes del
Señor Supremo y hemos sido delegados para llevarte de regreso al mundo espiritual. Ni tus
antepasados ni nadie antes han alcanzado este planeta trascendental, alrededor del cual todos los
otros planetas giran. Este aeroplano único ha sido enviado por el Señor Supremo y tú eres muy
afortunado de abordarlo para así viajar al mundo espiritual, donde puedes vivir eternamente.
Luego de escuchar las dulces palabras de los Vishnudutas, Dhruva ofreció sus respetos a los
sabios que también estaban presentes allí y aceptó sus bendiciones a cambio. Seguidamente,
después de adorar y circunvalar el aeroplano, Dhruva ofreció sus reverencias a los Vishnudutas.
Mientras ejecutaba estos respetuosos actos, Su cuerpo se transformó y su complexión se volvió tan
brillante como el oro fundido.
Después de eso, cuando Dhruva estaba por abordar el aeroplano trascendental, la muerte
personificada se aproximó a él. Sin siquiera preocuparse de ella, Dhruva aprovechó la ventaja de su
presencia para poner su pie sobre la cabeza de la muerte y ayudarse para abordar el aeroplano, que
era como un enorme palacio volador. Justo entonces, tambores comenzaron a resonar en el cielo y el
jefe de los Gandharvas comenzó a cantar, mientras numerosas flores caían sobre Dhruva como
torrentes de lluvia.
Luego de sentarse en el aeroplano, Dhruva, de repente, recordó a su madre Suniti y pensó:
"¿Cómo puedo ir solo al mundo espiritual y dejar atrás a mi pobre madre?"
Los asistentes del Señor pudieron comprender la mente de Dhruva, y entonces, le señalaron a su
madre, quien ya estaba yendo en otro aeroplano trascendental. Luego, cuando pasaban por el
espacio, Dhruva vio todos los planetas, uno tras otro, mientras los semidioses hacían llover flores
sobre él desde sus aeroplanos. Después de viajar más allá de los planetas superiores, finalmente
arribó a la eterna morada del Señor, cuya iluminación es reflejada por todos los planetas materiales
luminosos.
Alguien que escucha acerca de las actividades de Dhruva puede cumplir todos sus deseos de
riqueza, fama e incrementa la duración de su vida. Esta narración es tan auspiciosa, que
simplemente por escucharla, uno puede ir al planeta de Dhruva después de haber contrarrestado
todas las reacciones de las actividades pasadas.
En verdad, alguien que escucha esta narración con fe y devoción, adquiere exaltadas cualidades
como aquellas poseídas por Dhruva.
CAPÍTULO 2: La Perfección del Ser
El rey Parikshit alcanza la autorrealización

Una vez, mientras perseguía un venado por el bosque, el rey Parikshit se sintió muy cansado,
con hambre y sed. Por esta razón, suspendió la cacería para buscar agua. Mientras lo hacía, llegó a
la choza del muy conocido sabio llamado Shamika.
Cuando entró en la cabana del sabio, el rey Parikshit lo vio sentado en silencio y con los ojos
cerrados. En verdad, los sentidos, la respiración, la mente y la inteligencia del sabio Shamika
estaban retraídos de la percepción externa debido a encontrarse en un trance de meditación
profunda.
El sabio estaba vestido con una piel de venado, tenía los cabellos largos y enmarañados. Al
verlo, el rey Parikshit le pidió algo de agua porque su boca estaba extremadamente seca debido a la
intensa sed.
En realidad, los devotos puros nunca llegan a sentirse muy perturbados por las demandas
corporales, tales como el hambre, la sed y la fatiga. Por lo tanto, debe entenderse que el rey
Parikshit fue puesto en esa condición por la voluntad del Señor. Esto sucedió sólo para crear la
auspiciosa condición para que él pudiera desapegarse de la vida familiar y escuchar el Srimad
Bhagavatam de Sukadeva Gosvami.
El sabio Shamika no le dio al rey Parikshit ninguna clase de formal bienvenida, tales como
ofrecerle un asiento, un vaso de agua ni le dirigió agradables palabras. Por eso, cuando el sabio ni
siquiera respondió a su pedido, el rey Parikshit inmediatamente se puso muy furioso debido a
sentirse completamente desatendido y ofendido. El rey Parikshit no pensaba que el asceta le daría
una recepción real, pero al menos esperaba que le ofreciera una esterilla para sentarse, unas pa-
labras de bienvenida y algo de agua. Después de todo, como Parikshit era el rey, era sorprendente
que el sabio le hubiese dado una recepción tan fría. Por otra parte, también era sorprendente que el
rey Parikshit pudiera enojarse con un gran sabio. Por lo tanto, debe asumirse que tal
comportamiento fue ordenado por el Señor Supremo.
En el momento que abandonaba la choza, en un rapto de ira, el rey Parikshit vio una serpiente
muerta que yacía cerca de la puerta. Luego de recogerla con la punta de su arco, el rey se la colocó
a Shamika como una guirnalda alrededor de su cuello y luego, rápidamente, partió a Hastinapura.
Ciertamente, fue sorprendente la actitud infantil del rey Parikshit de premiar la fría recepción
del sabio con una serpiente fría y muerta.
Mientras regresaba a su hogar, el rey Parikshit comenzó a arrepentirse de su comportamiento.
El rey se planteaba una y otra vez esta interrogante: "¿Estaba en verdad el sabio absorto en un
trance de meditación o sólo aparentaba para evitar recibir a alguien de una casta inferior?"
El sabio Shamika tenía un joven hijo llamado Shringi, quien era muy poderoso debido a las
austeridades y prácticas espirituales de sus vidas previas. Mientras jugaba con otros niños de su
misma edad, el inexperto Shringi escuchó acerca de cómo su padre había sido insultado por el rey.
El se puso muy iracundo y declaró: "Sólo vean cómo ese gobernante, quien es igual que un perro
guardián que cuida la puerta, se ha vuelto en contra de su amo. ¿En qué sitio puede un perro entrar
en la casa y reclamar que le den la cena con el jefe del hogar en el mismo plato? Luego de la partida
del Señor Krishna, estos advenedizos han comenzado a florecer. Por lo tanto, personalmente, voy a
tomar este asunto y castigaré al malhechor. ¡Sólo sean testigos de mi poder!"
Después de decir esto, el pequeño Shringi, con sus ojos rojos de ira, tocó agua del río Kaushika y
maldijo al rey Parikshit con estas palabras: "En el séptimo día, desde hoy, Takshaka, la serpiente
alada, va a morder al más caído de los descendientes de su dinastía, debido a que ha roto las reglas
de la etiqueta al insultar a mi padre."
Acto seguido, cuando el niño regresó a su hogar, vio a su padre sentado con una serpiente
muerta sobre sus hombros. Sintiéndose afligido ante esta visión y debido al gran error de maldecir
al rey, Shringi comenzó a llorar fuertemente para aliviar su ardiente corazón. Al escuchar el llanto
de su hijo, el sabio Shamika abrió gradualmente los ojos y vio a la serpiente muerta que colgaba
alrededor de sus hombros. Después de poner la serpiente a un costado, Shamika preguntó: "Mi
querido hijo, ¿por qué lloras? ¿Alguien te ha lastimado? En respuesta, Shingi le explicó a su padre
todo lo que había sucedido. Cuando Shamika escuchó acerca de cómo el rey había sido maldecido,
se sintió muy mortificado y exclamó: "¡Oh, qué acto tan pecaminoso ha sido ejecutado por mi hijo!
¡El ha concedido un severo castigo por una insignificante ofensa!"
"El emperador Parikshit es celebrado como un devoto de primera clase del Señor. Es un santo
entre los reyes y, por lo tanto, no merece ser maldecido. Mi querido hijo, sólo puedo orar al Señor
Supremo para que El pueda perdonarte por haber maldecido a una persona pura."
El sabio Shamika sabía que un devoto es tan indulgente que no tomaría venganza, incluso, si fuere
maldecido, engañado, difamado, descuidado o perturbado. Pero, aun así, el Señor nunca perdona a
tal ofensor.
En realidad, debido a que este pasatiempo fue un arreglo del Señor, ni Shamika ni Shringi ni
Parikshit habían sido responsables. Solamente habían actuado como simples instrumentos de Su
voluntad.
No obstante, el sabio pensó: "Si el rey contrarrestara la maldición de mi hijo, entonces este
obtendría alivio para su reacción pecaminosa. El santo rey Parikshit, ciertamente, no va a hacer
esto, por lo tanto, la única esperanza es apelar al Señor, porque la ofensa fue cometida por un tonto
e inocente niño."
Mientras tanto, en el camino a su hogar, el rey Parikshit se sentía más y más afligido mientras
pensaba en su incivilizado comportamiento hacia un intachable sabio. El rey pensó: "Debido a mi
ofensa, ciertamente, debo esperar que alguna gran dificultad me sobrevenga en un futuro cercano.
En efecto, espero que tal calamidad venga inmediatamente, para que pueda expiar mis miserias y
nunca cometa, nuevamente, tal ofensa. Debido a que soy muy incivilizado, he incumplido con la
etiqueta al insultar a una gran alma, que mi reino, poder y opulencia sean quemados
inmediatamente en el fuego de la ira del sabio. De esa manera voy a aprender a abandonar tal
envidiosa y poco auspiciosa mentalidad".
Debido a que la conducta personal de uno afecta también a los miembros de la familia, el rey
Parikshit deseaba que le aconteciera rápidamente un desastre y así, personalmente, sufrir la
reacción para que las futuras generaciones de su familia no tuvieran que verse afectadas.
En tanto se lamentaba de esta manera, la noticia de su inminente muerte, debido a la maldición
de Shringi, llegó al rey Parikshit. El sabio Shamika había enviado un mensajero para informar al rey
de la irrevocable maldición. Así, este podría prepararse apropiadamente para regresar al hogar, de
vuelta a Dios.
El rey Parikshit pudo haber ido donde Shamika y rogado por su perdón. Pero, debido a que el
mensaje del sabio había sido transmitido con mucho lamento, el rey no deseaba avergonzarlo aún
más con su presencia. Entonces, en lugar de tratar de contrarrestar la maldición, el rey Parikshit lo
tomó como una buena oportunidad de volverse indiferente hacia todas las cosas materiales. Con
esto en mente, primero entregó el reino a su hijo. Luego, se sentó firmemente en la orilla del río
Yamuna con la intención de abandonar su vida ayunando, mientras concentraba su mente en el
Señor Krishna.
Las noticias se difundieron rápidamente en el universo entero y, con el argumento de hacer un
v,'aje de peregrinaje, todos los grandes sabios llegaron allí junto con sus discípulos. Sabían que el
Srimad Bhagavatam seria hablado por Sukadeva Goswami.
El rey Parikshit pronto se vio rodeado por una gran cantidad de grandes personalidades, sabios
y reyes. Recibió a cada uno de ellos apropiadamente y, luego, inclinó su cabeza con la esperanza de
ser excusado de todas sus ofensas antes de partir de este mundo mortal. Una vez que todos habían
sido confortablemente sentados, el rey Parikshit se puso de pie con las manos juntas frente a todos
los sabios reunidos y dijo: "El Señor Supremo, quien es el Supremo Controlador, bonda-
dosamenteme ha adelantado la noticia de mi partida de este mundo en la forma de la maldición de
Shringi. El Señor ha hecho esto por Su misericordia sin causa, debido a me he vuelto demasiado
apegado a la vida familiar y a la opulencia real."
"Oh, grandes sabios, por favor, acéptenme como un alma completamente rendida, ya que he
tomado refugio en el Señor dentro de mi corazón. Que la serpiente alada Takshaka me muerda de
una vez si así ha sido ordenado. Mi único deseo es que ustedes continúen hablando acerca de las
glorias del Señor Supremo."
"Yo ofrezco mis respetos a todos ustedes y oro para que, si tengo que volver a nacer en el mundo
material, mi apego por el Señor Krishna permanezca intacto y pueda tener la asociación de Sus
devotos. Yo he venido a sentarme aquí para ayunar hasta que la muerte venga. Así, les ruego que
me instruyan para mi mayor beneficio."
Luego de decir esto, el rey Parikshit se sentó con la mirada hacia el norte, sobre una esterilla de
hierba kusha que había situado con las raíces mirando hacia el este. Los semidioses en el cielo luego
expresaron su satisfacción por la determinación del reyhaciendo sonar sus tambores y llover flores.
Los sabios que estaban reunidos allí también alabaron al rey Parikshit y dijeron: "Oh rey, no es
sorprendente que hayas renunciado a tu posición real con la intención de alcanzar la asociación
personal del Señor. Nosotros permaneceremos aquí hasta que hayas abandonado este cuerpo
mortal y alcances la morada suprema del Señor."
Con deseos de escuchar del Señor, el rey Parikshit nuevamente se dirigió a los sabios: "Ustedes
bondadosamente se han reunido aquí viniendo de distintas partes del universo y están
naturalmente inclinados a hacer el bien a otros. Por favor, díganme, ¿cuál es el deber principal de
un ser humano en todas las circunstancias y, especialmente, el de aquellos que están a punto de
morir?"
El rey Parikshit sabía muy bien que el servicio devocional al Señor Krishna es el eterno deber de
todos. Por lo tanto, preguntó a los sabios sólo para recibir la unánime confirmación de esto. Así
como los doctores diagnostican de manera diferente a un mismo paciente, así parece que los
grandes sabios también presentaron diferentes opiniones.
Mientras los sabios discutían entre ellos, Sukadeva Goswami apareció en la escena por la
voluntad del Señor.
Como sabía que su hijo abandonaría el hogar después de su nacimiento, el sabio Vyasadeva
había instruido cuidadosamente a Sukade-vaen el Srimad Bhagavatam mientras se encontraba en el
vientre de su madre. Debido a que Sukadeva Goswami estaba libre de todo deseo material, el sabio
Vyasadeva lo había elegido, por encima de todos sus discípulos, para volverse el recipiente del
fruto maduro del árbol del conocimiento Védico.
Cuando Sukadeva Goswami abandonó su hogar para aceptar la orden de vida de renuncia, el
sabio Vyasadeva lo siguió con intensos sentimientos de separación. Aunque Vyasadeva gritó con
ansiedad: "¡Oh, mi hijo!" Sólo el eco de los arboles se escuchó en respuesta al agraviado padre.
Luego, Sukadeva Goswami pasó por un sitio donde había unas hermosas y jóvenes muchachas
que se bañaban. Las jóvenes no se molestaron en cubrirse a sí mismas, aunque tanto ellas como
Sukadeva estaban desnudos. Pero, cuando Vyasadeva pasó por allí, las jóvenes rápidamente se
cubrieron, incluso aunque el gran sabio no estaba desnudo. Cuando Vyasadeva indagó 1 acerca de
esto, las jóvenes le explicaron: "Tu hijo nos miró a nosotras sin hacer distinción entre hombre y
mujer, debido a que él es transcendental a las mundanas relaciones sexuales. Tú, sin embargo,
haces tal distinción."
El sabio Vyasadeva y su esposa habían practicado austeridades por muchos años. Luego,
cuando Vyasadeva fecundó a su esposa, el niño permaneció en el vientre de su madre por doce
años. Cuando Vyasadeva le pidió que saliera, el niño le dijo que lo haría sólo después de haberse
liberado completamente de la influencia de la energía material. El sabio aseguró a su hijo que así
sería, pero el niño no tenía fe en las palabras de su padre porque éste aún estaba apegado a su
esposa e hijos.
Entonces, Vyasadeva fue a Dvaraka y le informó al Señor Krishna de su problema. Tiempo
después, por pedido de Vyasadeva, el Señor Krishna fue a la cabana del sabio y le aseguró al niño
que nunca sería influenciado por la energía material. Así, Sukadeva salió del vientre de su madre y
abandonó su hogar para deambular por el mundo como un alma liberada.
Sukadeva tenía solamente dieciséis años, su hermoso cuerpo era de complexión negruzca y
estaba adornado con todos los rasgos físicos auspiciosos, parecidos a los del Señor Krishna. Debido
a esto, como también a su atractiva sonrisa, Sukadeva resultaba muy placentero para las mujeres. El
había estado viajando por toda la tierra como una persona totalmente desinteresada en toda clase
de convenciones sociales. Siempre andaba rodeado por numerosas mujeres y niños, quienes lo
seguían por curiosidad.
A la llegada de Sukadeva Goswami, el rey Parikshit y todos los sabios, excepto Vyasadeva y
unos pocos, se levantaron de sus asientos para mostrar sus respetos. Después de ver esta recepción
al invitado de honor, las maravilladas mujeres y niños desistieron de sus frivolas actividades.
Entonces, la atmósfera se volvió calmada y grave.
El hijo de Vyasadeva se sentó, entonces, en un exaltado asiento que le fue ofrecido. En la
asamblea de grandes sabios, él parecía igual a la luna cuando está rodeada de innumerables
estrellas.
Después de inclinarse para mostrar sus respetos, el rey Parikshit se puso de pie con las manos
juntas e inquirió de Sukadeva Goswami con dulces palabras: "Oh sabio, tu presencia nos ha
santificado. Simplemente por recordarte a ti, uno puede volverse inmediatamente purificado. Qué
decir de verte, tocarte, lavar tus sagrados pies y ofrecerte un asiento. Tu aparición aquí es una
manifestación de la misericordia del Señor Krishna sobre mí."
"Eres el maestro espiritual de grandes sabios y devotos. Por lo tanto, te ruego que me expliques
el camino de la perfección para cualquier persona y, especialmente, para aquellos que están a punto
de morir. ¿Qué debería una persona escuchar, cantar, recordar y adorar, y qué debería abstenerse
de hacer?"
Sukadeva Goswami respondió: "Mi querido rey, tu pregunta es gloriosa porque es muy
beneficiosa para toda clase de personas. La respuesta a esa pregunta es el tema principal que uno
debe escuchar. Las personas absortas en lo material tienen muchos temas que escuchar debido a
que están ciegos al conocimiento de la Verdad Absoluta."
"Durante el día, ellos trabajan duro para ganar dinero y, en la noche, duermen o se ocupan en la
complacencia sexual. Aunque la verdad está justo delante de sus ojos, tales personas, absortas en el
materialismo, no pueden ver su inevitable destrucción. Alguien que desea liberarse de todas las
miserias, debe escuchar, glorificar y cantar acerca de la Suprema Personalidad de Dios. La más
elevada perfección es recordarlo a El al final de la vida."
"Tiempo atrás, estudié la gran literatura, el Srimad Bhagavatam de mi padre. Incluso aunque yo
era un alma perfectamente liberada, me sentí atraído por las actividades trascendentales del Señor,
para un mayor avance."
Debido a que eres un sincero devoto del Señor Krishna, voy a recitarte ahora el Srimad
Bhagavatam. No hay duda que el canto del Santo Nombre y las glorias del Señor son el medio
apropiado para alcanzar el éxito espiritual."
"¿Cuál es la utilidad de una vida prolongada que está desprovista de conciencia de Krishna? En
un momento, el rey Khatvanga se liberó a sí mismo del cautiverio de la vida material por tomar
completo refugio en el Señor Supremo."
"Mi querido rey, tú eres más afortunado, ya que tienes siete días para prepararte a ti mismo para
la muerte. Al final de la vida, uno debería ser lo suficientemente determinado como para cortar sin
temor todo apego por el cuerpo material y los deseos que pertenecen a él."
Luego, Sukadeva Goswami procedió a explicar al rey Parikshit cómo una persona materialista
puede comenzar su vida espiritual meditando en la forma universal del Señor. Después de volverse
más elevado, uno puede meditar en la forma del Señor, quien está situado dentro del corazón.
Luego, finalmente, cuando el aspecto personal del Señor es realizado, uno puede empezar a actuar
en la plataforma del servicio devocional puro."
Después de escuchar de Sukadeva Goswami, el rey Parikshit dijo: "Oh gran sabio, tus palabras
destruyen gradualmente la oscuridad de mi ignorancia. Esto es porque estas narrando tópicos
acerca del Señor Supremo."
Sukadeva Goswami respondió: "Oh rey, abandona la idea animal de pensar que vas a morir.
Distinto que el cuerpo, tú no has nacido ni vas a morir. Eres completamente distinto al cuerpo
material, al igual que el fuego es diferente del combustible que se quema."

"A veces, uno puede soñar que su cabeza es cortada. Pero, luego, se da cuenta que no es su
verdadera cabeza, porque ha estado de pie, a un lado, como un observador. En forma similar,
mientras estamos despiertos, uno puede entender la distinción entre el cuerpo material y la persona
que lo observa. Cuando una olla de barro se rompe, el aire que se encontraba dentro permanece tal
como es. De la misma forma, luego de la destrucción del cuerpo material, la entidad viviente con-
tinúa su existencia. Nuestro cuerpo material, las cualidades personales y las actividades son todas
creadas por la mente. La mente, a su vez, es una creación de la energía ilusoria del Señor Supremo."
"Mi querido rey, mientras meditas constantemente en el Señor Supremo, debes simultáneamente
y con mucho cuidado, considerar cómo tu verdadero ser está situado dentro del cuerpo material. La
serpiente alada Takshaka, enviada por la maldición de Shringi, no va a quemar tu verdadero ser.
Tienes que tener esta actitud: 'Yo no soy diferente de la Verdad Absoluta y la Verdad Absoluta no
es diferente de mí'. Por rendirte tú mismo, de esta forma, ni siquiera percibirás a Takshaka cuando
venga a morder tu pie. Tampoco incluso veras tu cuerpo cuando muera o el mundo material
alrededor tuyo, ya que te habrás realizado a ti mismo como separado de ellos. Ahora, ¿de qué otra
cosa quieres oír hablar?
El rey Parikshit muy humildemente se acercó y se inclinó frente a SukadevaGoswami. Luego,
mientras juntaba sus manos en una actitud de súplica, el rey dijo: "Mi señor, debido a tu bondad, el
propósito de mi vida se ha cumplido. Ya no tengo temor de Takshaka ni de ningún otro ser.
Tampoco estoy temeroso siquiera del repetido nacimiento y muerte. Yo me he por completo absorto
a mí mismo en la Verdad Absoluta, y esto ha destruido todos mis temores."
"Ahora, por favor permite absorber mi mente y todos mis sentidos en el Señor. Estos ya se han
purificado de todos los deseos materiales. Por tu gracia, mi ignorancia ha sido erradicada. Ahora,
permíteme abandonar mi vida."
Ante tal requerimiento, Sukadeva Goswami dio su permiso. Luego de ser honrado por el rey y
todos los sabios presentes, Sukadeva partió. El rey Parikshit fue y se sentó a orillas del río Ganges,
con la mirada hacia el norte, en un asiento hecho de hierba darbha, cuyas puntas estaban orientadas
hacia el este. En tanto meditaba en la Suprema Verdad Absoluta en completa autorealización, el
aire vital del rey cesó de moverse, y así, permaneció más quieto que un árbol en un lugar sin viento.
Mientras la serpiente alada Takshaka procedía en dirección al rey Parikshit con el
propósito de matarlo, vio a Kashiapa Muni en el camino. En realidad, Kashiapa era un gran experto
en contrarrestar venenos y estaba en camino para proteger al rey Parikshit. Dándole a él muchas
ofrendas valiosas, Takshaka logró hacerlo desistir de su propósito. La serpiente alada, la cual podía
asumir cualquier forma que deseara, disfrazada a sí misma como uno más de los sabios, llego frente
al rey Parikshit y lo mordió. Mientras seres de todo el universo observaban, el cuerpo del santo rey
inmediatamente se redujo a cenizas, como resultado del virulento veneno de Takshaka.
Un terrible sonido de lamentación se escuchó en el cielo y en la tierra. Los tambores celestiales
sonaron, mientras los Gandharvas y psaras cantaban, bailaban. Mientras los semidioses hacían
llover flores, también ofrecían plegarias debido a que podían entender que una gran alma había
regresado al hogar, de vuelta a Dios.
CAPÍTULO 3: Identidad Espiritual
La liberación del elefante Gajendra

Esta maravillosa historia que a continuación vamos a relatar pertenece a uno de los libros más
antiguos y espirituales de la humanidad. Trata la historia de una lucha entre el elefante Gajendra y
un cocodrilo. Algunos toman esta narración como un hecho real, mientras otros lo consideran solo
una bella analogía. Sea cual sea el caso, nos deja muy valiosas enseñanzas que sin duda nos van a
enriquecer. Se habla de una lucha sostenida entre ellos por mil años. Esto se puede tomar como la
larga lucha de la vida, que nos parece interminable.
A veces decimos que hemos pasado por miles de adversidades y problemas, por eso, se pueden
interpretar de este modo los mil años de lucha que mantuvieron los dos. Que el elefante no se
encuentre en su medio, sino en el agua, puede interpretarse como que el alma es tan poderosa como
un gran elefante, pero, si cae en las aguas de maya o la ilusión, no podrá salir de ellas a menos que
cuente con la gracia del Señor. De esta manera, no debemos confiarnos de nuestro propio poder.
También podemos apreciar que los logros espirituales de una vida no se pierden, sino que
continúan desarrollándose en la vida siguiente. Para dejarnos éstas y otras valiosas instrucciones,
esta antigua narración dice en esencia así:
En el valle del monte Trikuta, hay un jardín llamado Ritumat que pertenece a Varuna, el dios del
agua, y sirve de lugar de esparcimiento para las damiselas celestiales. Gran variedad de frutas y
flores se dan allí durante todas las estaciones. Es común escuchar el zumbido de intoxicadas abejas
y el muy melodioso canto de los pájaros. En el jardín hay un gran lago donde abundan hermosas
flores de loto doradas, cisnes, garzas y otras aves acuáticas. Debido a que sus aguas son agitadas
por el movimiento de los peces y las tortugas, su superficie está decorada con el polen que cae de
las flores de loto. La ribera del lago está frondosamente adornada con toda variedad de árboles
florales y, así, con la elevada montaña de fondo, el escenario en conjunto se ve muy hermoso.
Una vez, Gajendra, el líder de los elefantes, quien vivía en el bosque cercano al lago, caminaba en
direccióna sus aguas junto a sus hembras y un grupo de jóvenes elefantes. Al avanzar, aplastó
muchas plantas, matorrales y árboles, sin preocuparse por sus punzantes espinas. Por el solo hecho
de percibir su aroma, los demás animales feroces, tales como los leones, tigres, yararás y otras
grandes serpientes, huían de miedo.
Gracias a la benevolencia del elefante, los animales más pequeños podían rondar por las
inmediaciones sin ansiedad.
Con sus pasos, Gajendra hacía temblar la tierra alrededor del monte Trikuta. Sudaba mucho, de
su boca goteaba licor y su visión estaba nublada por causa de la intoxicación. Afligido por la sed,
entró en el lago y se bañó, aliviando su fatiga. Por beber las nectareas, frescas y cristalinas aguas
mezcladas con el polen de las flores de loto, se sintió del todo satisfecho. Gajendra estaba cerca de
sus esposas y en tanto se bañaban y bebían, atento les rociaba agua con su trompa.
De pronto, por arreglo de la providencia, un poderoso cocodrilo lo atacó iracundo mordiendo
una de sus piernas. Aunque era muy fuerte e hizo lo mejor que pudo por liberarse de la embestida,
fue incapaz de salvarse de las fauces del cocodrilo. Cuando sus esposas elefantas lo vieron en tal
condición de peligro, comenzaron a llorar angustiadas. Los demás elefantes trataron de librarlo
tomándolo por detrás, mas debido a la gran fuerza del agresor, no pudieron hacer nada. Ambos
contendores continuaron la pelea por mil años, lanzándose uno contra el otro, dentro y fuera del
agua. Los semidioses espectadores, estaban muy asombrados al ver la refriega.
Transcurrida la lucha por tan largo espacio, la fuerza física y mental de Gajendra comenzó a
debilitarse, mientras la del cocodrilo, por ser una criatura acuática, se incrementó en poder y
entusiasmo. Al estar fuera de su habitat natural, el elefante no podía conseguir ningún alimento,
mientras que el cocodrilo no tenía tal dificultad, con lo ue ganaba fuerza. Al verse, por arreglo del
destino, en condición tan esesperada, Gajendra entendió que no podía salvarse por sí mismo, y
sintió mucho temor por su muerte inminente.
Por fin, tras considerar su posición por largo tiempo, llegó a la siguiente conclusión: "Mis
parientes y amigos nada pueden hacer para rescatarme de este peligro. Debido a que he sido
atacado por voluntad divina, debo buscar refugio en la Suprema Personalidad de Dios, quien es el
sostén de todos, incluso de los más exaltados. Aunque la serpiente del tiempo nos persigue sin
tregua, pronta a devorarnos, si uno, por temor, se refugia en el Supremo, éste, sin duda le dará
protección, porque a El incluso la muerte misma le rehuye y teme.
Una vez tomada esta decisión, fijó la mente en su corazón y recitó la siguiente oración, que
había aprendido en su vida previa, cuando había sido el rey Indradyumna, y que recordaba por la
gracia del Señor Krishna.
Gajendra oró diciendo: "Ofrezco mis respetuosas reverencias a la Suprema Persona, quien es la raíz
causal de toda existencia. El Señor Supremo es la plataforma final, sobre la cual, todo reposa. El es
el ingrediente original de donde todo se ha manifestado y, aun así, es autosuficiente. Que esa
Suprema Persona me proteja, ahora que a Sus pies tomo refugio".
"Como un artista en el escenario que vestido con diferentes trajes y bailando de modos diversos
no puede ser reconocido por la audiencia, en forma similar, las actividades y características de este
Artista Supremo no pueden ser entendidas, incluso, por grandes sabios y semidioses."
"Mi Señor, solo Tú sabes a qué conducen las actividades sensuales y, sin Tu dirección, la entidad
viviente no es capaz de dar un paso adelante. El alma condicionada desea disfrutar de felicidad
material, pero, a menos que Tú le des instrucciones, no puede hacer ningún avance en la búsqueda
de su sombrío objetivo. Así como el resultado o efecto de una cosa da una idea de su causa, uno
acepta este mundo material como real, porque es la sombra de Tu existencia".
"Debido a que un animal como yo se ha rendido a Ti, por cierto vas a liberarme de esta
condición tan penosa. De hecho, como eres en extremo misericordioso, situado como el Alma
Suprema en mi corazón, sin cesar tratas de liberarme. Que este Señor, de ilimitada gracia, me
bendiga y libere de este peligro, como así también de la vida mundana".
"Yo sé que los devotos puros nunca claman por tales bendiciones. Ellos están satisfechos con
escuchar y cantar Tus glorias. Más, como estoy en tal adversidad, pido al Señor que me libere. En
realidad, no quisiera seguir viviendo, aun si fuese rescatado de este infortunio. ¿De qué puede
servireste cuerpo de elefante sumido en la ignorancia? Deseo liberarme de esta cobertura de ilusión
y, con ese fin, ofrezco mis respetos al Señor Supremo, quien perdura en gozosa trascendencia".
Cuando así oraba, Gajendra no se refirió a ninguna persona específica, aunque sí lo hizo al
Supremo controlador y autoridad del universo. Debido a que no invocó a ninguno de los
semidioses, ninguno de ellos se hizo presente para ayudarlo. Siendo la omnipresente Alma Supre-
ma, el Señor comprendió la difícil situación en que se encontraba, y arribó allí, montado en el lomo
de Garuda, Su ave transportadora y rodeado por los semidioses. Estos también podrían haberlo
rescatado, pero, debido a que oró específicamente al Señor Supremo, se sintieron ellos un tanto
ofendidos. Esto en sí mismo fue una afrenta de parte de ellos, por lo que, cuando el Señor apareció,
fueron a pedirle disculpas para ser excusados de su equivocado sentir.
Gajendra sentía un intenso dolor, pero al ver al Señor Narayana llegando desde el cielo, con Su
disco en mano, de inmediato tomó con su trompa una flor de loto y, sosteniéndola en alto como
una ofrenda, dijo: "¡Oh mi Señor Narayana! ¡Maestro del universo! ¡Oh, Suprema Personalidad de
Dios! Te ofrezco mis respetuosas reverencias".
Con Su disco Sudarshana, el Supremo Señor, cortó presuroso la cabeza del cocodrilo y salvó así
la vida del rey de los elefantes. Los semidioses glorificaron el magnánimo acto del Señor lloviendo
flores sobre El y Gajendra. Tambores resonaron en el cielo y los cantores celestiales, alegremente,
cantaron y bailaron, mientras otros ofrecían oraciones.
El rey de los cantantes celestiales, llamado Huhu, al ser maldecido por el sabio Devala, se había
transformado en ese cocodrilo. Ahora, ya liberado por el Señor, asumió su original posición
celestial.
Consciente de la gran misericordia que el Señor le había otorgado, el rey Huhu ofreció sus
respetos al Señor y recitó bellas oraciones glorificándolo. Luego lo circunvaló y regresó a los
planetas celestiales, libre de toda reacción pecaminosa.
Gajendra había sido un rey santo llamado Indradyumna, quien, después de retirarse de la vida
familiar fue a las montañas Malayas, donde vivió en una pequeña cabana practicando austeridades.
Una vez, mientras observaba un voto de silencio y adoraba al Señor en trance extático, el gran
sabio Agastya llegó a su refugio rodeado por sus discípulos. Cuando vio que Indradyumna
permanecía en silencio, como evitando la etiqueta de bien recibirlo, se enfureció y lo maldijo
diciendo: "Este Indradyumna carece de toda educación. Ha osado insultar a un brahmana, por lo
que deberá entrar a una vida de oscuridad y recibir el cuerpo de un elefante."
Después de maldecir al rey Indradyumna, el sabio Agastya partió junto con sus discípulos.
Como el rey Indradyumna era un gran devoto, consideró la maldición como la misericordia de la
Suprema Personalidad de Dios, por lo que le dio la bienvenida. Aunque recibió el cuerpo de un
elefante, debido a sus prácticas espirituales previas, el rey Indradyumna fue capaz de recordar su
adoración y oraciones de la vida anterior.
Debido a que Gajendra fue tocado por el Señor Supremo, de inmediato se liberó de todo
cautiverio e ignorancia material y recibió la liberación sarupya, es decir, una forma similar a la del
Señor en el mundo espiritual.
Luego el Señor, montado en Garuda, se dirigió con placer a Gajendra, en presencia de los demás. El
Señor dijo: "Mi querido devoto, a quienes se levantan temprano en la mañana y Me ofrecen las
oraciones que acabas de recitar, Yo les daré, al final de sus vidas, eterna residencia en el mundo
espiritual."
Después de decir esto, el Señor sonó Su caracola y partió a Su morada trascendental, llevando a
Gajendra consigo.
Capítulo 4: Armonía Absoluta
El rey Ambarisha es puesto en peligro

Aunque el rey Ambarisha había alcanzado el gobierno de la tierra entera, que consistía en siete
islas; y por lo tanto, poseía una opulencia casi ilimitada, no le importaba en absoluto esa exaltada
posición. Sabía muy bien que las cosas materiales, como aquellas que son imaginadas en un sueño,
en última instancia, serían destruidas. En efecto, debido a su inquebrantable devoción por la
Suprema Personalidad de Dios y Sus devotos, el rey Ambarisha consideraba que el universo entero
no era más significativo que una piedra.
El rey Ambarisha siempre ocupaba su mente en meditar en el Señor y empleaba sus palabras en
describir Sus glorias. Usaba sus manos en limpiar el templo del Señor, sus oídos en escuchar de El y
sus ojos en ver Su deidad. El rey utilizaba su sentido del tacto en abrazar a los devotos del Señor, su
nariz en oler las flores ofrecidas a El y su lengua en saborear los alimentos ofrecidos al Señor.
Empleaba sus piernas en caminar al templo y a otros lugares sagrados y todos sus deseos se dis-
ponían en función de servir al Señor, veinticuatro horas al día.
En verdad, el rey Ambarisha se ocupó tanto en el servicio con devoción, que se volvió muy
apegado al Señor, desapegándose de toda complacencia de los sentidos personales. Mientras
ejecutaba sus deberes como rey, Ambarisha ofrecía todos los resultados de sus actividades al Señor,
quien es el supremo disfrutador.
Aunque, para beneficio de su reino, Ambarisha ejecutaba elaboradas ceremonias sagradas bajo
la supervisión de grandes personalidades, internamente siempre estaba ocupado en el servicio con
devoción al Señor. Incluso, los ciudadanos del reino del rey Ambarisha estaban acostumbrados a
escuchar y a hablar de temas espirituales; por eso, no aspiraban nada material, ni siquiera a ser
elevados a los planetas celestiales.
En efecto, aquellos que están saturados de la felicidad trascendental que se deriva de rendir
servicio al Señor Supremo, se vuelven desinteresados, incluso, de obtener grandes poderes místicos.
Esto es porque tales cosas no se comparan con la dicha que sienten aquellos devotos que siempre
piensan en El en lo más profundo de sus corazones.
Una vez, el rey Ambarisha observaba el voto de comer alimentos sin granos por un año, junto a
su igualmente calificada esposa. Cuando el voto se cumplió, el rey ayunó por tres días y luego se
bañó en el río Yamuna. Después de eso, dio a los sabios una gran cantidad de vacas con cuernos
enchapados en oro y cascos de plata en caridad y complació a todos los huéspedes que habían
llegado a su casa. Seguidamente, alimentó suntuosamente a los sabios. Cuando vio que todos
estaban completamente satisfechos, se preparó para romper su ayuno con el permiso de ellos. Justo,
en ese momento, el poderoso místico, Durvasa Muni, apareció en la escena como un invitado
inesperado.
Después de ponerse de pie para recibir al gran sabio, el rey Ambarisha le ofreció un cómodo
asiento y toda clase de paraferna-lia para honrarlo. A continuación, después de sentarse a los pies
de Durvasa Muni, el rey Ambarisha humildemente le pidió que comiera. Durvasa Muni aceptó con
alegría la invitación, pero primero, para cumplir con sus deberes rituales, fue al río Yamuna.
Después de su inmersión en el agua, comenzó a meditar en el aspecto impersonal del Señor y como
permaneció en trance, no regresó por un largo tiempo.
Mientras tanto, debido a que sólo un corto momento restaba para completar el voto
apropiadamente, era imperativo romper el ayuno de forma inmediata. En esa peligrosa situación, el
rey Ambarisha consultó a los expertos sabios y luego dijo: "Es ciertamente una gran ofensa
transgredir las reglas del comportamiento respetuoso hacia un sabio si como algún alimento antes
de su llegada. Pero, por otro lado, si no rompo mi ayuno dentro del tiempo asignado, habrá un
defecto en la observación de mi voto. Por lo tanto, si ustedes piensan que es apropiado, debo
romper el ayuno bebiendo algo de agua."
Después de consultar a los eruditos, estos consideraron que beber agua podía aceptarse de la
misma manera que comer o no comer. Después de beber algo de agua, el rey Ambarisha se absorbió
a si mismo en meditación en el Señor Supremo en su corazón mientras esperaba el regreso de
Durvasa Muni.
Cuando sus deberes del mediodía concluyeron, Durvasa Muni regresó del río Yamuna y,
entonces, el rey Ambarisha lo recibió con todo respeto. Sin embargo, por la fuerza de sus poderes
místicos, Durvasa Muni pudo comprender que el rey Ambarisha había bebido algo de agua sin su
permiso. El sabio tenía mucha hambre, y debido a sentirse desatendido, se puso tan furioso que
todo su cuerpo comenzó a temblar y su rostro se contorsionó con las cejas fruncidas.
En tanto, el rey Ambarisha permanecía frente a él con las manos juntas. Pero, Durvasa Muni
airadamente exclamó: "¡Oh, sólo vean el comportamiento de este cruel hombre! No puede ser un
devoto del Señor. Está tan orgulloso de su opulencia y de su posición material que se considera a sí
mismo como Dios. Ambarisha, me has invitado a comer como un huésped, pero, en lugar de
alimentarme a mí, has comido primero. Debido a tu mal comportamiento, ahora debo hacer algo
para castigarte."
Con el rostro rojo por la rabia, Durvasa Muni se arrancó un puñado de cabellos de la cabeza y,
con ellos, creó un gran demonio que parecía el fuego ardiente en el momento de la devastación del
universo. Con un tridente en la mano, la llameante criatura hacía temblar la superficie de la tierra
con cada paso que daba mientras se dirigía hacia el rey Ambarisha. Sin embargo, el rey, quien
dependía completamente de la Suprema Personalidad de Dios, no se movió ni una pulgada de su
posición. Ni siquiera se sintió perturbado al ver al temible demonio. De repente, debido a la orden
previa del Señor, el disco Sudarshana llegó al lugar para proteger al rey Ambarisha y quemó al
demonio hasta volverlo cenizas.
Cuando Durvasa Muni vio cómo su intento de represalia había fallado y cómo el disco
Sudarshana se aproximaba a él, se sintió extremadamente temeroso. Aunque Durvasa Muni huyó
con rapidez por todas las direcciones para salvar su vida, el disco del Señor Supremo,
prácticamente tocaba su espalda mientras lo perseguía, como el fuego de un bosque ardiente
persigue a una serpiente.
Con la esperanza de protegerse, Durvasa Muni huyó por todos lados: a través del cielo, sobre la
superficie de la tierra, en las cuevas, dentro del océano y a lo largo de los sistemas planetarios de los
tres mundos. Pero, donde quiera que fuera, Durvasa veía el insoportable resplandor del disco
Sudarshana que lo perseguía de cerca. Finalmente, cuando no pudo encontrar ningún otro refugio,
se acercó temeroso al señor Brahma y le imploró: "Oh mi señor, por favor, protégeme del ardiente
disco Sudarshana que ha sido enviado por la Suprema Personalidad de Dios."
El señor Brahma respondió: "Al final de los tiempos, por la indicación de Sus cejas, el Señor
aniquila el universo entero. Incluso el señor Shiva, los grandes sabios y yo nos inclinamos ante el
Señor y llevamos a cabo Sus órdenes, para el beneficio de todas las entidades vivientes."
Después de serle negado el refugio por el señor Brahma, Durvasa Muni, quien estaba
enormemente afligido por el disco Sudarshana, se aproximó al señor Shiva en Kailash.
Sin embargo, el señor Shiva respondió a las desesperadas súplicas de Durvasa con estas
palabras: "Mi querido hijo, ni siquiera el señor Brahma, ni yo mismo, ni ningún otro, puede exhibir
algún poder que compita con el del Supremo Señor, bajo cuya dirección innumerables universos y
sus habitantes llegan a existir y luego son nuevamente aniquilados. Por lo tanto, debes acercarte al
Señor para obtener alivio. Ese disco Sudarshana es intolerable incluso para mí. Estoy seguro que el
Señor tendrá la amabilidad de otorgarte toda buena fortuna."
Después de eso, Durvasa Muni fue a la morada espiritual, donde el Señor Narayana reside
eternamente con Su consorte, la diosa de la fortuna, Lakshmi. Con el cuerpo tembloroso y quemado
por el calor abrasador del disco Sudarshana, Durvasa Muni cayó a los pies del Señor Narayana y le
suplicó: "Oh infalible e ilimitado Señor Supremo, que eres el sostén del universo entero y el único
objetivo para los devotos; soy ciertamente un gran ofensor, por favor, dame protección. Siendo
ignorante de Tu ilimitado poder, me he atrevido a ofender a Tú más querido devoto."
"Mi querido Señor, eres capaz de hacer cualquier cosa. Incluso si una persona es candidata a un
castigo infernal, Tú puedes liberarla simplemente despertando Tu santo nombre dentro de su
corazón. Por lo tanto, sé bondadoso y sálvame de la reacción de mi ofensa."
El Señor Supremo respondió: "Oh sabio, debes saber que estoy por completo bajo el control de
Mis devotos y, por lo tanto, no soy en absoluto independiente. Que decir de Mis devotos, incluso
aquellos que son devotos de Mis devotos son muy queridos para Mí. Sin tales devotos puros, para
quienes Yo soy el único destino, no deseo disfrutar Mi opulencia suprema ni mi dicha
trascendental. Tales devotos abandonan sus hogares, sus esposas, sus hijos, sus riquezas e incluso
sus vidas para servirme, sin ningún deseo de remuneración material, en esta vida o en la siguiente.
¿Cómo puedo abandonarlos en algún momento?"
"Así como las castas mujeres ponen a sus gentiles maridos bajo su control por su servicio, los
devotos puros,que están completamente apegados a Mí en lo profundo de sus corazones, Me llevan
bajo su completo control. Tales devotos no están siquiera interesados en los cuatro tipos de
liberación en el mundo espiritual, ni en la perecedera felicidad que se obtiene por la elevación a los
planetas celestiales superiores. Los devotos puros están siempre en el centro de Mi corazón, del
mismo modo en que Yo estoy siempre dentro del corazón de Mis devotos puros. Ellos no conocen
nada distinto de Mí, y Yo tampoco conozco a nadie distinto de ellos."
"Oh sabio, te deseo toda la buena fortuna, por lo tanto, déjame aconsejarte para tu propia
protección. Debes ir inmediatamente donde el rey Ambarisha. Si logras complacerlo a él, habrá
alguna vez paz para tí. Cuando alguien emplea su así llamado poder en contra de un devoto, éste
simplemente reacciona dañando al agresor. Por esto, aunque el conocimiento y las austeridades
son meritorios, cuando son adquiridos por alguien que no es gentil, pueden volverse muy peli-
grosos."
Después de recibir el consejo de la Suprema Personalidad de Dios, Durvasa Muni de inmediato
fue donde el rey Ambarisha. Al llegar, cayó a tierra y palmeó los pies del monarca. El rey
Ambarisha se sintió muy avergonzado que un sabio tocara sus pies. Cuando vio que Durvasa
estaba por ofrecerle sus oraciones, se sintió aún más apenado.
Para aliviarlo de su desesperada condición, el misericordioso rey se dirigió al disco Sudarshana
y le dijo: "Oh gran arma de la Suprema Personalidad de Dios, teniendo miles de rayos, eres la visión
original del Señor Supremo, por lo tanto, te ofrezco mis respetuosas reverencias. Esta manifestación
material completa ha sido creada por tus actividades y, con tu refulgencia, llena de principios
religiosos, la oscuridad de este universo es disipada."
"Oh protector del universo, eres ocupado por el Señor Supremo como Su toda poderosa arma
para matar a los demonios envidiosos. Ahora, por el beneficio de nuestra dinastía entera, por favor,
sé misericordioso con este pobre sabio. Si nuestra familia alguna vez ha dado caridad, ejecutado
alguna actividad sagrada o si hemos cumplido apropiadamente con nuestro deber ocupacional,
deseo que, a cambio de los méritos que hayan sido obtenidos, este sabio pueda verse liberado de tu
ardiente calor."
Después de escuchar las oraciones del rey Ambarisha, el disco Sudarshana se apaciguó y se
abstuvo de quemar en adelante a Durvasa Muni. El sabio se sintió en extremo complacido al ser
liberado de todo peligro. Entonces, alabó al rey Ambarisha: "Mi querido rey, hoy he experimentado
la grandeza de los devotos de la Suprema Personalidad de Dios. Aunque te había ofendido, has
orado por mi buena fortuna. Para aquellos que están absortos en su relación personal con el Señor
Supremo, ¿qué no se puede hacer y que es imposible dejar?"
"Oh rey, como has pasado por alto mi ofensa y has salvado mi vida, te estoy muy agradecido."
El rey Ambarisha había permanecido parado en el mismo sitio y había renunciado a toda clase
de comida y bebida, excepto agua, por todo un año, mientras esperaba el regreso de Durvasa Muni.

Luego, el rey Ambarisha complació aún más a Durvasa Muni haciéndolo comer suntuosamente
una innumerable variedad de sabrosos alimentos. Finalmente, con gran afecto, el sabio le pidió al
rey Ambarisha: "Mi querido rey, por favor, come tu comida. Al principio, pensé que eras un ser
humano ordinario, pero ahora puedo entender que eres el más exaltado devoto del Señor. Por lo
tanto, simplemente por verte a ti, por tocarte y por conversar contigo, me he vuelto muy
afortunado. Por tu exaltado comportamiento, las personas de este mundo hablarán eternamente de
tus glorias y las damiselas del cielo cantarán acerca de tu inmaculado carácter."
Después de esto, sintiéndose satisfecho en todos los aspectos, Durvasa Muni le pidió permiso al
rey Ambarisha y partió. Mientras viajaba por el universo, continuamente glorificó al rey. Luego de
ver cómo Durvasa Muni fue liberado del peligro de ser quemado, el rey Ambarisha pudo
comprender lo poderoso que se había vuelto por la gracia del Señor Supremo. Aún así, no se
adjudicó ningún crédito, ya que sabía muy bien que todo había sido hecho por la Suprema
Personalidad de Dios.
Después de cierto tiempo, el rey Ambarisha decidió retirarse de la vida activa. Por esta razón,
dividió su propiedad entre sus hijos, quienes eran tan calificados como él. Más tarde, se fue a vivir
al bosque, para así poder concentrar por completo su mente en el Señor.
CAPÍTULO 5: La Realidad del Alma
Yamaraja instruye a las reinas

En el reino de Ushinara, había una vez un celebrado rey llamado Suyagya. Después de ser
asesinado por sus enemigos en combate, el rey yacía en la tierra, su armadura de oro enjoyada
estaba destrozada, sus ornamentos y guirnaldas se encontraban fuera de sus lugares y sus cabellos
dispersos. Los ojos del rey habían perdido el lustre y su cuerpo entero estaba cubierto de sangre.
Debido a que, incluso su corazón había sido perforado por las flechas de sus enemigos, él se había
mordido los labios para mostrar su heroísmo y, por esto, sus dientes permanecieron en esa
posición. Su atractivo rostro estaba ahora ennegrecido y cubierto de polvo; y sus brazos y armas
estaban cortados y rotos.
Las reinas de Suyagya llegaron apresuradamente al campo de batalla y se sentaron alrededor
del cuerpo del rey muerto y clamaron: "Oh señor, ahora que has muerto, nosotras también hemos
perdido nuestras vidas". Mientras repetían estas palabras, una y otra vez, las reinas cayeron a los
pies del rey fallecido y se golpeaban los pechos con sus puños. Abundantes lágrimas caían de sus
ojos y sus cabellos y ornamentos se desordenaron.

Mientras provocaban la simpatía de todos quienes estaban presentes, las reinas lamentaban la
muerte de su esposo de la siguiente manera: "Oh señor, tú has sido llevado por la cruel providencia
a un lugar más allá de nuestra visión. Previamente, hiciste felices a tus subditos dándoles su
sustento, pero ahora, tu partida es la causa de su aflicción."
"Oh héroe, eras un esposo muy agradecido y nuestro más sincero amigo. ¿Ahora, cómo seremos
capaces de existir sin ti? Por favor, indícanos a dónde te has ido para que podamos seguirte y,
entonces, ocuparnos nuevamente en tu servicio."
El momento apropiado para quemar el cuerpo del rey pasaba rápidamente y el sol estaba a punto
de ocultarse. Mientras las reinas se lamentaban, mantenían el cuerpo de su esposo muerto sobre sus
piernas, sin permitir que les sea quitado. El fuerte llanto de las afligidas reinas fue escuchado en la
morada de Yamaraja. Para dar alivio al rey, quien aún ermanecía en el lugar como un fantasma,
debido a que su cuerpo no abía sido quemado, el señor de la muerte mismo llego al lugar.
Yamaraja asumió la forma de un pequeño niño, debido a que las personas se fascinan al
escuchar a una criatura que habla filosóficamente. Luego de presentarse frente a las reinas del rey
Suyagya, dijo: "¡Oh, qué sorprendente es esto! Aunque estas personas son mayores que yo y han
experimentado cómo miles de entidades vivientes han nacido y luego han muerto, aún así están
confundidas."
"La entidad viviente viene de un lugar desconocido y allí regresa luego de su muerte, entonces,
¿por qué estas personas se lamentan innecesariamente? ¿Cómo puede ser que estas mujeres no
tengan un más elevado sentido de la vida del que yo tengo? Aunque soy muy pequeño, ya me he
quedado solo para luchar sin padres; pero aun así, no he sido afectado por esta circunstancia.
Debido a esto, tengo la firme creencia que la Suprema Personalidad de Dios, quien le protege a uno
incluso en el vientre de su madre, va a protegerme en todas partes."
Luego, dirigiéndose a las reinas les dijo: "Oh sentimentales mujeres, la creación material entera
actúa bajo el control del Señor Supremo, exactamente como si fuera su juguete. Así, la creación, el
mantenimiento y la destrucción de todo se lleva a cabo únicamente por Su voluntad. Algunas veces,
el dinero se pierde en la calle. Aún así, es protegido por el destino y no es visto por otros, de
manera que, aquel que lo ha perdido, pueda recuperarlo. Por otro lado, sin la protección el Señor,
incluso el dinero más cuidadosamente protegido puede ser robado. Si el Señor Supremo le da a
alguien protección, aunque se encuentre solo en la oscura selva, va a permanecer seguro. Por otro
lado, otra persona puede estar muy bien protegida en su casa por sus parientes y, sin embargo, de
alguna manera, morir."
"Aunque uno recibe diferentes tipos de cuerpos, de acuerdo a sus actividades pasadas, la
entidad viviente es completamente diferente del cuerpo y, por lo tanto, no tiene nada que ver con
su creación y disolución. Así como el fuego, dentro de la madera, es diferente de la madera; como el
aire, en las fosas nasales, es diferente de la nariz; y como el cielo, aunque lo penetra todo, nunca se
mezcla con nada; así, la entidad viviente, aunque ahora se encuentra dentro del cuerpo, es diferente
de él."
"Oh afligidas reinas, ¡ustedes son todas muy ingenuas! Si el cuerpo es el ser, entonces, la
persona llamada Suyagya, por quien se lamentan, está aún yaciendo frente a ustedes y no se ha ido
a ningún sitio. Por lo tanto, ¿cuáles la causa de tal lamentación? Si ustedes dicen que se lamentan
debido a que la verdadera persona, que previamente era escuchada y les hablaba, se ha marchado,
este es un comportamiento contradictorio, ya que, esa persona nunca ha sido realmente vista por
ustedes. ¿Cuál es la necesidad de lamentarse? El cuerpo que ustedes han visto, aún yace ahí y la
persona a quien ustedes ahora extrañan, nunca fue realmente conocida."
"Cuando la mente deambula durante el día y uno comienza a pensar de sí mismo que es muy
importante o cuando uno sueña que disfruta con una hermosa mujer en la noche, esto es realmente
falso. De la misma manera, la felicidad y la aflicción, que son causadas por los sentidos materiales,
son una invención mental. Por lo tanto, deben ser entendidas como ilusorias. Aquellos que son auto
controlados, que saben que el alma es eterna y el cuerpo perecedero; no se sienten abrumados por
la lamentación, mientras que, aquellos que carecen de tal conocimiento, ciertamente se lamentan."
Para ilustrar esto, el niño, quien en realidad era Yamaraja, el superintendente de la muerte,
narró esta historia:"Había una vez un cazador que atraía a los pájaros con comida y los capturaba
en su red. Un día, mientras deambulaba en el bosque, el cazador se encontró con un par de pájaros
Kalinga y logró atrapar a la hembra en su trampa. Al ver a su esposa en un gran peligro por la
voluntad de la providencia, el Kalinga macho se sintió extremadamente infeliz."
Como era muy afectuoso con su esposa, y debido a que no podía liberarla, el pájaro Kalinga
penosamente se lamentó: "¿Qué va a ganar la providencia quitándome a mi pobre esposa? Si la
cruel providencia se lleva a quien es la mitad de mi cuerpo, entonces, ¿por qué no habría de
llevarme a mí también? ¿Cuál es el propósito de vivir con solamente la mitad de mi cuerpo y
apenado por la pérdida de mi querida esposa? Nuestros pobres pichones esperan en el nido el
regreso de su madre para que los alimente. Como son muy pequeños y sus alas aún no han crecido,
¿cómo seré capaz de mantenerlos?
Mientras el pájaro Kalinga se lamentaba con lágrimas en sus ojos, el cazador, quien estaba
escondido a cierta distancia, disparó sus flechas y lo mató. Yamaraja, en la forma de un niño, dijo
después: "Mis queridas reinas, ustedes son tan tontas que se están lamentando por otros, pero, sin
embargo, no ven cómo su propia muerte se acerca. Incluso, si se lamentaran por su esposo por
cientos de años, nunca conseguirán traerlo de regreso, pero, mientras tanto, la duración de sus
vidas se termina."
Todos quedaron verdaderamente asombrados de escuchar las instrucciones de Yamaraja en la
forma de un pequeño niño. Una vez que comprendieron la verdad acerca de la existencia material,
las reinas abandonaron su falsa lamentación. Después de terminar de hablar, Yamaraja
desapareció de la visión de los espectadores y los parientes del rey Suyagya se ocuparon en la
ejecución de la ceremonia del funeral.
De esta historia, aprendemos que uno no debe lamentarse por la pérdida del cuerpo material,
sea el propio o el de otros. Es sólo por ignorancia que uno considera que el cuerpo es el ser y que,
aquello que está en relación con el cuerpo, son sus posesiones.
Las entidades vivientes vienen juntas como familia y luego, como resultado de sus actividades,
son separadas para ir a sus respectivos destinos individuales. Es como los viajeros que se reúnen en
un hotel, y después de pasar la noche, continúan hacia sus respectivos destinos.
No existe la muerte para el alma espiritual debido a que ella es eterna, inagotable y
completamente distinta del efímero cuerpo material. Por lo tanto, nadie debería lamentarse por la
partida del alma espiritual en el momento de la muerte.
Debido al movimiento del agua, cuando los árboles de la orilla son vistos como el reflejo sobre
su superficie, ellos parecen estar moviéndose. En forma similar, cuando los ojos se mueven debido
a algún desorden mental o intoxicación, la tierra parece moverse. De la misma manera, debido a la
identificación corporal que es causada por el apego de la mente por las tres modalidades de la
naturaleza material, el alma condicionada piensa que cambia de una condición de vida a otra,
aunque, en realidad, ella es inmutable.
En tal estado de confusión, la entidad viviente considera a algunas personas como sus familiares
y, a otras, como extrañas y, es por esa razón, que ella sufre. De hecho, la acumulación de tales
invenciones es la causa del repetido nacimiento y muerte en este mundo material.
CAPÍTULO 6: Apreciando la Esencia
Vitrasura enfrenta a los Semidioses

Hace mucho tiempo, el rey Indra, quien estaba extremadamente orgulloso de su opulencia, se
encontraba sentado en su trono junto a su esposa Sacidevi, rodeado por numerosos semidioses y
grandes sabios, quienes le ofrecían sus respetos y servicios. Las bailarinas celestiales danzaban y los
gandharvas proveían un dulce acompañamiento musical. En ese momento, Brihaspati entró en la
asamblea.
Aunque Indra vio a su maestro espiritual delante de él, no le ofreció un asiento ni se levantó del
suyo. En verdad, debido a que estaba intoxicado de orgullo, el arrogante Indra no hizo nada por
mostrarle una respetuosa bienvenida a su maestro espiritual.
Brihaspati pudo comprender perfectamente la causa del orgullo de Indra, como también lo que,
en el futuro, el destino tenía reservado. Aunque pudo haber maldecido al rey del cielo, Brihaspati
deseaba darle una lección. Por lo tanto, simplemente partió hacia su hogar sin decir una palabra.
Indra, de inmediato se dio cuenta del grave error de haber irrespetado a su maestro espiritual.
Por lo tanto, se condenó a sí mismo en presencia de los semidioses y sabios reunidos: "Oh, qué acto
tan reprochable he cometido. Debido a mi falta de inteligencia y al orgullo causado por mi
opulencia material, he insultado a mi maestro espiritual al no mostrarle el apropiado respeto.
Aunque soy el rey de los semidioses, quienes están situados en la modalidad de la bondad, me he
vuelto orgulloso por un poco de opulencia y he sido contaminado por el ego falso. Considerando
todo esto, ¿quién estaría dispuesto a aceptar tales riquezas con el riesgo de degradarse?"
"¡Al infierno con mi prestigio y opulencia! Los líderes que se han vuelto demasiado engreídos
piensan que no deben mostrar respeto a los sabios. En efecto, están abordando un barco de piedra
junto a sus seguidores. Ellos simplemente se hundirán, porque han aceptado el camino de la
destrucción. Ahora debo inclinar mi cabeza a los pies de mi preceptor y, sin duplicidad, procuraré
satisfacerlo."
Mientras Indra se arrepentía de esta manera, Brihaspati, quien podía entender completamente la
mentalidad de su discípulo, se hizo invisible al rey del cielo,por ser espiritualmente más poderoso
que su discípulo. Como los semidioses fallaron en encontrar a Brihaspati, a pesar de una ardua
búsqueda, Indra pensó: "Mi maestro espiritual se encuentra insatisfecho conmigo. Por lo tanto, he
sido desprovisto de todos los medios para alcanzar la buena fortuna."
Después de eso, Indra no podía encontrar paz mental, a pesar de estar rodeado de todos los
semidioses. Los demonios pronto supieron de la lamentable condición de Indra, y, bajo la dirección
de su maestro Sukracharya, tomaron las armas y declararon la guerra en contra de los semidioses.
En la batalla que siguió, los semidioses fueron severamente destrozados y, como último recurso,
buscaron la protección del señor Brahma. Cuando el señor Brahma vio acercarse a los semidioses
heridos, señaló: "Oh semidioses, debido a la locura que produce la posesión de opulencia material,
ustedes fallaron al recibir apropiadamente a Brihaspati cuando entró en la asamblea. Es muy
sorprendente que hayan actuado en forma tan insolente con el mejor de los sabios. Debido a ese
mal comportamiento es que ahora han sido derrotados por los demonios."
"Anteriormente, los demonios se habían debilitado por haber irrespetado a su gurú
Sukracharya y, por lo tanto, ustedes, repetidamente os derrotaron en la batalla. Ahora, debido a
que ellos han adorado a Sukracharya y han seguido sus instrucciones con firme determinación, los
demonios han recobrado su poder. Ellos se han vuelto tan poderosos que, incluso, podrían
apoderarse fácilmente de mi propia morada si así lo desearen. El hecho es que, alguien que tiene
una fe determinada en la misericordia de los sabios y en el Señor Supremo, y siempre los adora,
permanece fuerte en su posición."
"Oh habitantes del cielo, deberían acercarse a Vishvaru-pa, el hijo de Tvasta, y aceptarlo como su
gurú. El es puro y es un poderoso espiritualista que sobrelleva severas austeridades. Si resulta
complacido por vuestra adoración, ciertamente va a cumplir con todos sus deseos. La única
condición es que ustedes deben tolerar el hecho que él también se siente inclinado hacia los
demonios."
Después de ser aconsejados por el señor Brahma, los semidioses sintieron inmediato alivio para
sus ansiedades y se aproximaron a Vishvarupa, como les fue indicado. Después de abrazarlo, los
semidioses dijeron: "Querido sabio, toda buena fortuna sea para ti. Como hemos venido a tu
ashram como invitados y estamos en el nivel de tus parientes, deberías tratar de cumplir con
nuestro pedido como una cuestión de deber."
"Hemos sido derrotados por nuestros enemigos y, por lo tanto, estamos muy agraviados. Como
un perfecto trascendentalista, tú eres el maestro espiritual de toda clase de personas. Deseamos
aceptarte como nuestro preceptor, de manera que, por la fuerza de tus austeridades, podamos
derrotar fácilmente a los demonios. No temas que te critiquen por ser más joven que nosotros. Esa
etiqueta no se aplica con respecto a alguien avanzado espiritual-mente. Por lo tanto, aunque eres
menor, puedes volverte nuestro guía, sin dudarlo."
Vishvarupa se sintió muy complacido al escuchar el pedido de los semidioses y respondió: "Oh
semidioses, aunque la aceptación del sacerdocio es descrito algunas veces como la causa de la
pérdida del poder espiritual previamente adquirido, ¿cómo puedo rehusarme a hacerlo cuando
ustedes, personalmente, han venido aquí? Debido a que son los exaltados directores del universo y
yo soy su discípulo, debo estar de acuerdo por mi propio beneficio. También porque son mis
superiores."
Acto seguido, Vishvarupa ejecutó las ceremonias y rituales con gran entusiasmo y atención.
Luego, al ser solicitado, Vishvarupa le entregó al rey Indra el mantra secreto conocido como
"Narayana-Kavacha", que destruye cualquier causa de temor y supera todos los obstáculos. Luego
de entregarle el poderoso escudo protector del mantra, Vishvarupa concluyó la instrucción de Indra
diciendo: "Esta arma mística del Señor, ciertamente va a permitirte conquistar a tus enemigos, los
demonios. Si alguien emplea esta arma, cualquiera que mire o toque con sus pies será liberado de
todos estos peligros de manera inmediata. Aquel que utilice esta oración "Narayana-Kavacha",
nunca será perturbado o puesto en peligro por el gobierno, los asaltantes, los malvados o por
cualquier tipo de enfermedad."
Vishvarupa tenía tres cabezas. Usaba una para beber néctar celestial, otra para beber vino y, la
tercera, para comer. Vishvarupa estaba emparentado con los semidioses por el lado paterno. Pero,
como los demonios eran sus parientes por el lado materno, secretamente, les ofrecía oblaciones,
junto con aquellas que ofrecía a los semidioses.
Una vez, Indra detectó cómo Vishvarupa engañaba subrepticiamente a los semidioses de este
modo. Sintiéndose muy temeroso de ser derrotado por los demonios, el rey del cielo le cortó con
furia sus tres cabezas. Pero, luego de matar a Vishvarupa, Indra se sintió muy arrepentido.
Entonces, aunque era lo suficientemente poderoso como para neutralizar la reacción pecaminosa
de matar al sabio, Indra voluntariamente la aceptó con las manos juntas.
El rey del cielo sufrió por un año y, luego, distribuyó los remanentes de las reacciones entre la
tierra, el agua, los árboles y las mujeres.
La tierra estuvo de acuerdo y aceptó un cuarto de la reacción por matar a un sabio, a cambio de
la bendición de Indra para que sus pozos se llenasen automáticamente. A causa de eso, ahora
existen muchos desiertos en la superficie de la tierra y ningún ritual auspicioso puede ser ejecutado
allí. Los habitantes del desierto también debe entenderse que comparten las reacciones de Indra por
haber matado a Vishvarupa.
A cambio de la bendición de que sus ramas y ramitas volvieran a crecer cuando fuesen cortadas,
los árboles aceptaron un cuarto de las reacciones. Estas reacciones ahora son visibles como la sabia
que fluye de los árboles, que, como consecuencia, no es apropiada para ser bebida.
A cambio de la bendición de Indra para poder disfrutar de mayor placer sensual, las mujeres
aceptaron un cuarto de la reacción. Como resultado, ellas menstrúan una vez al mes.
A cambio de la bendición de incrementar el volumen de otras sustancias al ser mezcladas con
ella, el agua aceptó un cuarto de las reacciones. Por esta razón, hay burbujas y espuma en el agua
que deben ser cuidadosamente evitadas.
Tvasta se puso furioso al escuchar de la muerte de su hijo Vishvarupa. Entonces, ejecutó un
particular ritual con el propósito de matar a Indra. Mientras ofrecía oblaciones, Tvasta ordenó: "¡Oh
enemigo de Indra, florece para matar a tu enemigo sin demora!"
Sin embargo, en vez de pronunciar la palabra apropiada: "Indra-sha-tro", la cual significa
"enemigo de Indra", Tvasta, erróneamente, dijo: "Indra-shatro". Así, pronunció la "a" mas larga.
Como resultado, el significado cambió por: "Indra, quien es un enemigo".
Después de eso, en el lado sur de la ceremonia de fuego, apareció una personalidad muy
temerosa, que parecía el destructor del universo al final de los tiempos. Como flechas disparadas en
las cuatro direcciones, el cuerpo del demonio creció, día a día. Era gigantesco, negruzco y parecía
un cerro quemado. Su apariencia resultaba brillante, como un conjunto de nubes iluminadas por el
sol del atardecer. Los cabellos, la barba y el bigote del demonio eran del color del cobre fundido, y
sus ojos eran tan penetrantes como el sol del mediodía. Parecía sostener los tres mundos en las
puntas de su ardiente tridente. Mientras danzaba y gritaba en voz alta, hacía que toda la superficie
de la tierra temblara.
Cuando bostezaba, una y otra vez, parecía tragarse el cielo entero. Su boca era tan profunda
como una cueva. Creaba la ilusión de lamer las estrellas del cielo con su lengua, y comerse el
universo entero con sus largos y filosos dientes. Todos aquellos que circunstancialmente veían al
gigantesco demonio, corrían en todas direcciones y perdían sus sentidos por el temor. Debido a que
el hijo de Tvasta cubrió todos los sistemas planetarios, se le dio el nombre de Vitra.
El ejército de los semidioses, conducido por Indra, atacó a Vitrasura. Pero cualquier arma con la
que le disparasen era tragada fácilmente por el gran demonio. Sorprendidos y decepcionados, los
semidioses perdieron la fuerza y el entusiasmo; se sintieron temerosos por sus propias vidas.
Luego de reunirse, los semidioses se refugiaron en la Suprema Personalidad de Dios y le
ofrecieron sus oraciones diciendo: "Todos nosotros tememos que el factor tiempo va a terminar con
nuestra existencia. Pero, como el factor tiempo es temeroso del Señor Supremo, permítasenos tomar
refugio en El, porque únicamente El puede darnos completa protección. Alguien que desee ser
protegido por algún otro es, ciertamente, un gran tonto. Su esperanza es algo así como la esperanza
de aquel que desea cruzar el mar aferrándose de la cola de un perro."
"El Señor está situado siempre frente a nosotros en Su aspecto omnipresente. Pero no podemos
ver su forma debido a que nos consideramos como separados e independientes de El. Permítasenos
ahora tomar refugio en ese Señor Supremo, porque estamos seguros que El nos dará protección."
Después de escucharlas oraciones de los semidioses, el Señor primero se manifestó a Sí mismo
dentro de sus corazones y luego se hizo visible ante ellos. Al ver al Señor con Su sonriente rostro y
ojos como pétalos de loto, los semidioses se sobrecogieron con sentimientos de felicidad, e
inmediatamente cayeron al suelo como varas para ofrecer sus respetos.
Luego, se incorporaron lentamente y se esforzaron por complacer al Señor al ofrecerle las
siguientes oraciones: "Oh Suprema Personalidad de Dios, te ofrecemos nuestras respetuosas
reverencias. Como todos hemos aparecido después de Tu creación, esta manifestación cósmica y
Tus actividades nos son imposibles de entender. Por lo tanto, no tenemos nada más que ofrecerte
que nuestras humildes reverencias."
"Oh Supremo Señor, una cuerda causa temor a una persona confundida que la considera una
serpiente, pero no perturba a una persona que sabe que es simplemente una cuerda. Como el Alma
Suprema en el corazón de todos, Tú inspiras temor o ausencia del mismo, de acuerdo a la
inteligencia de uno, pero en Ti no existe tal dualidad. Una incesante bienaventuranza espiritual
fluye en la mente de aquellos que, incluso una vez,han saboreado, aunque sea, una gota del néctar
del océano de Tus glorias. Tales personas exaltadas olvidan el diminuto reflejo de la así llamada
felicidad material, producida por los sentidos materiales."
"Oh Señor, Tú eres el alma y el amigo querido de tales devotos, quienes nunca más necesitan
regresar a este mundo material. Tú apareces en diferentes encarnaciones para castigar a los
demonios, tan pronto como ellos se vuelven demasiado poderosos. Por lo tanto, nosotros te oramos
para que aparezcas hoy como otra encarnación, si Tú lo deseas, para matar al gran demonio
Vitrasura."
"Nosotros somos todos almas rendidas a Ti. Por favor, libéranos de la ansiedad causada por este
demonio, quien aflige el fondo de nuestros corazones.Tú eres el conocedor de todo, por lo tanto,
¿qué necesitamos informarte a Ti? Como eres omnisciente, sabes muy bien por qué hemos tomado
refugio en Tus pies, el único medio para subyugar todas las perturbaciones de este mundo
material."
Como eran devotos que deseaban disfrutar de facilidades materiales, los semidioses se
aproximaron al Señor con la esperanza de obtener alivio de su aflicción. Pero, cuando un devoto
inmotivado está en dificultades, nunca molesta al Señor, más bien, está de acuerdo en sufrir las
consecuencias, porque ellas son el resultado de sus errores pasados. Al ser conscientes de tal
distinción, los semidioses se disculparon con el Señor por aproximarse a El por protección.
Aún así, el Señor Supremo estuvo complacido con su sincera rendición y les respondió: "Oh los
más inteligentes de los semidioses, al ofrecer tales oraciones con total conocimiento, uno se vuelve
completamente purificado y, entonces, resulta elegible para rendir servicio devocional puro en
condición liberada."
"Aunque es verdad que no hay nada difícil de obtener para alguien con quien Yo estoy
complacido, un devoto puro no necesita pedirme nada, excepto la oportunidad de ocuparse en Mi
servicio devocional. Aquellos que piensan que los bienes materiales son todo, ignoran la verdadera
meta de la vida y son llamados avaros. Tales personas, no solamente resultan las más tontas,
porque también lo son aquellas que les otorgan el cumplimiento de sus deseos."
"Mi querido Indra, te aconsejo que te aproximes al gran sabio Da-dhichi, quien se ha vuelto muy
poderoso debido a su conocimiento y austeridades, y le solicites que te entregue su cuerpo. Debido
a la invisible cobertura protectora dada por el mantra "Narayana-Kavacha", el cuerpo de Dadhichi
es muy fuerte."
"Mi querido Indra, después de la muerte de Vitrasura, toda buena fortuna les acompañará.
Aunque el gran demonio es capaz de destruir los tres mundos, no temas. No les hará daño. El
también es un devoto y nunca es envidioso de nadie."
Una vez que el Señor desapareció de la visión de los semidioses, estos se acercaron a Dadhichi y
le rogaron que les entregue su cuerpo. Dadhichi estaba preparado para honrar el pedido de los
semidioses porque era muy liberal. Pero, primero, sólo para escuchar algunas buenas instrucciones,
sonrió y les dijo en broma: "Oh elevados semidioses, en el momento de la muerte hay un severo e
intolerable dolor que le quita a uno la conciencia. ¿No lo saben? Todos en este mundo estamos muy
apegados a este cuerpo material y, por lo tanto, uno lucha por protegerlo por todos los medios,
incluso a costa de sacrificar todas sus posesiones. Realmente, uno espera mantener su cuerpo para
siempre. Por lo tanto, ¿quién está preparado para entregar su cuerpo material a alguien, aunque
este fuera demandado, incluso, por el Señor mismo?"
Los semidioses respondieron: "Oh exaltado sabio, las personas como tú son muy amables y
compasivas con todos. Personas como tú pueden dar todo para el beneficio de otros, inclusive sus
propios cuerpos. Por tal razón, un mendigante no debe pedir caridad de alguien en dificultades.
Del mismo modo, alguien que es capaz de dar, no debe negar dar a un mendigante."
Dadhichi respondió: "Yo solo fingí negarme a ofrecer mi cuerpo para poder escuchar de ustedes
acerca de los principios religiosos. Aunque mi cuerpo es extremadamente querido para mí, sé que
debo entregarlo para un mejor propósito. Igual, él me abandonará de todos modos, ya sea hoy o
mañana."
"Alguien que no tiene compasión por el sufrimiento de la sociedad humana y no sacrifica su
cuerpo temporal por la causa de la conciencia de Dios, es ciertamente el más condenado. Si uno es
infeliz al ver la aflicción de otros, y es feliz al ver su felicidad, se entiende que está situado en la
plataforma de los principios religiosos eternos. Este cuerpo, que será devorado por otras criaturas
después de la muerte, no le hace ningún bien al alma espiritual. Además, solamente es útil por un
corto período de tiempo. Por lo tanto, este cuerpo y sus posesiones deben ser ocupados para el
beneficio de otros. De otro modo, serán la fuente de perturbaciones."
Una vez que dijo esto, el gran sabio Dadhichi se situó a sí mismo, el alma espiritual, frente a los
pies de loto del Señor y abandonó su cuerpo material hecho de cinco elementos. Mientras
permaneció absorto en trance, Dadhichi se separó de todos los apegos materiales. Por lo tanto, ni
siquiera pudo percibir cómo el cuerpo material se separó de su ser.
Después de esto, Visvakarma, el arquitecto de los semidioses, construyó un rayo de los huesos
del cuerpo de Dadhichi y el Señor Vishnu infundió el arma con su potencia. El rey Indra recogió el
rayo y partió en el lomo de Airavata, su elefante transportador, rodeado por todos los semidioses y
alabado por los grandes sabios. Estando investido con la fuerza de Dadhichi e iluminado por el
poder de la Suprema Personalidad de Dios, Indra brillaba hermosamente mientras cabalgaba para
matar a su enemigo, Vitrasura.
Poco después, en el comienzo de tetra yuga, tuna feroz batalla tuvo lugar en las orillas del rio
Narmada. Indra estaba rodeado por poderosos semidioses y, en el otro bando, Vitrasura recibía el
apoyo de miles de demonios.
Mientras rugían tumultuosamente como leones, los demonios atacaron a los semidioses desde
todos lados. Hacían llover sobre ellos, incesantemente, sus mazas, cachiporras, flechas, dardos de
púas, lanzas, tridentes, hachas y espadas. Los semidioses se volvieron temporalmente invisibles
debido a que estaban completamente cubiertos por una red de armas que caían sobre ellos.
Actuando de manera veloz, pudieron escapar de ser heridos, cortando en pedazos todas las armas
de los demonios mientras volaban por el cielo, antes que pudieran alcanzarlos.
Cuando los demonios se quedaron sin armas, comenzaron a lanzar picos de montañas, árboles y
piedras sobre los soldados de los semidioses. Sin embargo, estas también fueron destrozadas
mientras atravesaban el cielo. Al percatarse de que su ataque había resultado ineficaz, como las
ásperas palabras de una persona insignificante que furiosamente hace acusaciones contra una
persona santa, los demonios se sintieron muy temerosos y perdieron el orgullo de pelear.
Impotentes, los demonios abandonaron a sus líderes y huyeron a toda prisa del campo de
batalla, a pesar de que la lucha recién había comenzado.
Al ver a su ejército dispersarse debido al temor, Vitrasura, sonriente los castigó diciendo: "Por
favor, escúchenme y no huyan. Quien ha nacido en el mundo material debe morir, porque la
muerte es inevitable. Por lo tanto, si uno puede ser promovido a los sistemas planetarios superiores
y obtener fama eterna en la tierra por tener una muerte apropiada, ¿qué hombre, en su sano juicio,
rechazaría tal oportunidad? Existen dos clases de muertes gloriosas: por la práctica de yoga místico
y cuando se cae en el campo de batalla sin haber vuelto la espalda. Por lo tanto, mis queridos
demonios, abandonen la cobardía y regresen de una vez a la batalla."
Aunque escucharon el consejo de Vitrasura, el cual era acorde a los principios religiosos, los
demonios estaban demasiado temerosos para aceptarlo. Como la situación les otorgaba ventaja, los
semidioses atacaron a los demonios por la retaguardia. Al ver la lamentable condición de su
ejército, Vitrasura se sintió muy agraviado.
Incapaz de tolerar este revés, comenzó a reprender fuertemente a los semidioses con gran ira:
"Como los demonios han nacido inútilmente, ¿cuál es la utilidad de matarlos por la espalda
mientras tratan de huir atemorizados? Alguien que se considere a sí mismo un héroe, no debería
nunca matar a un enemigo que teme perder la vida."
"Insignificantes semidioses, si ustedes tienen verdadera fe en su heroísmo, entonces, por favor,
párense ante mí solo un momento. De otro modo, si no tienen deseos de pelear, entonces les
permitiré irse pacíficamente. No soy tan malvado como para atacar a alguien que no está dispuesto
a pelear."
La sola visión del gigantesco demonio aterrorizaba a los semidioses. Cuando rugió con fuerza,
prácticamente cayeron a tierra desmayados, como si hubiesen sido golpeados por un rayo. Mientras
los semidioses, por miedo, cerraban los ojos, Vitrasura tomó su tridente, y haciendo temblar la
tierra, aplastó a los semidioses bajo sus pies, al igual que un elefante loco pisotea bambú hueco
mientras deambula por el bosque.
El enfurecido Indra, entonces, lanzó su gran maza, pero Vitrasura la atrapó con extrema
facilidad con su mano izquierda y la utilizó para golpear con furia a Airavata en la cabeza. A causa
de este golpe, el elefante transportador de Indra se tambaleó hacia atrás, mientras escupía sangre
por su boca lastimada. Los soldados de ambos bandos glorificaban a Vitrasura por su heroico acto y
Airabata cayó a tierra con Indra en su espalda. Debido a que su portador nunca antes había sido
atacado así, Indra se sintió muy deprimido. Vitrasura honró las reglas de la lucha y se abstuvo de
golpearle. Aprovechando esta ventaja, Indra tocó a Airavata con su mano que produce néctar, y así,
el elefante sintió alivio de su dolor y sus heridas fueron curadas.

Después de eso, cuando Vitrasura vio a Indra llegar frente a él con el rayo en su mano, recordó
cómo el rey del cielo había asesinado a su hermano Vishvarupa. Al contemplar el acto cruel de
Indra, Vitrasura enloqueció de lamentación.
Luego de reír sarcásticamente, se dirigió a Indra diciendo: "Para mi buena fortuna, la persona
que mató a mi hermano y a su propio maestro espiritual está ahora parada frente a mí."
"Oh el más abominable, cuando perfore tu corazón de piedra con mi tridente, me liberaré de la
deuda que tengo con mi hermano. Simplemente, para mantener tu disfrute celestial, sin piedad
mataste a un auto-realizado e intachable sabio que actuaba como tu sacerdote de ceremonia."
"Indra, estás desprovisto de toda vergüenza, misericordia, gloria y buena fortuna por tus
acciones egoístas. Debido a esto, después de tener una muerte dolorosa, con un golpe de mi
tridente, incluso el fuego no te tocará. Sólo los buitres van a ser condescendientes y comerán tu
pecaminoso cuerpo."
"Si otros semidioses tontamente te siguen y me atacan, separaré sus cabezas con mi tridente y las
ofreceré en sacrificio a las huestes de fantasmas. Por otro lado, si eres capaz de cortar mi cabeza con
tu rayo, ciertamente sentiré placer de que mi cuerpo sea comido por otras entidades vivientes. De
esta manera, me aliviaré de sufrir por mis pecados pasados y, por lo tanto, me volveré elegible para
recibir la asociación grandes devotos."
"Oh rey de los semidioses, yo, tu enemigo, estoy parado frente a ti. ¿Por qué dudas y no lanzas
tu rayo? Aunque el ataque de tu maza fue ciertamente inútil, como pedir dinero a un avaro, no
deberías dudar de la capacidad de tu rayo. Tiene el poder del Señor Vishnu y la fuerza de las
austeridades de Dadhichi. Desde que viniste a luchar conmigo, por orden del Señor, no hay duda
que seré matado por tu rayo. Debido a que el Señor Vishnu está de tu lado, la victoria y la buena
fortuna están garantizadas para ti."
"Por la fuerza de tu rayo, seré liberado del cautiverio material y, por fijar la mente en los pies de
loto del Señor, alcanzaré el más elevado destino, tal como el Señor previamente me aseguró."
"Las personas que se rinden completamente al Señor y siempre piensan en El, son aceptados por
el Señor como Sus sirvientes personales. La Suprema Personalidad de Dios nunca otorga opulencias
materiales a tales sirvientes rendidos. Tales posesiones sólo incrementan la enemistad, la ansiedad,
la agitación mental, el orgullo y la beligerancia. Mientras uno se esfuerza por incrementar y
mantener tales posesiones, sufre por la ardua labor y, más tarde, se lamenta por su pérdida. Por la
misericordia del Señor, Sus devotos son salvados de esforzarse en el cumplimiento del deber, en el
desarrollo económico, en el disfrute de los sentidos y de la liberación. Sin embargo, tal misericordia
la alcanzan, únicamente, los devotos desinteresados; no aquellos que aspiran a obtener ganancias
materiales."
Después de hablar de esta manera a Indra, Vitrasura llevó su atención hacia Su adorable deidad.
Vitrasura oró: "Oh mi Señor, ¿seré capaz de ocuparme nuevamente en el servicio de Tus sirvientes
eternos, de manera que mi mente pueda siempre pensar en Tus trascendentales atributos; mis
palabras, glorificarte; y, mi cuerpo, ocuparse en Tu amoroso servicio?"
"Oh mi Señor, no deseo un exaltado puesto como gobernante de uno de los sistemas planetarios,
ni tampoco deseo el poder del yoga místico, ni la liberación si ello implicare abandonar Tu refugio"
"Oh Señor de ojos como lotos, así como los pichones siempre esperan el regreso de su madre
para que los alimente; o los pequeños terneros, atados con una cuerda, aguardan con ansiedad el
momento de amamantar; o como una afligida esposa espera por el regreso de su marido que se
encuentra lejos; yo siempre anhelo la oportunidad de rendirte servicio directo a Tí."
Vitrasura anhelaba morir para regresar al hogar, de vuelta a Dios, lo más rápidamente posible.
Por otro lado, Indra deseaba obtener la victoria sobre Vitrasura para poder disfrutar la celestial
gratificación sensual y continuar con su vida dentro del mundo material. Tanto Indra como
Vitrasura eran devotos, aunque el rey del cielo fue instruido por el Señor para poder matar al así
llamado demonio.
Realmente, el Señor fue más misericordioso con Vitrasura, aunque había concedido, tanto a
Vitrasura corno a Indra, las bendiciones deseadas. A pesar de ser un devoto, Indra estaba más
interesado en la felicidad material que en liberarse del cautiverio material. Como era un devoto
inmotivado, la única aspiración de Vitrasura era asociarse personalmente con la Suprema
Personalidad de Dios y rendirle servicio a El. Por lo tanto, la verdadera victoria fue destinada a
Vitrasura y no a Indra, quien tendría que permanecer dentro del mundo material y sufrir los
repetidos nacimientos y muertes."
Después de comprender las exaltadas cualidades de Vitrasura, Indra se sintió apenado ante el
prospecto de tener que matar a tan grande devoto. Por eso, dudaba en lanzar su rayo. Vitrasura se
sintió decepcionado al ver tal renuencia en Indra, ya que consideraba que la muerte era preferible a
la victoria. Por esta razón, tomó la iniciativa y atacó ferozmente a Indra con su tridente. Las puntas
del tridente ardían como el fuego. Cuando lo lanzó, Vitrasura rugió y exclamó con fuerza: "Oh
pecador, ¡ ahora debes morir!"
El tridente de Vitrasura parecía un meteorito brillante que volaba a través del cielo y, por lo
tanto, era difícil de ver. Sin embargo, Indra, sin temor destrozó el tridente con su rayo y cortó el
brazo derecho de Vitrasura, que era tan ancho como el cuerpo de la serpiente Vasuki. A pesar del
brazo cortado, Vitrasura golpeó a Indra en la mandíbula con su maza. Luego, una vez más, golpeó
severamente a Airavata. Como resultado, Indra soltó el rayo de su mano. Al ver esto, todos los
habitantes del cielo gritaban con gran alarma y, tanto los semidioses como los demonios alababan el
maravilloso poder de Vitrasura. Indra se sintió muy avergonzado de su derrota y no se atrevía a
recoger su rayo.
Para animar a Indra, Vitrasura luego le dijo: "Toma tu rayo y mata a tu enemigo. Este no es
momento para lamentarte por tu destino. Indra, nadie, excepto el Señor Supremo, tiene garantía de
resultar siempre victorioso."
"Todos dentro de este universo, incluso los grandes semidioses, están bajo el completo control
del Señor, como pájaros atrapados en una red que, por lo tanto, no pueden moverse con
independencia. Así como una marioneta de madera o un animal hecho de hierbas y hojas no
pueden moverse por sí mismos, sino que dependen completamente de otra persona que los maneja;
todos danzamos de acuerdo al deseo del Supremo Controlador. Así como una persona que no está
inclinada a morir debe, de todos modos, abandonar su vida, fama y opulencia en el momento de la
muerte; así, en el momento señalado para la victoria, uno puede ganar todas esas cosas por la
misericordia del Señor Supremo."
"Debido a que todo es dependiente de la suprema voluntad del Señor, uno debe ser ecuánime en
la fama o en la difamación; en la victoria o en la derrota; en la vida o en la muerte. Mientras
experimentamos los efectos de la felicidad y la aflicción, uno debe mantenerse en estado de
equilibrio, sin ansiedad. Alguien que sabe que las tres modalidades de la naturaleza material no son
cualidades del alma y que sabe que el alma pura es simplemente una observadora de las acciones y
reacciones de esas cualidades, debe ser aceptado como una persona liberada que no está atada por
las modalidades de la naturaleza."
"Indra, yo ya he sido derrotado. Mi arma y mi brazo han sido cortados en pedazos. Aún así,
hago mi máximo esfuerzo para continuar en la lucha, y no estoy en absoluto apenado. De la misma
manera, deberías abandonar tu pesar y continuar peleando. Sólo considera esta pelea como un
juego de azar en el cual nuestras vidas están en juego. Las flechas son los dados y los animales
portadores son el tablero. Nadie puede saber quién será derrotado o quien saldrá victorioso, porque
el resultado depende de la providencia."
Vitrasura, aunque supuestamente era un demonio, resultaba tan grande que, en efecto, actuaba
como el maestro espiritual de Indra. Vitrasura sabía que sería derrotado y lo aceptaba sin
remordimiento. Sin embargo, hacía todo lo posible por matar a Indra, basado en que uno debe
cumplir con su deber en todas las circunstancias, incluso aunque ya conozca el resultado.
Realmente, Indra estaba asombrado al escuchar las muy inteligentes instrucciones de Vitrasura.
Entonces, recordó cómo Prahlada y el rey Bali habían nacido también en familias de demonios,
aunque eran grandes devotos. Después de alabar a Vitrasura, Indra recogió nuevamente su rayo y,
sonrientemente, respondió: "Oh gran demonio, puedo ver, por tu entendimiento y determinación,
que eres un perfecto devoto de la Suprema Personalidad de Dios. Generalmente, los demonios
están absortos en la modalidad de la pasión, por lo tanto, es una maravilla que hayas fijado la
mente en el Señor Supremo en la bondad pura. Alguien que se coloca en el servicio devocional al
Señor Supremo, siempre nadará en el océano de néctar. Para él, ¿cuál es la utilidad del agua de un
pequeño pozo?"
Después de discutir los principios del servicio devocional en el campo de batalla, Indra y
Vitrasura continuaron su pelea como un asunto de deber. Vitrasura tomó una maza de hierro con la
mano izquierda, la giró amenazadoramente y la lanzó contra Indra. Con su rayo, llamado
Shataparvan porque tiene cien articulaciones, Indra cortó la maza y el otro brazo de Vitrasura en
pedazos. Mientras sangraba profusamente, el gran demonio lucía hermoso, igual a una montaña
voladora cuyas alas han sido cortadas.
Vitrasura luego situó su mandíbula inferior sobre la tierra y, la superior, en el cielo. De esta
manera, su boca, bien abierta, se volvió tan vasta como el espacio mismo. Su lengua era como una
gran serpiente y con sus temibles dientes parecía que devorarían el universo entero. Habiendo
asumido tan gigantesca forma, Vitrasura hizo que, incluso grandes montañas se sacudieran.
Mientras parecía el Himalaya andante, aplastó la superficie de la tierra. De repente, llegando ante
Indra, Vitrasura lo devoró junto con Airavata, del mismo modo que una gran pitón se traga a un
elefante. Cuando los semidioses, encabezados por el señor Brahma, vieron esta gran calamidad,
mostraron su consternación y exclamaron: "Oh, ¡qué desastre!"
Sin embargo, debido a que tenía la protección del escudo místico "Narayan-Kavacha" y su
innegable poder místico, indra no murió a pesar que fue devorado por el gran demonio. Con su
rayo, cortó y abrió el abdomen de Vitrasura. Así pudo salir, para el alivio de los semidioses, que
estaban todos parados como espectadores. Indra, inmediatamente comenzó a cortar la cabeza de
Vitrasura, que era tan alta como el pico de una montaña. Aunque el rayo giraba alrededor del
cuello del demonio a gran velocidad, le llevó un año entero poder cortarlo.
Finalmente, en el momento apropiado, la cabeza de Vitrasura cayó atierra. Al ver esto, los
semidioses, desde el cielo hicieron llover flores sobre Indra mientras sonaban sus tambores de
júbilo y lo alababan cantando los mantras Védicos. El alma dentro del cuerpo de Vitrasura luego
emergió y regresó al hogar, de vuelta a Dios, para volverse un eterno asociado del Señor.
En realidad, cuando Vitrasura se tragó a Indra, consideró que su enemigo estaba muerto y, por
lo tanto, pensó que no había necesidad de pelear más. Una vez que llegó a esta conclusión,
Vitrasura detuvo todas sus actividades corporales y se situó a sí mismo en trance, con el propósito
de regresar al hogar, de vuelta a Dios. Así, Vitrasura permaneció en yoga-samadhi, mientras Indra
perforaba su cuerpo y lo decapitaba.
Después de la muerte de Vitrasura, todos en los tres mundos sintieron un gran alivio, excepto el
rey Indra. Mientras los semidioses, los demonios y sus seguidores regresaban a sus moradas, nadie
dijo una palabra el rey del cielo.
Previamente, cuando los semidioses y los grandes sabios habían solicitado a Indra que matara a
Vitrasura, él se había resistido. Tenía mucho temor de matar a una gran alma. Pero, con el aliento
de sus palabras, Indra peleó con Vitrasura. Sin embargo, más tarde, se sintió muy afligido por haber
dado muerte a un gran devoto del Señor.
Además, la reacción pecaminosa por matar a una gran personalidad se refugió en Indra. Por
consiguiente, no podía encontrar alivio a su dolor. Indra vio cómo la reacción pecaminosa
personificada lo perseguía en la forma de una mujer muy vieja afectada de tuberculosis. El cuerpo
de la anciana temblaba y sus extremidades y vestimentas estaban cubiertas de sangre. Al respirar,
un insoportable olor a pescado contaminaba toda el área. Ella lo llamaba diciendo: "¡Espera!
¡Espera!"
Indra trató de huir a través del cielo, pero a donde quiera que fuera, veía al pecado
personificado justo detrás de él. Por último, después de dirigirse en dirección al noreste, Indra
entró en el lago Manasa-Sa-rovara y permaneció allí, invisible por mil años, dentro de la fibra sutil
del tallo de un loto. Durante ese periodo, Agní entregó a Indra el resultado de sus ofrendas, pero,
como el dios del fuego estaba temeroso de entrar en el agua, el rey del cielo casi pereció de hambre.
Mientras tanto, el rey Nahusha recibió el poder para ocupar el trono del cielo en ausencia de
Indra. Sin embargo, intoxicado por su reciente poder y la opulencia que había adquirido, Nahusha
trató de disfrutar de la esposa de Indra, Sachi. Como resultado, fue forzado a aceptar el cuerpo de
una serpiente luego de recibir la maldición de un sabio .
Finalmente, después aliviarse de sus reacciones pecaminosas por estrictamente adorar del Señor,
Indra fue llamado de regreso al cielo. De esta manera, recuperó su exaltada posición y fue honrado
por todos otra vez.
En esta gran narración, hay una glorificación del Señor y de Sus grandes devotos. Por entender
este incidente, uno logra aliviarse de todas sus reacciones de sus actividades previas. Además, se
vuelve experto en las actividades de los sentidos, su opulencia se incrementa y su reputación se
extiende. Alguien que lee o escucha esta narración con fe y devoción, vencerá sobre todos los
obtáculos y la duración de su vida se incrementará. Como esta narración es tan auspiciosa en todo
aspecto, los sabios eruditos regularmente la escuchan yrepiten en cada día festivo.
CAPÍTULO 7: Verdadero Refugio
El señor Shiva busca protección

Una vez, el rey Parikshit le preguntó al sabio Sukadeva: "Si la adoración del Señor Supremo es la
meta final de la vida, entonces, ¿por qué los devotos del Señor, en general, son bastante afectados
por la pobreza, mientras que los devotos del señor Shiva son, con frecuencia, muy ricos? El señor
Shiva es un semidiós encargado de asuntos universales y un estricto renunciante, mientras que el
Señor Supremo es el esposo de la diosa de la fortuna. Parece que el resultado alcanzado por los
adoradores de estos dos señores de caracteres opuestos son contrarios a lo que uno esperaría."
El sabio Sukadeva respondió: "El señor Shiva está siempre unido con su consorte, la naturaleza
material y, por lo tanto, sus adoradores son materialistas que desean bienes terrenales. El Señor
Supremo, en cambio, no tiene conexión con la naturaleza material y quien lo adore a El, queda libre,
también, de la influencia de esta naturaleza material."
"Al final de la ceremonia llamada Ashvamedha, tu abuelo Yudhis-thira, hizo la misma pregunta
al Señor Krishna. El Señor se sintió muy complacido con la pregunta y le respondió al rey
Yudhisthira lo siguiente: vSi Yo favorezco a un devoto, de modo especial, y deseo cuidar de él, lo
primero que hago es quitarle sus riquezas. Cuando el devoto resulta afectado por la pobreza, sus
familiares ya no tienen interés en él y, por lo tanto, él se vuelve doblemente infeliz. Cuando Mi
devoto está desprovisto de todas sus riquezas materiales y ha sido olvidado por sus parientes,
amigos y miembros de la familia, cuando ya no tiene nadie que lo cuide, entonces, toma completo
refugio a Mis pies de loto'"
Sukadeva continuó con su explicación: "El Señor es muy amable, y por lo tanto, antes de dar
alguna bendición, primero, considera si esto será o no para el bien mayor del devoto. Por otra parte,
los semidioses pueden otorgar bendiciones con rapidez, pero lo hacen sin hacer esta consideración.
Sólo para ilustrar este punto, voy a narrarte una historia interesante."
"Había una vez un demonio llamado Vrika, el hijo de Shakuni. El deseaba obtener una
bendición, pero no podía decidir a qué semidiós adorar. Una vez, se encontró con el sabio Narada
en el camino y le preguntó: "Oh sabio, de los tres principales semidioses, ¿cuál puede ser
complacido más rápidamente?"
Como reconoció la motivación del demonio, Narada respondió: "Adora al señor Shiva y pronto
alcanzarás el éxito. El señor Shiva se complace con facilidad cuando ve una cualidad buena en su
adorador, aunque esta sea mínima. Pero, también se pone rápidamente furioso ante la más
pequeña falta. Hay quienes han recibido un incomparable poder por adorar al señor Shiva."
Con esta instrucción, Vrika se dirigió a Kedarnatha. Después de iniciar una ceremonia de fuego,
comenzó a cortarse pedazos de carne de su cuerpo y los arrojaba al fuego,para ofrecerlos como
oblaciones para la satisfacción del señor Shiva. Por seis días Vrika continuó con esta práctica, pero,
al ver que el señor Shiva no aparecía, se sintió frustrado. Así, al séptimo día, el demonio se bañó en
un lago cercano y, sin secar su cuerpo, se preparó para cortarse la cabeza.
En ese instante, el señor Shiva se volvió compasivo. Surgió del fuego de la ceremonia y agarró el
brazo de Vrika, evitando que se suicidara. Tan pronto como el señor Shiva tocó el cuerpo del
demonio, todas sus heridas se sanaron.
El señor Shiva dijo: "¡Mi amigo, detente por favor! Pídeme cualquier cosa que desees y te la daré.
Has torturado tu cuerpo sin ninguna razón. Suelo sentirme complacido hasta con un poco de agua
ofrecida por alguien que se aproxima para buscar refugio en mí."
Vrika dijo: 'Esto es lo que deseo. ¡Cuando toque con mi mano a alguien en la cabeza, ésta deberá
abrirse en dos y la persona morirá!"
El señor Shiva sintió cierto pesar al escuchar esto, pero como no podía retirar su promesa, hizo
vibrar el sonido "OM" para afirmar su consentimiento. En verdad, el señor Shiva sonrió
irónicamente, como si estuviera dando leche a una serpiente venenosa.
Inmediatamente después de recibir esta bendición, Vrika decidió probarla en el señor Shiva.
Deseaba quitarle a su esposa Parvati y tomarla para su disfrute personal. Cuando el demonio fue a
poner su mano en la cabeza del señor Shiva, se puso tan temeroso que su cuerpo comenzó a
temblar.
Por ello, el señor Shiva huyó por todos lados, mientras el demonio lo perseguía por la tierra, por
el cielo, de planeta en planeta, buscando la ayuda de las deidades predominantes. Los grandes
semidioses, como el señor Brahma y el rey del cielo, Indra; permanecieron silenciosos, sin encontrar
la manera de salvar al señor Shiva del inminente peligro. Por último, el señor Shiva se aproximó al
Señor Vishnu, en Svetadvipa, que es un planeta espiritual dentro de este universo.

Con una comprensión clara de la situación, el Señor Vishnu se acercó a Vrika, disfrazado como
un pequeño niño monje, vestido con una piel de venado, con una vara y un rosario de oración. La
brillante refulgencia del Señor Vishnu era muy atractiva, no sólo para el señor Shiva, sino también
para Vrika.
El Señor Supremo le dijo: "Mi querido hijo de Shakuni, pareces estar muy cansado. ¿Por qué has
venido desde tan lejos? Por favor, descansa por un minuto. Después de todo, es con la ayuda del
cuerpo que uno cumple todos sus deseos."
"Oh poderoso Vrika, por favor dime, ¿cuál es tu intención? En general, uno no logra sus
propósitos sin la ayuda de otros."
El discurso del Señor Vishnu cayó sobre Vrika igual que dulce néctar y lo alivió de su fatiga. El
Señor le había hablado muy respetuosamente, sólo para atraer su atención y simpatía. Como se
había dirigido a Vrika con el apelativo de hijo de Shakuni, el demonio consideró que el Señor
debería ser amigo de su familia.
En respuesta, Vrika le relató todo lo que había sucedido. El Señor Vishnu, entonces, dijo: "No
puedo creer que el señor Shiva haya hablado sinceramente. Después de todo, él no está en una
condición muy cuerda; porque fue maldecido y asumió una condición como la de un fantasma
después de pelear con su suegro, Daksha. Aún así, si tienes algo de fe en las palabras del señor
Shiva, entonces, pon tu mano en tu cabeza como un experimento. Si su bendición prueba ser falsa,
puedes castigar apropiadamente al mentiroso, para que, en el futuro, no vuelva nunca más a dar
falsas bendiciones."
Mediante la expansión de Su energía ilusoria, el Señor Vishnu fue capaz de confundir al tonto de
Vrika con Su inteligente y encantador discurso. Así, sucedió que, sin siquiera darse cuenta de lo que
hacía, el demonio colocó la mano sobre su cabeza. Inmediatamente, la cabeza de Vrika estalló, como
si hubiese sido golpeada por un rayo y el demonio cayó muerto.
Desde el cielo se escucharon gritos de: "¡Bien hecho!" "¡Victoria!" Luego, cayó un torrente de
flores.
El Señor Vishnu, entonces, dijo: "Sólo mira, Shiva, cómo este cruel hombre murió por sus
propias reacciones pasadas. ¿Qué buena fortuna puede uno esperar si ofende a grandes almas, y
qué decir de ofender al maestro espiritual del universo?"
CAPÍTULO 8: Conocimiento la Verdad
El diluvio universal y la aparición de Matsya el pez

Durante algún tiempo, el rey Satyavrata practicó austeridades. Subsistía, únicamente, bebiendo
agua. Un día, mientras el rey se encontraba en la orilla del río Kritamala, un pequeño pez apareció
en sus manos ahuecadas, cuando intentaba recoger agua. Sin pensarlo dos veces, el rey arrojó el pez
al río, junto con el puñado de agua.
En ese momento, con una voz atractiva, el pobre y pequeño pez habló al misericordioso
gobernante: "Mi querido rey, protector de los necesitados, ¿por qué me arrojas en este río, donde
hay otros seres acuáticos que pueden fácilmente matarme? Yo estoy muy temeroso de ellos."
El rey Satyavrata no pudo entender que el pez era, en verdad, la Suprema Personalidad de Dios.
Aún así, solo para su propia satisfacción, alegremente decidió darle protección.
Conmovido por las lamentables palabras del pez, el misericordioso rey lo colocó en un jarro de
agua y regresó a su palacio.
Luego, en una sola noche, el pez creció tanto que ya no podía moverse cómodamente en el jarro
de agua. Por eso, le dijo al rey Satyavrata: "No me gusta estar en este pequeño recipiente. Por favor,
encuentra un mejor reservorio de agua donde Yo pueda vivir cómodamente."
El rey Satyavrata sacó al pez fuera del jarro de agua y lo arrojó en un pozo grande. Sin embargo,
en un abrir y cerrar de ojos, el pez creció rápidamente y dijo: "Mi querido rey, este pozo no es un
sitio apropiado para Mi residencia. Por favor, encuentra una extensión de agua más grande para
Mí. Después de todo, he tomado refugio en ti."
El rey Satyavrata sacó al pez fuera del pozo y lo arrojó dentro de un lago.No obstante, el pez
inmediatamente asumió una gigantesca forma. Su cuerpo excedía la extensión de agua que había en
el lago. Nuevamente el animal dijo al monarca: "Oh, rey, yo soy un gran pez, por lo tanto, este lago
no es apropiado para Mí. Por favor, sálvame y encuentra algún reservorio de agua que nunca
disminuya."
El rey Satyavrata llevó entonces al pez al reservorio de agua más grande de su reino, pero este
también resultó ser insuficiente. Por lo tanto, como último recurso, el rey arrojó al pez al océano. En
ese momento, el pez le dijo al rey: "Oh, gran héroe, hay muchos tiburones poderosos y peligrosos
en el agua que podrían comerme. No deberías haberme arrojado en este lugar."
Después de escuchar las dulces palabras habladas por la Suprema Personalidad de Dios, el
confundido rey dijo: "¿Quién eres tú? Tus actividades simplemente nos dejan sorprendidos."
"Mi Señor, en un solo día te has expandido a Ti mismo y has crecido, superado en muchas veces
Tu tamaño original. Antes de esto, nunca había visto o escuchado de tal clase de animal acuático."
"Mi Señor, Tú, ciertamente, debes ser la inexhaustible Suprema Personalidad de Dios, Narayana,
quien ha asumido la forma de un pez sólo para mostrar misericordia a todas las entidades
vivientes. Debido a que Tú eres el guía y destino de las almas rendidas como nosotros, te ofrezco
mis respetuosas reverencias. Por favor, permíteme conocer el propósito por el cual Tú has
encarnado en la forma de un pez."
El Señor Supremo dijo: "Oh rey, en el séptimo día, a partir de hoy, los tres mundos se van a
sumergir dentro del agua de la inundación. En ese momento, un gran barco enviado por Mí va a
aparecer frente a ti. Así, debes colectar toda clase de hierbas y semillas y cargarlas dentro de esta
gran embarcación."
"Acompañado por los Sapta Rishis y rodeado por todas las especies de entidades vivientes,
debes abordar, sin temor, este barco que va a permitirte viajar seguro en el océano de la inundación.
En ese momento, cuando la única iluminación sea la refulgencia de los siete sabios, el barco va a ser
violentamente empujado por los poderosos vientos. Por lo tanto, debes atar la embarcación a Mi
aleta con la ayuda de la gran serpiente Vasuki cuando Yo aparezca a tu lado. Luego, hasta el final
de la noche de Brahma, voy a empujar el barco en el agua. Mientras tanto, te instruiré ampliamente
acerca del conocimiento de Mí mismo. Por mi favor, todas las verdades sobre Mí se volverán
manifiestas dentro de tu corazón."
Luego de decir esto, el Señor Matsya desapareció. El rey Satyavrata aguardó el momento que El
había indicado. Luego de colocar hierba kusha con sus puntas orientadas hacia el este, el rey se
sentó mirando hacia el noreste y comenzó a meditar en el Señor Supremo en Su forma como un pez.
Después de cierto tiempo, gigantescas masas de nubes comenzaron a derramar agua
incesantemente e hicieron crecer el océano más y más, hasta que inundó toda la tierra. De esta
manera, el mundo entero fue gradualmente inundado. Luego, mientras recordaba las palabras del
Señor, el rey Satyavrata vio un maravilloso barco que se acercaba. Rápidamente colectó varias
hierbas, semillas y enredaderas, y luego, junto a los siete sabios, abordó el barco.
Los sabios estaban muy complacidos con el rey y le aconsejaron: "Oh, rey, por favor, medita en
el Señor para que nos salve del inminente peligro y vele por nuestro bienestar."
Luego, mientras el rey Satyavrata meditaba firmemente en el Señor, un gran pez dorado
apareció frente a él en medio del océano de la inundación. Este extraordinario pez era gigantesco y
tenía un gran cuerno sobre su cabeza. Siguiendo las instrucciones que previamente había recibido
del Señor, el rey Satyavrata ancló el barco en el cuerno del pez y empleó a la serpiente Vasuki como
una cuerda.
Con gran satisfacción, el rey luego ofreció sus oraciones al Señor diciendo:
"Ofrezco mis respetuosas reverencias al Señor Supremo, por cuya gracia, las personas que han
perdido su autoconocimiento, desde tiempo inmemorial, obtienen la oportunidad de encontrar a Su
devoto. Con la esperanza de ser feliz, la tonta alma condicionada ejecuta muchas actividades
materiales que, simplemente, resultan en sufrimiento. Sin embargo, al prestar servicio devocional al
Señor Supremo, uno puede liberarse de tales falsos deseos de felicidad. Quiera ese supremo
maestro espiritual cortar el nudo de los falsos deseos materiales en el fondo de mi corazón."
"Así como el oro y la plata se purifican de toda suciedad al ser tratados con fuego, así uno puede
recobrar su posición original por prestar servicio con devoción al Señor Supremo. Ni todos los
semidioses juntos, ni los así llamados maestros pueden ofrecer ni siquiera la diez milésima parte de
la misericordia que el Señor Supremo otorga a Sus devotos. Así como un hombre ciego acepta a
otro hombre ciego como su guía, una persona que no conoce la meta de la vida acepta a un tonto y
sinvergüenza como su guía, para que lo instruya acerca del desarrollo económico y la gratificación
de los sentidos. Las instrucciones de los así llamados maestros le aseguran al tonto discípulo su
permanencia en la oscuridad de la existencia material."
"Por otra parte, Su Señoría le otorga a uno el conocimiento eterno que le permite ser reinstalado
en su original posición constitutiva. Por lo tanto, mi querido Señor, yo Te acepto a Ti como mi
maestro espiritual."
"Oh, Supremo Señor, yo me rindo ante Ti. Por medio de Tus instrucciones, por favor revélame el
propósito de la vida, para que pueda entender así mi destino final."
Tiempo después, mientras se movía por las aguas de la inundación, el Señor Matsya le explicó al
rey Satyavrata la ciencia conocida como Bhakti Yoga, por medio de la cual uno puede distinguir
entre la materia y el espíritu. Así, mientras permanecían sentados en el barco, el rey Satyavrata y los
sabios se volvieron completamente iluminados acerca de la Verdad Absoluta.
CAPÍTULO 9: Más Allá de la Ilusión
Shaubari es perturbado en su meditación

Hace mucho tiempo atrás, el gran sabio Shaubhari Muni practicaba austeridades en lo profundo
de las aguas del río Yamuna. Entonces, vio a un par de peces ocupados en relaciones sexuales.
Shaubhari se agitó con deseos de experimentar placer sensual. Por esa razón, salió del agua y se
acercó al rey Mandatta, quien era por entonces el emperador del mundo y residía en su capital, en
Mathura. Después de escuchar de Shaubhari el pedido de la mano de una de sus hijas, el rey
respondió: "Oh, sabio, mis hijas pueden aceptar cualquier esposo que deseen."
Como era muy inteligente, Shaubhari pensó: "Debido a mi avanzada edad, mis cabellos se han
vuelto grises, mi piel está arrugada, mi cuerpo se muestra débil y mi cabeza siempre tiembla. Por
esta razón, y también porque soy un yogui, las mujeres no se sienten naturalmente muy atraídas
hacia mí. Por eso el rey ha rechazado mi propuesta de matrimonio. Pero, si rejuvenezco mi cuerpo,
gracias a la fuerza de mi poder místico, puedo volverme deseable incluso para las damiselas del
cielo, mucho más para las hijas de un rey mundano.
Acto seguido, Shaubhari Muni se transformó a sí mismo en un hombre muy joven y apuesto.
Además, logró hacer que lo escolte un mensajero hasta el barrio residencial donde vivían las
princesas. Allí, con gran entusiasmo, fue recibido por las cincuenta hijas del rey Mandhatta. Debido
a la atracción por Shaubhari Muni, las jóvenes abandonaran su fraternal relación y comenzaron a
pelear entre ellas. Cada una alegaba: "Este hombre es justo y apropiado para mí, no para ti."
Para resolver el conflicto, Shaubhari utilizó los resultados de sus severas austeridades y creó
una residencia muy opulenta, rodeada de hermosos parques donde había lagos de aguas
cristalinas. Simplemente por medio del canto de mantras, Shaubhari creó innumerables sirvientas y
sirvientes bien vestidos. El palacio entero estaba amoblado con las más valiosas camas, asientos,
baños y toda clase de objetos para el disfrute material. De esta manera, Shaubhari pacificó a las
jóvenes y, después de aceptarlas a todas como sus esposas, comenzó a ocuparse con ellas en
asuntos familiares.
En verdad, incluso aunque el rey Mandhatta era el gobernante del mundo entero, quedó muy
asombrado al ver la opulencia familiar de Shaubhari Muni. Esto le hizo al rey abandonar el sentido
de falso prestigio que había sido causado por su posición real.
Pero, a pesar de disfrutar de tan alto nivel de gratificación de los sentidos y de opulencia
material, Shaubhari permanecía insatisfecho, de la misma manera que un fuego nunca disminuye
cuando constantemente se le suministran gotas de combustible.
Entonces, un día, mientras permanecía sentado solo en un lugar apartado, Shaubhari Muni
comenzó a pensar acerca de su condición, muy apartada del camino espiritual: "¡Oh, aunque he
practicado tan grandes austeridades y observado todas las reglas y regulaciones que gobiernan las
vidas de las personas santas, perdí mis méritos de asceta por el simple hecho de ver los asuntos
sexuales de un pez!"
"Todos deberían escuchar de mi error y aprender la lección que puede ser derivada de esto. Una
persona que desea liberarse del cautiverio material, debe evitar la asociación con aquellos
interesados en los placeres sensuales. Uno siempre debe permanecer en lugares apartados y
absorber su mente en meditación en la Suprema Personalidad de Dios. Si uno necesitare alguna
asociación, debe mantener la compañía de personas que estén igualmente ocupadas en el avance
espiritual."
"Por contemplar las actividades sexuales de un pez, deseé casarme y, por lo tanto, me volví el
esposo de cincuenta esposas y tuve cien hijos con cada una de ellas. Aunque pensé que podría ser
feliz en la vida material, ahora puedo ver que no hay fin para los deseos de disfrute sensual, ya sea
en esta vida o en la próxima."
En realidad, la causa de la caída de Shaubhari Muni de su posición, fue su ofensa a una gran
personalidad. Una vez, cuando Garuda, el águila transportadora del Señor Vishnu, había deseado
comer un pez, Shaubhari Muni se lo prohibió y la maldijo cuando su orden fue desobedecida. De
esta manera, él cometió una gran ofensa en contra de esta exaltada personalidad y tuvo que sufrir
las consecuencias.
Mientras se lamentaba de su condición, Shaubhari Muni se desapegó progresivamente. Tiempo
después, el renunció a toda asociación material y se retiró al bosque junto con sus devotas esposas.
Cuando Shaubhari Muni alcanzó la perfección y fue elevado al mundo espiritual, sus esposas
fueron capaces de acompañarlo, como resultado de su poder espiritual, así como las llamas del
fuego dejan de existir cuando el fuego mismo es extinguido.
CAPÍTULO 10: Poder Supremo
El Señor Varaha salva a la tierra

Mucho tiempo atrás, al atardecer, Kashyapa ejecutaba una ceremonia de fuego al Señor Vishnu.
En ese momento, su esposa Diti se aproximó a él, enormemente afligida por su deseo sexual.
Sin tratar de atraerlo en forma gradual con sus expresiones corporales, la hermosa Diti
abiertamente le rogó a su esposo: "Oh sabio, Cupido me aflige con la fuerza de sus flechas, de la
misma forma que un elefante pone en problema a un árbol de banana. Deseo tener hijos como tus
co-esposas, por lo que debes ser misericordioso conmigo."
"Mi padre nos preguntó, separadamente, a cada una de sus hijas, a quién preferíamos como
marido. Luego, después de entender nuestras intenciones, te entregó a trece de sus hijas y, desde
entonces, hemos sido fieles a ti. Cuando alguien angustiado se acerca a una gran persona, sus
súplicas nunca son en vano."
Kashyapa pudo haber rechazado a su esposa, pero como estaba se-xualmente inclinado, trató de
pacificar a Diti, quien, debido a la contaminación de la lujuria, estaba débil de corazón y
excesivamente habladora.
Kashyapa le dijo: "Pronto voy a satisfacer tu deseo. Un hombre como yo puede cruzar el gran
océano de la existencia material porque tiene una gran esposa. En efecto, una esposa es tan
importante, que ella es considerada la mejor mitad del cuerpo de un hombre."
"Mi querida Diti, voy a satisfacer tu deseo sexual con el propósito de engendrar hijos.
Unicamente, te pido que esperes unos pocos minutos para no volverme objeto de las críticas. El
momento presente no es muy auspicioso, debido a que a esta hora el señor Shiva pasea en su toro
portador, acompañado por sus horribles compañeros fantasmales. El le da a tales fantasmas la
oportunidad de obtener un cuerpo material físico y, para ello, los coloca dentro del vientre de
mujeres que son indulgentes en sus relaciones sexuales durante este tiempo prohibido. El señor
Shiva es el marido de tu hermana y, con sus tres ojos, va a ver tu acto prohibido."
A pesar de recibir tan buenas instrucciones de su esposo, Diti estaba tan oprimida por el deseo
sexual que arrancó las ropas de su esposo Kashyapa y, por lo tanto, prácticamente lo forzó a
satisfacer su impulso. Después de ofrecer reverencias al excelentísimo destino, Kashyapa yació con
Diti en un lugar apartado. Luego, Kashyapa se purificó a sí mismo bañándose y, una vez más, se
sentó a cantar el Gayatri mantra, mientras meditaba en el aspecto impersonal del Absoluto.
Después de haber satisfecho su lujuria, Diti volvió a sus sentidos. Con la cabeza inclinada de
vergüenza, se aproximó a su esposo y le dijo: "Mi querido sabio, por favor, asegúrame que mi
embrión no será asesinado por el señor Shiva debido a la gran ofensa que he cometido en su
contra."
Mientras Diti estaba parada frente a él, Kashyapa dijo: "Debido a tu mente contaminada, al
momento impropio, a tu desobediencia y a la negligencia a los semidioses, tu concepción va a
producir dos abominables hijos. Ellos crearán el caos en el mundo entero, matarán personas
inocentes, torturarán mujeres y enfurecerán a las grandes almas. Como resultado, el Señor Supremo
va a encarnar para matarlos."
Diti respondió: "Oh mi esposo, es un gran alivio para mí saber que mis hijos morirán a manos
del todo misericordioso Señor Supremo, antes que por la ira de los sabios."
Kash yapa luego informó a Diti: "Debido a tu arrepentimiento, a tu firme fe en el Señor
Supremo, además de la adoración del señor Shiva y a mí, uno de tus nietos será un muy exaltado
devoto, cuya fama rivalizará con la del mismo Señor. Debido a su gran devoción por la Suprema
Personalidad de Dios, otros van a seguir sus pasos y, una vez que haya satisfecho al Señor
Supremo, todos van a estar complacidos con él. Como un devoto de primera clase, tu nieto será
capaz de ver al Señor Supremo, tanto por dentro como por fuera. Será el reservorio de todas las
buenas cualidades y sentirá pena de ver el sufrimiento de las almas condicionadas en el mundo
material."
Una vez que supo las glorias de su nieto Prahlada, Diti se sintió muy contenta. Pero, debido a
que ella escuchó que sus hijos causarían grandes perturbaciones, llevó a los dos poderosos
embriones por cien años, sin dar a luz. Aún así, la fuerza del embarazo de Diti perturbó al universo
entero; y la luz del sol y la luz de la luna disminuyeron.
Después de observar esa terrible condición, los semidioses se acercaron al señor Brahma y le
dijeron: "Oh señor, sólo mira la oscuridad que se expande en todas las direcciones. Oh sostenedor
del universo, tú conoces las intenciones de todas las entidades vivientes. El embarazo de Diti ha
causado esta gran perturbación y, por lo tanto, nuestro trabajo se ha suspendido. Por favor, sé
misericordioso con nosotros, porque hemos caído dentro de esta miserable condición."
En respuesta, el señor Brahma informó a los semidioses lo que había sucedido, hacía ya mucho
tiempo.
Los cuatro sabios Sanaka, Sanatana, Sanandana y Sanat Kumara, entraron en el cielo espiritual,
donde los planetas espirituales están situados, después de haber viajado por toda la creación
material. Ellos eran capaces de hacer esto porque estaban libres de toda contaminación material. En
la morada del Señor Narayana, los residentes tienen una forma similar a la del Señor Supremo y
están ocupados en Su servicio devocional inmotivado. Hay muchos bosques llenos de árboles de
deseos y, en todas las estaciones,están llenos de frutas y flores.
Mientras vuelan en sus aeroplanos, los habitantes del mundo espiritual cantan eternamente
sobre el carácter y pasatiempos del Señor. Aunque las consortes de los habitantes del mundo
espiritual tienen amplias caderas y hermosos rostros sonrientes, no estimulan la pasión de los
residentes del mundo espiritual.
Al llegar a las inmediaciones del mundo espiritual, los cuatro Ku-maras sintieron una felicidad
trascendental sin precedentes. Después de atravesar fácilmente seis puertas, los sabios vieron a dos
porteros en la séptima puerta, quienes poseían similares rasgos corporales y portaban dos fuertes
mazas. Tenían cuatro brazos y su complexión era azulada. Al observar que sus entrecejos estaban
arqueados, sus narices fruncidas y sus ojos rojizos, supieron que estaban algo agitados.
Los cuatro Kumaras habían abierto puertas en todos lados, sin ninguna concepción de "lo
nuestro" o "lo de ustedes" y, así, inocentemente, comenzaron a atravesar la séptima puerta. Los
sabios, quienes no tenían nada para cubrir sus cuerpos, parecían criaturas de sólo cinco años de
edad, aunque eran los seres más viejos del universo, después de Brahma.
Por causa de su disposición bastante desagradable hacia el Señor, los dos porteros bloquearon
rudamente, con sus mazas, la entrada de los Kumaras. El Señor siempre está ansioso de servir a
grandes sabios, por lo tanto, los Kumaras nunca habían sido impedidos de entrar al mundo
espiritual. Los niños sabios estaban muy ansiosos de ver a la Suprema Personalidad de Dios, por lo
que, al ser impedidos por los dos porteros jefes, se molestaron inmediatamente.
Con sus ojos rojos de ira, los Kumaras exclamaron: "¿Quiénes son estas personas que se ocupan
en el servicio del Señor y, aún así, han desarrollado una mentalidad discordante? Ellos deben ser
impostores, por lo tanto, sospechan que otros son igual a ellos mismos. En el mundo espiritual, hay
perfecta armonía entre el Señor Supremo y los otros habitantes. Estas dos personas están vestidas
como residentes del mundo espiritual, pero, ¿de dónde ha venido esta semilla de desarmonía? Se
han contaminado al ver de forma dual. Por lo tanto, deben ser puestos dentro del mundo material,
donde todo es concebido en términos de amigos o enemigos."
Cuando los dos porteros se dieron cuenta que eran maldecidos por los niños sabios,
inmediatamente, s pusieron muy temerosos. Después de caer a los pies de los cuatro Kumaras,
rogaron: "Ustedes están en lo correcto al castigarnos por haber sido negligentes con grandes almas
como ustedes. Aún así, en consideración a nuestro arrepentimiento, les oramos que,
misericordiosamente, nos aseguren que la ilusión de olvidar a la Suprema Personalidad de Dios no
va a recaer sobre nosotros si descendemos al mundo material."
En ese mismo momento, el Señor Supremo, que supo de este incidente, llegó a pie al lugar,
acompañado por la diosa de la fortuna. Entonces, los Kumaras vieron al Señor Vishnu frente a ellos,
a Quien anteriormente habían visto solamente dentro de sus corazones, mientras se encontraban
absortos en trance de meditación extática.
Alegremente, los Kumaras inclinaron sus cabezas. Después de ver el cuerpo trascendental del
Señor, los Kumaras avanzaron a la etapa de constante meditación en Su forma personal. Habiendo
desaparecido su enojo, los cuatro sabios oraron: "Nuestro querido Señor, cualquier cosa de Ti que
hayamos escuchado de nuestro padre, el señor Brahma, es confirmada ahora por Tu bondadosa
aparición frente a nosotros. Recién en este instante podemos comprender que los más elevados
trascendentalistas son aquellos que, constantemente, se ocupan en escuchar de Tus actividades, sin
importarles cualquier otra bendición, incluyendo la liberación."
"Oh Señor, no nos importa haber nacido en alguna condición inferior, en tanto, nuestras mentes
y corazones estén siempre ocupados en Tu servicio devocional."
Por la fuerza de la presencia del Señor, los Kumaras se dieron cuenta que había sido impropio
maldecir a los porteros, a pesar de la ofensa que estos habían cometido.
El Señor Supremo, entonces, les dijo: "Estos asistentes Míos, Jay y Vijay, han cometido una gran
ofensa contra ustedes al ignorar Mi deseo. Apruebo el castigo que les han impuesto a Mis
sirvientes. Realmente, dado que estos dos porteros son Mis sirvientes, considero que soy Yo quien
los ha ofendido y, por esa razón, les pido que Me perdonen."
"Estos sirvientes Míos los han ofendido debido a que no conocen Mi mente. Por lo tanto, lo
consideraré como un gran favor, si ustedes les permiten regresar a Mi presencia pronto, después de
pagar las consecuencias de su transgresión."
Después de escuchar con oídos atentos las extremadamente humildes y hermosas palabras del
Señor, las cuales eran difíciles de comprender, debido a su profundo significado, los Kumaras
reflexionaron sobre su significado por algún tiempo. Aunque los Kumaras no pudieron entender la
verdadera intención del Señor, una sensación de estremecimiento atravesó sus cuerpos debido al
deleite de simplemente contemplarlo a El.
Habían comprendido su falta al maldecir a los intachables sirvientes del Señor y, por eso, los
Kumaras dijeron: "Oh Señor, no podemos comprender Tus planes. Has hablado como si
hubiésemos hecho algo bueno por Ti. Cualquier castigo que Tú desees otorgar a estas dos inocentes
personas, o a nosotros, debemos aceptarla sin duplicidad."
El Señor respondió: "Oh sabios, ya he ordenado que se ejecute el castigo que ustedes impusieron
sobre Jay y Vijay. Por lo tanto, ellos tendrán que aceptar nacer en una familia demoníaca. Pero, por
concentrar sus mentes en Mí en ira, siempre van a permanecer conectados conmigo y pronto, por lo
tanto, regresarán a Mi morada."
Debe entenderse que el Señor mismo se ingenió la maldición de Jay y Vijay. Ordinariamente, no
hay posibilidad que los Kumaras pudieran enojarse tanto o que el Señor pudiera desatender a Sus
porteros o que alguien pueda regresar al mundo material, después de alcanzar el mundo espiritual.
Algunas veces, el Señor desea pelear, y como no tiene enemigos en el mundo espiritual, encarna en
el mundo material con ese propósito. Al Señor, únicamente le gusta ejecutar Sus actividades con
Sus asociados.Por lo tanto, El elije un devoto para interpretar el papel de Su enemigo.Una vez que
ha hecho un temporal espectáculo de pelea, el Señor restituye a Su devoto al mundo espiritual.
Seguidamente, los cuatro Kumaras circunvalaron al Señor, ofrecieron sus respetos y partieron de
las puertas del mundo espiritual.
El Señor luego ordenó a Jay y Vijay: "Partan de aquí, pero no estén temerosos. Pude haber
anulado la maldición de los sabios, pero elegí no hacerlo. Lakshmi, la diosa de la fortuna, a quien
ustedes una vez detuvieron en la puerta, mientras yo dormía, ya había predicho la caída de ustedes.
Aunque su castigo fueron siete nacimientos en el mundo material, en vez de eso, deseo que acepten
tres nacimientos como demonios. Por practicar yoga místico en ira, rápidamente van a limpiarse de
toda reacción pecaminosa yentonces, serán capaz de regresar a Mí en un corto periodo de tiempo."
Después de decir esto, el Señor partió. Jay y Vijay, quienes se habían quedado pensativos y
pálidos debido a la maldición de los sabios, cayeron del mundo espiritual. Mientras caían al mundo
material, los Kumaras aseguraron a los porteros que, después de tres nacimientos como demonios,
regresarían nuevamente al mundo espiritual. Los semidioses, quienes observaban todo esto desde
sus aeroplanos celestiales, soltaron un gran rugido de decepción. Poco después, Jay y Vijay
entraron en el vientre de Diti, tras ser cubiertos por el poderoso semen de Kashyapa.
El señor Brahma informó a los semidioses: "El poder de estos dos gemelos demonios es lo que
les perturba y minimiza vuestra propia potencia. No tengo remedio para esta situación porque todo
esto tiene ugar por el deseo del Señor. Descansen tranquilos que el Señor Supremo vendrá en
nuestro rescate. Por lo tanto, no se molesten en especular acerca de la densa oscuridad que cubre
todas las direcciones."
Los semidioses se sintieron aliviados de su temor y regresaron a sus respectivas moradas.
Mientras tanto, después de cargar sus embriones por cien años, Diti dio a luz a sus hijos gemelos,
quienes eran grandes demonios.
En ese momento hubo temibles disturbios naturales, como terremotos e incendios arrasadores
por todos lados. Los planetas no auspiciosos, como Saturno y Marte, opacaron a los auspiciosos
como Venus y Júpiter. Cometas, meteoritos y rayos aparecieron en el cielo. Los fuertes vientos
hacían un sonido desagradable, arrancaban de raíz a grandes árboles y como había una cubierta
creada por las nubes, todo quedó envuelto en la oscuridad. El océano se agitó mucho y los lotos,
que crecían en ríos y lagos, se marchitaron.
Ocurrieron repetidos eclipses solares y lunares y, desde las cuevas de las montañas, venía un
sonido como el traqueteo de carretas. Las vacas daban sangre en vez de leche y de las nubes llovía
pus en vez de agua. Las deidades en los templos derramaban lágrimas y los árboles caían aunque
no hubiese ráfagas de viento.
Al ver estos malos presagios, todos, excepto los cuatro Kumaras, se volvieron presa del miedo.
El descenso de Jay y Vijay y su posterior nacimiento como demonios eran desconocidos, por lo que
todos pensaron que la disolución del universo estaba a la mano.
Kashyapa llamó a su primer hijo nacido, quien, en verdad, era Jay, Hiranyaksha. Al que fue
concebido primero, y quien, anteriormente, era Vijay, se le llamo Hiranyakashipu. Inmediatamente
después de su nacimiento, los demoníacos gemelos exhibieron rasgos corporales fuera de lo común
y sus cuerpos, como marcos de acero, se volvieron tan altos que parecían tocar el cielo. Eran tan
imponentes que bloqueaban la vista en todas las direcciones y, cuando caminaban, la tierra se
sacudía con cada paso.
Después de ejecutar grandes austeridades, Hiranyakashipu recibió una bendición del señor
Brahma y, como resultado de ella, no tenía miedo a la muerte y se volvió muy orgulloso. Al ser el
más poderoso, Hiranyakashipu fue capaz de poner a los tres mundos bajo su control. Su hermano
Hiranyaksha también había recibido la bendición de ser casi inmortal, por lo que se volvió
igualmente poderoso y engreído.
Para satisfacer a su hermano, Hiranyaksha tomó su maza y comenzó a viajar por todo el
universo con espíritu de pelea. Debido a que nadie era capaz de matarlo por las bendiciones de
Brahma, hasta los temerosos semidioses huían al ver a Hiranyaksha, igual que lo hace una
serpiente que se oculta por temor a la poderosa ave Garuda.
Cuando Hiranyaksha vio que el planeta de Indra, el rey del cielo, estaba vacante, rugió en voz
alta, porque comprendió que los semidioses habían admitido su derrota sin siquiera pelear.
Después de regresar del cielo, Hiranyaksha, de modo deportivo, se sumergió en lo profundo del
océano. Al verlo, todas las grandes criaturas acuáticas entraron en pánico y huyeron. Finalmente,
luego de moverse en el océano por muchos años, Hiranyaksha alcanzó Vibhavari, la capital de
Varuna. Solo para burlarse del señor de las aguas, Hiranyaksha cayó a sus pies y sonrientemente le
rogó: "¡Dame pelea, oh supremo señor!"
Al ver la arrogancia de Hiranyaksha, Varuna se enfureció. Sin embargo, controló su ira por
medio de la inteligencia y respondió: "Oh querido, he dejado de pelear porque estoy muy viejo. Tú
eres tan habilidoso en la lucha que puedo ver que solo la persona más antigua, el Señor Vishnu,
puede satisfacerte en tus anhelos de pelea."
"Oh jefe de los demonios, te sugiero que te aproximes a El para que puedas librarte de tu orgullo
cuando caigas muerto en el campo de batalla, rodeado por animales carnívoros."
Sin prestar más atención a Varuna, Hiranyaksha partió. Una vez que hubo encontrado al gran
sabio Narada, el demonio supo dónde aproximarse al Señor Supremo. Después de entrar una vez
más en las profundidades del océano, Hiranyaksha vio al Todopoderoso Señor Supremo en Su
encarnación Jabalí, quien llevábala tierra hacia arriba y la sostenía en la punta de Sus colmillos.
Al ver al Señor, el demonio exclamó con una sonrisa: "¡Una bestia anfibia! Oh el mejor de los
semidioses, vestido en la forma de un jabalí, la tierra nos pertenece a nosotros, los habitantes de las
regiones inferiores, por lo tanto, no puedo permitir que nos la quites en mi presencia. ¡Tú,
sinvergüenza! Hoy, con tu muerte, voy a animar a mis parientes. Cuando caigas muerto, con el
cráneo destrozado por mi maza, los semidioses y sabios que te ofrecen oraciones a Ti, dejarán
también de existir, igual que un árbol no puede vivir sin sus raíces."
Aunque el Señor estaba ciertamente apenado de escuchar aquel lenguaje tan abusivo, lo toleró
para poder continuar con su tarea de cargar la tierra, la cual estaba muy asustada.
En cuanto el Señor Varaha salió del agua, Hiranyaksha lo persiguió y le gritó: "¿No sientes
vergüenza de huir después de ser desafiado por un adversario? No hay nada que sea más
reprochable para las criaturas desvergonzadas como Tú"
A pesar de estas ásperas palabras, el Señor Varaha, con calma, colocó a la tierra sobre la
superficie del agua y luego le dio poder para que tuviese la capacidad de flotar.
En ese momento, el señor Brahma y los otros semidioses alabaron al Señor por Su maravilloso
acto de levantar a la tierra e hicieron llover flores sobre El.
Luego, para expresar Su terrible ira, el Señor respondió: "En efecto, somos criaturas de la selva y
buscamos cazar un perro como tú. Alguien que no se ha liberado del enredo de la muerte, no tiene
temor de esta charla atrevida en la que se muestra indulgente. Ahora, abandona tu tonta
conversación e intenta matarme. Uno puede sentirse muy orgulloso, pero, no merece un asiento en
una asamblea, si falla en cumplir su promesa."
Con este desafío, Hiranyaksha se puso muy furioso y agitado. Todo su cuerpo comenzó a
temblar. Mientras silbaba indignado, el demonio se abalanzó sobre el Señor y trató de golpearlo con
su poderosa maza. Con un movimiento al costado, el Señor esquivó el golpe y, con Su maza, intentó
golpear Hiranyaksha en la frente. Como era un experto luchador, el demonio bloqueó el golpe con
su arma. Después de eso, comenzó una lucha feroz entre ambos.
Mientras ambos combatientes se golpeaban, uno a otro, repetidamente con sus fuertes mazas.
El olor déla sangre, que fluía de sus heridas, logró ponerles más y más furiosos. El ansia por obtener
la victoria, tanto del Señor como del demonio, hizo que exhibieran maravillosas maniobras. La
batalla parecía la disputa entre dos poderosos toros por el bien de una vaca.
El señor Brahma había estado situado en el cielo, junto con todos los semidioses y los sabios
celestiales. Ellos pudieron presenciar la terrible pelea que se libraba por el bien de la tierra. Sin
ocultar su ansiedad, el señor Brahma se dirigió al Señor Varaha: "Mi querido Señor, Hiranyaksha
siempre ha oprimido a los semidioses, a los sabios, a las vacas y a otras inocentes criaturas. No hay
necesidad de que juegues con este serpentino demonio por más tiempo. Es muy habilidoso cuando
emplea el poder místico. Además, es malvado y arrogante en grado sumo."
"Mi querido infalible Señor, por favor, mátalo antes de la hora del crepúsculo, porque, en ese
momento, incrementará su fuerza. El auspicioso período llamado abhijit comenzó al mediodía y ya
casi ha pasado. Por lo tanto, por favor, termina con este formidable enemigo rápidamente y
establece la paz dentro del mundo."
En respuesta, el Señor rió a carcajadas, aunque, al mismo tiempo, aceptó la oración de Brahma
con una mirada llena de afecto. Luego, en el momento en que Hiranyaksha se acercaba, el Señor
Varaha se abalanzó sobre él y apuntó con Su maza al mentón del demonio.
Hiranyaksha bloqueó el golpe con su arma y, como resultado, la maza del Señor se deslizó de Su
mano. La maza ardiente lucía hermosa, mientras giraba y giraba en su caída. Un gran grito de
alarma surgió de entre los expectantes semidioses y sabios. Incluso, aunque tuvo una excelente
oportunidad de golpear a su desarmado enemigo, Hiranyaksha respetó la etiqueta del combate
individual y se refrenó de nacerlo. Esto encendió aún más la furia del Señor, quien inmediatamente
invocó Su disco Sudharshan. En tanto el maravilloso disco giraba en la mano del Señor y estaba ya
a corta distancia de Su enemigo, los semidioses y sabios exclamaron: "¡La victoria puede ser Tuya!
¡Mátalo de una vez! ¡No juegues más tiempo con el demonio!"
Al ver al Señor Varahafrente al él con el disco Sudharshan en Sus manos, Hiranyakashipu,
resentido, semordióellabioycomenzóasisearcomo una serpiente. Acto seguido, el gran demonio
saltó en el aire blandiendo su mazo y gritó: "¡Estás muerto!".
Aunque Hiranyaksha trataba de golpearlo, el Señor Varaha, por diversión pateó la maza de la
mano del demonio con Su pie izquierdo y le dijo: "Levanta tu arma si estás ansioso por
derrotarme."
Ante este desafío, Hiranyaksha recogió su maza y la lanzó impetuosamente, a la par que rugía
en voz alta. Sin siquiera inmutarse, el Señor Varaha, fácilmente, atrapó la maza con su mano. Esto
hizo que el demonio se sintiera muy humillado. Entonces, cuando el Señor le ofreció nuevamente el
arma, se mostró reacio a recuperarla. Hiranyaksha tomó un tridente llameante y lo lanzó
violentamente. Mientras el tridente ardía brillante y planeaba en el cielo, el Señor Varaha lo cortó
en pedazos disparando Su disco Sudharshan. El demonio se enfureció aún más. Corrió con ímpetu
hacia el Señor Varaha, sin dejar de rugir. Después de golpear al Señor en el pecho con su duro
puño, Hiranyaksha de inmediato desapareció. El Señor no se perturbó en lo más mínimo por el
golpe, al igual que un elefante no siente dolor al ser golpeado con una guirnalda de flores.Tampoco
lo inquietaron los múltiples trucos de magia que empleó Hiranyaksha en Su contra. Pero quienes
vieron ese despliegue de poderes mágicos pensaron que la disolución del universo era inminente.
Disparando Su disco Sudharshan, el Señor fue capaz de disipar todas esas ilusiones. En ese
momento, un estremecimiento de terror pasó a través del corazón de Diti. Mientras recordaba las
palabras de su esposo, sangre comenzó a fluir de sus pechos.
Cuando Hiranyaksha vio que su creación mágica había sido disipada, una vez más, se hizo
visible. En un ataque de rabia y como último recurso, trató de aplastar al Señor con sus brazos.
Pero, para su gran sorpresa, después de tratar de tomar al Señor, el demonio se dio cuenta que Él
estaba fuera del círculo de sus brazos. Seguidamente, Hiranyaksha lo golpeo furiosamente con su
puño, pero el Señor Varaha, sin inmutarse, lo tocó en la base de la oreja y le hizo tambalear hacia
atrás.
Con los ojos fuera de sus órbitas, el cabello desordenado y los miembros rotos, el gran demonio
cayó muerto, como un árbol arrancado de raíz.
El señor Brahma y los otros semidioses llegaron rápidamente al lugar para ver de cerca el
cuerpo del demonio muerto. Aún se mordía el labio y el lustre corporal no se había desvanecido, a
pesar de la ausencia del alma. Esto último era posible porque el pie del Señor todavía lo tocaba.
El señor Brahma dijo con admiración: "Oh, ¿quién pudiera encontrarse con tan bendecida
muerte? Este afortunado demonio fue golpeado por el pie de loto del Señor; esos mismos pies en
los que los yoguis místicos meditan en trance, con la esperanza de obtener liberación de sus irreales
cuerpos materiales."
Después de eso, los semidioses expresaron su gran agradecimiento al Señor por haber asumido
Su forma de Varaha y haberlos aliviado del agonizante temor al demonio. Después de recibir las
oraciones de los semidioses, el Señor regresó a Su morada en el mundo espiritual, donde siempre
hay un ininterrumpido festival aconteciendo.
Alguien que escucha, canta o encuentra placer en esta maravillosa descripción del Señor Varaha
luchando contra Hiranyaksha es, de una vez, aliviado de las reacciones de sus actividades previas.
CAPÍTULO 11: Bondad Pura
Bhrigu visita el mundo espiritual

Hace mucho tiempo, un grupo de grandes sabios estaban reunidos en la orilla del río Sarasvati.
Ejecutaban una ceremonia llamada Sa-trayagya. En ese momento, surgió una controversia entre
ellos. Querían saber cuál de las tres deidades predominantes era, en realidad, suprema. Debían
decidir entre el Señor Vishnu, el señor Brahma o el señor Shiva. Después de mucha discusión, el
gran sabio Bhrigu fue designado para probar a los tres y determinar quién poseía la cualidad de la
bondad en su totalidad. El gran sabio debía luego informar a la asamblea.
Bhrigu primero fue a visitar a su padre, el señor Brahma. Al llegar ante él, Bhrigu,
intencionalmente, no le ofreció sus respetos ni le dirigió algunas palabras apropiadas. Al ver el
insolente comportamiento de su hijo, el señor Brahma se irritó y hasta se preparó para maldecir al
ofensor. Aunque estaba bajo la influencia de la pasión, el señor Brahma fue capaz de controlar su
ira con la ayuda de su gran inteligencia.
Luego, el sabio Bhrigu fue al monte Kailash. Cuando vio llegar a su hermano, el señor Shiva se
puso de pie y, con gran felicidad, fue a abrazarlo. Bhrigu rechazó el abrazo y le dijo: "¡No me
toques! ¡Eres impuro y siempre untas tu cuerpo con cenizas!
Se puede ofender por medio del cuerpo, el habla o los pensamientos. La primera ofensa de
Bhrigu en contra del señor Brahma fue con la mente, pero esta segunda ofensa fue a través del uso
de un lenguaje insultante. La ignorancia es prominente en el señor Shiva, por eso, al escuchar esto,
se puso rojo de rabia. Tomó su tridente y se preparó para matar Bhrigu. Pero, de inmediato, su
esposa Parvati cayó a sus pies y fue capaz de pacificarlo con dulces palabras. Como la personalidad
de Parvati es una mezcla de las cualidades de la bondad, la pasión y la ignorancia, en ese instante,
ella fue capaz de invocar la cualidad de la bondad en el señor Shiva.
Bhrigu fue luego a Svetadvipa, el planeta espiritual dentro de este universo temporal. Allí
encontró al Señor Vishnu, quien yacía en una cama de flores junto con Su esposa, la diosa de la
fortuna. Ella le masajeaba Sus pies. Después de aproximarse al Señor Vishnu, Bhrigu cometió la
más grande de las ofensas al poner su pie en el pecho del Señor.
Como un trascendentalista debe ser perdonado, incluso si ofende en algunas ocasiones, el todo
misericordioso Señor no se enojó. En vez de maldecir a Bhrigu, el Señor Vishnu se levantó de Su
cama, junto con Lakshmi, e inclinó Su cabeza hacia el suelo, a los pies del sabio.
Más tarde, mientras le ofrecía un asiento a Bhrigu, el Señor dijo: "Mi querido sabio, es una gran
bendición que hayas venido aquí. Estoy muy arrepentido porque, cuando entraste, no pude
recibirte apropiadamente. Por lo tanto, por favor, perdona mi ofensa. El agua que lava tus pies
purifica los lugares de peregrinaje. Por favor, permanece aquí y santifica Mi planeta espiritual."
"Sé que tus pies son muy suaves, como una flor de loto, y que Mi pecho es tan duro como un
rayo. Temo que hayas sentido algún dolor al tocar Mi pecho. Por el contacto con tu pie, Mi pecho se
ha santificado. Por lo tanto, Lakshmi estará complacida de residir allí perpetuamente. Ahora, para
aliviar el dolor que sentiste, permíteme masajear tus pies."
Aunque el Señor Vishnu no tomó como una ofensa la acción de Bhrigu, desde ese momento,
Lakshmi no ha sido muy favorable hacia los sabios espiritualistas. Por esta causa, ellos, por lo
general, son pobres.
Bhrigu quedó extremadamente asombrado al escuchar las palabras del Señor y de poder
apreciar Su verdadera posición. Sobrecogido por las emociones espirituales, su voz se entrecortó y
permaneció en silencio, mientras de sus ojos caían abundantes lágrimas.
Bhrigu regresó a la asamblea de los sabios y describió todo lo que había experimentado. Los
sabios estaban sorprendidos al escuchar lo que había sucedido y se convencieron que el Señor
Vishnu es el Señor Supremo. De El vienen los principios esenciales de la religión, como también la
ausencia de temor, los ocho tipos de poderes místicos y el desapego con conocimiento. Su forma es
de bondad pura y, los devotos rendidos, Sus adorables deidades.
Todos esos sabios se volvieron devotos puros del Señor y, al final de sus vidas, alcanzaron Su
morada trascendental.
CAPÍTULO 12: La Luz de la Sabiduría
La historia del rey Yayati

Como sabía que la aceptación del trono real lo podía volver ciego a la autorrealización, Yati se
rehusó aceptar el gobierno del reino. En consecuencia, su hermano Yayati se volvió el rey y
permitió a sus cuatro hermanos menores gobernar las cuatro direcciones.
En cierta ocasión, Snarmista, la hija del rey Vrishaparva, quien era inocente pero enojadiza por
naturaleza, caminaba por los jardines del palacio junto con Devayani, la hija de Sukracharya y otras
jóvenes amigas. Los jardines estaban llenos de árboles florales y era habitado por pájaros de cantar
muy dulce. Cuando las jóvenes llegaron a la orilla de un estanque con lotos, decidieron jugar en el
agua. Después de dejar sus ropas en la orilla, las niñas entraron al lago y comenzaron a disfrutar; se
arrojaban agua entre sí y nadaban.
De repente, una de las jóvenes vio al señor Shiva pasar por allí, montado en su toro portador,
junto a su esposa Parvati. Avergonzadas de su desnudez, las jóvenes, rápidamente, salieron del
agua y comenzaron a cubrirse con sus vestimentas. En ese momento, la joven Sharmis-tha
inconscientemente, se puso el vestido de Devayani.
Cuando la hija de Sukracharya se dio cuenta de esto, airadamente reprendió a la princesa
Sharmistha: "¡Oh, sólo miren lo que esta sirvienta Sharmistha ha hecho! Ignorando toda etiqueta, se
ha puesto mi vestido. Es igual a un perro que arrebata las ofrendas destinadas a una ceremonia.
Nosotras estamos entre los brahmanas calificados, que han creado el universo por su austeridad, y
quienes siempre mantienen la Verdad Absoluta en el fondo de sus corazones. Aún así, aunque el
padre de esta joven es nuestro discípulo, ella se ha puesto mi vestido."
Sharmistha se puso muy furiosa después de ser reprendida con palabras tan crueles. Mientras
respiraba pesadamente y se mordía su labio inferior, respondió a Devayani: "Tú, mendigante, sin
conocer tu verdadera posición, ¿por qué innecesariamente hablas tanto? ¿Acaso todos ustedes no
permanecen en la casa de mi padre, dependiendo de nosotros para su sustento, igual que los
cuervos?
Después, como represalia por estas duras palabras, la furiosa Sharmistha le quitó todas sus
ropas a Devayani, la arrojó desnuda dentro del estanque y regresó a su hogar, junto con sus amigas.
En tanto, el rey Yayati se acercó al estanque. Había deambulado por el bosque en una excursión
de cacería, tenía sed y quería beber algo de agua. Cuando el monarca vio a la desnuda Devayani
dentro del estanque, sorprendido, le ofreció, bondadosamente, sus prendas superiores y luego la
sacó del agua, tomándola de la mano.
Después de ser rescatada, Devayani habló a Yayati con una voz llena de amor y afecto: "Oh gran
héroe, por tomar mi mano tú me has aceptado como tu esposa. Debido a que nuestra relación ha
sido dispuesta por la providencia, no permitas que tenga que ser tocada por otro". En un principio,
al rey Yayati no le gustó la idea, pero debido a que el encuentro con Devayani había sido
providencialmente dispuesto y a que se sentía atraído por su juvenil belleza, el rey Yayati estuvo de
acuerdo en aceptarla, de todos modos.
Ambos, luego, partieron por separado. Devayani se dirigió a su hogar y, casi ahogada por el
llanto, buscó a su padre. Cuando Sukracharya escuchó de labios de su hija acerca del mal
comportamiento de Sharmistha, su mente se perturbó.
Se condenó a sí mismo por verse obligado a tomar parte en un asunto tan infantil y alabó la vida
de aquellos que han renunciado a los asuntos mundanos. Entonces, Sukracharya tomó a su hija y
ambos partieron hacia el palacio del rey.
El inteligente rey Vrishaparva pudo comprender que Sukracharya iba hacia su palacio, aunque
no sabía si era para castigarlo o para maldecirlo. Por lo tanto, antes de su llegada, salió a la calle y
cayó a los pies de su preceptor en un intento por pacificarlo. Sukracharya estuvo ciertamente
furioso por un momento, pero al ver el humilde y sumiso comportamiento de Vrishaparva,
abandonó su enojo y luego dijo: "Mi querido rey, por favor cumple el deseo de Devayani. Debido a
que es mi hija no puedo descuidarla."
Vrishaparva dio su consentimiento y esperó las palabras de Devayani. La hija de Sukracharya,
luego, expresó su deseo: "Cuando me case por la orden de mi padre, mi amiga Sharmistha debe
venir conmigo como mi sirvienta, junto con todas sus compañeras."
Vrishaparva, sabiamente, pensó que el disgusto de Sukracharya sería peligroso, mientras que
complacerle le traería ganancia material. Por lo tanto, cuando su preceptor dio a su hija en
matrimonio al rey Yayati, el rey Vrishaparva hizo a Sharmistha ir con Devayani, junto a las otras
jóvenes que le acompañaban, para que la sirvieran como esclavas. En el momento de la boda,
Sukracharya le advirtió a Yayati: "Mi querido rey, toma mi consejo y nunca permitas que la joven
Sharmistha se acueste contigo en tu cama."
Tiempo después, Devayani dio a luz a un lindo hijo. Al ver esto, Sharmistha también deseó tener
hijos. Así que se aproximó a Yayati, en un lugar apartado y en un momento apropiado para la
concepción, y le imploró que le diese un hijo. A pesar de recordar la advertencia de su suegro,
Yayati consideró que la unión con Sharmistha era el deseo del Supremo, y tuvo relaciones sexuales
con ella.
Más tarde, cuando la orgullosa Devayani supo, por varias fuentes, que Sharmistha estaba
embarazada de su esposo, se puso frenética de ira. Después de alterar toda la vida en el palacio,
partió hacia la casa de su padre. El lujurioso rey Yayati siguió a su esposa. Luego de alcanzarla,
trató de apaciguarla con palabras muy dulces y con suaves masajes en sus pies, pero Devayani no
podía ser pacificada por tales medios. Continuó su camino hasta llegar a la casa de su padre.
Cuando Sukracharya comprendió toda la situación, reprendió airadamente al rey Yayati:
"¡idiota, mentiroso, codicioso de mujeres! Debido a tu gran falta, te maldigo. Inmediatamente serás
atacado por la invalidez y la vejez."
El rey Yayati suplicó: "Oh, erudito y adorable sabio, yo aún no he satisfecho todos mis deseos
lujuriosos con tu hija."
Sukracharya pudo comprender que su maldición no sería favorable para su hija. Por lo tanto, él
respondió: "Como concesión, tú puedes intercambiar tu vejez con alguien que esté dispuesto
atransferirte su juventud."
A través de Devayani, Yayati había procreado dos hijos llamados Yadu y Turvasu; y a través de
Sharmistha tuvo tres hijos llamados Druhyu, Anu y Puru. Yayati, primero, fue y pidió a su hijo
mayor: "Mi querido Yadu, por favor, dame tu juventud a cambio de mi vejez e invalidez, ya que,
aún no he satisfecho todos mis deseos sexuales. Si eres misericordioso conmigo, yo podré utilizar tu
juventud y entonces disfrutar la vida por unos pocos años más."
Yadu estaba listo para aceptar el pedido de su padre, pero también deseaba ocuparse
completamente en el servicio devocional al Señor y acelerar la aparición del Señor Krishna en su
dinastía. Temía que sus deseos insatisfechos pudieran llegar a ser un impedimento ara sus planes.
Por lo tanto, le respondió: "Mi querido padre, yo no puedo darle la bienvenida a tu vejez e
invalidez, porque, a menos que uno haya disfrutado la felicidad material, no puede alcanzar la
renunciación."
El rechazo de Yadu al pedido de su padre fue de acuerdo a sus principios religiosos. Por otra
parte, Turvasu, Druhyu y Anu, sin tomar en cuenta la religión, se negaron debido a que
consideraban su pasajera juventud como eterna. Luego Yayati se aproximó a Puru, quien era
menor que estos tres hermanos, pero más calificado. El rey le dijo: "Mi querido hijo, no seas
desobediente como tus hermanos mayores. Ese no es tu deber".
Puru respondió: "¿Quién en este mundo puede pagar la deuda que tiene con su padre? Es por su
misericordia que uno obtiene el cuerpo humano, a través del cual uno puede volverse un asociado
de la Suprema Personalidad de Dios. Un hijo que se anticipa a los deseos de su padre y luego los
ejecuta, es de primera clase. Uno que actúa solamente después de recibir la orden de su padre, es de
segunda clase, y uno que ejecuta la orden de su padre irreverentemente, es de tercera clase. Pero,
un hijo que se niega rotundamente a obedecer la orden de su padre, no es mejor que cualquier
desperdicio del mundo."
Después de tomar la juventud de Puru a cambio de su vejez, el rey Yayati se volvió el
emperador de toda la tierra, consistente en siete islas, y gobernó a sus subditos igual que un padre
afectuoso.
Con fortalecidos sentidos, el rey Yayati disfrutó de la mayor cantidad de felicidad material
posible en la compañía de su querida esposa. Con su cuerpo, su mente y sus sentidos,
acompañados de diversas facilidades materiales, Devayani siempre daba a su marido tanto placer
sensual como él deseara.
El rey Yayati también ejecutó muchas ceremonias sagradas y dio abundante caridad a los
brahmanas para la satisfacción del Señor Supremo. Aunque, externamente, el rey Yayati parecía ser
muy adicto al disfrute material, internamente deseaba volverse un eterno sirviente del Señor
Narayana, para adorarlo sin motivo material.
El rey Yayati gobernó la tierra por mil años. Aún así, a pesar de ocupar su mente y sentidos en
disfrutar objetos materiales por tan largo periodo de tiempo, supo que nunca podría alcanzar la
plena satisfacción. Aunque el rey había sido muy apegado a las mujeres, en el debido curso del
tiempo, se sintió disgustado con el goce sexual y de sus efectos adversos.
Mientras pensaba en renunciar al modo de vida materialista, Yayati le dijo a Devayani: "Mi
querida esposa, he sido cautivado por tu belleza, y por lo tanto, he olvidado la principal de las
tareas: la autorrealización. Una persona lujuriosa no puede satisfacer su mente, incluso, aunque
posea cantidades suficientes de todo lo que es deseable, dentro del mundo entero. Así como cuando
se le echa combustible al fuego este no lo disminuye, más bien lo incrementa más y más; el esfuerzo
por saciar los deseos lujuriosos con continuo disfrute, solamente los agrava. Por lo tanto, uno
debería, voluntariamente, cesar de tratar de complacer sus deseos de disfrute sensual, si es que
tiene la esperanza de liberarse de ellos. Por supuesto, es muy difícil, para aquellos que son muy
apegados al disfrute material, abandonar tales actividades de gratificación sensual. Incluso, cuando
uno es inválido debido a la vejez, no puede abandonar tales deseos de placer sensual, porque ese ha
sido el hábito de toda su vida."
"Alguien que, verdaderamente, desea volverse feliz, debe abandonar tales deseos insatisfechos,
y necesita sabermuy bien que ellos son la causa de todas las perturbaciones. Uno debe ser cauteloso
en el trato con el sexo opuesto. Los sentidos son tan fuertes que, incluso, aunque uno pueda ser
muy avanzado en conocimiento, puede ser atraído por deseos sexuales."
"Mi querida esposa, incluso aunque yo he pasado mil años de disfrute y gratificación sensual, mi
deseo por disfrutar de tales placeres aún se incrementan, día a día. Por lo tanto, ahora debo
abandonar tales deseos y meditar en la Suprema Personalidad de Dios. Libre de las dualidades
mentales y desprovisto del falso prestigio, debo retirarme y deambular por el bosque. Alguien que
sabe que Ta felicidad material, sea piadosa o impía, en la tierra o en el cielo, en esta vida o en la
próxima; es temporal e inútil, no debería considerarla, ni hablar de ocuparse en ella. El es el
verdadero conocedor del ser."
Después de hablar a su esposa, el rey Yayati, quien estaba ahora desapegado de todos los deseos
materiales, llamó a su hijo Puru y le regresó su juventud, a cambio de su vejez. Yayati, luego coronó
a Puru como el emperador del mundo e hizo a sus hijos mayores subordinados del rey en las
diferentes direcciones.
Incluso, aunque el rey Yayati estaba acostumbrado al disfrute sensual, debido a que había sido
indulgente por muchos muchos años, lo abandonó completamente en un solo momento, así como
un pájaro vuela alejándose de su nido tan pronto como sus alas han crecido. Esto fue posible
porque el rey Yayati se rindió a sí mismo a los pies de la Señor y alcanzó entonces su posición
original de asociado del Señor. Después de escuchar de su esposo, Devayani comprendió el signifi-
cado de sus palabras y también fue despertada a la autorrealización. Como una leal esposa, ella
siguió los pasos de su esposo y, por lo tanto, también abandonó su imaginaria posición en el
mundo material y fijó su mente en el Señor Supremo. Entonces, por la misericordia del rey Yayati,
Devayani no fue solo rescatada del estanque, sino que también logró la liberación del cautiverio
material.
CAPÍTULO 13: Venciendo al Destino
La aparición de Prithu

Una vez, el rey Anga ejecutó la compleja ceremonia ashvamedha. Sin embargo, aunque los
sacerdotes eran muy calificados y sabían cómo invitar a los semidioses, ninguno de los habitantes
del cielo se hizo presente.
Los sacerdotes le informaron a Anga: "Oh rey, aunque hemos hecho las ofrendas
apropiadamente, los semidioses no las han aceptado. Sabemos que has reunido toda la parafernalia
de la ceremonia con gran cuidado y, ciertamente, nuestro canto de los mantras Védicos no fue
defectuoso, de ninguna manera.Por lo tanto, no podemos comprender por qué los semidioses
deberían sentirse insultados o descuidados y, por lo tanto, se han negado a aceptar las ofrendas
ceremoniales.
Al escuchar esto, el rey Anga se sintió muy apenado. Pidió permiso para romper su silencio e
inquirió: "Mis queridos sabios, tengan la bondad de decirme qué ofensa he cometido para que los
semidioses se nieguen a venir hasta aquí para aceptar sus ofrendas en la ceremonia."
El sacerdote principal respondió: "Oh rey, no has cometido el más insignificante pecado u ofensa
en esta vida, ni siquiera en el interior de tu mente. Pero, en tu vida previa, has realizado actividades
pecaminosas que, ahora, te impiden tener hijos, aunque estás calificado para ello. Pero, si oras al
Señor Supremo por un hijo y luego ejecutas una particular ceremonia para este propósito, tu deseo
será satisfecho. Cuando el Señor, quien es el supremo disfrutador de todas las ceremonias, venga
aquí a bendecirte, todos Sus sirvientes, los semidioses, lo acompañarán para aceptar tus ofrendas."
Después de esto, cuando los sacerdotes ofrecieron oblaciones al Señor Vishnu, una personalidad
apareció del fuego de la ceremonia. Estaba vestido de blanco y sostenía un pote dorado lleno de
arroz dulce. Después de recibir el permiso de los sabios, el rey Anga, con gran respeto, recibió el
pote de arroz dulce con las manos juntas. Después de oler la preparación, el rey ofreció una porción
a su esposa, Sunitha. Una vez que comió ese alimento, que tenía el poder de producir un hijo varón,
la reina fue fecundada por el rey.
Tiempo después, Sunitha dio a luz a un hijo llamado Vena. Como ella era la hija de la muerte
personificada, el niño fue considerado, parcialmente, dentro de la dinastía de la irreligión.
Una hija, en general, se parece a su padre y un hijo se parece a su madre. Por lo tanto, Vena se
parecía a su abuelo materno, y así, llegó a ser muy irreligioso. Estas circunstancias suelen ser poco
usuales, pero el hecho es que, algunas veces, el Señor concede una desafortunada esposa o un mal
hijo para su devoto, para que, de esta manera, pueda desapegarse de la vida familiar más
fácilmente.
Cuando era niño, Vena acostumbraba ir al bosque y mataba innecesariamente inocentes venados
con su arco y sus flechas. En verdad, su misma apariencia era temible y, tan pronto como lo veían,
los ciudadanos gritaban: "¡Aquí viene el cruel Vena!"
El joven Vena era tan malvado que, mientras jugaba con otros niños de su misma edad, los
mataba sin piedad, como si fueran animales destinados al matadero. El rey Anga castigaba a su hijo
de diferentes maneras, con la esperanza de reformarlo, pero, a pesar de todo su esfuerzo, fue
incapaz de llevar a Vena al camino de la virtud.
Al meditar sobre su fracaso, el rey Anga pensaba: "Las personas que no tienen hijos son
ciertamente muy afortunadas. Deben haber adorado al Señor Supremo en sus vidas previas, por
eso, ahora no tienen que sufrir la insoportable miseria de tener un mal hijo. Por supuesto, en cierto
sentido, un mal hijo es mejor que un buen hijo, porque hace intolerable la vida del hogar e impide
que se desarrolle un apego por la casa y la familia, como sí lo hace un buen hijo. En verdad, un mal
hijo hace tan difícil la vida hogareña que, cualquier persona inteligente, se desapega muy
fácilmente de tal vida familiar."
El rey Anga pasaba las noches sin dormir, absorto en estos pensamientos. Así, en forma gradual,
se volvió completamente indiferente de los asuntos familiares. En cierta ocasión, al final de la
noche, se levantó en silencio de la cama mientras su esposa dormía profundamente. Sin ser visto, el
rey abandonó su opulento palacio y partió en dirección al bosque.
A la mañana siguiente, cuando entendieron lo que había sucedido, los sacerdotes, ministros,
parientes y todos los ciudadanos se alarmaron mucho. Las personas comenzaron a buscar a Anga
por todo el mundo, igual que un yogui descalificado trata de encontrar al Alma Suprema dentro de
él. Finalmente, después de fracasar en la búsqueda de su gobernante, regresaron a sus hogares
decepcionados. Al escuchar de la emergencia causada por la ausencia del rey, los grandes sabios se
reunieron en la ciudad capital, y entonces, los ciudadanos les informaron acerca de su difícil
situación.
Los sabios piensan siempre en el bienestar de las personas en general. Ellos sabían que, en
ausencia del rey, no habría nadie que guíe y proteja a los ciudadanos. Pronto, ellos estarían fuera de
control y sujetos a la explotación. Después de llegar a una conclusión positiva, los sabios llamaron a
Sunitha. Con su permiso, instalaron a Vena en el trono real, a pesar de no tener la aprobación de los
ministros. Era bien conocido que Vena era muy severo y cruel por naturaleza, por lo que, cuando
todos los ladrones y oportunistas del reino escucharon de su coronación, llenos de temor, se
escondieron, como las ratas se ocultan de las serpientes.
Después de ascender al trono, Vena se volvió más engreído debido a su poderosa posición y, por
lo tanto, comenzó a creer que era el más grande de todos. Montado en su carroza, el rey Vena viajó
a través de todo su reino y prohibió la ejecución de ceremonias espirituales o dar caridad. Después
de ordenar la suspensión de toda actividad espiritual, los sabios se reunieron nuevamente. Estaban
muy preocupados por la gran catástrofe que les aguardaba a las personas.
Mientras se consultaban entre ellos, los sabios dijeron lo siguiente: "Como hormigas atrapadas
en medio de un madero que se quema por ambos lados, los ciudadanos están en peligro. Por un
lado tienen a un irresponsable rey y, por el otro, los delincuentes y malhechores los acechan.
Aunque hemos coronado al descalificado Vena durante una crisis política, las personas tienen sobre
sí una amenaza mayor. El rey ha obstruido el camino de la elevación espiritual."
"Como nació del vientre de Sunitha, Vena es malicioso por naturaleza. Por lo tanto, haberle
apoyado resultó igual que darle leche a una serpiente. Nombramos a Vena como el protector de los
ciudadanos, pero se ha vuelto enemigo de las personas. Sin embargo, es nuestro deber intentar,
nuevamente, que se rectifique. Si podemos hacerlo, nos salvaremos de vernos implicados en sus
actos pecaminosos. No obstante, si Vena se niega a escuchar nuestro buen consejo, lo reduciremos a
cenizas con nuestros poderes místicos."
Después de conciliar sus mentes de esta manera, los sabios fueron a ver al rey Vena. Ocultando
su ira, se dirigieron a él dulcemente y le dijeron: "Querido rey, hemos venido aquí para darte buen
consejo, así que, por favor, escúchanos con atención. Si lo haces, la duración de tu vida, tu
opulencia, tu fortaleza y tu reputación se incrementarán. Aquellos que viven de acuerdo a los prin-
cipios religiosos son elevados al reino celestial, que está casi desprovisto de miserias y lleno de
felicidad. Por esa razón, no deberías echar a perder la vida religiosa de las personas. Si impides el
progreso espiritual de tus subditos, caerás muy pronto de tu opulenta posición real."
"Es el deber de un rey brindar a los sujetos una completa protección. Al mismo tiempo, debe
ocuparlos de acuerdo a sus diferentes habilidades, para que puedan adorar al Señor mediante el
desempeño de sus ocupaciones. Si el rey ve que el Señor Supremo es adorado, logrará que El esté
muy complacido y, automáticamente, también los semidioses estarán satisfechos. Por el contrario, si
el rey detiene las ceremonias sagradas, será una falta de respeto a los semidioses y arruinará su
oportunidad de elevación celestial."
Vena respondió: "Es muy lamentable que, debido a que son inexpertos,
prediquenlairreligiónennombredelareligión.Sonigualesaunamujerpoco casta que abandona al
marido que la mantiene para buscar un amante al que adorar. El rey es la verdadera Suprema
Personalidad de Dios. Si, por ignorancia, no se adora al rey, tal persona nunca alcanzará la
felicidad, ni en esta vida ni en la próxima."
"Ustedes son muy devotos de los semidioses, pero deberían saber que el Señor Vishnu, Brahma,
Shiva y el resto de ellos, son simplemente partes y porciones del cuerpo del rey. Por esa razón,
deberían abandonar su envidia y adorarme con ceremonias rituales en las que empleen toda clase
de parafernalia. Si son en verdad inteligentes, se darán cuenta que no hay persona superior a mí
que merezca aceptar la primera oblación que es ofrecida en sacrificio."
Por su vida pecaminosa, Vena había perdido toda inteligencia y, por lo tanto, no podía apreciar
las palabras de los sabios.
Las insultantes palabras de Vena causaron un gran dolor en sus corazones yentonces, los sabios
exclamaron con gran cólera: "¡Acabemos con esta malvada persona! ¡Si vive, el mundo entero será
destruido en poco tiempo! Este insolente y desvergonzado se ha atrevido a insultar al Señor
Supremo. ¿Quién más, excepto este perverso Vena, haría algo asi?
Después de eso, con la sola pronunciación del sonido "hum", los sabios mataron a Vena y
partieron. Sunitha estaba tan afligida por la muerte de su hijo que preservó el cuerpo de Vena,
gracias a cierto proceso en el que aplicó distintas sustancias y al que acompañó con os mantras
apropiados. Tiempo después, los sabios se sentaron juntos en la orilla del río Sarasvati. Luego de
bañarse y ejecutar sus prácticas diarias, comenzaron a conversar acerca de los disturbios creados en
la sociedad por la difícil situación.

En ese momento, pudieron ver una tormenta de polvo producida por el paso de los ladrones y
maleantes que saqueaban a la población. Al ver esto, los sabios comprendieron el caos en que había
caído la sociedad después de la muerte del rey Vena. Los sabios eran suficientemente poderosos
como para detener los disturbios, pero no lo consideraron su deber. Por otro lado, también sabían
que no podían descuidar a los ciudadanos. Si lo hacían, su poder espiritual disminuiría, de la
misma manera que el agua contenida en una vasija agrietada se filtra gradualmente.
Los sabios apreciaban el hecho de que la semilla de aquellos, en cuya dinastía el Anga había
aparecido, era muy poderosa y, por lo tanto, los niños nacidos tendían a ser piadosos. Entonces,
concluyeron que la línea familiar de Anga no debería ser interrumpida. Tomaron el cuerpo muerto
de Vena y, con el batir fuerte de sus muslos, lograron la aparición de un enano llamado Bahuka. El
pequeño ser tenía la complexión de un cuervo negro, cortos miembros corporales, una gran
mandíbula, ojos rojizos y cabellos del color del cobre.
Después de su nacimiento, Bahuka, sumiso, se inclinó ante los sabios y dijo: "Mis queridos
señores, ¿qué debo hacer?"
Los sabios le dieron el nombre de Nishada. Inmediatamente después de su nacimiento, Nishada
se hizo cargo de las reacciones pecaminosas del rey Vena. Por esa razón, sus descendientes son
propensos a actividades tales como robar y cazar. Por ello, solamente tienen permitido vivir en las
montañas y en el bosque.
Después de esto, los sabios batieron los brazos del cuerpo purificado del rey Vena, y, como
resultado, se produjo una pareja, formada por un niño y una niña.
Con gran placer, los sabios declararon: "Este niño es una encarnación autorizada del Señor
Vishnu llamada Prithu, y esta niña es una expansión de la diosa de la fortuna llamada Archi. Prithu
será el principal entre los reyes. Mientras los sabios alababan la aparición de Prithu, los semidioses
hicieron llover flores desde el cielo y las danzarinas celestiales bailaban en éxtasis. El sonido de
caracolas, cornetas y tambores resonaba en el cielo. Los semidioses y sabios celestiales descendían a
la tierra desde los sistemas planetarios superiores. Cuando el señor Brahma observó las líneas del
Señor Vishnu en la palma de la mano derecha de Prithu y las marcas de flores de loto en las plantas
de sus pies, pudo entender que era una representación parcial de la Suprema Personalidad de Dios.
Tiempo después, como rey, Prithu era fuerte como Indra, el rey del cielo y, al mismo tiempo, era
tolerante como la tierra. Así como la lluvia satisface los deseos de todos, el rey Prithu distribuía su
misericordia entre sus subditos. Era como el mar del que nadie puede comprender la profundidad.
Igual que el monte Meru, era firme en su propósito. Su opulencia era comparada con las montañas
del Himalaya, que almacenan valiosos metales y piedras preciosas. Semejante al viento, su
presencia era sentida en todas partes. En términos de belleza corporal, era igual a Cupido. Su
fortaleza era como la de un león. Su auto-control parecía rivalizar con el del Señor Supremo y su
reputación se diseminó a través del universo entero.
CAPÍTULO 14: Alcanzando el Destino Supremo
Los Nueve Yogendras

Los nueve Yogendras eran almas liberadas que deambulaban desnudos, sin impedimento, de
planeta en planeta, con el propósito de difundir el conocimiento de la Verdad Absoluta.
Las grandes almas pueden ver como esta manifestación cósmica no es diferente del Señor
Supremo, siendo una emanación de El, y sin embargo, también distinta de Él.
Una vez, mientras viajaban por la tierra, los nueve Yogendras arribaron a la asamblea de
ceremonia del rey Nimi. Estas grandes personalidades eran brillantes como el sol, y al verlos, todos
se pusieron de pie para mostrar sus respetos, incluso los sabios y el fuego de la ceremonia mismo.
Sabiendo que los Yogendras son devotos inmotivados, el rey, alegremente los recibió como si
fueran el Señor mismo.
Después de ofrecer sus respetos, el rey Nimi dijo: "Pienso que ustedes deben ser asociados
personales del Señor Supremo. Viajan alrededor del universo entero sin interés egoísta, sólo para
purificar a las almas condicionadas. Es muy difícil para el alma condicionada alcanzar la forma
humana de vida. Pero, para un ser humano, es muy difícil obtener la asociación de devotos como
ustedes."
"Por favor, háblenme acerca del bien más elevado. ¡Considero la asociación con ustede sel tesoro
más preciado! Por favor, háblenme del deber supremo, cuya ejecución satisface inmediatamente al
Señor, Quien entonces se da a Sí mismo a tal alma rendida."
Los nueve Yogendras agradecieron la pregunta, y luego, uno de ellos comenzó a responder
mientras toda la asamblea escuchaba: "El alma condicionada siempre está temerosa debido a su
identificación con el cuerpo material temporal. Verdadera libertad del temor puede solamenteser
obtenida por adorar al Señor. Alguien que acepta este camino nunca cae. De acuerdo con su
particular naturaleza adquirida, uno debe ofrecer todo lo que hace con el cuerpo, sentidos, mente,
palabras, inteligencia y conciencia purificada, pensando: 'Esto es para el placer del Señor'. Mientras
ejecuta tal servicio con devoción, uno debe controlar la mente y abandonar todo apego por objetos
materiales. De esta manera, por constantemente ocuparse en hablar y escuchar acerca del Señor
Supremo, uno even-tualmente alcanza la perfección del amor por Dios. Para alguien que
constantemente se ocupa en el servicio devocional al Señor, inquebrantable devoción, desapego de
todas las cosas desfavorables, y una directa experiencia del Señor, resultan."
El rey Nimi luego dijo: "Por favor, háblenme en detalle acerca de los devotos del Señor. ¿Cuáles
son sus características, cómo hablan, y que es lo que hace que sean tan queridos al Señor Supremo?
Otro de los Yogendras respondió diciendo: "Los devotos más avanzados ven al Señor Supremo
dentro de todo, y ven como todo está situado dentro del Señor. El devoto intermedio ofrece su
amor al Señor, es amigo de todos los devotos, es misericordioso con el ignorante y evita a aquellos
que son envidiosos del Señor. El devoto neófito o materialista se ocupa en adorar al Señor en el
templo, pero no se comporta apropiadamente con otros devotos o con las personas en general.
Aunque tanto el neófito como el intermedio pueden tener discípulos, sus estudiantes no pueden
avanzar mucho. Por esa razón, uno debe aceptar a un devoto avanzado como su maestro espiritual.
Tal devoto elevado ve al mundo entero como la energía del Señor, y por lo tanto, no se regocija en
la ganancia ni se lamenta en la pérdida. Siempre permanece apartado de las miserias materiales por
constantemente recordar al Señor. Su mente ya no se entretiene con planes de disfrute sexual, en
ganar dinero u obtener prestigio. Incluso si es altamente situado en la sociedad o ejecuta grandes
austeridades, un devoto puro no siente siquiera un tinte de orgullo dentro de sí mismo.
Abandonando todo sentido de propiedad y preocupación por el placer sensual, tal devoto
avanzado se vuelve completamente pacífico y satisfecho. En verdad, el devoto de primera clase, no
abandona el refugio de los pies del Señor por un momento, incluso a cambio de la oportunidad de
disfrutar la opulencia del universo entero.
Otro de los nueve Yogendras, luego dijo: "Oh rey, ¿qué más deseas escuchar?
El rey Nimi respondió: "Oh grandes sabios, por favor, díganme ¿cómo incluso el más tonto de
los materialistas puede fácilmente liberarse a sí mismo de la influencia de la energía material, la
cual es inconmensurable para aquellos que no son auto-controlados?"
Otro de los nueve Yogendras dijo: "Con la esperanza de alcanzar la felicidad y aliviarse de la
aflicción, el alma condicionada busca refugio en las relaciones sexuales. Esto simultáneamente
implica rendirse a una ardua labor en el campo de las actividades materiales. El alma condicionada
siempre desea de alguna manera volverse la más grande. Mientras interactúa con otras almas
condicionadas, compite con sus iguales y arde de envidia cuando ve alguien que es superior. Sea lo
que sea, la situación material de uno es siempre temporal, y la verdadera felicidad permanece
siempre esquiva. Cuando una persona verdaderamente comprende la futilidad de la existencia
material, y sinceramente desea su real bienestar, entonces, debe tomar refugio en un maestro
espiritual auto-realizado."
"Hay futilidad, tanto en la gratificación de los sentidos en la tierra como en los planetas
celestiales. La gratificación de los sentidos en la tierra es de corta duración, va acompañada de
muchas miserias y depende del terriblemente frágil cuerpo material. El disfrute celestial de los
sentidos es prolongado, pero es acompañado de rivalidad y envidia. Y termina cuando el cúmulo
de actividades piadosas se agotan."
"Un devoto debe hacer amistad con otras personas igualmente ocupadas en la elevación
espiritual, de manera que puedan ocuparse juntos en glorificar al Señor. Por desarrollar su amistad,
animándose unos a otros, se vuelven fijos en sus prácticas espirituales. Esto complace mucho al
Señor, Quien remueve todo lo inauspicioso dentro de sus corazones. De esta manera, los devotos
experimentan dicha interna y, gradualmente, el amor por Dios es despertado. Por tal completa
ocupación en el servicio con devoción al Señor, los devotos fácilmente cruzan sobre la ilusoria
energía material."
El rey Nimi se sintió muy satisfecho de escuchar esta descripción de la ciencia del Bhakti Yoga.
Todos los miembros de la asamblea también honraron a los nueve Yogendras, muy respetuosa-
mente, mientras se marchaban. Ellos concluyeron que, por aplicar fielmente todas estas enseñanzas,
uno puede alcanzar el destino Supremo, sin falta.
CAPÍTULO 15: La Fuerza de la Pureza
Sudama visita a Krishna en su palacio

Krishna tenía un amigo brahmana llamado Sudama, quien era muy erudito en el conocimiento
Védico y desapegado del disfrute material. Aunque era jefe de familia, se mantenía a sí mismo con
cualquier cosa que le llegara. El no trabajaba para acumular dinero. Su mente era pacífica y sus
sentidos estaban bajo control. Debido a que era muy pobre, Sudama no comía ni vestía
apropiadamente y, tanto él como su esposa, estaban muy delgados.
Aunque temblaba debido a su débil salud, la esposa de Sudama no estaba ansiosa por ella
misma.A pesar de que no le gustaba dar indicaciones a su esposo, una vez se aproximó a él y le
dijo: "Tu amigo Krishna es el esposo de la diosa de la fortuna y el bienqueriente de las almas
rendidas. Por favor, ve a verlo. El, seguramente, dará abundante riqueza a un jefe de familia como
tú.
Sudama no tenía el deseo de pedir algún beneficio material de Krishna, pero, después que su
esposa le imploró de esta forma, pensó: "Ir a ver a Krishna será el máximo logro de mi vida, incluso
si no le pido nada a El."
Sudama, luego, preguntó a su esposa si había alguna cosa en la casa que él pudiera llevar como
regalo. Con ese propósito, la esposa de Sudama mendigó cuatro puñados de arroz plano a sus
vecinos, lo ató a un pedazo de tela y selo entregó a su esposo como un presente para Krishna.
Con el arroz plano como presente, Sudama se encaminó a Dwarka y, mientras caminaba,
permaneció absorto en pensamientos acerca de cómo vería a Krishna. Aunque, al palacio en el que
El se encontraba, era muy difícil de aproximarse, Sudama se unió a un grupo de sabios locales y así
pasó a través de tres campamentos militares y, luego, por tres grandes puertas. Después de
atravesar el vecindario, Sudama, finalmente, entró a un palacio, que estaba magníficamente
decorado, y pertenecía a una de las reinas del Señor Krishna.
Tan pronto como entró al palacio, Sudama sintió como si constantemente nadara en la
superficie de un océano de placer trascendental, donde alcanzaba la dicha de la liberación. En el
interior, Sudama vio al Señor Krishna sentado en la cama de Rukmini, la diosa de la fortuna.
Krishna reconoció a su amigo desde cierta distancia y, rápidamente, fue y lo abrazó. El Señor
sintió un gran placer al tocar el cuerpo de Su amigo y, debido a esto, derramó lágrimas de alegría.
Luego de sentar a Sudama sobre la cama de Rukmini, Krishna le lavó los pies y salpicó el agua
sobre su cabeza. El Señor, personalmente, le trajo, después, toda clase de bebidas y frutas y le
colocó pasta de sándalo sobre su cuerpo, junto con aguru y azafrán. Luego, Krishna le dio la
bienvenida con dulces palabras.
Todo el rato, Rukmini, la diosa de la fortuna, abanicó a Sudama con su chamara, incluso, aunque
las ropas de Sudama estaban desgastadas y sucias y su cuerpo estaba tan flaco que los huesos eran
claramente visibles. Las otras damas del palacio quedaron asombradas por esta recepción, aunque
pensaban que el brahmana era modesto y despreciable. Pero, luego, ellas pudieron entender que
visitante el no debería ser una persona ordinaria. Después de todo, Krishna había abrazado a
Sudama, incluso, cuando El, normalmente, solo abrazaba a Rukmini o a Su hermano Balarama.
Tomados de las manos, Krishna y Sudama comenzaron a recordar, placenteramente, cómo ellos
habían estado juntos en la escuela de su maestro espiritual.
El Señor Krishna dijo: "Después de ofrecerle alguna remuneración a nuestro maestro, ¿te casaste
con una esposa compatible o no? Yo estoy muy consciente que, aunque estás envuelto en la vida
familiar, tu mente no está afectada por deseos materiales ni sientes placer en adquirir riquezas. ¿Te
acuerdas cómo vivíamos juntos en la escuela de nuestro maestro? Yo, el Alma de Todos los Seres,
no estoy tan satisfecho por la adoración ritual, la iniciación brahmínica, las penitencias o la auto
disciplina, como lo estoy con la fiel adoración rendida al maestro espiritual de uno."
"¿Te acuerdas cuando la esposa de nuestro gurú, una vez, nos envió a buscar leña y, luego de
entrar en el bosque, se desató una tormenta fuera de estación? En la tormenta de polvo, perdimos el
camino y había rayos y truenos. Al atardecer, empezó a caer una lluvia que parecía más bien un
tipo de devastación y, por todo eso, nos sentimos muy afligidos. Entonces, pasamos toda la noche
sostenidos de las manos y deambulamos, sin rumbo, en la oscuridad."
"Luego, en la mañana, cuando nuestro gurú se dio cuenta que estábamos perdidos, llamó a sus
discípulos y, junto a ellos, entraron en la selva para buscarnos."
"Cuando nos encontró, nuestro maestro dijo: Mis hijos, ¡ustedes han sufrido mucho por mi
causa! El cuerpo es muy querido para todas las criaturas, pero ustedes son tan dedicados a mí que
descuidaron completamente su propia comodidad. Yo estoy muy satisfecho con ustedes, niños. Que
todos sus deseos se cumplan y que, cualquier conocimiento que hayan adquirido, nunca pierda
significado para ustedes, en esta vida y en la siguiente."
Sudama luego dijo: "Oh, Señor de Señores, ¿qué pudo haber fallado en mis metas, cuando fui
capaz de vivir contigo en el hogar de nuestro maestro?"
Mientras conversaba con Sudama por un largo rato, Krishna sonreía todo el tiempo. Luego, sólo
para disfrutar más de la compañía de Su viejo amigo, Krishna inquirió: "¿Qué regalo has traído para
Mí? ¿Te ha dado tu esposa alguna rica comida para Mí? Aunque Yo no tengo necesidad de nada,
tengo el más alto aprecio por incluso el más insignificante regalo hecho por Mi devoto. Por otra
parte, incluso los más grandes regalos ofrecidos por no devotos no Me complacen."
Krishna miraba a Sudama con gran afecto. Sabía que su amigo dudaba y no sabía cómo
entregarle su insignificante regalo. Sudama, simplemente, inclinó su cabeza de vergüenza. Se sentía
muy agraviado al ofrecerle su puñado de arroz plano al esposo de la diosa de Ta fortuna.
El Señor Krishna luego pensó: "En el pasado, Mi amigo nunca Me adoró con el deseo de obtener
opulencia material. Sé que él ha venido aquí solo para satisfacer a su casta y devota esposa. Por lo
tanto, daré a Sudama más riquezas de las que pudieran ser imaginadas por Indra, el rey del cielo."
Con estos pensamientos en mente, Krishna, de repente, arrebató el envoltorio de arroz plano
que colgaba del nombro de Sudama y exclamó: "Mi querido amigo, ¿qué es esto? ¡Oh, tú Me has
traído algo de rico arroz pfano! Pienso que este regalo no es parasatisfacerme únicamente a Mi,
sino, también, a la creación entera."
Después de decir esto, Krishna comió un bocado del arroz. Luego, cuando El intentó dar un
segundo bocado, Rukmini lo detuvo, tomó Su mano y le dijo: "Eso es más que suficiente. Oh, Alma
del Universo, te aseguro que la persona que te lo ha ofrecido va a tener toda la prosperidad que
nunca ha imaginado, en este mundo y en el próximo."
Sudama pasó la noche en el palacio de Krishna. Se sentía como si viviera en el mundo espiritual.
A la mañana siguiente, después de ser honrado por Krishna, Sudama partió hacia su hogar y,
mientras iba por el camino, se sentía encantado.
Aunque, aparentemente, no había recibido nada sustancial, Sudama pensó para sí mismo: "El
Señor Krishna es conocido por ser muy devoto de los brahmanas y, ahora, personalmente, he
atestiguado esto.
Aquel que lleva a la diosa de la fortuna en Su pecho ha abrazado a este pobre mendicante.
¿Quién soy yo? Un pobre mendigo ¿Y quién es Krishna? La Suprema Personalidad de Dios pleno
en seis opulencias."
"Sin embargo, El me abrazó con Sus brazos. Me trató igual que a un hermano, me sentó en la
cama de Su amada consorte."
"Aunque El es el Señor de Todos los Semidioses y el objeto de adoración de las personas santas,
me adoró como si fuera un semidiós, masajeó mis pies y me rindió toda clase de otros humildes
servicios. Krishna debe haber pensado: Si este pobre infeliz, de repente, se hiciera rico, ciertamente,
se volvería intoxicado de orgullo y Me olvidaría. Por compasión, el Señor no me ha concedido
ninguna riqueza."
Mientras regresaba a su hogar, Sudama simplemente, pensaba acerca de la recepción que había
recibido de Krishna y, por lo tanto, estaba sumergido en dicha trascendental. Luego, cuando
Sudama llegó a su vecindario, vio que todo había cambiado maravillosamente. En vez de pequeñas
casas, había enormes palacios y espléndidos jardines, en los cuales paseaban hermosos hombres y
mujeres. Sorprendido, Sudama se preguntaba si, en realidad, había regresado a su hogar o no.
"¿Qué es todo esto? ¿Cómo ha aparecido todo esto?" Mientras Sudama pensaba de este modo,
un grupo de hombres y mujeres, que parecían residentes del cielo, llegaron para darle la
bienvenida.
Cuando escuchó de su arribo, la esposa de Sudama, alegremente, salió de la casa para
encontrarlo. Ella estaba tan hermosa que parecía como si la diosa de la fortuna misma hubiera
llegado para recibirlo. Con lágrimas de felicidad en sus ojos y una voz que se le entrecortaba, ella
cerró sus ojos en éxtasis.
Sudama estaba sorprendido de ver cómo su esposa se había vuelto tan hermosa y afectuosa y
cómo numerosos sirvientes la rodeaban. Sin decir nada, la tomó de la mano y entraron en su casa,
que ahora parecía al palacio de Indra, el rey dei cielo.
Dentro de su apartamento personal, hecho de mármol transparente, Sudama vio que las camas
eran extremadamente suaves y blancas, como la espuma de la leche. Los somieres estaban hechos
de marfil y decorados en oro. Vio tronos dorados, paredes hechas de cristal con joyas incrustadas y
columnas decoradas con piedras preciosas.
En un principio, Sudama no podía entender la causa de este milagroso cambio, pero, luego de
considerar el asunto, pensó de la siguiente manera: "Siempre he sido muy pobre.
Pienso que la única razón por la cual, de repente me he vuelto rico, es porque el Señor Krishna me
otorgó Su mirada. Como es omnisciente, El supo que había ido a Dvaraka con la intención de
mendigarle. Incluso, aunque nunca me dijo nada acerca de esto, El me otorgó tanta opulencia como
una misericordiosa nube de lluvia nutre la tierra". "El Señor considera Sus más grandes bendiciones
como insignificantes, mientras que, al mismo tiempo, magnifica incluso un pequeño servicio
rendido a El por un bien queriente devoto suyo. Así, con gran placer, El aceptó la pequeña cantidad
de arroz plano que le llevé."
"El Señor es el reservorio de todas las cualidades trascendentales. Que, vida tras vida, yo lo sirva
con amor y pueda cultivar un firme apego por El, en la asociación de Sus devotos puros. Para
aquellos devotos que aún no están firmemente situados en la plataforma de servicio devocional
inmotivado, el Señor no va a concederles poder real ni otros bienes materiales, porque sabe bien
cómo la intoxicación de orgullo puede causar una gran caída. Por lo tanto, la opulencia que he
obtenido debe ser únicamente usada en el servicio al Señor y no para mi engrandecimiento
personal".
Sudama continuó pacíficamente con su vida al lado de su esposa. Aceptó la recientemente
adquirida riqueza con un espíritu de renunciación y disfrutó de todo como la Misericordia del
Señor. De esta manera, su posición nunca se deterioró, por el contrario, su amor por Krishna se
incrementó, día a día. Experimentó así cómo el inconquistable Señor Supremo es, sin embargo,
conquistado por Sus devotos. Sudama pudo sentir cómo la fuerza de su constante meditación
cortó, poco a poco, los restantes nudos del apego material dentro de su corazón.

También podría gustarte