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Instituto Superior del Profesorado “Dr. Joaquín V.

González”
Profesorado en Historia
Historiografía y Teoría de la Historia y TP (Cursos C y D) 2016
Profesora: Sandra Sauro

Ficha de Cátedra – Historiografía Argentina – Unidad Número 3


Revisionismo:
Scalabrini Ortiz, Raúl Historia de los ferrocarriles argentinos. Buenos Aires. Editorial
Plus Ultra, 1960. Séptima Edición. Págs. 7-23; 385-398
Prof. José A. García.

Raúl Scalabrini Ortiz (Corrientes, 1898, Bs. As., 1959). Pensador, historiador, filósofo,
periodista, escritor, ensayista y poeta argentino; agrimensor e ingeniero de profesión.
Formó parte de FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina) durante
la década de 1930; se lo vincula con la historiografía revisionista a partir de sus estudios
referidos a la ingerencia del capital inglés en la economía y la vida política Argentina,
con especial interés en los ferrocarriles y el proceso de su nacionalización en la segunda
mitad de la década de 1940. Si bien no formó parte de los gobiernos peronistas, no se
opone a los mismos aportando sus ideas económicas desde diferentes publicaciones; se
opone a la Revolución Libertadora por considerarla un retroceso en la política
económica nacional en beneficio de los intereses capitalistas ingleses.
La presente edición corresponde a una edición de principios de la década de
1960, a partir de una recopilación realizada por los editores de Plus Ultra, como puede
verse a partir de las notas insertas en las páginas 23 y 388 de la selección. En esta
edición se incluyen trabajos realizados por Scalabrini Ortiz a mediados de la década de
1930, es decir, durante los gobiernos de la restauración conservadora, trabajos de
mediados de la década de 1940, en medio de los gobiernos peronistas, así como un
prólogo especialmente escrito en 1958 para a segunda edición del libro. A pesar del
paso del tiempo entre los diferentes fragmentos seleccionados puede notarse la
continuidad en el pensamiento del autor, así como una utilización directa de parte de los
postulados y características de la escuela del revisionismo histórico.
Los artículos, o capítulos del libro, tienen un formato de ensayo, sin anotaciones
eruditas. La utilización de las fuentes mencionadas resulta secundaria y funcional, sin
una muestra de las mismas; no son citadas de la manera en que estilaba hacerlo la NEH,
quien se encuentra dominando el campo historiográfico en este mismo período, y en
algunos casos ni siquiera se menciona de dónde provienen las citas. Su utilización se
vinculada a una justificación de lo dicho por el autor antes que una utilización de los
posibles aportes de las mismas. Se vincula este estilo de escritura a que la escuela
revisionista buscaba que sus intervenciones en la historia fueran también en el campo
político, generando ensayos de interpretación política en los que la historia funcionaran
como reafirmación de las propuestas. Demasiada erudición, por otra parte, podría
resultar en un alejamiento del público lector masivo.
En el caso de Scalabrini Ortiz, su nacionalismo no se encuentra vinculado a
dicha ideología política, sino a una defensa de lo nacional, entendiendo como tal al
progreso y desarrollo de la economía y del pueblo argentino que, según esta
interpretación, se verá frustrado, desde las últimas décadas del siglo XIX, por la
ingerencia del imperialismo económico británico, representado en este caso por el
ferrocarril. Por lo tanto, el período de estudio/análisis, utilizado por el autor, recorre
desde el momento en que el capital inglés comienza a desarrollar la instalación de los
ramales ferroviarios más importantes del territorio nacional (Central Argentino, Gran

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Oeste, Trasandino y Central Córdoba, Sud), hasta el presente del autor. De esta manera,
Scalabrini se desplaza temporalmente del período habitual de análisis, que no es el
único elegido por la mayoría de los representantes de ésta escuela, normalmente
vinculados con el período 1820-1852 y la figura política de Juan Manuel de Rosas y su
relación con la actualidad de los autores.
Esta vinculación permanente entre lo histórico y el presente, lo político y lo
económico, convierte a los escritos de Scalabrini, más allá de los diferentes niveles de
análisis, en herramientas de ingerencia política a partir de las cuales daba a conocer su
pensamiento e intentaba influir sobre las ideas locales en dichas temáticas.
A pesar del nacionalismo mencionado, es necesario destacar que la “Ubicación
inicial”, escrita en 1935, se encuentra un fuerte influyo del pensamiento americanista,
vinculado a las ideas hispanistas y católicas, que se retoman luego de la crisis financiera
de 1930 y se postulan como contraposición a las ideas impulsadas por los gobiernos
conservadores del período. De allí que Scalabrini Ortiz aclara que al utilizar el término
América, se refiere a “esa fracción del continente que tiene una unidad de idiomas, de
razas fundadoras, de religiones, de costumbres y que geográficamente llega hasta el
límite de México” (Pág. 11). Este sentir latinoamericano es, en palabras de Scalabrini
Ortiz, lo que le permitirá a América hacerle frente a la ingerencia política, económica y
cultural europea y estadounidense. Sin embargo, es solamente en este fragmento de la
selección en donde el pensamiento americanista es utilizado; el resto de la misma, lo
que primará será lo nacional.
Una de las ideas que se repetirá a lo largo de sus escritos es que el desarrollo
condicionado del ferrocarril, vinculado a la explotación latifundista, limitará no sólo el
intercambio entre las regiones del interior del territorio, sino también su comunicación,
y que más allá de las inversiones realizadas por el estado nacional para fomentar el
desarrollo de otros espacio, como ser el puerto de Mar del Plata, los intereses
económico de las empresas de transporte inglesas, harán que la producción del territorio
continúe siendo comercializada a través del puerto de Buenos Aires, ciudad en la que
dichas empresas tenían su asiento (Pág. 20-21).
Scalabrini Ortiz resalta la existencia de dos tendencias económicas
contrapuestas, que se desarrollan a lo largo del tiempo en el país, por un lado aquellos
productores y empresarios vinculados a la producción para el consumo y el mercado
interno, que se verán perjudicados en todo momento por las tarifas diferenciales del
transporte y, como contrapartida, los grandes latifundistas, productores principalmente
de granos para el mercado inglés, como los únicos beneficiados, de manera directa, en
el país.
Esta situación imperial, en la que Argentina era apenas una colonia inglesa, se
remonta al momento mismo en que los capitales ingleses comienzan a tener mayor peso
en lo económico, pero también en lo político. Este peso en ambos aspectos Scalabrini
Ortiz lo descubre a partir del análisis de la llamada Ley Mitre, por la cual entiende que
los beneficiados directos de dicha ley son las empresas capitalistas inglesas y el único
perjudicado es el pueblo argentino que se ve obligado a aceptar las tarifas de
ferroviarias y a no percibir ningún tipo de impuestos por parte de estas empresas. Esto
se analiza en el texto Oportunidad de la nacionalización ferroviaria (Pág. 389-398), en
donde justifica su postura a favor de la nacionalización de los ferrocarriles, aún cuando
por momento utiliza el término de expropiación como sinónimo de lo mismo, en 1947.
En éste texto, diez años posterior al mencionado anteriormente, se percibe la
continuidad en el pensamiento de Scalabrini Ortiz, al igual que sostiene el mismo tipo
de ingerencia del capital inglés en el Prólogo para la segunda edición completa, de
1958, en el cual, si bien espera que el gobierno de Frondizi pueda continuar la obra de

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nacionalización del gobierno de Perón, reconoce que la misma se encuentra socavada
por la influencia del capital inglés.
La nacionalización de 1947 se presenta como el final de un proceso que
comenzó, con menor suerte, a principios del siglo XX (Pág. 22-23), impulsado incluso
por el General Roca, solamente ante el contexto económico, político y social, de finales
de la segunda guerra mundial, pudo ser llevado adelante (Pág. 396). Pero el cambio
político iniciado con el golpe de estado de Septiembre de 1955 podría significar un
retroceso en estos cambios ya que “han reaparecido los viejos testaferros que sirvieron a
los intereses británicos en la elaboración y sostenimiento de su extinto imperio
ferroviario” (Pág. 387); con una expresión similar la misma idea se encuentra también
en el Prólogo para la segunda edición (Pág. 14).
Scalabrini Ortiz presenta su investigación como la búsqueda de una verdad
histórica que se encontraba oculta por los intereses económicos y políticos ingleses; esta
ocultación era reforzada por la acción, la connivencia, de la dirigencia política argentina
(Pág. 385). A pesar de lo cual el autor supone que el objetivo de su análisis, de la
recopilación de los artículos, será convertirse en la fundamentación ideológica de una
nueva forma de pensar, y actuar (Pág. 386), por parte de la sociedad argentina,
alejándose de la influencia inglesa, logrando, de éste modo, una independencia que se
aleja de lo meramente nominal (Pág. 17). De esta manera, la nacionalización de los
ferrocarriles lograría que el país deje de ser una mera colonia productora y exportadora
de bienes primarios para el mercado inglés, y obtendría, a partir de la utilización del
mismo ferrocarril, que dejaría de ser un elemento de dominio para recuperar su función
como elemento de progreso, las herramientas necesarias para el desarrollo económico y
social del país (Pág. 17).

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