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Tales:
Tales nació cerca del año 640 antes de Cristo en Mileto, antigua
ciudad griega de Jonia, en la costa oeste de Asia Menor (parte de la
actual Turquía), aunque es posible que haya sido en alguna ciudad
Fenicia, como dice el historiador griego Herodoto. Lo que sí es cierto
es que desarrolló su actividad como legislador, matemático y
astrónomo en esa ciudad, hasta su muerte acaecida alrededor del año
545 a. de C.
Tales también se destacó como astrónomo (predijo el eclipse de sol del año 585 a. de C.), como
ingeniero y como matemático (formuló el famoso teorema que lleve su nombre).
Al preguntarse por el origen de las cosas, por la causa del cambio, por el principio de toda la
realidad, dio comienzo a la especulación filosófica propiamente dicha. Para Tales, el agua es el
principio de todas las cosas. El agua es el sustrato esencial y primario del universo, del que se
deriva todo lo demás.
No se conserva hoy en día ningún escrito de Tales. Su pensamiento nos llegó a través de otros
autores y filósofos griegos, como Aristóteles, y Diógenes Laercio. Aristóteles, en su metafísica dice
lo siguiente sobre Tales:
De los primeros que filosofaron, la mayoría pensó que los únicos principios de todas las cosas
son los de naturaleza material. Y es que aquello de lo cual están constituidos todo los seres y a
partir de lo cual primeramente se generan y en lo cual últimamente se descomponen,
permaneciendo la entidad por más que cambie está en sus cualidades, eso dicen que es el
elemento y eso el principio de los seres, y de ahí que piensen que nada se genera ni se destruye,
puesto que tal naturaleza se conserva siempre, al igual que tampoco decimos que Sócrates se hace
totalmente cuando se hace hermoso o músico, ni que se destruye cuando pierde tales
disposiciones, ya que el sujeto, Sócrates mismo, permanece: del mismo modo tampoco podrá
decirse al respecto de ninguna otra cosa.
Ha de haber, alguna naturaleza, sea una más de una, a partir de la cual todo lo demás se genera,
conservándose aquella. No todos dicen lo mismo sobre el número y la especie de tal principio, sino
que Tales, quien inició semejante filosofía, sostiene que es el agua (y por ello también manifestó
que la tierra este sobre agua). Tal vez llegó a esta concepción tras observar que todas las cosas
tienen un aliento húmedo y que el calor se produce y se mantiene en la humedad (ya que aquello a
Anaximandro:
Estos elementos se organizan en el universo de acuerdo con el mayor o menor peso de sus
componentes. Así, la tierra ocupa el centro; por encima, cubriéndola, se encuentra el agua; y
rodeándolo todo, los elementos más ligeros, es decir, el aire y el fuego. Y este orden se mantiene y
se renueva constantemente siguiendo leyes inmutables, como dice en el único fragmento que nos
ha llegado de Anaximandro (a través del Simplicio, comentarista de Aristóteles):
La generación de los seres que existen tiene lugar a partir de aquello mismo a que se conduce su
destrucción, como es justo y necesario. Pues se indemnizan mutuamente y pagan su castigo unos a
otros por su injusticia, de acuerdo con el orden del tiempo.
Es decir para Anaximandro, el universo no es algo terminado para siempre, sino que constituye
un proceso en el que, de forma infinita, la destrucción de unos seres da lugar al nacimiento de
otros, de forma necesaria, según las leyes inmutables establecidas por el orden temporal.
Anaxímenes:
Anaxímenes sostiene, pues, que el principio originario de todas las cosas es el aire, a partir del
cual se derivan todos los seres por medio de diferentes procesos de la rarefacción y condensación.
Al dilatarse o comprimirse, el aire hace surgir el fuego, el agua y la tierra y después, todas las
demás cosas, que provienen de estos elementos.
Heráclito:
Heráclito nació en Éfeso, una antigua ciudad griega del Asia Menor
que ahora pertenece a Turquía, hacia el año 540 antes de Cristo.
Según se dice, en su vejez Heráclito se retiró por completo de la vida en sociedad y llevo una vida
de ermitaño en las montañas, alimentándose de hierbas y plantas. Murió en el 475 a. de C.
Heráclito afirma que todo cambia y que nada permanece, que no podemos bañarnos dos veces
en el mismo rio, que el universo no es sino un continuo devenir en el que todas las cosas están
sometidas a un cambio incesante. Pero este devenir no es algo caótico o irracional, sino que está
regido por ciertas leyes internas, por el logos o razón que constituye el principio último de
explicación del universo.
El fuego es fuerza y vida, que impulsa un intercambio perpetuo de materia entre los cuerpos
celestes y terrestres, intercambio que explica la formación de todos los seres del mundo. Pero, por
otra parte, todas las cosas evolucionan hacia sus contrarios, y la lucha entre contrarios constituye,
en última instancia, una unidad profunda, base de la armonía oculta que preside el universo, pero
no de forma estática, sino dinámica, en un equilibrio tenso, siempre rompiéndose y siempre
rehaciéndose. En este sentido, Heráclito echó las bases de la dialéctica.
Pitágoras:
Según algunos escritores antiguos, como Jámblico y Heráclides de Ponto, Pitágoras fue el
primero en usar el nombre de “filosofía”, y se llamó a sí mismo filósofo o amante de la sabiduría,
pues ningún hombre era sabio sino Dios.
Pitágoras no dejo nada escrito, por lo cual en muy difícil separar sus ideas personales de las de su
escuela o comunidad. Murió en 500 a. de C.
La escuela Pitágoras fue una comunidad singular de carácter científico, religioso y político. En lo
científico, cultivaron especialmente la matemática, la música y la astronomía. En lo religioso,
afirmaban la inmortalidad y la reencarnación, concediendo importancia fundamental a la
purificación a través del conocimiento y de un sistema de vida que aconsejaba la obediencia y el
silencio, la obediencia de consumir ciertos alimentos y la sencillez en cuanto a posesiones
materiales. En lo político, apoyaban al partido dórico y ejercieron el poder prolongándose hasta
fines del siglo V a. de C. se produjo una rebelión en que pereció la mayoría de los miembros de la
escuela.
Platón:
Platón tenía veinte años cuando conoció a Sócrates, quien influyó en su decisión de dejar los
intentos literarios que había hecho hasta entonces y dedicarse a la filosofía. Fue discípulo de
Sócrates, aceptó su filosofía y su forma dialéctica de debate: La obtención de la verdad mediante
preguntas, respuestas y más preguntas
En Sicilia pasó una larga temporada, y allí recibió la influencia de los pitagóricos, influencia esta
que quedara reflejada en su pensamiento posterior.
Sus ideas políticas (su concepción del gobernante-filosofo) lo mueven a viajar a Sicilia en el año
367 a. de C., con la intención de conjugar la filosofía y la posibilidad de aplicar reformas políticas.
Se convertiría así en tutor del nuevo tirano de Siracusa, Dionisio II el joven. Sin embargo, el
experimento fracasó rotundamente.
Platón realizaría un tercer viaje a Siracusa en el 361 a. de C., pero una vez más su participación
en los acontecimientos sicilianos tuvo poco éxito. Paso los últimos años de su vida impartiendo
conferencias en la Academia y escribiendo. Falleció en Atenas a una edad aproximada a los 80
años, posiblemente en el año 348 ó 347 a. de C.
Platón escribió muchas obras, generalmente diálogos, en los que suele aparecer su maestro
Sócrates. Las más importantes son:
· Banquete; trata del eros como fuerza que nos impulsa hacia la belleza y la bondad.
· Fedro; sobre la teoría de las ideas y la visión del alma en tres partes.
· Leyes; su última obra, que dejo inacabada, sobre los fundamentos del Estado y la educación
de los ciudadanos.
· República, sin duda la obra más importante y donde platón expone su pensamiento de
forma más completa, desde el estudio del individuo hasta la teoría de la sociedad y la metafísica.
Su tema central es la relación entre felicidad y justicia. En contra de los sofistas, Sócrates define la
tesis de que no se puede separar la felicidad de la justicia, ni en las personas (nivel individual) ni el
estado (nivel social o político).
Aristóteles:
Tras la muerte de Platón, acaecida en el 347 a. de C., Aristóteles dejó Atenas y vivió durante
algún tiempo en la cuidad de Assos, Asia Menor, en la corte de un tirano que había sido
condiscípulo suyo, Hermias de Atenas. Allí contrajo matrimonio con una pariente de
éste (posiblemente su sobrina o su hija), llamada Patias.
En el 345 a. de C. Hermias fue capturado y ejecutado por los persas, por lo que Aristóteles se
trasladó a Pela, la antigua capital de Macedonia. Allí, Filipo, rey de Macedonia, lo llamo a su corte
y le encargo la educación Alejandro, quien como rey sería llamado Alejandro Magno.
Poco después de iniciar Alejandro su reinado, en el 336 a. de C., Aristóteles regresó a Atenas y
fundo su propia escuela, el liceo donde desplegó una importante labor de investigación y
enseñanza de las distintas ramas del saber. Allí maestros y alumnos caminaban, mientras se
impartían las enseñanzas. Esta singular manera les valió el apelativo de peripatéticos.
Con la temprana muerte de Alejandro, en el 323 a. de C., Aristóteles, protegido suyo, tuvo que
hacer frente al sentimiento anti macedónico que estallo en Atenas.
Acusado de ateísmo, Aristóteles tuvo que exiliarse y se refugió en Calcis, en la isla de Eubea,
donde moriría al año siguiente, en el 322 a. de C., a los 62 años de edad.
En filosofía moral, Aristóteles presenta una ética basada en la natur5aleza humana, cuyo fin es,
según él, la felicidad, al cual debe estar dirigido el ordenamiento de la sociedad política, es decir,
del Estado.
· Escritos sobre ciencias de la naturaleza: física del cielo, de la generación y corrupción, sobre
el alma…
· Metafísica: escritos que tratan de las causas generales de las cosas, se trata de una colección
de catorce libros, que recogen pequeños tratados o cursos impartidos por Aristóteles en el liceo.
La palabra “metafísica” no fue usada por Aristóteles, sino por una recopilación posterior, que
ordenó estos escritos “a continuación” o “más allá” (significado de la preposición griega “meta”)
de los libros de física. Para Aristóteles trataban sobre lo que llamó como filosofía primera.
· Los diez libros de la Ética a Nicómaco, así llamados por ser éste el nombre del hijo de
Aristóteles a quien estaba dedicada la obra.
Agustín De Hipona:
Entre los 15 y los 30 años de edad vivió con una mujer cartaginesa cuyo
nombre se desconoce, con lo que en el año 372 tuvo un hijo, Adeodatus, que en latín significa
“regalo de Dios”.
Tras una juventud algo disipada en Cartago, la lectura de un escrito de Marco Tulio Cicerón, el
Hortensius, desapareció en la totalidad, lo llevó a la búsqueda de la verdad y emprendió, de esa
manera el estudio de la filosofía. En un principio, creyó encontrar el camino en la doctrina de los
maniqueos, filosofía dualista originaria de Persia y muy extendida en aquella época por el imperio
romano de Occidente. Con su principio fundamental de conflicto entre el bien y el mal, el
maniqueísmo le pareció una doctrina que podría corresponder a la experiencia diaria proporcionar
las hipótesis más adecuadas sobre las que construir un sistema filosófico y ético.
Además, su código moral no era muy estricto, lo que se adaptaba muy bien a su vida. Defendió
esa doctrina durante casi diez años. Luego comenzaron las dudas.
Las incertidumbres lo llevaron al escepticismo filosófico, del que solo se libraría mediante
lectura de los neoplatónicos, en especial de Plotino, que seguiría influyendo en su pensamiento
posterior. Hacia el 383 se trasladó de Cartago a Roma, pero un año más tarde fue enviado a Milán
como maestro de Retórica se movió bajo la órbita del neoplatonismo y conoció también al obispo
de la cuidad, San Ambrosio, uno de los eclesiásticos más distinguidos en aquel momento. Fue
entonces cuando se sintió atraído de nuevo por el cristianismo.
Su ejercicio apostólico se dio en un periodo de gran agitación política y teológica. Los pueblos
germanos amenazaban el Imperio, llegando a saquear Roma en el 410, mientras el cisma y la
herejía amenazaban también la unidad de la Iglesia. Agustín emprendió una batalla teológica.
Además de combatir la herejía maniqueista, participo en dos grandes conflictos religiosos. Uno de
ellos con el donatismo, secta que mantenía la invalidez de las sacramentos si no era administrado
por eclesiásticos sin pecado. El otro lo mantuvo con los seguidores del pelagianismo, que negaban
la doctrina del pecado original. Durante este conflicto, que fue largo y enconado, Agustín
desarrollo sus doctrinas del pecado original y de la gracia divina, da la soberanía divina y de la
predestinación.
Su muerte acaeció el 28 de agosto de 430, mientras los vándalos sitiaban Hipona y el Imperio
Romano de Occidente daba los últimos estertores.
San Agustín es el primer gran talento filosófico desde la filosofía griega clásica. Con su obra y con
su considerable influencia en la iglesia y en el pensamiento cristiano, San Agustín contribuyó en
gran manera a afianzar la orientación platónica de la filosofía en los siglos siguientes, hasta l
surgimiento del aristotelismo en el siglo XIII.
Los primeros escritos de San Agustín están dedicados a combatir los errores que él mismo había
seguido durante su juventud. Así, combate a los escépticos, maniqueos y pelagianos en sus
obrasContra los académicos y De libero arbitrio (388-401) y en sus tratados, entre los que
destacan De Doctrina christiana (396-397),De Trinitate (399-401) y De natura et gratia (413). Sus
obras más importantes, además de éstas, son las Confesiones (397-401) de carácter autobiográfico
y su obra magistral La Cuidada de Dios (413-426). Sus otros escritos incluyen las Epístola, 270 de
ellas se encuentran fechadas entre los años 386 y 429y homilías sobre diversos libros de la Biblia.
Como Tomás era de poderosa constitución física y taciturno, sus compañeros novicios lo
llamaban Buey Mudo, pero Alberto Magno había predicho que este buey un día llenará el mundo
con sus bramidos.
Tomás de Aquino fue ordenado sacerdote en 1250. En 1252 vuelve a París y en 1256 obtiene el
doctorado en teología. Comienza allí su carrera docente como profesor de teología, actividad a la
que se dedica con una entrega total.
Sus primeros escritos, en particular sumarios y explicaciones de sus clases, aparecieron tres
años más tarde. Su primera obra importante fue Scriptum super quatuor libris Sententiarum
Magistri Petri Lombardi (escrita aproximadamente entre 1254 y 1259), que consiste en
comentarios sobre una obra influyente relacionada con las sacramentos de la iglesia, Sententiarum
libri quautor (cuatro libros de sentencias) del teólogo italiano Pedro Lombardo.
El papa Alejandro IV lo llamo a Roma en 1259, donde sirvió como consejero y profesor en la curia
papal en Orvieto. Pasa así una larga temporada en Italia y regresó a París en 1268, para una
segunda etapa de profesor en esta ciudad, la que duraría hasta 1272. Enseguida, Tomás participo
en una famosa controversia con el filósofo francés Siger de Brabante y otros seguidores del
filósofo islámico Averroes.
René Descartes:
Cursó estudios de derecho en la Universidad de Poitiers, donde se graduó en 1616. Sin embargo,
nunca llegó a ejercer como abogado. En 1618 entró al servicio de príncipe Mauricio I de Nassau-
Orange, con la intención de seguir la carrera militar; posteriormente sirvió en otros ejércitos. Pero
su interés se centró siempre en los problemas de las matemáticas y la filosofía, a los que se dedicó
el resto de su vida.
Tras realizar numerosos viajes residió en París desde 1625 a 1628. Durante este período, después
de participar durante una breve temporada en la vida social de París, se encerró por dos años en
una vivienda de esa ciudad, oculto incluso de sus amigos, para entregarse por completo al estudio
de las matemáticas y la filosofía y a realizar experimentos de óptica.
Tras este retiro, se alistó como soldado y participó en loa Guerra de los Treinta Años, no porque
se sintiera movido a ello por sentimiento patriótico, sino porque quería conocer a fondo el mundo
y la naturaleza humana.
A esta etapa militar siguieron varios viajes por Europa, tras los cuales decidió establecerse en los
Países bajos. En 1628, después de vender las propiedades que poseía en Francia, se trasladó a las
Provincias Unidas y vivió en diferentes ciudades, donde paso un largo período de casi veinte años,
dedicado al retiro y a la investigación científica.
Fue quizá durante los primeros año9s que pasó en Holanda cuando escribió su primera obra
importante, ensayo filosóficos, publicada en 1637 y que estaba integrada por tres ensayos
(Dióptrica, Geometría y Meteoros), a los que servía de prefacio el que luego sería su escrito más
famoso, Discurso del método, en la que exponía sus especulaciones filosóficas. Ésta sugerida de
otras obras, entre ellas Meditaciones Metafísicas (1641) y Los principios de la filosofía (1644).
Sus últimos escritos estuvieron dedicados a Isabel Estuardo, reina de Bohemia, quien vivía en las
Provincias Unidas y con quien descartes había entablado una profunda amistad.
En 1649 fue invitado a acudir a Estocolmo para impartir clases de filosofía a la reina Cristina de
Suecia, que quería que el propio Descartes le explicara algunos puntos de su pensamiento. El
invierno de esas latitudes hizo mella en su salud. Falleció a consecuencia de una neumonía, en la
capital sueca, el 11 de febrero de 1650.