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Para educar con amor

Las relaciones en el hogar tienen un papel muy importante en los procesos de


aprendizaje de los niños, ya que lo que aprenden en el contexto familiar lo generalizarán en
otros contextos. En ese sentido las prácticas parentales que los padres emplean con sus
hijos incidirán en su desarrollo y adaptación al medio. Las prácticas parentales son todas las
conductas que los padres utilizan para intervenir en los comportamientos de sus hijos
relacionados con actividades académicas, deberes en el hogar e interacción con otros. Estas
conductas son importantes, porque a partir de la percepción que el niño se forme de la
relación con sus padres, se podrá prever el desempeño social y emocional del mismo en
diferentes contextos (Neves, Faraco, Viera, & Rubin, 2013).
Los diferentes estilos educativos parentales se relacionan con comportamientos
negativos en los niños y adolescentes (De la Torre, García y Casanova 2014). Al ser las
prácticas parentales un predictor de las capacidades y dificultades en niños y
preadolescentes, es necesario fomentar la comunicación, la autonomía y el control
conductual, porque de lo contrario es probable que se desarrollen problemas de conducta
como hiperactividad, falta de atención, además de síntomas emocionales en los hijos
(Méndez, Andrade, & Peñaloza, 2013).
Los padres son las personas con mayor influencia psicológica en los niños, es por
esto que las estrategias de comunicación que desarrollan para interactuar con ellos son muy
importantes, a estas, se les conoce como estilos parentales los cuales generan un clima
emocional dentro de la relación padres e hijos ( Segura, Vallejo, Osorno, Rojas & Reyes,
2011), igualmente sirven para promover valores y normas sociales que favorecen la
adaptación a la vida social y al aprendizaje de las normas y respeto por la autoridad (Pulido,
Castro, Peña, & Ariza, 2013).

Baumrind al estudiar esta relación logró identificar tres estilos parentales


fundamentales a saber, el “autoritativo”, el “autoritario” y el permisivo” los cuales
ocasionan diferencias significativas en el desarrollo de los hijos; por ejemplo, los niños con
padres con un estilo autoritario y permisivo, no desarrollan adecuadas habilidades sociales
en los hijos; mientras que un estilo autoritativo o democrático, basado en el afecto y en el
control inductivo, favorece el desarrollo de un repertorio adecuado de conductas sociales
(Franco, Dios, 2014).

El Estilo educativo autoritativo, equilibra de manera eficaz los niveles de afecto y


control, los padres con estipo de estilo están pendientes del comportamiento de sus hijos y
hacen valer su autoridad como padres cuando desobedecen las normas establecidas. En el
estilo autoritario, se evidencian escasas muestras de afecto, se enfatiza en la obediencia sin
discusión y el respeto por la autoridad de los padres. Finalmente en el estilo permisivo, el
cual se caracteriza por altos niveles de afecto y ausencia de control, no se evidencian
consecuencias cuando se desobedecen las normas (De la Torre, et al, 2014).

Como se mencionó anteriormente las prácticas parentales repercuten de manera


positiva o negativa en el desarrollo y el comportamiento de los niños y adolescentes, las
principales características que se encontraron en los diferentes estudios que afectan de
manera negativa a los niños y adolescentes son la crianza ambivalente, el estrés en el hogar,
el rechazo a los hijos, la violencia intrafamiliar y la inadecuada distribución de tareas en el
hogar, los cuales se abordarán a continuación.

En cuanto a la crianza ambivalente, Berkien y Verlhust (2012) encontraron que


cuando los padres no tienen consistencia en el establecimiento de límites y normas con sus
hijos, se producen efectos negativos en el comportamiento de los niños, generando
desesperanza aprendida, lo que conlleva a problemas como depresión y ansiedad, lo cual es
explicado porque a los niños se les dificulta predecir la conducta de sus padres.

Con respecto al estrés que se maneja en el hogar, se ha encontrado relación con


conductas externalizantes, ya que cuando los padres manejan altos niveles de estrés,
especialmente por dificultades económicas son menos afectuosos y sensibles con sus hijos,
tornándose más propensos a correcciones severas y más fuertes, lo cual afecta
negativamente el desarrollo social y cognitivo del niño (Guajardoa, Snyderb & Petersenc,
2009).

Otro de los problemas asociados a dificultades de comportamiento en los niños, es


el rechazo de los padres hacia sus hijos y el bajo control, los cuales generan delincuencia y
agresividad en los niños (Neves, et al., 2013).
La violencia familiar produce en los niños, tanto problemas a corto como a largo
plazo en su comportamiento. El maltrato familiar causa dificultades en su área emocional,
social y conductual, estas dificultades por lo general se manifiestan en el colegio, dado que
impiden que el niño se pueda desarrollar de manera adecuada en sus diferentes ámbitos.
Los niños maltratados pueden exhibir conductas de retraimiento, de aislamiento o
disruptivas y problemas de comunicación (Frias, Fraijo & Cuamba, 2008).

Finalmente, otra práctica que afecta el desarrollo adecuado del niño, hace referencia
a la inadecuada distribución de tareas en el hogar entre los padres, lo cual genera conflictos
dentro de la pareja repercutiendo en agresividad en los niños (Trenas, Osuna, & Olivares
2013).

Las problemáticas que se describieron anteriormente se pueden manifestar en el


comportamiento de los niños y adolescentes de dos maneras dentro de un modelo
taxonómico basado en análisis estadísticos multivariados que identifican la coocurrencia de
conductas internalizantes, las cuales se refieren a las manifestaciones de comportamientos
ansiosos, depresivos y problemas somáticos y conductas externalizantes que incluyen
problemas relacionados con agresividad, falta de atención, desobediencia y conducta
delictiva (Alarcón & Bárrig, 2015).

En un mundo donde para desarrollar gran parte de las actividades necesitamos cursos que
nos capaciten para poder desarrollar la actividad. Si se quiere ser abogado toca estudiar
derecho, para poder manejar es necesario tener pase, para poder ser médico hay que
primero estudiar medicina, pero para una labor tan importante como es ser padre la mayor
cantidad de personas lo aprenden mientras educan, y en la práctica se cometen muchos
erros que a largo plazo en los niños pueden ser cruciales, este trabajo surge como una
respuesta para aquellas personas que planean ser padres pero se quieren capacitar antes.
Objetivos

Objetivo General

Promover patrones de crianza, comunicación asertiva y manejo del estrés a futuros padres.

Objetivos específicos

- Crear en los futuros padres estrategias adecuadas para manejar diferentes conductas
de sus hijos de manera adecuada
- Instaurar técnicas de comunicación asertiva a los futuros padres
- Entrenar en estrategias para manejo del estrés

Población

Está dirigido a hombres y mujeres de diferentes estratos socioeconómicos, que están


esperando bebé o que tienen planes de ser padres y que estén interesados en conocer e
implementar diferentes estrategias para educar a sus hijos de manera positiva.

Metodología

Es un taller el cual se dividirá en cinco sesiones de una hora cada día o una sola sesión de
cinco horas (según lo consideren), los cuales de describen a continuación:

Sesión 1 la llegada del bebe y los cambios (manejo del estrés)

Sesión 2 comunicación asertiva

Sesión 3 estilos de crianza

Sesión 4 educación positiva

Sesión 5 como castigar sin dañar, Entrega de diplomas

Promoción

Este taller se pretende promocionar por medio de la alcaldía de Bogotá con el fin de que
todos los futuros padres puedan tener acceso.

Recursos
Se cuenta con psicólogos capacitados en manejo de niños y familias, los cuales brindaran
la información de manera clara y abordara los temas de acuerdo a las diferentes poblaciones
(estrato socioeconómico).

Valor Agregado

Los talleres que tratan esta problemática están diseñado para papás que ya tienen hijos y
que tienen diferentes problemas para manejarlos; estos talleres tiene el objetivo de prevenir
los diferentes problemas desde que los niños nacen, ya que está dirigido a los futuros papás,
adicionalmente está diseñado para todas los estratos, para que todos puedan acceder a los
talleres.
Referencias

Alarcón, D., & Bárrig, P. (2015). Conductas Internalizantes Y Externalizantes En


Adolescentes, Liberabit. Revista de Psicología, 21(2). 253-259

Berkien, M., & Verhulst, F. (2012). Children’s perceptions of dissimilarity in parenting


styles are associated with internalizing and externalizing behavior, European child
Adolescent Psychiatry, 21, 79-85.

De la Torre, M; García, M; Casanova, P. (2014). Relación entre estilos educativos


parentales y agresividad en adolescentes. Electronic journal of research in
educational psychology. 12(32). 147-170

Franco, N, Dios M, (2014). Relación entre los estilos de crianza parental y el desarrollo de
ansiedad y conductas disruptivas en niños de 3 a 6 años, revista de psicología
clínica niños y adolescentes, (1), 149-156.

Frias, M; Fraijo, B; Cuamba, N. (2008). Problemas de conducta en niños víctimas de


violencia familiar: reporte de profesores. Estudos de psicología (natal). 13(1). 03-
11.

Guajardoa ,N. Snyderb, G and Petersenc, R (2009) Relationships among Parenting


Practices, Parental Stress, Child Behaviour, and Children’s SocialCognitive
Development. Infant and Child Development. (18) 37 – 60

Hewitt, N. Jaimes, S. & Villa M (2012). Características psicométricas del cuestionario de


comportamientos infantiles (CBCL) en niños y adolescentes colombianos
escolarizados (Tesis de pregrado). Universidad San Buenaventura, Bogotá.

Méndez, M. Andrade, P & Peñaloza, R (2013). Prácticas parentales y capacidades y


dificultades en preadolescentes. Revista Intercontinental de Psicología y Educación.
15(1).

Neves, S., Faraco, X., Viera, A y Rubin (2013) Externalizing and internalizing problems
contributions of attachment and parental practice. Psicologia: reflexao e critica
26(3). 617-625
Pulido, S., Castro-Osorio, J., Peña, M. & Ariza-Ramírez, D. P. (2013). Pautas, creencias y
prácticas de crianza relacionadas con el castigo y su transmisión generacional.
Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 11(1), 245-259.

Segura-Celis, B. Vallejo-Casarín, A. Osorno-Munguía, J. Rojas-Rivera, R & Reyes-García,


S. (2011). La Escala de prácticas parentales de Andrade y Betancourt en
adolescentes veracruzanos. Revista de Educación y Desarrollo, pp. 67-73

Trenas, A. Osuna, M. Olivares, R. (2013). Relationship Between Parenting Style and


Aggression in a Spanish Children Sample. Social and Behavioral Sciences, 82,
529-536.

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