La educación constituye un instrumento indispensable para que la
humanidad pueda progresar hacia los ideales de paz, libertad y justicia social. La Comisión considera las políticas educativas como un proceso permanente de enriquecimiento de los conocimientos y como una estructura privilegiada de las personas y de las relaciones entre individuos, entre grupos y entre naciones.
Capítulo 1: De la comunidad de base a la sociedad mundial.
La interdependencia planetaria y la mundialización son fenómenos
capitales de nuestra época, que hoy en día están actuando. Es necesaria una reflexión global sobre las funciones y estructuras de las organizaciones internacionales.
La extremada rapidez del crecimiento demográfico mundial es el
telón de fondo de esta problemática. Esta mundialización provoca una inevitable tensión en los sistemas educativos, por lo que casi un quinto de la población mundial están escolarizados.
El fenómeno de la mundialización afecta en primer lugar a la
economía. La mundialización ha modificado el mapa económico del mundo, haciendo más patente la separación entre los ganadores y los perdedores del desarrollo. Otra característica es la construcción de redes científicas y tecnológicas que unen los centros de investigación y las grandes empresas. La mundialización se extiende también hacia las actividades delictivas, es decir, lo que se conoce como dinero sucio.
Las desigualdades de desarrollo se han agravado en algunos casos
y se observa que los países más pobres van sin rumbo. Los países ricos cada vez pueden negarse menos a la exigencia imperiosa de solidaridad internacional activa para garantizar el futuro común, es decir, un mundo más justo.
Capítulo 2: De la cohesión social a la participación
democrática.
La cohesión de toda sociedad humana procede de un conjunto de
actividades, proyectos comunes y valores compartidos. Los vínculos materiales y espirituales se enriquecen con el tiempo y se convierten en patrimonio cultural, que origina el sentimiento de pertenencia y solidaridad. La ecuación debe establecer vínculos sociales entre los individuos. Su finalidad es el pleno desarrollo del ser humano en su dimensión social. Los sistemas educativos sufren una serie de tensiones pero al mismo tiempo mantienen el principio de homogeneidad que implica la necesidad de respetar reglas comunes. La ecuación debe asumir la difícil tarea de transformar la diversidad en un factor positivo de entendimiento mutuo entre los individuos y los grupos humanos.
La educación puede ser un factor de cohesión y al mismo tiempo
debe evitar ser un factor de exclusión social. Un principio fundamental que no debemos olvidar es el respecto de la diversidad y especificad de los individuos. La educación ha de tener en cuenta la riqueza de las expresiones culturales de cada uno de los grupos que compone la sociedad. Es muy importante plantear la cuestión del pluralismo cultural y lingüístico en todas las poblaciones. Es también importante promover una educación intercultural que sea realmente un factor de cohesión y paz. Es por ello necesario que los sistemas educativos no conduzcas a exclusiones. La lucha contra el fracaso debe ser un imperativo social. La importancia de fomentar la imaginación y creatividad tanto en el niño como en el adulto. El objetivo de la escuela será dar todas las oportunidades de descubrir y experimentar.
El sistema educativo tiene por misión preparar a cada uno para
participar activamente durante toda la vida en un proyecto de sociedad, desarrollando sus competencias sociales y fomentando el trabajo en equipo. La educación cívica constituye para el alumno un conjunto complejo que abarca a la vez la adhesión a unos valores, la adquisición de unos conocimientos y el aprendizaje de prácticas de participación en la vida pública. La enseñanza deber ser un proceso de formación del juicio. La educación de cada ciudadano debe continuar durante toda la vida, para convertirse en eje de la sociedad civil y de la democracia viva.
La revolución tecnológica que alcanza todas las esferas de la
sociedad, es muy importante para comprender nuestra modernidad. Pero a la vez esta revolución puede causar rupturas ente aquellos que han sabido adaptarse y los que no (porque no pueden). De esta forma aumenta la disparidad entre los países desarrollados y los países en desarrollo.
Los sistemas educativos deben aportar los modos de socialización
indispensables y sentar las bases mismas de ciudadanía adaptada a las sociedades de la información.
Capítulo 3: Del crecimiento económico al desarrollo humano.
Los avances se deben ante todo a la capacidad del ser humano de
dominar y organizar su entorno en función de sus necesidades. Los motores fundamentales del progreso económico son las ciencias y la educación. Por lo tanto es muy importante definir la educación en función del ser humano.
Se ha creado una forma de desarrollo fundado en el crecimiento
económico, lo que ha provocado profundas desigualdades, y los ritmos de progresión son muy diferentes según el país. Se han acentuado las desigualdades a raíz de la competencia entre los países y los distintos grupos humanos. Estas desigualdades se explican por el disfuncionamiento de los mercados y por la índole intrínsecamente desigualitaria del sistema político mundial.
Debido a la presión del progreso técnico y la modernización, ha
aumentado, en la mayoría de los países, la demanda de una educación con fines económicos. En numerosos países industrializados se observa un aumento considerable de los recursos financieros asignados a la forma permanente.
La actividad de educación y formación se ha convertido en uno de
los principales motores de desarrollo. Pero las desigualdades siguen siendo muy graves en materia científica y de investigación y desarrollo. El éxodo de profesionales hacia los países ricos acentúa este fenómeno.
La inversión en educación e investigación constituye una gran
necesidad. Los sistemas educativos de los países en desarrollo se organizan en función de necesidades propias de los países industrializados. Los países industrializados se benefician de las capacidades de los inmigrantes.
Una de las primeras funciones de la educación consiste en lograr
que la humanidad pueda dirigir cabalmente su propio desarrollo. La educación básica para todos es absolutamente vital, deberá abarcar todos los elementos del saber necesarios para acceder eventualmente a otros niveles de formación. Deberá dar a cada persona los medios de modela libremente su vida y participar en la evolución de la sociedad. Los elementos de la estrategia educativa se deberán concebir de modo coordinado y complementario. La Comisión propone sobre todo destacar que la meta del desarrollo humano lleva a superar toda concepción de la ecuación que se estrechamente utilitaria.
Capítulo 4: Los cuatro pilares de la educación
Aprender para conocer supone: aprender a aprender, ejercitando
la atención, la memoria (antídoto necesario contra la invasión de las informaciones de los medios de comunicación) y el pensamiento (debe entrañar una articulación entre lo concreto y lo abstracto). Tanto en la enseñanza como en la educación se deberían de combinar estos métodos, es decir, el deductivo en inductivo.
Puede considerarse que la enseñanza básica tiene éxito si aporta
el impulso y las bases que permitirán seguir aprendiendo durante toda la vida.
Este aprendizaje y el anterior son en gran medida indisociables.
Pero el aprender a hacer está estrechamente vinculado a la formación profesional. El objetivo es enseñar al alumno a poner en práctica sus conocimientos, y adaptar la enseñanza al futuro mercado de trabajo, cuya evolución actualmente no se puede predecir. En este aprendizaje está presente el principio de enseñanza activa, el alumno se debe realizar por sí mismo.
En los países en desarrollo aún tiene una economía de
subsistencia. Los conocimientos técnicos son los tradicionales. Se basan en adquirir a la vez una calificación social y una formación profesional. La gran pregunta a esta diferencia, es cómo participar en la creación del futuro de estos países.
La educación debe contribuir al desarrollo global de cada
persona: cuerpo y mente, inteligencia, sensibilidad, sentido estético, responsabilidad individual, espiritualidad. La función esencial de la educación es conferir a todos los seres humanos la libertad de pensamiento, de juicio, de sentimientos y de imaginación que necesiten para que sus talentos alcancen la plenitud y seguir siendo artífices de su destino. Señalar la importancia de fomentar la imaginación y creatividad tanto en el niño como en el adulto. El objetivo de la escuela será dar todas las oportunidades de descubrir y experimentar.
Capítulo 5: La educación a lo largo de la vida.
La educación tiene un lugar cada vez mayor en la vida de las
personas, por diferentes causas: períodos de la vida, acortamiento del período de actividad profesional, multiplicación de las posibilidades de aprendizaje fuera del aula. Por lo tanto, es indispensable reflexionar nuevamente acerca de la distinción tradicional entre educación básica y educación permanente.
La ecuación a lo largo de la vida es casi una realidad. Cada día
hay una mayor necesidad de desarrollar una capacitación permanente. A cada individuo se le debe dar la oportunidad de elegir su destino. Si la educación básica va bien, hay un deseo de seguir aprendiendo. Pero existe un gran problema que es el de igualdad de oportunidades, y por desgracia a medida que se generaliza el deseo de aprender aparece el riesgo de que se acentúe la desigualdad.
La educación debe permitir tomar conciencia de sí mismo y de su
entorno y desempeñar su función social en el mundo del trabajo y en la vida pública. Hoy día se tiende a volver ala idea de una educación pluridimensional escalonada durante toda la vida, que coincide con las instituciones fundamentales de los principales pensadores de la educación en el pasado y en diferentes culturas.
Capítulo 6: De la educación básica a la universidad.
La importancia de la educación formal, en beneficio de la
educación extraescolar o no formal, en los sistemas educativos, se forjan las capacidades y las aptitudes que permitirán a cada cual seguir aprendiendo. La formación escolar y extraescolar se fecunda mutuamente.
En la fase de educación básica (enseñanza preescolar y primaria)
se fraguan actitudes hacia el aprendizaje que durarán toda la vida. Es preciso que cada individuo domine los conocimientos que le son indispensables para comprender el mundo en que vive.
La enseñanza secundaria hay que concebirla como una especie de
“eje” en la vida de cada individuo. En ella es donde los jóvenes deben poder determinarse en función de sus aficiones y aptitudes, pueden adquirir las capacidades que les permitirán realizar plenamente su vida de adultos. La enseñanza deberá adaptarse a los distintos procesos de acceso de los adolescentes a la madurez, y a las necesidades de la vida económica y social. Hay que diversificar las trayectorias escolares del os alumnos, para ajustarlas a la diversidad del os talentos, al fomento de la alternancia para acercar la escuela al mundo laboral, y dotar a los adolescentes de los medios necesarios para afrontar las realidades sociales y profesionales. La enseñanza superior crea, conserva y transmite el saber en los niveles más elevados. Deben conjugar la equidad con la excelencia, en particular, las universidades deben mostrar el camino con períodos de estudios entreverados con períodos de trabajo.
La educación es universal y específica. Para escapar a la
segregación educativa que divide hoy el mundo, hay que colmar el “déficit de conocimientos”. Si se definen las capacidades cognoscitivas y afectivas que es preciso fomentar y el acervo de conocimientos esenciales que la educación básica debe trasmitir, los especialistas en educación podrán lograr que todos los niños, tanto en los países en desarrollo como en los países industrializados, adquieras un mínimo de capacidades en los principales ámbitos de las aptitudes cognoscitivas.
En inicio de socialización los niños a los que se imparte una
educación destinada especialmente a la primera infancia están favorablemente dispuestos hacia la escuela, contribuye a la igualdad y facilita la integración escolar. La educación de la primera infancia está todavía muy poco desarrollada en la mayoría de los países, y se puede integrar a través de programas de educación comunitaria.
La familia es la primera escuela del niño, pero cuando falta un
entorno familiar o éste es deficiente, corresponde a la escuela mantener vivas, e incluso establecer las capacidades virtuales de aprendizaje. Los niños procedentes de medios desfavorecidos deben ser objeto de esfuerzos concertados por parte de los educadores. Cuando hay niños con necesidades específicas que no pueden ser atendidas dentro de la familia, corresponde a la escuela prestar la ayuda y la orientación especializada.
La enseñanza secundaria es el período en el que se revelan y
cuajan los talentos más variados (lenguas, ciencias y cultura general) deberían ser enriquecidos y actualizados a fin de que correspondiesen a la mundialización, al entendimiento intercultural y a la utilización de la ciencia al servicio del desarrollo humano. Hay que preocuparse más por la calidad. Es preciso que los alumnos puedan adquirir en la escuela el instrumental que les permita, por un lado, dominar las tecnologías nuevas y, por otro, hace frente a los conflictos y a la violencia. Hay que cultivar en ellos la creatividad y la empatía.
Las enseñanzas teóricas que se imparten en secundaria sirven
para preparar a los jóvenes para los estudios superiores, dejando a un lado el trabajo y la vida. Uno de los objetivos debería ser la preparación para la vida activa. La enseñanza y la formación técnicas y profesionales que preparan a los técnicos y artesanos de nivel medio son particularmente importantes para los países en desarrollo. La formación profesional debe conciliar dos objetivos divergentes: la preparación para los empleos existentes en la actualidad y la capacidad de adaptación a empleos que ni siquiera son imaginables ahora.
La orientación profesional permite a los alumnos escoger entre
diferentes ramas para el mundo laboral. La elección de una rama particular de la enseñanza profesional debería basarse en una evaluación seria que permitiera determinar los puntos fuertes y los puntos flacos de los alumnos.
La orientación supone una evaluación basada en una combinación
sutil de criterios educativos y de previsión de la futura personalidad adolescente, a través de unos orientadores profesionales disponibles para facilitar la elección del ámbito de estudios.
Las instituciones de enseñanza superior mantienen un potencial
de investigación de alto nivel en sus ámbitos de competencia, hacen progresar al saber. La investigación debe ser independiente y no hay que sacrificar la calidad de la ciencia a un afán de productividad inmediata. Los establecimientos de enseñanza superior cumplen una función decisiva en la formación de los docentes, en el establecimiento de vínculos con los institutos pedagógicos y en la preparación de los profesores de formación pedagógica.
El fracaso escolar afecta a todas las categoría sociales. Sus
formas son múltiples: repeticiones de curso, abandono de los estudios, conclusión de estudios sin competencias ni cualificaciones… El fracaso escolar es una catástrofe desoladora en el plano moral, humano y social.
Las medidas requieren detectar las desventajas que padecen
dichos alumnos y adoptar políticas de discriminación positiva. Organizar sistemas de apoyo, todo ello supone ritmos de enseñanza específicos y cursos con un número reducido de alumnos.
Capítulo 7: El personal docente en busca de nuevas
perspectivas.
Hoy en día los niños llegan a la escuela cada vez más
influenciados por los medios de comunicación, que compiten con lo que los niños aprenden en las aulas. Los docentes y la escuela han de afrontar nuevas tareas: convertir la escuela en un lugar más atractivo para los alumnos y facilitarles la clave de un verdadero entendimiento de la sociedad de la información. Por otra parte, se espera de ellos que hagan frente a los problemas sociales y orienten a los alumnos sobre ellos. Además de encontrar el equilibrio entre tradición y modernidad, ideas y actitudes y el contenido adecuado a cada programa.
Hoy día el público considera cada ve más que tiene derecho a
opinar sobre las decisiones relativas a la organización escolar. El docente debe establecer una relación con el alumno convirtiéndose en el que imparte conocimientos como en el que ayuda a encontrarlos, organizar y manejar esos conocimientos guiando las mentes pero manteniéndose muy firme en cuanto a los valores fundamentales que deben regir toda la vida.
El aumento de la población escolar ha traído como consecuencia
la contratación masiva de docentes y no siempre ha sido posible encontrar candidatos cualificados, además la acogida de alumnos con graves dificultades sociales o familiares impone a los docentes nuevas tareas para las que no están preparados. Cuanto más graves son los obstáculos a superar el alumno, más se le exige al maestro.