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“Bienaventurados las almas bondadosas y muerte a los pecadores”

Y la novena campanada
“Repudia y castiga todo acto de maldad y traicion”
Y el potente sonido de la decima campanada resonando en sus oidos envenenados con mentiras
“No atacaras a los indefensos, los desvalidos, los inocentes o los debiles”
Y el calor del puñal, escondido en su pecho, intranquilo por los inevitables sucesos que se
aproximaban
“No habra redencion ni recompensa posible para el asesino”
Y el esperando que quizas esta vez no sonaria la campana por doceava vez.
Pero sono, y el se acerco lentamente al cuerpo dormido de su hermano, como cada vez, como todas
las veces. Levanto el puñal por encima de su cabeza.
Y entonces desperto, todo estaba en su lugar, nada habia cambiado de sitio, su hermano seguia en la
tumba y el seguia alli, en el mismo castillo donde habia ocurrido aquel episodio. Trago saliva, y en
ella sintio el sabor de una verdad que se negaba a salir de su boca, las visiones lo atormentaban una
y otra vez.
Visiones… visiones que lo llevaban otra vez al pasado, a las espadas de madera y a los juegos de los
niños, la vida era mas simple entonces, no habia que pensar en traiciones, ni acarrear con los
sueños, era solo disfrutar de haber sido gestado por una familia adinerada de Aglarond, nació en
Velprintalar, la capital del pais, 2 años despues del nacimiento de su hermano y primogénito de la
décima generación de la familia Eliogas, una ilustre familia se dedicaba a la pesca a gran escala e
intentaba equiparar la injusta distribución de riquezas de Aglarond. El crecio sin muchas
preocupaciones mas que la de entrenar su cuerpo y practicar para el combate.
Hasta que un dia, su hermano mayor, Khalim, partio hacia el pie de Relkazh para recibir
entrenamiento de supervivencia y convertirse en uno de los famosos exploradores de Aglarond.
Al poco tiempo de la partida de Khalim, llego al palacio de los Eliogas un extraño caballero, sus
barbas se encontraban grises por el paso del tiempo y su armadura manchada demostraba su vasta
experiencia, se presento como un anciano caballero, al que la experiencia y las batallas lo habian
curtido y le habian enseñado cosas que algunas personas ni se imaginarian. Lo invitamos a nuestra
mesa y lo agasajamos con nuestros mejores manjares y el mas dulce aguamiel Karim®. Entonces se
ofrecio como mi tutor y mi familia acepto. Ese fue el principio del fin, el inicio de una serie de
eventos que desencadenaron en la terrible tragedia. Pasaban los dias, las semanas y los meses y yo
me volvia cada vez mas fuerte, mas orgulloso. El hombre me alagaba constantemente, diciendome
que en toda su vida jamas habia visto tanto potencial en bruto, y cuando volvio Kharim, me sentia
invencible. Entonces, las dulces palabras del viejo hombre se transformaron en el mas letal de los
venenos, el me decia cosas horribles sobre mi hermano a espaldas suya, y de como el era demasiado
debil como para defender el honor de una familia tan grande como la mia, y yo, ¡Ay, ingenuo de
mi!, Lo crei todo. Le dije que retaria a mi hermano a duelo, que le daria la posibilidad de defenderse
y demostrar su valia, esto tomo por sorpresa a mi hermano, quien, pensando que se trataba solo de
un entrenamiento, acepto.Todavia recuerdo esa lucha, mi hermano, el cual antaño habia sido
increiblemente mas fuerte y talentoso que yo, cayo ante el primer espadazo que aseste. Ya en ese
momento me habia parecido raro, y ahora, echando la vista atrás, estoy completamente seguro que
aquel anciano uso algun truco para debilitar a mi hermano.
Entonces, lo que antes eran simples insultos se transformaron en afirmaciones, en amenazas de lo
que le podria pasar a mi familia y en promesas sobre todo lo que tendria de ser yo el primogenito, y
yo no hacia mas que escucharlo, escucharlo y hacerle caso, totalmente confiado de las buenas
intenciones de mi mentor. Hasta que finalmente me convencio de cometer el acto mas vil que jamas
he podido cometer, el fratricidio, el asesinato de mi propio hermano, la misma noche que lo mate, a
las doce en punto, mi mentor desaparecio, le echamos la culpa a el del asesinato, pero eso no me
libraba de la responsabilidad ni de la culpa, hasta el dia de hoy no se que clase de deidad maligna
era aquella, pero juro que algun dia lo encontrare, y lo matare, no solo por mi, ya que no creo que
eso me redima, ni por todo lo que me hizo padecer, ya que eso esto es algo por lo que debo cargar
culpa de mi pecado, y es mi justo castigo, sino por mi hermano, y la deshonrosa forma en la que me
hizo acabar con su vida.
Gartmir se levanto y comenzo a recorrer los pasillos pensando, casi como en un trance, que era lo
que debia hacer para redimir su pecado, que tenia que hacer para que ese sueño, esas visiones,
dejaran de atormentarlo de una vez, el estaba siendo bueno, porque lo estaba siendo, ¿Verdad?
Esa pregunta daba vueltas en su cabeza una y otra vez, sin poder sacarsela de su cabeza, desde
aquella fatidica noche, el siguio el codigo de los paladines al pie de la letra, habia realizado una
incontable cantidad de actos bondadosos, pero todo habia sido para acabar con las visiones.
¿Que es ser bueno? ¿Era ser bueno seguir lo que se dice son actos de bondad para poder conseguir
un bien para uno mismo?¿Acaso no tenia justificacion el noble que llena de agasajos al rey y ayuda
a su pueblo, para asi conseguir una mejor posicion y mas riquezas?¿Los medios utilizados acaso
justifican el verdadero fin?¿Acaso realizar acciones desinteresadas que pongan en peligro la propia
vida no era mas ser estupido que ser bueno?¿No perdian acaso el sentido, viendolo desde este punto
de vista, ideales como el honor, la justicia y la lealtad?¿Porque los buenos, los justos, los leales y
los honorables siempre acababan en una tumba? No encontraba las respuestas a estas preguntas,
pero no importaba, lo único que importaba ahora era sacarse esas malditas visiones de su cabeza, asi
que allí partía otra vez, en busca de su tan ansiada redencion, quizas sus acciones podrian salvar a
su pueblo, pero eso no era lo importante, ni siquiera Aglarond era lo importante, lo importante eran
esos sueños... y esas visiones…
Visiones… visiones que lo llevaban otra vez al pasado, a las espadas de madera y a los juegos de los
niños, la vida era mas simple entonces, no habia que pensar en traiciones, ni acarrear con los
sueños, era solo disfrutar de haber sido gestado por una familia adinerada de Aglarond, nació en
Velprintalar, la capital del pais, 2 años despues del nacimiento de su hermano y primogénito de la
décima generación de la familia Eliogas, una ilustre familia se dedicaba a la pesca a gran escala e
intentaba equiparar la injusta distribución de riquezas de Aglarond. El crecio sin muchas
preocupaciones mas que la de entrenar su cuerpo y practicar para el combate

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