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DETERMINACIÓN DE LA TEXTURA DEL SUELO

I. INTRODUCCIÓN
La edafología (del griego, edafos, "suelo", logía, "estudio", "tratado") es una rama de la
ciencia del suelo que estudia la composición y naturaleza del suelo en su relación con las
plantas y el entorno que le rodea. Dentro de la edafología aparecen varias ramas teóricas y
aplicadas que se relacionan en especial con la Física y la Química.
El suelo se origina a partir de la materia madre producida por los procesos químicos y
mecánicos de transformación de las rocas de la superficie terrestre. A esta materia madre se
agregan el agua, los gases, sobre todo el Dióxido de carbono, el tiempo transcurrido, los
animales y las plantas que descomponen y transforman el humus, dando por resultado una
compleja mezcla de materiales orgánicos e inorgánicos.
Textura del suelo
La textura del suelo se refiere a la cantidad y tamaño de las sustancias inorgánicas que posee:
arena, cal y arcilla.
Una clasificación más detallada de los suelo se presenta en la tabla siguiente, la que da una
primera indicación de las características de la constitución de los suelos y de la influencia que
estas tienen en las propiedades de carácter agronómico de los mismos, como son la aeración
del terreno, la permeabilidad, la capacidad de retención del agua, etc. Sin embargo, esta
clasificación no tiene en cuenta la calidad y propiedad de determinados componentes del
suelo, los cuales pueden provocar acciones determinantes sobre la dinámica del suelo mismo
y sobre la relación agua suelo.
Clasificación de los suelos usada en diferentes países.

Clasificación estadounidense
En EE. UU., las partículas más pequeñas son la arcilla y se clasifican por el USDA como las
de diámetros menores de 0,002 mm. Le siguen las partículas limo con diámetros entre 0,002 y
0,05 mm. Y las más grandes son la arena con tamaño de las partículas mayores a 0,05 mm .
A su vez la arenas puede subdividirse en gruesa, intermedia como media, y las menores
como fina.
En síntesis se pueden distinguir los siguientes 5 grupos:
 Suelos gruesos: S
 Suelos livianos: LS y SL
 Suelos de mezcla medianamente livianos: L; SiL y Si
 Suelos tendientes a pesados: SCL; CL y SiCL
 Suelos pesados: SC; SiC y C
El esqueleto y la arena, representan la parte inerte del suelo y tienen por lo tanto solamente
funciones mecánicas, constituyen el armazón interno sobre las cuales se apoyan las otras
fracciones finas del suelo, facilitando la circulación del agua y del aire.
El limo participa solo en forma limitada en la actividad química del suelo, con las partículas
de diámetro inferior, mientras que su influencia en la relación agua – suelo no es
insignificante, y se incrementa con el aumento de los diámetros menores de este.
La arcilla comprende toda la parte coloidal mineral del suelo, y representa la fracción más
activa, tanto desde el punto de vista físico como del químico, participando en el intercambio
iónico, y reaccionando en forma más o menos evidente a la presencia del agua, según su
naturaleza. Por ejemplo las arcillas del grupo de las caolinitas tienen una capacidad de
intercambio iónico bastante reducida, y se hinchan poco en presencia del agua, mientras que
las arcillas pertenecientes a otros grupos tienen una elevada capacidad de intercambio iónico
y elevada capacidad hidratante.

Triángulo de textura de suelos, con las 12 clases mayores, y escalas de tamaño de partículas,
USDA.
De acuerdo a su disposición y forma la estructura se clasifica en:
Estructura de grano simple: Es muy frecuente en los suelos arenosos, ya que los granos de
arena no se unen entre sí y se disgregan fácilmente.
Estructura granular: Es frecuente en suelos que ya han sido cultivados. Los terrones no son
muy grandes y son más o menos redondeados. Frecuente en suelos de texturas medias
(francos).
Estructura de bloques: Son terrones más o menos cuadrados y algo más grandes que la
granular.
Suelen tener abundante espacio poroso y grietas. Muy común en los suelos de textura franca
y franco arcillosa.
Estructura prismática: Los terrones son más gruesos y alargados. Generalmente se presenta
en suelos cultivados y de la familia de textura fina.
Estructura laminar: Fácil de identificar porque el suelo está conformado por láminas delgadas
dispuestas en forma horizontal. Muy común los suelos que predomina el limo (Franco
limoso, limoso) y en terrenos vírgenes (no cultivados).
Estructura masiva: En este caso no se forman terrones y el suelo se observa compacto. Muy
común en los suelos arcillosos y que no han sido cultivados.
Se entiende por consistencia del suelo a la resistencia a la ruptura de los agregados, es decir la
mayor o menor tendencia a molerse en polvo o en fragmentos. El método es “in situ” y en
este caso es en seco y se evalúa en forma manual. Los grados de consistencia son:
 Suelto: el suelo se encuentra desagregado
 Blando: el suelo se desmenuza o se muele bajo muy débil presión
 Ligeramente duro: débilmente resistente a la presión, fácilmente rompible entre
pulgar e índice.
 Duro: Moderadamente resistente a la presión. Puede romperse con las manos con
facilidad, pero resulta difícil partirlo entre pulgar e índice
 Muy duro: Muy resistente a la presión y con dificultad se logra romper con las manos.
 Extremadamente duro: Resistente en extremo. No se puede romper con las manos.

Se consideran suelos bien estructurados aquellos que poseen estructura granular o en bloques
donde los agregados son de reducido a mediano tamaño con un espacio poroso adecuado para
favorecer condiciones de aireación y exploración de raíces. La estructura de tipo laminar
generalmente causa problemas de infiltración, por la dificultad del agua de atravesar el perfil
del suelo. La estructura prismática y masiva suelen producir problemas de infiltración y
drenaje, lo cual dificulta el humedecimiento adecuado del suelo y un ambiente adecuado para
el desarrollo de raíces. En los suelos naturalmente salinos, el proceso de lavado es lento
requiriendo de prácticas especiales para su recuperación.
Finalmente aunque el color no es una propiedad importante en sí misma, es una indicación de
otras propiedades con que el técnico se puede encontrar. Por ejemplo, coloraciones grises
más bien oscuras indican presencia de arenas. Un color beige o amarillento indica el
predominio de limo y aquellos que tienden a ser entre rojizos y marrón claro pone de
manifiesto que se está en presencia de un suelo de textura fina, con un elevado contenido de
arcilla.

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