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¿Cómo se delimitan los Estados archipielágicos?

Se pueden trazar líneas de base rectas,


tomando en cuenta el margen exterior de las islas. Para poder trazar estas líneas de base
rectas, la proporción de agua y tierra tiene que ser de 1 a 9 como máximo, y no se puede
extender más de 100 millas.

El régimen jurídico de las aguas archipielágicas no es el mismo que el del Mar Territorial,
ni tampoco es el mismo que el de las aguas interiores. Los Estados archipielágicos tienen
soberanía sobre estas aguas, pero tienen que respetar el Paso Inocente, y en caso de que
haya corredores marítimos, se aplican las reglas del Paso en Tránsito (art. 44) y también
tienen que respetar, si lo hubiere, algún derecho preexistente de otros Estados (por ejemplo,
un derecho de pesca si históricamente pescaron en esa zona).

Volvemos ahora entonces al régimen general del Mar. Habíamos dicho que estaba la zona
contigua en donde el Estado tenía Poder de Policía, y seguimos perdiendo facultades o
derechos, pensando en cuanto a los Estados ribereños, porque los terceros Estados van
ganando derechos.

La Zona Económica Exclusiva (Z.E.E.) es una de las innovaciones más importantes que
hace la Convención. Antes de la Convención, no existía. Había sido fomentada por EEUU,
Chile, y el régimen jurídico es particular, porque si bien se llama “Zona Económica
Exclusiva”, en realidad no es exclusiva; sí es cierto que es una zona creada con finalidad o
provecho económico.

Es un espacio para la explotación de los recursos por parte del Estado, tanto los recursos
vivos como no vivos. Sin embargo, esa franja que baja a las 200 millas, la explotación que
el Estado hace de esos recursos no es exclusiva. No es exclusiva. Es una zona económica
preferente o donde el Estado tiene alguna soberanía económica como algunos autores
dicen. Y los Terceros Estados tienen todas las libertades del Mar menos la explotación de
los recursos lógicamente. Entonces, en esta zona que es hasta las 200 millas, pero ojo, no se
van sumando, no son 224 millas, esa zona es hasta las 200 millas. Tenemos entonces una
preferencia económica. Fíjense qué distinto por ejemplo al Mar Territorial, donde tenemos
Soberanía Plena, menos el Paso Inocente. Acá en cambio tenemos una preferencia
económica. También es distinto de la Plataforma Continental como ahora vamos a ver,
porque si bien comparten el espacio físico, en la Plataforma Continental, también hay
soberanía plena sobre los recursos, y acá, en la Z.E.E., no, no hay soberanía plena. Y
lógicamente también es distinto al Alta Mar donde sí se pierden los derechos de
explotación.

¿Qué derechos tiene entonces el Estado ribereño? El Estado ribereño puede explotar los
recursos vivos y no vivos, también tiene jurisdicción para las Islas Artificiales, para las
investigaciones, para la protección del medio ambiente, etc. Mientras que dijimos que los
terceros Estados tienen las libertades del mar, menos la explotación de los recursos, como
la pesca.

¿Cómo es entonces el régimen de preferencia económica? Los Estados tienen que


establecer cuál es la capacidad óptima de explotación, esto es art. 61. Primero establecer la
capacidad de explotación; esto de óptimo tiene que ver con la regeneración de los recursos.
Por ejemplo, se pueden extraer tantos kilos de merluza, para no agotar los recursos. Si el
Estado cubre con su explotación toda esta cuota que el Estado fija de antemano, recae sobre
el Estado. Pero cuando el Estado carece de esa capacidad optima, cuando hay cuotas que no
se cubren por los Estados ribereños, pueden hacer acuerdos con terceros Estados para que
exploten esos recursos. En esos acuerdos, tienen prioridad los Estados sin litoral, y los
Estados en situación geográfica desventajosa. Decimos entonces que no es exclusiva, sino
preferente, porque el Estado establece la capacidad de explotación óptima de los recursos.
Si el Estado realmente cuenta con la infraestructura y la capacidad de explotarlo, lo explota;
pero si le sobra, tiene que hacer acuerdos con terceros Estados permitiéndole que explote en
sus aguas. En esos acuerdos tiene una posición de privilegio, porque a su vez es un derecho
para ellos, los Estados sin litoral (que no tienen costa), y aquellos que tienen una situación
geográfica desventajosa (tiene costas), que son los Estados que bien, no tienen zona
económica exclusiva, porque son de mar cerrado por ejemplo, o Estados que tienen Z.E.E.,
pero su capacidad de explotación no les permite satisfacer las necesidades de su población.

Artículo 61

Conservación de los recursos vivos

1. El Estado ribereño determinará la captura permisible de los recursos vivos en su zona


económica exclusiva.

2. El Estado ribereño, teniendo en cuenta los datos científicos más fidedignos de que
disponga, asegurará, mediante medidas adecuadas de conservación y administración, que
la preservación de los recursos vivos de su zona económica exclusiva no se vea amenazada
por un exceso de explotación. El Estado ribereño y las organizaciones internacionales
competentes, sean subregionales, regionales o mundiales, cooperarán, según proceda, con
este fin.

3. Tales medidas tendrán asimismo la finalidad de preservar o restablecer las poblaciones


de las especies capturadas a niveles que puedan producir el máximo rendimiento
sostenible con arreglo a los factores ambientales y económicos pertinentes, incluidas las
necesidades económicas de las comunidades pesqueras ribereñas y las necesidades
especiales de los Estados en desarrollo, y teniendo en cuenta las modalidades de la pesca,
la interdependencia de las poblaciones y cualesquiera otros estándares mínimos
internacionales generalmente recomendados, sean subregionales, regionales o mundiales.
4. Al tomar tales medidas, el Estado ribereño tendrá en cuenta sus efectos sobre las
especies asociadas con las especies capturadas o dependientes de ellas, con miras a
preservar o restablecer las poblaciones de tales especies asociadas o dependientes por
encima de los niveles en que su reproducción pueda verse gravemente amenazada.

5. Periódicamente se aportarán o intercambiarán la información científica disponible, las


estadísticas sobre captura y esfuerzos de pesca y otros datos pertinentes para la
conservación de las poblaciones de peces, por conducto de las organizaciones
internacionales competentes, sean subregionales, regionales o mundiales, según proceda, y
con la participación de todos los Estados interesados, incluidos aquellos cuyos nacionales
estén autorizados a pescar en la zona económica exclusiva.

Artículo 69

Derecho de los Estados sin litoral

1. Los Estados sin litoral tendrán derecho a participar, sobre una base equitativa, en la
explotación de una parte apropiada del excedente de recursos vivos de las zonas
económicas exclusivas de los Estados ribereños de la misma subregión o región, teniendo
en cuenta las características económicas y geográficas pertinentes de todos los Estados
interesados y de conformidad con lo dispuesto en este artículo y en los artículos 61 y 62.

2. Los Estados interesados establecerán las modalidades y condiciones de esa


participación mediante acuerdos bilaterales, subregionales o regionales, teniendo en
cuenta, entre otras cosas:

a) La necesidad de evitar efectos perjudiciales para las comunidades pesqueras o las


industrias pesqueras del Estado ribereño;

b) La medida en que el Estado sin litoral, de conformidad con lo dispuesto en este artículo,
esté participando o tenga derecho a participar, en virtud de los acuerdos bilaterales,
subregionales o regionales existentes, en la explotación de los recursos vivos de las zonas
económicas exclusivas de otros Estados ribereños;

c) La medida en que otros Estados sin litoral y Estados en situación geográfica


desventajosa estén participando en la explotación de los recursos vivos de la zona
económica exclusiva del Estado ribereño y la consiguiente necesidad de evitar una carga
especial para cualquier Estado ribereño o parte de éste;

d) Las necesidades en materia de nutrición de las poblaciones de los respectivos Estados.

3. Cuando la capacidad de captura de un estado ribereño se aproxime a un punto en que


pueda efectuar toda la captura permisible de los recursos vivos en su zona económica
exclusiva, el Estado ribereño y otros Estados interesados cooperarán en el establecimiento
de arreglos equitativos sobre una base bilateral, subregional o regional, para permitir la
participación de los Estados en desarrollo sin litoral de la misma subregión o región en la
explotación de los recursos vivos de las zonas económicas exclusivas de los Estados
ribereños de la subregión o región, en forma adecuada a las circunstancias y en
condiciones satisfactorias para todas las partes. Al aplicar esta disposición, se tendrán
también en cuenta los factores mencionados en el párrafo 2.

4. Los Estados desarrollados sin litoral tendrán derecho, en virtud de lo dispuesto en este
artículo, a participar en la explotación de recursos vivos sólo en las zonas económicas
exclusivas de los Estados ribereños desarrollados de la misma subregión o región,
tomando en consideración la medida en que el Estado ribereño, al facilitar el acceso de
otros Estados a los recursos vivos de su zona económica exclusiva, haya tenido en cuenta
la necesidad de reducir al mínimo las consecuencias perjudiciales para las comunidades
pesqueras y las perturbaciones económicas en los Estados cuyos nacionales hayan pescado
habitualmente en la zona.

5. Las disposiciones que anteceden no afectarán a los arreglos concertados en subregiones


o regiones donde los Estados ribereños puedan conceder a Estados sin litoral de la misma
subregión o región derechos iguales o preferenciales para la explotación de los recursos
vivos en las zonas económicas exclusivas.

Artículo 70

Derecho de los Estados en situación geográfica desventajosa

1. Los Estados en situación geográfica desventajosa tendrán derecho a participar, sobre


una base equitativa, en la explotación de una parte apropiada del excedente de recursos
vivos de las zonas económicas exclusivas de los Estados ribereños de la misma subregión o
región, teniendo en cuenta las características económicas y geográficas pertinentes de
todos los Estados interesados y de conformidad con lo dispuesto en este y en los artículos
61 y 62.

2. Para los efectos de esta Parte, por "Estados en situación geográfica desventajosa" se
entiende los Estados ribereños, incluidos los Estados ribereños de mares cerrados o
semicerrados, cuya situación geográfica les haga depender de la explotación de los
recursos vivos de las zonas económicas exclusivas de otros Estados de la subregión o
región para el adecuado abastecimiento de pescado a fin de satisfacer las necesidades en
materia de nutrición de su población o de partes de ella, así como los Estados ribereños
que no puedan reivindicar zonas económicas exclusivas propias.

3. Los Estados interesados establecerán las modalidades y condiciones de esa


participación mediante acuerdos bilaterales, subregionales o regionales, teniendo en
cuenta, entre otras cosas:
a) La necesidad de evitar efectos perjudiciales para las comunidades pesqueras o las
industrias pesqueras del Estado ribereño;

b) La medida en que el Estado en situación geográfica desventajosa, de conformidad con


lo dispuesto en este artículo, esté participando o tenga derecho a participar, en virtud de
acuerdos bilaterales, subregionales o regionales existentes, en la explotación de los
recursos vivos de las zonas económicas exclusivas de otros Estados ribereños;

c) La medida en que otros Estados en situación geográfica desventajosa y Estados sin


litoral estén participando en la explotación de los recursos vivos de la zona económica
exclusiva del Estado ribereño y la consiguiente necesidad de evitar una carga especial
para cualquier Estado ribereño o parte de éste;

d) Las necesidades en materia de nutrición de las poblaciones de los respectivos Estados.

4. Cuando la capacidad de captura de un Estado ribereño se aproxime a un punto en que


pueda efectuar toda la captura permisible de los recursos vivos en su zona económica
exclusiva, el Estado ribereño y otros Estados interesados cooperarán en el establecimiento
de arreglos equitativos sobre una base bilateral, subregional o regional, para permitir la
participación de los Estados en desarrollo en situación geográfica desventajosa de la
misma subregión o región en la explotación de los recursos vivos de las zonas económicas
exclusivas de los Estados ribereños de la subregión o región, en forma adecuada a las
circunstancias y en condiciones satisfactorias para todas las partes. Al aplicar esta
disposición, se tendrán también en cuenta los factores mencionados en el párrafo 3.

5. Los Estados desarrollados en situación geográfica desventajosa tendrán derecho, en


virtud de lo dispuesto en este artículo, a participar en la explotación de recursos vivos sólo
en las zonas económicas exclusivas de los Estados ribereños desarrollados de la misma
subregión o región, tomando en consideración la medida en que el Estado ribereño, al
facilitar el acceso de otros Estados a los recursos vivos de su zona económica exclusiva,
haya tenido en cuenta la necesidad de reducir al mínimo las consecuencias perjudiciales
para las comunidades pesqueras y las perturbaciones económicas en los Estados cuyos
nacionales hayan pescado habitualmente en la zona.

6. Las disposiciones que anteceden no afectarán a los arreglos concertados en subregiones


o regiones donde los Estados ribereños puedan conceder a Estados en situación geográfica
desventajosa de la misma subregión o región derechos iguales o preferenciales para la
explotación de los recursos vivos en las zonas económicas exclusivas.

Artículo 71

Inaplicabilidad de los artículos 69 y 70


Las disposiciones de los artículos 69 y 70 no se aplicarán en el caso de un Estado ribereño
cuya economía dependa abrumadoramente de la explotación de los recursos vivos de su
zona económica exclusiva.

Nos vamos ahora abajo del mar, al lecho de mar y subsuelo. Y en primer lugar, vamos a
hablar de la Plataforma Continental. Es la continuación o prolongación natural del
territorio por debajo del mar (hasta el borde externo del Margen Continental), es decir, los
territorios de los Estados con costas se sumergen en el mar hasta un momento que es ese
margen. Entonces, la plataforma continental, esa prolongación natural del territorio, hasta
se hace el abismo o las profundidades del mar.

Esta prolongación no tiene la misma extensión en todos los Estados. De hecho, por
ejemplo, los Estados que como Argentina, que dan al Atlántico, donde la pendiente del
territorio es leve, tiene una gran amplitud en la plataforma continental. En cambio, Chile,
donde la costa es más accidentada, la P.C. termina enseguida, es mucho más honda la P.C.
Antes, se decía que era hasta los 200 metros de profundidad. Hoy en día ese concepto se
reemplazó, y la P.C. se extiende, como regla general, hasta las 200 millas. Pero en algunos
casos en los que es mayor el margen continental, se puede llegar a extender a las 350
millas.

Como podemos ver, se superponen con la Z.E.E., yo les decía que tenía algunas
semejanzas, y algunas diferencias. En cuanto a las semejanzas, es que las dos responden a
una misma función y finalidad económica, y en cuanto a las diferencias, podemos decir que
la P.C. es algo real, natural, que ya está en la geografía, mientras que la Z.E.E. es una
creación jurídica y también podemos marcar algunas diferencias con respecto a las
competencias del Estado, porque en la P.C. hay Soberanía Plena de los recursos (no hay
nada más preferencias), independientemente de su utilización efectiva. Esto también lo
diferencia de la Z.E.E., no importa si lo explotamos todo, o si hay una determinada cantidad
y no la explotamos toda, no interesa, a diferencia de la Z.E.E.

¿Qué límite tiene la explotación de los recursos que hace el Estado en la P.C.? Es que no
afecte la condición jurídica de las aguas subyacentes (que están arriba), por ejemplo, no
debe impedir la navegación o el tendido de cables submarinos.

Hasta ahí son los espacios sometidos a la jurisdicción de los Estados. Todos estos espacios
que vimos están sometidos. Ahora vamos a explicar los espacios que no están sometidos a
la jurisdicción de los Estados.

El primero, que es cuando estamos en el mar, es el Alta Mar. El Alta Mar se define por
exclusión, es el mar o las aguas no sometidas a la jurisdicción de los Estados. Y como regla
en el Alta Mar se aplican las libertades del mar. Las libertades del mar son la navegación,
la libertad de pesca, la libre investigación, el tendido de cables y tuberías submarinas.
La libre navegación puede ser ejercida por todos los Estados, independientemente de que
tengan litoral o no. Cada Estado fija discrecionalmente las reglas para otorgarle la
nacionalidad a un buque. Lo que exige la Convención es que ese vínculo de nacionalidad
sea real, esto es para desalentar los Paraísos Fiscales. La jurisdicción del buque es la de la
bandera del Pabellón, por eso es importante. Si un buque, llega a llevar dos banderas, se
considera sin nacionalidad.

En cuanto a la pesca, es libre, pero esta libertad está limitada por un montón de tratados
internacionales que tienden a la protección del Medio Ambiente.

Con respecto a las islas artificiales, los Estados tienen la obligación de notificar a los
Estados. Y con respecto a la libertad de tender cables y tuberías submarinas, tienen la
obligación básica de no dañar a otro y los daños que causen ya sea a otros cables o a la
navegación.

Es un espacio no sometido a la jurisdicción del Estado, entonces, el Poder de Policía lo


tiene el Estado de Pabellón, esto es como regla. Hay excepciones, como por ejemplo, el
transporte de esclavos, el tráfico de estupefacientes, la piratería, todos esos hechos
autorizan y pueden ser reprimidos por cualquier Estado, no sólo el Estado de Pabellón. En
esos casos, o para controlar la bandera de Pabellón, los terceros Estados tienen un derecho
de visita, para verificar la documentación y el buque para que no se presenten estas
infracciones por lo delicado del tema en cuestión se considera que tienen legitimación todos
los Estados y que todos pueden controlar este tipo de infracciones.

Y también otra excepción es el derecho de persecución: y se da cuando el Estado ribereño


persigue a un buque en Alta Mar por infracción a las leyes o reglamentos del Estado
ribereño, por una infracción que ha sido cometida en alguna de las aguas sometidas a la
jurisdicción del Estado. El requisito es que esa persecución no tiene que ser interrumpida,
tiene que ser ininterrumpida, y lo puede perseguir hasta el ingreso al Mar Territorial de otro
Estado. Por ejemplo, si un buque pesca en la zona económica exclusiva de un Estado, lo
puede perseguir.

“La Zona” (de los fondos oceánicos y marinos). Son los fondos marinos más allá de la
jurisdicción de los Estados, más allá de las P.C. de cada Estado. Allá por la década del ’70,
se comienzan a desarrollar tecnologías y los Estados se dan cuenta de que esa Zona de los
fondos marinos y oceánicos es muy ricas en minerales. Hay unas rocas nódulos
polimetálicos que tienen importantes minerales sobre todo para la industria. El problema es
que la tecnología para explotar esos nódulos la tienen muy pocos países, las Potencias
básicamente. Entonces, a un representante de Malta en Naciones Unidas, se le prendió la
lamparita y logró que Naciones Unidas saque una Resolución 2574 y en la cual se
establecía que los Estados se tenían que abstener de explotar los recursos existentes en los
fondos marinos y oceánicos y que no se reconocería reclamación de soberanía por parte de
los Estados. Un poco más tarde, se dicta la Resolución 2749, que establece un Declaración
de principios que se van a aplicar en esa Zona, donde el principio más importante es que la
Zona y sus recursos son patrimonio común de la Humanidad. La regulación de esta Zona
está establecida en la Parte XI de la Convención, y es tan importante la discusión que había
sobre este tema, que es en esta Parte en la que los Estados no se ponían de acuerdo y lo que
retardó muchos años la entrada en vigencia de la Convención. Y tiene que ver con esto. La
Zona es de todos, pero yo tengo los desarrollos tecnológicos para explotar, por ejemplo
EEUU, Alemania. No queremos que sea Patrimonio Común de la Humanidad, la queremos
explotar nosotros. El tema es que al poner la Humanidad como un sujeto de Derecho, que
sin dudas es un logro, pero se plantea el interrogante de quién ejerce los derechos de la
Humanidad. ¿Quién explota? ¿Ninguno? Acuérdense que el Altar Mar no está sometido a la
jurisdicción de los Estados, es libre, pero acá la regla es distinta, es patrimonio común de la
Humanidad. ¿Y cómo se desarrolla este concepto? ¿Quién lo va a explotar? ¿Cómo se van a
distribuir los fondos? Uno entiende que sería en beneficio de toda la Humanidad. Entonces,
en esa Parte XI de la Convención, se establece un régimen de exploración y de explotación
de esta Zona, que va a ser llevado a adelante por La Autoridad. La Autoridad se va a
encargar de organizar y controlar y explotar los recursos en la Zona. La Autoridad de los
fondos marinos y oceánicos está conformada por una Asamblea, en la que están
representados todos los Estados, un Consejo (que está compuesto por cuatro mayores
inversores en minería oceánica, cuatro principales consumidores de minería oceánica,
cuatro exportadores terrestres de minerales, seis plazas que ocupan los países especiales
que no tienen litoral, 18 Estados representados geográficamente), y se crea La Empresa,
que es el órgano encargado de llevar adelante en concreto la explotación. Estamos hablando
de una Organización de explotar los fondos marinos y oceánicos, extraer los minerales,
para beneficio de toda la Humanidad.

El régimen original del Convenio establecía un doble sistema de explotación: estos fondos
marinos podían ser explotados por La Empresa en sí misma, y también estaba prevista una
explotación mixta a través de acuerdo con privados (particulares) en el cual se establecía
una cláusula de transferencia de tecnología. Los privados al participar en la explotación
también se comprometían a transferir esta tecnología a La Empresa. Este sistema no fue del
agrado de las Potencias, así fue que hubo que firmar un nuevo Tratado para reformar esta
parte de la Convención (XI), por ejemplo, se sacó la forma de explotación en sí misma por
La Empresa, se sacó también esa cláusula de transferencia de tecnología, y se disminuyó las
facultades de la Asamblea dándole mayores facultades al Consejo. Acá diríamos que sería
un paso atrás. La Empresa supervisa la explotación, pero la explotación la hacen los
privados, no transfieren la tecnología.

La Convención establece en la Parte XV un sistema específico de solución de


controversias, y se crea un Tribunal Internacional de Derecho del Mar, con sede en
Hamburgo. Para algunas cuestiones se establece un órgano jurisdiccional con competencia
obligatoria. Algo que no es muy común en esta materia; la regla es que no hay un Tribunal
o un órgano jurisdiccional de competencia automática. Siempre reposa en la voluntad del
Estado. Esta es una excepción del Derecho del Mar, donde se pacta una jurisdicción
obligatoria.

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